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EL ROL DE LOS MAGMAS EN LA FORMACION DE DEPÓSITOS DE MENA

HIDROTERMALES
Jeffrey W. Hedenquist & Jacob B. Lowenstern

Resumen

Los fluidos magmáticos, tanto de líquidos de vapor e hipersalino, son una fuente primaria de
muchos componentes en depósitos de mena hidrotermales formados en un arco volcánicos. Estos
componentes, incluyendo metales y sus ligandos, convierten concentrados en magmas en varias
formas de varias fuentes, incluyendo corteza oceánica subducida. La lixiviación de rocas también
contribuye componentes a los fluidos hidrotermales—un proceso de intercambio donde vapores
magmáticos ácidos son absorbidos por circulación de aguas meteóricas profundas. Avances en el
entendimiento de sistemas hidrotermales que formaron estos depósitos de mena han venido del
estudio de sus equivalentes activos, representados en superficie por aguas termales y fumarolas
volcánicas.

¿Que son los recursos de metales concentrados en depósitos de menas? Esta pregunta fue
primeramente dirigida en el siglo 16 por Agricola, quien concluyó que las aguas lluvias calentadas
lixivia metales de rocas y después transporta los metales a sitios de depositación de menas. Un siglo
después, Descartes propuso que los vapores relacionados durante el enfriamiento y cristalización
del interior de la Tierra son responsables del relleno de fracturas con mena. Por consiguiente, el
escenario fue establecido para controversia entre los Neptunistas y los Plutonistas, un debate que
continua hoy.

Los sistemas hidrotermales propulsados por intrusiones magmáticas dominadas por movimientos
de fluidos en la corteza superior, y son responsables de convección a la superficie a gran proporción
de calor de la Tierra. Al mismo tiempo, los fluidos transportan metales, formando la clase más
importante de depósitos de mena, que son los de categoría hidrotermal. Por ejemplo, los grandes,
depósitos de bajo tenor de cobre (más molibdeno u oro) dentro de intrusiones ígneas someras,
conocidas como pórfidos, proporcionan más de la mitad del suministro de cobre y molibdeno. Otros
tipos de depósitos de mena hidrotermales (Tabla 1), algunos de los cuales se forma a una gran
distancia de la cámara magmática, también son almacenes significantes de oro, plata, plomo, zinc,
estaño, tungsteno y otros elementos. Los sistemas hidrotermales no-magmáticos son también
importantes en metalogénesis, como los depósitos albergados-sedimentarios ricos en cobre, plomo
y zinc que se forma por expulsión compresiva de fluidos de grandes cuencas continentales, y
depósitos de oro de vetas/filones asociados con metamorfismo. Sin embargo, el flujo de fluidos
hidrotermales responsable de estos depósitos es menor comparado al causado por circulación
debida a intrusión de magma.

Hay un acuerdo que muchos sistemas de menas hidrotermales derivan su energía termal de
magmas, con múltiples intrusiones necesarias para mantener la actividad por cientos de miles años-
la edad de algunos sistemas hidrotermales. Pero a pesar de la asociación cercana de intrusiones con
muchos depósitos de menas, aun se sigue considerando el debate acerca de la extensión de cuales
de esos magmas contribuyen agua, metales, ligandos (como los sulfuro y cloro) y otros componentes
a los sistemas hidrotermales. Muchos estudios recientes de composición de isotopos estables de
minerales hidrotermales indicaron un dominio de aguas meteóricas en una variedad de tipos del
sistema hidrotermal, dirigiendo algunos trabajadores a asumir que los metales fueron en gran parte
escarbados de las rocas a través de las cuales el fluido se movió. Los estudios más recientes, a la par
con estos tipos de sistemas hidrotermales, muestran que los fluidos magmáticos están comúnmente
presentes, pero sus firmas pueden ser enmascaradas o borradas debido a la sobreimposición de
grandes volúmenes de aguas meteóricas, las cuales representan >95% de las aguas últimamente
convectivas durante el enfriamiento de una intrusión en la corteza somera.

Para que un depósito hidrotermal se forme, el flujo de fluidos con presencia de metales debe estar
enfocado y emparejado con un mecanismo precipitación operando en un espacio reducido, detalles
los cuales pueden variar de un depósito a otro. Acá tomamos una perspectiva amplia y examinamos
la evidencia de fuentes de agua, metales y otros componentes en los magmas, sus sistemas
hidrotermales relacionados y los depósitos de mena que forma. Nos enfocamos en las intrusiones
magmáticas y sistemas hidrotermales asociados que ocurren a lo largo de márgenes convergentes
de placas, donde la corteza oceánica esta subduciendo bajo la litosfera continental, liderando la
formación de arcos volcánicos. Esta configuración tectónica donde la mayoría de los depósitos de
mena asociados a magma son concentrados.

Discutimos dos grandes tipos de menas; pórfidos de cobre asociados a intrusiones, y depósitos
someros epitermales de metales preciosos-base. Escogimos estos de un amplio rango de tipos de
depósitos de mena hidrotermales (tabla 1) porque estos representan los extremos cercanos y
lejanos, respectivamente, relacionados a intrusiones magmáticas. También, algunos de sus
equivalentes activos—como los sistemas volcánicos con fumarolas de alta temperatura y aguas
acidas, y sistemas geotermales de aguas termales con pH neutro y geiseres—son conocidos, y han
sido estudiados. Esta relación entre depósitos de mena y sistemas hidrotermales activos desde hace
mucho tiempo se impone, aunque desde apenas una década ha sido general (aunque sigue sin ser
universal) aceptando que los depósitos de mena hidrotermal se forman de sistemas similares
actualmente activos.

