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Medicamentos ansiolíticos

Los ansiolíticos son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso


central reduciendo la angustia y la ansiedad del paciente. Se utilizan, por lo
tanto, para tratar los síntomas de
 nerviosismo,

 insomnio,

 ansiedad…

La gran mayoría de medicamentos usados con este fin son las


denominadas benzodiazepinas.

Entre las benzodiazepinas podemos distinguir


 las que tienen una duración corta de su actividad (entre 2 y 10 horas)
 o más larga (sus efectos se mantienen más de 12 horas).
La velocidad con que se inicia su efecto también es importante para manejar
según qué situaciones.

 Delante de un problema de insomnio en el que se presenta retraso a la hora de


conciliar el sueño se prescribirá una benzodiazepina que se caracterice por un
inicio de su acción bastante inmediato y que esta acción sea de duración corta,
para no dejar somnolencia residual al día siguiente.
 En cambio, en insomnio que se manifiesta por un despertar temprano, se
prescribirá un fármaco con una absorción un poco más lenta, pero que no
tenga una duración larga de la actividad para que se ajuste al período natural
del sueño.
 Ante una situación de ansiedad se suelen prescribir las benzodiazepinas que
mantienen un efecto más duradero, pero ante una situación que precisa un
efecto terapéutico rápido, como puede ser un ataque de pánico, se usarán las
que tienen un inicio de acción inmediata.

USOS DE LOS MEDICAMENTOS

Los ansiolíticos, también llamados tranquilizantes menores, son principios


activos que son recetados principalmente para evitar convulsiones y para
mitigar los síntomas de la ansiedad y angustia, y en ciertas ocasiones también
para los síntomas provocados por trastornos del estado de ánimo. Aunque hay
varios tipos de ansiolíticos, nos centraremos en la benzodiacepinas, uno de los
grupos más usados por la población.
Las benzodiazepinas, que actúan en el sistema nervioso central sobre
el complejo ácido gamma-aminobutírico (GABA), potenciando su acción
inhibitoria, se pueden administrar por vía oral y algunas de ellas por
vía intramuscular e intravenosa. La semivida de estos fármacos varía de 2 a 74
horas, dividiéndose en cuatro grupos:
 Compuestos de duración ultra-corta, con una semivida menor de 6 horas.
 Compuestos de duración corta, tienen una semivida menor de 12 horas y
tienen pocos efectos residuales al tomarse antes de acostarse en la noche,
aunque su uso regular puede conducir a insomnio de rebote y ansiedad al
despertar.
 Compuestos intermedios, tienen una semivida entre 12 y 24 horas, pueden
tener efectos residuales durante la primera mitad del día y el insomnio de
rebote tiende a ser más frecuente al descontinuar su uso. Se presentan
también síntomas de abstinencia durante el día con el uso prolongado de
esta clase de benzodiazepinas.
 Compuestos de acción larga, tienen una semivida mayor de 24 horas. Los
fuertes efectos sedantes tienden a perdurar durante el día siguiente si se
usan con el fin de tratar el insomnio
Las benzodiacepinas suelen ser recetadas en función de sus distintas
propiedades farcamocinéticas y farmacodinámicas. Por ejemplo, nada tiene
que ver el tratamiento de un ataque de pánico aislado que el de la ansiedad
generalizada. Aunque se trata de fármacos que recetados de forma adecuada
son muy efectivos, las benzodiacepinas pueden tener varios efectos adversos y
pueden conllevar tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia si se
consumen sin ningún tipo de control médico.
Podemos encontrar la mayor parte de las benzodiacepinas en forma
de medicamentos genéricos en España. Es bastante fácil reconocerlos, ya que
casi todos los principios activos tienen la terminación “pam” (diazepam,
loracepam, etc…), además de tener la sigla “EFG” en el envase del
medicamento. Como siempre, os recomendamos hacer un uso responsable de
los medicamentos y consultar a vuestro especialista, que es la persona más
indicada para aclarar dudas sobre su consumo.

DOSIS

 Son medicamentos que deben usarse en la menor dosis efectiva y durante


períodos de tiempo limitados o incluso de manera intermitente.
 No deben tomarse junto a bebidas alcohólicas ya que se potencia la acción
depresora del sistema nervioso.

