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ÉTICA Y MORAL

¿Qué es la moral?
Etimológicamente, moral proviene del latín mos, moris que
significa costumbre o maneras permanentes de actuar o
comportarse. Ambos significados concuerdan con el sustantivo
griego “éthos” que se revisó en el concepto de ética. Así que
desde el punto de vista etimológico, podríamos definir la moral
como el conjunto de costumbres, creencias, valores y normas de
un individuo o grupo social determinado que sirven de guía para
obrar, es decir, que orienten sobre lo bueno o malo de una
acción.
Desde este punto de vista, podemos definir moral como un
código de normas, creencias, valores y costumbres que guían la
conducta de una persona (en cuanto miembro de una
comunidad) o de un grupo. Este conjunto de creencias y valores,
aun siendo personal, tiene una connotación social y, por tanto,
externa o impuesta por una cultura, religión o sociedad.

La moral parece presentar una doble vertiente que varios filósofos han distinguido como:

1. Moral como contenido. Se refiere al contenido concreto de la moral, es decir, a las normas, valores
y principios que la comunidad ha acordado para regir el comportamiento correcto de sus
miembros. Así entendida, la moral es una “legislación” no escrita, pero del conocimiento de todos,
que contiene normas como no matarás, respetar a los padres, etcétera. A este conjunto de normas
morales también se le conoce como moralidad objetivo, y existe como un hecho social aun
cuando los individuos no las acaten.

2. Moral como estructura. Es en la que lo moral viene considerado como un rasgo distintivo de la
naturaleza humana, como algo propio e inevitable. Del hombre que se ve siempre interpelado a
actuar correctamente escogiendo entre un sinnúmero de posibilidades que se le presentan en su
acción. Desde este punto de vista, el hombre se presenta como un ser libre capaz de respetar o
violar la norma moral y que debe elegir constantemente entre lo correcto y lo incorrecto. Las
elecciones hechas de respeto o rechazo de la norma colectiva constituirán la moralidad subjetiva
de cada individuo.
Semejanzas y diferencias con la ética.

La moral guarda una profunda relación con la ética y podemos establecer algunas semejanzas entre
ambas ciencias:
 Ambas establecen reglas y códigos de comportamiento. Tanto la ética como la moral son ciencias
normativas, que proponen una norma o conducta a seguir.

 Ambas establecen percepciones del deber ser, dando una segunda naturaleza
al ser humano. El individuo, ante la moral y la ética, percibe algunos de sus
deseos como contrarios a lo que dicta la sociedad o la conciencia. Tanto la
moral como la ética indican un “deber ser” que, en no pocas ocasiones, va más
allá de un “querer ser”. El hombre que actúa de acuerdo a las normas será
considerado “bueno” y aquél que las violenta es calificado como “malo”.

 En el fondo significan exactamente lo mismo: ambas tienen el mismo objeto de estudio general
que es el comportamiento humano en cuanto libre.

Ahora bien, aunque ambas palabras tienen un significado etimológico muy cercano, incluso equivalente,
podemos distinguir algunas diferencias entre ambos vocablos:
 La moral tiene una base social. Es un conjunto de normas establecidas por
una sociedad o comunidad e influyen y conforman, en cierta medida, el
comportamiento de todos sus integrantes. Por tanto, tiene una connotación grupal
y cultural. La ética, en cambio, es el resultado de las intenciones y elecciones
personales. Implica una decisión individual de guiar la propia conducta más allá de
lo que las normas morales puedan indicar.

 La ética proporciona normas de conducta que parten del interior de la conciencia, mientras que
las normas morales influyen desde el exterior guiando la conducta individual de acuerdo a
patrones sociales aceptados o impuestos.

 Mientras que las normas morales ponen su acento en su carácter obligatorio y coercitivo, la ética
presenta una orientación meramente axiológica. El valor percibido de manera personal, después
de una reflexión seria, se impone a la voluntad desde el interior como algo valioso que perseguir
e incorporar en la propia vida. La norma ética se realiza porque es deseada y se descubre siempre
como un bien personal mientras que la norma moral puede llegar a percibirse distante e impuesta
por encima de las propias decisiones.
Ética, moral y moralidad.

Podemos distinguir claramente entre un moralista


que construye códigos de conducta social, dicta
normas e invita a seguir un modo de vida que
considera correcto; y un filósofo ético que reflexiona
sobre esas normas, creadas a lo largo de la historia de
un grupo social determinado, buscando sus
fundamentos y explicando por qué deben seguirse.

En este sentido, la ética es una reflexión filosófica


sobre la moral. El intento de la ética será
fundamentar la moral a la luz de la razón tratando de
explicar por qué una acción moral determinada es
loable o no, sin referirse por ello a las normas morales
existentes en una o varias culturas.

En el ejercicio de su libertad, el hombre se construye a sí mismo y personaliza su moral, determina su


moralidad. La moralidad será el ejercicio de los ideales éticos y consistirá en las obligaciones que la
conciencia nos impone en relación con nuestros deberes.

Así, la moralidad se deriva de la estructura misma del ser humano e implica la capacidad de optar
libremente, como mencionamos con anterioridad. Tiene un carácter subjetivo en cuanto que es el sujeto
quien opta o rechaza en su interior el seguimiento de una determinada norma moral. Por tanto, la
moralidad no puede identificarse como una moral concreta, sino que se encuentra más allá de cualquier
moral. Sin embargo, es una exigencia irrenunciable del ser humano, quien trata de plasmarla en morales
concretas.

Referencia: Ordieres, A. & McCadden, C. (2010) Fundamentos para una ética ciudadana. México: Mc Graw Hill.

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