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Nombre: Luis Eduardo Quintanilla

Número de cuenta: 20182000474


Catedrático: José Antonio Morales
Clase: Química Fundamental
Sección: 8000
Tema: Estructura atómica, Capítulo 6
Resumen de Química

6.1. La naturaleza giratoria de la luz


Gran parte del conocimiento actual sobre la estructura electrónica de los
átomos provino del análisis de la luz que emiten o absorben las sustancias.
Sin embargo, para comprender la estructura electrónica debemos aprender
primero un poco más sobre la luz. La luz que podemos apreciar con nuestros
ojos, luz visible, es un ejemplo de radiación electromagnética.
Todos los tipos de radiación electromagnética se mueven a través del vacío a
una velocidad de 3.00 X 108 m/s, la velocidad de la luz. Todas tienen
características ondulatorias parecidas a las ondas que se mueven en el agua
Estas y otras ondas características de la radiación electromagnética se deben
a las oscilaciones periódicas en las intensidades de los campos eléctrico y
magnético asociados con la radiación.
toda la radiación electromagnética se mueve a la misma velocidad, es decir,
la velocidad de la luz.
Si la longitud de onda es grande, existirán menos ciclos de la onda pasando
por un punto cada segundo, y la frecuencia será menor. De forma inversa, para
una onda con alta frecuencia, la onda debe tener una longitud de onda corta,
es decir, la distancia entre las crestas de las ondas es pequeña. Esta relación
inversa entre la frecuencia y la longitud de onda de la radiación
electromagnética puede expresarse mediante la ecuación
n-l
c = Áv
6.2. Energía cuantizada y fotones
Aunque el modelo ondulatorio de la luz explica muchos aspectos de su
comportamiento, no puede explicar varios fenómenos. Tres de éstos son
importantes en particular para que comprendamos cómo interactúa la
radiación electromagnética con los átomos: (1 ) la emisión de luz que proviene
de objetos calientes (llamada mediación de cuerpo negro, debido a que los
objetos estudiados se ven negros antes de calentarse); (2 ) la emisión de
electrones proveniente de superficies metálicas en las que incide la luz {efecto
fotoeléctrico), y (3) la emisión de luz de átomos de gas electrónicamente
excitados (espectros de emisión)

La distribución de la longitud de onda de la radiación depende de la


temperatura.
En 1900 un físico alemán, llamado Max Planck (1858-1947), resolvió el
problema asumiendo que los átomos sólo podían emitir o absorber energía en
"paquetes" discretos de cierto tamaño mínimo. Planck dio el nombre de cuanto
(lo que significa "cantidad fija") a la cantidad más pequeña de energía que
puede emitirse o absorberse como radiación electromagnética. Propuso que
la energía, E, de un solo cuanto es igual a una constante por la frecuencia de
la radiación:
E = hv
Como la energía puede liberarse sólo en cantidades específicas, decimos que
las energías permitidas están cuantizadas; sus valores están restringidos a
ciertas cantidades
Para explicar el efecto fotoeléctrico, Einstein asumió que la energía radiante
que incidía sobre la superficie metálica no se comportaba como una onda, sino
como si se tratara de un flujo de paquetes diminutos de energía. Cada paquete
de energía, llamado fotón, se comporta como una partícula diminuta. Al
ampliar la teoría cuántica de Planck, Einstein dedujo que cada fotón debía
tener una energía igual a la constante de Planck por la frecuencia de la luz:
Energía del fotón = E = hv
Cuando esto ocurre, el fotón puede transferir su energía a un electrón del
metal. Se necesita cierta cantidad de energía, llamada función trabajo, para
que un electrón supere las fuerzas de atracción que lo retienen en el metal.
6.3. Espectro de líneas y el modelo de Bohr
Un espectro se produce cuando la radiación de tales fuentes se separa en sus
diferentes componentes de longitud de onda.
Cada longitud de onda está representada por una línea de color, separada por
regiones negras en uno de estos espectros
Modelo de Bohr
sugiere que el átomo puede considerarse como un "sistema solar
microscópico" en el que los electrones orbitan alrededor del núcleo. Para
explicar el espectro de líneas del hidrógeno, Bohr asumió que los electrones
se movían en órbitas circulares alrededor del núcleo
Bohr asumió que las leyes de la física que prevalecían eran inadecuadas para
describir todos los aspectos de los átomos. Además, Bohr adoptó la idea de
Planck de que las energías están cuantizadas. Bohr basó su modelo en tres
postulados:
1. Sólo las órbitas con ciertos radios, correspondientes a ciertas energías
definidas, son permitidas para el electrón de un átomo de hidrógeno.
2. Un electrón en una órbita permitida tiene una energía específica y es un
estado de energía "permitido". Un electrón en un estado de energía permitido
no irradiará energía y, por lo tanto, no caerá en espiral dentro del núcleo.
3. La energía es emitida o absorbida por un electrón sólo cuando el electrón
cambie de un estado de energía permitido hacia otro. Esta energía es emitida
o absorbida como un fotón, E = hv.
A partir de sus tres postulados y utilizando las ecuaciones clásicas de
movimiento y de interacción de cargas eléctricas, Bohr calculó las energías
correspondientes a cada órbita permitida para el electrón del átomo de
hidrógeno.

