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52760
EXAMEN HISTÓRICO'
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
ESPAÑA.
Quid enim est melius, quam memoria rectè f'actonini, et übertäte
eontentum negligere humana ? Sed certe non succumbam succum-
bentibus, neo vincar ab iis qui se vinci volunt : experiarque, et ten-
taboomnia: neque desistam abstrahere à servitio civitiatcm nostram.
Si secuta fuerit, quae debet, fortuna, gaudebimus omnes ; si minus,
ego tamen gaudebo. Quibus enim potius hsec vita factis, aut cogita-
tionibus traducatur, quam iis quae pertinuerint ad liberandos civeis
meoe ?
Cicero, epist. ad Brutmn, liber singtil. Hi.
DE LA
REFORMA CONSTITUCIONAL
DESDE QUE
SE I N S T A L A R O N E N LA ISLA D E L E Ó N
POR
T O M O I. A o° ~
LONDRES :
EN LA I M P R E N T A D E C A R L O S WOOI) E H U O ,
1835.
-If
s
ERRATAS DE ESTE TOMO.
INTRODUCCIÓN :
Parte I . ..
— II. .. 24
C A P Í T U L O I.
Disolución de la Junta Central, y nombramiento del
Consejo de Regencia. Carácter de su administración.
Resistencia á convocar las Cortes, y ocurrencias que
al fin le obligaron á reunirías. Forma que se proponía
dar á este primer congreso la Junta central, y causas
que estorvaron que se pusiese en planta su proyecto
en una de sus partes 161
C A P Í T U L O II.
Elección de diputados en las provincias y de suplentes
en Cádiz. Instalación de las Cortes estraordinarias.
Examen de su primer decreto. Confirmación interina
de la Regencia. Resistencia del obispo de Orense á
prestar el juramento. Venida del duque de Orleans á
las Cortes para una conferencia, y razones por qué se
negaron á recibirle. Los diputados prometen no ad-
mitir empleo del gobierno hasta un año después de
concluidas sus funciones. Causas de esta resolución,
y efectos que produjo , 243
viii CONTENIDOS.
C A P Í T U L O III.
Pá .
K
CAPÍTULO IV.
C A P Í T U L O V.
Discusión de señoríos. Batalla de la Albuhera. Apro-
bación en las Cortes del estado mayor del ejército.
Negociación con Rusia. Origen de los nombres que
tomaron los partidos dentro y fuera de las Cortes 427
INTRODUCCIÓN.
P A R T E Г.
c 2
NOTA A.
'(P/igi?ia 12.)
" Guardar debe el pueblo á su rey sobre todas las cosas del
" mundo. C a l a guarda es como la llave que encierra é tiene
" guardadas todas estas cosas que avernos dichas, también las
" conscencias, como el amor, el temor é la honra. Ca pues el
" orne conosce la cosa, é entiende que es buena en sí
" E esta guarda que le han de fazer es en tres maneras. La
" primera de él mismo. La segunda de sí mismos. La
" tercera de los estraños. E la guarda que han de fazer á él
" de sí mismo es, que no le dejen fazer cosa á sabiendas por
" que pierda el ánima, nin que sea á mal estanza ó deshonra
" de su cuerpo, de su linage, ó á grand daño de su reino. E
" esta guarda ha de ser fecha en dos maneras. Primeramente
" por consejo, mostrándole é diziendole razones porqué lo non
" deba fazer. E la otra por obra, buscándole maneras por-
" qué gelo fagan aborrescer é dejar, de guisa que non venga
" á acabamiento, é aun embargando á aquellos que gelo
" consejasen á fazer, ca pues que ellos saben que el yerro ó la
" mal estanza que fiziere, peor le estaría que á otro orne :
" mucho les conviene que guarden que lo non faga. E
" guardándole de sí mismo de esta guisa que dijimos, saberle
" han guardar el ánima, é el cuerpo, mostrándose por buenos
" é por leales, queriendo que su Señor sea bueno é faga bien
" sus fechos. Onde aquellos que de estas cosas le pudiesen
" guardar, é non lo quisiesen fazer, dejándole errar á sabiendas
" é fazer mal su fazienda porqué oviese á caer en vergüenza
" de los ornes, farían traición conoscida. E si merescen
" aver grand pena los que de suso dijimos en las otras leyes,
" que enfamassen á su rey, non la deben aver menor aquellos
" que le pudieren guardar que non cayese en enfamamiento, é
" en daño, é non quisieron."—Ley 2 5 , tit. 13, part. 2.
PARTE II.
El duque de Alba.
INTRODUCCIÓN. 41
E 2
52 INTRODUCCIÓN.
* El maestro Feijoo.
INTRODUCCIÓN. 75
N O T A A.
{Página 24.)
N O T A B.
(Página 48.)
N O T A C.
{Página 58.)
La escasez de memorias nacionales de esta triste y desgra-
ciada época exige que se haga uso de todas las noticias que
puedan descubrir las verdaderas intenciones de los que en la
guerra de sucesión siguieron el partido llamado del archiduque.
Este partido no sostenía á aquel pretendiente solo porqué le
consideraba con mejor derecho á la corona, sino también, por-
qué le suponía mas dispuesto á remediar los males que afligían
á España, que un príncipe francés, que apenas subió al trono,
cuando adoptó máximas y principios de administración y g o -
bierno, que acabaron de aniquilar los derechos y libertades de
la nación. Que el archiduque, si hubiese salido victorioso
hubiera hecho lo mismo que su competidor, será mas ó menos
probable. Pero esta cuestión, de cualquier modo que se
NOTA С. 145
resuelva, no puede perjudicar a l objeto de esta nota : que es,
no el elogio de aquel pretendiente, sino hacer justicia, en
cuanto sea posible, á las miras ilustradas y patrióticas <le los
que sostuvieron, al mismo tiempo que sus derechos, la inde
pendencia y libertad de la nación. La obra del P . la Bastida,
citada anteriormente, es uno de los pocos monumentos histó
ricos que hasta el dia han sobrevivido á su época ; y de ella
se pueden sacar muchas luces para conocer lo que se propo
nían los que en Castilla sostuvieron á Carlos III de Austria;
pues en Aragón y Cataluña no ha quedado duda sobre sus ver
daderos designios. Este autor, en medio de la confusión y
mezcla que hace de nociones místicas, doctrinas ultramontanas
en punto á inmunidad eclesiástica, autoridad suprema de los
reyes, y otras ideas raras de política, que no deben estrenarse
en un escritor de aquella e r a , y sobre todo de su hábito; abraza
en su obra máximas y principios prácticos de gobierno dignos
de atención, así por la utilidad que hubieran producido entonces,
como porqué de ellos se puede inferir cuales eran las miras y
deseos del partido á que pertenecía. Siendo ya de edad avan
zada, poco espuesto por su profesión religiosa á apoyar refor
mas que escandalizasen, y sobre todo, habiendo conservado
siempre comunicación y trato estrecho con personas de dis
tinción y de influjo en todas las clases, se puede inferir que
sus planes y proyectos estaban, en mucha parte, conformes
con la opinión y juicio de muchos hombres de saber y luces
de aquel tiempo. Su misma confianza en publicarlos con su
nombre lo indica, pues en el prólogo al lector se espresa de
este modo : " El decir que podía ocultar mi nombre, es inde
" cente á mi hábito y á mi persona, porqué esto sale de dos
" raizes, ó de ser falso lo que se escribe, y el sugeto de pocas
" obligaciones, que habla lo que en público no se atreviera á
" mantener, ó porqué los peligros propios obligan á ocultarse el
" sugeto por la malignidad de los desordenados, que suelen
ТОМ. I. h
146 NOTA C.
NOTA D .
Página 63.
NOTA E.
(Página 80.)
BE
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
DE
ESPAÑA.
CAPÍTULO I .
DISOLUCIÓN D E LA J U N T A C E N T R A L , Y NOMBRAMIENTO D E L
CONSEJO D E R E G E N C I A . CARÁCTER D E SU A D M I N I S T R A -
CIÓN. RESISTENCIA k CONVOCAR LAS CORTES, Y OCU-
RRENCIAS QUE AL FIN LE OBLIGARON k REUNIRLAS.
FORMA QUE SE P R O P O N Í A D A R Á ESTE P R I M E R CONGRESO
LA J U N T A C E N T R A L , Y CAUSAS QUE ESTORV A RON QUE SE
P U S I E S E E N P L A N T A SU PROYECTO E N U N A D E SUS P A R T E S .
* Fernandez de León.
t Don Miguel de Lardizabal y Uribe.
166 EXAMEN HISTÓRICO DE LA [ C A P . I.
* Memoria, &c.
224 EXAMEN HISTÓRICO D E LA [ C A P . I.
N O T A A.
(Página 194.;
NOTA B.
(Página 201.;
NOTA C.
{Página 220.)
N O T A A.
(Página 293.)
N O T A B.
(Página 301.)
T O M . I. Y
322 EXAMEN HISTÓRICO DE LA [CAP. III.
N O T A A.
{Página 345.)
Son innumerables las pruebas que hay de esta aserción en
los archivos y oficinas dependientes del Consejo y ministerio
de Indias. La reserva y misterio con que proceden los
gobiernos absolutos, por mas ilustrados y celosos que sean sus
agentes, hace inútiles sus esfuerzos y sus miras. El mal
está en el principio, y mientras este no se corrija, en vano se
esperará el remedio de los males, por graves y reconocidos
que lleguen á ser. Sin publicidad en la administración, sin
responsabilidad en los funcionarios de todas clases, y sin
libertad de escribir y discutir sobre los intereses del estado,
era una quimera aspirar á otro éxito que el que tuvo la triste
y lamentable separación de la América. El escritor, tantas
veces citado, que siguió el partido del archiduque, hablando-
de los desórdenes de las Lidias en el Corolario 4 , del
tratado 2 , de su obra, dice entre otras cosas: " Pues la
" justicia y gobierno de aquellas partes, y fraudes de la»
" rentas reales, con todos los demás accidentes penosos que-
" padecemos en estos reinos, no se disminuyen en aquellos,
" como se debe tener por cierto, en consideración á que los
" que pasan á aquellas partes solo les lleva la codicia del oro,
" y no trabajando para sacarlo, han inventado trazas para
" traerlo á costa del sudor de los pobres, y de las Magestades.
" N o adelantemos mas este juicio, y dejemos algo al discurso.
376 NOTA A. [CAP. III.
том. i. 2 n
402 EXAMEN HISTÓRICO DE LA [CAP. IV.