Evidencia de sistemas hidrotermales activos, emparejados con resultados de una variedad de


estudios de campo y experimentales, claramente indican que los magmas contribuyen
componentes como el agua, metales y ligandos a fluidos hidrotermales. No es sorprendente, que
esta evidencia decline cuando la distancia a la intrusión aumenta, las aguas meteóricas se vuelven
dominantes, y la salinidad de los fluidos y acidez aumente. Aun en estos ambientes lejanos, aunque,
hay indicadores que distinguen, que la adición episódica de componentes magmáticos en forma de
vapores de alta presión puede ser critica para los procesos de formación de mena

ASOCIACION ENTRE MAGMAS Y DEPÓSITOS DE MENA


La asociación genética entre magmas y depósitos de hidrotermales está bien documentada en
apuntes de estudios geológicos de mineralización cerca de intrusiones magmáticas. Los estudios
experimentales y de modelamiento han mostrado que los metales y ligantes en estos depósitos
pueden ser movilizados completamente de un magma asociado. Además, el flujo de metales
medidos desde algunos volcanes en erupción indica que, dado el suficiente tiempo y un mecanismo
de concentración, la desgasificación de los magmas puede desmezclar (exsolver) suficientes metales
para crear un depósito de mena (tabla 2). Por ejemplo, White Island, Nueva Zelanda está
relacionado a un arco volcánico con un sistema hidrotermal asociado que ha estado activo al menos
desde hace 10.000 años. El flujo de SO2 a largo plazo del volcán White Island, medido por
correlación espectrométrica, es cerca de 0.13 x106 toneladas por año, y está acompañado por
1.9x106 ton agua por año y 0.44x106 ton CO2 por año. Porque la medida de la tasa de Cu/S en los
aerosoles de pluma de ceniza-laden ~900°C es ~1.7x 10-3 (ref 14), el flujo de Cu calculado es 110 Ton
por año (con >350 kg por año de Au). Las altas concentraciones de Cu y otros materiales como el Au
son también observados en aerosoles que acompañan otros volcanes en erupción, como el
Augustine en Alaska, Mt Etna en Italia (Tabla 2) y otros más.

Otra evidencia de marcadores (bearing) sobre la relación entre los magmas y los depósitos de mena
viene de algunas correlaciones entre el tipo de metal del depósito y la composición del magma
asociado.

Por ejemplo, intrusiones peralcalinas con alto K2O o Na2O pueden hospedar menas de elementos
liófilos como el Zr, Nb y lantánidos donde los sistemas aluminosos ricos en flúor están típicamente
asociados con cuerpos mena de Sn, Mo y B. El Tin (Estaño) y comúnmente el W, tienden a ser
encontrados asociados con magmas reducidos (como se indica por la ausencia de magnetita),
mientras que los depósitos de mena de Cu y Mo tienden a ocurrir con magmas más oxidados (que
contienen magnetita).

Incluso dentro de arcos volcánicos, existen correlaciones entre ambientes tectónicos y la


metalogenía de un distrito de mena. Si la formación de mena estuvo controlada solamente por
circulación de aguas meteóricas, no debería ser esperada varias de estas correlaciones.

FUENTES DE LOS METALES EN LOS MAGMAS


No obstante, la evidencia citada encima para una asociación entre magmas y depósitos de mena,
aun queremos conocer donde los magmas adquieren sus metales y como estos metales son
concentrados para formar mena. Los metales pueden entrar a los magmas a través de una variedad
de caminos, incluyendo fusión del manto, transferencia de masa de la lamina subduciente y fusión
de la corteza. La mayoría de los elementos siderófilos (amantes del Fe) de la tierra como el Sn, Mo,
Au y los elementos del grupo del Pt pueden ser encerrados en un nucleo de Fe-Ni, causando que su
abundancia en la corteza sea mucho menor que la mayoría del mundo (global). Aun así, muchos de
estos elementos también están presentes en sulfuros de Fe Ni en el manto superior. Durante la
fusión parcial del manto, estos sulfidos son parcialmente consumidos, y contribuyen metales a
líquidos basálticos que después ascienden hacia la corteza, tanto a lo largo dorsales medio oceánicas
y zonas de subducción (Fig 1).

En la configuración anterior, los basaltos erupcionados son comúnmente alterados, y junto con sus
sedimentos oceánicos asociados, son eventualmente subducidos bajo la corteza continental,
induciendo fusión en la cuña mantélica bajo el arco volcánico. Muchos son magmas que muestras
clara evidencia de adición de componentes con sulfuros oxidados, elementos del grupo alcalino,
agua y Cl de la lámina subducida, transferido como un fluido o un silicato fundido. La ausencia de
abundantes fases marcadores-Cl en el manto, a la par con los altos contenidos de Cl de magmas de
arco (700- 2000 ppm), impulsa la idea de que el Cl es reciclado durante la subducción de corteza
oceánica alterada por agua marina. La subducción también puede contribuir metales adicionales,
como lo son Cu y Zn, para que resulten en arcos magmáticos, derivados de mineralizaciones
hidrotermales de fondo oceánico subducido.

Los componentes de la mena también pueden ser adquiridos durante el transito del magma a través
de la corteza. Por ejemplo, la firma isotópica de depósitos pórfidos de Cu en Arizona están
fuertemente correlacionados con que el basamento local, implicando que las intrusiones contienen
una cantidad significativa de corteza asimilada, mientras que en el caso de depósitos de Sn y W
como los del suroeste de Inglaterra y suroeste Japón, los magmas con menas pueden ser producidos
completamente por fusión de la corteza. La fusión de la corteza producida en la presencia tanto de
C elemental o sulfido de Fe pueden ser reducidos en la naturaleza, y son así ideales para la
acumulación de Sn. La Fusión de las rocas de la corteza previamente fundidas puede resultar en
altas concentraciones magmáticas de F, debido al rompimiento de hidro silicatos ricos en F,
refractarios. Estos minerales pueden contener también cantidades significantes de Sn y Mo, los
cuales son concentrados con F en algunos depósitos de mena. Pero excepciones a estas relaciones
son comunes, y la fuente de los metales puede ser menos importante, en términos de concentración
del metal, que los procesos magmáticos que operan durante el ascenso final y diferenciación del
magma.

Los efectos de la cristalización fraccionada. La cristalización es uno de los controles principales de


concentración de componente de mena en magmas. Los minerales dominantes que cristalizan en la
mayoría de los sistemas ígneos son silicatos y óxidos; elementos que la división en estos minerales
puede tener sus concentraciones disminuidas, mientras que elementos incompatibles (los que
permanecen en el fundido) pueden volverse concentrados. El grado de compatibilidad es una
función de la estructura cristalina, la composición del fundido, estado de oxidación del magma, y la
temperatura y presión de cristalización. Por ejemplo, las concentraciones de Mo y Zn son
comúnmente altas en magmas que contienen baja abundacia de oxidos de Fe-Ti, titanita, estos
minerales que tienden a ser ricos en estos elementos. El enriquecimiento de Sn y W en granitos
formados de fusión de rocas de la corteza, anotado antes, pueden también ser debido a la
composición y baja abundancia de minerales óxidos en estas rocas reducidas. La ausencia de
mineralizaciones de Cu asociados a granitos con mucha silica puede ser atribuido a la cristalización
temprana de pirrotita (Fe1-xS), la cual actua como un sifón de Cu (¿Au?) y disminuye su
concentración en el fundido. Contrariamente, porque el Mo comienza a una menor concentración
y es más compatible que el Cu, la cristalización fraccionada es necesaria para producir más alta tasa
de Mo/Cu en granitos de silica. Pero aun después de una gran cristalización, las concentraciones de
metal en el magma siguen al menos dos o tres órdenessxertdc ds300e magnitud menos que los
grados de mena económica en asociación a mineralización en estilo de pórfidos (Tabla 3). Otros
procesos por lo tanto son necesarios para concentrar minerales de un magma en un depósito de
mena.

