Introducción La epístola a los Hebreos es uno de los textos más difíciles de interpretar del Nuevo Testamento. Esta carta ha sido identificada a lo largo de la historia cristiana como "La Epístola del Apóstol Pablo a los Hebreos." Sin embargo, esta inscripción no es exacta. Hebreos no es un epístola Hebreos es un sermón, una "palabra de exhortación" (13:22). Al comparar la introducción del escrito (1:1-4) con la forma tradicional de la carta, vemos que Hebreos carece de la introducción epistolar; por el contrario, comienza con el argumento. Por lo tanto, concluimos que Hebreos es un sermón al que se le dio posteriormente una conclusión epistolar. Autor y destinatarios Hebreos no fue escrita por Pablo: El documento es anónimo. Además, la teología y el lenguaje del documento son distintos al de Pablo. Hebreos no fue escrita a "los Hebreos": La carta no identifica sus destinatarios. El nombre "a los Hebreos" fue otorgado a la carta porque ésta trata temas relacionados con el judaísmo (Sumo Sacerdote, templo, etc.) Nivel Literario Hebreos es el documento de la Biblia que contiene el argumento sostenido más largo del Nuevo Testamento. De principio a fin, el tema de Hebreos es que Jesús es el Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto. El argumento es escalonado y progresivo. Por lo tanto, es imposible comprender el capítulo 9 si no se entiende, por lo menos, el 7 y el 8. Metodología Ya que no podemos identificar el autor ni la comunidad a quien fue dirigida esta palabra de exhortación, es necesario acercarse al escrito de otro modo. Es necesario leer Hebreos para ver lo que el texto sí nos dice sobre la ocasión del escrito, su propósito y la situación de la comunidad. Estructura literaria La epístola a los Hebreos se divide en cinco secciones, que comienzan con una breve introducción y terminan con una conclusión en forma de carta. Cada sección trata dos temas. En cuatro secciones hay un texto que sirve de puente entre un tema y el otro. Así podemos apreciar como Hebreos se caracteriza por seguir un tipo de estructura concéntrica o quiástica. Apertura (1:1-4) La epístola comienza con un breve prólogo donde habla de la intervención de Dios en la historia (1:1-4). La superioridad del Hijo (1:5- 2:18) Estos versos sirven de introducción a la primera parte del escrito que trata sobre la superioridad del Hijo (1:5- 2:18). Esta sección presenta los temas de la coronación del Hijo como Rey (1:5-14) y su solidaridad con la humanidad adquirida por medio de la pasión (2:5-18) unidos por una exhortación a reconocer la autoridad del hijo (2:1-4) Cristo, Sumo Sacerdote (3:1- 5:10) La segunda parte afirma que Cristo es nuestro Sumo Sacerdote (3:1-5:10). Los temas que tratan son los de "Jesús, el Sumo Sacerdote fiel" (3:1- 6) y "Jesús, el Sumo Sacerdote compasivo" (4:15-5:10) unidos por una advertencia contra la incredulidad (3:7-4:14). El Sumo Sacerdocio (5:11- 10:39) La tercera parte presenta las características del Sumo Sacerdocio de Cristo (5:11-10:39). Esta es la sección más importante del escrito. Por su relevancia, la misma comienza con advertencia contra la pereza (5:11-6:20). Entonces, a renglón seguido, pasa a considerar los temas de "Jesús, Sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec" (7:1-28) y la eficacia del sacerdocio de Cristo (10:1-18). Estos temas están unidos por el puente que forman los capítulos 8 y 9. El centro teológico Este es el centro teológico de la carta donde se presenta la tesis central del escrito: Jesús, el Sumo Sacerdote perfecto (8:1-9:28). Esta sección termina del mismo modo en el cual comienza, con una exhortación a acercarnos a Dios (10:19-39). La perseverancia (11:1-12:13) El tema de la perseverancia en la fe se trata en la cuarta sección (11:1- 12:13). Esta parte presenta varios ejemplos de la fe (11:1-40) seguidos por un llamado a la perseverancia y a aceptar la disciplina del Señor (12:1- 13). La vida cristiana (12:14-13:18) La quinta parte es una orientación para la vida cristiana (12:14-13:18). Esta presenta dos (2) llamados, uno a la santidad (12:14-29) y otro a la solidaridad con el mundo y con la Iglesia (13:7-19). Estos llamados están unidos por una sección de consejos finales (13:1-6). Conclusión (13:20-25) La conclusión (13:20-25) incluye una doxología (13:20-21) y la despedida (13:22-25). Anuncios En este punto debemos notar que cada sección termina con un anuncio que introduce el tema