Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El derecho de propiedad
Constitución Política
Artículo 19: La Constitución asegura a todas las personas:
"24°. El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes
corporales o incorporales.
Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y
disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social. Esta
comprende cuanto exijan los intereses generales de la Nación, la seguridad nacional, la
utilidad y la salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambientaL
Nadie puede, en caso alguno, ser privado de su propiedad, del bien sobre que
recae o de alguno de los atributos o focultades esenciales del dominio, sino en virtud
de ley general o especial que autorice la expropiación por causa de utilidad pública o
de interés nacional, calificada por el legislador. El expropiado podrá reclamar de la
legalidad del acto expropiatorio ante los tribunales ordinarios y tendrá siempre derecho
a indemnización por el daño patrimonial efectivamente causado, la que se fijará de
común acuerdo o en sentencia dictada conforme a derecho por dichos tribunales.
A folta de acuerdo, la indemnización deberá serpagada en dinero eflctivo al contado.
La toma de posesión material del bien expropiado tendrá lugar previo pago del
total de la indemnización, la que, a folta de acuerdo será determinada provisionalmente
por peritos en la forma que señale la ley. En caso de reclamo acerca de la procedencia
de la expropiación, el juez podrá, con el mérito de los antecedentes que se invoquen,
decretar la suspensión de la toma de posesión. "
1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar
tal uso y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos
y según las formas establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de explotación del hombre por el
hombre, deben ser prohibidas por la ley.
178 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
de "utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por
la ley''; y d) que dicha privación se hará mediante elpago de una justa indemnización.
122. Los "bienes "pueden ser definidos como aquellas cosas materiales apropiables,
así como todo derecho que pueda formar parte del patrimonio de una persona; dicho
concepto comprende todos los muebles e inmuebles, los elementos corporales e incorporales
y cualquier otro objeto inmaterial susceptible de valor': 1
Respecto del derecho de propiedad debemos distinguir su dimensión de
institución componente del orden constitucional, como su dimensión de derecho
subjetivo, el que ya no tiene el carácter de absoluto, en la medida que tiene obliga-
ciones y deberes derivadas de la función social que integra su contenido esencial,
las cuales están constitucionalmente previstas y configuradas legalmente, donde se
conjugan el derecho subjetivo del titular del derecho de propiedad junto al interés
de la colectividad.
Forman parte de dicho contenido básico del derecho de propiedad las facul-
tades de uso, goce y disposición del titular del derecho sobre su dominio, dentro
del marco jurídico de su función social, por lo cual si el propietario es privado de
algunas de estas facultades del dominio, considerando las obligaciones sociales,
este debe ser indemnizado. Por tanto, la afectación drástica del contenido de
cualquiera de estas facultades inherentes al dominio o la privación de alguna de
ellas, respectiva función social, que forma parte estructural de la delimitación del
derecho de propiedad, constituye una afectación del contenido esencial del derecho.
El Tribunal Constitucional ha determinado que
"(. . .) la privación de un bien de propiedad de una persona, de alguno de los
atributos o algunas de las focultades esenciales del dominio, sólo puede realizarse del
modo, en la forma y cumpliendo los requisitos que la propia Constitución establece". 2
A ellas debe incorporarse como señala el profesor Cea Egaña, el atributo
de la administración, que es la "facultad de conservar el bien de que se trate, de
incrementarlo y aprovecharse de los beneficios que el bien genere" y se "encuentra
implícita en las tres facultades aludidas".3
Asumiendo tal perspectiva, el Tribunal Constitucional ha establecido que
"(. .. ) alpretender regular el ejercicio de una de las focultades esenciales del derecho
de propiedad se afecta este en su esencia, al impedir de modo total su ejercicio en cuanto
se refiere a la focultad de administración del ente societario por sus propios dueños o por
quienes ellos determinen libremente en conformidad con su propio estatuto social. Tal
Sentencia Cone Interarnericana de Derechos Humanos, Caso Baruch Ivcher Bronstein vs.
Perú, 6 de febrero de 2001, Serie C N° 74, párrafos 121-122.
2 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol No 185, de 28 de febrero de 1994, considerando
12, literal c.
CEA EGAÑA, JosÉ LUls, Derecho Constitucional Chileno, Tomo n, Ediciones Universidad
Católica de Chile, Santiago, 2004, p. 532.
" Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 184, de 7 de marzo de 1994, considerando
7 0 , literal b.
s Sentencia del Tribunal Constitucional Rol N° 43, de 24 de febrero de 1987, consid. 21 0.
" Sentencia del Tribunal Constitucional Rol W 46, de 21 de abril de 1992, consid. 17.
180 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI' EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
" Sentencia Tribunal Constitucional del Perú 3773-2004-AA, fundamento jurídico 3°. Citado
por LANDA ARROYO, CÉSAR, Los derechos fondamentales en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
Ed. Palestra, Lima, 2010, p. 233.
182 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
II Sentencia Tribunal Constitucional Rol Neo, 245 y 246, de 2 de diciembre de 1996, consi-
derandos 25°-27°.
12 Sentencia del Tribunal Constitucional del Perú, 0048-2004-AI, de 1 de abril de 2005,
0
184 L1BROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
colectivos deben existir medidas proporcionales que garanticen los derechos individuales.
La función social de la propiedad es un elemento fundamental para elfuncionamiento
de la misma, y es por ello que el Estado, a fin de garantizar otros derechos fundamentales
de vital relevancia para una sociedad específica, puede limitar o restringir el derecho
a la propiedad privada, respetando siempre los supuestos contenidos en la norma del
artículo 21 de la Convención, y los principios generales del derecho internacional. ".13
La función social inherente al derecho de propiedad permite al legislador
disciplinar los diferentes regímenes propietarios según los diversos tipos de bie-
nes, además de establecer el conjunto de deberes y facultades que integran el
dominio, asegurando un ejercicio del mismo que siempre integre su dimensión
social. Tal perspectiva tiene reconocimiento constitucional, en la medida que el
propio artículo 19 N° 24 de la Carta Fundamental establece un estatuto jurídico
especial para la propiedad minera y otro para las aguas, o el artículo 19 N° 25, al
referirse a la propiedad intelectual e industrial. Así nuestro ordenamiento consti-
tucional reconoce la flexibilidad o plasticidad de la propiedad, lo que se expresa
en la regulación jurídica diferente de distintos tipos de propiedades dotadas de sus
respectivos estatutos jurídicos configurados legislativamente, los cuales pueden con-
cretarse en otros ámbitos del derecho de propiedad diferentes de los expresamente
mencionados en el texto constitucional, como puede ser el estatuto jurídico de la
propiedad indígena que se encuentra regulada por la ley N° 19.253, la que debe
considerar las obligaciones previstas para los estados en el Convenio N° 169 de la
OIT, especialmente en su parte 11.
13 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador, Sen-
tencia del 6 de mayo de 2008, Serie C N° 179, párrafo 60.
186 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
188 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - CAPíTULO VI El DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
15 Corte Interamericana de Derechos Hwnanos. Caso Comunidmi indígena YakYe Axa vs. Paraguay.
sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C N° 125. párrafos 124 a 131. 135 a 137. 143 a 151 y 154.
16 Corte Inreramericana de Derechos Humanos. Caso Acevedo Buendía y otros. "Cesantes y
Jubilados de la Contraloría vs. Perú'; de 1 de julio de 2009. Serie C N° 210. párrafo 84.
l' Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 207 sobre Ley N° 18. 401 sobre Capitalización
de dividendos en los bancos con deuda subordinada de 10 de febrero de 1995, considerando 65°.