Fluidos en el magma. Dada una apropiada composición del fluido, la mayoría de los metales mena
pueden ser divididos fuertemente dentro de un fluido magmático hidrotermal como cloruros,
bisulfuros y complejos hidroxiácidos (tabla 3). A temperaturas magmática y presiones, existen
insuficientes datos para definir las condiciones ideales para el divisionamiento de cualquier metal
dado de un magma dentro de un fluido hidrotermal desmezclado (exdisuelto). Aun así, los limitados
datos disponibles indican que metales como el Cu pueden ser escarbados por fluidos magmáticos
desmezclados (exdisueltos), especialmente a presiones magmáticas bajas, levantando la pregunta:
¿Cuándo estos fluidos se separan de los magmas y que controla la composición del fluido?

Muchos magmas contienen fluidos exsueltos durante su ascenso a través de la corteza intermedia
y superior. Hay evidencia que basaltos de una variedad de configuraciones tectónicas están
saturados con una fase fluida rica en CO2 a profundidades >30km (ref 36-38). Por esto su alta
solubilidad en fundidos silicatados, el H2O representará solo una pequeña fracción de este fluido en
la corteza profunda, aunque el H2O exsuelve cada vez mas a baja presiones hasta que domina el
fluido, como es observado en emanaciones volcánicas (Tabla 2). A menos que los magmas félsicos
se originen de sistemas aislados, y no reciban entrada de volátiles de precursores máficos y fuentes
de calor subyacentes, tienden también a ser saturados con una fase fluida a través de su historia. La
adición de SO2 y otros gases a los sistemas magmáticos disminuye la solubilidad del H2O y CO2 en
el fundido por disminución de su actividad en la(s) fase(s) fluida(s), resultando en una saturación del
fluido con aun mas bajas concentraciones de gases disueltos en el fundido. Por consiguiente, si los
magmas en la corteza superior son normalmente saturados en fluidos, las preguntas clave
relacionada al transporte del metal no si o cuando la saturación del fluido ocurre en un magma
asociado, sino que controla la composición del fluido, cuales fluidos tiene mas probabilidad de
escarbar metales de un fundido silicatado, y cuanto fluido puede ser canalizado al sitio de
depositación del metal.

A profundidades de someras de corteza, el fraccionamiento del metal se vuelve mas complicada


porque el magma puede contener mas de una fase fluida silicatada. Por ejemplo, a 1kbar y 800°C,
el sistema NaCl-H2O consistirá en dos fases (un vapor de baja densidad y un liquido hipersalino; Fig.
2) si la composición de la mayoría de los fluid(os) exsueltos del fundido esta entre ~2 y ~70wt% NaCI.
Ciertamente, el contenido de Cl de muchos magmas silicios son consistentes con las
concentraciones para resultar en una saturación tanto de vapores y líquidos hipersalinos. La adición
de CO2 (y más probablemente SO2) incrementará el campo de inmiscibilidad tanto que las dos fases
acuosas pueden coexistir en un amplio rango de condiciones de la corteza (hasta presiones >= 5kbar,
ref 41).

El gran contraste de densidades entre el vapor y los líquidos hipersalinos comúnmente resulta en la
separación de estas dos fases dentro de la cámara magmática o su sistema hidrotermal adyacente.
Los vapores acuosos contienen CO2, SO2, H2S, HCl y demás, y tiende a ascender en formación de,
ya sea descargados a la superficie como fumarolas volcánicas, o siendo absorbidos a profundidad,
formando un agua ácida que puede lixiviar la roca caja. El líquido hipersalino denso restante a
profundidad va a ser mas rico en Cu y otros elementos clorofílicos mas que en vapores de baja
salinidad. Evidencia de estos fluidos inmiscibles es su abundancia en rocas intrusivas y algunos
productos volcánicos. Sin embargo, en los depósitos de mena de pórfidos que los restos de estos
fluidos, atrapados como inclusiones en minerales, han sido mas intensamente estudiados.
Figura 2. La composición de los fluidos inmiscibles en el sistema H2O-NaCl como función de la
presión a 800°C (y 600°C línea continua); la profundidad es aproximada para un gradiente de presión
litoestático. Si una solución NaCl 5 wt% (circulo lleno) se exsuelve de un magma a 800°C y dando un
vapor de baja a alta densidad y un líquido hipersalino a ~1300 bar; los metales de complejos
clorurados van a fraccionar el líquido, mientras que los componentes gaseosos van a ser
ampliamente contenidos por el vapor. En cuanto a la descompresión isoterma posterior (líneas
curvas), el líquido y el vapor progresivamente serán mas y menos salinos, respectivamente, por
condensación de líquidos ricos en NaCl del vapor. El vapor de altas temperaturas de fumarolas
volcánicas contiene <100 p.p.m. NaCl, y es pobre en metales, mientras que los vapores de alta
presión acompañando la erupción volcánica es relativamente rico en metales y NaCl (por ejemplo,
White Island, Tabla 2). Los campos punteados indican la composición de las inclusiones fluidas a
temperatura y presiones típicas de formación de pórfidos de Cu. Las fotografías muestran
inclusiones fluidas en cuarzo (a temperatura ambiente) de un depósito de pórfido de Cu (a),
inclusión líquida hipersalina con contenido de NaCl-saturado, I; burbuja de vapor, v; minerales
“hijos” de halita. X; posible anhidrita, b, y hematita, s; b, inclusión rica en vapores con contenido de
condensado de baja salinidad, i; burbuja de gas comprimido, v; y pequeños minerales opaco, s). Las
inclusiones son de ~50µm de largo.

