precedente, Un
poco de desgano, acaso, perv
también la creencia de que entre
nosotros ha habido una cierta
filosofia, sin ningin filésofo a
quién historiar. Y ello es debido,
a que nuestra cultura es
jalmente latina y espaiio
la del siglo XVI. Pero cuando di-
go latina, me refiero al lacio, a
la Roma’ republicana e imperial
que, aunque en cierto aspecto da
un paso decisivo en Ia filosofia,
es una cultura, que “no regala al
mundo un soio.fildsofo", segin
observa: Dilthey.
Por ello, el aporte de Roma en-
tre nosotros se ha limitado a las
letras val derecho. La Grecia
clésica, en cambio, no la hemos
sentido muy de cerca. Aceptamos
en gracia de discusién que se
pueda hacer filosofia sin conocer
a los griegos. Pero es curioso ob-
servar, como ni Cuervo, ni Ca
ni Suarez, nuestros grandes fild-
Jogos (Ilamémoslos a los tres ast)
En materia de publica-
ciones filos6ficas en el pais,
fo central estuvo en la
“Antologia del Pensamien-
to Filosofico det Tiempo en
la Colonia”, llevada a cabo
por el gran’ filosofo espanol
Juan David Garcia Bacca.
Nuestra bibliografia se vio,
asi, enriquecida por un ma-
terial de alto valor por su
técnica y profundidad. Gra-
cias a la generosidad ex-
quisita del pensador hispa-
no, pudimos desentrafiar la
clave de nuestro pasado
filos6fico.
El doctor Cayetuno Be-
tancur dio al ptiblico su
obra —ganadora del pre-
mio de Ia Asociacién de
special, el exagera-
tico, como lo -de-
EINSTEIN
rrasquilla. De haber insistido en
ellas. forzosamente nos habia da-
do un parménides o un Platén,
traducidos_y meditados ‘en Co-
Jombia quizis a cambio de su ex-
celente version de lz Eneida. Y
en cuanto a nuestros buenos he-
Ienistas de hoy, como el insigne
Padre Félix Restrepo, no ha sido
labor suya la de conocer filolé-
Escritores—, “Sociolo;
Autenticidad y la Simula-
cién, y otros ensayos”. En
medio de un clima caldea-
do por novelones de vio-
lencia politica y de poesfas
faltas de sensibilidad ge-
nuina, este tomo volvié por
la responsabilidad y la
orientacion de la intelec-
tualidad colombiana. Por
diltimo, a raiz de la muerte
de Ortega, el Instituto de
Cultura Hispanica organi-
26 un homenaje en el cual
Participaron Abel Naranjo
Villegas, Luis Eduardo Nie-
to Arteta, y quien escribe
esta reseiia, Alfredo Tren-
dill.
Fejardo,
Y esq i
biano Te han inguietado” siempre
‘temas principalmente filos6ficos
politicos, tales como los de Ia li-
bertad civil, el origen del poder,
los fines del Estado, etc. Para la
temdtica puramente filos6fica, de
tipo cientifico, da. Ia_impresion de
fatigarle hasta el bostezo. Resul-
ta asi que toma la filosofia como
“concepcion” del mundo”, que
como esfera rigurosa del’ saber.
ORTEGA Y GASSET