El electrón en el átomo de hidrógeno puede estar en cualquier órbita permitida.


La ecuación 6.5 nos indica que la energía que el electrón tendrá, dependerá
de la órbita en la que se encuentre.

La energía debe ser absorbida por un electrón para que se mueva hacia un
estado de energía más alto (uno con un valor mayor de n). Por el contrario, la
energía radiante es emitida cuando un electrón pasa hacia un estado de menor
energía (uno con un valor menor de rt). Entonces, si el electrón pasa desde un
estado inicial que tiene una energía E, hacia un estado final de energía Ep el
cambio de energía es
AE = Ef - E¡ = Ef0tón = hv
Limitaciones del modelo de Bohr
Aunque el modelo de Bohr explica el espectro de líneas del átomo de
hidrógeno, no puede explicar el espectro de otros átomos, o lo hace de forma
burda. Bohr también eludió el problema de por qué el electrón con carga
negativa no caería en el núcleo con carga positiva con la simple suposición de
que no ocurriría. Por lo tanto, existe un problema al describir a un electrón sólo
como una pequeña partícula que gira alrededor del núcleo.

6.4 El comportamiento ondulatorio de la materia


En los años que siguieron al desarrollo del modelo de Bohr para el átomo de
hidrógeno, la naturaleza dual de la energía radiante se volvió un concepto
conocido. Según las circunstancias experimentales, la radiación parece tener
tanto carácter ondulatorio como de partícula (fotón).
Louis de Broglie amplió esta idea de una manera audaz. Si la energía radiante
pudiera, en condiciones adecuadas, comportarse como si fuera un flujo de
partículas, la materia, en condiciones adecuadas, ¿podría presentar las
propiedades de una onda? Suponga que el electrón que órbita alrededor del
núcleo de un átomo de hidrógeno pudiera considerarse como una onda, con
una longitud de onda característica, en lugar de considerarse como una
partícula.
Debido a que la hipótesis de De Broglie es aplicable para toda la materia,
cualquier objeto de masa m y velocidad v daría origen a una onda de materia
característica.
Años después de que De Broglie publicó su teoría, las propiedades
ondulatorias del electrón se demostraron de manera experimental. Por lo tanto,
un flujo de electrones en movimiento presenta el mismo tipo de
comportamiento ondulatorio que la radiación electromagnética.
La técnica de difracción de electrones se ha desarrollado mucho. Por ejemplo,
en el microscopio electrónico se utilizan las características ondulatorias de los
electrones para obtener imágenes en la escala atómica.
Principio de incertidumbre
Una onda se extiende en el espacio, y por lo tanto su posición no está
exactamente definida. Entonces podríamos anticipar que resulta imposible
determinar con exactitud en dónde se ubica un electrón en un momento
específico.
El físico alemán Wemer Heisenberg propuso que la naturaleza dual de la
materia presenta una limitación fundamental sobre cómo saber con certeza
tanto la posición como el momento de cualquier objeto.
Heisenberg relacionó matemáticamente la incertidumbre de la posición (Ax) y
la incertidumbre del momento A(mv) con una cantidad que involucra a la

