Está en la página 1de 15

IV CONGRESO NACIONAL DE INVESTIGACIONES EN ANTROPOLOGÍA

del 1 al 6 de agosto de 2005

Resultados preliminares de una mega zonificación socioeconómica y


cultural de la Amazonía Peruana: metodología, implicaciones y producción
de información para la toma de decisiones

Alfredo García Altamirano1

1. Introducción

El presente trabajo se ubica dentro del campo de la antropología aplicada, allí


donde la producción de conocimientos está orientada o asociada con
determinados propósitos y fines prácticos previamente definidos. En el Perú la
antropología aplicada ha estado estrechamente relacionada a políticas de
desarrollo públicas o planes de intervención institucionales, adquiriendo un
desarrollo institucionalizado en los años 60 y 70. Es sugestivo que esta
antropología aplicada buscó o pretendió una meta sumamente ambiciosa:
conducir los procesos de cambios. El caso que presentamos podría tener cierta
semejanza con este tipo de intencionalidades finales, tal como veremos más
adelante. En todo caso, nos permite reflexionar sobre los rumbos actuales que
tiene el empleo de conocimientos sociales dentro de estudios formalizados e
institucionalizados que tienen ciertos propósitos prácticos.

En el caso de los estudios de zonificación ecológico-económica, sus propósitos


prácticos se derivan de la lectura que de la realidad amazónica han venido
realizando organismos estatales de la cuenca amazónica, principalmente de los
países signatarios del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA). Un ejemplo
claro de este tipo de lectura fueron los planteamientos del BID/PNUD/TCA (1992)
que llamó la atención sobre los problemas generados por las políticas de

1
Correo electrónico: amgarcia@iiap.org.pe

1
desarrollo aplicadas en la cuenca amazónica, sin tomar en cuenta la
heterogeneidad de sus ambientes y la existencia de poblaciones locales allí. La
persistencia de patrones de extracción caótica de recursos naturales; de flujos
migratorios y proyectos de colonización espontáneos o dirigidos con diferentes
resultados económicos; y diversos conflictos socio ambientales, problemas de
contaminación y de calidad de vida de los habitantes entre otros factores, han
demandado desde hace mucho tiempo atrás la necesidad de un ordenamiento
territorial y de planificación del desarrollo en la Amazonía.

Una de las líneas de trabajo impulsadas por la Secretaría Pro Tempore del TCA
entre 1994-1997 correspondió a la formulación de una metodología común para el
desarrollo de estudios de zonificación ecológico-económica (ZEE) en países de la
cuenca amazónica. Tal como lo define la propuesta metodológica para estudios
ZEE del TCA el propósito práctico del mismo se orienta a servir de herramienta
para planes de ordenamiento territorial así como para establecer pautas para la
normalización de los procedimientos, la estandarización de la información
cartográfica y temática y de los sistemas de información geográfica (SIG)
utilizados en Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela, menos Brasil Brasil en tanto este
país formuló sus propias reglas normativas y técnicas para este tipo de estudios
de modo independiente.

Al respecto, existe al presente una importante cantidad de estudios ZEE


realizados en la Amazonía continental, en países signatarios del TCA, incluyendo
el caso peruano. Hasta fines del 2004 los estudios ZEE en el Perú carecían de un
marco político-normativo, hasta la aprobación del Reglamento ZEE mediante el
DS 087-2004-PCM del 23-12-04. Esta norma ha resuelto un importante vacío legal
que enfrentaban estudios ZEE desarrollados, en lo que concierne principalmente a
los mecanismos para que éstos sean aprobados y puedan servir de modo práctico
para proporcionar sustento técnico a la formulación de los planes de desarrollo y
de ordenamiento territorial, en el ámbito nacional, regional y local o contribuir a los
procesos de concertación entre los diferentes actores sociales sobre la ocupación
y uso adecuado del territorio.

