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Introducción
Este libro es el resultado de un curso de estudios sobre el tema del Espíritu Santo
que impartí en una escuela bíblica del Campamento Yuhueyac, San Juan Opico,
El Salvador. Esta escuela bíblica se llevó a cabo desde el 23 de octubre hasta el 9
de noviembre del año 1984. Los estudiantes me inspiraron mucho en la
presentación de este estudio. Yo les prometí preparar este libro como un
recuerdo de nuestra clase. Espero que el mismo pueda servir para otras clases en
el futuro. Toda la gloria y honra sea a Cristo.
Capítulo 1
Muchas veces en la Biblia nosotros notamos los atributos que Dios le asigna al
Espíritu Santo. Por ejemplo, él es eterno (véase Hebreos 9.14). Escribe aquí este
versículo:
Para nosotros queda claro que el Espíritu Santo es Dios, porque él es una de las
personas de la (1) ________________.
La Biblia hace referencia al Espíritu Santo por nombre más de 300 veces. Su
pronombre es mencionado por lo menos 40 veces. Esto hace un total de más
de (5)______ veces que la Biblia se refiere al Espíritu Santo.
Hay muchos malentendidos en cuanto al Espíritu Santo. Algunos lo consideran una fuerza
mística; otros piensan que es el poder impersonal de Dios para salvar a personas.
Entonces, ¿qué nos tiene que decir la Biblia acerca de Él? ¿Quién es el Espíritu Santo? Aquí diez
cosas que debes saber acerca de la persona, naturaleza, y obra del Espíritu Santo.
1. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. No es un poder ni una fuerza. La
Escritura le atribuye una personalidad distintiva, al igual que al Padre y el Hijo (Mt. 3:16-
17; Jn.14:16-17).
3. El Espíritu Santo piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad, se le puede tratar como una
persona, se le puede mentir, se le puede probar, se le puede resistir y se le puede contristar
(Hech. 5:3; 7:51).
6. Podemos ver al Espíritu Santo desde el Antiguo Testamento haciendo diversas actividades,
como:
7. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo estaba en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11)
y capacitaba a ciertos hombres para tareas especiales (Ex. 31:3; Jue. 6:34; 11:29). Sin
embargo, no era dado a todos y podía ser retirado (Jue. 13:25; 16:20; Sal. 51:11).
8. La primera obra del Espíritu Santo en el hombre es convencer de pecado (Jn. 16:8,11) y de la
realidad del perdón a través de Jesucristo. Esto lo hace a través de la predicación (Hch. 2:37; 1
Tes 1:5) y del ejercicio de los dones espirituales (1Co. 14:24-25).
9. El Espíritu Santo es prometido a todos los creyentes (Hch. 2:38) y es un don que se recibe
por la fe en Jesucristo (Ef. 1:13; 3:16-17; Ga. 3:2,5).
10. El Espíritu Santo es el que produce la obra de regeneración en nosotros. Él es el sello de
nuestra salvación, ”En El también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el
evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en El con el Espíritu Santo de la
promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la
posesión adquirida de Dios, para alabanza de Su gloria”, (Ef. 1:13-14).