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ALIADOS POR EL CAMBIO

Integrantes:
Mery Liliana Cano Garzón
Yohana Baquero Herrera
Yuli Tatiana León Moreno

Mejorar un país no es tema de arreglar dos o tres aspectos, es una unión de varias cosas.
Cambiar la problemática que presenta Colombia y que nos ha perseguido durante muchos
años, implica transformar estructuras mentales, bastante arraigadas y profundas, que
pasan de generación en generación, a nivel económico, político, social y religioso.
Necesitamos más empatía y solidaridad entre colombianos.

Colombia es un estado social de derecho sin embargo no hace presencia en gran parte
del territorio en muchas zonas urbanas y rurales ni siquiera se cuenta con los servicios
públicos básicos, es necesario mirar más hacia estas zonas y crear vías de acceso que
permitan un desarrollo fluido en la infraestructura. Se debe generar un sistema ético, un
sistema social con el fin de que lo público este por encima de lo privado o el interés
individual donde se llegue a creer que lo público es lo sagrado.

Vallejo dice, “los colombianos son muy brutos y no les da el cacumen, inmorales de
nación, nacieron sucios, con el culo sucio y el alma tenebrosa, malagradecidos”. Los
colombianos no somos brutos pecamos por ignorantes, falta de oportunidades y
educación, cansados de la burocracia, la represión por causales de injusticia luchando por
un país con más oportunidades uniéndonos a las marchas pacíficas marcando la
diferencia, por un mejor país para las nuevas generaciones.

Vallejo menciona ”ley 1 de Colombia, todo gobernante que se va le deja un desastre


aumentado al que llega, ley 2 Colombia, todo gobernante que llega es más bellaco que el
que se va y estas dos incontrovertibles leyes de la historia de Colombia no las emitió el
congreso”.

En la actualidad estamos unidos por una misma causa, paro nacional convocado por
distintos sectores colombianos buscando un nuevo cambio donde se evidencia el principio
de unión de un país cansado de injusticia y sublimación. Esta unión es importante, una
condición ineludible es que aprendamos a buscar soluciones conjuntamente. Con esto
subrayamos la urgencia de que los colombianos consideren a todos sus conciudadanos
como miembros de la misma sociedad, dueños de una voz que debe oírse, sin
exclusiones ni discriminaciones. La búsqueda de soluciones con la participación conjunta
de los más diversos grupos, supone algo muy elemental que es discutir racionalmente,
evaluar el peso de los argumentos, entender y escuchar los razonamientos del otro, creer
que el diálogo permite encontrar soluciones sin recurrir a la violencia. Discusiones en
búsqueda de saber, conocimiento o acuerdo, sin que se conviertan en una estrategia que
se centra en el esfuerzo de destruir al adversario.

Si preguntamos a los colombianos cuales son los problemas que es más urgente resolver,
suponemos que todos pensaríamos casi en los mismos: hay que derrotar la violencia, hay
que superar las condiciones extremas de pobreza de parte importante de la población,
hay que recuperar el respeto a la ley, lo que equivale a reconstruir el Estado y a hacerlo
nuevamente respetable, hay que elevar el nivel de la educación de los colombianos,
mejorar la salud, el desempleo, el salario mínimo, etc. En todo esto, creemos hay un
consenso.

Para mejorar a Colombia, también es preciso cambiar formas de conducta, más dialogo,
más argumentación, más escucha, más empatía, menos violencia. Con un poco de
esfuerzo en la mejora de estos aspectos se lograría mejoras imprevistas en el país.

Es importante informarnos y seguir estudiando si queremos mantenernos despiertos y con


los ojos abiertos frente a lo que pasa en el país y en el mundo, hay que seguir
aprendiendo todos los días, ejercitando el espíritu y la mente, creando un criterio propio.
De esta manera tendremos una capacidad mayor de estudio, de lectura amplia y
compleja, de obtención de información relevante.

