Está en la página 1de 33

Universidad de Guayaquil

Facultad de Ciencias Químicas

Bioquímica y Farmacia

GRUPO#2

Tema: APARATO URINARIO

Integrantes:

Crofford Torres Nicole del Carmen, Franco Izquierdo Melanie Lissette, Bryan Andrés De La
Torre Carlos, Derly Tais Conforme Wong, Laura Katiuska García Alvarez, Dután Flores Lady
Vanessa.

Guayaquil, 10 de enero del 2020

Tutora: Glenda Vaca Coronel


APARATO URINARIO

1
GENERALIDADES

El aparato urinario está constituido por dos riñones, dos uréteres, la vejiga y la
uretra Después de que los riñones filtran el plasma sanguíneo, devuelven la mayor parte
del agua y los solutos a la corriente sanguínea. El agua y los solutos remanentes
constituyen la orina, que transcurre por los uréteres y se almacena en la vejiga urinaria
hasta que se excreta a través de la uretra. La nefrología (nephro-, riñón; y -logía,
estudio) es el estudio científico de la anatomía, la fisiología y las enfermedades de los
riñones. La rama de la medicina que estudia los aparatos urinarios masculino y
femenino y el aparato reproductor masculino es la urología (oûro-, orina). El médico
que se especializa en esta rama de la medicina es el urólogo.

La orina que se forma en los riñones primero ingresa en los uréteres, luego en la
vejiga para su almacenamiento y, por último, atraviesa la uretra para su evacuación.

2FUNCIONES DEL APARATO URINARIO

1
( Tortora & Derrickson , 2011)
2
( Tortora & Derrickson , 2011)
1. Los riñones regulan el volumen y la composición de la sangre, ayudan a
regular la presión arterial, el pH y la glucemia, producen dos hormonas (calcitriol y
eritropoyetina) y excretan los desechos en la orina.

2. Los uréteres transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga.

3. La vejiga almacena la orina y la excreta a través de la uretra.

4. La uretra expulsa la orina del cuerpo.

3RIÑONES

Localización y estructura

Aunque muchos piensan que los riñones se localizan en la parte baja de la


espalda, ésta no es localización correcta. Por el contrario, estos órganos pequeños, de
color rojo oscuro y con forma de judías se sitúan en la pared dorsal del cuerpo en una
posición retroperitoneal (por debajo del peritoneo parietal) en la región lumbar superior.
Los riñones se extienden de la vértebra T12 a la L3; por lo que están protegidos por la
parte baja de la caja torácica. El riñón derecho se encuentra ligeramente más bajo que el
izquierdo, a causa del hígado. El riñón de un adulto mide aproximadamente 12 cm de
largo, 6 cm de ancho y 3 cm de grosor, más o menos como el tamaño de una pastilla
grande de jabón. Tiene forma convexa en el lateral y muestra una indentación media
llamada hilio renal.

Existen varias estructuras, entre ellas los uréteres, los vasos sanguíneos renales
y los nervios, que entran o salen del riñón por el. En la parte superior de cada riñón, se

3
(ELAINE N, R, & Ph, 2008)
encuentra la glándula suprarrenal, que forma parte del aparato endocrino y cuya función
forma un órgano aparte. Una cápsula fibrosa transparente envuelve cada riñón y le da un
aspecto fresco y brillante. Una masa grasa, la cápsula grasa perirrenal, se dispone
alrededor de los riñones y actúa como protección contra los golpes. La fascia renal, la
cápsula más exterior, ancla cada riñón y ayuda a sostenerlo en su lugar contra los
músculos de la pared torácica.

Cuando un riñón se corta a lo largo, se pueden distinguir tres partes diferentes


región más exterior, que tiene un color menos intenso, es la corteza renal. Dentro de la
corteza se encuentra una zona de un rojo oscuro menos intenso, que se conoce como la
médula renal. La médula tiene muchas regiones básicas triangulares, las pirámides
medulares o renales.

El lado mayor de cada pirámide está de cara a la corteza y su vértice está


dirigido a la parte más baja de los riñones. Las pirámides están separadas por
extensiones del tejido de la corteza, llamadas columnas renales. La pelvis renal es una
cavidad plana cerca del hilio. Como muestra la Figura 15.2, la pelvis continúa hasta el
uréter cuando se acaba el hilio.

Las extensiones de la pelvis, los cálices, forman zonas en forma de taza que
encierran los vértices de las pirámides. Los cálices recogen la orina, que se drena
continuamente desde los vértices de la pirámide a la pelvis renal. Entonces, la orina
fluye de la pelvis al uréter, y este la transporta a la vejiga, donde será almacenada de
forma temporal.

4Irrigación e inervación de los riñones

Como los riñones eliminan desechos de la sangre y regulan su volumen y su


composición iónica, no parece sorprendente que reciban una abundante vascularización.
Aunque dichos órganos constituyen menos del 0,5% de la masa corporal total, reciben
entre el 20 y el 25% del gasto cardíaco en reposo, a través de las arterias renales derecha
e izquierda En los adultos, el flujo sanguíneo renal, que es el flujo de sangre que
atraviesa ambos riñones, es de alrededor de 1200 mL por minuto.

Dentro del riñón, la arteria renal se divide en arterias segmentarias que irrigan
diferentes segmentos (áreas) del riñón. Cada arteria segmentaria da origen a diversas
ramas que ingresan en el parénquima y atraviesan las columnas entre las pirámides

4
( Tortora & Derrickson , 2011)
renales como arterias interlobulares. En las bases de las pirámides renales, las arterias
interlobulares adoptan una trayectoria tortuosa entre la médula renal y la corteza, donde
se denominan arterias arcuatas. Las divisiones de las arterias arqueadas originan una
serie de arterias interlobulillares, que reciben este nombre porque transcurren entre los
lobulillos renales. Las arterias interlobulillares ingresan en la corteza renal y emiten las
ramas conocidas como arteriolas aferentes (de ad-, hacia; y -fer, transportar).

Cada nefrona recibe una arteriola aferente, que se divide en una red capilar
profusa en forma de ovillo denominada glomérulo (diminutivo de glomus, ovillo). Los
capilares glomerulares luego se reúnen para formar la arteriola eferente (e-, fuera), que
transporta sangre fuera del glomérulo. Los capilares glomerulares son únicos entre los
capilares del cuerpo porque están situados entre dos arteriolas, en lugar de interponerse
entre una arteriola y una vénula. Como son redes capilares y también desempeñan una
función importante en la formación de orina, los glomérulos se consideran parte, tanto
del aparato cardiovascular como del aparato urinario.