constante de Planck:
Se reconoce la naturaleza ondulatoria del electrón, y su comportamiento se
describe en términos apropiados de ondas. El resultado es un modelo que
describe con precisión la energía del electrón, y describe su ubicación no de
forma exacta, pero sí en términos de probabilidades.
6.5. Mecánica cuántica y orbitales
atómicos
Schrödinger trató al electrón como una
onda circular estacionaria alrededor del
núcleo. para un electrón de un átomo
existe una onda estacionaria de menor
energía, y otras con mayor energía.
Resolver la ecuación de Schrödinger da
lugar a una serie de funciones
matemáticas llamadas funciones de
onda las cuales describen al electrón en
un átomo.
En el caso del átomo de hidrógeno, las energías permitidas son las mismas
que predice el modelo de Bohr. En el modelo de la mecánica cuántica, la
posición del electrón no puede describirse de manera tan simple. De acuerdo
con el principio de incertidumbre, si sabemos el momento del electrón con gran
exactitud, nuestro conocimiento simultáneo de su posición es muy incierto. Por
lo tanto, en el modelo de la mecánica cuántica hablamos de la probabilidad de
que el electrón se encuentre en cierta región del espacio en un instante dado.
Por esta razón, tfi2, se conoce como la densidad de probabilidad o la densidad
electrónica.
Orbitales y números cuánticos
La solución de la ecuación de Schrödinger para el átomo de hidrógeno produce
un conjunto de funciones de onda y sus energías correspondientes. Estas
funciones de onda se conocen como orbitales. Cada orbital describe una
distribución específica de densidad electrónica en el espacio, dada por su
densidad de probabilidad.
Observe que un orbital (modelo de la mecánica cuántica) no es lo mismo que
una órbita (modelo de Bohr). El modelo de la mecánica cuántica no se refiere
a órbitas, debido a que el movimiento del electrón en un átomo no puede
medirse con precisión o darle seguimiento (principio de incertidumbre de
Heisenberg).
El modelo de Bohr introdujo un solo número cuántico, n, para describir una
órbita. Para describir un orbital el modelo de la mecánica cuántica utiliza tres
números cuánticos, n, l y m¡, los cuales naturalmente resultan de las
matemáticas utilizadas.
1. El número cuántico principal, n, puede tener valores enteros positivos de 1, 2,
3, y así sucesivamente. Cuando n aumenta, el orbital se hace más grande, y
el electrón pasa más tiempo lejos del núcleo.
2. El segundo número cuántico, el número cuántico azimutal, l, puede tener
valores enteros desde 0 hasta {n — 1) para cada valor de n. Este número
cuántico define la forma del orbital. El valor de / para un orbital particular es
por lo general designado con las letras s, p, d y f, * las cuales corresponden a
los valores de / de 0,1,2 y 3, respectivamente.
3. El número cuántico magnético, m¡, puede tener valores enteros entre -l y l,
incluido el cero. Este número cuántico describe la orientación del orbital en el
espacio.
Observe que debido a que el valor de n puede ser cualquier entero positivo,
es posible un número infinito de orbitales para el átomo de hidrógeno. El
electrón de un átomo de hidrógeno es descrito por sólo uno de estos orbitales
en cualquier instante dado; decimos que el electrón ocupa un cierto orbital.
Los orbitales restantes están desocupados en ese estado específico del átomo
de hidrógeno.
*Las letras s,p ,d y f provienen de las palabras Sharp (agudo), principal, diffuse
(difuso) y fundamental, las cuales se utilizaban para describir ciertas
características del espectro antes de que se desarrollara la mecánica cuántica.
El conjunto de orbitales con el mismo valor de n se conoce como capa
electrónica. Además, al conjunto de orbitales que tienen los mismos valores
de n y / se le conoce como subcapa. Cada sub- capa se designa con un
número (el valor de n) y una letra (s, p, d o/, que corresponden al valor de l).
Las restricciones de estos posibles valores de los números cuánticos surgen
de las siguientes observaciones importantes:
1. La capa con el número cuántico principal ti consiste exactamente de n
subcapas. Cada subcapa corresponde a un distinto valor permitido de l, desde
0 hasta (n-1).
2. Cada subcapa consiste en un número específico de orbitales. Cada orbital
corresponde a un valor permitido de ml diferente.
3. El número total de orbitales en una capa es íi2, donde n es el número cuántico
principal de la capa.

