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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS ESPE

Nombres: Karol Balseca, Joselyn Castro, Camila Gallegos


NRC: 3533
Fecha: 10/01/2020
Grupo IV
Virus de cadena simple de ARN negativo, no segmentado

VIRUS DE LA RABIA
El virus de la rabia pertenece al género Lyssavirus, familia Rhabdoviridae, y orden
Mononegavirales.
COMPOSICION DE LA PARTICULA Y DEL GENOMA VIRAL
El virus de la rabia tiene forma de bala de fusil, mide 180 nm de largo por 75 nm de
ancho. Codifica para 5 proteínas: nucleoproteína (N), fosfoproteína (M1), proteína de la
matriz (M2), glicoproteína (G) y la polimerasa (L). Todas ellas están distribuidas en dos
componentes principales: la nucleocápside y la envoltura. La nucleocápside tiene forma
helicoidal y está constituida por la cadena de ARN asociada a 3 proteínas: la N, M1 y L.
La envoltura que recubre las partículas es obtenida por gemación del virus con la
membrana plasmática de la célula hospedera. Las dos proteínas de la envoltura son la G
y la M2. La proteína G está glicosilada (Montano & Mata, 1996).

Figura 1: Estructura del virus de la rabia.


El genoma del virus de la rabia tiene aproximadamente 12 kb de longitud. Codifica desde
3’ a 5’ un pequeño fragmento de RNA (de 50 nt), seguido de los genes para N, M1, M2,
G y L.
Cada gen está compuesto por una región interna codificante, flanqueada por regiones no
codificantes. Las regiones no codificantes están limitadas por señales de transcripción de
inicio y parada. Estas secuencias indican donde inician, terminan (y se poliadenilan) los
mRNAs. Los límites de cada gen generalmente están marcados por este par de señales de
transcripción, sin embargo, los genes M2 y G escapan de esta regla por tener dos señales
de parada consecutivas. Estos se utilizan para generar mRNAs largos y cortos.
Los genes están separados entre sí por regiones intergénicas no transcritas. Estas regiones
generalmente son cortas (menos de 5 nt), a excepción de las regiones intergénicas M2-G
y G-L. La región intergénica G-L se ha propuesto como un pseudogen.
El genoma también está flanqueado por señales externas: una de ellas corresponde al
promotor de polimerización, reconocido por el complejo de polimerasa para iniciar la
transcripción y replicación; y la otra corresponde al promotor de encapsidación,
reconocido por las primeras proteínas N para la encapsidación del genoma (Tordo &
Kouknetzoff, 1993).

Figura 2: Genoma del virus de la rabia

CICLO DE REPLICACIÓN
El virus ingresa a la célula por endocitosis. El antireceptor, la proteína G, se une a un
receptor aun no caracterizado de la superficie celular, aunque se han propuesto varios
receptores para este virus como acetilcolina nicotínico, la molécula de adhesión a células
neurales y el receptor de neurotropina de baja afinidad; sin embargo aún no se ha
confirmado si realmente estas moléculas intervienen en el proceso de adhesión del virus
y la célula. Una vez dentro, el virus se dirige a los lisosomas y bajo el efecto de pH ácido
(5,7 a 6,1), la proteína G sufre un cambio conformacional que le permite unir la envoltura
viral con la membrana lisosomal. Después de esta fusión de membranas, la
ribonucleoproteina se libera en el citoplasma celular (Montano & Mata, 1996). Durante
la replicación, se forman los cuerpos de Negri, los cuales se caracterizan por acumular
proteínas virales, óxido nítrico sintetasa endotelial y Hsp70. Estos agregados son los sitios
donde ocurre la replicación y la transcripción (Zhang & Wu, 2013)

Solo las ribonucleoproteinas pueden usarse como plantilla para la ARN polimerasa viral,
que está compuesta por la proteína L enzimáticamente activa y la fosfoproteína. La
polimerasa está activa en dos modos diferentes: como transcriptasa y como replicasa.
La transcripción implica la síntesis secuencial de ARN subgenómicos libres, incluido un
ARN líder corto (sin cap ni poli A), y cinco ARNm en el orden 3'-NM1M2GL-5'. La
eficiencia de la transcripción se pierde progresivamente a medida que la polimerasa
avanza de 3' a 5'. La proteína G es sintetizada en los ribosomas asociados al retículo
endoplasmático
Cuando inicia la replicación, hay mucha proteína N resultante de la transcripción y
traducción. Esta proteína se une al extremo 3' en cuanto éste empieza a replicarse, esto
hace que la polimerasa no reconozca las secuencias de terminación y se forme un
transcrito de ARN (+) de todo el genoma, a partir del cual, se vuelven a replicar hebras
de ARN (-).
Una vez sintetizada la proteína G, es transportada del retículo endoplasmático al aparato
de Golgi, donde es glicosilada y transportada por un sistema de vesículas a la membrana
plasmática. La proteína G se acumula en la membrana plasmática y por debajo de ella se
localiza la proteína M1 y todos los complejos de ribonucleoproteina que ensamblarán
nuevas partículas virales, que geman de las células infectadas para ir a otras células
(Vargas, 2012).
Figura 3: Ciclo replicativo del virus de la rabia

- EXPRESIÓN
Función de las proteínas codificadas por el genoma del virus en relación al
ciclo de vida del virus

Proteínas Función
Nucleoproteína (N) Protección del ARN viral
Fosfoproteína (M1) Parte del complejo de transcripción.
Matriz (M2) Impulsa el ensamblaje de MeV mediante el
reclutamiento físico de RNP y glicoproteínas a la
membrana plasmática de la célula huésped.
Proteína de fusión (F) Factor activo en la fusión de células, hemólisis y
glicoproteína entrada viral
ARN polimerasa dependiente de Cataliza la síntesis de ARN, la polimerización
ARN (L)
Cuál es la dinámica con la célula hospedera o como se lleva a cabo la expresión del
genoma

MeV interactúa con numerosas moléculas celulares para manipular los procesos
celulares y alterar las respuestas antivirales para su replicación:

 Inducir autofagia para beneficio del virus.


 Inhibición de receptores tipo RIG.
 Efectos citopáticos y muerte celular.
 Interaccionan con factores celulares para regular la replicación, entre
ellos están Hsp72, SHCBP1, eIF3-p40, CKII y tubulina.

COMO SE DESARROLLA LA INFECCIÓN VIRAL


 Mecanismos de daño celular
La apoptosis celular se encuentra programada por la activación de genes y proteínas,
dentro de estos genes se encuentran el gen Bax, este gen puede activar la apoptosis por
varios mecanismos uno de ellos implica la activación de cisteína proteasas o caspasas y
el otro forma poros en las membranas lípidicas lo que resulta en la pérdida de potencial
de membrana y aumenta los ROS, sin embargo se requieren mas estudios acerca de la
función real de este gen en el virus de la rabia, en un estudio realizado se ha determinado
que este gen indujo en la activación de caspasas mostrando que una posible vía para
muerte celular esta relacionada positivamente con el gen Bax y dependía de caspasas
(Ubol, Sukwattanapan, & Utaisincharoen, 1998).

 Interacción del virus con el organismo infectado


La inducción de apoptosis y el agotamiento de las reservas metabólicas pueden conducir
a una baja expresión génica para la respuesta tardía del huésped y a la muerte celular; la
patogénesis de la rabia es inversamente proporcional a su capacidad de inducir apoptosis,
el nivel de apoptosis esta correlacionado con la expresión de glucoproteína, la regulación
negativa de la expresión de la proteína G en las células neuronales contribuye
evidentemente a la patogénesis de la rabia al prevenir la apoptosis, ayudando al virus a
propagarse, puesto que la apoptosis ayuda en la despolarización de los filamentos de
actina evitando el transporte de la proteína N, también se ha determinado que después del
inicio de los primeros síntomas, existe un bajo nivel de la respuesta inmune a pesar de
que la proteína G y el complejo RNP son potentes antígenos de células B y T, esto puede
deberse a que las células apoptóticas pueden mantener su membrana integra y no
estimular la respuesta inmune innata. (Dietzschold, et al., 2008; Dietzschold, et al., 2001).

 Respuesta del organismo a la infección viral, síntomas, Cómo se defiende


la célula y el organismo hospedero de la infección del virus
El virus de la rabia se transmite a través de contacto directo con saliva o tejidos del sistema
nervioso, o a través de la inhalación del virus en aerosol. Después de la exposición al
virus de la rabia, este viaja a través del cuerpo hacia el cerebro antes de que pueda causar
síntomas, este tiempo entre la exposición y la aparición de los síntomas se llama período
de incubación que puede durar semanas o meses, los primeros síntomas que se denotan
en el periodo prodrómico son similares a los de la gripe, se presenta malestar general,
fiebre, dolor de cabeza y debilidad, estos síntomas pueden durar de 2-10 días, también
pueden existir molestias como picazón en la zona en la cual se produjo la mordedura, o
picadura, a medida que la enfermedad progresa, se da el período neurológico en el cual
la persona puede experimentar delirio, comportamiento anormal, alucio naciones,
hidrofobia e insomnio, o parálisis(CDC, 2019), en esta etapa se puede clasificar la
enfermedad como rabia furiosa si predomina la hiperactividad o como rabia tonta si la
parálisis domina el cuadro clínico, al final de la fase neurológica aguda, pueden comenzar
períodos de respiración rápida e irregular, parálisis y el coma, posterior a esto puede
ocurrir un paro respiratorio y la muerte, cabe señalar que ningún agente antirrábico
específico es útil una vez que se desarrollan los signos clínicos (Ruppercht, 1996).
La respuesta adaptativa puede ser desencadenada por la fuerte activación de los genes
relacionados con la vía NF-kB que pueden limitar la replicación y eliminar la infección,
se ha determinado además que la inducción del interferón tipo I controla las infecciones
virales en ausencia de inmunidad adaptativa, sin embargo el virus ha desarrollado
estrategias para inhibir la producción de IFN-a/B al contrarrestar la inducción del gen IFN
por acción de la proteína P, esto se debe a que la proteína puede desfosforilar el factor
regulador de interferón IRF-3, alterar la dimerización de IRF-3, la importación nuclear y
la actividad transcripcional de IRF-3, provocando que no se active el complejo de
histocompatibilidad, las células NK, la maduración de células dendríticas y la respuesta
de las células T hacia Th1 (Brzózka, Finke, & Conzelmann, 2005).