Las arteriolas eferentes se ramifican para formar los capilares peritubulares


(perí-, alrededor de) que rodean las porciones tubulares de la nefrona en la corteza renal.
A partir de algunas arteriolas eferentes surgen capilares largos en forma de lazos: los
vasos rectos que irrigan las porciones tubulares de las nefronas en la médula renal

Luego, los capilares peritubulares se reúnen para formar las vénulas


peritubulares y más tarde las venas interlobulillares, que también reciben sangre de los
vasos rectos. A continuación, la sangre drena a través de las venas arcuatas en las venas
interlobulillares que transcurren entre las pirámides renales. La sangre abandona el
riñón a través de una única vena renal que sale por el hilio y desemboca en la vena cava
inferior. Muchos nervios renales se originan en el ganglio renal y pasan a través del
plexo renal hacia los riñones, junto con las arterias. Los nervios renales pertenecen a la
división simpática del sistema nervioso autónomo y en su mayor parte son nervios
vasomotores que regulan el flujo sanguíneo a través del riñón, lo que provoca
vasoconstricción o vasodilatación de las arteriolas renales Nefronas y formación de la
orina.

5NEFRONAS

5
( Tortora & Derrickson , 2011)
Cada riñón contiene más de un millón de estructuras diminutas llamadas
nefronas. Las nefronas son unidades funcionales y estructurales del riñón y, como tales,
son responsables de la formación de la orina. La Figura 15.3 muestra la anatomía
relativa de la situación de las nefronas en cada riñón.

Cada nefrona tiene dos estructuras principales: un glomérulo, que es un nudo de


capilares, y un túbulo renal.

La parte cerrada del túbulo renal está alargada en forma de taza y envuelve
completamente al glomérulo. Ésta porción del túbulo renal se llama glomerular, o
cápsula de Bowman. La capa más interior de la cápsula está compuesta por células que
tienen forma de pulpo y que están altamente modificadas, las cuales reciben el nombre
de podocitos.

Los podocitos tienen un largo proceso de bifurcación en el que se entrelazan


unos con otros y rodean al glomérulo. Existen unas aperturas, los conocidos poros de
filtración molecular, que producen la formación de una membrana porosa alrededor del
glomérulo (Figura 15.3c y d).

El resto del túbulo mide aproximadamente 30 mm de largo. A medida que se


extiende por la cápsula glomerular, se enrolla antes formando un bucle cerrado para más
tarde volver a enrollarse antes de convertirse en un túbulo llamado conducto colector.

Estas regiones diferentes del túbulo tienen nombres específicos para cada una en
orden desde la cápsula glomerular son túbulo contorneado proximal, Asa de Henle, y
túbulo contorneado distal.
Las superficies luminales (es decir, las superficies expuestas al filtrado) de las
células del túbulo en los túbulos contorneados proximales están cubiertas con ovillos
densos, gracias a lo cual su área de superficie aumenta enormemente. Estos ovillos
también se producen en otras partes de las células del túbulo, pero esto ocurre en un
número mucho más reducido.

A la mayoría de las nefronas se las llama nefronas corticales como consecuencia


de su localización en la corteza. En muy pocos casos, se las llama nefronas
yuxtamedulares, ya que están situadas muy cerca de la unión corteza-médula, y sus asas
de Henle se adentran en la médula. Los conductos colectores, los cuales reciben orina de
muchas nefronas, se disponen hacia abajo a través de las pirámides medulares, dando a
las pirámides un aspecto a rayas. Estos conductos transportan la orina final a los cálices
y a la pelvis renal.

Cada una de las nefronas está asociada con dos conjuntos de capilares (los
capilares glomerulares, ya mencionados, y los capilares peritubulares. El glomérulo se
alimenta y se drena por las arteriolas. La arteriola aferente, que llega por la arteria radial
cortical, es el vaso sanguíneo “de alimentación”, y la arteriola eferente recibe la sangre
que ha pasado por el glomérulo.

Los capilares glomerulares, especializados en la filtración, son diferentes a


cualquier otro conjunto de capilares del organismo. A causa de ser alimentado y
drenado por las arteriolas, que son vasos sanguíneos de alta resistencia, y porque la
arteriola aferente tiene un diámetro más grande que la eferente, la presión sanguínea en
los capilares glomerulares es mucho más alta que en cualquier otro conjunto de
capilares. Esta presión extremadamente alta dirige los fluidos y los solutos (más
pequeños que las proteínas) hacia el exterior de la sangre, dentro de la cápsula
glomerular. A veces, las células de los túbulos reclaman hasta el 99% del filtrado, que
devuelve a la sangre por los capilares peritubulares

Los capilares peritubulares surgen de la arteriola aferente que drena el


glomérulo. Al contrario de la alta presión de los glomerulares, estos capilares presentan
una presión baja y son vasos porosos que están adaptados para la absorción en vez de
para la filtración. Éstos rodean todo el túbulo renal, donde se encuentran en la posición
ideal para recibir solutos y agua de las células tubulares, ya que estas sustancias se
reabsorben del filtrado a través del túbulo. Los capilares peritubulares drenan estos
productos a las venas interlobulares que abandonan la corteza
FORMACIÓN DE LA ORINA

La formación de la orina es el resultado de tres procesos: filtración glomerular,


reabsorción tubular y secreción tubular. Cada uno de estos procesos aparece ilustrado en
la Figura y todos ellos se describen a continuación con más detalle.

El riñón está representado esquemáticamente como una


nefrona única y desenrrollada. En realidad, un riñón tiene miles
de nefronas que actúan de forma paralela. La leyenda indica
tres procesos por los cuales los riñones modifican la
composición del plasma.

Filtración glomerular

Como se acaba de describir, el glomérulo actúa como un filtro. La filtración


glomerular es un proceso pasivo, no selectivo, por el cual el fluido pasa de la sangre a la
cápsula glomerular. Una vez en la cápsula, el fluido se llama filtrado y en esencia está
compuesto por plasma sanguíneo sin proteínas. Tanto las proteínas como las células
sanguíneas son normalmente demasiado grandes para atravesar la membrana de
filtración y cuando alguna de estas aparece en la orina significa que hay muchas
posibilidades de que haya algún problema en los filtros glomerulares. Mientras que la
presión sanguínea sistemática sea normal, el filtrado se formará sin problemas. Si la
presión sanguínea arterial cae a un nivel bajo, la presión glomerular se vuelve
insuficiente para obligar a las sustancias de la sangre a que salgan de la sangre a los
túbulos, y el filtrado se detiene.

Reabsorción tubular
Además de los desechos y del exceso de iones que deben eliminarse de la
sangre, el filtrado también contiene muchas sustancias que pueden ser útiles (entre ellos
el agua, la glucosa, los aminoácidos y los iones), y que deben recogerse del filtrado y
devolverse a la sangre. La reabsorción tubular comienza al mismo tiempo que el filtrado
penetra en el túbulo contorneado proximal. Las células tubulares son “transportadores”,
que toman las sustancias necesarias del filtrado y las pasan al espacio extracelular, de
donde son reabsorbidas por la sangre de los capilares peritubulares.

