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Theoria, Vol.

14 (1): 27-36, 2005 ISSN 0717-196X

Artículo

LA PARTICIPACIÓN DE LOS ESTUDIANTES:


¿UN CAMINO HACIA SU EMANCIPACIÓN?
THE PARTICIPATION OF STUDENTS: A WAY TOWARDS THEIR
EMANCIPATION?

MARCIA PRIETO PARRA


Instituto de Educación, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Avda. Brasil 2950, Valparaíso, Chile

RESUMEN

Este artículo da cuenta de un estudio cualitativo-interpretativo en 4 escuelas chilenas de educación media


acerca de las representaciones de los estudiantes sobre sus procesos formativos, e incorpora a 9 estudiantes de
estas escuelas como investigadores. Los resultados muestran una representación de participación restringida,
dada la preeminencia de prácticas directivas y rutinarias que les ajustan a un orden establecido, anulando las
posibilidades de convertir a los estudiantes en personas autónomas y emancipadas. Se concluye la necesidad
de reposicionar a los estudiantes en el epicentro de sus procesos formativos a partir de la práctica sostenida del
diálogo y la reflexión. Ello promovería el desarrollo de sus capacidades analíticas y críticas, facilitaría su
propia construcción del conocimiento y abriría espacios para el cuestionamiento y el debate, transformando
a los estudiantes en sujetos emancipados y comprometidos con sus propios procesos de desarrollo.
PALABRAS CLAVES: Participación estudiantil, representaciones de los estudiantes, estudiantes investigadores,
prácticas escolares

ABSTRACT

This qualitative study gives an account of Chilean students opinions about their learning processes in four
secondary schools. It incorporates nine students from these schools as members of the research team. Results
show opinions of restricted participation, due to directive and monotonous school practices that make the
students conform to the established order, eliminating their possibilities of becoming emancipated persons. It is
concluded that there is a necessity of situating students at the epicenter of their learning processes by means of
a sustained practice of dialogue and reflection. These practices would promote and develop their analytic and
critical abilities, facilitate their own construction of knowledge, and open up a space for questioning and debat-
ing, transforming students into emancipated subjects, committed to their own developmental process.
KEYWORDS: Student participation, student representations, students as researchers, school practices.
Recepción: 18/04/05. Revisión: 20/06/05. Aprobación: 28/07/05

INTRODUCCIÓN cido en los planes y programas curriculares.


Se ha olvidado que la calidad educativa está
El concepto de calidad educativa, en la ma- indisolublemente vinculada a la calidad de
yoría de los casos, ha estado restringido a la formación de los estudiantes como perso-
lograr que los alumnos aprendan lo estable- nas íntegras, autónomas y responsables de
sus procesos formativos. Lo anterior deman-
* Esta publicación se inserta en el contexto del Pro- da urgentes transformaciones a las escuelas,
yecto Fondecyt 1040678. entre otros aspectos, para implementar pro-

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cesos escolares que promuevan su desarrollo calidad, concederles la posibilidad de reali-


