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Momento 1 - Debate dentro del Foro

A partir del texto de Flóres A. (2014) Glocalidad: el reto de la construcción de


ciudadanía en un mundo hiperconectado.

1. Describa en qué consiste ser ciudadanos en Redes, teniendo presente que éstas
conforman un lugar común de la interacción ciberciudadana.

ciudadanía en redes, entendida como otro método para estar en el mundo


globalizado y asociado a través de las TIC y que se determina en la utilización
convincente de los sistemas de correspondencia para transmitir todo el tiempo, la
capacidad de utilizar Internet para participar como ciudadanos en la política, lo
económico y lo cultural, en resumen, ser ciudadano en redes, es tener acceso masivo
a las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC,) para interactuar con
otras personas de todas partes del mundo y de esta manera conocer muchas más
culturas.

2. Flóres (2014) en su discurso manifiesta la necesidad de una solidaridad a escala


planetaria superando el individualismo propio ¿De qué manera este postulado
puede aplicarse a la problemática que plantea el columnista Luis Ochoa en su
artículo "Cómo nos ven"?

Como lo expresa Delors (1996), La exigencia de una solidaridad a escala


planetaria supone además superar las tendencias a encerrarse en la propia identidad,
para dar lugar a una comprensión de los demás basada en el respeto de la
diversidad. (…)
La educación debe por tanto esforzarse al mismo tiempo por hacer al individuo
consciente de sus raíces, a fin de que pueda disponer de puntos de referencia que le
sirvan para ubicarse en el mundo, y por enseñarle a respetar las demás culturas. (…)

De esta manera puede aplicarse ya que las personas locales y extranjeros


aprenderán y entenderán, que no podemos generalizar a las personas o países, ya
que somos más lo buenos que los malos, es decir somos más las personas que
queremos hacer mejor las cosas. Con la educación y el sentido de pertenencia como
ciudadanos debemos unirnos y hacer mejor las cosas, para no dejarnos opacar por
unos pocos que no les interesa el bien común.

3. Teniendo presente nuestra realidad colombiana sobre los conflictos en los


procesos políticos y electorales ¿Cómo encaja en estos procesos el
planteamiento de Zubiría "que la ética debe partir de un pesimismo
antropológico"? Argumente su respuesta.
Encajaría en nuestra realidad colombiana, porque nos han inculcado en nuestra
cultura que hay políticos buenos, políticos malos y corruptos, pero nunca nos han
dado a entender que no hay seres humanos totalmente buenos, ni totalmente malos,
ya que en cada ser humano habitan ambas virtudes, y partiendo pesimismo
antropológico, vamos a hacer más tolerantes para entender que hay una tensión
entre la bondad y la maldad, la felicidad y el dolor, haciéndonos personas más dadas
al perdón y a la reconciliación y no a la violencia ni a la venganza, de esta manera
daremos un claro ejemplo que la sociedad y la cultura en Colombia deben cambiar y
que ese ejemplo les llegue a nuestros dirigentes políticos y comiencen aplicarlos a
toda la sociedad en general para construir la Colombia que todos queremos.

4. De Zubiría citando a Walter Benjamin, plantea que se pueden transitar los


conflictos a través de tres virtudes éticas; una de ellas son los presupuestos
subjetivos ¿En qué consisten? ¿Cómo estudiante de este curso, consideras que
estos presupuestos pueden ser una alternativa para formar un ciudadano
ético? ¿Por qué? Sustente su respuesta.