Tu realidad y la nuestra en las paredes del museo de Jesús Abad Colorado se observa y
se describe brevemente en los muros imágenes desoladoras, injusticias, gobiernos
corruptos, muertes a causa de paramilitares. Duele saber que una persona y más siendo
allegada a uno, como en el caso particular de una de las integrantes de este grupo, haya
tenido que pasar por situaciones de crueldad por falta de moral donde muchas personas
no saben distinguir lo bueno de lo malo, cuando nos ponemos en el lugar del otro
comprendemos más su situación, en la escritura y textos infantiles y poéticos de Rafael
Pombo, muchos niños colombianos han aprendido a leer con su famoso libro rin rin
renacuajo, “otros a utilizar un arma”.

Nuestra compañera Yohana nos cuenta, en el siguiente párrafo, su experiencia personal


con una persona allegada a ella, afectado por la violencia y por esa historia trágica que ha
manchado y marcado al país: Como inicia la lectura del gran escritor Gabriel García
Márquez esta historia transcurre en un pueblo colombiano, no hace 50 años,
aproximadamente 10 años. La vivencia de una persona que quiero con el alma cuenta
con lágrimas en los ojos como ha sido su vida donde psicológica y físicamente fue
violentado por un grupo armado, donde a sus 14 años logra escapar con otro niño
logrando llegar al departamento de Ibagué, raptado desde muy corta edad expuesto a
todo tipo de abuso, esta vivencia y experiencia compartida cambia la mentalidad de una
persona y más si esta te enseña a ver la vida de otra manera. Recordando sus palabras
cuando decía que “se había criado solo y que era un berraco”, efectivamente lo es, pienso
lo mismo, siempre hay oportunidad para un nuevo cambio no solo en la vida de una
persona si no en nuestro país, todo es posible, “lo que con mucho trabajo se obtiene más
se ama” Sócrates.

Es una realidad que nos afecta a todos, al país donde nacimos, donde vivimos.
Necesitamos un cambio y debemos empezar por nosotros mismos, necesitamos abrir los
ojos. Con la clase de catedra Colombia, al leer a los señores Eduardo Santos Calderón y
Fernando Vallejo y la salida pedagógica que tuvimos el pasado sábado, nos mostró que
nos falta mucho por aprender, vivimos metidos en una burbuja sin conocer a fondo
muchas cosas. Esto logró concientizarnos de que la inteligencia y la sensibilidad se
siguen formando y fortaleciendo a lo largo de toda la vida. La biblioteca, el museo, el arte,
la música, el teatro, el buen cine, son los gimnasios que fortalecen los músculos del
pensamiento y de la sensibilidad, logrando más fuerza, más agilidad y mejor capacidad de
reacción.

Hay que hacer a Colombia más vivible para todos, cambiar la calidad de vida, y esto
implica, mejores ingresos, una distribución más justa de la riqueza, la satisfacción de las
necesidades básicas de la vida. Pero esto se logra mejor cuando es el resultado de una
voluntad general, y exige también un país que piensa, que no se deja embaucar, y que se
toma su tiempo para analizar. Quizás hemos llegado a un punto en el que lo único que
puede ayudar a cambiar el país es cambiar las mentes, mejorando la educación y el
acceso a la cultura.

Son cambios que conllevan tiempo que por más pequeños que parezcan no ocurren de la
noche a la mañana, pero que no son imposibles, que valen la pena y por tal razón se
debe comenzar desde ahora. Seamos como el grano de mostaza, la más pequeña de las
semillas pero cuando crece se convierte en un árbol, de modo que las aves se posan en
sus ramas. Fomentemos la empatía, la solidaridad, la voluntad, ¡LOS VALORES!, en
nosotros mismos y nuestros descendientes. No veamos lo pequeño como insignificante, el
cambio más diminuto puede lograr grandes diferencias y más si se hace en colectivo.

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