personal y consiguiente emancipación, lo zar propuestas y tomar decisiones al respec-
que implica promover su activa participa- to. Ellos tienen mucho que decir sobre el
ción. tema y, dado que son los que producen los
La participación de los estudiantes en la resultados escolares, resulta fundamental su
escuela ha sido escasa, dado su tradicional involucramiento para mejorarlos (Rudduck
formato jerárquico, el que ha impedido co- y Flutter, 2004; Nieto, 1993). En efecto, sus
nocer lo que ellos piensan y sienten, pues visiones y perspectivas, por una parte, repre-
sus voces no son reconocidas como referen- sentan aportes que complementan los esfuer-
tes válidos para analizar los problemas edu- zos desplegados para mejorar la educación;
cativos. Es preciso remediar esta situación por otra, los procesos escolares pueden ser
de exclusión y marginación, pues la expre- más constructivos si se generan relaciones
sión de sus voces, como punto de partida simétricas, basadas en el diálogo y la comu-
para su participación, permite visualizar sus nicación con ellos. Dado lo anterior, pare-
propias comprensiones acerca de la realidad ciera necesario construir un nuevo paradig-
vivida en el contexto escolar, a la vez que ma educativo que proporcione nuevos
refleja sus esfuerzos por definir por sí mis- delineamientos acerca de su sentido y alcan-
mos lo que piensan, experimentan y espe- ce, lo que implica, según Rosa María To-
ran de la escuela. rres, trastocar las prioridades y los ordenamien-
tos convencionales y poner al alumno en el cen-
tro (Torres, 2000: 69). Es decir, se requiere
La participación de los estudiantes relevar la relación dialéctica entre profesores
en las aulas y estudiantes, reposicionando al estudiante
en el epicentro del proceso pedagógico y
Si bien se han activado numerosos aspectos otorgándoles la oportunidad de convertirse
para mejorar la calidad de los procesos for- en los genuinos sujetos del proceso a partir
mativos en las escuelas, no se ha visualizado de su activa participación.
aún la necesidad de transformarla en una La participación, en general, implica to-
comunidad en la que todos tengan derecho mar parte y ser parte de algo. En términos
a participar y muy especialmente los estu- mas específicos, en la escuela representa un
diantes. Por el contrario, han surgido nu- proceso de comunicación, decisión y ejecución
merosas objeciones, de dudosa verificación que permite el intercambio permanente de co-
empírica, por las cuales se les ha demonizado nocimientos y experiencias y clarifica el proce-
(Giroux, 2003), infantilizado y estigmatiza- so de toma de desiciones y compromiso de la
do aplicando una supuesta ideología de la comunidad en la gestación y desarrollo de ac-
inmadurez (Grace, citada por Ruddock et al. ciones conjuntas (Murcia, 1994). Ahora bien,
1997). De alguna manera, se han desoído la participación de los estudiantes en el aula
las recomendaciones internacionales que les estará condicionada por una serie de facto-
aseguran no sólo su protección sino que tam- res. Por una parte, dependerá de las signifi-
bién su participación, expresando sus pers- caciones de los profesores acerca de ésta, las
pectivas, siendo escuchados y formando par- que, a su vez, estarán influidas por las racio-
te en las actividades y decisiones que les afec- nalidades que informan sus prácticas docen-
tan. tes. Por otra, dependerá de la naturaleza de
Sin embargo, para mejorar la calidad de las oportunidades que propicia el profesor
los procesos formativos y promover cambios, para que los estudiantes se puedan o no in-
es necesario escuchar sus voces acerca de su volucrar activamente en sus procesos forma-

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tivos, decidiendo quien toma la iniciativa, terior, las escuelas les ofrecen menos res-
incorporando o desechando sus contribucio- ponsabilidades y menos autonomía de la que
nes según su pertenencia o según su viabili- están acostumbrados fuera de ellas y les otor-
dad. En definitiva, dependerá casi exclusi- gan menos oportunidades para resolver ten-
vamente del profesor. siones, explorar soluciones e influir en la
Resulta interesante descubrir que en al- calidad de sus procesos formativos (Mac
gunas aulas los estudiantes “supuestamen- Beath, et al., 2001).
te” participan, mientras que en otras experi- Esta reticencia de la escuela tiene su base,
mentan la vivencia de una genuina partici- por una parte, en el hecho de que no les re-
pación. A modo de ejemplo, se puede men- conoce sus capacidades para reflexionar so-
cionar el reporte de un estudio que describe bre los asuntos que les afectan, ni admite su
formas de pseudo participación, dado que prematura madurez social. Por otra, surge
algunos “participan” trabajando desde su si- desde una visión que la entiende exclusiva-
lencio; otros simplemente comparten lo que mente como una organización formal y je-
oyen y ven del compañero; otros levantan la rárquica, estructurada sobre la base de un
mano para intervenir o sólo hablan si se les orden preestablecido que privilegia resulta-
pregunta algo; también están aquellos que dos de aprendizaje medibles. Se le percibe
hablan espontáneamente sin que medie nin- como un lugar donde se producen unas en-
guna norma o prejuicio (Flórez, 2002). Otro señanzas y unos aprendizajes neutros, aje-
estudio reporta experiencias de participación nos a la naturaleza y necesidades diversas de
real, dado que muestra experiencias de aula los actores que la conforman, a los contex-
en las que los estudiantes podían interactuar tos que la enmarcan y a los procesos espe-
con sus compañeros, desarrollar proyectos, ciales que en ella se desarrollan. Es decir, se
intercambiar opiniones tanto con sus profe- ha ignorado la necesidad de participación
sores como entre ellos, discutir aspectos de de los estudiantes, en quienes han generado
su vida cotidiana vinculándolos con los con- un cierto descontento, pues perciben que
tenidas de las asignaturas, proponer distin- viven en instituciones que no dan cabida a
tas actividades y desarrollarlas, entre otras sus iniciativas, y no promueven su activo
manifestaciones (Mena et al., 1999). Es de- involucramiento en sus propios procesos
cir, si bien las formas de participación pue- formativos.
den ser variadas, no se puede ignorar que no Si se deseara entender sus versiones acer-
sólo ésta es necesaria, sino que fundamen- ca de la realidad escolar, sería necesario cons-
tal, si la escuela se propone formar personas truir una comunidad de iguales que genere
autónomas, activas y responsables de sus relaciones sociales a partir del diálogo ten-
procesos de desarrollo. diente a construir comprensiones mutuas
Sin embargo, las escuelas no han sabido entre profesores y estudiantes, reconociendo
responder a esta necesidad y han permane- los derechos a la libertad e igualdad de todos.
cido prácticamente inmutables durante los Esta comunidad permitiría una educación
últimos veinte años. De hecho, en la actua- más constructiva y genuina, y promovería
lidad muchos jóvenes deben asumir respon- una reciprocidad simétrica para el desarro-
sabilidades laborales, domésticas y familia- llo y emancipación de los estudiantes.
res, que les ha significado enfrentar y resol- Sin embargo, los estudiantes han sido
ver muchos problemas. La sociedad, por su excluidos de las discusiones sobre la escuela
parte, les trata como consumidores priori- y sus voces han sido silenciadas o ignoradas
tarios, asignándoles, de manera implícita, la (Kirby, 2001). Pero también se ha demos-
posición de actores. En contraste con lo an- trado que cuando se les dan las oportunida-