190 LIBROTECNIA®
~~~~~~~~~- CAPiTULO VI' El DERECHO DE PROPIEDAD~~~~~~~-~-
será -de motÚJ usual-la ley, sin perjuicio de que también pueda ser el contrato o el cua-
sidelito"y ': .. siendo la fUente la ley, ingresará un derecho al patrimonio de un sujeto (v.
gr. Un administratÚJ) desde el momento que este sujeto cumpla las condiciones (hechos
habilitantes) que dicha ley determina como aptos para originar tal derecho. Desde ese
instante el sujeto que cumple esas condiciones habilitantes ha adquirido ese derecho y lo
ha ingresatÚJ a su patrimonio;... "(Soto Kloss, RDj, t. 81, la parte, pág. 13).
Vigésimo. Que sobre las meras expectativas de que se cumpla la condición legal
para que se pueda hacer eftctivo un derecho, no puede haber propiedad, de motÚJ que
una ley que introduce un plazo de caducidad o prescripción para la exigencia del derecho
mientras la condición aún yace incumplida no vulnera la propiedad.
Así, comentantÚJ la Ley sobre el Efecto Retroactivo de las Leyes en materia de
prescripción, Alessandri señala que "si una prescripción ha corrido íntegramente bajo el
imperio de una ley o si corre íntegramente bajo otra posterior, no hay cuestión: rige la
ley bajo cuyo amparo la prescripción se desarrolla" (Alessandri, Somarriva y Vodanovic,
Tratado de Derecho Civil, pág. 255).
Vigésimo primero. La misma tesis ha sido suscrita por la jurisprudencia de
manera uniforme a través de nuestra historia. Así, por ejemplo, en 1950, la Corte
Suprema sostuvo que "son inaplicables las leyes dictadas con efecto retroactivo siempre
que con la retroactividad de que se ha tÚJtado a la ley se vulnere un derecho patri-
monial adquirido con anterioridad a la vigencia de ésta, porque, en tal caso, la ley
retroactiva atenta en contra de la inviolabilidad de todas las propiedades ... " (CS, 29
de julio de 1950, R., t. 47, seco la, p. 301). Reiterando esa misma doctrina, en 1980
la Corte Suprema declaró que "las meras expectativas son simples esperanzas de llegar
a adquirir esos derechos cuando se realice el hecho o se dicte la ley que los incorpore al
patrimonio de algún sujeto" (CS, 14 de agosto de 1980, R., t. 77, seco ]a, p. 17). La
misma doctrina se ve reflejada en un follo de este Tribunal Constitucional que estableció
que ': .. la pensión de jubilación del fUncionario que ha cumplitÚJ los requisitos para
obtenerla, es un derecho patrimonial, como lo define el Estatuto Administrativo, pero
que los mecanismos legales de reajustabilidad o de actualización son meras expectativas
por ser esencialmente eventuales y constituir sólo la esperanza de adquisición de un
derecho." (Considerando 14°, rol 12, 26 de julio de 1982).
Vigésimo segundo. Que, conforme a lo razonado en los considerandos anteriores,
resulta forzoso concluir que la reclamante adquirió el derecho a pensionarse cuando ya
estaba vigente elplazo contenido en el inciso segundo del artículo 4° de la Ley 19.260J
por ende, su derecho nació sujeto ya alplazo de caducidad. No puede sostenerse entonces
que ese plazo la haya privado de un derecho de propiedad preexistente.
Vigésimo tercero. En consecuencia y no pudiendo considerarse que a la ficha
de vigencia de la norma impugnada, contenida en el artículo 4° de la Ley 19.260,
la requirente haya sido titular de un derecho de propiedad sobre el derecho a pensio-
narse, no es posible aceptar su tesis de que esa norma legal la haya privado de derechos
adquiridos, infringiendo su derecho de propiedad consagrado en el numeral 24° del
IR Tribunal Constitucional, sentencia rol N° 1260-08 INA, de siete de mayo de dos mil
192 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
" Tribunal Constitucional, sentencia rol N° 1260-08 INA, de siete de mayo de dos mil
nueve, considerandos 26°-29°.
194 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P i T U L O VI' EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
" Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Cinco Pensionistas vs. Perú, 28 de febrero
de 2003, Serie c N° 98, párrafos 95°-103°.
196 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI' EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
reconocido en el artículo 21.1 y 21.2 de dicho instrumento, todo ello en relación con
el artículo 1.1 del mismo tratado, en perjuicio de las doscientas setenta y tres personas
indicadas en el párrafo 113 de la presente Sentencia. ': 23
A su vez, la Corte Suprema argentina, en el "caso San Luis" donde la Provincia
de San Luis en acción de amparo ante la Corte Suprema, en instancia originaria,
busca la reintegración en moneda de origen (dólares norteamericanos) los fondos
públicos de su propiedad que habían constituido en dicha entidad, impugnando el
denominado corralito financiero y la pesificación de ahorros en moneda extranjera,
la Corte Suprema declaró inconstitucional el régimen cuestionado, ordenando
la devolución de dólares o la cantidad de pesos necesarios para obtenerlos en el
mercado libre. La Corte Suprema razonó que:
"El sistema jurídico conformado por el corralito financiero y la pesificación de
depósitos, al vulnerar derechos adquiridos de los ahorristas mediante la modificación
de la moneda de origen -pese a un régimen que garantizaba categóricamente su inal-
terabilidad- ha arrasado lisa y llanamente con la garantía de la propiedad -arto 17,
Constitución Nacional- y destruido la seguridad jurídica, con olvido de que cuando
se recurre a los poderes de emergencia se lo hace con el objeto de amparar y defender
el orden preestablecido, pues la misma no suprime la legitimidad constitucional, sino
que la garantiza por medio de remedios extraordinarios".
Asimismo, la Corte recurriendo a anteriores precedentes vincula la noción
de derechos adquiridos con la de seguridad jurídica y determina que:
"Cuando bajo la vigencia de una ley un particular ha cumplido todos los actos
y obligaciones sustanciales y requisitos formales previstos en ella para ser titular de un
derecho debe tenerse por adquirido, y es inadmisible su modificación por una norma
posterior sin agraviar el derecho constitucional de propiedad': 24
La misma Corte en el "caso Smith", 25 que se debe a un ahorrista que promueve
una acción tendiente a declarar la inconstitucionalidad del decreto de necesidad
y urgencia 1570/01, que restringía la disponibilidad de los depósitos bancarios,
pidiendo como medida cautelar la devolución de las sumas depositadas en plazo
fijo a su vencimiento, lo que había concedido el juez federal de Corrientes, sien-
do ello recurrido de apelación por el banco, por salto de instancia, ante la Corte
Suprema, esta confirmando la medida cautelar determinó:
"Son inconstitucionales el arto 2° del decreto de necesidady urgencia 1579/01 sus
normas modificatorias y reglamentarias, en cuanto restringen la disponibilidad de los
depósitos bancarios -en el caso de prohibición de retiros que superen $250 o US$250
198 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
caracteriza por ser un derecho absoluto, exclusivo y excluyente, que comprende la tota-
lidad de las facultades que se puedan ejercer sobre una cosa -uso, goce y disposición-,
otorgando de este modo a su titular, el máximo de utilidad': 28
En esta sentencia de la Corte Suprema comete un error al establecer una
característica del derecho de propiedad una característica actualmente inexistente
como aspecto central del dominio, el derecho de propiedad no es absoluto, en
la medida que conforma parte de su contenido esencial la función social de la
propiedad, la que posibilita la introducción de limitaciones y restricciones, entre
ellas las regulaciones ambientales, urbanísticas, etc.
Por otra parte, debe tenerse presente, como lo hace la sentencia anterior, que
el derecho de propiedad como todo otro derecho fundamental está garantizado
constitucionalmente en su contenido esencial de acuerdo con el artículo 19 N° 26
de la Constitución.
200 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
considerando 4 0 •
Jl MOHOR A, SALVADOR, "Taxonomía de las limitaciones al dominio y derecho de indemni-
zación", en Revista Chilena de Derecho, Volumen 16 N° 2, julio-agosto 1989, Facultad de Derecho,
Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 1989.
