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Tesis: La pena de muerte no debe ser re legalizada en Chile.

La pena de muerte consiste básicamente en asesinar a un individuo acusado de un delito


grave; está forma de castigo ha sido aplicada durante el transcurso de toda la historia
universal, incluso en la biblia se hace alusión a ella en el polémico versículo "Ojo por ojo,
diente por diente, mano por mano, pie por pie" (Éxodo 21:24) Esto quiere decir, ¿vida por
vida?
En nuestro país este castigo se aplico desde los tiempos de la conquista en adelante; se
ocuparon métodos como la horca, la hoguera y el empalamiento, pero el más usado fue el
fusilamiento. Durante toda la historia del código penal (1874) esta sentencia fue aplicada 57
veces a crímenes como robo con homicidio ( primer caso, 1890), homicidio con violación,
homicidio calificado, asalto con homicidio y homicidio con incendio, los últimos fusilamientos
fueron en 1985 bajo la sombra del ordenamiento jurídico.
En Chile la pena de muerte fue derogada en 2001 por Ley Nº 19.734, que modificó
diversas leyes y normativas (entre ellas, el Código Penal, la Ley de Seguridad del Estado y
el Código de Justicia Militar), reemplazando la pena capital con la de presidio perpetuo
calificado. El Código Penal establece, en su artículo 32 bis regla 1ª, que aquel condenado
por esta última pena no podrá optar a la libertad condicional sino una vez transcurridos 40
años de privación de libertad efectiva.1
En el caso de la Justicia Militar, la pena de muerte se mantiene para los tiempos de guerra.2
También se contempla en la Constitución en su Artículo 19, número 1, que indica que la
pena de muerte sólo podrá establecerse por delito contemplado en ley aprobada con
quórum calificado. La Constitución Política de Chile, en su articulado transitorio Primero,
mantuvo vigente las disposiciones anteriores a ella que se referían a la pena de muerte,
hasta la dictación de las leyes de quorúm calificado que nunca hasta la derogación de la
pena de muerte se dictaron.
Tras la indignación pública que provocó el asesinato del cabo segundo de
Carabineros, Cristián Martínez, mientras el efectivo policial intentaba proteger un
supermercado de los saqueos y disturbios la noche del 11 de septiembre pasado, un
grupo de parlamentarios de la UDI plantearon la necesidad de endurecer las penas
por agresión a la policía, incluyendo el restablecimiento de la pena de muerte.
La medida fue propuesta por los diputados Gustavo Hasbún y Mónica Zalaquett, explicando
que “se trata de un proyecto de ley que busca aumentar drásticamente las penas para
aquellas personas que causen daño o muerte a Carabineros en servicio. Las sanciones
propuestas en la iniciativa legal van desde presidio perpetuo efectivo hasta la pena de
muerte”, indicó Radio Cooperativa.
Sin embargo, esta posibilidad estaría descartada jurídicamente debido a que Chile es país
signatario del Pacto de San José de Costa Rica desde 1969, bajo cuyas cláusulas no puede
restablecerse la pena capital una vez que esta haya sido abolida, lo cual ocurrió en 2001
bajo el gobierno del presidente Ricardo Lagos.
En efecto, el tratado establece en su artículo 4º que “No se restablecerá la pena de
muerte en los Estados que la han abolido”, materia que Chile confirmó en 1990,
cuando además aceptó la competencia de tribunales internacionales.
De hecho, otros países han enfrentado el mismo impedimento cuando crímenes
especialmente sangrientos hicieron reflotar la posibilidad de ejecutar a los condenados. Es
el caso de Guatemala, que en 2008 también contempló esta posibilidad.
“Esta Convención no es opcional. Por eso en su artículo 1 deja en claro que “Los países
signatarios se comprometen a cumplir los términos de este Pacto”. Es un compromiso. Se
trata de una violación gravísima a los términos de esta Convención y el caso puede terminar
en la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, explicaba en ese entonces Jair
Krischke, consejero y fundador del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de
Porto Alegre.
La misma discusión se gatilló en México donde, el mismo año, el subsecretario para
Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez
Robledo, ratificó al diario Informador la imposibilidad de que el país azteca pudiera
reimplantar la pena de muerte, tras abolirla en 2005.
Los expertos en Chile
Una opinión ambigua sin embargo es la que tiene Eugenio Evans, experto en derecho
constitucional de la PUC, quien en 2009 afirmó que, al existir aún la posibilidad de que Chile
aplique la pena de muerte en tiempos de guerra, como plantea el código de Justicia Militar,
se mantiene un resquicio jurídico bajo el cual volver a implementarla.
“Una vez eliminada la pena de muerte, su reposición expresa en la legislación podría
establecer algún tipo de pugna, eventualmente, con el Pacto de San José de Costa
Rica. El resquicio para ese caso sería que Chile siempre ha estado en incumplimiento
porque nunca ha terminado de derogar la pena de muerte”, indicó a Emol.
Totalmente contrario es el juicio del experto en derecho internacional, también de la PUC,
Hernán Salinas, para quien la abolición de la pena de muerte en delitos específicos, implica
que no puede volver a restablecerse para los mismos.
“Si bien en Chile no se encuentra abolida en su totalidad la pena de muerte, ya que
aún quedan delitos castigados con ella para el caso de algunas figuras del Código de