Algunos tipos de reabsorción se llevan a cabo de forma pasiva (por ejemplo el


agua, por ósmosis), pero la reabsorción de la mayoría de las sustancias depende de los
procesos de transporte activo, que utilizan a los transportadores de las membranas y son
muy selectivos. Existen numerosos transportadores para las sustancias que se necesitan
reabsorber, y muy pocos transportadores para sustancias innecesarias del organismo.
Las sustancias que se necesitan (por ejemplo la glucosa y los aminoácidos) se
reabsorben completamente del filtrado en condiciones normales.

Los desechos nitrogenados son raramente reabsorbidos, si se diese el caso. Estos


desechos están compuestos por la urea, formada en el hígado como producto final de la
descomposición de las proteínas cuando los aminoácidos se utilizan para producir
energía; el ácido úrico, liberado del metabolismo de los ácidos nucleicos; y la
creatinina, que se asocia con el metabolismo de la creatina en el tejido muscular. Las
células tubulares disponen de pocos transportadores para estas sustancias, por lo que
tienden a permanecer en el filtrado y se encuentran en altas concentraciones en la orina
que secreta el cuerpo.

Algunos iones pueden ser reabsorbidos o eliminados en la orina, dependiendo


de las necesidades particulares de ese momento para mantener un pH adecuado y la
composición de electrolitos en la sangre. La mayor parte de la reabsorción se lleva a
cabo en el túbulo contorneado distal donde los conductos recolectores están también
activos.

Secreción tubular

La secreción tubular es esencialmente lo contrario a la reabsorción tubular.


Algunas sustancias como los iones de hidrógeno y potasio y la creatinina también pasan
desde la sangre de los túbulos peritubulares a través de las células tubulares, o bien
desde las propias células tubulares, al filtrado para ser eliminadas en la orina. Este
proceso parece ser importante para deshacerse de sustancias que aún no están en
el filtrado, como algunos fármacos, el exceso de potasio, o como un medio adicional de
controlar el pH se la sangre

6CARACTERÍSTICAS DE LA ORINA

En 24 horas, los maravillosos y complejos riñones filtran entre 150 y 180 litros
de plasma a través de los glomérulos a los túbulos, que procesan el filtrado al extraer
sustancias (reabsorción) y al añadir otras (secreción). En las mismas 24 horas, sólo se
producen entre 1 y 1,8 litros de orina. Obviamente, la orina y el filtrado son muy
diferentes. El filtrado contiene lo mismo que el plasma (excepto las proteínas), pero al
llegar a los conductos colectores, el filtrado ha perdido la mayor parte del agua, y casi
todos sus nutrientes e iones necesarios.

Lo que queda, la orina, contiene desechos nitrogenados y sustancias


innecesarias. Si tenemos en cuenta que no tenemos problemas de salud, nuestros riñones
pueden mantener nuestra composición de la sangre bastante constante a pesar de las
grandes variaciones en la dieta y la actividad celular. La orina normal es por lo general
clara y amarilla.

6
( Tortora & Derrickson , 2011)
7URÉTERES

Los uréteres son dos tubos alargados que miden entre 25 y 30 cm de largo y 6
mm de diámetro. Cada uréter se sitúa a lo largo del peritoneo desde el hilio renal hasta
la parte posterior de la vejiga, en la que entra ligeramente en ángulo. La parte superior

7
(ELAINE N, R, & Ph, 2008)
del uréter es una continuación de la pelvis renal, y su recubrimiento mucoso continúa
con el de la pelvis renal y la vejiga.

En esencia, los uréteres son conductos que transportan la orina desde los riñones
hasta la vejiga. Aunque pueda parecer que la orina simplemente desciende a la vejiga
por gravedad, los uréteres desempeñan un papel muy importante en el transporte de la
orina. Las capas de músculo liso de sus paredes se contraen para empujar la orina hasta
la vejiga mediante la peristalsis. Una vez que la orina se encuentra en la vejiga, los
uréteres impiden que ésta retroceda mediante unos pliegues pequeños situados en la
mucosa de la vejiga que llegan hasta los uréteres.

8Inervación

El peristaltismo ureteral normal no requiere aferencias autónomas externas sino


que se origina en sitios marcapasos de músculo liso intrínseco localizados en los cálices
menores del sistema colector renal y se propaga desde ellos. El uréter recibe aferencias
simpáticas preganglionares de los segmentos medulares 10ma torácico a 2da. lumbar.
Las fibras posganglionares se originan en varios ganglios de los plexos autónomos
aorticorrenal, hipogástricos superior e inferior. Las aferencias parasimpáticas provienen
de los segmentos medulares sacros 2º a 4º

9Vasculatura ureteral

El uréter recibe su irrigación de múltiples ramas arteriales a lo largo de su


recorrido. Es de máxima importancia para el cirujano el hecho de que las ramas
arteriales del uréter abdominal vienen de una dirección medial mientras que las ramas
arteriales del uréter pelviano vienen desde una dirección lateral. En el caso del uréter
superior estas ramas se originan en la arteria renal, la arteria gonadal, la aorta abdominal
y la arteria ilíaca común.

Después de entrar en la pelvis, otras ramas arteriales pequeñas para el uréter


distal pueden nacer de la arteria ilíaca interna o de sus ramas. Después de alcanzar el
uréter los vasos arteriales discurren longitudinalmente dentro de la adventicia
periureteral en un plexo con múltiples anastomosis.

El drenaje venoso y linfático del uréter es paralelo a la irrigación arterial. Por lo


tanto, el drenaje linfático del uréter varía según el nivel ureteral. En la pelvis los

8
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
9
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
linfáticos ureterales drenan en los ganglios ilíacos internos, externos y comunes. En el
abdomen, los ganglios linfáticos paraaórticos izquierdos constituyen el sitio de drenaje
primario del uréter izquierdomientras que la porción abdominal del uréter derecho es
drenada en primer lugar hacia los ganglios linfáticos paracavos e interaortocavos. El
drenaje linfático del uréter superior y la pelvis renal tiende a unirse a los linfáticos
renales y es idéntico al del riñón homolateral.

10VEJIGA URINARIA

La vejiga urinaria es un saco muscular liso y plegable que almacena la orina de


forma temporal. Se sitúa en la zona retroperitoneal, en la parte posterior de la sínfisis
púbica. Si se escanea el interior de la vejiga, se pueden diferenciar tres aperturas: las dos
de los uréteres (orificios ureterales) y la única apertura de la uretra (orificio interno
uretral), que llega hasta la vejiga (Figura 15.6). La lisa región triangular de la base de la
vejiga delimitada por estas tres aperturas recibe el nombre de trígono. Este trígono es
importante clínicamente ya que las infecciones tienden a persistir en esta región. En los
hombres, la próstata (parte del aparato reproductor masculino) envuelve el cuello de la
vejiga en el lugar donde se vacía en el interior de la uretra.