202 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
.,3 Sentencia Tribunal Constitucional Rol N'" 245 Y 246, de dos de diciembre de mil nove-
cientos noventa y seis, párrafo 22°.
34 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 1295-08-INA, de seis de octubre de 2009,
considerando 93°.
J5 Sentencia Tribunal Constitucional Rol N"' 245 Y 246, de dos de diciembre de mil nove-
204 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - CAPíTULO VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
J7 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador, Sen-
tencia del 6 de mayo de 2008, Serie C N° 179, párrafo 75.
38 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Salvador Chiríboga vs. Ecuador, Sen-
tencia del 6 de mayo de 2008, Serie C N° 179, párrafos 62-63.
39 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 370-2003, considerando 31°.
206 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - CAPiTULO VI' El DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
rarse la necesaria flexibilidad que debía tener la administración para hacer frente
a situaciones ambientales cambiantes, procurando preservar la vida y la salud de
las personas, considerando que si bien las normas de la Ley N° 19.300, miradas
en su conjunto, no cumplen a cabalidad con el principio de reserva legal, resultan
aceptables en este caso, agregando:
"Que, acorde con lo expresado, si bien las normas legales en que se fonda el D.S.
N° 20 en estudio no cumplen a cabalidad con los requisitos de "determinación" de los
derechos que podrán ser afectados y "especificidad" de las medidas que se autorizan
para llevar a cabo tal objetivo que la Carta Fundamental exige a fin de restringir o
limitar los derechos comprometidos en el caso sub-lite, esta Magistratura ha llegado a
la convicción que tales requisitos resultan aceptables en este caso y solo para aplicación
de éL Ello en consideración de que la medida de restricción vehicular, establecida con
el carácter de excepcional y en situaciones de emergencia y pre-emergencia ambiental
obedece al cumplimiento de un deber del Estado consagrado en el inciso primero de N° 8
del artículo 19 de la Constitución y está destinada a proteger el derecho más preciado
de los asegurados por nuestro Código Político, cual es la vida humana y su integridad
física y psíquica de las personas. Obrar de otra manera y declarar la inconstitucionalidad
del D.S. N° 20 podría generar una vulneración de mayor entidad de nuestra Carta
Fundamental al no permitir la ejecución de una restricción de derechos que, atendida
la situación ambiental existente, resulta necesaria para proteger la salud de la población
y, por ende, lograr el bien común, finalidad primordial del Estado, establecida en el
artículo 1 ° de la Constitución':42
Los límites o restricciones al dominio establecidas por el legislador no deben
ser iguales para todos los tipos de dominios o bienes y no son susceptibles de 6-
jarse en forma rígida y de6nitiva. La protección del derecho del propietario debe
considerarse en función de las facultades que asisten al propietario en el momento
de la adopción de la medida legal. Por otra parte, la facultad del legislador para
regular el derecho estableciendo limitaciones y restricciones será mayor cuando el
objeto de la regulación guarde una mayor relación con alguno de los elementos
que constituyen la función social de la propiedad. La garantía de la propiedad
será mayor cuando las necesidades de los propietarios sean la expresión de su vida
individual, en cambio, cuando mayor sea la relación del uso y goce de la propie-
dad con la colectividad y cuanto más afectados sean los terceros o la comunidad,
más fuertemente debe ponderarse la función social de la propiedad, criterios que
son asumidos por el Tribunal Constitucional Federal Alemán. 43 Sin embargo, la
aplicación del principio de proporcionalidad y de ponderación a la legislación
reguladora, no implica dejar de precisar que la legislación reguladora y limitadora
" Sentencia del Tribunal Constitucional Rol N° 325, de 26 de junio de 2001, consid. 46°.
,3 STEIN, TORSTEIN, "Garantías constitucionales en el derecho de propiedad alemán", en
Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, Ed. CIEDLA, Buenos Aires, 1998, pp. 366-367.
208 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í r u L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
21 O LIBROTECNlA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
4. Sentencia del Tribunal Constitucional. roles Nu' 245 y 246 acumulados. dos de diciembre
212 LIBROTECNIA",
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI' EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
214 LIBROTECNJA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI' EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
pública modifique la cuantía del lucro que venía percibiendo en virtud del contrato,
si es que el legislador justifica esa limitación en una exigencia de interés público cons-
titucionalmente aceptado" (STC rol 505/06) ".49
El Tribunal Constitucional ha razonado asimismo sobre la constitucionalidad
de las disposiciones legales que establecen limitaciones a los propietarios, donde
se examinan los elementos de la función social de la propiedad y se comienza a
aplicar el test del principio de proporcionalidad para considerar la razonabilidad
de la medida legislativa restrictiva de la propiedad, lo que enriquece y da una
perspectiva más objetiva y racional al análisis de la materia sale del razonamiento
tradicional basado únicamente en determinación de si existe limitación o privación
del dominio, empezando a realizar un análisis del principio de proporcionalidad de
la regulación jurídica impugnada, para determinar su eventual inconstitucionalidad.
Esta perspectiva es asumida ya por el Tribunal Constitucional en el Rol N° 253
de 1997, en cesiones gratuitas determinadas por la Ordenanza General de Urbanis-
mo y Construcciones, donde el Tribunal hace uso de tal construcción doctrinal ya
ampliamente utilizada por los tribunales constitucionales en el derecho comparado.
Dicha línea jurisprudencial se encuentra consolidada en 2009, en la sentencia,
Rol No 1215-08-INA, la cual realiza el siguiente razonamiento:
"Vigésimo cuarto. Que para que "la Nación toda" pueda efectivamente usar de
los bienes nacionales de uso público, en este caso de la playa de mar llamada Pingueral,
finalidad que tiene un fundamento constitucional establecido en razón de utilidadpú-
blica y de los intereses generales de la Nación, resulta indispensable que pueda acceder
a ellos. Para acceder a una playa de mar y usar de ella sólo es posible hacerlo por aire,
mar o tierra. Las vías de acceso marítimo y aéreo se encuentran reservadas a aquellos
que puedan hacer uso de medios de transporte que permitan desplazarse a su través,
los que son bienes escasos y, por lo general, caros o diftciles de usar. Por ello, el acceso
terrestre es, por lo general, el único que permite que un bien reservado a la nación toda
sea efectivamente susceptible de "uso público ': pues ello exige de un razonablemente
fiicil acceso, que sólo /o brinda -por /o general- el ingreso terrestre.
Vigésimo quinto. Que, en consecuencia, el artículo 13 del Decreto Ley N° 1.939,
de 1977, en cuanto en su inciso primero dispone que los propietarios de terrenos co-
lindantes con playas de mar deberdn facilitar el acceso a éstas para fines turísticos y de
pesca, cuantlo no existan otras vías o caminos públicos al efecto, constituye no sólo un
medio idóneo para garantizar el acceso y con ello el efectivo uso público de los bienes
nacionales de esa naturaleza, sino que puede afirmarse que es un medio necesario del
que se vale ellegislatlor para que un bien nacional sea efectivamente de uso público.
216 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
511 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 1215-08-INA, de treinta de abril de dos
ROLLA, GIANCARLO, "La regulación constitucional de la propiedad privada en Italia según la juris-
prudencia del Tribunal Constitucional", en Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional, N° 5,
Madrid, 2001, pp. 554-555 Y nota 19.
51 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs.
Ecuador, de 21 de noviembre de 2007, párrafos 188-193.
218 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P i T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
considerando 59°.
54 ROLLA, GIANCARLO, Manuale di Diritto Pubblico. G. Giappicheli Editore, Torino, 2000,
p.364.
" CEA EGANA, JOSE'. LUIS, Derecho Constitucional Chileno, tomo 1I, Ed. Universidad Católica
de Chile, Santiago, 2004, p. 544.
