Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
España y La Monarquía Universal. en Torno Al Concepto de Estado Moderno PDF
España y La Monarquía Universal. en Torno Al Concepto de Estado Moderno PDF
15
(1986)
(l) E n especial, 10s componentes de la llamada (( escuela total )), desde uno
de sus fundadores, Lucien Febvre, hasta la figura mAs respetada en la actuali-
dad, Ferdinand Braudel.
(2) Incluso, relacionados entre si, por discipulazgo, como es e1 caso de Elliot,
respecto a Koenigsberger.
(3) Basta recordar uno de 10s grandes mitos historiogrAficos, como es e1 caso
Henri Pirenne.
(5) Entre 10s hltimos hay que citar a Ferrkn Soldevila y a Jaume Vicens
Vives.
ber de donde obtiene Braudel esas virtudes francesas, al tiempo que niega que
Espafia sea e1 gran personaje de la historia de Carlos V, y que Alemania sea e1
punta1 de su politica.
( 1 6 ) Maravall lo ha detectado en Ranke: es curioso que un histosiador mar-
un tanto por ciento muy apreciable de la informacion, asi como algunas de las
ideas expuestas. Sin embargo, las tésis que se defenderin aqui, estin m i s cerca
de las sostenidas por Alfonso Garcia-Gallo, en la rica manualistica de este autor.
8.
2. (( ESTADO
H Y (( ESTADO
MODERNO )) COMO OBJETIVOS PREVIOS
DE UNA DEPURACION TERMINOLOGICA.
parte, como (I Los Reinos de la Baja Edad Media y e1 Estado Moderno i). Tam-
bién lo emplean F. TomAs y Valiente o J. A. Escudero, entre 10s espaiioles, y A.
Marongiu, entre 10s extranjeros. E n e1 caso de Francisco Tomas y Valiente, la
cuestion se complica, porque llega a identificar (( Estado I) y o Monarquia o, con-
forme puede verse en su colaboracih al tomo XXV de la Historia de Espafia,
que 10s propios (( creadores )) del concepto de Estado, utilizan esta denominaci611
de forma indiscriminada, como es e1 caso de Jellinek.
($0) BRAUDEL, OP. cit., habla de d estados B en la edad media, y considera
la caida de Barcelona en 1472, corno la de una N ciudad-estado b. Coincidiendo
con é1 en la apreciacion del gran papel que juega e1 dinamismo dela ciudad de
Barcelona en la Corona de Aragon, me parece erroneo considerarla como (<estado-
urbano )), por contraposicion al N estado territorial ». No sé que categoria se reser-
vari para Atenas, por ejemplo.
(31) E1 N Principe )) es e1 titulo de la version romance, en tanto, la version
latina utiliza corno titulo e1 de (<Cobre 10s Principados 1). Vid. la ed. bilingue, con
estudio preliminar, notas y apéndices, de Luis A. AROCENA, Ediciones de la Uni-
versidad de Puerto Rico, Revista de Occidente, Madrid, Igjj.
velo.
(37) OP. cit., pags. 13-29, dice que para Chabod existe un
J. A. MARAVALL,
a Estado del Renacimiento v , pero que para 61, lo que existe es un (( Estado mo-
derno b.
Lo registra MARAVELL,
(3'3) OP. cit.
Vid. CHABOD,OP. cit.
(3s)
(40) Id. id. Se refiere a una denuncia que sobre un supuesto espiritu de cuerpo
(41) Todo ello se encuentra en J. A. MARAVALL, OP.cit., nota 34. Sin embargo,
vid. tomo I1 de la cit. obra, pag. 281 y ss, de la que resulta que, segUn De Roo-
ver, en e1 siglo XVI no se ha innovado nada sobre banca, letra de cambio, con-
tabilidad por partida doble, bolsa seguros y compaiiia o sociedad mercantil, lo
que concuerda con e1 hecho de que Carande y Braudel destaquen la tradicion
medieval en areas como la moneda o e1 comercio internacional. Parece que esto
contradice la existencia de (<modernidad P, aunque pese a todo, Maravall habla
de una nueva politica, a la que califica de (( mercantilista )), por cierto, en con-
cordancia con P. Vilar. Sin embargo, 10s rasgos de mercantilismo han sido muy
fuertes en la edad media, por lo que me parece muy dificil puedan calificar e1
estado moderno 1). Ademis, Maravall encuentra también antecedentes de fisio-
cracia.