de la siguiente sección. Así el v. 1:4 anuncia el tema de la superioridad del Hijo; 2:17-18 el de Jesús como Sumo Sacerdote fiel y compasivo; 5:9-10 el de Jesús como el Sumo Sacerdote perfecto, según la orden del Melquisedec; y 12:13 anuncia el tema de la vida en el camino de la fe. Situación La situación de los destinatarios de la Epístola a los Hebreos es ciertamente angustiosa. Las comunidades cristianas del siglo I vivían bajo un sistema opresivo. El sentimiento provenía de, por lo menos, tres (3) fuentes: Económica: Las comunidades cristianas eran, en su mayoría, pobres. Socio-política: Los creyentes eran, en su mayoría, esclavos y extranjeros residentes. Por lo tanto, no tenían los mismos derechos de los ciudadanos. Religiosa: Los cristianos eran considerados "ateos" porque no participaban del culto oficial al emperador. Tres pasajes (1) En Hebreos, esta situación angustiosa se ve claramente en tres pasajes: La exhortación a la perseverancia (10:32-39): Los creyentes sostuvieron un "gran combate" (v. 32b). Estas pruebas tenían tres formas principales: Ser expuestos a ultrajes y a la cárcel; solidarizarse con los que sufren ultrajes y cárcel; y ser despojados de sus bienes. Tres pasajes (2) El ejemplo de Cristo y la paternal pedagogía de Dios (12:1-13): Jesús es el modelo del mártir. Su pasión es una prueba física y espiritual. Por lo tanto, los creyentes deben resistir aún "hasta la sangre" (v. 4). La pedagogía divina tiene la función de dar consuelo a los que han venido a ser compañeros en la "disciplina", i.e., en el sufrimiento. Consejos finales (13:1-19): Se exhorta a la solidaridad con los presos y los maltratados (v.3). Una estancamiento Esta situación opresiva llevó a la Iglesia a un estancamiento, a la inacción debido al temor al sufrimiento. Esta inacción puede verse, en forma especial, en tres pasajes: Inmadurez en la fe (5:11 - 6:3): La Iglesia no ha crecido en su conocimiento de la doctrina y reflexión ética. Falta de compromiso (10:25): Muchos faltan a las reuniones. El peligro de la apostasía (2:14; 6:4-9; 10:26-31; 12:25-29): Estrategias teológicas y pastorales Hebreos plantea una respuesta teológica a un sistema angustiante, a un contexto opresivo. Esta respuesta teológica tiene dos vertientes, una cristológica y otra eclesiológica. Nivel cristológico Se plantea una cristología de solidaridad. La obra de Cristo se ve como la expresión de la solidaridad de Dios con la humanidad. Esta obra salvífica lleva a la comunidad a vivir en y a practicar la solidaridad. El motivo principal del nivel cristológico es el Sumo Sacerdocio de Cristo (5:14-16). Esta estrategia busca crear un nuevo entendimiento de la vida de fe en la comunidad. A su vez, este nuevo entendimiento de la vida de fe en la comunidad. A su vez, este nuevo entendimiento tiene como fin o meta el crear una nueva ética; una nueva práctica de la fe que les dé esperanza y los saque de su estancamiento espiritual. Una nueva práctica de la fe Esta nueva práctica de la fe se caracteriza por su: Perseverancia militante Su solidaridad con el que sufre. Su compromiso cristiano (no hay otra oportunidad). Su entrega a la lucha por implantar un nuevo orden; lucha que los podría llevar aún hasta el martirio. Apertura a la vida diaria como el "locus" de la acción de Dios. Ya no hay dos historias: la santidad, la solidaridad y el compromiso deben expresarse en forma íntegra en la totalidad de la vida humana. Nivel eclesiológico Se plantea una re-interpretación del carácter central de la comunidad. Basándose en el relato del éxodo -- sobre todo en el Deuteronomio, -- la Iglesia se presenta como una comunidad de peregrinos; una comunidad del éxodo. El motivo del peregrinaje aparece en los capítulos 2 y 4 y 11 y 12. Los peregrinos cristianos no tienen nada invertido en el viejo "orden" y caminan en forma decidida a un nuevo orden (el Reino de Dios). Como Abraham (11:8-10), los cristianos caminan al descanso (4:9-11), a la Jerusalén Celestial (12:12-23), a la meta, que no es otra cosa que la presencia de Dios (12:1-2). Conclusión Hebreos tiene un mensaje relevante para nosotros. A la Iglesia cansada, temerosa y estancada Hebreos le dice: "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,...” (Hebreos 12:1-2a) FIN
Analizando la Enseñanza del Trabajo en Números: La Experiencia de Israel en el Desierto para Nuestros Desafíos Actuales: La Enseñanza del Trabajo en la Biblia, #4