220 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
vación de los bienes de una persona sea compatible con el derecho a la propiedad debe
fondarse en razones de utilidad pública o de interés social, sujetarse al pago de una
justa indemnización, limitarse a los casos, practicarse según las formas establecidas por
la ley Y efectuarse de conformidad con la Convención':s6
La Corte Interamericana ha precisado que el derecho de propiedad debe ser
comprendido dentro de su función social y del bien común:
61. El derecho a la propiedad no es un derecho absoluto, pues en el artículo 21.2
de la Convención se establece que para que la privación de los bienes de una persona sea
compatible con el derecho a la propiedad debe fondarse en razones de utilidadpública
o de interés social, sujetarse al pago de una justa indemnización, practicarse según los
casos y las formas establecidas por la ley y efectuarse de conformidad con la Convención.
(. .. ) 64. De otra parte, este Tribunal observa que en la normativa interna del
Ecuador se encontraban consagrados en el entonces artículo 62 de la Constitución Po-
lítica, actualmente artículo 33 de la Constitución, los requisitos para ejercer la fonción
expropiatoria del Estado. Entre dichos requisitos se destaca la necesidad de seguir el
procedimiento establecido por ella, dentro de los plazos señalados en las normas pro-
cesales, previa valoración, pago e indemnización. En este sentido, la Corte Europea de
Derechos Humanos (en adelante "Corte Europea") ha señalado en casos de expropiación
que el principio de legalidad es una condición determinante para efectos de verificar la
concurrencia de una vulneración al derecho a la propiedad y ha insistido en que este
principio supone que la legislación que regule la privación del derecho a la propiedad
deba ser clara, específica y previsible. ".5-
La Corte Interamericana ya en el caso Ivcher Bronstein vs. Perú, ya había
precisado que
"128. (. . .) Para que la privación de los bienes de una persona sea compatible
con el derecho a la propiedad consagrado en la Convención, debe fondarse en razones
de utilidad pública o de interés social, sujetarse al pago de una justa indemnización,
limitarse a los casos y practicarse según las formas establecidas por la ley".s8
56 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs.
59 Cfr. CEA EGAÑA, JOSÉ LUIS, "Ley expropiante y ley de expropiabilidad", en XV Jornadas
de Derecho Público. Universidad de Valparaíso, EDEVAL, Val paraíso, 1985, p. 59. También en CEA
EGAÑA, JosÉ LUIS, Tratado de la Constitución de 1980. Características generales. Garantías constitucio-
nales, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1988, pp. 249 Y ss.
(,0 Cfr. CEA EGAÑA, JOSÉ LUIS, "Ley expropiante y ley de expropiabilidad", en XVJornadas de
Derecho Público, Universidad de Valparaíso, EDEVAL, Valparaíso, 1985, p. 59.
222 LIBROTECNIA®
~---------CAPiTULO VI EL DERECHO DE PROPIEDAD~--------~
61 Véase su artículo 10, N° ID, inciso séptimo, " ... el tribunal que conozca de las reclamaciones
sobre su monto ... ".
224 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI' EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
y porque no sería racional que, en el caso más grave, no hubiere recurso por la
improcedencia del hecho expropiatorio.
La noción de "vía de hecho", que tiene su origen en la jurisprudencia fran-
cesa, pero que ha desarrollado y consolidado en otros entornos nacionales, como
el español y e! de numerosos países latinoamericanos, nace o tiene su origen en
el ámbito regulatorio de la expropiación, de donde se extiende luego a la teoría
general. Alude, en esencia, a toda acción administrativa que afecte de manera grave
la propiedad privada o una libertad o derecho fundamental y que provenga de un
órgano de la Administración que ha actuado sin estar dotado de competencia o fal-
tando gravemente a las normas de procedimiento que rigen la respectiva actuación.
Al decir de Vede!, "toda la teoría de la vía de hecho descansa sobre la idea que
el vicio que afecta la operación administrativa, en el caso de la vía de hecho, es de tal
gravedad en sí mismo y por el daño que comporta a los derechos de los ciudadanos, que
la operación administrativa se desnaturaliza".
La vía de hecho concierne a "los actos materiales de ejecución" y supone una
"irregularidad grave, grosera': que puede concernir "sea a la medida de ejecución
°
misma" a la decisión jurídica cuya medida material es la ejecución, cuando esta
decisión es gravemente ilegal".62
García de Enterría define la vía de hecho en relación a la expropiación como
"todo ataque a la propiedad, derechos e intereses patrimoniales legítimos que provenga
de la Administración o de sus agentes o delegados y que, implicando por su contenido
una verdadera expropiación . .. no se acomode, sin embargo, a los límites definidores
de la potestad expropiatoria o, aun dentro de ellos, no se ejercite precisamente por el
cauce experimental que la ley señala, sino solamente 'de hecho": 63
El caso más notorio de vía de hecho es -como también resaltan Eduardo
García de Enterría y Tomás Ramón Fernández- e! de un apoderamiento puramente
flctico de los bienes privados por la Administración, sin mediar declaración expresa
ni procedimiento expropiatorio alguno. El mismo concepto es susceptible de
aplicarse a los casos en que, aun mediando una declaración explícita e incluso
un procedimiento más o menos aparente, resultan absolutamente manifiestas las
irregularidades de los mismos.
Esta concepción dogmática no es asimilable a nuestra "nulidad de derecho
público", institución esta última que opera en e! caso de actos administrativos
viciados por algunos de los motivos que enumera e! inc. 10 de! artículo r de la
CPR, pero que supone la existencia de una declaración formal de voluntad admi-
nistrativa antijurídica, revestida en cuanto tal de la presunción de legalidad que
ampara a todos los actos de la administración, conforme al artículo 3° de la ley
N° 19.880. En ese punto radica, precisamente, la diferencia entre las categorías
de la "nulidad" y de la "vía de hecho", toda vez que esta última consiste en una
simple operación material, no precedida de un acto jurídico previo habilitante, lo
que la priva de toda legitimidad inicial y aun de existencia legal.
Si bien no explícitamente, la teoría de la vía de hecho ha sido recogida, im-
plícitamente, en diversas disposiciones de nuestro ordenamiento jurídico, tanto
de rango constitucional como legal.
En efecto, la garantía constitucional del derecho de propiedad protege a sus
titulares contra todo acto de autoridad que los prive de su propiedad, del bien sobre
que recae -la cosa- o de alguno de los atributos o facultades esenciales del dominio,
salvo en virtud de ley general o especial que autorice la expropiación por causa de
utilidad pública o de interés nacional, calificada por el legislador, según reza el nu-
meral 24 del artículo 19 de la Carta Fundamental. La expropiación, por su parte,
sólo se perfecciona a partir de un decreto supremo o resolución que, para todos los
efectos legales, constituye "el acto expropiatorio", así denominado en el inciso 3° del
precepto y ordinal citados de la Constitución, así como en el artículo 6°, inciso 2° del
D L 2.186, de 09.06.1978, sobre Ley Orgánica de Procedimiento de Expropiaciones.
Esta última norma requiere, entre otros elementos, de la esencia del acto
expropiatorio, de "la individualización del bien objeto de la expropiación y su rol
de avalúo para los efectos de la contribución territorial", "la causa en que se funda"
(la expropiación) y "el nombre del o de los propietarios ... " y "el monto provisional
de la indemnización" (inciso 3° del artículo 6° del DL 2.186).
Reafirma la manifiesta recepción de la doctrina de la "vía de hecho" en nuestro
medio, la regla del artículo 50, inciso 1° de la Ley N° 19.880, sobre Bases de los
Procedimientos Administrativos que rigen los Actos de la Administración del Estado",
en cuanto prescribe que "La Administración Pública no iniciará ninguna actuación
material de ejecución de resoluciones que limiten derechos de los particulares sin que
previamente haya sido adoptada la resolución que le sirva de fundamento jurídico".