6.6. Representaciones de orbitales


Hasta el momento, en las explicaciones de los orbitales hemos puesto énfasis
en sus energías, pero la función de onda también proporciona información
sobre la ubicación del electrón en el espacio cuando ocupa un orbital. Para
hacerlo, explicaremos algunos aspectos importantes de las distribuciones de
densidad electrónica de los orbitales.
Orbitales s
Lo primero que observamos
sobre la densidad electrónica
del orbital s es que es
simétricamente esférico, en
otras palabras, la densidad
electrónica a una distancia
dada del núcleo es la misma
independientemente de la
dirección en que nos alejemos
del núcleo. Los orbitales s
restantes (2s, 3s, 4s, y así
sucesivamente) también son
simétricamente esféricos.
Recuerde que el número cuántico / para los orbitales s, es 0; por lo tanto, el
número cuántico ml debe ser 0. Entonces, para cada valor de n, sólo existe un
orbital S.
¿cuál es la diferencia entre los orbitales s que tienen números cuánticos n
diferentes? Por ejemplo, ¿cómo cambia la distribución de densidad electrónica
del átomo de hidrógeno cuando el electrón es excitado del orbital s al orbital
2s? la probabilidad de encontrar un electrón aumenta rápidamente conforme
nos alejamos del núcleo, y es máxima a una distancia de 0.529 Á del núcleo,
y después disminuye con rapidez.
*En el modelo de la mecánica cuántica, la distancia más probable a la que
encontraremos un electrón es en el orbital s (0.529 À), que es idéntica al radio
de la órbita predicha por Bohr para n = 1. La distancia 0.529 Á
frecuentemente es llamada radio de Bohr.

Orbitales p
La densidad electrónica no está
distribuida en una simetría esférica
como en un orbital s. En su lugar, la
densidad electrónica está concentrada
en dos regiones a ambos lados del
núcleo, separadas por un nodo en el
núcleo.
Si comenzamos con la capa n = 2, cada capa tiene tres orbitales p. Entonces,
existen tres orbitales 2p, tres orbitales 3p, y así sucesivamente, los cuales
corresponden a tres posibles valores de ml. Para cada valor de n, los tres
orbitales p tienen el mismo tamaño y forma, pero difieren entre sí en su
orientación en el espacio. Es conveniente etiquetarlos como orbitales px, py y
pz. La letra subíndice indica el eje cartesiano sobre el que están orientados los
orbitales. * Como los orbitales s, los orbitales p incrementan su tamaño
conforme nos movemos de 2p a 3p a 4p, y así sucesivamente.
Orbitales d y f
Cuando n es 3 o mayor, nos encontramos con
los orbitales d (para los cuales / = 2). Existen
cinco orbitales 3d, cinco orbitales 4d, y así
sucesivamente, porque en cada capa hay
cinco posibles valores para el número
cuántico m¡: —2, —1, 0, 1 y 2. Los distintos
orbitales d de una capa dada tienen diferentes
formas y orientaciones en el espacio. Cuatro
de las representaciones de contorno
correspondientes al orbital d tienen una forma de "trébol de cuatro hojas".
Cuando n es 4 o mayor, hay siete orbitales /equivalentes (para los que / = 3).
Las formas de los orbitales/son incluso más complicadas que las
correspondientes a los orbitales d.

6.7. Átomos polieléctricos

Hasta el momento, hemos visto que la mecánica cuántica da origen a una descripción
muy elegante del átomo de hidrógeno. Sin embargo, este átomo sólo tiene un electrón.
¿Cómo debe cambiar nuestra descripción de la estructura electrónica de los átomos
cuando consideramos átomos con dos o más electrones (un átomo polielectrónico)?
Para describir estos átomos, debemos considerar la naturaleza de los orbitales y sus
energías relativas, así como la forma en que los electrones ocupan los orbitales
disponibles.