2
En el contexto de una investigación formal con la cooperación internacional
finlandesa el Proyecto Diversidad Biológica de la Amazonía Peruana (BIODAMAZ)
del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) presentamos una
parte de los resultados preliminares de una mega zonificación socioeconómica y
cultural de la Amazonía Peruana. Este trabajo se orienta a proporcionar
información al gobierno central y gobiernos regionales, sobre su realidad
ambiental y socioeconómica, para la toma de decisiones respecto de
oportunidades de ordenamiento territorial y para la determinación de posibles
proyectos de desarrollo. Los resultados preliminares que presentamos implican
cuestionamientos a nivel metodológico, en tanto aspecto poco desarrollado en
estudios sociales que utilizan sistemas de información geográfica como medio de
expresión espacial de variables e indicadores socioeconómicos.

Agradezco el permiso brindando por el IIAP-BIODAMAZ para citar algunos mapas


que son producto de la referida investigación, dentro de la cual el autor participa
como especialista en ciencias sociales.

2. Ambito de estudio

Corresponde a la Amazonía peruana definida según criterio ecológico, que refleja


una combinación de indicadores de altitud, clima y vegetación producida por los
especialistas ambientales del IIAP-BIODAMAZ. Comprende 783 millones de Km2
y representa entre el 61% del territorio nacional según la estimaciones del área
SIG del IIAP. Otros cálculos realizados años anteriores indicaban que la Amazonía
comprendía el 50% de dicha superficie (Aramburú y Bedoya 2003), siendo la
diferencia el uso de otros criterios (político-administrativos) para determinar el
ámbito amazónico. Existen también diferencias entre los cálculos de la superficie
total del territorio nacional registradas por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y
el IIAP. Este ámbito comprende 5 y 9 regiones (departamentos) total y
parcialmente dentro de ella, respectivamente; 40 y 29 provincias total y

3
parcialmente dentro de ésta respectivamente y 233 y 154 distritos total o
parcialmente dentro ésta, respectivamente.

3. Incorporación de variables socioeconómicas en estudios ZEE

La propuesta metodológica TCA (1994;1997) para estudios ZEE señala los pasos
para obtener un mapa-síntesis de zonificación que reúne valores ambientales y
socioeconómicos. Los valores ambientales se sustentan en diversos mapas (y
estudios) temáticos resultantes en un mapa de zonificación ambiental. Los valores
socioeconómicos deben sustentarse en diversos mapas (y estudios) temáticos
resultantes en un mapa de zonificación socioeconómica. Sin embargo, se ha
reconocido que en las experiencias nacionales de zonificación desarrolladas entre
esos años, existía más afinidad y criterios metodológicos para la elaboración de
variables y mapas ambientales que respecto de variables y mapas
socioeconómicos (Brack 1997). En este último caso había más heterogeneidad de
las variables utilizadas en distintos estudios nacionales.

Pero aún incluso, en muchos casos, estos mapas (socioeconómicos) no se


llegaron a elaborar o no llegaron a ser utilizados para elaborar los mapas-síntesis.
Es decir, existían estudios técnicos (socioeconómicos) en textos y tablas, pero con
poco desarrollo de información procesada para la representación espacial de
dicha data mediante sistemas de información geográfica (SIG).

Al respecto la metodología TCA-ZEE sugirió como variables socioeconómicas a


tomarse en cuenta las siguientes: Aspectos Sociales (Población; Calidad de vida;
Equipamiento para servicios básicos incluyendo salud, educación, recreación,
culatura, comercio, bienestar publico; Aspectos Económicos (Tipo de Actividad
Económica y Equipamiento territorial para el mercadeo e intercambio); Uso actual

4
del Territorio (Clases de usos de la tierra; Tenencia de la Tierra: Tipo de tenencia y
Áreas bajo régimen especial -áreas protegidas).

Entre 1994 y 1997 cuando la propuesta metodológica ZEE-TCA se encontró en


proceso de formulación, se desarrollaron varias experiencias de zonificación
(Iberia Iñapari en 1994; Putumayo 1995; Iquitos – Nauta 1997; Bosques de
Producción Loreto 1997; Ordenamiento Territorial San Martín 1995; Aguaytía
1997).