Corolario de lo anterior es que" [E]l órgano que ordene un acto de ejecución material
de resoluciones estará obligado a notificar al particular interesado la resolución que
autorice la actuación administrativa" (inc. 2° del arto 50).
El régimen de responsabilidad civil por expropiación de hecho, cuando no hay
un acto expropiatorio, deriva directamente de la Constitución Política, en relación
a las normas civiles de la reivindicación y de las prestaciones mutuas.
Como ya quedó dicho, constitucionalmente la indemnización procede
siempre, haya o no acto administrativo expropiatorio formal. Lo que importa es
la afectación del dominio del administrado. Por eso, se indemniza el daño patri-
monial efectivamente causado.
226 LIBROTECNlA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
do, una especie de contrato administrativo, vale decir, que a través del acuerdo de
voluntades pueda pagarse de manera diferida o en cuotas, la que debe ser cancelada
por el órgano u organismo estatal que concreto el acto u acuerdo expropiatorio.
La indemnización puede ser única si se fija una sola suma que cubre el daño
patrimonial de todos aquellos que tuvieren derechos sobre el bien expropiado,
o puede ser divisible, en el caso de que a cada reclamante o persona que tiene
derechos sobre parte del bien expropiado se le determina la indemnización que
le corresponde. En nuestro ordenamiento jurídico, la Ley Orgánica de Procedi-
mientos Expropiatorios optó por el criterio de la unicidad de la indemnización,
de acuerdo con su artículo 39, ya que hay un solo juez competente que conoce y
resuelve sobre la indemnización del bien expropiado.
Sólo en ausencia de acuerdo entre las partes, en forma subsidiaria, intervienen
los tribunales de justicia resolviendo de acuerdo al debido proceso.
La Corte Interamericana ha analizado la obligación del pago de una justa in-
demnización por el bien expropiado, en el caso Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador:
"95. El artículo 21.2 de la Convención Americana expresamente señala como
requisito para poder llevar a cabo una privación de la propiedad el pago de una justa
indemnización.
96. Al respecto, el Tribunal estima que en casos de expropiación el pago de una
indemnización constituye un principio general del derecho internacional el cual deriva
de la necesidad de buscar un equilibrio entre el interés generaly el del propietario. Dicho
principio ha sido recogido en la Convención Americana en su artículo 21, al referirse
al pago de una 'Justa indemnización': Esta Corte considera que para alcanzar el pago
de una justa indemnización ésta debe ser adecuada, pronta y efectiva.
97. En este sentido, la Corte Europea de Derechos Humanos ha interpretado la
norma contenida en el artículo lo del Protocolo No 1, considerando que existe un dere-
cho intrínseco a recibir una indemnización por la privación de la propiedad Asimismo,
la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas mediante Resolución
N° 1803 señaló que dentro del marco de la soberanía de un Estado para la expropiación
por causas de utilidadpública se encuentra el deber de éste de pagar al dueño la compen-
sación apropiada, más aún, elprincipio según el cual es exigible la indemnización en caso
de expropiación ha sido reafirmado por la jurisprudencia internacional':65
En esta materia del pago de indemnización, convergen dos regímenes de
responsabilidad del Estado, los que no se pueden aplicar simultáneamente: el civil
y el administrativo. Ello se debe a que se excedería la reparación, que corresponde
únicamente a la indemnidad -etimológicamente in (no, sin) damnun (daño)-,
cuestión que se logra por el efecto subrogatorio real, virtual o positivo, del valor
65 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Salvador Chiriboga vs. Ecuador, Sen-
228 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - - CAPiTULO VI El DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
dinerario del bien en el patrimonio del afectado, en términos tales que el bien sólo
resulta privado en su especificidad, pero el patrimonio permanece inalterado. Esta
es la garantía de la propiedad privada y la garantía de todo régimen de responsa-
bilidad administrativa por lesión de derechos por la falta de funcionamiento de
la Administración. 66
"En consecuencia, el principio de indemnidad o garantía patrimonial for-
ma parte, junto con el principio de legalidad, yel de tutela judicial efectiva, del
contenido esencial del status civitatis en un Estado de Derecho. En esta garantía
patrimonial es posible distinguir dos aspectos, incorporados ambos por los textos
constitucionales de la segunda postguerra: la expropiación forzosa y la responsa-
bilidad patrimonial del Estado."Y
El daño patrimonial puede manifestarse de dos formas típicas: la pérdida
o disminución de valores económicos ya existentes (daño emergente) o como la
frustración de ventajas económicas esperadas (lucro cesante). La indemnización
debe, en principio comprender ambos aspectos del daño, salvo que la Constitución
o la ley disponga expresamente otra cosa.
La Constitución señala que la indemnización procederá siempre, vale decir,
incluso en el caso de vía de hecho, comprendiendo únicamente el daño patrimonial
efectivamente causado, es decir, excluye el daño moral y las eventuales expectativas
económicas. El lucro cesante en principio queda excluido ya que como la indemniza-
ción es previa, al expropiado se le remplaza el bien expropiado por una suma de dinero
que le permite obtener una renta, la que debe imputarse al lucro cesante que perdió
la persona respecto del bien expropiado, ya que el nuevo capital y la ganancia que le
proporcionará es equivalente al del bien expropiado, no habiendo así lucro cesante.
Dicha indemnización que constituye una garantía constitucional del dere-
cho de propiedad, se encuentra regulada por la Ley Orgánica de Procedimiento de
Expropiaciones, Decreto Ley N° 2.186 de 1978, cuyo artículo 38 expresa que por
indemnización debe entenderse en estos casos "el daño patrimonial efectivamente
causado con la expropiación, y que sea una consecuencia directa e inmediata de la
misma", indemnización a la cual tiene derecho quien ha sido expropiado. A su vez,
en el mismo sentido, el artículo 20 precisa en su inciso 5°, que "la indemnización
subrogará el bien expropiado para todos los efectos legales", como asimismo, el
inciso 6° determina que "los titulares de los derechos extinguidos (derechos reales
distintos al dominio y créditos con medidas cautelares) podrán hacerlos valer sobre
la indemnización, con las mismas preferencias y privilegios que tenían".
(,6 Sobre esto, puede consultarse BERMFjO VERA, JOSÉ (Director), Derecho Administrativo.
Parte Especial, Editorial Civitas, Madrid, 1994, p. 941.
6- Ibídem.
230 LlBROTECNlA®
- - - - - - - - - - C A P í r u L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
38 del D.L. ya referido, lo que conforma un yerro de tal entidad que ha producido
influencia en lo dispositivo de la sentencia impugnada, puesto que no se concedieron
intereses sobre la diferencia producida entre la indemnización consignada por la expro-
piante y aquella definitiva fijada por los sentenciadores de la instancia;
Décimo noveno: Q;te por lo expuesto, la sentencia impugnada efectivamente
incurrió en uno de los errores jurídicos que le fueron imputados en la casación de
fondo de la reclamante, "Shell S.A.l e: siendo éste suficiente para anularla. Por lo
tanto, corresponde acoger la nulidad de fondo planteada por la parte expropiada en
este segundo capítulo. ".68
<>8 Sentencia Tercera Sala Corte Suprema, Rol No 204-08, de 30 de julio de 2009, conside-
randos 12°-19°.
232 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P i T U L O VI' EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
ferencia de las regulaciones que se aplican en los otros sectores económicos, además
de establecer sólidas garantías de seguridad jurídica para compensar la naturaleza
aleatoria de la actividad minera.
(,9 Dicha Ley Orgánica Constitucional fue publicada en el Diario Oficial del 21 de enero de
1982.
