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CRÍTICA DE LA PELÍCULA: LEÓN THE PROFESSIONAL (1994), LUC BESSON

María Camila Castro Álvarez.

Los sentimientos son un fenómeno abstracto que se encarna en este film en forma de
personajes sumamente inestables, en un plano de violencia radicalizada y completamente
normalizada. Besson trata de reflejar en su idilio a una sociedad podrida que es consumida
por la violencia y narcotráfico, y, corrupción de los agentes estatales, como lo serían nuestros
antagonistas, que emplean su oficio en la DEA y a su vez tienen su propio negocio ilícito.

Esto incluso, desde especifica perspectiva, es diciente en la primera secuencia, donde se ve


primero como si alguien atareado, por el movimiento de la cámara, se estuviese acercando al
lugar de encuentro. Luego, los primeros primerísimos planos, y algunos planos detalle de la
misma cercanía abundan, dando una sensación de incomodidad y desdén. Lástima que no se
vuelve a utilizar. Después en las primeras escenas muestran al asesino en acción, con
pequeños plano secuencia tambaleantes y un quebrantamiento de la confianza de los atacados
basado en el miedo, aquí la muerte se ve calculada, irreverente (puro negocio). A medida que
avanza el film, León, el protagonista y asesino, se ve atacado de sentimientos ya olvidados,
y a mi parecer, esto hace que cambie el hilo de la película, se ve algo más tranquila, e incluso
al final produce desenfreno. ¿Lo que intenta transmitir la película con su ritmo, escenas,
diálogos y banda sonora es acaso análogo a lo que este personaje sienta en el espacio-tiempo
en cuestión? Cabe mencionar que la banda sonora es muy acorde a los momentos, e incluso
algunas veces sirve de medida premonitoria de los hechos sucesivos.

El director transmite el elemento de la violencia de manera singular. La muerte en este film


se muestra crudamente, nada meticulosa e incluso hasta torpe, sin casi mostrar a los
cadáveres. Se puede ver cómo les quita valor e importancia. Besson, cual si fuera Tarantino,
intenta hacer de la muerte un espectáculo frio, descortés y tranquilo. Aunque esto cambia con
la muerte de León, la única muerte realmente significativa en la película.

Mathilda es un personaje que ve forzada a forjarse de manera contraria a la de un niño de esa


edad, incluso fuma cigarrillos como un tipo de reto hacia su padre. Es maltratada por él y se
le hace indiferente a su familia, a tal punto que sus muertes no le dejan sinsabor en la boca.
Solo sufre por la muerte de su hermano de 4 años, encontrando en este un simbolismo a la
utopía de la persona pura y bienhechora. El concepto que Mathilda tiene sobre las personas
está en sin medida distorsionado. Se siente capaz de realizar acciones que están fuera de su
alcance, de los cánones morales. Es que incluso tiene una concepción tan quebrantada del
afecto que termina enamorándose de León (Jean Reno), un hombre mayor, analfabeto y
migrante, carcomido por la soledad y que no le interesa nada más que su oficio, “la limpieza”.

Cuando conoce a León se siente huérfana, sola, y recae en el seno de una matón sin
precedentes, sin miedo ni titubeo. La relación de estos dos personajes protagónicos comienza
con, podríamos decir, cierta envidia de Mathilda hacia León, cierto deseo de una libertad
como la suya, es por eso que en el momento en que se da cuenta de que sus padres son
asesinados no duda en buscar el auxilio de un personaje que sorpresivamente nos presentan
como el más empático de todos. Mathilda le recuerda a León lo que es sentirse acompañado
y querido, alejándose del rechazo proporcionado por la sociedad, si tenemos en cuenta que
es un migrante italiano que solo tenía relación con la persona que le daba los trabajos.
.

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