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des de participar, ellos responden con pro- de una metodología cualitativa interpretati-
fundas reflexiones, lo que demuestra que es va. Las orientaciones que la informan toman
posible incorporarlos en los análisis de los en cuenta, en primer lugar, el trabajo teóri-
procesos formativos, y reconocer, tanto su co de Carr y Kemmis (1988), quienes sos-
capacidad para construir sus propias visio- tienen que para estudiar una realidad espe-
nes y comprensiones acerca de los procesos cífica se deben incorporar las significacio-
vividos en la escuela, en su calidad de testi- nes de los actores involucrados. Ello permite
gos expertos de los mismos (Rudduck, et al., reducir los problemas de comunicación en-
2004; Prieto, 2004; Fielding y Prieto, 2001; tre aquellos sujetos cuyas acciones se estu-
Raymond, 2001). dian y aquellos que las interpretan y se faci-
La idea de incorporar a los estudiantes lita la construcción de conocimiento fidedig-
en los análisis de la escuela ha interpelado a no acerca de la realidad estudiada. En este
numerosos investigadores a revertir el tradi- caso, permite penetrar el mundo personal de
cional estado de indiferencia y descalifica- los estudiantes, decodificar sus propias inter-
ción respecto de los estudiantes, incluyendo pretaciones respecto de las situaciones esco-
sus visiones sobre los asuntos escolares que lares y develar sus significados e intencio-
les afectan. Lo anterior ha permitido identi- nes.
ficar las creencias que subyacen tras sus re- En segundo lugar toma en cuenta las ex-
flexiones, valorar y ponderar sus contribu- periencias de algunos investigadores (Mitra,
ciones para la interpretación y reconstruc- 2001; Prieto, 2001; Raymond, 2001), quie-
ción de la realidad vivida en las escuelas, y nes han estudiado experiencias escolares in-
alcanzar comprensiones comunes (Mitra, corporando a estudiantes como coinvestiga-
2004; Fielding y Prieto, 2001). dores. En esta investigación se han incorpo-
rado nueve estudiantes provenientes de las
escuelas seleccionadas como investigadores,
El proyecto: Realidad de la Educación promoviendo el desarrollo de una genuina
Chilena (REC) sociedad entre todos, distribuyendo respon-
sabilidades y participando en todas las eta-
Este proyecto, denominado así por los estu- pas del estudio.
diantes investigadores, tiene como objetivo El proceso investigativo comportó, en
identificar las representaciones sociales acerca primer lugar, la constitución del equipo de
de sus procesos formativos de estudiantes de investigación. Para tal efecto, se desarrollaron
cuatro escuelas privadas y públicas de ense- 2 jornadas para construir un marco de valo-
ñanza media de la V Región. Se considera de res y comprensiones comunes, reconocien-
gran importancia la identificación de estas do y respetando las obvias diferencias etáreas
representaciones, pues constituyen aspectos y educativas de los integrantes del equipo,
críticos que permiten la comprensión de los calificar a los estudiantes como investigado-
factores que fomentan, favorecen, debilitan res y determinar las preguntas que formula-
o entorpecen los procesos escolares y, en con- rían en las entrevistas. Posteriormente, ellos
secuencia, sus propios procesos formativos. entrevistaron a 40 compañeros de las escue-
las participantes y ayudaron en el proceso
de análisis de la información. Este proceso
MATERIAL Y MÉTODOS implicó ordenar la información obtenida en
las entrevistas sobre la base de las preguntas
La naturaleza del problema y el objetivo de directrices del estudio e identificar las pri-
la investigación requieren de la aplicación meras formalizaciones como categorías

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provisorias. Sobre esta base, se compararon chos profesores tienen como una tarjeta, igual
los episodios aplicados a cada categoría para que los animadores de televisión, entonces tie-
ver su consistencia y finalmente, se identifi- nen ciertos parlamentos que creo haber escu-
có una estructura integrada de significacio- chado miles de veces. Otro expresa: Hay clases
nes, teniendo como referente las posibles en las que el profesor habla y tú tomas apun-
contradicciones entre las categorías y se cons- tes, habla y tomas apuntes y eso vuelve toda la
truyeron puntos de vista integrados. Como clase.
resultado de este proceso surgieron las cate- Del mismo modo, los estudiantes opinan
gorías finales que permitieron identificar, que el trabajar con textos, cuestionarios y
sobre la base de las evidencias proporciona- guías de instrucción también constituyen
das por los estudiantes en las entrevistas, los prácticas reproductivas, dado que deben sim-
resultados que se presentan a continuación. plemente resumir o transcribir información
para ser posteriormente ‘repetida’ por éstos.
Sus expresiones: Hay profes’ que llegan y te
RESULTADOS dicen: Lee de tal página a tal página y respon-
de las preguntas que salen o En las guías me
El análisis de las entrevistas realizadas revela dedico sólo a traspasar información, o eso de
una representación de participación restrin- hacer cuestionarios de cincuenta preguntas no
gida que surge de un proceso formativo di- te estimula el deseo de aprender, demuestran
rectivo y rutinario, con exceso de dictados, la escasa posibilidad de que ellos puedan
extensas exposiciones de contenidos descon- construir conocimiento, dado que represen-
textualizados y el uso de algunos recursos tan prácticas pseudo participativas, con es-
didácticos como simple reproducción de casa o nula posibilidad de participación.
contenidos, con escasas posibilidades de par- Los estudiantes perciben que la imposi-
ticipación y reflexión por parte de los estu- ción de una disciplina rígida y autoritaria,
diantes. el reiterado discurso normativo de los pro-
Los estudiantes entrevistados manifies- fesores y la implementación de prácticas re-
tan, entre otros testimonios: Tenemos un pro- presivas, no favorecen un ambiente partici-
fesor que su característica es ser muy estricto. pativo y emancipador, por el contrario, pro-
No deja que nadie hable, entonces toda la aten- mueven la obediencia ciega, los reprimen y
ción la centra en él y no deja que nadie más los excluyen. Como lo sostenía un estudian-
participe. Otro expresaba: ¡Me carga que dic- te: Los profesores no saben cómo plantear las
ten! porque son como ideas que no te enseñan. cosas sin tener que poner siempre por delante
Otra estudiante reclamaba: ¡Algunos profeso- las reglas, las normas. Hacen siempre lo mis-
res dictan las dos horas!. mo, te anotan, te echan, o te suspenden. Otro
Si bien es cierto estas actividades recu- expresaba: Los profesores comunes y corrien-
rrentes representan una forma de enseñar tes, siempre hablan, y hablan. Si tienes alguna
reconocida como supuestamente eficaz para pregunta te da miedo levantar la mano. Re-
alcanzar los objetivos de aprendizaje reque- sultan muy interesantes y decidoras las pa-
ridos desde una racionalidad instrumental, labras de un estudiante: Para formarte como
cuando se reiteran de manera sistemática persona, deberían darte instancias para expre-
adquieren una regularidad que las torna sar lo que sentimos y necesitamos y no ponerte
monótonas y rutinarias transformándolas en tantas normas.
la forma de trabajar y que los estudiantes Dadas las evidencias presentadas, se de-
perciben como esquemas o patrones. Un es- duce la necesidad de analizar críticamente
tudiante lo confirma cuando sostiene: Mu- esta realidad con el objeto de determinar las

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implicancias o efectos de esta situación, la resultado de leyes cósmicas o manifestaciones


que, junto con desconocerles su calidad de de la voluntad divina (Berger y Luckmann,
sujetos, intenta reproducir un sistema de 1968). No es posible sostener que los con-
control ajeno a la integridad del proceso for- tenidos programáticos constituyan una res-
mativo. puesta neutra y unívoca, por el contrario,
representan elecciones realizadas y contro-
ladas por hombres y, por lo tanto, reflejan
DISCUSIÓN sus prioridades e intereses.
Los sistemas educativos actuales respon-
Los resultados presentados evidencian la pre- den, básicamente, a decisiones político-ins-
eminencia de prácticas directivas informa- titucionales que pretenden dotar a los estu-
das por una racionalidad instrumental in- diantes de conocimientos útiles que les per-
compatible con el sentido y naturaleza del mitan desarrollar la capacidad de moverse
proceso educativo. Una de las prácticas que exitosamente en esta sociedad, lo que requie-
permite superar esta deformación del pro- re la posesión de ciertos conocimientos y
ceso formativo es la interacción sostenida y destrezas técnicas o profesionales. Ellos re-
constante entre pares y profesores, aplican- sienten esta situación y la expresan afirman-
do la racionalidad comunicativa a partir de do que los procesos formativos en la escuela
la reflexión y el diálogo en las aulas. Ello fa- deberían tener como propósito fundamen-
cilitaría el desarrollo de sus capacidades ana- tal formar personas más que profesionales.
líticas y criticas, que se constituyen como Esta reflexión da cuenta del verdadero
las bases para su emancipación. sentido del proceso educativo, el que se ha
alejado substantivamente de lo que hoy se
persigue en las escuelas. Se ha olvidado que
Las prácticas instrumentales y la la educación en la escuela debe desarrollar
conformación de los estudiantes personas e integrarlas a una comunidad más
amplia. Por lo tanto, es necesario revisar los
El currículum escolar está siendo informa- objetivos impuestos a las escuelas y revisar
do por una racionalidad instrumental que críticamente su finalidad referida a alcanzar
cruza todo el proceso formativo. Desde esta productividad y competencia. Lo expresado
racionalidad, se le entiende como un cuer- por los estudiantes llama a resignificar su sen-
po de conocimientos dados, libre de conta- tido original y tomar conciencia respecto de
minaciones y, por lo tanto, no cuestionables. la responsabilidad e incidencia crucial de la
Los procesos formativos, a su vez, se signifi- escuela en el desarrollo integral de las perso-
can como contextualizados en ambientes su- nas.
puestamente neutros y sin conflictos y consi- Los resultados obtenidos demuestran que
dera el conocimiento y su respectiva repro- el proceso formativo está centrado en los
ducción como preestablecidas. profesores, quienes trabajan los contenidos
Ahora bien, la sociedad para poder trans- con dictados y extensas exposiciones que
mitir la herencia cultural y legitimar un or- deben ser memorizadas para su correspon-
den social dado, ha generado mecanismos diente reproducción, desestimando la nece-
para justificarla y legitimarla. Uno de estos sidad de participación de los estudiantes. De
mecanismos es la reificación que representa hecho, se transforman en ‘vasijas’, en recipien-
la aprehensión de los productos de la actividad tes que deben ser ‘llenados’ por el educador. Tal
humana como si fueran algo distinto de los es la concepción ‘bancaria’ de la educación, en
humanos, como hechos de la naturaleza, como que el único margen de acción que se ofrece a

