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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería


Campus Zacatecas

Titulo
Tarea 1: Primeros autómatas

Programa académico

Ingeniería Mecatrónica

Unidad de aprendizaje
Autómatas Industriales

Maestro

Flabio Dario Mirelez Delgado

Alumno

Jesús Ávila Varela

Grupo
3MM3
Introducción
Antiguamente, se creaban artefactos capaces de realizar tareas diarias y comunes para los hombres, o bien,
para facilitarles las labores cotidianas; se daban cuenta de que había tareas repetitivas que se podían
igualar con un complejo sistema, y es así como se comienza a crear máquinas capaces de repetir las mismas
labores que el hombre realizaba.

Cabeza Parlante

Las cabezas parlantes mecánicas que reproducían sonidos artificiales irrumpieron en el escenario de las
cortes europeas desde el siglo X de nuestra era, causando en el público, espanto, curiosidad, interés y
estupefacción. Se trataba de artilugios mecánicos construidos con el objeto de producir placer y diversión
en las cortes medievales. Desde el papa Silvestre II (Gerberto de Aurillac) (945 – 1003), Alberto Magno
(1193/1206 – 1280), Grosseteste (1175 - 1253) y hasta Roger Bacon (1214 - 1294) construyeron sendas
cabezas parlantes mecánicas corriendo el riesgo de ser acusados de herejía por la Inquisición. Más allá de
las toscas acusaciones propias de mentes muy proclives a ver brujas por todos lados, la verdad es que las
cabezas parlantes no eran más que ingeniosos artefactos construidos con el propósito de entretener a los
espectadores incapaces de notar, en principio, que detrás de aquellas fantásticas siluetas, se ocultaba un
espléndido artefacto de relojería.
El Gallo de Estrasburgo

En Roma existía la costumbre de hacer funcionar juguetes automáticos para deleitar a los huéspedes. Un
ejemplo relevante de la época fue el Gallo de Estrasburgo que funcionó desde 1352 hasta 1789. Este es el
autómata más antiguo que se conserva en la actualidad, formaba parte del reloj de la catedral de
Estrasburgo y al dar las horas movía el pico y las alas.

León Mecánico

El león mecánico tiene un aspecto amistoso, melena rizada, casi de tamaño natural, que puede caminar,
mover la cabeza, sacudir la cola y abrir las fauces. Fue presentado a Francisco I por la comunidad de
Florencia cuando visitó Lyon en 1515, para celebrar una nueva alianza entre la ciudad italiana y Francia. El
símbolo de Florencia era el león, y cuando el rey golpeó al animal mecánico con su látigo, el pecho del león
se abrió y reveló una flor de lis, emblema de la monarquía francesa. El Rey Francisco estaba tan
impresionado que invitó a Leonardo a venir a su país al año siguiente, llevando consigo varias pinturas
(incluida La Mona Lisa) que permanecen en Francia hasta el día de hoy.
Hombre de palo

En el siglo XVI un autómata de madera que tenía la misión de recoger limosnas. Algunas versiones apuntan
que deambulaba por la ciudad en busca de donaciones. Otras, que permanecía quieto, siempre en el mismo
barrio.
El mecanismo deberá hacer sonar la campanilla que sostiene en la mano y mover las dos piernas simulando
que camina cada 15 minutos, así como el labio inferior. A las horas enteras daría los pasos que
corresponden a la hora, uno por cada una.

Pato de Vaucanson
Según P. Labat, el general de Gennes construyó en 1688 un pavo real que caminaba y comía. Este ingenio
pudo servir de inspiración a Jacques de Vaucanson (1709-1782) para construir su increíble pato mecánico
que fue la admiración de toda Europa. Según Sir David Breuster en un escrito de 1868, describe este pato
diciendo que es "la pieza mecánica más maravillosa que se haya hecho". El pato alargaba su cuello para
tomar el grano de la mano y luego lo tragaba y lo digería. Podía beber, chapotear y graznar, y también
imitaba los gestos que hace un pato cuando traga con precipitación. Los alimentos los digería por disolución
y se conducía por unos tubos hacia el ano, donde había un esfínter que permitía evacuarlos.

Muñecos de la familia Droz


Autómatas construidos por la familia Jaquet-Droz, a tres de ellos que están expuestos en el Musée d’Art et
d’Histoire de Neuchâtel, Suiza . A este trío de muñecos mecánicos, que hasta el día de hoy siguen en
funcionamiento, se les conoce individualmente como la pianista, el dibujante y el escritor, y fueron
construidos entre 1768 y 1774 por Pierre Jaquet-Droz.

✓ La pianista:
Es un autómata en forma de mujer que toca un órgano, construido especialmente para adaptarse a él. El
órgano es verdadero, y cuando el autómata oprime las teclas con sus dedos, el órgano produce las melodías
que se programaron en el muñeco. Con sus más de 2000 piezas, La pianista puede dirigir la mirada hacia
las teclas de su instrumento, mecer el cuerpo mientras toca, mover el pecho como si respirara e inclinar la
cabeza a modo de reverencia cuando finaliza una pieza.

✓ El dibujante

Que tiene la forma de un niño sentado en un pupitre al lado del comedor, está construido con unas 2000
piezas y puede realizar cuatro dibujos distintos: un retrato de Luis XV, una pareja real (se cree que se trata
de Luis XVI y Ma Antonieta) , un perro con la frase Mon toutou (‘mi perro’) escrita a un lado, y
a Cupido subido a una carroza tirada por una mariposa; pasando por todos los pasos del dibujo académico.
✓ El escritor

Es el más complejo de los tres autómatas, con más de 6000 piezas ensambladas durante seis años, su
diseño es la evolución de un autómata anterior construido por los Maillardet, también con forma de niño,
y que podía escribir en inglés y francés, así como realizar algunos dibujos. La versión de Jaquet-Droz puede
escribir con una pluma gracias a una rueda integrada en su mecanismo interno donde se seleccionaban los
caracteres uno a uno, pudiendo escribir así textos cortos, de unas cuarenta palabras de longitud. Este
autómata moja la pluma en la tinta de vez de cuando, escurre el sobrante para no manchar el papel, levanta
la pluma como si estuviera pensando y sigue la pluma con la mirada mientras escribe y mientras recarga la
tinta.