10
(ELAINE N, R, & Ph, 2008)
La pared de la vejiga tiene tres capas de músculo liso, conocidas en conjunto
como músculo detrusor, y su mucosa es un tipo especial de epitelio, el epitelio
transicional. Estas dos características estructurales hacen que la vejiga sea única para su
función de almacenamiento de la orina. Cuando la vejiga se encuentra vacía, ésta se
pliega y mide entre 5 y 7,5 cm de largo como mucho, y sus paredes son gruesas y se
encuentran formando pliegues. A medida que se va acumulando la orina, la vejiga se
expande y crece hacia arriba en la cavidad abdominal . Sus paredes musculares se
estiran y las capas epiteliales transicionales se vuelven más delgadas, aumentando su
volumen y permitiendo que la vejiga almacene más orina sin aumentar de forma
sustancial su presión interna.

Una vejiga moderadamente llena mide alrededor de 12,5 cm de largo y aguanta


en torno a 500 ml de orina, pero es capaz de soportar más del doble de esta cantidad.
Cuando la vejiga está realmente desplegada, o estirada por la orina, se vuelve firme y
adquiere forma de pera. La orina se forma continuamente en los riñones, pero se
almacena en la vejiga hasta que su liberación sea conveniente.

11Vasculatura vesical

La vejiga está irrigada por las arterias vesicales: superior, media e inferior, que
surgen del tronco anterior de la arteria ilíaca interna (hipogástrica), y por ramas más
pequeñas de las arterias obturadora y glútea inferior. En mujeres, las arterias uterina y
vaginal también envían ramas a la vejiga (Smith & Tanagho, 2014).

Algunas veces en cirugía, se refiere a la irrigación vesical como los pedículos


lateral y posterior, éstos pedículos son los ligamentos vesicales lateral y posterior en el
hombre y parte de los ligamentos cardinal y uterosacro en la mujer (Wein, Kavoussi, &
Novick, 2008). Las venas de la vejiga confluyen en un plexo con venas abundantes
alrededor de la misma, el plexo vesical, y desembocan en la vena ilíaca interna. Los
vasos linfáticos de la vejiga drenan en los ganglios vesicales, ilíaco externo, ilíaco
interno (hipogástrico) e ilíaco primitivo (Smith & Tanagho, 2014).

12Inervación

La vejiga recibe inervación de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.


Las fibras eferentes autónomas de la porción anterior del plexo pelviano (plexo vesical)

11
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
12
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
se dirigen hacia arriba por los ligamentos lateral y posterior para inervar la vejiga. La
pared vesical es inervada por terminaciones nerviosas colinérgicas parasimpáticas (fig
19). El cuello vesical masculino recibe abundante inervación simpática y tiene
receptores alfa 1 – adrenérgicos. El cuello vesical femenino tiene poca inervación
adrenérgica. La sensibilidad aferente de la vejiga se origina en las terminaciones
nerviosas subepiteliales y las fibras nerviosas entre los haces musculares del detrusor.
La inervación aferente desde la vejiga viaja con los nervios simpáticos (a través de los
nervios hipogástricos) y los nervios parasimpáticos para alcanzar los ganglios de la raíz
dorsal en los niveles toracolumbar y sacro.

13URETRA

La uretra es un conducto pequeño, que se extiende desde el orificio uretral


interno en el piso de la vejiga hasta el exterior. Tanto en los hombres como en las
mujeres, constituye la porción terminal del aparato urinario y la vía de pasaje de la orina
hacia el exterior. En los hombres, también da salida al semen (líquido que contiene los
espermatozoides).

En las mujeres, la uretra se encuentra por detrás de la sínfisis del pubis, se dirige
en sentido oblicuo hacia adelante y mide alrededor de 4 cm (1,5 pulgadasde longitud. La
abertura al exterior, denominada orificio uretral externo, se localiza entre el clítoris y el
orificio externo de la vagina .La pared de la uretra femenina está formada por una
mucosa profunda y una muscular superficial. La mucosa es una membrana compuesta
por un epitelio y una lámina propia (tejido conectivo areolar con fibras elásticas y un
plexo venoso). La capa muscular presenta fibras musculares lisas dispuestas en forma
circular y se continúa con la de la vejiga. Cerca de la vejiga, la mucosa contiene epitelio
de transición que mantiene continuidad con el de la vejiga y cerca del orificio uretral
externo, el epitelio es pavimentoso estratificado no queratinizado. Entre esas zonas, el
epitelio es cilíndrico estratificado o cilíndrico seudoestratificado. .En los hombres, la
uretra también se extiende desde el orificio uretral interno hasta el exterior, pero su
longitud y su trayectoria son bastante diferentes que en las mujeres. La uretra masculina
primero atraviesa la próstata, luego los músculos profundos del periné y por último el
pene, en un trayecto de alrededor de 20 cm (8 pulgadas).

13
( Tortora & Derrickson , 2011)
14Vasculatura uretral masculina

La porción prostática es irrigada por las arterias vesical inferior y rectal media;
la porción membranosa, por la arteria bulbar del pene; la esponjosa, por la arteria uretral
y también por ramas procedentes de las arterias profundas y dorsal del pene. Las venas
terminan en el plexo prostático y en las venas pudendas internas. Los vasos linfáticos de

14
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
las porciones prostática y membranosa terminan principalmente en los ganglios ilíacos
internos. La mayor parte de los vasos de la porción esponjosa pasa a los ganglios
inguinales profundos.

15Inervación

La porción prostática es inervada por el plexo prostático, el cual se continúa


como nervios cavernosos del pene en la porción membranosa. Las ramas del nervio
pudendo inervan la porción esponjosa (Valverde, Gómez, Presmanes, & Morales,
2008).

16Vasculatura uretral femenina

La vascularización arterial de la uretra femenina proviene de la arteria vesical


inferior, la vaginal y la pudenda interna. Las venas confluyen en los plexos venosos
vesicovaginal y pudendo. Los vasos linfáticos confluyen en los ganglios hipogástricos e
inguinales en su porción más externa.

17Inervación

La porción superior de la uretra es inervada por los plexos vesical y


uterovaginal; la porción inferior es inervada por el nervio pudendo (Valverde, Gómez,
Presmanes, & Morales, 2008)

18MICCIÓN

La micción, o diuresis, es el acto de vaciado de la vejiga. Dos esfínteres o


válvulas, el esfínter uretral interno (situado más arriba) y el esfínter uretral externo
(situado más abajo, controlan el flujo de orina desde la vejiga (véase la Figura 15.6).
Normalmente, la vejiga continúa colectado orina hasta que se han acumulado
aproximadamente 200 ml.

En este punto, el estiramiento de las paredes de la vejiga activa a los receptores


de estiramiento. Los impulsos trasmitidos a la región sacra de la médula espinal y la
vuelta a la vejiga mediante los nervios esplácnicos pélvicos provocan contracciones

15
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
16
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
17
(Gómez Sotomayor & Serrano Ortega, 2016)
18
(ELAINE N, R, & Ph, 2008)
reflejas en la vejiga. A medida que las contracciones aumentan, la orina almacenada
está forzada a atravesar el esfínter uretral interno (el músculo liso, esfínter involuntario)
y pasar a la parte superior de la uretra. Es en este momento cuando una persona siente la
urgencia de vaciar la vegija.