Entre 1998-2003, con posterioridad a la estandarización de metodologías para


estudios ZEE según la propuesta TCA, se han desarrollado nuevas experiencias
en estudios de zonificación (Madre de Dios 1999-2001; Iquitos-Nauta 2000-2002;
Nanay 2002; Aguaytía 1997-2003; Abanico del Pastaza 2002). Algunos estudios
comprendieron ya toda la región Amazónica, en una aproximación macro en
caracterización ambiental (IIAP-BIODAMAZ 2001-2003) o para ordenamiento
forestal (INRENA 2001).

Son diversas las instituciones que ha promovido, participado o apoyado estudios


de zonificación en el país. En el país y para el área amazónica son dos las
principales instituciones con estudios realizados aplicando la metodología ZEE-
TCA: el IIAP y el Instituto Nacional de Desarrollo (INADE), éste último en el marco
de proyectos binacionales, con Bolivia (2001) y Ecuador (2001).

Entre 1997-2004 se desarrollaron varios estudios ZEE en la Amazonía Peruana


que incorporaron de una u otra forma las variables socioeconómicas sugeridas por
el TCA. En rigor, no existe aún una metodología específica que permita determinar
cuáles variables socioeconómicas deben ser consideradas en este tipo de
estudios y cómo reflejarlas en mapas temáticos. Asimismo, no existen
procedimientos específicos respecto de cómo integrar datos de diversos mapas
temáticos para generar una síntesis (en mapa) a modo de caracterización
socioeconómica y cultural de la Amazonía Peruana.

5
4. Ejercicios de representación espacial de variables socioeconómicas

Para el desarrollo de una macro zonificación socioeconómica y cultural de la


Amazonía Peruana identificamos los siguientes criterios y variables
socioeconómicos prioritarios: (1) proceso de ocupación humana según diversidad
cultural; (2) predominancia de la producción según frentes económicos; (3)
patrones de asentamiento poblacional según tipologías de centros poblados; y, (4)
uso actual de la tierra según áreas intervenidas (deforestadas). Estas variables,
reflejadas en mapas intermedios son insumos para la integración de sus datos en
un mapa-síntesis de caracterización socioeconómica. Para la elaboración de estos
mapas intermedios se propuso desarrollar estudios temáticos de base (y sus
correspondientes mapas) en los siguientes temas: (a) centros poblados e
infraestructura; (b) derechos de tierras y sobre otros recursos naturales; (c)
proyectos de desarrollo implementados en la región; (d) uso de la tierra y
conflictos socio-ambientales. Respecto de estas variables, representamos los
resultados de representación espacial de algunos de ellos.

En el caso de la variable patrones de asentamiento poblacional según tipologías


de centros poblados, para su representación espacial tomamos en cuenta una
división de la Amazonía según selva alta (más o menos desde los 2,000 hasta los
500 msnm) y selva baja (espacios ubicados a menos de 500 msnm). Conviene
destacar que la población en la Amazonía peruana en general pasó a representar
en 1993 cerca al 10% de la población nacional, respecto de un peso relativo de
7.5% en 1981 (Aramburú y Bedoya 2003). El INEI, considerando la distribución de
la población por regiones naturales, reportó en 1993 que en la selva peruana se
concentraba el 12,8% de la población nacional, contando 2,7 millones de
habitantes. Haciendo una relectura de los registros censales, a partir de datos
digitales del censo de 1993 y mediante el mapa digital de centros poblados del
INEI 2002, encontramos 1,3 millones de habitantes en selva baja y 1,4 millones de
habitantes en selva alta. Esto, como veremos más adelante, está asociado a otros
factores. En todo caso, refleja lo que ocurría poco más de una década atrás.

6
Asimismo, encontramos que la selva alta concentra mayor número relativo de
centros poblados tanto urbanos como rurales; sin embargo, la mayor parte de la
población urbana de la Amazonia peruana no se encuentra en la selva alta, como
podría esperarse, sino en la selva baja (57.8%).

En el caso de la variable proceso de ocupación humana según diversidad,


tomamos en cuenta una perspectiva histórica para su representación espacial.
Además, debido a que ésta representación concierne principalmente a espacios
rurales (los espacios urbanos son ‘muy pequeños’ para representar espacialmente
su propia diversidad cultural), hemos tomado una tipificación de grandes
conglomerados socioculturales (indígenas, ribereños y colonos) basado en Chirif
(s/f) y que hace conexión con otros análisis del tema desarrollados por Uriarte
(1975), Chirif y Mora (1977) y Mora y Zarzar (1997).

Una de estas tipologías, desarrolladas por Moore (1996) destaca la diversidad


cultural de pueblos indígenas en relación a los efectos producidos en éstas por
factores externos, que permite presentar la importante diferencia a tomar en
cuenta sobre pueblos indígenas aislados respecto de otras condiciones como
comunidades nativas y ribereñas articuladas a la sociedad y economía nacionales.
Esta tipología puede contener otro tipo de arreglos, como el enfoque de
sociedades bosquecinas (Gasché Com. Pers. 2004), que tiende a privilegiar
similtudes existentes respecto de patrones socioculturales entre indígenas y
ribereños antes que remarcar ciertas diferencias entre estos tipos de
conglomerados humanos, como lo hacen, en cierta forma, Moore (1996) y Chirif
(s/f).

El mapa resultante refleja una combinación de estas distintas aproximaciones,


destacando: (a) las áreas de pueblos indígenas aislados distintas de (b) las áreas
de comunidades nativas y ribereñas articuladas a la economía de mercado; y (c)
las áreas conformadas por población principalmente migrante (colona). La
representación espacial privilegia la mayor frecuencia o presencia de centros

7
poblados y/o asentamientos de población de comunidades nativas-ribereñas o de
colonos en determinados espacios geográficos, sin que ello excluya que dentro de
una gran area categorizada como ‘indigena-ribereña’, no existan poblaciones
colonas. Viceversa, que en áreas tipificadas como de presencia cultural
predominante colona, no existan comunidades indígenas amazónicas.

Un aspecto que igualmente salta a la vista, cuando se cruza la información relativa


a la infraestructura vial y productiva con los patrones de distribución geográfica de
centros poblados y de áreas de diversidad cultural es que, las vías de
comunicación terrestres en su gran mayoría se concentran en zonas de selva alta.
De otro lado, que la mayor parte de la infraestructura educativa y de salud se
concentra en las áreas de colonización reciente. Por ejemplo, el 63% de las postas
sanitarias y centros de salud y el 80% de los hospitales se ubican en estas últimas
áreas. Revelándose así la importancia y peso social y político que las poblaciones
migrantes ejercen respecto de la distribución de la inversión pública en la
Amazonía.

La variable derechos de tierras y sobre otros recursos naturales representa un


importante y firme indicador socioeconómico. En el análisis de los derechos de
propiedad y/o uso de la tierra y otros recursos naturales, se combinan los aspectos
relativos a la normatividad y los derechos formalmente otorgados por el Estado.
Distinguimos tres tipos de derechos: A. Sobre tierras; b. Sobre Otros Recursos
Naturales Renovables; y, c. Sobre Recursos Naturales No renovables. Esta
diferenciación guarda estrecha relación con el tipo de ordenamiento jurídico
nacional existente sobre dichos recursos. El ordenamiento jurídico parte del
principio constitucional de que la propiedad de las tierras, bosques, aguas y
demás recursos naturales son patrimonio de la Nación, el cual, mediante leyes
específicas señala las condiciones de su uso o para ser adquiridas en propiedad.
Sin embargo, este mismo ordenamiento jurídico se ha desarrollado de tal forma
que existen normatividades sectoriales que de modo separado e independiente,
regulan la propiedad y/o el uso de las tierras superficiales; del vuelo forestal

8
encima del suelo; y, finalmente, de las sustancias minerales del subsuelo. Como
resultado de ello, más de un sector público tiene competencias normativas y
otorga derechos en un mismo espacio (Solano 2000).

La legislación sobre derechos de tierras para comunidades nativas data de 1974


(Ley de Comunidades Nativas y de Desarrollo Agrario de las Regiones de Selva y
Ceja de Selva - Decreto Ley 20653 sustituida posteriormente por el DL 22175 de
mayo de 1978. Hasta 1993 de un total de 1,400 comunidades nativas estimadas, se
habían reconocido legalmente a 1,297 y una menor cantidad de ellas tenían sus
tierras tituladas (1038) (Aroca 2000). Luego, con datos hasta 1995 el
GEF/PNUD/UNOPS (1996) estimó que en total se habían demarcado 6,7 millones
de has de tierras para comunidades nativas. De ese techo, 3,5 millones de has
habían sido tituladas y 1,9 millones de has habían sido cedidas en cesión en uso,
en virtud de la adecuación de la ley de comunidades en 1978 a la legislación
forestal que suprimió la titulación de tierras clasificadas de capacidad de uso
mayor forestal. Los 6,7 millones de has demarcadas no incluyen áreas de pueblos
indígenas en aislamiento.

El régimen de concesiones forestales se ha implementado recientemente en


aplicación de una nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley 27308 de julio del
2000). Entre los años 2001-2002 el Instituto de Recursos Naturales (INRENA)
estableció Bosques de Producción Permanente en una superficie de 24 millones
de has de tierras. Asimismo, ha aprobado entre los años 2003-2004 un total de
1147 concesiones forestales, en una superficie total de 7,3 millones de has en las
zonas de selva de Huanuco, Loreto, Madre de Dios, San Martín y Ucayali. Esto
considerando solamente datos para concesiones forestales maderables; es decir,
sin incluir otros tipos de concesiones forestales (no maderables; para investigación
o turísticas).

De otro lado, a fines del 2004, las áreas naturales protegidas comprenden 14,7
millones de tierras, de los cuales 9, 6 millones ha representan categorías

9
definitivas y 5 millones a categorías transitorias (Zonas Reservadas) en proceso
de categorización.

Las áreas con derechos mineros metálicos comprendían en el 2004 alrededor de


700 mil ha. de tierras y las concesiones minerales no metálicas sumaban 29,5
miles de ha. Los derechos para exploración y/o explotación de hidrocarburos
comprendían 4,6 millones de ha.

En el tratamiento de la variable proyectos de desarrollo implementados en la


región, nos limitamos a algunos de los más importantes de éstos: los proyectos
especiales de selva (PES) a cargo del INADE; el programa de desarrollo
alternativo de DEVIDA y el plan binacional Perú-Ecuador. Otros proyectos como
los programas de compensación social (FONCODES por ejemplo) por extenderse
de modo amplio en toda la región amazónica, no aportan datos significativos para
una lectura del impacto de estos proyectos, como sí pueden ser los dos primeros
casos, por su mayor antigüedad. De otro lado, el plan binacional Perú-Ecuador
esta en proceso de implementación y aún no muestra los efectos (positivos;
negativos) que pudieran evaluarse.

La distribución geográfica de los PES-INADE indica que la mayor parte de los


mismos se ubican en la selva alta y se traslapan de alguna manera con el actual
ámbito del programa de desarrollo alternativo de DEVIDA. Los PES se
desarrollaron desde los años 80 y tuvieron especial impulso por los gobiernos de
Fernando Belaúnde. Uno de los principales rubros de atención de estos proyectos
se dirigió a obras de infraestructura vial, en particular la correspondiente a la
carretera marginal de la selva. Otro aspecto que destaca de la revisión de
literatura, es la conexión importante a nivel de objetivos de los PES-INADE con el
fomento de la colonización (espontánea; semidirigida; dirigida) (Martínez 1976;
Salazar 1984). Por lo mismo, casos emblemáticos de estos diversos tipos de
colonizaciones se incluyeron en la representación gráfica del universo geográfico

10
de los principales proyectos de desarrollo implementados desde los años 80 al
presente.

En la aproximación a la variable predominancia de la producción según frentes


económicos, esta toma en cuenta se basa en la conceptualización sobre ‘frentes’ y
‘fronteras’ económicas, desarrollado particularmente por Santos (1991) que aluden
a fenómenos característicos de la expansión de una economía de mercado en
territorios no vinculados o vinculados débilmente a su esfera respecto de aquellos
que quedan fuera de ésta. Este es el caso de los territorios de pueblos indígenas
aislados.

