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AMPARO
AMPARO
PROCESO DE AMPARO
1.1 CONCEPTO
La concepción del amparo como medio que «procure» la concretización del derecho
objetivo de la Constitución o, en su caso, como medio de tutela subjetiva de los derechos
ius-fundamentales de las partes involucradas en el proceso constitucional, se sustenta
en una «concepción» concreta de Constitución. Así, una Constitución entendida como
norma jurídica de eficacia directa y sustentada en el principio antropológico-cultural de
la dignidad humana, exige una estructuración procesal en el amparo, igualmente
valorativo, que sea dúctil y que procure la mayor eficacia del «derecho» y de los
«derechos» inscritos en la Constitución.
2. ANTECEDENTES
FALTAAAAAAA
Gerardo Eto Cruz1 señala: El Perú cuenta con un antecedente remoto: el amparo colonial,
que fue fruto de la antigua legislación novoandina que provino del derecho de indias y
que en México desde los años setenta también se han descubierto estos antiguos
antecedentes novoandinos provenientes del influjo ibérico. Sin embargo, una
delimitación más precisa y moderna en torno al amparo, se puede trazar en cuatro
periodos:
Los principios procesales dispuestos en el artículo III del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, son pautas hermenéuticas que van a permitir al operador
intérprete del amparo resolver cualquier aparente vacío en el régimen procesal, así como
orientar la interpretación de las normas procesales que haga el juzgador. Estos
principios procesales son:
d) El principio de inmediación,
Los derechos objeto de protección por el amparo en el Perú son aquellos derechos
fundamentales distintos a la libertad personal (tutelable por el hábeas corpus) y el
derecho de acceso a la información pública y a la autodeterminación informativa
(tutelables por el hábeas data). De este modo, desde una perspectiva comparada, nuestro
país ha adoptado un modelo de protección «amplia» de derechos fundamentales, en
tanto protege todos los derechos incorporados en la Constitución, frente a la tesis
«restrictiva» que brinda tutela solo a algunos de estos derechos fundamentales o la tesis
«amplísima» que extiende la protección a derechos ubicados incluso fuera del ámbito
constitucional. No obstante, esta inicial consideración, aparentemente clara de cuáles
son los derechos tutelables por el amparo, en la práctica el tema expresa conflictividad
pues la definición de cuándo estamos ante un derecho de contenido constitucional
directo, tal y como lo exige el artículo 5, inciso 1 de nuestro Código, es de difícil
apreciación. Ello se desprende del estudio efectuado del desarrollo jurisprudencial de
estos derechos y del modo como el Tribunal Constitucional ha concretado sus contenidos
constitucionales.
Las partes son los sujetos del proceso que pueden ser dos personas naturales, o una
natural y otra jurídica o dos entidades jurídicas. Esto lleva implícito la concepción
bilateral que presupone el amparo, en donde hay un sujeto agraviado y otra parte que
perpetra el acto lesivo.
a) La «persona natural», entendida como el ser humano afectado por el acto lesivo.
La persona física solo debe afirmar la titularidad del derecho fundamental que
considera lesionado, para convertirse en sujeto legitimado. Aquí, además, se
pueden distinguir cuatro supuestos: la persona directamente afectada, el
representante de la persona afectada, el apoderado, y la tercera persona
(procuración oficiosa, artículo 41 del C.P.Const.).
La «legitimación pasiva» está vinculada con la configuración del acto lesivo de quien
lo perpetra. En tal sentido, en el ordenamiento constitucional peruano dada la gran
amplitud de quien pueda realizar un acto lesivo, es que se comprende que puede ser
una trilogía expresada en autoridad, funcionario o persona. Problemática especial
es el conflicto vía el amparo entre personas particulares, hipótesis que sin embargo
ha sido ampliamente admitida por el TC peruano al recoger la tesis de la «eficacia
horizontal» de los derechos fundamentales.
3.5. LA COMPETENCIA
3.6. LA DEMANDA
4. CLASES DE AMPARO:
La Dra. Ana Cristina Neyra Zegarra señala que “En el caso del proceso de amparo, se pueden
identificar algunos supuestos específicos de procedencia que han tenido desarrollo legal y
jurisprudencial”. FALTA
Sobre la procedencia del amparo contra normas legales existen diversas tendencias
en el derecho comparado, lo que demuestra que estamos ante uno de los temas más
polémicos relacionados con el desarrollo de este proceso constitucional. La opción
asumida en cada país depende del contenido de sus normas constitucionales y
legales sobre el proceso de amparo, la posición que asuman sus respectivos
tribunales a través de la jurisprudencia constitucional y, quizá lo más importante, el
modelo de control constitucional de normas jurídicas establecido en cada país. En
materia de amparo contra normas legales se pueden identificar tres tesis. La
primera («tesis permisiva moderada») acepta el amparo contra los actos basados en
normas, pero no reconoce el amparo directo contra normas autoaplicativas. La
segunda («tesis permisiva amplia») permite el amparo en ambos supuestos. Una
tercera tesis, niega cualquier posibilidad de un control constitucional de normas a
través del amparo («tesis negativa»)
ALTA CUADRO
En el mismo sentido, la Ley N° 23506, Ley que regulaba los procesos de hábeas
corpus y amparo, parecía ceñir su aplicación a los actos de aplicación de normas
(como posibles actos lesivos), y no a las normas directamente.
Sin embargo, incluso durante la vigencia de dicha ley, la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional2 se encargó de distinguir dos tipos posibles de normas, para
FALTA CUADRO
Pese a los criterios jurisprudenciales, la versión original del artículo 3 del Código
Procesal Constitucional, empleó una fórmula similar al artículo 3 de la ya citada Ley
N° 23506, que parecía restringir su ámbito a los actos de aplicación de normas. Sin
embargo, incluso con dicha regulación legal, el Tribunal Constitucional mantuvo su
jurisprudencia en el sentido de que la demanda de amparo procedía contra
autoaplicativas, a la que calificó de encontrarse en alguno de los siguientes dos
supuestos3:
3
STC Exp. N° 4677-2004-PA/TC, FJ 4.
De igual manera, el artículo 6 inciso 3 de la Ley N° 23506, Ley que regulaba la ley de
hábeas corpus y amparo, reitera lo previsto en la Constitución.
En la misma línea, la Ley N° 23506, ley que regulaba el hábeas corpus y amparo, tampoco
regulaba la mencionada materia.
estimó que la naturaleza jurisdiccional del arbitraje, así como el carácter disponible de
la materia sometida a esa jurisdicción, derivaba en que la intervención de la jurisdicción
ordinaria no fuera ejercida sino hasta que el laudo arbitral haya firme o se hayan agotado
las vías previas.
Ana Cristina Neyra Zegarra refiere: De una interpretación literal de los artículos 142 y
181 de la Constitución vigente, parecería derivarse la improcedencia de cualquier tipo
de solicitud o medio impugnatorio contra una resolución del Jurado Nacional de
Elecciones, en materia electoral.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha precisado que dicho criterio solo puede
considerarse como válido, en tanto y en cuanto se trate de funciones compatibles con el
cuadro de valores materiales reconocido por la misma Constitución, por lo que si la
función electoral se ejerce de una forma que resulte intolerable para la vigencia de los
derechos fundamentales, procede, de manera legítima, el amparo.
Posteriormente a ello, se aprobó una modificatoria del artículo 5 inciso 8 del Código
Procesal Constitucional (mediante Ley N° 28642) en la que se preveía que no procede el
amparo cuando se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en
materias electorales, de referéndum, o de otro tipo de consultas populares, bajo
responsabilidad. Al respecto, el citado artículo indicaba también que las resoluciones en
contrario de cualquier autoridad no surtían efecto legal alguno y también que la materia
electoral comprendía los temas previstos en las leyes electorales y aquellos que conocía
el Jurado Nacional de Elecciones en instancia definitiva.
Un caso de interés se presentó cuando un alcalde había sido vacado, a criterio del
Tribunal Constitucional en vulneración de su derecho de participación política, y, luego
del trámite respectivo (que implicó incluso una aclaración), dicha autoridad municipal
fue repuesta para permanecer en el cargo por un tiempo menor a un mes.
6. CONCLUSIONES:
Se concluye que:
7. REFERENCIAS:
SUSPENSIÓN
IMPROCEDENTE
NO SUBSANA
INADMISIBLE CONTESTACIÓN DECLARA
SUBSANA TACITA
SI ACEPTAN
SENTENCIA ALEGATOS