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Dark Legacy

Legado Oscuro

Christine Feehan
Carpatos 31

Bookeater
Dark Legacy

Bookeater
Dark Legacy

A MIS LECTORES

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ti.

Bookeater
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AGRADECIMIENTOS

Siempre hay tantas personas a las que agradecer, y en este


caso, más de lo habitual. Chris Tong por su ayuda en mi mini
emergencia. Gracias por venir. Ruth Powell por su canción de
cuna; ¡la amo tanto! Brian Feehan y Sheila English por las
horas de energía sin fin. Sé que los recargué a los dos. A
Cheryl Wilson por sus ediciones maravillosas. Estaba bajo
mucho estrés y tú viniste por mí. Te agradezco mucho.
Domini Walker, conmigo cada paso del camino como de
costumbre. ¡No tuvimos mucho tiempo de dormir en este
hotel!

Bookeater
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Esta es una traducción sin ánimo de lucro, hecha


únicamente con el objetivo de poder tener en
nuestro idioma las historias que amamos….

Si tienes la oportunidad de adquirir uno de los


libros de esta autora te animamos a hacerlo...

Bookeater
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Gracias a:

Nuestras seguidoras por su cariño y su fidelidad al seguirnos,


respondiendo con entusiasmo a cada trabajo que realizamos.

Gracias por cada comentario, cada mensaje, cada like, esto nos anima a
continuar a pesar del esfuerzo y el arduo trabajo.

A los blogs amigos que generosamente comparten estas historias para


que otros lectores puedan conocerlas.

Y a nuestras traductoras Juanita Jaramillo, Marite Pettsesky y como


siempre a mi tocaya Julieta, gracias a todas por su tiempo y disposición
para sacar este proyecto adelante para disfrute de todos nosotros.

xoxoxox

Bookeater

Bookeater
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Emeline Sánchez observó a los niños jugando en el gran patio de


juego directamente enfrente de su pequeña casa victoriana. Le gustaba
sentarse afuera en el amplio porche donde el viento podía tocar su
rostro. A veces, ese pequeño toque era el único alivio que recibía del
dolor implacable que serpenteaba por su cuerpo cada minuto de la
noche y del día.

La lluvia le había dado al aire un olor limpio y fresco. El mundo


parecía brillante y nuevo, cada hoja en los árboles era de un verde vivo
o de plata. Pequeños pájaros cantaban entre sí, saltando de las ramas
de los árboles a troncos nudosos. Eran manchas de color rojo brillante,
añadiendo a la belleza del complejo. La propiedad pertenecia a Tariq
Asenguard, co-propietario de una cadena de discotecas de gama alta.
Él tenía un pedazo de tierra de características unicas y ella habría
amado vivir allí si las cosas hubiesen sido diferentes.

̶ Emeline. ̶ Una mujer alta con el pelo oscuro largo y los ojos verdes del
bosque la saludó desde el patio de juegos. ̶ Es un hermoso día.

Genevieve Marten era preciosa. Una modelo delgada. Alta con largas
piernas que duraban para siempre. Vestida con pantalones vaqueros y
botas de cuero, parecía demasiado elegante incluso en ese traje, para
ser niñera de cinco niños.

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Emeline sabía que Genevieve era independientemente rica y había
viajado por el mundo, pero era tan dulce como cualquiera podía serlo,
y se había encargado de cuidar a los niños cuando Tariq y Charlotte no
podían. Emeline estaba segura de que Genevieve no tenía un hueso
malo en todo su cuerpo.

̶ Lo es, ¿no? ̶ Ella la saludó. Por ese momento, se sintió normal, como si
tuviera un amigo y compartieran un momento de alegría sólo porque
era un día muy hermoso.

Mientras agitaba la mano, una larga maraña de cabello azul y negro


cayó alrededor de su rostro y la empujó hacia atrás, pensando
vagamente que tendría que cortarla pronto. Siempre le había
encantado su cabello, lo único que pensaba que era atractivo en ella.
Pero caía por debajo de su cintura, y estaba demasiado agotada para
cuidarlo. Levantar los brazos sobre la cabeza para cepillarlo o lavarlo,
se estaba convirtiendo en una tarea terrible. Suspiró y apoyó su
barbilla en el talón de su mano, sus ojos en los cinco niños corriendo
alrededor del patio de juego.