234 LlBROTECNlA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
con la concesión de exploración, pues durante su vigencia "sólo su titular tendrá derecho,
dentro de los límites de ella, a hacer libremente calicatas y otras labores de exploración"
(artículo 113). No es, tampoco, un derecho personal, porque no se tiene respecto de
determinada persona, sino que se puede ejercitar cualquiera que sea el dueño del te-
rreno. Tampoco es un derecho patrimonial, susceptible de disposición, como sucede con
la concesión minera, que es un derecho "transftrible y transmisible" (artículo 2°). Es
una focultad semejante a la que tienen todas las personas para cazar en tierras ajenas,
abiertas e incultas (Ruiz, J; ob. cit.; pág. 83).
Vigésimo octavo. Que esta focultad la tiene, de acuerdo al artículo 14 del Código
de Minería, "toda persona': Es decir, natural o jurídica, chilena o extranjera, con o sin
concesión (Ossa, J L.; ob. cit.; pág. 90). La LOCCM le da esta focultad, sin embargo,
a "todo concesionario minero" (artículo 7°).
Este Tribunal quiere llamar la atención acerca de que el Código haya establecido
esta posibilidad tan amplia, si la LOCCMfoe más restrictiva. El punto se complejiza
si se considera que el fonda mento constitucional para imponer limitaciones y obliga-
ciones a los predios superficiales, de acuerdo al inciso sexto del artículo 19 N° 24 de la
Constitución, es para focilitar "la exploración''y la "explotación': Algunos han querido
ver ahí una contradicción insuperable, de modo que, tal como fo hace la LOCCM, sólo
a fovor de los concesionarios mineros se pueden establecer obligaciones y limitaciones
(Vérgara, A.; ob. cit.;págs. 194y 195). Sin embargo, bajo la expresión "la exploración"
cabe conciliar el texto constitucional con el Código. Sobre todo teniendo en cuenta
que la Constitución no distingue entre la concesión de exploración y la de explotación,
como para hacer sinónimos la voz "exploración" con "concesión de exploración': Usa el
término, en un sentido genérico, para designar el reconocimiento de los terrenos para
detectar la existencia de sustancias minerales. Además, la Constitución convoca a la
ley para diseñar el régimen de limitaciones y obligaciones. No existe, por tanto, en la
Constitución un diseño predefinido en esta materia.
Esta focultad de catar y cavar se puede ejercer, por tanto, sin obtener antes una
concesión. Pero no otorga preferencia alguna para obtener una concesión de exploración o
de explotación, ni siquiera cuando se ejerce en suelo propio. Tampoco autoriza a realizar
trabajos de exploración ni a apropiarse de las sustancias minerales que se encuentren con
motivo de la investigación (Ossa,J L.; ob. cit.; pág. 89). Ello marca una difirencia con
la concesión de exploración, en que su titular se hace dueño "de las sustancias concesibles
que necesite arrancar con motivo del ejercicio de ese derecho" (artículo 113); y con la
concesión de explotación, en que "el concesionario se hará dueño de todas las sustancias
minerales que extraiga dentro de los límites de su pertenencia, y que sean concesibles a
la focha de su constitución o lleguen a serlo posteriormente" (artículo 116).
Esta focultad tiene dos aspectos. De un lado, "la de examinar la tierra y la de
abrirla para investigar': Del otro, "la de imponer transitoriamente sobre los predios
superficiales las servidumbres que sean necesarias para la búsqueda de sustancias mi-
nerales" (artículo 19).
236 LIBROTECNúJ®
- - - - - - - - - - c A P i r u L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
Vigésimo noveno. Que esta facultad está sujeta a ciertas limitaciones. Por de
pronto, deben indemnizarse todos los perjuicios que se causen (artículo 14).
Enseguida, obliga a pedir las servidumbres de ocupación o de tránsito para la
búsqueda de las sustancias minerales, salvo que se realice en terrenos fiscales o munici-
pales o en terrenos abiertos e incultos, en que ello no es necesario (artículo 19). Dichas
servidumbres se regulan por las reglas de los artículos 122 y siguientes del Código. Pero
no pueden exceder de seis meses (artículo 19, inciso segundo).
A continuación, no se puede buscar sustancias minerales en los terrenos "compren-
didos en los límites de una concesión minera ajena, empleando desde fuera de aquéllos,
equipos, máquinas o instrumentos, con ese objeto" (artículo 20).
Por último, si bien la facultad puede ejercitarse "en tierras de cualquier dominio"
(artículo 14), el tipo de terreno marca ciertas difirencias. En efecto, el Código distingue
tres tipos de terrenos: libre, reglamentado y prohibido.
Trigésimo: Que los terrenos de cateo libre son aquellos en que, por ser abiertos e
incultos, cualquiera persona puede ejercitar la facultad de buscar minas, sin necesidad
de permiso alguno del dueño de esos terrenos. Si alguien pone un obstáculo, se puede
reclamar ante un juez (Lira, 5.; ob. cit.; pág. 61).
Los terrenos de cateo reglamentado, por su parte, son aquellos en que por ser abiertos
y cultivados o por ser cerrados, cultivados o no, es necesario el permiso escrito del dueño
del suelo o de su poseedor o tenedor para realizar la actividad de examinar e investigar.
Cuando el dueño del terreno sea la Nación o un Municipio, el permiso debe darlo el
gobernador o el alcalde respectivo. Si el dueño se niega a darlo, puede ocurrirse aljuez.
El juez debe respetar ciertas condiciones al otorgar el permiso, que regula el artículo
16 del Código: debe señalar el número de personas que comprenderá la investigación;
no puede exceder de seis meses; no puede realizarse la labor si hay frutos pendientes; y
el solicitante debe indemnizar "todo daño que cause con las labores o con ocasión de
ellas, debiendo rendir, previamente, caución calificada por el juez':
Finalmente, el cateo en los terrenos prohibidos implica que por interés público
o por interés privado no se puede realizar actividad de investigación o examen. Sin
embargo, esta prohibición es relativa, porque pueden levantarla ciertos sujetos que la
ley indica; pero sólo ellos. (Lira, 5.; ob. cit.; págs. 62 y 63).
Por causa de interés público, el artículo 11 del Código lista una serie de terrenos
en que la actividad minera no puede desarrollarse sin permiso de ciertas autoridades.
Por ejemplo, en parques nacionales se necesita la autorización del Intendente respectivo.
Por causa de interés privado, el Código señala: "tratándose de casas y sus depen-
dencias o de terrenos plantados de vides o de árboles frutales, sólo el dueño podrá otorgar
el permiso" (artículo 15, inciso final).
Trigésimo primero. Que esta última norma se aplica a terrenos muy específicos,
pues constituye una doble excepción. Por una parte, es una excepción al régimen de
cateo libre; por la otra, es una excepción al régimen de cateo reglado, pues se trata de
terrenos cerrados (al menos por las paredes de la casa o sus dependencias) o cultivados,
pues están plantados. Sin embargo, la ley los trata aparte.
Dicho régimen excepcional se aprecia, desde luego, en las plantaciones. Se refiere
únicamente a plantaciones de vides y árboles frutales; nada más. Para otras planta-
ciones (por ejemplo, las forestales), el régimen es el de cateo reglado. Por lo mismo, se
podrán realizar labores, si la autorización la dio eljuez por negativa de los llamados a
otorgarla, una vez hecha la cosecha; el Código dice "cuando no haya frutos pendientes
en el terreno" (artículo 16 N° 1). Definir la plantación, es decir, si corresponde a lo
que la ley señala, es una cuestión de hecho.
Enseguida, dicha particularidad se constata en que sólo el dueño del suelo, y no
el poseedor o el tenedor, como sucede en los terrenos regulados, puede dar el permiso
para realizar el cateo.
Finalmente, la particularidad radica en que en caso de negativa del dueño, eljuez
no puede suplir su voluntad (Lira, 5.; ob. cit.; pág. 62; Ossa, JI.; ob. cit.; pág. 91; Y
Gómez, 5.; ob. cit.; pág. 63).
