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Pedagogía Dialogante

Vivimos en una sociedad de centralizaciones, extremos, en donde la diversidad de


pensamiento, postura y visión se critica, se anula por medio de la descalificación.
Nos cuesta reflexionar y reconocer en los demás aspectos igual de válidos al
nuestro.
Un reflejo de toda esta centralización la vemos evidenciada en la pedagogía,
centralizamos modelos existentes adoptando propósitos, metodologías y formas
de concebir “el aprendizaje”, en el cual docentes y estudiantes tomamos posturas
y concepciones de manera sumisa, sin reconocer el papel fundamental que
desarrollan ambas partes.
Por ello tomando como referencia el capítulo “Hacia una pedagogía dialogante” del
texto “Los modelos pedagógicos” de Julián de Zubiria; Trataremos de poner en
contexto las implicaciones que tiene la pedagogía dialogante frente a los modelos
pedagógicos: tradicional, activo, y constructivista.
Cada modelo pedagógico surgió con un propósito, una visión; Inicialmente se
concibió la pedagogía como una transmisión de saberes, en el cual se busca
quietud por parte del estudiante, siendo el docente el transmisor absoluto de
dichos saberes, presente en la pedagogía tradicional; Luego se replanteó la
pedagogía en el cual es el propio estudiante quién a partir de la experiencia puede
generar los saberes, presente en la pedagogía activa, finalmente el
constructivismo plantea 1“ el alcance de la comprensión cognitiva para favorecer el
cambio conceptual”.
Cada modelo planteado anteriormente presenta fortalezas y debilidades frente a
nuestro contexto como estudiantes y futuros docentes, es allí donde se da el
espacio para la pedagogía dialogante; En donde exista una interdependencia que
amplíe nuestra visión de pedagogía, concibiendo el desarrollo de las distintas
dimensiones humanas tales como la dimensión social, cognitiva etc.
Quizás en este punto es donde fallamos, puesto que no tenemos conciencia de
estas dimensiones, como estudiantes nos preocupamos muchas veces por el
saber de una manera formalista y con una visión reducida, nos cuesta interactuar
con los demás, encerrándonos en nuestra propia visión; Desconociendo que es
esta interacción la que permite una apropiación del conocimiento.
Por otra parte los docentes han tomado una visión absoluta del saber, en la que se
anulan los procesos previos de los estudiantes, impidiendo una relación entre el

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Julián de Zubiría Samper. (2006). Los Modelos Pedagógicos. Bogotá: Fundación Alberto Merani para el Desarrollo de la
Inteligencia
saber, el docente, el estudiante, y el medio; Propuesto por la pedagogía
dialogante.
Si bien es cierto la escuela debe procurar generar un estándar en los procesos,
considero que es allí donde falla al no considerar de manera equitativa las
fortalezas y debilidades de los estudiantes , pues se le da una importancia mayor
a las debilidades, quedando así habilidades y talentos relegados.
En la búsqueda de la “homogenización” del conocimiento en la escuela y de
nosotros mismos como estudiantes, nos olvidamos que cada individuo tiene
intereses y habilidades diferentes, y que el propósito de la escuela debe ser
2“Detectar el talento para apoyarlo, orientarlo y desarrollarlo”, como se plantea en

la concepción de la pedagogía dialogante.


También considero que uno de los principales aportes de la pedagogía dialogante
es la interdependencia de los tres tipos de dimensiones: “cognitiva, afectiva y
práxica” planteadas por el psicólogo Francés Henri Wallon; Interdependencia que
vemos ausente en la concepción pedagógica de estudiantes y docentes, y por
ende en la escuela.
El desarrollo de la dimensión afectiva permitiría tener estudiantes y docentes más
sanos emocionalmente, mejorando no solamente la relación conmigo mismo, sino
con los demás; conduciendo a lo planteado por el psicólogo estadounidense
Lawrence Kohlberg “Generar un desarrollo moral y no simplemente un
aprendizaje”.
Finalmente después de analizar, evidenciar y reflexionar acerca de los diferentes
tipos de modelos pedagógicos, considero que no se deben generar posturas
extremas, en reivindicar el papel del docente como mediador en el desarrollo del
estudiante, brindándole herramientas que le permitan integrarse a un conjunto
social; Más allá de los modelos planteados considero que nuestro propósito como
futuros docentes está en generar propuestas pedagógicas dialogantes teniendo en
cuenta el contexto en el que nos encontremos, comprender que 3“el egocentrismo
dificulta la autocrítica, conduciendo a la autojustificación, adjudicando a los demás
la causa de los males o errores”, y que como futuros docentes, la autocrítica es
necesaria para avanzar hacia un dialogo con nosotros mismos.

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Julián de Zubiría Samper. (2006). Los Modelos Pedagógicos. Bogotá: Fundación Alberto Merani para el Desarrollo de la
Inteligencia
3
Julián de Zubiría Samper. (2006). Los Modelos Pedagógicos. Bogotá: Fundación Alberto Merani para el Desarrollo de la
Inteligencia

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