Le encantaba ver a los niños. Ella no sabría realmente de la verdadera


felicidad más, pero lo más cerca que llegaba era en momentos como
este, observándolos jugar y riendo, aparentemente despreocupados y
felices. Estaban vivos por su deliberado sacrificio. El sonido de su risa,
verlos en columpios y toboganes, haciendo cosas normales, valía cada
momento horrible que había sufrido. Estaban vivos. Traumatizados, sí,
pero todavía vivos y esperanzadamente recuperándose muy
rápidamente.

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̶ ¡Ven con nosotros! ̶ gritó Genevieve.

Emeline quería unirse a ellos. Incluso necesitaba hacerlo, pero no podía


arriesgarse. No creía que Genevieve se volcara contra ella, pero había
otros...

̶ Tomaremos té, ̶ dijo. ̶ Debes unirte a mí. Hice galletas.

Los niños se habían dado cuenta de que estaba en el porche, algo que
hacía a menudo durante las horas del día, incluso en medio de una
violenta tormenta, pero nunca por la noche. Por la noche, se quedaba
en la casa, con el corazón latiendo demasiado rápido, aterrorizada de
que viniera por ella. Sabía que vendría, era sólo cuestión de tiempo. Él
le susurraba a veces, cuando no era lo bastante fuerte, en proteger su
cabeza. Y esos tiempos se hacían cada vez más frecuentes.

̶ ¡Emeline! ̶ El coro de voces la llamó. Contento. Cariñoso. Aunque rara


vez dejaba su porche, sabían que le cuidaban la espalda. Ella los salvó
más de una vez a un gran costo para ella. No estaban plenamente
conscientes de ese precio y esperaba que nunca lo fueran. Eran
demasiado jóvenes para soportar más cargas de lo que ya hacían.

̶ Ven con nosotros, Em ̶ dijo Danny. A los quince años, era alto y
desgarbado, su forma apenas comenzaba a mostrar la promesa de en
quién se convertiría. Emeline sabía que tenía gran valor, así como amor
por sus hermanas. Él los había mantenido juntos después de que sus
padres habían muerto y cuando las muchachas fueron llevadas por los
monstruosos hombres abajo en el laberinto debajo de la ciudad, él
había ido tras ellas. No podía dejar de admirar a Danny.

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̶ No en este momento, pero tengo un plato lleno de galletas calientes de
chocolate. Y Genevieve, también tengo biscotti de arándano y pistacho
recién sumergido en chocolate blanco.

Tariq Asenguard se había quedado con los niños, convirtiéndose en un


padre de crianza temporal, hasta que las adopciones se completaran,
protegiéndolos con sus amigos y un sistema de seguridad único, tal
como la protegía a ella. Emeline le estaba agradecida, pero sabía que
no podía quedarse mucho tiempo.

Danny corrió hacia el porche, se inclinó y le rozó la parte superior de la


cabeza con un beso, recogió un puñado de galletas y volvió a los
columpios antes de que Lourdes, de tres años, o Bella, pudieran
protestar. Bella era su hermana menor. Lourdes era la sobrina huérfana
de la esposa de Tariq, Charlotte.

̶ Gracias, Em ̶ gritó Danny, metiendo una en su boca. ̶ Están buenas. ̶


Ambas niñas enseguida tendieron la mano por una y Danny les dio.

A pesar de su juventud, Danny vigilaba a su familia con una feroz


protección. Era igualmente protector de la pequeña Lourdes, Emeline,
y la mejor amiga de Emeline, Blaze. Le habían ayudado cuando
pensaba que todo estaba perdido. Era un muchacho inteligente,
indescriptiblemente valiente, y había comenzado a emular a los
hombres Cárpatos que los habían recogido a todos. Su pelo era un
poco demasiado largo, porque lo estaba dejando crecer para tener en
una larga cola de caballo como los hombres Cárpatos lo usaban a
menudo. Admiraba a Tariq e incluso caminaba como él.

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Habían sido huérfanos viviendo en las calles, tratando de permanecer
juntos cuando las niñas habían sido tomadas. Danny se negó a
renunciar a sus hermanas y los había perseguido hasta el bajo vientre
de la ciudad, un enorme laberinto de túneles y habitaciones, una
ciudad debajo de la ciudad. Emeline se estremeció ante el recuerdo.
Trató de no pensar en ello, de cerrar la puerta ante los horrores de lo
que había estado allí. Ella había ido con Danny para ayudar, para
recuperar a los niños, sabiendo lo que le pasaría. Había visto su suerte
muchas veces en sueños, pero alguien tenía que sacar a los niños o
habrían muerto en ese lugar turbio y lleno de pesadillas.

