Está en la página 1de 3

Jean Paul Rossi Rincón

Metalógica i
Teoremas de Löwenheim Skolem

Vamos a establecer algunas consecuencias simples de los teoremas de Löwenheim-


Skolem. Usa alguno de los teoremas (T1-T3) que hemos visto para demostrar las
siguientes a…rmaciones. En todos los casos se asume que el lenguaje de primer
orden implicado es enumerable.

1. Sea N el modelo estándar de la aritmética. Demuestra que existen mod-


elos elementalmente equivalentes a N de todos los cardinales in…nitos no enu-
merables. Por modelo no estándar de la aritmética entendemos un modelo que
veri…ca todas las sentencias aritméticas verdaderas (las del conjunto fA : A es
una sentencia y N j= Ag) pero que no es isomorfo con N (observemos que con-
sideramos a los modelos isomorfos como si fueran el mismo, por lo que hablamos
del modelo estándar en singular). Según eso, todos esos modelos de cardinales
no numerables son modelos no estándar. ¿Por qué? Tenemos aquí una segunda
vía para encontrar modelos no estándar.

Dado N el modelo estandar de la aritmética, existen modelos elementalmente


equivalentes a N de todos los cardinales in…nitos no numerables.
Demostración:
Por la proposición del teorema 1, dado N , sea T EO(N ) el conjunto de
sentencias verdaderas en N .
T EO(N ) = fA : A es una sentencia y N j= A g , se cumple que:
i. T EO (N ) es satisfacible y por lo tanto consistente.
ii. Si un modelo N es modelo de T EO (N ) entonces N N

Por otra parte, por el teorema de la aritmética no estandar, hay un modelo


de T EO (N ) no isomorfo a N .
Ahora bien, por Skolem 1920, se tiene que deben haber modelos (in…nitos)
de T EO (N ) de cardinalidad !.
El modelo que se obtiene por este procedimiento puede ser reducido a un
modelo adecuado a L (N ).
Por otra parte, por el teorema 3, como T EO (N ) tiene un modelo de car-
dinalidad !, los debe tener de cardinalidad superior a la de ese modelo. Di-
chos modelos de distinta cardinalidad son elementalmente equivalentes pero no
pueden ser isomorfos.
Por Upward Löwenheim-Skolem, hay un modelo B de cardinalidad > !,
tal que N < B. Esto implica que habrá números no estandar que forman
L cadenas.
Dado que siempre hay una clase in…nita de L-cadenas y entre dos de estas
siempre hay otra (orden denso y sin extremos), se tiene que dichos modelos, de
cardinales in…nitos, no son numerables.
2. Cuando demostramos en clase la existencia de modelos no estándar usando
compacidad y un conjunto de fórmulas fx 6= n : n 2 Ngno dijimos nada sobre la

1
cardinalidad del modelo no estándar hallado. ¿Podríamos añadir algo a aquel
argumento para justi…car que el conjunto fA : A es una sentencia y N Ag [
fx 6= n : n 2 Nges satisfacible en un modelo enumerable y, por tanto, que
existen modelos no estándar enumerables?

Se parte de que el conjunto extendido fA : A es una sentencia y N Ag [


fx 6= n : n 2 Ng debe tener necesariamente un modelo.
Si se aplica Skolem (1920), se tiene que deben haber modelos de cardinalidad
!.
Dicho corolario precisa que que los modelos en mención deben ser numer-
ables.
Por otra parte, se sabe que los modelos de T EO (N ) deben ser in…nitos.