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los educandos es el de recibir los depósitos, guar- cas del mercado (Bracchi y González, 2004).
darlos y archivarlos (Freire, 1971). Es decir, Esta perspectiva entra en tensión con los
se constituyen como almacenadores de in- discursos oficiales que relevan el derecho de
formación, a partir de prácticas hegemónicas los jóvenes a expresar su perspectivas, a ser
e imposición de verdades irrefutables que los escuchados y a formar parte en las activida-
profesores implementan recurriendo a dogmas, des y decisiones que les afectan como acto-
como lo afirmaba un estudiante. El aula, a su res sociales (UNICEF, 2003). Es tiempo, en
vez, se transforma en un espacio en donde a consecuencia, de dar respuestas a las deman-
los estudiantes sólo les queda adaptarse y das sociales y finalidades de la educación, y
conformarse a las reglas y normas estableci- transformar la escuela en un espacio de circu-
das, memorizar los contenidos y mirar e in- lación, de apropiaciones, de reelaboraciones de
terpretar el mundo a partir de lo que el pro- significados, de confrontación y encuentro en-
fesor les muestra. tre los actores (Cerda et al., 2000).
Es decir, los estudiantes son domestica-
dos a partir de prácticas de enseñanza
miméticas, dado que remiten a los estudian- Las prácticas dialógicas y la emancipación
tes a copiar y repetir verdades supuestamen- de los estudiantes
te universales de la cultura oficial y opresiva,
que los transforman en recipientes de infor- Las prácticas dialógicas están informadas por
mación, sin posibilidad de expresar sus pen- una racionalidad comunicativa que organi-
samientos. Por lo tanto, ellos experimentan za las acciones por medio del entendimien-
una vivencia restringida de participación y, to entre los actores mediante una interac-
en definitiva, terminan adaptándose simple- ción comunicativa desde el otro constituido
mente a lo que se les ordena y aprenden a como sujeto crítico. Esto permite establecer
complacer a los profesores (Cerda et al., relaciones dialógicas de reconocimiento mu-
2000). Adaptados a estas prácticas, generan tuo a través de la argumentación, que repre-
un sentido de sometimiento que les lleva a senta el esfuerzo iluminador que potencia la
depender de los profesores y textos para pro- emancipación de los actores (Habermas,
porcionar las respuestas adecuadas, empie- 1987). Dado lo anterior, al promover estas
zan a perder gradualmente su interés por prácticas participativas en la escuela se ga-
aprender, pierden confianza en sus propios rantiza la construcción de sujetos autóno-
pensamientos y lenguaje, y se tornan defen- mos y comprometidos, tal como lo confir-
sivamente pasivos en las aulas. Estos efectos man las palabras de un estudiante: Cuando
no son menores, pues, en los hechos, deja a participamos como que tú te estás creando tu
los estudiantes prácticamente inhabilitados futuro, creando tu camino y al sentirte partí-
para reconstruir críticamente su propia expe- cipe estás siendo parte de un mundo que te está
riencia y aprenden a desconfiar de sí mismos. llamando, entonces tú llamas y te sientes lla-
Las evidencias presentadas muestran que mado.
los profesores ignoran cómo son percibidas Los alumnos entrevistados reconocen y
y comprendidas sus prácticas, no conocen el valoran las escasas experiencias de prácticas
efecto de sus mediaciones y, en el nombre participativas en las que ellos pueden emitir
de la educación, generan un proceso de de- opiniones, formular preguntas y realizar de-
formación colectiva y conformismo indivi- bates, tal como lo señala un estudiante:
dual que es preciso transformar. La escuela Cuando se da la instancia de debate, puedo
no puede formar consumidores pasivos o decir ‘Yo opino esto’ o ‘a mí no me parece’. Con
identidades ganadoras, adaptados a las lógi- ellas se supera la lógica jerárquica del poder

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establecida tradicionalmente entre profesores ticipar de diversas formas, es preciso, no sólo