(42) Vid. A. GARC~A-GALLO, OP.cit., parigr. 1243.
(43) Recuérdese Zoc. cit. en nota 33.
Europa (9.
La doctrina politica también parece entenderlo asi. Antonio
Pérez recomienda al principe que a consejeros y consejos les deje
e1 despacho de todos 10s negocios, y sin consulta particular ((de
lo que no tocare a estado D, pues en esto s d o e1 Principe es e1 que
debe resolver (59). Consecuente con esta concepcih, opina que e1
rey necesita un Consejo de Estado, ((que es como decir Consejo
de conservacion, y de aumento (“O). De todo esto se desprende
que, conforme a Antonio Pérez, solo lo relativo a conservacion
e incremento del poder del rey, es lo que constituye la materia
de (( estado )), es decir, de (<situaci&)), y que todos 10s demas
negocios, y entre ellos, e1 gobierno, no con materias de estado.
Por otro lado, e1 reino o 10s reinos no son un ({estadoo o ((esta-
dos o, sino lo que existe es un estado de ellos, es decir, una situa-
c i h , por la que hay que velar, en e1 sentido de conseguir un man-
tenimiento y un incremento.
Con esta concepcion coincide Sebastian de Covarrubias, cuan-
do, entre otras significaciones de la palabra ((estado)), dice que
es e1 govierno de la persona rea1 y de su Reino, para su con-
servacion, reputacih y aumento )), que (<materia de estado )) es
(67) Esto se ve claro en 10s Paises Bajos, s e g h 10s trabajos de Hugo de Schep-
any 1642.La presa de una Galera de Espanya y perdua de altres 1). Traduit de
frances en Catala. Barcelona, I 642. (Biblioteca Centra1 de Catalufia, Folletos
Bonsoms, 10875).
(50) Antonio PÉREZ, OP. cit., pag. 55.
( 6 0 ) Id. pag. 119.
(61) Vid. A. GARCfA-GALLO, OP. cit., tomo 11, F. 906. Los otros significados
(64) Vid. e1 titulo cit. en nota 50. En e1 texto, lo emplea con minuscula
(P%. 34).
( 6 5 ) Vid. MARAVALL, OP. cit., loc. cit. en nota 51. donde registra la obra de
SAAVEDRA F A J A R D O , titulada Introduccidn a l a Politica y razdn de Estado de Don
Fernando e1 Catdlico.
(68) Vid. Joseph PELLIZER DE TOVAR, Idea del Principado de Cataluna, Am-
beres, 1642.
(87) La cita es de J. BENEYTO, Espiritu y Estado e n e1 siglo X V I , pags. 23-33.
("s) Insisto en ello en e1 trabajo cit. en nota 29. Destaco que lo que caracte-
riza al 6 Estado )) es la asuncion del poder publico por una persona juridica.
y especular. Hay que suponer que tal o cual autor piensa esto
o lo de mas alla, porque en realidad, no se sabe qué es lo que,
piensa.
Desde luego, la citada Monarquia no es un estado al estilo
del actual, sea en su version liberal, sea en su version socialista,
y ello, no precisa demostracion. Lo que hace falta es analizar si
tiene puntos comunes con éste, y que, al mismo tiempo, le di-
ferencien de las estructuras politicas anteriores, especialmente, las
medievales.
9.
(72) Vid. MARAVALL, OP. cit., tomo 11, pags. 101-145.P. Anderson destaca
muy bien que, ahora y recurriéndose a Marx, e1 capitalismo aparece como e1 pri-
mer modo de produccion en e1 que 10s medios para extraer e1 excedente son N pu-
ramente economicos B. Est0 no sucede en la Monarquia de 10s Austrias.
(73) Recuérdese e1 caso de las Cruzadas, y que tan patente se ha observado
en algunas de ellas.
(74) Piénsese en e1 expansionismo mediterraneo de la Corona de Aragon, o
(76) Lo hace J. A. MARAVALL, OP.cit., tomo 11, pags. 3-56, pero, en todo caso,
reconoce que B tenemos todavia ante nosotros e1 tipo de una sociedad estamental u.