El esfínter externo inferior es un músculo esquelético y se puede controlar, por


lo que podemos controlar el vaciado final de la vejiga. Sin embargo, si es necesario, el
esfínter externo puede relajarse, de manera que la orina se escape del cuerpo. Cuando se
decide posponer el vaciado, las contracciones reflejas de la vejiga pararán en unos
minutos, y la orina continuará almacenándose en la vejiga. Después de haber
almacenado 200 ó 300 ml más, el reflejo de micción se producirá de nuevo. En
cualquier caso, la micción se produce se quiera o no.
19TRASTORNOS: DESEQUILIBRIOS HOMEOSTÁTICOS

Los trastornos del aparato urinario varían desde aquellos que son fáciles de tratar
a aquellos que ponen en riesgo la vida.

Cálculos renales

Los cristales de las sales presentes en la orina precipitan en forma ocasional y se


solidifican para formar concreciones insolubles denominadas cálculos renales (piedras).
En general, contienen cristales de oxalato de calcio, ácido úrico o fosfato de calcio. Las
situaciones que promueven la formación de cálculos son la ingesta excesiva de calcio, la
escasa ingesta de agua, la acidez o la alcalinidad anormal de la orina y la hiperactividad
de las glándulas paratiroides. Cuando un cálculo se aloja en un conducto estrecho, como
el uréter, el dolor puede ser muy intenso. La litotricia por onda de choque (lithos-,
piedra) es un procedimiento que utiliza ondas de choque de alta energía para desintegrar
los cálculos renales y representa un tratamiento alternativo a la extirpación quirúrgica.
Luego de localizar los cálculos renales mediante radiología, un instrumento llamado
litotritor emite pulsos cortos de ondas sonoras de alta intensidad, que atraviesan una
almohadilla llena de agua o gel colocada debajo de la espalda. Durante 30 a 60 minutos,
1000 ondas de choque o más pulverizan el cálculo y crean fragmentos pequeños, que
pueden eliminarse con la orina.

Infecciones urinarias

El término infección urinaria se utiliza para describir tanto una infección de una
parte del aparato urinario como la presencia de un gran número de microorganismos en
la orina. Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres debido a la menor
longitud de la uretra. Los síntomas son dolor o ardor al orinar (disuria), polaquiuria
(micción frecuente), tenesmo miccional (urgencia), dolor lumbar y enuresis. Las
infecciones urinarias incluyen uretritis (inflamación de la uretra), cistitis (inflamación
de la vejiga) y pielonefritis (inflamación de los riñones). Si la pielonefritis se cronifica
se puede formar tejido cicatrizal (fibrosis) en los riñones y puede comprometerse su
funcionamiento. El consumo de jugo de arándano puede prevenir la fijación de E. coli al

19
( Tortora & Derrickson , 2011)
revestimiento epitelial de la vejiga, y las bacterias se eliminan más fácilmente durante la
micción.

Glomerulopatías

Muchas enfermedades pueden dañar los glomérulos renales, en forma directa o


indirecta, debido al compromiso de otras regiones del cuerpo. Típicamente la lesión
afecta la membrana de filtración, lo que aumenta su permeabilidad.

La glomerulonefritis es una inflamación del riñón que involucra los


glomérulos. Una de las causas más frecuentes es una reacción alérgica a toxinas
producidas por estreptococos que provocaron hace poco tiempo una infección en otra
parte del cuerpo, especialmente en las fauces. Los glomérulos se inflaman, se
edematizan y se ingurgitan con tanta sangre que las membranas de filtración dejan pasar
las células sanguíneas y las proteínas plasmáticas en el filtrado. En consecuencia, la
orina contiene muchos eritrocitos (hematuria) y una gran cantidad de proteínas. Los
glomérulos pueden quedar con secuelas permanentes y la afección puede evolucionar
hacia una insuficiencia renal crónica.

El síndrome nefrótico es una enfermedad que se caracteriza por proteinuria


(presencia de proteínas en la orina) e hiperlipidemia (niveles sanguíneos elevados de
colesterol, fosfolípidos y triglicéridos). La proteinuria se debe al aumento de la
permeabilidad de la membrana de filtración, lo que permite a las proteínas, en especial a
la albúmina, pasar desde la sangre hacia la orina. La pérdida de albúmina ocasiona
hipoalbuminemia (disminución de la concentración sanguínea de albúmina), cuando el
hígado ya no es capaz de compensar la mayor pérdida urinaria. En el síndrome nefrótico
se observa edema, en forma habitual, alrededor de los ojos, en los tobillos, los pies y el
abdomen, debido a que la pérdida de albúmina disminuye la presión osmótica coloidal
de la sangre. Este síndrome se asocia con diversas glomerulopatías de causa
desconocida y con trastornos sistémicos como diabetes mellitus, lupus eritematoso
sistémico (LES), varios tipos de cáncer y sida (síndrome de inmunodeficiencia
adquirida).

Insuficiencia renal

La insuficiencia renal es la disminución o el cese de la filtración glomerular.

En la insuficiencia renal aguda (IRA), los riñones dejan de funcionar en


forma abrupta por completo (o casi por completo). La principal característica de la IRA
es la supresión del flujo urinario, que en general se manifiesta con oliguria (diuresis
diaria entre 50 y 250 mL) o anuria (diuresis diaria menor que 50 mL). Las causas
incluyen hipovolemia (p. ej., por hemorragia), descenso del gasto cardíaco, lesión de los
túbulos renales, cálculos renales, medios de contraste utilizados para visualizar los
vasos sanguíneos en angiografías, antiinflamatorios no esteroides y algunos antibióticos.
También se desarrolla con frecuencia en pacientes afectados por enfermedades graves o
traumatismos masivos, en cuyo caso puede relacionarse con una insuficiencia orgánica
más generalizada conocida como síndrome de disfunción multiorgánica.

La insuficiencia renal provoca múltiples trastornos. Se produce edema debido a


la retención de agua y sales, y acidosis metabólica, como consecuencia de la
incapacidad de los riñones de excretar sustancias ácidas. En la sangre, se eleva la
concentración de urea debido a la alteración de la excreción renal de productos de
desecho metabólico y las concentraciones de potasio aumentan, lo que puede ocasionar
un paro cardíaco. A menudo hay anemia porque los riñones no producen suficiente
eritropoyetina para estimular una producción adecuada de eritrocitos. Dado que los
riñones ya no son capaces de convertir la vitamina D en calcitriol, necesario para la
correcta absorción de calcio en el intestino delgado, también puede aparecer
osteomalacia.