Comprendía a los niños de la calle, había sido uno y sabía cuánto


anhelaban la estabilidad de una familia cercana. Miró alrededor del
inmenso complejo de edificios, los jardines y el lago que bordeaba un
lado, la alta valla que rodeaba la propiedad en tres lados y todas las
comodidades que la superficie ofrecía. Todavía era una prisión. No
importaba cuán hermoso fuera, ninguno de ellos podía salir con
seguridad. Ni siquiera los niños. Tal vez, especialmente los niños.

̶ ¿Biscotti de arándano y pistacho? ̶ Genevieve dejó su libro. Había ido


al banco bajo el alto roble donde podía vigilar a los niños. ̶ ¿Lo hiciste?

̶ Esta mañana ̶ contestó Emeline. Quería la compañía de Genevieve.


Necesitaba sentirse normal, aunque sólo fuera por unos minutos. A
veces, si su enfoque cambiaba, podía resistir el dolor más tiempo, no
tener miedo por sólo unos minutos y fingir que tendría una vida como
todos los demás. Necesitaba eso hoy, una de las razones por las que
había pasado toda la mañana cocinando.

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̶ Puedes montar a mi dragón, ̶ ofreció Amelia. Tenía catorce años, su
cuerpo ya se convertía en el de una mujer. Su cabello era grueso y a
menudo despeinado del continuo y áspero juego con su hermano.
Tenía hermosos ojos y una sonrisa asesina. Emeline la adoraba y la
forma en que amaba a sus hermanas y hermanos.

Emeline sabía que era enorme recibir una oferta de montar uno de los
dragones. Hechos de piedra, los cinco dragones, cada uno con un color
único, se sentaban a un lado del patio de juegos. Parecían estatuas, sólo
eso. Nada más. Emeline sabía que cada dragón había sido hecho
específicamente para cada uno de los niños. Para su diversión, sí, pero
sobre todo para la protección. Los dragones, agazapados tan realistas
en el enorme patio, de repente podrían cobrar vida, extender las alas y
volar, así como expulsar fuego por el aliento. El dragón de Amelia era
de un naranja llamativo y le encantaba mucho. Emeline la veía a
menudo susurrarle, o rodear el cuello largo con su brazo y acariciarlo
con afecto.

Emeline suspiró. Detestaba decepcionar a los niños, especialmente a


Amelia o a Liv, la niña de diez años, pero no se atrevió a salir del
porche.

̶ Me encantaría montar tu dragón, Amelia, es hermoso, pero disfruto


sentada aquí, tomando té y viéndolos a todos. ̶ Eso era estrictamente la
verdad. ̶ Ven a buscar unas galletas, no sé si a los dragones les gustan,
pero puedes darle de comer y decirle que es de mí parte.

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Amelia soltó una risita y cruzó el patio hasta su casa a un ritmo mucho
más lento que su hermano. El Victorian era una réplica más pequeña
del Victorian mucho más grande que era la casa principal de Tariq y de
Charlotte. Aquella casa se alzaba en el fondo, justo más allá del patio
de juego. A Emeline siempre le gustaba mirarla también. La casa
principal de Tariq era una mansión extensa con arcos semi-circulares
clásicos, las tablas del corbel, las torres cuadradas, las ventanas de la
archivolta y del travesaño en un modelo de cinta, todo romanesco
clásico de Richardsonian.

El agua del lago se deslizaba perezosamente en la orilla. El sol se


derramaba en ella, de modo que las gotitas perturbadas por peces y
pájaros parecian como diamantes deslumbrantes goteando en el agua,
causando bellos anillos que se extendían por la superficie. Emeline
siempre encontraba paz en el sonido del agua moviéndose. A veces
deseaba ser como Blaze o Charlotte, ya no humana, sino Cárpatos, una
raza antigua de gente capaz de cosas asombrosas. Con una ola de sus
manos podían mover el agua, hacerla bailar, mantener ese sonido
calmante para que pudiera concentrarse en él, en lugar del dolor que le
destrozaba el cuerpo.

Amelia se arrojó en la silla frente a la de Emeline. Cogió una galleta y


se inclinó hacia adelante. ̶ Em, tu sabes que si hay algo que necesitaras
y que pudiera hacer por ti, yo lo haría.

Dios. Amaba esos niños. Todos eran increíbles. Hasta el último de


ellos. Ella estaba agradecida de haber tomado la decisión de entrar en
ese laberinto, en esas cámaras de horror, para sacarlos.

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Se negaba a lamentar esa decisión, sin importar el precio que tuviera
que pagar, y lo estaba pagando cada minuto del día.