Dicho autor distingue frentes extractivos de frentes productivos. Los primeros


están estrechamente asociados a los ciclos o auges de extracción de determinado
recurso (cascarilla, caucho, balata, madera, petróleo, etc.) y una de sus
características es su alta movilidad y dificultades para fijar de modo permanente
población en los territorios ocupados temporalmente. En cambio, los frentes
productivos están estrechamente asociados con los procesos de colonización
agropecuaria, en tanto tienden a fijar la población en el lugar creando fronteras
demográficas mas estables.

De modo específico, el análisis de frentes económicos para el largo período 1870-


1980 realizado por Santos (1991) reconstruyó la evolución y dinámicas de los
frentes extractivos y productivos considerando como un criterio diferenciador
geográfico la división de la Amazonía peruana en selva alta y selva baja. Se
sistematizó y procesó información para 8 espacios subregionales: Loreto, Ucayali,
Madre de Dios; Jaen-Bagua-San Ignacio; Centro y Bajo Huallaga (selva baja); y
Alto Huallaga; Chanchamayo-Satipo-Oxapampa; Apurímac; La Convención y
Tambopata (selva alta).

11
En la aproximación a los frentes productivos y extractivos actuales, nos basamos
esencialmente en el mapa de derechos de tierras y sobre otros recursos naturales.
Aunque existe una diferencia entre el derecho formal y la zona de extracción,
existe igualmente una estrecha relación, particularmente para los derechos
mineros e hidrocarburos.

Además de los frentes económicos extractivos y productivos existen espacios


como las áreas naturales protegidas que no están comprendidos dentro de los
alcances de éstos, en tanto en ellos no se realiza formalmente actividades de
carácter comercial o teóricamente se excluye tal posibilidad. Sin embargo, en la
práctica misma, algunas áreas protegidas como la Reserva Nacional Pacaya
Samiria o el recientemente delimitado Parque Nacional Alto Purús, son sitios de
extracción de caoba ilegal.

Esto nos conecta con los conflictos socioambientales, parte de los cuales emergen
del complejo panorama de derechos legales sobre tierras, bosques y sustancias
minerales antes reseñado. Un ejemplo de la utilización de los sistemas de
información geográfica para analizar este tipo de conflictos socioambientales
permitió identificar casos de concesiones mineras que se encuentran parcial o
totalmente dentro de áreas tituladas de comunidades nativas; concesiones
forestales maderables dentro de áreas territoriales de pueblos indígenas aislados;
comunidades nativas tituladas atravesadas por el Oleoducto Norperuano en una
área que presenta situaciones de salud críticas por contaminación ambiental.
Existen otros casos de conflictos socioambientales pero destacamos solamente
aquí algunos de los más saltantes.

5. Conclusiones

Los resultados preliminares examinados anteriormente ilustran una parte


sustantiva del estado del arte en la incorporación de variables socioeconómicas
dentro de estudios de zonificación y, específicamente, la representación gráfica de
variables socioeconómicas y culturales que se pretenden emplear para la

12
producción de un mapa-síntesis de caracterización socioeconómica. Este proceso
aguarda una mayor reflexión metodológica a fin de evitar lo inevitable que ocurre
en las sistematizaciones: la simplificación de una diversidad de datos temáticos en
una sola representación espacial que debe resaltar algunos ingredientes, siendo
inevitable que otros queden poco o nada representados
.
Los resultados preliminares antes analizados nos indican que a pesar de las
limitaciones de disponibilidad y/o acceso de información socioeconómica
apropiada, es posible que determinados indicadores seleccionados puedan ser
llevados a su representación espacial mediante sistemas de información
geográfica. Pero asimismo señala algunas limitaciones o problemas que se suelen
presentar para la representación espacial de procesos socioeconómicos y
culturales, los cuales por su naturaleza son dinámicos y cambiantes. Los mapas
tienden a ser una especie de fotografías, fijando o introduciendo un corte temporal.

