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Su vida: Sócrates nace en un barrio

suburbano de Atenas, llamado de Alopeke en


el año 470 – 399 y muere el 399 a.C. tenía
70 años cumplidos. Hijo del escultor
Sofronisco y de Fenarete partera muy
conocida; esta familia era de recursos muy
modestos.

LA INVESTIGACIÓN SOCRÁTICA

El Método Socrático es ante todo interrogativo, y trata de descubrir las


contradicciones que el ser humano tiene acerca de su opinión, y sobre todo trata
de buscar la sinceridad y la honestidad en el saber, es excavar en lo íntimo del
individuo, en su esencia. El método tiene varios pasos:

La Ironía
La Mayéutica
La Inducción
La Definición
LA IRONÍA

La Ironía consiste en la profesión de la docta


ignorancia, es decir que el hombre debe
reconocer su propia ignorancia, y por eso
Sócrates adoptó aquel principio “CONÓCETE
A TI MISMO”, con esto realiza en cada
momento un examen exhaustivo de él mismo;
pero este conocimiento de la ignorancia es un
momento inicial y preparatorio, El conócete a
ti mismo era a inscripción de Delfos, una
advertencia dirigida al hombre, para incitarlo a
reconocer los límites de la naturaleza humana.

Siendo la Ironía la parte interrogativa para que el interlocutor reconozca y


exclame “YO SOLO SÉ QUE NADA SÉ”, y comprender que la profesión de
ignorante significa: Ningún hombre sabe nada verdaderamente, pero es sabio
únicamente quien sabe, no quien se figura saber o ignora así hasta su misma
ignorancia.

LA MAYÉUTICA

En la Mayéutica o arte de dar a luz con la ayuda del maestro a través de l


diálogo, el ser humano reacciona para encontrarse a sí mismo, y tener claridad
de todo, por eso Sócrates se cree partero de almas.

LA INDUCCIÓN
La Inducción socrática significa indagar “lo universal” en los actos virtuosos, con
lo cual se pretenden establecer los conceptos éticos, generales de la prudencia,
valentía, virtud, etc.

El saber socrático está dado por ese mundo interior que tiene el ser humano,
que se encuentra en estrecha relación con la liberación espiritual, la purificación
del alma, en sí, la virtud; la ciencia está unida a la ética, al conocimiento, a la
moral.

La ciencia tiene que tener un carácter universal, pues la experiencia sensible es


relativa a cada sujeto individual, y lo mudable no es ciencia; pues por eso es
importante encontrar la esencia, lo universal, lo inmutable, lo que hay en común
en las particularidades que representa la unidad de la especie.

Eso significa que la conciencia del sujeto, no es sólo particularidad relativa, sino
también la universalidad absoluta, allí que la búsqueda es la conquista más
apreciada del ser humano.

Lo universal significa entonces, la unidad de conceptos a través de la


multiplicidad de los sujetos y de la inteligencia; pero junto con esta unidad
subjetiva debe buscarse y lograrse también la objetiva, vale decir, la unidad del
concepto a través, de la multiplicidad de las cosas y de los hechos, ésta doble
unidad conjunta es lo que busca la ciencia.

LA DEFINICIÓN

Es encuadrar los conceptos singulares bajo los generales, decir que el


razonamiento inductivo se dirige a la definición del concepto, y el concepto
expresa la esencia o naturaleza de las cosas, por eso la inducción y la definición
conciernen al principio de la ciencia.

LA CIENCIA Y LA VIRTUD
En la filosofía socrática, encontramos íntimamente unida el criterio de la virtud
y el saber, pues piensa que el hombre mientras más perfecto y por lo tanto se
aleja del error, mientras que la ignorancia es la base de todo error y culpa de
todo de vivió.

Sócrates identifica la virtud con la sabiduría y a su vez con la felicidad, a esto le


llama EUDEMONISMO de tal manera que el sabio es virtuoso y feliz.

MUERTE DE SÓCRATES
Es acusado Sócrates por Melito que
representa a los poetas, Anito a los
políticos, y Licón a los oradores, de “que
era un malvado y un infame corrompe a los
jóvenes e indaga lo que pasa en los cielos y
en las entrañas de la tierra, no cree en los
dioses y que hace buenas la malas causas;
además creía en los demonios”.

Sócrates opinaba de la muerte de la


siguiente manera:

“Porque tememos a la muerte atenienses, no es otra cosa que creerse sabio


sin serlo, y creer reconocer lo que no se sabe, en efecto, nadie conoce la
muerte, ni se sabe si es el mayor de los bienes para el hombre; ¿no es una
ignorancia vergonzante creer conocer una cosa que no se la conoce?”

Sócrates tomó la cicuta y murió con dignidad y honor.

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