MINERALIZACIONES ASOCIADAS CON INTRUSIONES


La mineralizacion de pórfidos de Cu está dominada por fluidos magmáticos en su etapa temprana,
aunque el agua meteórica no es solo común, pero es quizás crítica en el intercambio de
concentración de metales de pórfido al grado de mena. Estos depósitos típicamente consisten en
sulfuros que son tanto diseminados y localizados en venillas; estas ocurrencias son encontradas
dentro y adyacente de intrusiones porfirítica de composición silícea-intermedia, y comúnmente se
forman a profundidades de 2-5km bajo presiones litoestáticas. Estudios detallados de alteración
hidrotermal, mineralización e inclusiones fluidas, integrados con datos de isótopos estables, indican
que los sistemas hidrotermales que forman estos depósitos son inicialmente calientes (>500 600°C)
y dominados por un líquido hipersalino magmática coexistiendo con un vapor de baja densidad. Por
la profundidad y alta temperatura, los ejemplos activos aun deben ser estudiados. El ensamblaje de
alteración zonada se forma cuando el fluido reactivo, magmático portador de metales se aleja de la
intrusión, se enfría y reacciona con la roca caja. Las intrusiones por si mismas son alteradas con una
zona central de biotita+ feldespato potásico (zona K-silicatos), que típicamente cede el paso hacia
una zona intermedia de cuarzo más clorita, comúnmente sobreimpuesto por sericita y pirita (zona
sericita). Las rocas encajantes más lejanas de la intrusión pueden ser alteradas a epidota, clorita y
albita (zona propílica). La mineralización de sulfuros de cobre de alta temperatura, acompañada por
magnetita, puede representar como una concha al limite de las zonas potásica-silicatada y sericita.
Donde se preservan, están zonas de alteración son siempre tapadas por roca que ha sido lixiviada
por agua ácida formada por la absorción de vapores magmáticos dentro de aguas meteóricas. La
alteración argílica avanzada resultante usualmente se extiende hasta la paleosuperficie.

La fuerte asociación espacial entre plutones y depósitos de mena relacionados a pórfidos enfatiza
al rol genérico de magma en procesos de mineralización. Otra línea de evidencia viene de fluidos
atrapados en inclusiones en minerales, muchas de estas inclusiones formadas a temperaturas
cercanas a las magmáticas 700-800°C. A temperatura ambiente, las inclusiones de fluidos
hipersalinos contienen una salmuera (brine), una burbuja de vapor y cristales “hijos” de halita, silvita
y minerales mena menores como la calcopirita (Fig 2ª). Los líquidos hipersalinos a su temperatura
de atrapamiento 40 a 60 %wt equivalente (eq,) y 250-5000 p.p.m. Cu, el ultimo basado en la
cantidad de Cu en minerales hijos y recientemente confirmado por análisis directo. Las inclusiones
que atraparon el vapor inmiscible (fig. 2b) son bajas en salinidad (<1-2 wt% NaCl eq) y relativamente
altos en CO2 (<= 10 wt%; ref. 37).

RESTRICCIÓN DE ISÓTOPOS DE O Y H. La composición isotópica del agua en un magma fue


inicialmente aproximada por análisis de minerales en intrusiones erodadas y después usando
factores de fraccionamiento de minerales-agua para calcular los valores de el agua coexistente.
Estos datos fueron usados para definir la composición isotópica de “aguas magmáticas primarias”
(Fig 3a; box de línea punteada). Pero porque hay un fuerte fraccionamiento de isótopos de H
durante la desgasificación temprana, los minerales ígneos portadores de hidroxilos de formación
tardía representan la composición isotópica de un fundido desgasificado mas que el de un agua
magmática inicial (fig. 3a; flechas abiertas). El mejor estimado actual de la composición isotópica de
H2O en magmas félsicos de corteza y arco (Fig 3a, box línea continua) e intermedio entre el de
magma desgasificado (box de línea punteada) y el H2O desgasificada (outgassed) pesada
isotópicamente, el último ejemplo como vapor volcánico (box de guiones).

La composicion de isotopos de O- y H- de minerales hidrotermales en depósitos de mena también


ayuda a trazar el origen(es) de las aguas hidrotermales. En depósitos de pórfidos, los minerales
portadores de hidroxilos incluida la biotita, la cual se forma cerca a la intrusión a temperaturas
magmáticas cercanas (>500-600°C), la clorita y sericita (que se forman a ~300°C) y caolinita (~200°C).
La biotita de formación temprana de alta temperatura y el feldespato potásico proporcionan
evidencia de que el δ18O de los fluidos alterando las intrusiones tiene un rango estrecho de +6 a
+9% (Fig 3b; box de rayas), consistente con el agua estando en equilibrio con los grandes reservorios
de O en los magmas asociados. Pero el valor δD de este fluido magmático temprano (basado en
composiciones de la biotita) tiene un amplio rango, desde -35 a -75%, y esta desplazado a valores
más bajos que las aguas primarias más félsicas y arcos magmáticos (-20 a .45%). Esto puede ser
explicado por un sistema abierto de desgasificación del magma, anotado antes, el cual puede por
consiguiente contar para las grandes variaciones de δD (>40%) a una composición isotópica de O
constante observada para la biotita de un solo depósito.

