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Sobre la corniza

En cada peldaño acaricio la muerte


el viento golpea mi cuerpo
intentando lanzarme al vacio
mis piernas tiemblan
tengo miedo
me gusta

Sujeto a mí las cadenas


ellas me darán libertad
para desplazarme en el cielo
donde reto a los dioses

Sueldo mis pies a las grillas


suspendo mi cuerpo
extiendo mis manos
abrazo el metal que hiela mi pecho
acelerado a pulso de latido

Acabada la labor
respiro
y siento que puedo ser un ave sobre la corniza.

Emolientero

Comienza su espectáculo
rodeado de transeúntes en impaciente espera
agrega al recipiente el cítrico sabor
juega con su arco iris de embases reciclados
creando un vaivén de fluidos
que acarician el viento
filtrando en el espacio su aroma.

Finalmente suelta una cascada de aguas turbulentas


cuidándose de guardar al menos un sorbo del brebaje
que por estas esquinas todo sale con yapa.

Sobre la cuerda

Abrí los ojos y estaba ahí


parado sobre la cuerda
sin saber cómo ni por qué.

Me detuve un momento mirando indiferente el vacío


di los primeros pasos casi inconsciente y por inercia
sin preguntarme que había más allá
jugando incluso a ser feliz sobre ella
hasta el momento en que despertó mi conciencia
tuve miedo
me detuve
reanude la marcha cuidadoso
tropecé, caí, me levante
luchando por quedar siempre de pie sobre sus hilos.

Avanzando en ese espacio unidimensional


me di cuenta que por más que avanzara
siempre estaría en esta recta sin principio ni fin
ya cansado y no encontrándole más sentido al recorrido
supe que era tiempo de saltar
que no había más para mí
sobre la cuerda.

Péndulo

Y me convertí en un péndulo
perdiendo un poco de vida en cada periodo
al compás que marcaba:
la longitud de la cuerda que sujetaba mi cuello
y la fuerza de esta tierra
que siempre frustro mis ansias de volar
y me estuvo matando de a pocos.

Y me mantuve oscilando
hasta que el viento
desacelero mi marcha.

Puente

El torrente es tan grande para nosotras.

En nuestro hogar hay hambre


sobre el camino no se debe parar
no nosotras
nacidas para trabajar.

Enredadas brazo a brazo


engrampadas diente a diente
lentamente construimos un arco
la estructura perfecta.

El torrente aun es grande para nosotras


no tan grande cuando estamos juntas.

Ecos

Deambulan por los pasadizos


de paredes sin vida
lanzan gritos tétricos
que irrumpen el silencio
de esta casa vacía
juegan con sus diminutas luces
que quiebran la tenue oscuridad
de su espacio en penumbras.

La casa suelta sus fantasmas


quizás buscando desprenderse
de esta soledad que la habita
ellos no me asustan
ellos me acompañan.

Ruleta

Una pieza de plomo


baila entre mis dedos
encuentra en su recinto
el escondite perfecto.

Esta noche
el tambor no acompaña el canto
solo gira.

Mi mano temblorosa
lanza los dados una y otra ves
está en juego una vida.

Una dama atrapada en su celda


no encuentra la ruta
para estampar mis sesos en la pared.

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