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Econsald U2
Econsald U2
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 3
1. TEORÍA DEL CONSUMIDOR ..................................................................... 4
1.1 LA FUNCION DE UTILIDAD ..................................................................... 6
1.2 PREFERENCIA E INDIFERENCIA ......................................................... 10
1.3 PREFERENCIAS Y RESTRICCIONES............................................... 18
1.3.1 Efecto Renta .................................................................................... 21
1.3.2 Efecto del cambio de precios ........................................................ 22
1.4 ÓPTIMO DEL CONSUMIDOR ................................................................ 23
2. RELACIÓN ECONOMÍA - SALUD .............................................................. 24
LA DEMANDA POR SERVICIOS DE SALUD EN COLOMBIA..................... 29
BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS DIGITALES .................................................... 32
INTRODUCCIÓN
Competencias
Necesidades Ilimitadas:
Deseo de Satisfacción:
Los bienes intermedios deben entenderse como aquellos objetos tangibles que
han de servir para la producción de otro bien. En otras palabras, los bienes
intermedios pueden considerarse materias primas.
Por último, los servicios finales, que son aquellos destinados a cubrir de
manera directa las necesidades de los individuos, por ejemplo, una consulta
psicológica, una carrera de taxi, una asesoría legal, etc.
1.1 LA FUNCION DE UTILIDAD
Dado que el mercado ofrece una amplia gama de bienes y servicios que permiten
satisfacer las necesidades de los consumidores, en mayor o menor medida, es
necesario incorporar en el análisis el concepto de “Utilidad”.
Fuente: Freepik.com
Fuente: Freepik.com
Mientras que la función de Utilidad Marginal, tiene una pendiente negativa que
la hace disminuir hasta llegar a cero. Cuando la Utilidad Marginal es igual a cero,
quiere decir que el consumo de una unidad adicional del bien o servicio, no
provee ningún grado adicional de satisfacción a la Utilidad Total percibida por el
consumidor.
Observe que la Función de Utilidad Total, inicia con una pendiente positiva,
altamente inclinada, que va disminuyendo paulatinamente, hasta que llega a su
punto máximo.
Respecto al Punto de Saturación (García Fonseca, 2007, pág. 142), dice que “La
utilidad que proporcionan los satisfactores que cubren necesidades simples,
encuentra un límite o punto de saturación temporal bien definido”.
A manera de ejemplo para la gráfica, suponga que un individuo que gusta de las
hamburguesas, y por tanto, estará muy satisfecho de cenar en la noche con una
de ellas. Sin embargo, si a la noche siguiente, lo único que encuentra para cenar
es nuevamente una hamburguesa, su grado de satisfacción será menor que el
de la noche anterior. Si la tercera noche nuevamente come hamburguesa, su
grado de satisfacción será menor que el de la segunda noche, y mucho menor
que el de la primera noche y así sucesivamente, hasta que llegará un punto en
que seguramente el individuo se canse de comer hamburguesas y no sea capaz
de volver a comer una (al menos por algún tiempo).
La función de la utilidad:
Videos de Apoyo:
Recuerde que una de las limitantes del consumidor, son los gustos y las
preferencias. El concepto de preferencia e indiferencia, surge a partir de la
función de utilidad que representa el nivel de satisfacción que un bien o servicio
le presta a un consumidor en un momento determinado, y dado que este puede
escoger entre una gama de posibilidades que le brinda el mercado, algunos
bienes pueden ser “preferibles” en un momento dado, y el consumo de otros
bienes, puede ser “indiferente”, es decir, que al consumidor le de igual, en otras
palabras, le genere la misma satisfacción, consumir uno u otro bien.
Complementarios: son los que el individuo opta por unir junto a la adquisición
de otros para consumirlos de manera paralela, y lograr así satisfacer su
necesidad, aun cuando cada uno pueda representar un nivel de utilidad por
separado. Por ejemplo: el café y la leche, el pan y el chocolate, el bocadillo y el
queso, la jeringa y la penicilina, etc.