La alteración a más baja temperatura comúnmente tiene una firma isotópica indicando un gran
componente de aguas meteóricas, aunque en algunos depósitos hay también evidencia de que el
agua de mar o un agua de formación evolucionada estuvo presente, y este líquido salino pudo haber
tenido un rol en la mineralización. Las variaciones isotópicas de más baja temperatura, la alteración
sericítica entre varios depósitos norteamericanos, son sistemáticas con la latitud y por lo tanto la
composición del agua meteórica (Fig. 3b; aguas hidrotermales típicas dibujadas en el área circular).
Pero en algunos depósitos de Suramérica, hay clara evidencia de que los fluidos relacionados a
muestras de sericita de etapa tardía tiene un componente de vapor magmático, como sus
composiciones indica un fluido con +5 a +8 % δ18O y -20 a -40% δD (Fig. 3b; box linea puntedada).
Figura 3a, variación en la composición de isotopos de O- e H- de magmas de corteza y aguas (δ18O
y δD, respectivamente, relativo al SMOW- Standard Mean Ocean Water). Los magmas félsicos
infrayacidos por corteza continental tienen una tasa ligeramente pesada de isotopos de H- que los
magmas de arcos de islas, presumiblemente debido a la incorporación de material de la corteza.
Ambas aguas magmáticas son isotópicamente distintas de las asociadas con mantos derivado de
basaltos de dorsales medio oceánicas (MORB). La composición isotópica de “vapores magmaticos
relacionados a subducción” desgasificacioón de arcos volcánicos tiene un rango amplio,
enriquecidos de sus magmas de arco parentales debido a la fraccionación durante la desgasificación,
con el fundido desgasificado (flechas abiertas apuntando hacia abajo) se vuelve más ligero
composición isotópica H-. Hay dos tendencias de aguas geotermales de pH neutro, una causada por
interacción de aguas meteóricas-roca (“O-Shift” de la línea de agua meteórica, por ejemplo, el de
Waikarei Wk), y el otro de la mezcla entre aguas meteóricas de composición isotópica variable (local)
y vapores magmáticos de baja salinidad (flechas solidas pequeñas con tendencia a apuntar hacia el
vapor volcánico; por ejemplo, como en Broadlands, Br). Las aguas connatas atrapadas en
sedimentos y aguas relacionadas a metamorfismo tienen amplios rangos de composición isotópica
(no mostrada allí). B. La composición isotópica de fluidos hidrotermales asociados con depósitos de
mena de pórfidos es deducida de la composición minerales de alta temperatura de alteración K-
silicatada (campo punteado). La alteración sericítica de baja temperatura indica varias mezclas
(típicamente graficadas en dos grandes círculos) entre aguas magmáticas de etapa tardía (derivados
de fundidos desgasificados) y aguas meteóroicas con un rango de composiciones isotópicas
dependiendo de la paleolatitud y altitud; esta agua meteórica es a veces O-shifted. Las aguas de
“alta sulfuración” (ver texto) son similares en composición isotópica a vapores volcánicos, con
tendencias proyectando hacia aguas meteóricas de composición isotópica variable (flejas abiertas)
dependiendo de la localización del depósito. Las aguas que pueden precipitar cuarzo estéril en
depósitos de “baja sulfuración” comúnmente muestran un O-shift de valores locales de aguas
meteóricas, mientras que muestras de mena con alto tenor (Vena Comstock; estrella sólida) tienen
desplazamiento isotópico de O- y H- de aguas meteóricas locales (estrella abierta) causada por un
componente de agua magmática, este gran movimiento no puede ser causado por ebullición de
agua meteórica.

OTROS ISOTOPOS. Las composiciones isotópicas de S- y Pb- de menas de pórfidos de Cu de


depósitos de Sur y Norte América son ambiguos en relación con su origen. En algunos casos hay
isotopos Pb- que tienden consistentemente con sedimentos pelágicos subducidos como mayor
fuente de Pb, indicando que el Pb fue reciclado durante la subducción y después contribuidos al
sistema porfirítico hidrotermal. Las fuentes de la corteza aparecen solo localmente importantes
para el presupuesto de Pb en la mayoría de estos sistemas; en contraste, el Sr a veces muestra tasas
isotópicas, consistentes con una gran componente de la corteza. En Arizona, sin embargo, hay una
fuerte correlación entre intrusiones mineralizadas y la composición de isotopos de Pb- del
basamento de corteza más inferior. El rango de δ34S de la mayoría de los depósitos de Cu cae entre
-3 y +9%, (ref. 53), sugiriendo que la mayor parte del S fue derivada de intrusiones locales, aunque
el amplio rango de composición de isotopos S- en algunos casos puede ser causada por la
contribución de la roca encajante. El valor δ34S de roca fresca tiene una variación geográfica, la cual
en arcos de islas probablemente refleje una contribución de sedimentos marinos subducidos. Por
consiguiente, la evidencia isotópica de depósitos de porfiriticos indica una variedad de fuente para
componentes como el H2O, Pb y S, aunque parece que una fuente magmática de sedimentos
domina el incremento de mena, tal evidencia se debilita.

MINERALIZACION DISTANTE DE LAS INTRUSIONES MAGMÁTICAS.

El término “epitermal” se refiere al tipo de depósitos de mena hidrotermal formados a temperaturas


relativamente bajas (<300°C) y profundidades someras (superficie a 1-2 km; Tabla 1). A pesar de las
profundidades someras, aún hay evidencia de un componente magmático de los fluidos.

Los depósitos de mena hidrotermales pueden ser divididos en dos tipos principales (Tabla 1), de
acuerdo con su mineralogía de alteración. Un tipo es formado por fluidos ácidos y oxidados (alta
sulfuración), típico de aguas ácidas cerca de volcanes; el otro tipo es formado por un pH neutro, un
fluido reducido (baja sulfuración), como el encontrado en sistemas geotermales.

DEPÓSITOS DE MENA EPITERMAL DE ALTA SULFURACIÓN. Aunque se forman a profundidades


someras, los depósitos de mena de alta sulfuración tienen características que indican la evolución
de componentes magmáticos en su formación. La etapa temprana de estos depósitos esta
caracterizada por una gran lixiviación de rocas caja con fluidos con un pH <2 (ref. 55) y una
composición isotópica O- y H. (Fig. 3b; área triangular) similar al del vapor magmático mezclado con
agua meteórica (Fig. 3b; flechas abiertas). La lixiviación crea un residuo de silica poroso (>95wt%
SiO2) que puede subsecuentemente hospedar minerales mena como los portadores de Au- Cu- y
sulfuros de Fe-. El estilo de mineralización de alta sulfuración comparte muchas características
mineralógicas y de isotopos estables con la zona de alteración argilíca avanzada que tapa los
depósitos de pórfidos de Cu, y ciertamente hay comúnmente una relación espacial cercana entre
estos depósitos. El fluido hidrotermal es oxidado, basado en composición de isotopos de S de
minerales de sulfuros y sulfatos; una mayoría de las especies de sulfuros se origina de una
desproporción de SO2 magmático para formar H2SO4.

Las inclusiones fluidas en minerales relacionas a mena, incluyendo los sulfosfatos de Cu


(transparentes solo a longitudes de onda infrarrojas) y cuarzo, indican que el fluido mineralizante
puede tener una salinidad de 2.5 wt% NaCl eq., aunque puede ser marcado un incremento en la
salinidad con la profundidad, de 20-30 wt% NaCl eq. bajo la zona de mena. Esta separación espacial
de liquidos de baja salinidad asociados con menas de alta sulfuración, bajo liquidos hipersalinos a
profundidad es distinta de la que es notada en los depósitos de pórfidos de Cu más profundos,
donde la salmuera hipersalina coexiste con vapor de baja salinidad; esta separación puede ser
causada por la alta densidad de la salmuera, la cual no puede ascender fácilmente a profundidades
someras. La asociación cercana de Cu y Au en alta sulfuración relativamente oxidados y ambientes
de pórfidos sugiere que ambos metales pueden ser transportados bajo condiciones similares,
aunque en los ambientes de mineralización epitermal de alta sulfuración esta relacionado
temperaturas bajas con líquidos menos salinos.