3. Sea R el modelo estándar del análisis (es decir, de la teoría de los números
reales) para un lenguaje de tipo habitual, es decir, enumerable, cuyo dominio es
R (el conjunto de los reales) y la interpretación de los símbolos es la habitual.
Como es sabido, se trata de un modelo no enumerable. Prueba que existe un
modelo enumerable elementalmente equivalente a R y por tanto que la teoría de
primer orden de los números reales se puede veri…car en un modelo enumerable.
Hay que partir del modelo estandar del análisis (R), llegando a un R tal
que R < R con cardinalidad superior a la de R.
R contendrá a los números reales estandar y será una estructura ordenada.
De igual forma, R tendrá todas las propiedades expresables medante fór-
mulas de primer que eventualmente tendría R.
El modelo R tendrá como elementos destacados al 0 y al 1.
R también tendrá, la suma, el producto, la función que a cada elemento lo
envía a su simétrico en la suma, la función valor absoluto y el orden estricto.
Sea < R; r > la extensión donde se destacan todos los elementos de R.
Sea L (< R; r >) el lenguaje apropiado, el cual contiene nombres para cada
uno de los elementos destacados.
Sea = T EO (< R; r > [ fcr < x=r 2 Rg) este último es una colección de
fórmulas.
Sabemos que cada subconjunto …nito tiene un modelo.
Esto se da, teniendo una asignación tal que:
(x) = max fr=cr < x 2 g + 1
Aplicando compacidad sobre las fórmulas, existe un modelo < A; a > y un
b 2 A tal que < A; a > bx es modelo de , donde a =< ar > :
Como < A; a > es modelo de T EO (< R; r >) y hay una enumeración
completa, R 2 A.
Con esto, se tiene que R A, pero no son isomorfos, dado que en A hay
elementos que no hay en R (reales no estandar).
Ahora bien, sea h una función de…nida de R a A, tal que h (r) = ar , la cual
es una inmersión de R en A.
Por otra parte, dado que R 2 A, signi…ca que hay una copia de R en A.
En virtud de lo anterior, se sabe que existe un R =A que contiene a R como
submodelo.

2
4. La teoría de conjuntos suele presentarse como un conjunto de axiomas
que pueden formularse en un lenguaje de primer orden estándar (una vez más,
enumerable).
4.1 Demuestra que, si la teoría de conjuntos es consistente entonces existen
modelos enumerables de dicha teoría.

Este hecho da lugar a la llamada paradoja de Skolem, que surge cuando


consideramos lo siguiente: en la teoría de conjuntos se demuestra que exis-
ten conjuntos no enumerables. Si la teoría está formalizada en primer orden,
habrá una sentencia de primer orden S que expresa la existencia de conjuntos
no enumerables. La paradoja sería: ¿como puede esa sentencia S que a…rma
la existencia de conjuntos no enumerables ser verdadera en un modelo enumer-
able M? La repuesta pasa por darse cuenta de que S lo que dice es que existe
un conjunto tal que no existe ninguna biyección entre él y N. Una biyección,
recordemos es también un conjunto (de pares, para ser más explícito). Según
eso, la verdad de S en M signi…ca que en M existe un conjunto C tal que no
existe (en M) otro conjunto B que represente una biyección entre C y N, por lo
que, desde el punto de vista de M, C no es enumerable. Pero eso no signi…ca que
esa biyección no exista fuera de M. Al …n y al cabo, puesto que M es enumerable
debe haber una cantidad in…nita de conjuntos que no están representados en M.

Hay que partir de una de las implicaciones de los Teoremas de Löwenheim-


Skolem, la cual a…rmar que dado un modelo in…nito es posible encontrar otro,
que sin ser isomorfo a él, no se le pueda distinguir de éste en primer orden.
Como primera medida, se sabe que si la teoría de conjuntos es consistente
equivale a que tiene un modelo.
Por los teoremas de Löwenheim-Skolem, se obtiene que la teoría de conjuntos
tiene un modelo numerable (A =< A; 2A >), en el cual sólo se destaca la relación
binaria de pertenencia.
4.2 Generaliza lo demostrado en 4.1: demuestra que, si la teoría de conjuntos
es consistente
entonces existen modelos de dicha teoría de todos los cardinales in…nitos
posibles.

Ahora bien, es necesario expresar la proposición "hay un conjunto no nu-


merable" en un lenguaje L (teoría de conjuntos ampliado con relator Induct.).
Sea 9x:9y (F unc y ^ Inyect y ^ Dom y = x ^ Re c y !) (! denota
el conjunto de los naturales).
Es claro que A es modelo de .
Esto signi…ca que existe un a 2 A, tal que A [a] sat :9y (F unc y ^ Inyect y ^ Dom y = x ^ Re c y !).
Esto también signi…ca que no hay un b que cumpla los requisitos que en el
modelo se exigen para que haya una función inyectiva de a en ! A .
Esto se traduce en no ser numerable en A.

También podría gustarte