H. Parry y F. TomAs y Valiente. F'uede verse también mi obra Los medios perso-
nales de gesti& del poder pdblico en la historia espanola, IEA. Madrid, 1970.
(a5) Es del propio Maravall la tésis de que la nobleza se convierte en élite
de poder.
(g6) Vid. MARAVALL, 09.cit., tomo I, pags. 405-442. Se olvida que e1 o Libro
de 10s juicios >) visigodo, o 10s (( Fueros de Aragon >), p.e., muestran un Derecho
basado en e1 proceso.
4. LA MONARQU~A
ESPANOLA UNIVERSAL o IMPERIAL, COMO ELA-
BORACION POLITICA CASTELLANA.
las colecciones del siglo XIII, para encontrar estas garantias. Aparte de ello,
probablemente, una mayor discrecionalidad judicial puede encontrarse en la edad
moderna, como puede verse en Francisco TOMASY VALIENTE,E1 derecho pena1
de la Monarquia absoluta, Tecnos, Madrid, 1969.
(98) MARAVALL, OP. cit., tomo 11, al tratar del Derecho y las transformacio-
nes de la vida juridica, pags. 405-442, es decir, e1 loc. cit. en 96, alega también
esto. La verdad es que la recopilacion castellana no ha merecido de ninguno de
10s especialistas, 10s elogios que le tributa Maravall, sobre todo, e1 que sea 4 un
producto, en pocas partes igualado, de las tendencias politicas en e1 campo del
derecho P).Frente a lo que dice, la (i Copulata )) de Indias, que llama 6 Ovandina o,
no es un codigo. No atribuyo demasiada importancia a estos errores, que todos
estamos cometiendo en las Areas que no son de nuestra especializacion, aunque
creo hay que constatarlos, para que no puedan ser mal utilizados.
(99) Y o he destacado e1 fenomeno de la Recopilacion, hasta e1 punto de bau-
tizar con é1 todo un penodo en la evolucion del Derecho espanol, pero derivado
de otro fenomeno, que es e1 del cumulativismo legal.
(lo') Solo se registra una muy discutible communicacih entre e1 bando gui-
puzcoano de Hernani con 10s comuneros.
(lo8)La cita es de J. A. MARAVALL, OP. cit. en nota 96, cap. I, de la parte
11, nota 60.
(Io9) Vid. BENEYTO, OP. cit. en nota 102, cap. dedicado a politica exterior,
228-264. Solorzano habla de t emperador de las regiones del Sol #, y a Felipe IV
se le llama t Emperador de las Indiaso en 1640, aunque, como dice Beneyto,
como pompa. Segun Maravall, Laynez llama a Felipe IV t Emperador de Amé-
rica 8 . Fr. Pedro MOLINER,Lagrimas del Geremias catalkn, Tarragona, 1644 (Bi-
blioteca Centra1 de Catalufia, Folletos Bonsoms, 5948), se dirige (<a la Rea1 Cle-
mencia de Filipo IV, e1 Grande, Rei de las Espaiias, Emperador de las Indias,
legitimo Sefior de Catalufia >). Moliner era catedrhtico de Teologia en la Universi-
dad de Lérida.
(1l8) BENEYTO, EspaEa y e1 problema ..., pag. 228, destaca que no hay hos-
tilidad espafiola al Imperio, y que Vitoria no es un cesarista, aunque tampoco
es un ginebrino. MARAVALL, Carlos V y e1 pensamiento ..., incluye a Palacios Ru-
bios y a Vitoria en 10s opuestos a la idea imperial. Yo he recogido también la doc-
trina de la exemptio imperii >) en 10s escolasticos castellanos, y de la Monarquia
espaiiola en e1 Pais Vasco.
(118) Vid. MARAVALL, Garlos V y e1 pensamiento ..., pags. 181-231.