DEPÓSITOS DE MENA EPITERMAL DE BAJA SULFURACIÓN. En contraste a los depósitos de pórfidos


y de alta sulfuración, las firmas magmáticas en depósitos de Au epitermal de baja sulfuración son
mas elusivos. Las concentraciones mena de Cu no ocurren, presumiblemente por la baja salinidad,
el pH cercano a neutro y los fluidos reducidos (sulfuros-dominantes) excluyen el transporte eficiente
de Cu. En general, los depósitos de baja sulfuración se forman distantes de la fuente de calor
magmática inferida a temperaturas de 200-300°C (ref. 57). Las presiones son controladas por
condiciones hidrostáticas, significando que la temperatura máxima a cierta profundidad esta
limitada por la ebullición, un proceso común en estos sistemas. Aunque la variedad de
clasificaciones de este tipo de depósitos existe, una división basad en ensamblaje de metales
aparece para reflejar las diferencias geoquímicas intrínsecas. Un estilo es el rico en Au (con Ag/Au
de 1/10 a 10/1 y solo metales base traza), mientras que otros son ricos en Ag (con Ag/Au de >100/1)
con cantidades económicas de Zn y Pb presente.

Los depósitos ricos en Au son asociados con salinidad baja pero fluidos ricos en gases (<1-2 et% NaCl
pero arriba de 4wt% gases, principalmente CO2 con H2S). Por el contrario, los depósitos ricos en Ag
y metales base son asociados con fluidos mas salinos (10-15 wt% NaCl). Esta diferencia en la
salinidad es importante para la capacidad de transporte de metales de los fluidos, como el Au es
transportado como un complejo de bisulfuro mientras que la Ag, Zn y talvez Pb son dependientes
del transporte por complejos Cl en este ambiente reducido. Los fluidos de baja salinidad de
depósitos de son muy similares a los fluidos de la mayoría de los sistemas geotermales activos,
mientras que los sistemas geotermales salinos es un ambiente tectónico similar al hospedante de
Ag- y rico en metales base de depósitos epitermales.

Esta ausencia puede ser debida a los pulsos tectónicamente inducidos, transistorios(pasajeros), de
fluidos mineralizantes salinos dentro de un sistema hidrotermal diferente de baja salinidad, esteríl
de metales, un proceso que aun no ha sido visto.
Los estudios de isotopos estables depósitos de baja sulfuración comúnmente demuestran la
predominancia de aguas meteóricas, con composiciones isotópicas O- de ambas aguas (Fig. 3b; “O-
shift”) y rocas modificadas en varios grados por su interacción mutua. Sin embargo, la mayoría de
las muestras estudiadas para datar han sido de etapa tardía, de venas de cuarzo esteriles, formada
despues del periodo de depositación de la mena. Donde las muestras son asociadas directamente
con mena bonanza (alto-grado), como el formado del famoso filón Comstock, Nevada (fig. 3b;
estrella solida), un gran desplazamiento tanto en valores δ18O y δD de composición de aguas
meteóricas locales (estrella abierta) es tomado como evidencia de una componente significante de
agua magmática. Paradójicamente, la evidencia para el dominio de aguas meteóricas en sistemas
epitermales es mas obvia donde el magmatismo fue más voluminoso, porque la gran fuente de calor
magmático crea grandes celdas duraderas de convección de aguas meteóricas, la convección que
va a borrar la mayoría de la evidencia de cualquier componente de agua magmática. Por ejemplo,
en el Pacifico Noroeste de Norte America una región de muchos plutones erodados, las rocas
expuestas por encima >5% de la región portan una firma isotópica de O- indicando la alteración por
aguas meteóricas. Ademas, la evidencia de isotopos S- y C- indica que muchos depósitos epitermales
pueden tener una fuente magmática para ambos elementos, aunque es común también un
componente sedimentario para el S, además de ocasionalmente un flujo de C orgánico. Los
resultados de estudios de isotopos de Pb-sobre una variedad de depósitos epitermales indican
varias fuentes para el Pb, incluyendo la lixiviación de rocas del basamento y rocas volcánicas
suprayacentes o sus equivalentes intrusivos, no es sorprendente dado que la convección de aguas
meteóricas puede extenderse a profundidades de 5-7 km (ref. 62).

Las múltiples fuentes de componente en fluidos epitermales de baja sulfuración es causada en gran
parte por la cantidad extensiva de interacciones entre aguas termales y rocas de la corteza que
ocurren en este ambiente. Cualquiera de los componentes reactivos magmáticos es neutralizados y
reducidos, uno por uno derivando componente de la roca encajante. Este proceso lleva a una firma
isotópica integrada que puede enmascarar una variedad de fluidos discretos presente en las etapas
tempranas de actividad; esto es, pulsos de fluidos registrados por ciclos de depositación de
minerales. A pesar de la sobreimposición que puede ocurrir en depósitos epitermales, los avances
en las técnicas microanalíticas ahora permiten la composición isotópica de dominios preservados
en minerales para ser analizados, dominios que muestran evidencia para una variedad de aguas
discretas y fuentes de gas, incluyendo componentes magmáticos y de corteza.

SISTEMAS GEOTERMALES. En algunos de los sistemas geotermales hospedados en arcos volcánicos,


la evidencia de un componente magmático es común e inequívoca. Estos sistemas están
caracterizados a profundidad por fluidos de pH neutro de baja salinidad (<1 wt% NaCl) pero
contenido de gas variable (arriba de 4 wt%, incluyendo CO2 y H2S). Acoplado con su alteración
mineralógica, estas características indican que hay sistemas epitermales análogos responsables de
los depósitos formadores de mena de baja sulfuración; ciertamente, en dos de los depósitos de Au
epitermal más grandes y jóvenes (Hishikari, Japon y Ladolam, Papua Nueva Guinea) aguas de etapa
tardía (70 a >150°C) aun fluyen a través de venas.