✓ Hiladora giratoria de Hargreaves


La máquina de hilado de James Hargreaves o también llamada Hiladora Jenny, fue un invento trascendental
en el que la velocidad de hilar se multiplicó gracias a nuevos e innovadores mecanismos.
La máquina mencionada, fue creada por James Hargreaves, un inventor y tejedor inglés de clase obrera.
Nació en Stanhill, un pequeño pueblo de la región de Lancashire. En 1766, debido a la demanda de hilo y
su observación de las máquinas de hilar de la época, tuvo la idea de crear una nueva máquina que patentó
cuatro años después.
La máquina está hecha de madera y consiste en un simple mecanismo con una rueda de hilar más grande,
unos carretes de más capacidad y un segmento que se balancea de un lado a otro entre los carretes.
La repercusión de este invento fue enorme, junto con el motor de vapor de Watt, se considera el inicio de
la revolución industrial en el mundo y en Inglaterra. Fue tanto el impacto, que se realizaron manifestaciones
en contra de la máquina por el temor de los obreros a perder su puesto de trabajo.

✓ Hiladora mecánica de Crompton

En 1779 Samuel Crompton inventó la máquina hiladora mula (se llamaba así porque al igual que una mula,
es la cruza entre un caballo y una burra, esta máquina era una fusión entre la hiladora jenny de Hargreaves
y la hiladora de marco giratorio movido por agua de Arkwright). Esta máquina tenía los husos inclinados
sobre un carro móvil y estiraba la mecha de fibra de algodón. Mientras el carro se movía hacia afuera, los
husos rotaban y la mecha se iba torciendo hasta detenerse su abastecimiento cuando el carro llegaba a su
punto final. Luego, al volver el carro hacia adentro, el hilo se estiraba aún más hasta obtenerse la torsión
óptima y se enrollaba en carretes de la misma manera que en la hiladora jenny. En un principio, estaba
accionada por animales y a partir de 1792 comenzó a ser impulsada por molinos de agua. La hiladora mula
producía hilos más finos y fuertes que las otras máquinas, los cuales servían para cualquier tipo de telas.
Primero fue utilizada para hilar fibras de algodón y más adelante comenzó a ser usada con otras fibras.
Aunque su inventor fue Crompton, no pudo patentarla, por lo que vendió los derechos a David Dale, quien
sí pudo patentarla y obtener grandes ganancias de ella.
✓ Telar mecánico de Cartwright

El industrial e inventor británico Edmund Cartwright nació en Marnham el 24 de abril de 1743. Hijo de un
terrateniente, estudió en la Universidad de Oxford, se ordenó sacerdote anglicano y en 1786 fue nombrado
canónigo de la Catedral de Lincoln, puesto que ocuparía hasta su muerte. Se convirtió en miembro del
Magdalen College, en el que se forjó un nombre por sí mismo como poeta y crítico literario.
Pero a nosotros nos interesa Cartwrihgt por su faceta de ingeniero e inventor. En 1784, visitó las hilanderías
de Richard Arkwright, y se interesó por los nuevos métodos en la fabricación de tejidos.
Inspirado por lo que vio, diseñó un telar mecánico más rápido y eficaz que los existentes. La máquina fue
patentada en 1785, aunque los defectos de diseño la hacían prácticamente inservible.
Dos años más tarde construyó una versión mejorada en Doncaster. Cartwright incorporó una manivela de
ruedas excéntricas que accionaba los listones de forma separada; un dispositivo para detener el telar
cuando una lanzadera no entraba en su caja correspondiente, mecanismos que impedían que la lanzadera
rebotase al chocar con el fondo de la caja y un sistema que estiraba la tela de forma automática.

✓ Telar de Jacquard

El telar de Jacquard es un telar mecánico y automático inventado por Joseph Marie Jacquard, en 1801. El
instrumento utilizaba tarjetas perforadas para conseguir tejer patrones en la tela, permitiendo que hasta
los usuarios más inexpertos pudieran elaborar complejos diseños.
El sistema de tarjetas perforadas es el más importante antecedente de la generación de “bancos de datos”
con lenguaje binario y uno de los antecedentes más antiguos de la computación.
Cada tarjeta perforada correspondía a una línea del diseño, y su colocación junto con otras tarjetas
determinaba el patrón (ligamento/armura) con el que el telar tejería. Cada agujero de la tarjeta se
correspondía con un gancho “Bolus”, que tenía dos posiciones, pudiendo estar arriba o abajo. Utilizando la
imagen de arriba como ejemplo podemos ver que el lugar donde se ve el hilo verde es el sitio donde las
tarjetas han determinado que el hilo rojo debía pasar por debajo. El hilo Rojo es colocado en posición
vertical mientras que el hilo verde atraviesa horizontalmente, creando así el entramado.
El diseño de las tarjetas podía llegar a ser muy complejo pero una vez logrado era utilizado para conseguir
una producción en serie. A pesar del impacto comercial del telar de Jacquard, que permitió que un sólo
hombre realizara el trabajo de varios, el hecho ocasionó el temor de la pérdida de empleos de los obreros
textiles y generó varías protestas, incluso se produjo la quema pública de uno de los telares.

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