El presupuesto consiste en el cuidado de uno mismo, en autoevaluarnos y


mejorar todo el aspecto de nuestro comportamiento ético, de cómo miramos a los
demás, de cómo nos expresamos, de cómo conversamos con los demás, ser muy
simpáticos con todas las personas, de siempre saludar y dar las gracias, de tener un
lenguaje adecuado.
Considero que esta sería la mejor alternativa para formarnos como ciudadanos
éticos, ya que no podemos pretender que los demás cambien si nosotros mismos no
estamos cambiando, si cada uno de nosotros nos hacemos una autoevaluación de
nuestro comportamiento, de nuestras acciones, y si tratamos de corregir y mejorar
en todos estos aspectos, vamos a transmitir de una u otra forma estos cambios
haciendo que los demás note nuestro comportamiento ético y educado, vamos a
crear un muy buen ambiente, tanto familiar , laborar, social, haciendo que otras
personas quieran seguir nuestro ejemplo, y así poco a poco podríamos transformar
toda una sociedad.
Después de Responder las preguntas, se genera el debate comentado las respuestas
de sus compañeros, de allí la importancia de no dejar esta actividad para los últimos
días previos al cierre.
Momento 2 - Ejercicio individual sobre el análisis de la problemática: ¿Qué acciones
como ciudadanos debemos asumir frente a la corrupción política?
Analizar una problemática del ámbito ético ciudadano, propuesta por el tutor. El
análisis se hace siguiendo la técnica de los Seis Sombreros para pensar, que se explica
en el Entorno de Aprendizaje Práctico. El estudiante puede profundizar sobre esta
técnica consultando otros recursos disponibles en la Web. El análisis de la problemática
debe presentarse en el documento anexo “Formato para el análisis de la
problemática”, disponible en el Entorno de Aprendizaje Colaborativo. En próximo
mensaje les ampliaré sobre esta actividad.

La corrupción es un problema social que se ha expandido desde hace muchos años y ha


afectado a una gran parte de la población, prestando poco respeto a la raza, el sexo, la edad,
el nivel monetario, social y cultural. Colombia no se ha quedado atrás en este tema y ha sido
una de las naciones donde más se ha visto principalmente en el sector público, sin embargo,
en un camino menor en el sector privado, afectándonos en el ámbito nacional.

A pesar de que la corrupción influye excesivamente en los pobres debido a que extravía los
dineros reservados inicialmente para el desarrollo del país, socava los límites de los gobiernos
para ofrecer servicios fundamentales, llena los desequilibrios sociales y la injusticia. Todos los
ciudadanos colombianos estamos implicados ya que, con nuestra partición en las elecciones
electorales, con nuestros votos somos los que elegidos a nuestros dirigentes y eso no hace
responsables. Se relaciona con la ética y la ciudadanía, ya que muchos colombianos venden su
voto o se dejan comprar por unas tejas, cementos, mercados, dinero en efectivo, pensando en el
bien individual y no en el colectivo, no se detienen a pensar si ese político está comprando votos y
sobornado a la ciudadanía para que voten por él, cuando este en el poder va actuar de la misma
manera sin ética.

La corrupción en el país ha aumentado la delincuencia, la desnutrición, problemas de salud, la


mendicidad, la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades para llegar a tener los
servicios básicos, son el factor compartido de los sectores más frágiles de la nación, que
experimentan los efectos negativos de la falta de preocupación del estado.

La cuestión de la corrupción en Colombia no es solo moral, y ético, sino que también es una
cuestión política. En cualquier caso, también tiene un inmenso efecto social, ya que con cada
peso que pierde el país por culpa de la corrupción, afecta directamente las estrategias
sociales, por ejemplo, la alimentación, el bienestar general y el acceso a la salud pública, el
acceso a la educación, a la generación de empleo. Cada peso que se pierde es una puerta
abierta que se resta al desarrollo de la población más vulnerable.
Debido a los diversos tipos de prácticas degeneradas de corrupción, las poblaciones más
indefensas obtienen el mejor efecto negativo, ya que pierden su capacidad de oportunidades
y, en este sentido, disminuyen sus posibles resultados de mejora.

La parte positiva de todos estos escándalos de corrupción es que los partidos políticos, las
empresas y las instituciones se están volviendo más limpias.

Inicialmente, en los partidos políticos: para recuperar la confianza de los votantes, los políticos
cada vez actúan o tratan de ser más transparentes. Se dan cuenta de que, si siguen
cometiendo actos de corrupción, otro partido los va a poner en evidencia y posterior a esto
los van a denunciar y van a perder credibilidad de los votantes, para sacar provecho, puede
parecer una connivencia, sin embargo, podría ser un enfoque para mantener e impedir que
surjan más casos de corrupción, ya que entre ellos mismos se supervisan, generando así un
ambiente más positivo para el cambio y erradicando cada vez más la corrupción.