La insuficiencia renal crónica (IRC) consiste en un descenso progresivo y en


general irreversible de la tasa de filtración glomerular (TFG). Puede deberse a
glomerulonefritis crónica, pielonefritis, enfermedad renal poliquística o a la pérdida
traumática de tejido renal. La IRC evoluciona en tres estadios. En el primer estadio, que
se conoce como disminución de la reserva renal, se destruyen nefronas hasta que se
perdieron alrededor del 75% de las nefronas funcionantes. En este estadio, el paciente
puede no presentar signos o síntomas ya que las nefronas remanentes aumentan de
tamaño y compensan la función de las que se perdieron. Una vez que se pierde el 75%
de las nefronas funcionales el paciente ingresa en el segundo estadio, denominado
insuficiencia renal, caracterizado por descenso de la TFG y aumento de la concentración
sanguínea de desechos nitrogenados y creatinina. Asimismo, los riñones no pueden
concentrar ni diluir la orina. El estadio final, insuficiencia renal terminal, se produce
cuando se pierden cerca del 90% de las nefronas. En este estadio, la TFG disminuye al
1015% de su valor normal, aparece oliguria y las concentraciones sanguíneas de
desechos nitrogenados y de creatinina aumentan aún más. Las
personas con insuficiencia renal terminal requieren diálisis y son posibles
candidatos a un trasplante de riñón.

Enfermedad renal poliquística

La enfermedad renal poliquística es uno de los trastornos hereditarios más


frecuentes. Se caracteriza por túbulos renales repletos de cientos o miles de quistes
(cavidades llenas de líquido). Asimismo, una falla en la apoptosis (muerte celular
programada) de las células de los túbulos que no contienen quistes conduce al deterioro
progresivo de la función renal y, por último, ocasiona insuficiencia renal terminal. Las
personas con enfermedad renal poliquística también pueden presentar quistes y
apoptosis en el hígado, el páncreas el bazo y las gónadas, mayor riesgo de aneurismas
cerebrales, defectos en las válvulas cardíacas y divertículos colónicos. En general, los
síntomas no aparecen hasta la adultez y en ese momento los pacientes pueden presentar
dolor lumbar, infecciones urinarias, hematuria, hipertensión arterial y tumores
abdominales de gran tamaño. El uso de fármacos para normalizar la tensión arterial, la
restricción de proteínas y sal en la dieta y el control de las infecciones urinarias puede
retrasar la progresión a la insuficiencia renal.

Cáncer de vejiga

Cada año, cerca de 1200 estadounidense muere debido a cáncer de vejiga. En


general, afecta a las personas de más de 50 años y es tres veces más frecuente en los
varones que en las mujeres. La enfermedad suele evolucionar sin dolor y, en la mayoría
de los casos, la hematuria es el primer signo de la enfermedad. Con menor frecuencia,
los pacientes experimentan disuria, polaquiuria o ambos. Si la enfermedad se detecta y
se trata en forma temprana, el pronóstico es favorable. Por fortuna, cerca del 75% de
estos cánceres está confinado al epitelio de la vejiga y pueden extirparse con facilidad
mediante cirugía. Las lesiones tienden a ser de bajo grado de malignidad, es decir,
tienen bajo potencial metastásico. Con frecuencia, el cáncer de vejiga se debe a la
presencia de un carcinógeno. Cerca de la mitad de los casos se observa en personas que
fuman o han fumado cigarrillos alguna vez. También tiende a desarrollarse en personas
expuestas a sustancias químicas llamadas aminas aromáticas. Los trabajadores de las
industrias del cuero, tinturas, goma y aluminio, así como los pintores, con frecuencia
están expuestos a estas sustancias.
20La prostatitis

Es una inflamación de la glándula prostática, que causa entre otros síntomas,


frecuencia y urgencia urinaria, ardor o dolor al orinar, un trastorno llamado disuria, y
dolor en la parte baja de la espalda y el área genital. En ciertos casos, la prostatitis es
causada por una infección bacteriana que puede tratarse con antibióticos, pero las
formas más comunes de prostatitis no se relacionan con ningún tipo de organismo
infeccioso. Los antibióticos por lo general son ineficaces en el tratamiento de la
prostatitis no bacteriana.

Existen tres formas de prostatitis:

Prostatitis no bacteriana

Se puede deber al estrés (produce tensión en los músculos pélvicos y retroceso


de la orina hacia la próstata) a una actividad sexual irregular (con falta de eyaculación,
lo que congestiona o inflama la próstata).

Prostatitis aguda

Este cuadro puede estar causado por bacterias o virus (enterococos, E.


coli, Klebsiella, Proteus mirabilis, Staphylococus aureus) o enfermedades de
transmisión sexual (gonorrea o Chlamidia).

Prostatitis crónica

Se trata de una prostatitis que se hace más duradera en el tiempo. Se puede deber
a una prostatitis bacteriana que no ha curado bien, a una inflamación permanente de la
próstata o bien al estrés y la actividad sexual irregular. Los mayores de 50 años con
agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna) presentan un mayor riesgo
de prostatitis.

20
(U.S. Department of Health and Human Services, 2012)
ARTÍCULOS DE NOVEDES CIENTÍFICAS

21¿Qué avances hay en la investigación y el tratamiento del cáncer de riñón?

En muchos centros médicos, hospitales universitarios y otras instituciones en


todo el país se están llevando a cabo investigaciones sobre las causas, la detección,
el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de riñón.

Genética

Algunos científicos están estudiando varios genes que parecen tener una función
importante en el cambio de las células normales del riñón a carcinoma de células renales
(RCC).

Por ejemplo, en la mayoría de los cánceres de riñón de células claras se


encuentran problemas con el gen supresor del tumor de la enfermedad de von Hippel-
Lindau. Esto permite que otros genes (tal como el gen del factor inducible por la
hipoxia, HIF) estén activados cuando no deberían estarlo, lo que hace que una célula se
torne cancerosa. Algunos tratamientos más nuevos se concentran en atacar a este
mecanismo celular.

Los investigadores ahora también tienen una mejor idea de los cambios del gen
responsables de algunas otras formas de cáncer de riñón. Los médicos están tratando de
determinar qué tratamientos son los que tienen una probabilidad mayor de ser eficaces
para ciertos tipos de cáncer de riñón. Esta información también se puede usar para
desarrollar nuevos tratamientos.

Terapias dirigidas

Debido a que la quimioterapia no es muy eficaz contra el cáncer de riñón en


etapa avanzada, ahora se emplean usualmente las terapias dirigidas como opción de
primera línea para tratar los cánceres de riñón que no se pueden extirpar mediante

21
(American Cancer Society, 2017)
cirugía o que se han propagado fuera del riñón. En este momento, se administran
usualmente por separado. Se están realizando estudios clínicos para saber si la
combinación de estos medicamentos, ya sea entre sí o con otros tipos de tratamientos,
pudiera ser mejor que usarlos solos.