(120) Es lo que ocurre con la denominada qescolistica espafiolas, conforme
he indicado en Anotaciones histovicistas al jusprivatisnzo de l a Segunda Escoldstica,
y en U n a ideologia p a r a un sistema, trabajos ambos publicados en Quadernzi fio-
rentini p e r l a storia del pensiero giuridico moderno, I y 8, 1979 y 1979. respecti-
vamente. Curiosamente, Martim ALBUQUERQUE, J e a n B o d i n na Peninsula Ibérica,
Fandaqao Calouste Gulbenkian, Paris, 1978,pags. 41-74, preconiza quela escuela
espafiola se llama (< peninsular t). Se explica porque Albuquerque no e s t i con-
templando la realidad levantina, sino la portuguesa, en la que Aires Pinhel, Soa-
res da Ribeira y Jeronimo Osorio frecuentan Salamanca, y Salgado de Araujo,
Pedro Barbosa y Luis Marinho de Azevedo escriben en castellano. Recuérdese,
ademis, la vinculacih de Suarez a Coimbra, por ejemplo.
10.
(121) Vid. e1 dato, p.e., en John LYNCH,EspaEa bajo 10s Austrias. I . Impe-
rio y absolutismo (1516-1698),Ediciones Peninsula, Barcelona, 1970.
(122) Ioanne Baptista a VILLALOBOS Hispano ac Toletano, Antinomia iuris
Regni H i s p a n i a r u m , ac civilis. in qua practica forensium causarurn uersatur: ac
E r a r i u m commune opinionum iuxta ordinem alphabeti, c u m concordantiis ac discor-
dantiis legum Regni Hispaniae, Salamanca, 1569. Es obra postuma, pues e1 autor
fallecio en 1562. Desarrolla la rutinaria tésis de la B exemptio imperii o, pero,
ademks, declara que e1 ius regium es e1 derecho comfin, y. deficiente e1 dere-
cho canonico, hay que recurrir a 61, y no, al D. romano (fols. I a 3 ) .
(*zs) Vid. mis trabajos cit. en nota 119, especialmente, e1 primero.
En Politica I n d i a n a , ya citada. Juan BENEYTO, Espana y e1 problema ...,
pags. 163-169, registra que Pedro Martir de Angleria habla de <i Hispania )).
(lZ5) O p . cit., pag. 158.
(12'3) La cita es de J. A. MARAVALL, Estado moderno ..., tomo I, cap. I1 en
pags. 87-160.
(131) Id. id. cap. XXX. E1 Fuero de Vizcaya hace reiterada alusion al <iFuero
de Espafiao.
(182) Vid. Juan BENEYTO,09. cit., pags. 265-283, con referencia, especial-
mente, a Pedro Salazar de Mendoza, que habla de ~Monarqufade Espaiia,, y
Ioseph PELLIZER DE TOVAR,Idea del Principado de Cataluna, Amberes, 1642,
que dedica un volumen @ aun Monarca de Espafia)).
(I=) Vid. MOLINER,o+. cit.
(164) Sobre todo esto, vid. mi segundo trabajo cit. en nota 119. A 10s auto-
res en é1 combatidos, hay que agregar J. A. MARAVALL, OP. cit., pags. 401-447.
cuando considera a Suirez como un predecesor de Rousseau, mas directamente
que Hobbes, Spinoza o Grocio, lo que considero totalmente inadmisible; y tam-
buén a José Luis ABELLhN, OP. cit., pags. 174-175. cuando exalta a Fr. Luis de
Le6n como defensor de la paz, y tiene que reconocer que ha sido pintado c y a
de hombre irascible y colérico, ya de amante de la paz y la naturaleza >).
(165) E n contradiccih con la pretendida base <( democratica >), e1 propio J .
Vega, quien defiende la impresion, D para que vean tambien otras Naciones, que
Amor tienen a su Rey sus Vasallos, y que bizarra Disposicion su Heroico Prin-
cipe v.
(17*) Vid. nota 137.
(177 Es e1 caso de Antonio L6pez de Vega, destacado por J. A. MARAVALL,
Estado y nzentalidad ..., tomo I, 249-321.
(176) Vid. BENEYTO, Espiritu y Estado ..., pags. 81-90.
(l”) Vid. LYNCH, op. cit. y AmLLhN, op. cit., nota preliminar, que siguiendo
a Ortega y Gasset, lo califica de ultimo gran movimiento europeista. Natural-
mente, t r a t h d o s e del erasmismo, siempre hay que recordar la obra de Marce1
Bataillon.