Por otra parte, cualquier combinación de consumo que esté por debajo de la
línea azul, representará una cesta de bienes que provee un nivel de satisfacción
inferior, (punto “j”), ya que la combinación (3,3) representa un consumo inferior
a cualquiera que se ubique en la línea de indiferencia. Análogamente, cualquier
combinación de consumo que se ubique por encima de la línea azul,
representará un mayor nivel de satisfacción para el individuo.
García Fonseca
Aguado Franco & Hamoudi
(García Fonseca, 2007, pág. 158), explica lo siguiente sobre las Curvas de
Indiferencia:
Por su parte (Aguado Franco & Hamoudi, 2014, pág. 50), dicen lo siguiente:
Para que las Curvas de Indiferencia cumplan con su función, como herramientas
de análisis para la elección del consumidor, es conveniente observar
detenidamente los siguientes aspectos:
“En una Curva de Indiferencia, la pendiente nos indica, a qué tasa está
dispuesto un consumidor a intercambiar un bien por otro. La pendiente no
es constante, por lo general, a lo largo de la Curva de Indiferencia. Al
valor absoluto de la pendiente de una Curva de Indiferencia, se le llama
relación marginal de sustitución, y nos indica la cantidad del bien
representado en ordenadas, a la que está dispuesto a renunciar un
consumidor, para obtener una unidad adicional del bien representado en
el eje de abscisas.
La relación marginal de sustitución, desciende conforme nos desplazamos
hacia abajo a lo largo de una Curva de Indiferencia, por lo que, por lo
general, las Curvas de Indiferencia, son convexas respecto del
origen. Esto es así, porque cuantas menos unidades de un bien tenemos,
más valor les damos – más utilidad nos proporcionan, – y por tanto, más
unidades de otros nos tienen que dar para renunciar a una de ellas”.
Por otra parte, para el caso del tramo CD, si el individuo desea obtener una
unidad adicional del bien X, la proporción que debe sacrificar respecto al bien
“Y”, es comparativamente más pequeña (segmento b). La interpretación es que
en este nivel de consumo (6 unidades), el individuo ya no valora demasiado el
consumo adicional del bien X, y por lo tanto, para obtener una unidad adicional,
no está dispuesto a sacrificar demasiada cantidad del bien “Y”; es decir, que la
tasa marginal de sustitución de X por Y, es demasiado pequeña para este nivel
de consumo.
Video de apoyo
En una canasta de dos bienes, el consumidor puede optar por gastar todos sus
recursos (dinero) en el consumo de un bien (bien X), o gastarlo todo en el
consumo del otro (bien Y), o una tercera opción es optar por el consumo
combinado de los dos bienes (X,Y). Bajo esa premisa, dada la condición finita
de los recursos disponibles para compra, (y el concepto de tasa marginal de
sustitución), el aumento en el consumo del bien X, forzará una disminución en el
consumo del bien Y y/o viceversa.
Ejemplo:
Para entender mejor este concepto, vamos a valernos nuevamente del ejemplo
hipotético del consumidor de “hamburguesas”.
En este caso, el hecho que la gráfica obtenida sea una línea recta, nos indica
que para el consumidor, los bienes objeto de análisis, son “satisfactores
semejantes”, es decir, que la tasa marginal de sustitución de XY, se mantiene
constante. De no ser así, si la tasa marginal de sustitución cambiara, a medida
que se presenten cambios en el consumo, se obtendría una curva (y no una
recta) de indiferencia. A esta recta de indiferencia, se le conoce como la “línea
de restricción presupuestal”, dado que indica las combinaciones máximas que
puede adquirir el individuo, de acuerdo al presupuesto disponible.
Gráfica 8. Línea de Restricción
Por otra parte, se deben tener en cuenta las preferencias. Al respecto (García
Fonseca, 2007, pág. 171), clasifica los satisfactores en relación, con el poder
adquisitivo del consumidor, y manifiesta lo siguiente:
Satisfactor inferior. Aquel que el consumidor considera que está por debajo
de su estatus social. Obtenerlo, sería casi como degradarse.