Otra condicionante para el empleo de datos socioeconómicos es que, para el caso


de información cuantitativa, de carácter estadístico, esta se encuentra agrupada
por unidades político-administrativas (distritos; provincias) que no se corresponden
con otros criterios de análisis espacial, por ejemplo, la división natural por selva
alta/selva baja o áreas de diversidad cultural.

Si bien se asume que los estudios ZEE deben ser dinámicos y reflejar la realidad
cambiante a nivel ambiental y socioeconómico, su actualización periódica no
parece ser aún lo suficiente organizada como para garantizar una
retroalimentación periódica de datos que permita dicha actualización.

Bibliografía citada

AROCA, JAVIER
2000 Situación de las Tierras y Territorios de las Comunidades Nativas en la
Amazonía Peruana. Lima, Defensoría del Pueblo, Serie Documentos de Trabajo
Nº1

13
ARAMBURU, CARLOS E y EDUARDO BEDOYA.
2003 Amazonia: procesos demográficos y ambientales. Lima, CIES.

BID/PNUD/TCA
1992. “Amazonía sin Mitos”. Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio
Ambiente. Washington, D.C.

BRACK EGG ANTONIO


1997. “Zonificación Ecológica-Económica, Biodiversidad y Desarrollo Sostenible
en la Amazonía”. En: Propuestas Metodológicas para la Zonificación Ecológica -
Económica para la Amazonía. Memorias del Seminario Taller Santafé de Bogota –
Colombia 9-12, Diciembre, 1996. Pp 139-144. Lima, TCA.

CHIRIF, ALBERTO.
S/f. Patrones Culturales en la Amazonía Peruana. Manuscrito.

CHIRIF, ALBERTO Y CARLOS MORA


1975. “Ocupación territorial de la Amazonía y marginación de la población Nativa”.
En: Amazonía Indígena 35 (2).

GEF/PNUD/UNOPS
1996. “Amazonía Peruana, Comunidades Indígenas, Conocimientos y Tierras
Tituladas”: Atlas y Base de Datos. Lima.

MARTINEZ, HECTOR.
1976. “Las colonizaciones selváticas dirigidas en el Perú. Antecedentes, actualidad
y perspectivas. Lima, CEDEP, mimeo.

MOORE, THOMAS
1996. “La Situación de los Pueblos Indígenas de la Selva Peruana Frente a la
Prospección/Explotación de Hidrocarburos y Recursos Minerales en sus
Territorios”. Lima, Informe para la Organización Internacional del Trabajo, Proyecto
Perú: Pueblos Indígenas de la Amazonía Peruana y Desarrollo Sostenible. Ms.

MORA, CARLOS y ALONSO ZARZAR


1997 “Comunidades Nativas en la Amazonía Peruana” Comunidades Indígenas
en la Amazonía Peruana”. En: Amazonía Peruana, Comunidades Indígenas,
Conocimientos y Tierras Tituladas: Atlas y Base de Datos. Lima, Proyecto
GEF/PNUD/UNOPS: 1-27.

SALAZAR, A.
1984 “Los Proyectos especiales de desarrollo en la selva alta”. En: Población y
Colonización en la Alta Amazonía Peruana, Lima, CNP/CIPA: 245-274.

14
SANTOS, FERNANDO.
1991 “Frentes económicos, espacios regionales y fronteras capitalistas en la
amazonía”, en F. Barclay, et al ; op. Cit.

SOLANO, PEDRO
2000. Ordenamiento territorial en el Perú: Alcances legales, alternativas y
perspectivas para la selva y ceja de selva. Lima, AECI / SPDA / Gobierno Regional
Loreto.

TCA (TRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA)


1994 Zonificación ecológica-económica: instrumento para la conservación y el
desarrollo sostenible de los recursos de la Amazonía. Lima, Secretaria Pro
Tempore.
1997 Propuesta Metodológica para la Zonificación Ecológico Económica para la
Amazonía. Memorias del Seminario-Taller Santa Fe de Bogotá, Colombia, 9-12
Diciembre 1996. TCA.

URIARTE, LUIS.
1975. “Poblaciones nativas de la Amazonía Peruana”. En: Amazonía Peruana.
Lima, CAAAP. Nro 1. pp. 09-58

15

También podría gustarte