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Duque, ¿un gobierno de eufemismos?

-Redacción
Redacción Política (politicaelespectador@gmail.com)

© Duque, ¿un gobierno de eufemismos? Duque, ¿un gobierno de eufemismos?


Fue a finales de octubre de 2018, luego de varios meses de múltiples anuncios,
anuncios, que el
gobierno del presidente Iván Duque radicó ante el Congreso el proyecto de Ley de
Financiamiento, cuyo objetivo era obtener $ 14 billones faltantes del Presupuesto General de
2019. La misma iniciativa que, casi un año después, la Corte Constitucional
Constitucional hundió por
errores de procedimiento en su aprobación en el Capitolio, por lo que la Casa de Nariño se
tuvo que apresurar a presentar una nueva propuesta, a la que llamó "Ley de Crecimiento
Económico". En el fondo, en uno u otro caso, de lo que se trató fue de una evidente Reforma
Tributaria.

Este fin de semana, la ministra de Trabajo, Alicia Arango —quien,


quien, por cierto, está de salida,
pues a mediados de febrero pasará a encabezar el Ministerio del Interior—
Interio comenzó a
develar los pormenores de lo que será la Reforma Pensional de la administración Duque, la
cual, aseguró, será llevada a la Mesa de Concertación Laboral en la que tienen asiento
empresarios y trabajadores. Posteriormente, fue el mismo jefe de Estado
Estado quien ratificó lo
dicho por Arango, hablando de herramientas en las que la prioridad sea el aumento de la
cobertura y que se garantice equidad. Pero no le llamó Reforma Pensional sino “reforma a la
estructura del sistema de protección a la vejez”.

Lea: “Colombia tiene que cambiar su forma de contratar”: mintrabajo

Para los expertos en estas materias, lo que el Gobierno está haciendo no es más que utilizar
eufemismos para esconder sus verdaderas intenciones en torno a reformas que, como la
Tributaria o la Pensional, impactan a todos los ciudadanos en general, y más aaún en estos
tiempos de protestas y movilizaciones. “Ha intentado, a través del lenguaje, evitar un mayor
impacto negativo. Por eso utiliza reformas con nombres rimbombantes”, señaló un
congresista cercano al Ejecutivo, pidiendo la reserva de su nombre. La Real Academia de la
Lengua Española define eufemismo como la “manifestación suave o decorosa de ideas
cuya recta y franca expresión sería dura y malsonante”.

Por ejemplo, en el caso de la ahora llamada Ley de Crecimiento Económico, así opina el
columnista Salomón Kalmanovitz, en El Espectador:: “El nombre de la nueva Reforma
Tributaria del Gobierno es un eufemismo. Con ella se considera que habrá mucho
crecimiento, gracias a una creencia sin fundamento que informa que mientras menos
impuestos tengan las empresas
esas invertirán más y producirán más. Lo cierto es que es una
política que beneficia a las empresas y castiga a la clase media y a los profesionales
independientes, mientras les arroja migajas a los más pobres, y es la respuesta a las
movilizaciones masivass que se dieron a partir del 21 de noviembre”.

Otros opinadores son más duros. Para el académico y periodista Esteban Vélez, también
refiriéndose a la Reforma Tributaria, llamarla de otra manera lo que busca es “darle mejor
estética para que fuera bien recibida
recibida por los colombianos”. Incluso, en un escrito en el portal
Las 2 Orillas,, fue más allá en cuanto a la campaña que lidera el presidente Duque frente al
gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. “Otro eufemismo que recientemente está en
boca de todos los colombianos amantes de la paz es el supuesto ‘cerco diplomático’. Este se
popularizó luego de la entrevista al medio de comunicación Voz de América. ‘Cerco
diplomático’ es una bella manera de decir que la solución a la crisis en Venezuela es la
intervención militar estadounidense, camuflada en ayudas humanitarias”.

Lea: La Ley de Crecimiento Económico

Y así son varios los ejemplos en el gobierno Duque: llamar “estabilización” a la


implementación de los acuerdo de paz que firmó su antecesor con la hoy desmovilizada
guerrilla de las Farc o hablar de “paz con legalidad”, un discurso que, dicen algunos, de
entrada cuestiona la legitimidad de lo pactado. O hablar de “devolución del IVA” y no se
subsidios a los pobres. O cuando se rumora en altas esferas de la Casa de Nariño de
“acuerdos programáticos” con algunas fuerzas políticas, léase Cambio Radical, para tratar de
garantizar gobernabilidad, cuando de lo que se trata es, advierten los críticos, de una
“repartija burocrática”.

En conclusión, una estratégica utilización del lenguaje en la que, según los analistas, la
intención de disfrazar las cosas y no decirlas por su nombre. “El propósito de estos
eufemismos consiste en darle un toque sutil y decoroso a reformas impopulares y claramente
lesivas para las personas asalariadas del país”, enfatiza el catedrático de la Universidad
Nacional, Andrés Felipe Mora. En respuesta, desde el Ejecutivo recalcan que no se trata de
disfrazar nada, simplemente de definir las leyes a partir de sus objetivos. Lo cierto es que lo
que se ve hasta el momento es que el presidente Iván Duque, en año y medio que lleva de
mandato, no ha podido consolidar el “gran pacto nacional” del que habló el día en que se
posesionó.

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