Satisfactor superior. Aquel que el consumidor considera que está por arriba
de su poder adquisitivo. Obtenerlo, sería darse un lujo”.
Por otro lado, para un empleado con el salario mínimo, acceder a un seguro de
medicina prepagada, se concibe como un bien de “lujo” (superior), mientras que
para una persona con un salario comparativamente alto, acceder a un seguro de
medicina prepagada, se puede considerar un bien “normal”, y acceder al servicio
de la EPS, se podría considerar como un bien “inferior”.
Procede ahora analizar, qué sucede con las posibilidades de elección del
consumidor, si su ingreso se mantiene constante, pero se presentan cambios en
el precio del bien (o canasta de bienes) objeto de análisis.
Suponga que por ejemplo las hamburguesas suben de precio, y ahora pasan a
valer $62,5, mientras que el ingreso del consumidor continúa siendo de $500.
Veamos gráficamente, cómo se transformaría la línea de restricción
presupuestal:
Para finalizar, vale la pena aclarar, que el mismo análisis se puede hacer en el
caso de las combinaciones de consumo de dos o más bienes (canasta de
bienes), cuando por ejemplo, un individuo decide gastar todo su presupuesto en
el consumo de dos bienes diferentes, deberá decidir las múltiples combinaciones
de consumo que le permiten agotar su presupuesto, y que por tanto, le brindarían
el mismo nivel de satisfacción.
Se conoce como óptimo del consumidor, aquel punto de encuentro entre la curva
de indiferencia más alta (lo que el individuo desea), y la línea de restricción
presupuestal, (lo que el individuo está en capacidad real de adquirir).
Video de apoyo:
Sobre el sector Empresarial Social (Cruz, 2011, pág. 390), plantea lo siguiente:
De estos dos pensamientos, surge una tercera vertiente, que vendría siendo un
híbrido y se conoce como el modelo de “Economía Mixta”, en el que se da paso
tanto al libre mercado, como la intervención del Estado en determinados
momentos, para cubrir las fallas que de este (el mercado) puedan surgir.
Por otra parte, le llevó algún tiempo a la sociedad, entender que los mercados
de bienes y servicios en relación con la salud, no tienen un funcionamiento
convencional, dada su estructura, el entorno, el papel del gobierno, la cobertura
y el acceso a la información. Por ejemplo, aunque la salud es considerada un
bien público, al permitir el acceso de capital privado en las empresas sociales,
de cierta manera los servicios de salud, se pueden llegar a considerar bienes
privados, y por tanto, quien no tenga capacidad de pago, puede ser excluido del
acceso a ese servicio.
Se genera por lo anterior, una segregación entre quienes tienen capacidad para
acceder a servicios de salud, (hospitales y clínicas privadas, consultorios de
especialistas privados, medicamentos de marca, laboratorios, etc.), y quienes no
tienen esa capacidad, que deben recurrir a los servicios que les provee el Estado,
(hospitales públicos, medicamentos genéricos, demora en la asignación de citas
médicas por alta congestión del servicio, etc.).
Cuando los proveedores tienen incentivos para minimizar sus costos, ellos
usarán varias estrategias, de acuerdo a los costos relativos y la
productividad. Los proveedores generalmente buscan una eficiencia técnica,
que se puede lograr de la combinación de diferentes productos usados, que
serán producidos en máxima cantidad en los servicios médicos. Pero no solo
debe haber eficiencia técnica, sino eficiencia económica.
Sin embargo, esta tendencia no es solo propia para Colombia, sino también
para muchos países movidos en el contexto de la globalización, que han
llevado después de cerca de dos décadas, y a través de estudios serios,
contenidos en el informe de la Organización Mundial de la salud, sobre: “la
salud del mundo 2008”, a identificar tres tendencias particularmente
preocupantes:
Documentos complementarios: