Está en la página 1de 7

CAMPAMENTO

Nombre del grupo: LOS SAMURACOS


Lema: Somos SAMUROS y olemos la derrota y en este campamento seremos su derrota (quien
derrota)

Canción:
Festin celestial
Festin celestial , queremos probar, que enorme manjar, para saborear.
Yo sueño con un arauco asado al vapor festin celestial bien especial rico manjar.
Festin celestial loros asados, saqui-saqui en ensalada
No fue suficiente con solo asechar el rico manjar
Festin celestial restos de cuerpos todo es alimento
pensar que podrido esta nos hace querer mas
festin celestial rico manjar

cantico a la vaca: Por la Sabana infinita, camina mi pensamiento


donde estas que no te siento "Mi princesa",
ya llego la mañanita "Flor marchita".

Cantico de ordeño:

“No puede ser buen patrón

Quien no ha sido marinero ;

Ni será buen mayordomo

El que no ha sío becerrero”,

“Tinajero, Tinajero, Tinajero”,

“A mí me gusta ordeñar

A la vieja Majestuosa

Acérquese y venga acá

Para decirle una cosa;

Yo no desprecio una piña

Por comerme una lechosa”,


“Majestuosa, Majestuosa, Majestuosa”

“Que se quema la sabana,

Que se quema el sabanero;

En no quemándome yo,

Que se queme el mundo entero”.

“Tintero, Tintero, Tintero”

“A las cinco de la mañana,

Yo me quito mi sombrero;

Deme la mano derecha

Pa saludarlo primero”.

“Sombrero, Sombrero, Sombrero”.

“Levántate negra esclava,

Mira que te coge el día;

Quién ha visto negra esclava

Durmiendo hasta medio día”.

“Negra Esclava, Negra Esclava”.

“Si fueras a la laguna

y no pudieres pasar ,

Confórmate con que viste

A los paticos nadar”.


“Pato Real, Pato Real”

Cacho

El caporal y el espanto

Que fue una noche sin luna, inviernos del mes de mayo

corría una brisa de espanto, de esas que hielan al llano

se escuchaba en los murmullos, quejidos, y un llanto largo

venía trayendo en las manos el ánima de un condenado

Era el tenebroso rayo, su compañero y aliado

hasta los toros pitaban de temor y acobardados

y el atajo se perdía en el monte mas cercano

y el caimán negro del nipa se refugiaba en un charco

“Camara y usted vió el macho?”, yo lo se, y no lo he dudao

por que los hombres son hombres la historia lo ha demostrado

se enfrentan al mundo cruel, o se matan a balazos

pero pelear con los muertos, solo se ha visto en mi llano

El cuento que les relato ya muchos lo han escuchado

y veneran al llanero que desafió al condenado

en una noche sin luna invierno del mes de mayo,

sin mas armas que el valor y el honor de ser cristiano


Llaneros de los contornos pocos llegaban al hato

donde habita hoy la leyenda del caporal y el espanto.

Aunque muchos se quedaron para probar lo contado

ninguno aguanto la noche y montaban sus caballos

Dicen los que vivieron aquellos tiempos pasados

que en épocas de trabajo se espantaban los rebaños

y aparecía en la llanura un hombre negro y bien alto

soltando una risotada que acobardaba al mas guapo

Me cuenta Don Marcelino, que una noche de verano

se paseaba en la Sabana y oyó que estaban cantando

al llegar a un morichal vio galopar al espanto

que vomitando candela se alejaba por el llano

El catire José Amalio, su paciencia iba agotando

hombre de recio valor nunca lo habían asustado

no le paraban los peones aunque fueran bien pagados

y ninguno se atrevía a sabanear los atajos

“Maldito ese piaso e muerto al que llaman condenao


me voy a buscarlo solo le voy a pegá un balazo

ese jodio tá creyendo que he sido gallo espueliao

pero conmigo se juñe lo voy a manda al carajo”

Y bien resuelto iba el hombre en su caballo castaño

llevaba en su cartuchera, la cruz señal del cristiano

en la copa de su sombrero la virgen patrona del llano

y en sus labios de coplero a Florentino y el diablo

“Espanto de la llanura que acobardas al más guapo”

esas fueron sus palabras, al llegar a aquel quemado

“vengo a buscarte pelea, como quieras condenao

soy tigre que en la Sabana nunca lo han acorralao”

Serían en punto las doce, el llano estaba asustado

el cielo con su negrura se mostraba encapotado

el relincho de una bestia, anunció al recién llegado

mientras que una risotada rompía el silencio del llano

El cielo se estremeció un trueno lleno el espacio

y una tempestad furiosa con relámpagos y rayos

vomitó fuego candente cobijando al condenado

por que allá, en la oscura noche un hombre lo ha desafiado


“¿Qué es lo que quieres de mi?”, le preguntó aquel espanto

“si quieres pelear conmigo alistate José Amalio

por que voy a demostrarte que para mi no hay humano

que se atreva a desafiarme en este, tu inmenso llano”

“Jajaja, acomódese cuñao”, le contestó José Amalio

“a mi no me asustan sombras ni con luces me acobardo

yo soy como Florentino que le dió paliza al diablo

traigo a la Virgen del Carmen, prendida a mi escapulario”

Se escucharon unos tiros, se oyeron cuatro balazos

cuatro cruces que apagaron el fuego del condenado

y dos jinetes con furia que entre si se abalanzaron

defendiendo los derechos de comandar en el llano

Se acabo la tempestad hubo un silencio sagrado

comenzó la madrugada, se oyó el cantar de los gallos

y una brisa disolvía el olor a azufre quemado

mientras que allá, sin sentido se encontraba Jose Amalio

El llano lo despertó, con un concierto embrujado

y el rocío de la mañana sus labios acariciaba


ya no volvería jamás el alma del condenado

la valentía de un llanero al mal había derrotado

También podría gustarte