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El encuentro

Soy el señor Ramsay, me presento como un conejo vestido formal. Me comparan con
señor conejo de Alicia en el país de las maravillas, pero yo siempre digo que ese conejo
no es nada a mí, no es por nada pero, por favor a quien se le ocurre ir desnudo de la
cintura para abajo, y de paso montar la de rico con un reloj de bolsillo tipo leontina, ¡Qué
horror!, que poca clase. Al fin y al cabo no soy verdaderamente un conejo, aunque actúo
y me veo como tal, pero me sienta más la definición de Kartas, que somos básicamente
una especie de guardianes eternos que resguardamos cada mundo del subconsciente de
los humano en la tierra. Así es, cada persona tiene su Kartas que habita su subconsciente
desde el momento que nace hasta que muere, y cuando muere, pasamos a otro recién
nacido. Es un ciclo constante.
Nuestro trabajo es simplemente susurrar pequeñas voces, dando pequeños consejos e
ideas a los humanos, sin mucha intervención porque como sabrás, cada persona debe
forjar su propio destino a punta de sus decisiones individuales, al fin y al cabo, son seres
mortales, y su tiempo es limitado. Así que, los Kartas intervenimos mostrando nuestra
forma antropomórfica en el momento que sea necesario, así mismo que nosotros lo
deseemos, que por cierto a mí no me agrada mostrarme a los humanos, puesto que son
sucios y desordenados. Sin embargo, narraré uno de esos pocos encuentros que he tenido,
que es el de Emily Regens.
Emily tiene 13 años, y se enamoró perdidamente de un muchacho 3 años mayor que ella,
y al mes, ella le entregó su virginidad a él. Luego a los 2 meses, él le termina a ella,
argumentando que ella lo celaba mucho y así mismo que le aburría estar con ella, sin
embargo los rumores de sus amigas decían que él consiguió chicas mejores, y que bueno,
obtuvo lo que quería y se marchó.
Emily desarrolló un concepto negativo de sí misma, luego tras haber sido, como le dicen
los humanos, una niña de casa, siempre obediente, de las que sobresalían en su clase,
bueno eso sucede actualmente, porque desde que tengo este trabajo, siempre vi a las de
su sexo como esclavas de los hombres, y creo que ya era hora que los papeles cambien,
porque aburre ver siempre el mismo papel por toda la eternidad.
Bueno disculpen que me salga un poco del tema de Emily, pero créanme, he sido Kartas
de varios humanos durante muchas generaciones, he estado con todo tipo de humanos y
solo una mujer ha resaltado de todas las que he guiado, y su nombre, que jamás olvidaré,
era Cleopatra Filopátor Nea Thea, o simplemente Cleopatra. Para ella, el poder era cosa
habitual, y en mundo dominado por hombres, se la hace con el poder de Egipto, que en
aquel entonces era uno de los imperios más respetados.
Pero al grano, me impresionó que usará técnicas políticas y económicas para salvar a su
pueblo de muchas formas, comenzando que el imperio comenzaba a decaer porque estaba
económicamente inestable, necesitaban retomar el dominio comercial, y ella sabiamente
decide devaluar la moneda para hacer más accesibles los productos para los extranjeros,
esto por lo que era tremendamente astuta, bella y por sobre todas las cosas, tenía el talento
de ser seductora por excelencia. Si así es, seductora, ja! Me río de los hombres, fuertes
por fuera, pero su mente e instinto son tan débiles que los vuelven arrogantes y. Cleopatra
no desaprovechó eso, y una vez que comenzaron las invasiones romanas a Egipto, se
aliaba con uno que otro general, y terminó seduciendo a uno de los cesares de Roma, el
mismísimo Marco Antonio con el que apaciguo las invasiones, hecho el cual me causaba
diversión la astucia y confianza que tenía desde su mente, casi nunca necesito consejos
míos. Su esfuerzo le brindó algunos años de paz al pueblo mientras seducía al general,
pero al final su hermano el cesar Octavio asedia Egipto y es conquistada. Cleopatra se
suicida para no ser expuesta como trofeo, como era costumbre romana, era el final de la
civilización egipcia, y también el final para Cleopatra. Una lástima.
En fin, me caía bien Emily, porque quizás en un futuro pueda ser alguien más que
Cleopatra, pero…
-¿En dónde me quedé?
A cierto, ya recuerdo, Emily era el estereotipo de la niña perfecta, y por haber hecho eso,
sus notas bajaron y su autoestima igual, ya no le interesaba casi nada, es como un típico
caso de depresión transitoria como diría mi viejo amigo Sigmund Freud, entonces
cambiar repentinamente puede ser impactante para algunos.
La historia continúa con la típica madre que siempre está pendiente de ese tipo de hijas,
sobreprotectora, creyendo siempre hacer lo correcto, en que Emily le cuenta todo lo que
ha sucedido excepto que mantuvo relaciones con ese muchacho. La madre trató de
aconsejarla pero no pudo, así que recurrió a la ayuda profesional, un viejo psicólogo de
mucha reputación en la ciudad.
Así fue, Emily asistió a su primera sesión con éste hombre, y éste se presentó:
- Me llamo Hernán Ortíz, y seré tu psicólogo, cuéntame ¿cómo te llamas?
- Soy Emily Regens- dijo Emily con recelo.
- Interesante, ¿de dónde proviene ese apellido?
- Es un apellido de corte inglés, es de mi madre que tiene ascedencia en Sherwsbury-.
Contestó Emily orgullosamente
- Así que el apellido no es de tu padre-. Dijo Hernán sorprendido
- Mi mami es una madre soltera. Jamás he visto a mi padre. –Emily añadió.
- Entiendo- dijo calmadamente Hernán- Según tu mamá me dijo que estabas bastante
triste, me puedes contar porqué.
- Mi novio me terminó.
- ¿Cuánto tiempo estuviste con él?
- 2 meses- ella contesta.
- ¿Por tan poco tiempo, sufres?
Emily asintió. Hubo un largo silencio entre los 2, entre tanto Emily tenía la mirada
perdida en el diván del consultorio.
- Puedes acostarte en el diván- Dijo el psicólogo amablemente.
Inmediatamente se acuesta y queda absorta por la comodidad y suavidad de cada rincón
finamente aterciopelado del diván. El sueño casi la vence, solo por el pesar que todavía
sentía de hablar sobre él, se arrecuesta de lado y comienza a llorar, llora mucho Emily,
se recoge como feto y se siente tan estúpida por haber sido engañada.
- ¿Qué sucede? – Habla sorprendido Gian
¿Quieres saber porque Emily? – calmadamente responde Gian, e inmediato planta una
mirada pervertida sobre el cuerpo de Emily
Emily asiente y mira el piso. Añade el anciano- Tienes senos pequeños Emily, a los hombres
les gustan los senos grandes, y por instinto de hombre preferirán siempre una mujer con senos
grandes y lugar de dónde agarrar. Sabes que siempre se buscará al mejor individuo para
procrear, principio básico de biología.
Pero – añadió Hernán- no te preocupes, algún día te crecerán, y quizás tengas una figura lo
suficientemente esbelta, mientras tanto, tendrás que soportar tu cuerpo escuálido y plano.
Ella comienza a llorar

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