Terapia neoadyuvante

También se está estudiando el desempeño potencial que podría obtenerse de


administrar medicamentos de terapia dirigida antes de la cirugía (terapia neoadyuvante).
Con estos estudios se espera reducir los tumores para permitir una cirugía menos
extensa, prevenir la propagación del cáncer y mejorar las tasas de curación. Esto
también podría ayudar a las personas a mantener más de su función renal normal.

Terapia adyuvante

Se está estudiando también el desempeño potencial que podría obtenerse de


administrar medicamentos de terapia dirigida después de la cirugía (terapia adyuvante).
Con estos estudios se espera saber si los pacientes en alto riesgo se beneficiarían
tomando ciertos medicamentos de terapia dirigida después de la cirugía de cáncer de
riñón para reducir las posibilidades de que regrese el cáncer.

Además de descubrir nuevos medicamentos y buscar la mejor combinación y


secuencia de los existentes, un área principal de investigación consiste en descubrir las
mejores maneras de seleccionar el mejor tratamiento para cada persona. Los
investigadores están analizando los factores que podrían provocar que el cáncer de una
persona tenga más probabilidad de responder a cierto medicamento. Esto puede
aumentar las probabilidades de beneficiarse de una terapia y de reducir las
probabilidades de que una persona reciba un tratamiento que probablemente no le
beneficie (y que podría aun causar efectos secundarios).

Predicción de la supervivencia

El cáncer de riñón es generalmente imprevisible. Algunos tipos de cáncer son


muy agresivos, mientras que otros pueden ser de crecimiento muy lento y persisten por
muchos años. El comportamiento de un tumor depende del tipo específico de cáncer de
riñón. Ante esto, los científicos están buscando la manera de predecir con más precisión
el tiempo que alguien con cáncer de riñón puede vivir mediante pruebas para identificar
características específicas de este cáncer. Por ejemplo, una prueba comprueba cuán
rápidamente se están dividiendo las células cancerosas. Se analizan los muchos factores
de la célula cancerosa y se asigna una “puntuación” que indica qué tan rápido o lento
crecen las células. Una puntuación más baja, parece coincidir con un mejor pronóstico
para el paciente. Actualmente se realizan más estudios sobre este asunto.

Inmunoterapia

El cáncer de riñón parece ser uno de los cánceres que tiene más probabilidades
de responder a la inmunoterapia , la cual consiste en tratamiento que refuerza la
respuesta del sistema inmunitario del cuerpo contra las células cancerosas. Actualmente
están en evaluación estudios clínicos de muchos métodos nuevos de inmunoterapia. La
investigación básica ahora es dirigida hacia una mejor comprensión del sistema
inmunitario, de cómo activarlo y de cómo reacciona ante el cáncer.
22Los nefrólogos alertan de la importancia del control del volumen de líquido en los
pacientes en diálisis

El tratamiento renal sustitutivo, hemodiálisis y diálisis peritoneal, debe


garantizar un balance óptimo de líquidos que evite episodios de sobrehidatración o
infrahidratación en el paciente y que se asocian a un incremento de la mortalidad. Sin
embargo, apenas la mitad de los pacientes renales presenta un control óptimo de
líquidos en su organismo y existe un riesgo aumentado de morbimortalidad
cardiovascular según los más de 500 expertos de todo el mundo que han participado en
el Simposio “Update in Dialysis” organizado por el Hospital Clínic-IDIBAPS,
Fresenius Medical Care y Amgen en Barcelona.

El encuentro estuvo liderado por el Servicio de Nefrología y Trasplante Renal


del Hospital Clínic de Barcelona, líder internacional en investigación sobre diálisis a
través de su Centro de Diálisis e Investigación Aplicada en el que desarrolla estudios
clínicos para mejorar la aplicación de los tratamientos renales sustitutivos disponibles.
Para compartir los últimos avances en esta área el Dr. Josep Maria Campistol, director
del Instituto Clínic de Nefrología y Urología del Hospital Clínic y jefe de un equipo de
investigación del IDIBAPS, y el Dr. Francesc Maduell, jefe de Sección de Diálisis del
Servicio de Nefrología del Hospital Clínic, coordinaron un encuentro de referencia
internacional en el que se hicieron públicas las investigaciones orientadas a optimizar
los tratamientos de diálisis y se analizarán los últimos avances técnicos para lograr la
máxima depuración de las toxinas.

Balance óptimo de líquidos

Los expertos estiman que entre el 10% y el 12 % de la población padece una


insuficiencia renal crónica, una enfermedad que supone la pérdida de las funciones del
riñón y que requiere la incorporación del paciente a programas de hemodiálisis, en los

22
(new timed, 2019)
que actualmente hay alrededor de 25.000 pacientes, de los que 4.000 están en Cataluña,
que reciben en el 90% de los casos tratamiento con hemodiálisis, mientras que el 10%
restante reciben diálisis peritoneal.

Los pacientes renales presentan un riesgo de 10 a 20 superior de mortalidad por


complicaciones cardiovasculares, un riesgo que no disminuye en el caso de los
pacientes incluidos en programas de tratamiento renal sustitutivo ya que alrededor de la
mitad de los fallecimientos registrados se relacionan con este tipo de alteraciones.

En este punto, el control del balance de líquidos del paciente renal (euvolemia)
se considera un aspecto determinante para la disminución del riesgo cardiovascular, ya
que la sobrecarga de volumen se encuentra asociada a la insuficiencia cardiaca, la
hipertrofia ventricular y a hipertensión, por lo que los expertos recomiendan realizar un
seguimiento del volumen de la ultrafiltración de líquidos, así como de la ingesta de
sodio y de otros nutrientes en pacientes renales.

Optimizar el filtrado de la sangre

El tratamiento óptimo del paciente renal debe dirigirse también hacia la


utilización de técnicas de diálisis perfeccionadas como la hemodiafiltración on-line
(HDF-OL) que ha demostrado reducir la mortalidad en más de un 30%. De hecho, un
trabajo liderado desde el Hospital Clinic y la Societat Catalana de Nefrología con más
de 900 pacientes demuestra que la HDF-OL, además de limpiar la sangre de los
pacientes de partículas tóxicas gracias a la difusión a través de una membrana
semipermeable, añade una presión llamada convección que aumenta el volumen de
ultrafiltrado de sangre aumentando la depuración. La mayor depuración de la sangre
obtenida con esta técnica logra reducir la mortalidad por cualquier causa de los
pacientes renales en un 30%, la cardiovascular en un 33% y por causas infecciosas en
un 55%. También se observó una reducción del 22% en las hospitalizaciones y de un
28% de los episodios de hipotensión durante el tratamiento.
23Desarrollan riñones artificiales que producen orina
Un avance en bioingeniería posibilitará los trasplantes "a la carta", sin riesgo de
rechazo

Científicos del Massachusetts General Hospital (MGH) de Estados Unidos


han conseguido desarrollar riñones bioartificiales de rata que producen orina.
Para conseguirlo, los investigadores sustrajeron las células vivas del riñón de un
donante y rellenaron la estructura de colágeno vacía resultante con nuevas células.
Tras 12 días, el resultado fue un riñón funcional, aunque aún imperfecto. Futuros
avances en esta técnica podrían propiciar el desarrollo de órganos para trasplante
creados a partir de células de los propios pacientes.