La ventaja en estudiar los sistemas activoses que los fluidos discretos pueden ser muestreados,
permitiendo una examinación de “rebanadas de tiempo” a través de la historia de actividad
hidrotermal. Por ejemplo, las composiciones isotópicas de aguas de alta temperatura en una
variedad de sistemas geotermales tienen dos diferentes tendencias (Fig. 3ª); una tendencia sugiere
una mezcla de más del 50% de agua magmática con agua meteórica, mientras que la otra indica solo
interacción entre roca y agua meteórica (flechas horizontales). En el caso del sistema geotermal
Broadlands, Nueva Zelanda, la profundidad de las aguas termales (Fig. 3ª; circulo lleno, Br) tiene un
remplazo de H- que indica cerca de un 20% de componentes de vapor magmático de baja salinidad
mezclado con aguas meteóricas locales (círculo abierto). El líquido profundo es también rico en
gases (~2 wt%, principalmente CO2), y tiene una tasa N2/Ar característica de magmatismo de arco
(causada por subducción de sedimentos ricos en N2). Por el contrario, el líquido profundo cerca del
sistema geotermal Wairakei (circulo lleno, Wk) tiene una composición isotópica similar a las aguas
meteóricas que es ligeramente de O- reemplazado. Este fluido es bajo en contenidos de gas total
(<0.1 wt%), y tiene una tasa N2/Ar típica de aguas subterráneas saturadas en aire indicando unas
contribución magmática insignificante al sistema. Esta distinción en la composición del fluido puede
ayudar a explicar las diferencias observadas en la mineralización entre estos dos sistemas. El sistema
Broadlands es mineralizado localmente con precipitados ricos en Au en aguas termales (hot springs
a 80 p.p.m.) y tuberías de nacimientos (wellhead pipes) (a 6 wt%, ref. 66), y los sulfuros de Pb-Zn
son comunes a profundidad, mientras que los metales preciosos y sulfuros de Pb-Zn son ausentes
en Wairakei.

La diferencia en mineralización también correlaciona con las firmas isotópicas de Pb. Los minerales
sulfuros de Broadlands tienen una firma homogénea, idéntica a la de intrusiones calco-alcalinas
locales, sugiriendo que estas son de rocas fuente, o contribuidos a través de un fluido magmático o
por lixiviación, mientras que las composiciones isotopcas de Pb- de rocas alteradas de Waikarei
indican que la mayoría del Pb fue lixiviado de rocas sedimentarias.

Los sistemas geotermales similares con ingreso magmático variable (basado en firmas químicas e
isotópicas) son comunes también en otros arcos volcánicos del circun-Pacifico. Las perforaciones en
algunos sistemas de Japón y de Filipinas han encontrado fracturas profundas conteniendo fluidos
ácidos y calientes dentro de otras aguas de pH neutro; la acidez es causada por la interacción roca-
agua. Tal vez estos fluidos magmático, aunque neutralizados en profundidad, contribuyen metales
directamente al sistema Broadlands. Alternativamente, los vapores ácidos pueden contribuir
ligantescomo el Cl- y HS-, causando que el fluido resultante lixivie metales de la roca caja. Esta
variabilidad en firmas magmáticas entre sistemas geotermales puede ser causas por contribuciones
intermitentes (o ausencia de ellas) de fluidos magmáticos. Así, los análisis de gases e isotopos de
inclusiones fluidas relacionadas en mena versus minerales estériles ayudará a determinar el papel
de las contribuciones magmáticas a la composición del fluido y formación de mena.

FLUIDOS MAGMATICOS Y AMBIENTES HIDROTERMALES

Mencionamos la relación entre el tipo de magma y el estilo mineralización relacionada a intrusiones,


haciendo hincapié en la necesidad de barrido de metales del magma por una exsolución de fluidos
acuosos. Acá examinamos como el fluido magmático puede ser involucrado en la mineralización
lejos de la intrusión.

El ambiente ácido. Los estudios de depósitos de mena epitermal de alta sulfuración han confirmado
la intervención de un fluido con composición isotópica similar a los vapores volcánicos de alta
temperatura (Fig 3.b). Cuando estos vapores son absorbidos por aguas meteóricas, forman termales
ácidas, las cuales comúnmente tienen un pH de 0.5-1.5 (ref. 68). La composición de estas termales
acidas refleja una disolución isoquímica de las rocas a través de las cuales fluyó, un proceso que
forma zonas lixiviadas similares a la que hospedan depósitos de mena de alta sulfuración. Sin
embargo, estudios de concentraciones de metales de fumarolas de alta tempertura asociados con
desgasificación inactiva de volcanes indica que estos vapores no pueden formar depósitos de mena.
Una duración razonable de desgasificación del magma y actividad hidrotermal relacionada a una
sola intrusión (~10000 años; ref. 2), el flujo de metales relacionado a fumarolas (tabla 2) y sus
termales ácidas asociadas son insuficientes para contar la cantidad de Au (10-100 ton) y Cu (>105
ton) encontrados en depósitos de alta sulfuración.

Hay varias posibles explicaciones para esta aparente paradoja. Primero, estos depósitos se pueden
forma en lapsos de tiempo mucho más largos, en asociación con las múltiples intrusiones (como
sugiere algunos depósitos de pórfidos). Segundo, las aguas ácidas pueden lixviar metales que
reaccionan con la roca encajante en profundidad. Tercero las grandes profundidades de estos
depósitos (contrario con las fumarolas superficiales) significa que las presiones son altas,
incrementando así la concentración de metales cloruros en los vapores. Por ejemplo, los aerosoles
asociados con erupciones magmáticas son responsables de flujo de metales mucho mas alto que la
desgasificación inactiva de volcanes, aun cuando las temperaturas de descarga y flujo de especies
como el H2O, S y Cl son similares (compara White Island y Satsuma Iwojima; tabla 2). Esta
observación puede ser explicada si un vapor relativamente rico en metales y NaCl, equilibrado con
un magma a presión de varios cientos de bares (Fig. 2), acompañado con erupciones, contabilizando
así las altas tasas de Na/S y Cu/S en aerosoles, marcado al contrario con la baja tasa de Na/S y Cu/S
en los vapores fumarólicos pobres en metales asociados con desgasificación inactiva. La absorción
de un vapor de alta presión rico en metales por un sistema hidrotermal por lo tanto puede forma
fluidos de baja salinidad (<5wt% NaCl ) responsable de la mineralización en sistemas de alta
sulfuración

A mayor profundidad, los fluidos de alta salinidad (<= 30 wt% NaCl) bajo estos depósitos, referidos
anteriormente, pueden ser relacionado a la contraparte inmiscible hipersalina del vapor.