Definitivamente, la corrupción no es otro problema nuevo, de todos modos,


las demostraciones de corrupción que vemos hoy en día son
considerablemente más complejas que antes a la luz del hecho de que
incluyen una amplia variedad de personajes en pantalla, se muestran en un
camino ágil a través de procedimientos que son difíciles de prevenir y
rastrear, y crean impactos más extensos sobre la sociedad, el gobierno
mayoritario, los derechos humanos y la economía. Esta enorme corrupción,
entendida como el maltrato de un poder de nivel elevado que beneficia a
unos pocos a causa de muchas personas, hace que sea intenso y generalizado
perjudique a toda la sociedad y a las personas, y que normalmente se
mantiene en la ilegalidad. La corrupción es un delito que hace caso omiso de
los derechos humanos y, de esta manera, merece una condena de
extensiones similares del daño que causa. Algunas instancias de corrupción
que la nación ha conocido caen dentro de esta descripción. Impactos en el
programa de fomento del deterioro de la educación, el cártel de hemofilia, la
redirección de activos del marco de bienestar, el cambio ilícito de los
registros de tierras, el saqueo de activos para el conducto de reservorios y
marcos esenciales de saneamiento, el control de formas legales contra la
parapolítica, entre muchos otros.
Es necesario revisar la corresponsabilidad de otros actores en la causa de este problema y, por lo
tanto, también en su solución. El rol de la ciudadanía es fundamental. Primero, es necesario cuestionar
en nuestra sociedad el uso de la corrupción como forma de hacer las cosas, de resolver problemas, de
lograr beneficios por encima de los demás. Estas situaciones terminan alimentando redes creadas
alrededor de lo que tradicionalmente se ha conocido como “pequeña corrupción” pero cuyo impacto
puede resultar bastante considerable.
Es necesario asumir mayor responsabilidad en el ejercicio del voto, así como utilizarlo como
mecanismo de sanción política y social a políticos corruptos.
Resulta necesario valorar de manera positiva a aquellos que se atreven a denunciar actos de
corrupción en todos los ámbitos: públicos, privados, sociales, etc. Si bien el país aún enfrenta déficits
importantes en la protección de denunciantes, este mecanismo es imprescindible para vencer la
corrupción.

También resulta necesario cuestionar las prácticas de cartelización y las


irregularidades deliberadas en la prestación de servicios públicos, cuando los
mismos tienen un impacto social mucho más allá de las restricciones a la
competencia. Y por supuesto, hay que profundizar la lucha contra la corrupción
que sucede entre privados, cuando el fin del éxito económico se busca a través
de cualquier medio, cuando los esquemas de cumplimiento no tienen la misma
importancia que las estrategias de éxito en los negocios, cuando la denuncia de
prácticas de corrupción se evitan para no quedar por fuera de futuros negocios,
y, en suma, cuando la lucha contra la corrupción no se asume como un elemento
intrínseco a la sostebilidad de las empresas.

debemos atacar de manera directa la impunidad que perpetúa a la gran


corrupción. Para esto, es necesario resolver prioritariamente los vacíos de
transparencia y ética en el acceso al poder, especialmente en el financiamiento
de campañas políticas. Igualmente, importante es recuperar la confianza en el
sistema judicial y los órganos de control que se han visto más afectados por
escándalos internos de corrupción. Con bajas opciones de acceso al poder por
parte de actores corruptos y con altas garantías de sanción, la corrupción puede
ser fuertemente desincentivada. Estas acciones deben acompañarse de dos
grandes decisiones que debemos tomar como sociedad: lograr un gran pacto por
blindar el empleo público de la vulnerabilidad de los intereses, y controlar de
manera efectiva el uso de recursos públicos mediante sistemas de control fiscal,
disciplinario y penal eficientes y despolitizados.

Es necesario que la lucha contra la corrupción logre un vínculo más directo y


efectivo con la ciudadanía de manera mucho más amplia. La actual ola de
indignación ciudadana frente a la corrupción puede ser una oportunidad para
generar este quiebre. No solo es necesario reconocer que la corrupción es un
problema de todos, que es necesario revisar nuestro comportamiento
individual además de cuestionar a los demás, también se requiere pasar de la
indignación a la acción

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