PREVENCIÓN Y/O TERAPIA DE LA INFECCION VIRAL

 Vacunas
La vacuna contra la rabia se administra a las personas que tienen alto riesgo de contagiarse
de rabia para protegerlos si están expuestos. También puede prevenir la enfermedad si se
le administra a una persona después de que ha sido expuesta. La vacuna contra la rabia
está hecha del virus inactivo de la rabia. Este no puede causar rabia.

¿Quién debe recibir la vacuna contra la rabia y cuándo?

 Se les debe ofrecer la vacuna contra la rabia a las personas que están en alto riesgo de
exposición a la rabia, como los veterinarios, personas que trabajan con animales,
trabajadores de laboratorios de rabia, exploradores de cuevas y trabajadores de
producción de productos biológicos para la rabia.

 La vacuna también se debe considerar para: (1) las personas cuyas actividades los
ponen en contacto frecuente con el virus de la rabia o con animales posiblemente
rabiosos y (2) personas que viajan internacionalmente y que tienen probabilidades de
tener contacto con animales en partes del mundo en donde la rabia es común.
 El programa de pre-exposición para la vacunación contra la rabia es de 3 dosis,
administradas de la siguiente manera: (1) dosis 1: según sea apropiado, (2) dosis 2: 7
días después de la dosis 1 y (3) dosis 3: 21 días o 28 días después de la dosis 1.

 Para los trabajadores del laboratorio y otros que puedan estar expuestos repetidamente
al virus de la rabia, se recomienda realizar pruebas periódicas de inmunidad y las dosis
de refuerzo se administrarán según sea necesario. (Las pruebas o dosis de refuerzo no
se recomiendan para los viajeros). Pregunte los detalles a su médico.

 Cualquier persona que haya sido mordida por un animal o que haya sido expuesta de
otra manera a la rabia, debe consultar a un médico de inmediato. El médico
determinará si deben ser vacunados.

 Una persona que está expuesta y nunca ha sido vacunada contra la rabia debe recibir
4 dosis de la vacuna, una dosis de inmediato y dosis adicionales los días 3, 7 y 14.
Ellos también deben recibir otra vacuna que se conoce como inmunoglobulina
antirrábica al mismo tiempo que la primera dosis.

 Una persona que ha sido vacunada anteriormente debe recibir 2 dosis de la vacuna de
la rabia, una de inmediato y otra el 3er. día. La inmunoglobulina antirrábica no es
necesaria.

¿Cuáles son los riesgos de la vacuna contra la rabia?


Una vacuna, como cualquier medicamento, puede causar problemas graves, como
reacciones alérgicas graves. El riesgo que una vacuna cause daños graves o la muerte es
extremadamente bajo. Los problemas graves de la rabia son muy raros, dolor,
enrojecimiento, inflamación o picazón en el lugar donde se administró la inyección (30%
a 74%), dolor de cabeza, náuseas, dolor abdominal, dolores musculares, mareos (5% a
40%) urticaria, dolor de las articulaciones, fiebre (aproximadamente 6% de las dosis de
refuerzo)
Se han reportado otros trastornos del sistema nervioso, como el síndrome de Guillain-
Barré (GBS) después de la vacuna contra la rabia, pero esto sucede tan poco que no se
sabe si está relacionado con la vacuna o no.
Marcas comerciales
 Imovax®
 RabAvert®
Fármacos
Aunque las vacunas son los principales métodos usados para el tratamiento y prevención
de la rabia. Existe un tratamiento sintomático que se utiliza cuando ha habido un fracaso
en la vacunación; este va dirigido a reducir la hiperactividad y el miedo al agua o al aire,
síntomas característicos de la rabia. Para ello se utilizan tranquilizantes y sedativos
(Vijande, 2019).
Bibliografía
Brzózka, K., Finke, S., & Conzelmann, K. (2005). Identificación del antagonista de
interferón alfa / beta del virus de la rabia: la fosfoproteína P interfiere con la
fosforilación del factor regulador de interferón 3. . J Virol ., 79(12), 7673–7681.
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Galveston.
Ubol, S., Sukwattanapan, C., & Utaisincharoen, P. (1998). Rabies virus replication
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Montano, J., & Mata, A. (1996). Estructura antigenica y mecanismos de infección del
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Tordo, N., & Kouknetzoff, A. (1993). The rabies virus genome: an overview. Journal of
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