Justicia Militar, eso no implica que pueda ser repuesta respecto de delitos en los que
ya ha sido abolida”, afirmó.
“A mí me parece que ante una interpretación de acuerdo al objeto y fin del tratado, de
propender a la abolición de la pena de muerte y que ésta no pueda ser reimplantada, el
sostener que como no se ha abolido totalmente puede ser respuesta, no es correcto”,
concluyó Salinas.
Independiente de estas opiniones, si la investigación efectivamente confirma que el
autor de la muerte del cabo Martínez fue un menor de edad, la pena de muerte no
podría aplicarse de todas formas, ya que el mismo pacto de San José impide a sus
signatarios, en cualquier circunstancia, ejecutar a personas que al momento de
cometer un crimen tuvieran menos de 18 años.
A pesar de la abolición de la pena de muerte en numerosos países, al menos 23 siguieron
aplicando la pena capital en 2010, de los 58 en los que todavía es legal. Los informes más
recientes destacan que 25 países ejecutaron a personas encarceladas en 2008 y 19 en
2009.
La cifra de países abolicionistas ascendió el pasado año a 96, en una tendencia al alza
desde 1991. Entonces, solo 48 países habían abolido por ley este castigo.
De los países que siguen aplicando la pena de muerte, los que más hacen uso de este
castigo son Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Yemen.
China es el país donde más penas de muerte se ejecutan, según Amnistía Internacional.
A pesar de que las estadísticas sobre la pena de muerte se consideran secreto de estado y
desvelarlas podría conllevar una sanción penal, la ONG calcula que el país asiático ejecuta
a miles de personas cada año, cifra superior al conjunto de víctimas del resto de países
juntos.
Le sigue Irán, que ha ejecutado desde el comienzo de 2011, a 400 personas. Muchas de
estas condenas fueron ahorcamientos públicos. Además, la república islámica es la única
que contempla la pena de muerte para menores de edad. Desde 1990, al menos 47
menores han sido ejecutados por delitos que cometieron antes de cumplir los 18.
Además, en Sudán, Yemen y Arabia Saudí, Amnistía Internacional denuncia la existencia
de varios casos de menores condenados a pena de muerte pendientes de ser ejecutados
por no poder certificar su fecha de nacimiento.
Arabia Saudí es el tercer país que más recurre a la pena capital. En lo que va de año ha
ejecutado a 45 personas, más que en todo 2010, y se estima que hay unos 140
condenados esperando este castigo.
Los métodos más utilizados en 2010 para acabar con la vida de los presos fueron la
decapitación (Arabia Saudí), la electrocución (Estados Unidos), el ahorcamiento
(Bangladesh, Botsuana, Corea del Norte, Egipto, Irak, Irán, Japón, Malasia, Singapur, Siria
y Sudán), la inyección letal (China y Estados Unidos) y las armas de fuego (Autoridad
Nacional Palestina, Bahréin, Bielorrusia, China, Corea del Norte, Estados Unidos, Guinea
Ecuatorial, Somalia, Taiwán, Vietnam y Yemen).
La pena de muerte se aplica a delitos relacionados con las drogas o el adulterio
A pesar de que el derecho internacional especifica que los países que no hayan abolido la
pena de muerte solo pueden aplicarla para los delitos “más graves”, todavía en algunos
países se aplica este castigo a condenados por delitos no violentos como el narcotráfico,
las relaciones sexuales consentidas, la blasfemia, los delitos económicos o los políticos.
Estos últimos se aplican especialmente en Irán o China contra opositores políticos o para
influir en la opinión pública. De hecho, en China hay al menos 55 delitos punibles con la
pena de muerte.
Los delitos relacionados con las drogas también son una de las causas principales en
países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, China, Indonesia, Irán, Laos, Libia, Tailandia
o Yemen. La pena de muerte se aplica en Irán por la posesión de metanfetamina y en
Gambia por poseer más de 250 gramos de heroína o cocaína, según Amnistía
Internacional.
En 2010, más de la mitad de las penas de muerte impuestas en Malasia fueron por delitos
relacionados con las drogas y en Singapur las condenas a muerte destacan por este
motivo, sobre todo, a personas extranjeras. En Tailandia, de las 708 personas
condenadas a muerte en 2010, casi la mitad son culpables de delitos relacionados con los
estupefacientes.
En varios países también se castiga las relaciones sexuales consentidas por adultos como
el adulterio o la homosexualidad. En Irán se aplica la lapidación a penas por adulterio. En
2010, al menos diez mujeres y cuatro hombres estaban condenados a ser lapidados por
este motivo. Además, se está estudiando un proyecto de ley en Uganda para introducir la
pena de muerte porhomosexualidad.
Países donde aún es legal la pena de muerte:
Afganistán, Antigua y Barbuda, Arabia Saudí, Autoridad Palestina, Bahamas, Bahréin,
Bangladesh, Barbados, Belice, Bielorrusia, Botsuana, Comoras, Corea del Norte, Cuba,
Chad, China, Dominica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos de América,
Etiopía, Guatemala, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guyana, India, Indonesia, Irak, Irán,
Jamaica, Japón, Jordania, Kuwait, Lesoto, Líbano, Libia, Malasia, Mongolia, Nigeria, Omán,
Pakistán, Qatar, República Democrática del Congo, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y
las Granadinas, Santa Lucía, Sierra Leona, Singapur, Siria, Somalia, Sudán, Tailandia,
Taiwán, Trinidad y Tobago, Uganda, Vietnam, Yemen, Zimbabue.