y estudiantes en el aula, y se fomenta, en cam- otorgar los espacios y las oportunidades para
bio, la cooperación en una tarea común, en que ellos lo hagan, sino que también habili-
la que ambos son educadores y educandos a tarlos a partir del desarrollo de sus habilida-
la vez (Freire, 1971). Así lo entendía un es- des cognitivas superiores. Una de estas ha-
tudiante cuando expresaba: En las clases que bilidades es la reflexión que prepara para la
más aprendo son aquellas en las que los profe- práctica del diálogo genuino y productivo y
sores te permiten pensar y opinar. La idea es ir genera opciones para discutir y construir
aprendiendo en un proceso de relación con el nuevo conocimiento de manera conjunta
profesor, como si los dos fueran aprendiendo y (Shor, 1996).
compartiendo conocimiento. La reflexión implica, por una parte, la
De esta manera, una enseñanza realmen- inmersión consciente del hombre en el mun-
te formadora promueve la participación ac- do de su experiencia, el que está cargado de
tiva y sistemática de los estudiantes a partir valores, significados, intercambios simbóli-
de la práctica sostenida de la reflexión y el cos y afectivos que definen y orientan la ac-
diálogo, lo que les permite no sólo dar a co- ción. Por otra, permite la objetivación de
nocer por ellos mismos sus preocupaciones éstos, es decir, permite la visibilización de to-
y construir comprensiones mutuas sino que dos estos aspectos tradicionalmente ignora-
también constituirse como sujetos críticos y dos o descuidados. Derriba, a la vez, la creen-
emancipados. cia de que todo cuanto acontece en la escue-
la es inocuo u objetivo, al abrirse un espacio
crítico para que los estudiantes ejerciten sus
Promoviendo la reflexión y el diálogo capacidades analíticas y críticas, planteen
problemas y propuestas de cambio superan-
Las prácticas escolares pueden ser, tal como do, así, su tradicional situación de exclusión.
se estableció anteriormente, conformistas y Así mismo, se les habilita para analizar y
acomodaticias, o transformadoras y eman- construir nuevas respuestas a los eternos y/o
cipadoras. Cuando son emancipadoras se nuevos problemas escolares, generando diá-
diseñan e implementan formas de trabajo logos con los profesores.
cooperada y próximas a las vidas cotidianas El diálogo se constituye como una de las
de los estudiantes, se desarrollan sus capaci- formas más simples de participación en las
dades reflexivas y críticas, las que facilitan aulas, dado que forma parte de la naturaleza
su real participación en interacción sosteni- inquisitiva y comunicativa de la persona. Re-
da y permanente con sus profesores. De este presenta una conversación entre profesores y
modo, se respetan sus diversidades, se pro- estudiantes que expresan sus ideas y compren-
mueven sus voces y toman en cuenta sus ini- siones de manera alterna en la búsqueda de
ciativas, logrando así su involucramiento ac- comprensiones mutuas. Se constituye, por lo
tivo en la tarea formativa junto a sus profe- tanto, como una forma de relación simétri-
sores. Así lo afirmaba al respecto un estu- ca entre ellos, que permite reflexionar acerca
diante: El alumno es importante porque el del significado de sus experiencias y conoci-
profesor sin el alumno es nadie y el alumno sin mientos para construirlos y reconstruirlos
el profesor tampoco es nadie. Ambos tienen colaborativamente (Shor, 1996). Es decir,
intereses comunes. permite generar relaciones en el aula sin
Sin embargo, lograr la participación de dogmatismos o prejuicios, abordar temáti-
los estudiantes no es fácil, ni se da espontá- cas desde diversos puntos de vista, y desa-
neamente. Si bien es cierto ellos pueden par- rrollar procesos de diferenciación progresi-

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va conducentes a la construcción de genera- Un estudiante, con mucha razón, soste-


