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1- Prefacio:

“LO CUAL NO DEJÓ DE SER UNA INCITACIÓN TEMERARIA, TRATÁNDOSE DE PERSONA QUE,
COMO YO, ESTÁ SIEMPRE MÁS QUE DISPUESTA A ESCRIBIR UN LIBRO A LA MENOR
PROVOCACIÓN” CHESTERTON, CAP. I
No dejaba sin respuesta una afirmación falsa, no había polémica en la que no contendiera, no
consentía en pasar un debate sin terciar en él, hasta el punto de que comienza Ortodoxia
escribiendo: «Este libro es la respuesta de un desafío que se me ha hecho. Válgale esto por
única excusa, ya que hasta un tiro fallado se ennoblece si se dispara en duelo» “Ortodoxia Cap
I”. La explicación es sencilla. Cuando publicó Herejes —conjunto de notas sobre Kipling, Shaw y
Wells—, un crítico llamado G. S. Street dijo que era sumamente cómodo eso de exigir que todos
definiesen su teoría cósmica, mientras. eludía cuidadosamente predicar con el ejemplo. Lo cual
—escribía con gracejo en la primera página de su respuesta— no dejó de ser una incitación
temeraria, tratándose de persona que estaba más que dispuesta a escribir un libro a la menor
provocación.
2- CAP 1: Todos aprendemos de alguien y vamos formando nuestra manera de entender la Fuerza
o la Empresa, además de la cultura que ya traemos de cada lugar se termina de pulir con las
vivencias propias del lugar. Si esto muta constantemente se pierde la identidad.
Tampoco se puede pretender que personas educadas de una determinada manera cambien sus
conducción o todas las ideas que han recibido por una “orden superior”. La fuerza Aérea ha
entrado en un círculo que pareciera ser interminable e imposible que se rompa.
3- CAP 2: La formación de lo deformado frente a la imposibilidad de selección. Héroes de Guerra,
pilotos reconocidos mundialmente, intelectuales de renombre… todas cosas del pasado en la
FA, obviamente que todos con defectos humanos pero seleccionados para un mejor desempeño
de la empresa. Actualmente no existe ningún tipo de selección, el ingreso es un trámite.
4- CAP 3: Las escuelas de oficiales de las fuerzas armadas son de las poquísimas (sino las únicas)
universidades que garantizan la gerencia de un grupo humano el día después del egreso. Por
eso no se puede hacer falsa caridad tolerando los gruesos errores de sus alumnos, si alguien
traicionase las virtudes militares debe ser rechazado sin miramientos. La actualidad tolera hasta
drogadictos e inmorales con la esperanza de que algún día modifiquen su conducta, total,
quienes le permiten permanecer nunca serán sus subalternos.
5- CAP V: El gran problema del poder jerárquico. Hay que permanecer sentado en un silla viendo
cómo pasan los años hasta que un día uno se encuentra siendo Jefe de Cuerpo de Cadetes,
rector superior y diligenciador de la educación de cientos de futuros oficiales sin ningún tipo de
experticia en básicamente nada, solamente de golpe y porrazo se encontró con el puesto y tomó
decisiones que no pueden ser criticadas ni desobedecidas.
6- CAP VI: Lo que viví como instructor: 1) el uso del alumno para chupar la medias, en toda
circunstancia, cordones de honor, actos, etc. No importa su educación, importa que este ahí
parado cuando llegue el jefe. 2) El miedo, gran fundamento para la toma de decisiones. 3) el
desinterés de la FA por la educación. 4) La intromisión de agentes civiles que dictan normas
para civilizar las fuerzas armadas y hacerlos más civiles (y por supuesto menos militares) 4) La
falta total de retórica y virtudes militares y el excesos de intereses individuales.
7- CAP VII: Educar en las virtudes y en los tecnicismos militares como única propuesta educativa.
8- CAP VIII: Eternos cordobistas vs los muy profesionales que nunca irían vs los que si irían porque
se los quieren sacar de encima.

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