Trigésimo segundo. Que la justificación de este régimen radica en que "son tan
grandes los perjuicios que se pueden ocasionar catando y cavando en esos lugares y tan
inseguros los resultados, que sólo el dueño del suelo puede consentir tal investigación.
En otros términos, únicamente el propietario del terreno es, en este caso, el árbitro de
su interés y él sabrá si niega el permiso, si lo otorga libremente o si lo da imponiendo
condiciones onerosas al catador" (Ruiz, J; ob. cit.; págs. 84-85). Como la autorización
depende del arbitrio del dueño, puede imponer toda clase de condiciones al interesado
para obtenerla (Ossa, JI.; ob. cit.; pág. 91).
Trigésimo tercero. Que esta norma excepcional es aplicable tanto a la concesión
de exploración (artículo 113) como a la de explotación (artículo 116). Sin embargo,
debe considerarse que un derecho a veto a la facultad de catar y cavar, en la medida que
ésta no es un derecho, no genera dificultades. En cambio, tratándose de una concesión
otorgada, el veto produciría la inviabilidad de la concesión. No hay que olvidar que la
posibilidad de imponer servidumbres es un derecho que tiene el concesionario (artículo
109); y que se adquiere "desde la constitución de la respectiva concesión" (artículo
120); siendo su propósito "facilitar la conveniente y cómoda exploración y explotación
mineras" (artículo 120).
Desde este punto de vista, la norma del inciso final del artículo 15 es también
excepcional y, por lo mismo, de interpretación restrictiva.
Trigésimo cuarto. Que la LOCCM, por su parte, obliga al concesionario minero
que quiere catar y cavar en tierras de cualquier dominio con fines mineros dentro de los
límites de la extensión territorial de la concesión, a pedir permiso al dueño del suelo "en
casas y sus dependencias o en terrenos que contengan arbolados o viñedos': (artículo 7°).
La norma, como se observa, es prácticamente igual a la del inciso final del ar-
tículo 15 del Código. Sin embargo, se difirencian en tres aspectos. En primer lugar, este
permiso lo debe pedir el "concesionario minero ': La facultad del artículo 15 se aplica
238 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI" EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
En esta línea, la LOCCM (artículo 7°) dice tres cosas. Por de pronto, que ella
misma y el Código de Minería deben establecer "las limitaciones" a la facultad de catar
y cavar. Enseguida, que estas limitaciones deben precaver daños al dueño del suelo o
proveer a fines de interés público ': Finalmente, que estas limitaciones consistirán en "la
necesidad de obtener permiso del dueño del suelo o de la autoridad correspondiente, en
su caso, para ejercer la facultad de catar y cavar en ciertos terrenos':
Trigésimo séptimo. Que, finalmente, como lo ha reconocido la jurisprudencia,
"quien se encuentra impedido de explotar su concesión, por no contar con la autori-
zación del dueño del suelo, por contener éste arbolados en el sector, mal puede obtener
la constitución de gravámenes que faciliten la explotación; como se pretende con las
servidumbres de ocupación y de tránsito demandadas" (SCS, rol 1.910/97).
Lo mismo ha señalado la doctrina. "Si no puede realizar trabajos mineros, no
se podrá legítimamente imponer la constitución de servidumbres contra la voluntad
del propietario del terreno superficial. .. Ello porque la finalidad de la servidumbre es
precisamente la de facilitar la exploración y explotación mineras, por lo que no puede
el titular de la pertenencia pretender la constitución de servidumbres sin antes obtener
y acompañar el permiso ... " (Vergara, A.; ob. cit.; Vol. IV; pág. 118). "."0
240 LIBROTECNJA®
~---------CApíTULO VI EL DERECHO DE PROPIEDAD~--------~
el subsuelo. Al hacerlo, está afectando los intereses del propietario superficial. Se hace,
pues, necesario buscar una manera práctica y legal a la vez, para eliminar cualquier
conflicto entre las partes y evitar los entorpecimientos en el desarrollo económico de
cada cual. " (Gómez Núñez, Sergio; Manual de Derecho de Minería; Edit. Jurídica;
Santiago, 1993; pág. 234).
"La explotación de los yacimientos y también la exploración necesitan ocupar
terrenos ajenos en una superficie indispensable a sus fines; necesitan también atravesar
las propiedades de otro para tener acceso a la propia o para otros menesteres importantes"
(Ruiz Bourgeis, Julio; Instituciones de Derecho Minero Chileno; T. II; Edit. Jurídica
de Chile; Santiago, 1949; pág. 22).
De ahí que su objeto sea facilitar al minero los medios para "la conveniente y cómoda
exploración y explotación minera" (artículo 120, inciso primero, Código de Minería).
En la medida que no hay una privación de dominio, sino un gravamen, la
doctrina minera coincide en que la servidumbre minera es una limitación al dominio
(Ossa, ¡L.; ob. cit.; pág. 461; Lira, 5.; ob. cit.; pág. 176). ':71
El Tribunal Constitucional se ha pronunciado también sobre la naturaleza
de la servidumbre minera, determinando:
"Que el concepto de servidumbre minera no es sustancialmente distinto al concepto
de servidumbre que establece el Código Civil. Para éste, la servidumbre es el gravamen
impuesto sobre un predio (predio sirviente) en utilidad de otro predio (predio dominante)
de distinto dueño (artículos 820 y 821 del Código Civil).
Para que haya servidumbre, tienen que darse, entonces, ciertos elementos. Desde
luego, la servidumbre es un gravamen. Impone al predio que lo soporta una serie de
obligaciones (servidumbre positiva) y prohibiciones (servidumbre negativa). Por eso,
son limitaciones al dominio, pues se afecta uno de los atributos del dominio: su carácter
absoluto. En la servidumbre se produce un desmembramiento del dominio, ya que un
tercero podrá utilizar una propiedad, manteniendo el inmueble gravado en manos de
su titular original.
Enseguida, en la servidumbre el gravamen debe ser soportado por un predio de-
terminado en favor de otro. Mientras un predio soporta el gravamen, el otro recibe un
beneficio. Esta relación predio a predio explica que para el Derecho Civil la servidumbre
sea para el predio dominante un derecho inmueble, un gravamen real y un derecho
accesorio ("las servidumbres son inseparables del predio a que activa o pasivamente
pertenecen': artículo 825 del Código Civil). Para ello es necesario, por tanto, que los
inmuebles sean de distinto dueño.
Esta identidad sustancial entre la servidumbre civil y aquella regulada en la
LOCCM y el Código de Minería determina que, en lo no previsto por estos cuerpos
legales, la servidumbre minera se rige por el derecho común aplicable a las servidumbres
(artículo 2°, LOCCM). Ello implica que se aplican a la servidumbre minera las reglas
comunes al ejercicio del derecho de servidumbre: "el que tiene derecho a una servidum-
bre, lo tiene igualmente a los medios necesarios para ejercerla" (artículo 828 del CC);
"el que goza de una servidumbre puede hacer las obras indispensables para ejercerla"
(artículo 829 del CC); "el dueño del predio sirviente no puede alterar, disminuir, ni
hacer más incómoda para el predio dominante la servidumbre con que está gravado el
suyo" (artículo 830 del CC). ".° 2
Las servidumbres que gravan los predios superficiales están reguladas en los
artículos 8°, inciso 2°, de la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras
y en el artículo 120 del Código de Minería, las cuales pueden ser clasificadas en
servidumbres de ocupación y de tránsito.
Las servidumbres de ocupación posibilitan que los predios superficiales sean
ocupados en toda la extensión necesaria para trabajos mineros, por canchas y de-
pósitos de minerales, desmontes, relaves y escorias; por plantas de extracción y de
beneficio de minerales; por subestaciones y líneas eléctricas y de comunicación,
canales, tranques, cañerías, habitaciones, construcciones y obras complementarias.