El ambiente de pH neutro. La fuente(s) de Au y otros metales en fluidos de baja salinidad, pH neutro


de depósitos de baja sulfuración estan abiertos a especulación comparados con los sistemas de alta
surfuración de pórfidos, donde hay evidencia de un gran componente magmático en el sistema. Si
la firma isotópica del agua en sistemas de baja sulfuración indica que el fluido tiene un componente
de agua magmática mezclada con aguas meteóricas (por ejemplo, Comstock, Fig. 3b), entonces el
componente debe tener una baja salinidad para contar para diluir las aguas asociadas a la
depósitación epitermal de Au. Por lo tanto, la fase fluida magmática debe ser un vapor de baja
densidad, descrito antes de los estudios de aerosoles volcánicos (mas que los líquidos hipersalinos),
los cuales pueden tener un contenido de metales apreciable a presiones de varios kilómetros de
profundidad. Cualquier gas ácido contribuido por vapor magmático al sistema de aguas meteóricas
se someterá a neutralización por reacción con la roca caja (Fig 4), causando un intercambio de H-
por cationes, incluyendo metales, agregando así este componente a los metales contribuidos por el
vapor. En el presente, no hay evidencias geológicas de que los depósitos de baja sulfuración son
infrayacidos por alteración de ácidos penetrantes, sugiriendo que cuando los vapores del magma
son absorbidos a la base del ambiente epitermal de baja sulfuración, la neutralización resultante
puede ocurrir sobre una escala amplia (cientos a miles de kilómetros cuadrados) de alteración
propílica (metasomatismo débil en hidrogeno) característico de distritos volcánicos epitermales
erodados. (volcanic-hosted epitermal districts).
Inferimos una evolución geoquímica de un fluido hidrotermal y su alteración resultante y
mineralización en cuanto la distancia al cuerpo de magma incrementa, por la reacción progresiva
del fluido con la roca. Pero no hay requerimiento de que le depósito de pórfidos de Cu este
suprayacido por depósitos de alta sulfuración, o viceversa, o que los depósitos de baja sulfuración
sean arraigados por mineralización de pórfidos sea adyacente a la fuente de calor intrusiva (Fig. 4).
Sin embargo, hay posibilidades, y algunos depósitos pueden reflejar esta transición geoquímica
propuesta, tanto en espacio y/o tiempo. En Porgera, Papua Nueva Guinea, los fluidos magmaticos
salinos tempranos dan paso más tarde a aguas meteóricas de baja temperatura y salinidad, con Au
probablemente remobilizado de una mineralización de pórfido inicial Cerca al depósito Ladolam,
que contiene >400t de Au, tuvo una evolución similar, aunque la transición de pórfido a hidrotermal
fue probablemente causada por el colapso catastrófico del estratovolcán que lo hospedaba cerca
300,000 años atrás. El depósito de Au de baja sulfuración en Borneo parece que abarca un ambiente
epitermal a magmático-cercano en términos de salinidad del fluido, temperatura y características
isotópicas. Estos ejemplos indican que si en el presente es imprudente marcar limites netos cerca
de los tipos de depósitos de mena hidrotermal discutidos aca.

DIRECCIONES FUTURAS

La ocurrencia de depósitos de mena no es común comparado con la amplia evidencia de actividad


hidrotermal extinta indicando que solo una pequeña proporción de los sistemas hidrotermales
forman mena, ahora o en el pasado. Un problema sin resolver en este estudio de depósitos de mena
hidrotermales es identificar los factores que distinguen sistemas con factores de potencial de
formadores de mena no es común que quizás no los observemos aun en sistemas activos. Esta
ausencia percibida de sistemas activos formadores de mena es posible que también cuennte para
la evidencia común indicando la naturaleza episódica de formación de depósitos hidrotermales. Los
fluidos responsables de mineralizaciones pueden estar presente solo por periodos cortos de tiempo
durante la vida del sistema hidrotermal, posiblemente en tiempos de tectónica individual o eventos
de fracturamiento hidráulico.

Las aguas meteóricas continúan su larga circulación profunda después de que una intrusión se
solidifica. Esto lleva a cubrir las firmas de eventos mas temprano que estuvieron en el sistema
hidrotermal. Sin embargo, los avances en los microanálisis de isotopos estable ahora permiten la
discriminación entre muchos eventos que ocurren durante la historia de los sistemas hidrotermales.
Cada evento puede tener una firma distinta para O, H, S y C que puede ser determinada solamente
a través del estudio de dominios preservados de poblaciones individuales de cristales, o incluso
zonas de crecimiento dentro de cristales, ahora posible con técnicas de microscopia laser. El
reconocimiento de firmas de gas en sistemas activos puede ser aplicado también a ambiente
extintos por los continuos avances en los análisis de inclusiones fluidas. Adicionalmente, las técnicas
como emisión de protones inducidos por rayos X (PIXE) o la microsonda de rayos X ahora permite
investigación a nivel de p.p.m. de concentraciones de metal en inclusiones fluidas tan pequeñas
como algunos micrómetros. Por la determinación de contenido de metales de un amplio rango
fluidos de la corteza atrapados en minerales, podemos entender mejor porque algunos fluidos
hidrotermales forman depósitos de mena asociados con mineralización de Sn hospedas en granitos
en Australia que han sido analizados por PIXE. Las inclusiones ricas en vapor parecen tener un orden
de magnitud más alta en concentraciones de Cu que coexisten con inclusiones hipersalinas, opuesto
a lo encontrado en la mayoría de los depósitos de pórfidos. Estos resultados proporcionas más
preguntas que respuesta e indican el trabajo interesante acerca de los fluidos hidrotermales, no solo
en relacion con la mineralización y las diversas fuentes de metales, sino también el efecto que tienen
estos fluidos en los procesos de la corteza.

Figura 4. Corte esquemático mostrando intrusiones someras, subvolcánicas, un estratovolcán


asociado, y los ambientes deducido para la formación de pórfidos de Cu, y depósitos de mena
hidrotermal de alta y baja sulfuración. Los sistemas hidrotermales-volcánicos activos se extienden
desde la desgasificación del magma a las fumarolas y/o ambientes de mena de alta sulfuración,
mientras que los depósitos de mena de baja sulfuración de sistemas geotermales caracterizados por
aguas de pH neutro que pueden descargarse como emanaciones calientes y geiseres como los del
Parque Nacional Yellowstone

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