1.- Nadie tiene derecho de quitar la vida, solo Dios.

2.- En un sistema jurídico, siempre hay ERRORES, y hay muchos inocentes en las cárceles que serían
ejecutados injustamente. <Imagina que tú eres madre o padre de un inocente condenado a
muerte.>

3.- Se les daría la libertad a los gobernadores y jefes de estado de eliminar a las personas que les
estorban, puesto que podrían matarlos "legalmente"

4.- Estadísticamente, y según algunos estudios, en los países en donde existe la pena de muerte no
han disminuido los secuestros, violaciones, etc. La pena de muerte no asusta a los delincuentes.

5.- En vez de un avance a la ley, sería un completo retroceso, ya que aproximadamente hace 2000
años se aplicaba la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente”. El ejemplo más simple, es el de
Jesús y los dos ladrones que fueron condenados a pena de muerte en esa época. En México y otros
países ya han abolido la pena de muerte porque no ha funcionado, y como ya mencioné, se
generaría un retroceso.

6.- La pena de muerte más que justicia es una VENGANZA, ya que el matar a alguien no hace que
recuperemos lo perdido, ya sea a algún ser querido, bienes materiales, o alguna otra especie de
daño que el imputado haya causado. No se puede hablar de defender los derechos humanos si uno
mismo los está violando.

7.- En países como México, hablar de la pena de muerte es sólo cosa de opinión, ya que esta fue
abolida irrevocablemente por la constitución, además de los Tratados Internacionales firmados en
donde ya no pueden volver a "insertar" la pena de muerte.

8.- Los políticos y demás personajes discuten que si la pena de muerte es un sistema VIABLE O NO
VIABLE, sin embargo el problema lo quieren resolver cuando los delitos YA SE HAN COMETIDO,
cuando la persona ya está siendo llevada a juicio, sin embargo su obligación ES VER LA MEJOR
MANERA DE PREVENIR LOS DELITOS Y NO ESTAR DISCUTIENDO SI MATAN O NO A LA GENTE.

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