lizaciones y síntesis más inclusivas. nía que las clases no debían centrarse en el
Aun cuando esta práctica combina el po- profesor y que él hable todo el tiempo. Debería
der y crea nuevas formas de relación, no deja haber debates entre todos. La cosa es que la
todo al azar, por el contrario, establece lími- mente esté activa y abierta a todos los cambios
tes y responsabilidades de manera conjunta. que pueden suceder. Esta idea es consistente
No representa un simple intercambio de con lo que sostiene Ivonna Lincoln en el sen-
ideas para ser asimiladas por los estudiantes, tido que los jóvenes y los adultos deberían
sino que constituye un encuentro genuino combinar el poder para crear nueva formas
entre subjetividades que permite cambiar la de trabajo que permitan desarrollar proce-
relación profesor-estudiante: desde ser direc- sos formativos de manera conjunta (Lincoln,
tiva y frontal para convertirse en una rela- 1995).
ción que potencia el poder generativo del El diálogo también permite a los profe-
lenguaje y re-descubre el valor del diálogo sores ensanchar el horizonte discursivo del
intersubjetivo, como prácticas críticas para aula, establecer límites a la expresión de su
el entendimiento mutuo y la convivencia. propia voz, minimizar las tradicionales re-
Las prácticas dialógicas derrumban la sistencias de los estudiantes, favorecer con-
creencia convencional asociada a significar tactos más fértiles con sus pensamientos y
a los estudiantes como una tabula rasa vasi- experiencias e incrementar su conocimien-
jas o con sus mentes en blanco, por el con- to acerca de cómo piensan y aprenden los
trario, revela están activadas con las expe- estudiantes. Ello, porque cuando los estudian-
riencias surgidas desde sus continuos inter- tes expresan sus inquietudes, críticas o expe-
cambios cotidianos con su entorno. Esto ha riencias, por muy embrionarias o parciales que
sido comprobado por numerosas evidencias sean, representan de manera genuina lo que
empíricas que demuestran que los estudian- esperan y creen y, en consecuencia, no pue-
tes son observadores agudos, que han cons- den ser desestimadas, aun cuando podrían no
truido sus propias visiones respecto de lo que ser comprendidas ni compartidas.
experimentan; saben lo que quieren, son ca- De esta forma, las prácticas dialógicas
paces de preguntarse respecto de la calidad representan una exigencia para las escuelas
de las situaciones que están viviendo y plan- que desean lograr una verdadera formación
tear propuestas para mejorarlas (Rudduck y integral, tal como se desprende de las expre-
Flutter, 2004; Prieto, 2003, 2004; Mitra, siones de un estudiante: Si te quieren formar
2001; Fielding y Prieto, 2001; Lincoln,1995; como una buena persona, deberían darte ins-
Nieto, 1993). tancias para expresarte y reflexionar. Es decir,
Es por ello que cuando los profesores dia- se deben dar opciones para analizar y cues-
logan con sus estudiantes facilitan la construc- tionar y generar, así, una comunicación que
ción de comprensiones más inclusivas pues, al vincule a los sujetos y les prepare para la ac-
incorporar las visiones de los estudiantes, ción informada y reflexiva (Shor, 1996).
complementan y enriquecen las propias con
efectos para ambos actores puesto que el edu-
cador ya no es sólo el que educa sino que aquel CONCLUSIONES
que, en tanto educa es educado a través del diá-
logo con el educando, quien, al ser educado, tam- Los desafíos de la educación actual y el me-
bién educa. Así, ambos se transforman en suje- joramiento de su calidad exigen la compren-
tos del proceso y crecen juntos y ‘los argumentos sión de lo que está sucediendo en las escue-
de la autoridad’ ya no rigen (Freire, 1971). las, y específicamente en sus aulas. Ello obliga

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Theoria, Vol. 14 (1): 2005

a escuchar a los tradicionalmente margina- FREIRE, P (1971) La educación como práctica de la


dos: los estudiantes, y relevar sus voces como libertad. ICIRA. Santiago.
FREIRE, P (2003) Pedagogía de la autonomía. Bue-
expresión de sus representaciones acerca de
nos Aires: Siglo XXI.
sus procesos escolares. Dada la riqueza de GIROUX, H (2003) Pedagogía y política de la espe-
sus representaciones e imaginarios sociales ranza. Buenos Aires: Amorrortu.
resulta fundamental conocerlas, pues permi- HABERMAS, J (1987) Teoría de la acción comuni-
te identificar tanto los referentes que infor- cativa II. España: Taurus.
man y orientan sus relaciones sociales y com- KIRBY, P (2001) Participatory research in schools.
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portamientos como sus comprensiones res- LINCOLN, I (1995) In search of students’ voices.
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Mejorar la calidad de los procesos for- MAC BEATH, J et al. (2001) Supporting teachers
mativos exige reposicionar a los estudiantes in consulting pupils about aspects of teaching and
en el epicentro de sus procesos formativos, learning, and evaluating Impact. Forum, vol 43(2):
construyendo relaciones sociales a partir de 78-82 .
MENA, I et al. (1999). Cada escuela es un barco.
la reflexión y el diálogo que permitan la ex- Santiago: UNICEF/Ministerio de Educación.
presión de sus planteamientos y propuestas. MITRA, D (2001) Opening the Floodgates: giving
Así, el aula transformará sus habituales rela- a voice in school reforms. Forum, vol 43, (2,) pp.
ciones de poder y valorará a los estudiantes 91-94.
como sujetos capaces de disentir y tomar MITRA, D (2004) The Significance of Students:
decisiones, brindándoles experiencias que les Does Increasing ‘Student Voice’ in Schools Lead
to Gains in Youth Development? Teachers College
permitirán transformarse en personas autó- Record, vol 106(4): 651-688.
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