Científicos del Massachusetts General Hospital (MGH) de Estados Unidos han


conseguido desarrollar, gracias a la bioingeniería (rama de la ingeniería que se centra en
la biotecnología y en las ciencias biológicas), riñones de rata bioartificiales que
produjeron orina tanto en un aparato de laboratorio como al ser implantados en animales
vivos.

En un artículo a este respecto, publicado por Nature Medicine, el equipo de


investigación ha descrito cómo crearon estos riñones funcionales de reemplazo a partir
de células vivas tomadas un riñón de una rata donante. Esta misma técnica había sido
previamente utilizada para desarrollar corazones, pulmones e hígados bioartificiales,
según informa el MGH a través de Eurekalert.

23
( Song, P Guyette, & Gilpin, 2013)
Lo novedoso de este nuevo avance fue “que la arquitectura del órgano original
fue conservada, por lo que se pudo trasplantar el injerto resultante como si fuera del
propio donante y conectarlo a los sistemas vascular y urinario del receptor",
explica Harald Ott, autor principal del artículo de Nature Medicine e investigador del
Centro de medicina regenerativa del MGH.

"Si se pudiera usar esta misma tecnología para producir injertos de tamaño humano, los
pacientes que sufren de insuficiencia renal y que actualmente esperan que aparezca un
donante o aquellos no aptos para un trasplante, en teoría, podrían recibir órganos nuevos
generados a partir de sus propias células”, asegura Ott.

En Estados Unidos, cada año se realizan alrededor de 18.000 trasplantes de


riñón, pero 100.000 estadounidenses con enfermedad renal en fase terminal están
actualmente a la espera de recibir la donación de un órgano.

Por otro lado, aquellos enfermos que reciben un trasplante han de someterse a
fuertes tratamientos inmunosupresores, que plantean muchos riesgos para la salud y
que, a pesar de ello, no eliminan por completo el riesgo de rechazo del órgano
trasplantado.

En qué consiste

El método utilizado en este estudio para diseñar órganos está basado en una
tecnología que Ott descubrió cuando investigaba en la Universidad de Minnesota y que
consiste en sustraer las células vivas de un órgano con una solución detergente, para
luego repoblar la estructura de colágeno resultante con un tipo de células adecuado.

En este caso, se usaron células endoteliales (que son las que recubren el interior
de los vasos sanguíneos y sobre todo de los capilares, formando parte de su pared)
humanas para sustituir el recubrimiento del sistema vascular y células de riñón de ratas
recién nacidas.

Más concretamente, el equipo de investigación sustrajo en primer lugar las


células de los riñones de ratas, para confirmar que las estructuras complejas del órgano
se conservaban a pesar de la sustracción. Los científicos comprobaron asimismo que
este sistema funcionaba también a mayor escala, al sustraer células de riñones de cerdos
y humanos.

Para asegurarse de que las células apropiadas se situaban en las partes correctas
de la estructura de colágeno, los investigadores suministraron células vasculares a través
de la arteria renal y células de riñón a través del uréter.

Un ajuste preciso de las presiones de las soluciones suministradas permitió


activar las células para que estas se dispersasen a través de la totalidad de los órganos,
que fueron cultivados durante un máximo

Pruebas exitosas

Los investigadores probaron primero los órganos resultantes en un dispositivo


que pasa la sangre a través de su sistema vascular y drena la orina, lo que reveló
evidencias de filtrado limitado de sangre, de actividad molecular y de producción de
orina.

Pero, además, estos riñones de bioingeniería fueron después trasplantados a ratas


vivas, a las que se les había quitado un riñón. Estas comenzaron a producir orina tan
pronto como el suministro de sangre fue restaurado, sin aparición de hemorragias ni
formación de coágulos.

La función general de los órganos regenerados fue significativamente reducida,


en comparación con la de riñones normales y saludables, algo que los investigadores
achacan a la inmadurez de las células neonatales utilizadas para repoblar la estructura de
colágeno. Pero "el perfeccionamiento de los tipos de células utilizadas podría
permitirnos desarrollar órganos más eficiente", asegura Ott.

"A partir de los resultados obtenidos, esperamos que los riñones de bioingeniería
sirvan algún día para sustituir completamente la función renal, del mismo modo que lo
hacen ahora los riñones de donantes. En una futura situación hipotética ideal, los
injertos de este tipo podrían llegar a producirse "a la carta", a partir de células del propio
paciente, lo que ayudaría a superar tanto la escasez de órganos como la necesidad de
inmunosupresión permanente. Estamos investigando métodos para producir tipos más
precisos de células y para perfeccionar los métodos de cultivo celular, para crear
órganos de tamaño humano”, concluye el investigador.

El equipo de Ott se ha especializado en la regeneración de corazones, pulmones,


riñones e injertos formados por tejidos compuestos, mientras que otros equipos -
incluyendo uno del Centro de ingeniería médica del MGH- están utilizando esta misma
técnica para desarrollar hígados de sustitución.
BIBLIOGRAFÍA

Song, J., P Guyette, J., & Gilpin, S. (15 de 04 de 2013). Nature Medicine. Obtenido de
Desarrollan riñones artificiales que producen orina: https://www.tendencias21.net/Desarrollan-
rinones-artificiales-que-producen-orina_a17077.html

Tortora , G., & Derrickson , B. (2011). Principios de Anatomía y Fisiología . Hong-


kong : EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA .

American Cancer Society. (11 de 08 de 2017). Obtenido de ¿Qué avances hay en la


investigación y el tratamiento del cáncer de riñón?: https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-
rinon/acerca/nuevas-investigaciones.html

ELAINE N, M., R, N., & Ph, D. (2008). ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA HUMANA.


Madrid : Pearson S.A.

FERNÁNDEZ, M. P. (2003). Infecciones urinarias. Prevención y tratamiento. Farmacia


Profesional. Obtenido de https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-
infecciones-urinarias-prevencion-tratamiento-13049604

Gómez Sotomayor, E., & Serrano Ortega, B. (2016). UROLOGÍA BÁSICA PARA
ESTUDIANTES DE MEDICINA. Loja.

new timed. (2 de 07 de 2019). Obtenido de Los nefrólogos alertan de la importancia del


control del volumen de líquido en los pacientes en diálisis: https://notimed.net/2019/07/02/los-
nefrologos-alertan-de-la-importancia-del-control-del-volumen-de-liquido-en-los-pacientes-en-
dialisis/

U.S. Department of Health and Human Services. (2012). El aparato urinario y cómo
funciona. National instirute of Health, 2-6. Obtenido de
file:///C:/Users/Paola/Downloads/Urinary_System_How_It_Works_SP_508%20(2).pdf

También podría gustarte