Orbitales y sus energías


El modelo de la mecánica cuántica no sería muy útil si no pudiéramos extender hacia
otros átomos lo que hemos aprendido sobre el hidrógeno. Por lo tanto, podemos seguir
designando a los orbitales como 1 s, 2p# y así sucesivamente. Además, estos orbitales
tienen las mismas formas generales que las correspondientes a los orbitales del
hidrógeno. Aunque las formas de los orbitales para átomos polielectrónicos son las
mismas que las del hidrógeno, la presencia de más de un electrón modifica mucho las
energías de los orbitales. En un átomo poli electrónico las repulsiones electrón-electrón
ocasionan que las diferentes subcapas tengan distintas energías.
La idea importante es ésta: en un átomo polielectrónico, para un valor dado de n, la
energía de un orbital aumenta cuando se incrementa el valor de l.

Espín electrónico y el principio de inclusión de Pauli


Cuando los científicos estudiaron detalladamente los espectros de líneas de átomos
polielectrónicos, observaron una característica muy desconcertante: las líneas que
originalmente pensaron que eran una sola resultaron pares de líneas muy juntas. Esto
significaba, en esencia, que había el doble de niveles de energía de los que se
"suponía". Los físicos holandeses George Uhlenbeck y Samuel Goudsmit propusieron
una solución a este dilema. Postularon que los electrones tienen una propiedad
intrínseca, llamada espín electrónico, que ocasiona que cada electrón se comporte
como si fuera una diminuta esfera girando sobre su propio eje.
Este nuevo número cuántico, el número cuántico magnético de espín, se denota como
m$ (el subíndice s es por spin). Hay dos posibles valores permitidos para m$, +| o — |
los cuales se interpretaron primero como que indicaban las dos direcciones opuestas en
las que el electrón puede girar.
En 1925, el físico austríaco Wolfgang Pauli (1900-1958) descubrió el principio que
gobierna los arreglos de electrones en átomos polielectrónicos. El principio de exclusión
de Pauli establece que dos electrones de un átomo no pueden tener el mismo conjunto
de cuatro números cuánticos n, l, ml.

6.8. Configuraciones electrónicas


La forma en que los electrones se distribuyen entre los diversos orbitales de un átomo
se conoce como la configuración electrónica del átomo. La configuración electrónica
más estable de un átomo, el estado basal, es aquella en la que los electrones se
encuentran en los estados de menor energía posible.

En este tipo de representación, al cual podemos llamar diagrama de orbitales, cada


orbital se denota con un cuadro y cada electrón con una media flecha. Una media
flecha que apunta hacia arriba (1) representa un electrón con un número cuántico
magnético de espín positivo (ms = +1/2) y una media flecha que apunta hacia abajo ([)
representa un electrón con un número cuántico magnético de espín negativo (ms =
-1/2).
Se dice que los electrones que tienen espines opuestos están apareados cuando se
encuentran en el mismo orbital (] [). Un electrón desapareado es aquél que no está
acompañado por otro electrón de espín opuesto.

Regla de Hund
La regla de Hund, la cual establece que en d caso de orbitales degenerados (p, d ,f), se
alcanza la menor energía cuando el número de electrones con el mismo espín es
máximo. Esto quiere decir que los electrones ocuparán el máximo número de orbitales
individuales disponibles, y que estos electrones individuales en una subcapa dada
tendrán el mismo número cuántico magnético de espín. Se dice que los electrones
acomodados de esta forma tienen espines paralelos. La regla de Hund se basa parte en
el hecho de que los electrones se repelen entre sí. Al ocupar diferentes orbitales, los
electrones permanecen lo más lejos posible uno de otro, con lo que disminuyen al
mínimo las repulsiones electrón-electrón.

Configuraciones electrónicas abreviadas


Al escribir la configuración electrónica abreviada de un elemento, la configuración
electrónica del gas noble más cercano a él, y de menor número atómico, se representa
con su símbolo químico entre corchetes. Por ejemplo, podemos escribir la configuración
electrónica del litio como
Li: [He]2s1
Nos referimos a los electrones representados por el símbolo del gas noble como el
centro (o core) de gas noble del átomo. A estos electrones de la capa interna se les
conoce más comúnmente como electrones internos. Los electrones que aparecen
después del centro de gas noble se conocen como electrones de la capa externa. Los
electrones de esta capa externa incluyen a los electrones involucrados en el enlace
químico, los cuales se conocen como electrones de valencia.