(178) Vid. ABELLAN,OP.cit., pags. 17-48, para e1 que, mientras Carlos V im-
pulsa e1 erasmismo, Felipe I1 se identifica con e1 antierasmismo de Melchor Cano
y con las doctrinas del Concilio de Trento.
(179) Vid. BENEYTO, Espiritu y Estado ..., pags. 109-120, aunque en Fadri-
que Furi6 Ceriol registra resonancias de Maquiavelo. Vid. la interesante exposi-
ci& del 4 universalismo a través de la pluralidad 4, que hace J. A. MARAVALL,
Carlos V y e1 pensamiento ..., pags. 269-315. LYNCH,OP.cit., considera que e1 eras-
mismo penetra en Espafia, porque condena e1 libre albedrio.
(180) Juan BENEYTO, op. cit., pags. 101-108, destaca que a Ignacio de Loyola,
le enfriaba su devoci6n e1 leer e1 (< Enchiridion militis christiani i). ABELLAN,09.
cit., pags. 87- 127, ha comparado 10s fen6menos del erasmismo y e1 krausismo
en Espafia, y recuerda que a Alfonso Valdés, se le calificaba de (< erasmicior Eras-
mo b. Beneyto recuerda que Vitoria recibi6 influencia erasmista en Paris, pero
se enfri6 pronto su erasmismo.
(181) BENEYTO, Espafia y e1 problema ..., pags. 163-169, destaca que e1 titulo
de RR.CC. fue concesion oportunista de 10s Pontifices, aunque popularmente
arrancaba de a t r b .
cu81, las regalias deben ser igual en todas partes, y aiin m i s de F. TOMASY VA-
LIENTE, 09.cit., que no ha prestado la debida atencion a un problema, que es
capital. Vid. L a institucibn virreinal ..., ya cit. Sobre elio, se insiste mbs adelante.
( 8 0 0 ) Cobre todo esto vid. mi Iniciacibn histbrzca ..., ya cit.
11.
Me ocupé de ello, en L a institucidn virreinal ..., pag. 323 y ss., y creo que no ha
sido debidamente recogido por 10s historiadores, corno tampoco lo relativo a las
otras regalias. No debe olvidarse tarnpoco la actitud del Pais Vasco, frente a
su contribucion militar.
I y 11, nums. 5. 7 y 8. Habla de 10s 6 Reges Hispaniae )), y del a Rex Valentiae #.
Sobre la personalidad de este jurista, ha trabajado F. Tomls y Valiente.
(213) Recordar a Tristany en nota 138. Es significativa la actitud favorable
hacia Felipe 11, que muestra la historiografia vasca, e, incluso, la del propio Sa-
bino Arana.
(214) Segun MARAVALL, op. cit., 249-321, para Vicens Vives e1 pactismo ca-
tal0n no era asimilable por una Monarquia con tendencia absolutista. Esta ten-
dencia es la que representa, fundamentalmente, e1 Conde Duque de Olivares,
sobre cuya postura no se dice nada en e1 texto, por ser ampliamente conocida.
E1 Conde Duque tenia la clara visi& de que para que la Monarquia fuera Uni-
versal, y se siguiera manteniendo como tal, era precisa la unidad nacional me-
tropolitana. Se equivocaba en creer que eso era posible conseguirlo a través de
las armas.
(216) Recuérdese lo dicho sobre la predicaci6n en castellano o catal&n, y,
en general, puede verse mi OP. cit. varias veces, y, entre ellas, en la nota 206.
("6) Es significativo, DIMASPORTA,Discursos politicos sobre la justa pre-
tensibn que 10s concelleres de l a insigne Ciudad de Barcelona tienen de cubrirse de-
lante de su Majestad, 1632. (Biblioteca Centra1 de Cataluna, Folletos Bonsoms,
6536).
(217) También es muy significativo Felipe VINYES,Discurso e n e1 qual se jus-
tifica que 10s Brazos juntados e n cortes solos, n o pueden proveer oficios del General.
Barcelona, 1632 (B.C.C. F.B., 6538). Vinyes se distingui6 por su afeccion al Rey.
(218) Vid. nota 214. Hay que afiadir e1 cambio de actitud del Pais Vasco en
e1 siglo XVII, en relaci6n al siglo XVI.
(219) Francisco GILABERT, OP. cit. en nota 51.