Las servidumbres de tránsito posibilitan que el predio sirviente sea ocupados
por caminos, ferrocarriles, cañerías, túneles, planos inclinados, andariveles, cintas
transportadoras y todo otro medio que sirva para unir las labores de la concesión
con los caminos públicos, establecimientos de beneficio, estaciones de ferrocarril,
puertos de embarque y centros de consumo.
La Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras, en su artículo 8,
determina que los predios superficiales quedan sujetos al gravamen de ser ocupados
en toda la extensión necesaria para trabajos mineros, por canchas y depósitos de
minerales, desmontes, relaves y escorias; por plantas de extracción y de beneficio de
minerales; por subestaciones y líneas eléctricas y de comunicación, canales, tranques,
cañerías, habitaciones, construcciones y obras complementarias; ya los gravámenes
de tránsito y de ser ocupados por caminos, ferrocarriles, cañerías, túneles, planos
inclinados, andariveles, cintas transportadoras y todo otro medio que sirva para
unir las labores de la concesión con los caminos públicos, establecimientos de
beneficio, estaciones de ferrocarril, puertos de embarque y centros de consumo".
El Tribunal Constitucional, en la misma sentencia considerada, ha tenido
oportunidad de pronunciarse sobre las particularidades de las servidumbres mineras,
cuyos considerandos pertinentes reproducimos a continuación:
"Décimo tercero. Que, no obstante, las servidumbres mineras son de dos tipos.
De un lado, están las que gravan los predios superficiales en materia minera; éstas son
242 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI' EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
reguladas por el Código de Minería en sus artículos 120 y siguientes. Delotro, están las
que gravan unas concesiones mineras en fovor de otras, las que se encuentran reguladas
en los artículos 126y siguientes del Código de Minería.
De inmediato salta a la vista que lo particular de la servidumbre minera es que
el predio dominante no es una "casa o heredad': como establece el Código Civil, pues
puede beneficiar a una concesión minera, a un establecimiento de beneficio o al ejerci-
cio de catar y cavar. Y los predios sirvientes, es decir, los gravados con la servidumbre,
pueden ser tanto los terrenos superficiales como las concesiones mineras.
Por eso, la doctrina del Derecho Minero señala que las servidumbres mineras son
"los gravámenes que se constituyen en virtud de la ley sobre un predio superficial en
utilidad de una concesión minera, de un establecimiento de beneficio o del ejercicio
de la focultad de catar y cavar, o sobre una concesión minera en utilidad de otra o de
un establecimiento de beneficio. Por cierto, el predio sirviente y el dominante deben
pertenecer a distintos dueños" (Ossa Bulnes, Juan Luis; Tratado de Derecho de Minería;
T II; Edit. Jurídica; Santiago, 2007; pág. 462).
Décimo cuarto. Que las servidumbres mineras que gravan el terreno superficial,
tienen las características propias de las servidumbres civiles: son gravámenes (un predio debe
soportar la ocupación o el tránsito); constituyen un derecho real (se imponen a un predio);
son derechos inmuebles {se ejercen sobre un predio}; son accesorias (no existen sin elpredio
a que pertenecen y se extinguen cuando se extingue la concesión minera a que sirven).
Lo anterior no implica que no tengan singularidades. Estas son, en primer lugar,
el que sean servidumbres legales, pues las regula el legislador. En este sentido, se imponen
a quienes deben soportarlas; son obligatorias.
En segundo lugar, son esencialmente transitorias, no perpetuas. Este carácter lo
establecen expresamente tanto el artículo 19 como el 124 del Código de Minería. El
primero dispone que la focultad de catar y cavar permite, de un lado, la focultad "de
examinar la tierra y la de abrirla para investigar':' del otro, foculta para "imponer
transitoriamente sobre los predios superficiales las servidumbres que sean necesarias para
la búsqueda de sustancias minerales': "La duración de tales servidumbres no excederá
de seis meses, contados desde la iniciación de su ejercicio ': El artículo 124, por su lado,
señala que "las servidumbres son esencialmente transitorias':
En tercer lugar, no son inmodificables, pues pueden ampliarse o restringirse,
según lo requieran "las actividades propias de la respectiva concesión" (artículo 124
del Código de Minería).
En cuarto lugar, están afectas a un fin determinado. De acuerdo al mencionado
artículo 124 del Código de Minería, "no podrán aprovecharse en fines distintos de
aquellos propios de la respectiva concesión (...) y para los cuales hayan sido constituidas,
y cesarán cuando termine ese aprovechamiento (. ..) ': Lo mismo señala el artículo 8°
inciso quinto, de la LOCCM La servidumbre se puede imponer "desde la constitución
de la respectiva concesión" (artículo 120 del Código de Minería).
244 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
3.2.1.2. Las garantías del predio sirviente de una servidumbre minera. Fi-
nalmente, debemos establecer que el predio sirviente de una servidumbre minera
tiene cuatro garantías de su propiedad, las cuales se encarga de precisar el Tribunal
Constitucional:
246 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - CAPiTULO VI' El DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
7
7 VERDUGO, MARIO; PFEFFER, EMILIO; NOGUEIRA, HUMBERTO. Derecho Constitucional, tomo 1,
reimpresión de segunda edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2005, p. 318.
248 LlBROTECNIA®
~~~~~~~~~~cAPiTULOVI EL DERECHO DE PROPIEDAD~~~~~~~~~~
250 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - - -
252 LIBROTECNlA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
Así, solo los tribunales ordinarios, dentro del ámbito competencial fijado,
están llamados a conocer y resolver estas materias, quedando excluido y prohibido
constitucionalmente los tribunales especiales. Asimismo, la Corte Suprema de
Justicia ha resuelto en base a dicha norma constitucional que no pueden existir
tribunales arbitrales concesionales, anulando precisamente un arbitraje en materia
de estacas salitreras entre empresas relacionadas con COSAYACH, por falta de
competencia y jurisdicción. 79
70 Véase, por todos, sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en los autos de recurso de
queja rol N° 1.1 09/89, de fecha 21 de junio de 1990, en la causa arbitral "Sociedad Legal Minera
San Enrique del Alto San Antonio con Sociedad Legal Minera La Unión de Tarapacá".
254 LlBROTECNIA®
- - - - - - - - - - C A P i T U L O VI' EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
so Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 260, de trece de octubre de mil novecientos
noventa y siete, considerando 10°, 11 ° Y 18°.
6° del mismo Código como "un derecho real que recae sobre las aguas': que "consiste
en el uso y goce de ellas";
SEXTO. Que, de lo razonado mds arriba, debe concluirse de manera nítida que
el derecho de propiedad, en general y en particular el derecho de propiedad sobre las
aguas, reconoce como límite su función social, en virtud de la cual se pueden establecer
limitaciones específicas al mismo. Es del caso recordar que la propia Carta Fundamental
señala, en el numeral 8° de su artículo 19, que es deber del Estado velarpor que el derecho
al medio ambiente libre de contaminación no sea afectado, en tanto que el numeral
24° del mismo artículo entiende que la fonción social de la propiedad comprende la
preservación del patrimonio ambiental, dentro de la cual cabe la conservación de los
caudales de aguas, de lo cual deriva el deber del Estado de adoptar todas las medidas
para evitar su agotamiento, en conformidad ademds con el artículo 2°, letra b), de la
Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente; ': 81
5. CUESTIONARIO DE TRABAJO
256 LIBROTECNIA®
- - - - - - - - - - c A P í T U L O VI EL DERECHO DE PROPIEDAD - - - - - - - - - -
6. BIBLIOGRAFíA
258 LIBROnCNlA®
---------~CAPíTULO VI EL DERECHO DE P R O P I E D A D - - - - - - - - - -
260 LlBROTECNIA®