VÍA DE ADMINISTRACIÓN

Adultos:

Oral. 5 mg dos veces al día; esta dosis se puede aumentar en 5 mg cada 2 a 4


días hasta un máximo de 60 mg al día. En la mayoría de los casos son
suficientes ..

INDICACIONES

El uso de ansiolíticos e hipnóticos es problemático. Las diferentes BZD parecen


ser igualmente eficaces para aliviar los síntomas de ansiedad; la selección
depende de las características farmacocinéticas y farmacodinámicas del
fármaco. Las causas tratables de insomnio deberían ser estudiadas y
corregidas antes de utilizar los hipnóticos. En general podemos decir que las
BZD de acción corta o intermediacomo
el alprazolam, lorazepam, oxazepam, temazepam, son preferibles para inducir
sedación o sueño. Se deberían evitar las BZD de acción larga ya que el riesgo
de acumulación y toxicidad está incrementado, facilitando, pues, la aparición de
somnolencia, empeoramiento de la memoria y del equilibrio con riesgo de
caídas y fracturas. El tratamiento de la ansiedad y del insomnio debe ser
limitado en el tiempo si es posible, ya que se puede producir tolerancia y
dependencia; además, la retirada del fármaco puede hacer que vuelva a
aparecer el insomnio y la ansiedad. La buspirona es igualmente eficaz que las
BZD en el tratamiento de la ansiedad general; los pacientes mayores toleran
dosis hasta de 30 mg/d. Como el comienzo de las acciones ansiolíticas es lento
(hasta 2 o 3 sem) puede suponer una desventaja en el tratamiento de casos
urgentes.

EFECTOS SECUNDARIOS

Las benzodiacepinas, el grupo de fármacos al que pertenecen los


ansiolíticos, actúan directamente en el cerebro y consiguen que el paso de
información entre las neuronas sea más lento.

Lo hacen aumentando la acción de un neurotransmisor llamado GABA, que les


dice a las neuronas que vayan más lentas. Por ello, tienen importantes efectos
secundarios:

 Pueden "enganchar". Uno de los principales problemas de tomar ansiolíticos es


la dependencia que pueden generar. Si se dejan de golpe pueden provocar
síndrome de abstinencia, con síntomas como cefaleas o nerviosismo. Por ello,
el médico no los receta a la ligera y, si cuando te los prescriba, es básico que
sigas las recomendaciones al pie de la letra y que no los tomes más tiempo del
que te recomienden.
 Crean tolerancia. Es decir, con el tiempo, su eficacia es menor con una misma
dosis. Ocurre si se toman más tiempo del previsto
 Te pueden "debilitar". Somnolencia, dificultad para concentrarse, reducción del
estado de alerta, mareos y debilidad muscular son otros de los posibles efectos
secundarios de los ansiolíticos. Por ello, si tu médico te aconseja tomarlos, es
mejor que no conduzcas mientras lo haces, sobre todo durante los primeros
días, que son claves para valorar en qué medida te afectan.

COMO ACTÚAN LOS ANSIOLÍTICOS

Los ansiolíticos actúan como un depresor de nuestro sistema nervioso central,


por lo que su función es que el sistema nervioso central reduzca y enlentezca
sus funciones y ritmo, pero qué funciones controla el sistema nervioso central?.
No nos extenderemos mucho, pero hemos de saber que el sistema nervioso
central se compone del encéfalo (Cerebro, Cerebelo y tallo encefálico) y la
médula espinal. Y que el sistema nervioso central atiende y satisface las
necesidades vitales y da respuesta a los estímulos. Ejecuta tres acciones
esenciales, que son:

 La detección de estímulos

 La transmisión de informaciones

 La coordinación general.

Por lo que nos podemos hacer una idea de qué nos ocurre cuando nuestro
sistema nervioso se enlentece debido a un ansiolítico. Claro que la ansiedad
desaparece, pero porque muchas otras funciones se reducen
considerablemente. Por ello no podemos conducir bajo los efectos de un
ansiolítico, debido al elevado riesgo de accidente, ya que nuestras reacciones
ante estímulos, cómo recibimos la información y nuestra coordinación general
está enlentecida.

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