Metales de transición
Después de que se completa el llenado del orbital 4s (esto ocurre con el átomo de
calcio), el siguiente conjunto de orbitales por llenar es el 3d. Si comenzamos con el
escandio y nos extendemos hasta el zinc, los electrones se van añadiendo a los cinco
orbitales 3d hasta que están completamente llenos. Por lo tanto, la cuarta fila de la tabla
periódica es más ancha que las dos filas anteriores, por 10 elementos. Estos 10
elementos se conocen como elementos de transición o metales de transición.
Al derivar las configuraciones electrónicas de los elementos de transición, los orbitales
se llenan de acuerdo con la regla de Hund; los electrones se agregan a los orbitales 3d,
de uno en uno, hasta que los cinco orbitales tienen un electrón cada uno. Después se
colocan electrones adicionales en los
orbitales 3d apareando los espines
hasta que la capa esté
completamente llena.
Una vez que todos los orbitales 3d se
han llenado con dos electrones cada
uno, se empiezan a ocupar los
orbitales 4p hasta que se logra un
octeto completo de electrones
externos (4s2, 4p6) con el criptón (Kr),
número atómico 36, otro de los gases
nobles.
Lantánidos y actínidos
Los 14 elementos que corresponden al llenado de los orbitales 4f se conocen como
elementos lantánidos o tierras raras. Estos elementos se colocan debajo de los demás
elementos para evitar que la tabla periódica sea demasiado ancha. Las propiedades de
los elementos lantánidos son muy similares, y estos elementos se encuentran juntos en
la naturaleza.
Los elementos actínidos, de los cuales el uranio (U, elemento 92) y el plutonio (Pu,
elemento 94) son los más conocidos, se desarrollan completando los orbitales 5f. Los
elementos actínidos son radiactivos, y la mayoría no se encuentra en la naturaleza.

6.9. Configuraciones electrónicas y la tabla periódica

Hemos visto que las configuraciones electrónicas de los elementos se relacionan con
su posición en la tabla periódica. Esta tabla está estructurada de manera que los
elementos con el mismo patrón de configuración electrónica de su capa externa (de
valencia) estén acomodados en columnas.
La estructura de la tabla periódica refleja su estructura orbital. La primera fila tiene dos
elementos, la segunda y tercera filas tienen ocho elementos, la cuarta y quinta filas
tienen 18 elementos y la sexta fila tiene 32 (incluyendo los metales lantánidos). Algunos
de los números se repiten porque llegamos al final de una fila de la tabla periódica
antes de que una capa se llene por completo.
Observe que los elementos pueden agruparse por el tipo de orbital en el que se colocan
los electrones. Los bloques s y p de la tabla periódica forman los elementos
representativos, los cuales algunas veces son llamados elementos de los grupos
principales.
Debajo de la parte principal de la tabla hay dos filas color café claro que contienen 14
columnas. Estos elementos se conocen con frecuencia como los metales del bloque/,
debido a que son los elementos cuyos orbitales de valencia f se están llenando.
En general, en el caso de los elementos representativos no consideramos
completamente llenas las subcapas d o f para que estén entre los electrones de
valencia, y en el caso de bs elementos de transición de igual forma no consideramos
una subcapa f completamente llena para que esté entre los electrones de valencia.
Configuraciones electrónicas anómalas
Este comportamiento anómalo es consecuencia en gran medida de la cercanía entre
las energías de los orbitales 3d y 4s. Esto con frecuencia ocurre cuando hay suficientes
electrones para conseguir que conjuntos de orbitales degenerados se llenen
precisamente hasta la mitad (como en el caso del cromo) o para llenar por completo
una subcapa d (como en el cobre). Existen algunos casos similares entre los metales
más pesados de transición (aquellos que tienen parcialmente llenos los orbitales 4d o
5d) y entre los metales del bloque/. Aunque estas diferencias mínimas son interesantes,
no tienen gran importancia química
Bibliografía
Theodore L. Brown, H. E. (2009). Quimica: la Ciencia Central. Naucalpan de Juárez, Estado de
México: Pearson Educación de México.

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