Forzó una sonrisa tranquilizadora. ̶ Sé que me veo horrible, Amelia,


pero estoy mejorando. ̶ Eso era una mentira. El dolor empeoraba. El
dolor y el miedo. Ella vigilaba de cerca el cielo. El atardecer se acercaba
rápidamente e iría inmediatamente a la casa una vez que el sol saliera
del cielo.

̶ No, no lo estas. ̶ susurró Amelia. ̶ No lo estas, Emeline, por favor,


permite que Tariq o uno de los otros te ayuden ... Un par de los más
espantosos son buenos curadores.

Emeline no pudo evitar el retiro automático, la forma en que su cuerpo


se hizo más pequeño. Se abrazó, como si pudiera cubrir su cuerpo,
hacerse invisible. La raza antigua podría sanar. Lo había visto. Ella
quería poder ir a ellos y pedir ayuda. Cualquier cosa para detener el
dolor. Sacudió su cabeza. ̶ Estoy bien, no los necesito.

̶ ¿Tienes miedo de ellos? Yo iría contigo.

Amelia extendió la mano y tocó la muñeca de Emeline y siguió la línea


de moretones hasta su codo. Su toque era ligero, pero todavía dolía.
Emeline se obligó a permanecer quieta. Amelia había sido
traumatizada por los acontecimientos en la ciudad subterránea. No
necesitaba preocuparse por Emeline cuando no había nada que
pudiera hacer. Emeline quería que fuera una niña, aunque era realista,
y sabía que no había vuelta atrás para Amelia.

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̶ Es un día tan hermoso, ¿no?, me encanta la lluvia, pero esto es
magnífico, todo nuevo y brillante. ̶ Mantuvo su voz ligera mientras
buscaba casualmente su taza de té, la acción dándole una razón
legítima para mover su brazo fuera de su alcance. Cuando volvió a
colocar la taza de té en su platillo, puso su mano en su regazo, tirando
subrepticiamente de la manga.

Amelia abrió la boca como si fuera a decir algo, pero al final, sólo tomó
un bocado de la galleta. ̶ Todavía están calientes.

̶ Son buenas, los amo con helado.

Amelia recogió tres más. ̶ Mi dragón va a amar estos como son, gracias,
siempre que quieras un paseo, avísame y también si me necesitas, Em,
vendré a quedarte contigo. ̶ Su mirada se posó en el brazo roto de
Emeline, no porque pudiera ver la decoloración, pero sabía que estaba
allí.

̶ Gracias, cariño, ̶ dijo Emeline, luchando contra la quemadura de las


lágrimas. ̶ Ve y diviértete con tu dragón.

Amelia vaciló, parándose torpemente delante de Emeline, luego se


inclinó y le posó un beso en la frente. ̶ Tú también eres importante, Em.
Para todos nosotros, ¿lo sabes?

Emeline apretó sus brazos alrededor de su centro, sujetándolo por un


hilo. Tendría que arriesgarse a abandonar el recinto para asegurar la
seguridad de Amelia y de los otros niños. Ella sabía, cuando tomó la
decisión de irse, que probablemente no sobreviviría. ̶ Gracias, Amelia,
a veces, supongo, que todos necesitamos un recordatorio.

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No era tan importante como los niños. Se merecían una vida y nunca la
habían tenido. Eran niños de la calle, viviendo de una basura a otra, los
más viejos robando para proveer a los más jóvenes. Amontonándose
para mantener el calor en el peor invierno. Aquí, en el complejo de
Tariaq Asenguard con los ricos Cárpatos como sus guardianes, sabía
que finalmente tenían un hogar. Ella no podía ponerlos en peligro al
atraer el peor mal que se podían imaginar.

Amelia saltó de su porche y caminó indiferente hacia su dragón.


Emeline captó la impresión de que quería correr hacia la criatura, pero
trataba de actuar con dignidad. Eso hizo que Emeline quisiera sonreír
cuando pocas cosas podrían causarlo. Amelia iba y venía entre ser una
joven adolescente y un alma muy vieja.

̶ Emeline. ̶ La voz de Genevieve flotó hacia ella y se dio cuenta de que


estaba a la deriva. Ella lo hacía a veces, tratando de encontrar un lugar
en su cabeza para ir donde no hubiera nada, donde ni siquiera el
terrible dolor que comía sus entrañas pudiera llegar a ella. ̶ ¿Estás
segura de que no te importa que me una a ti?

Emeline alzó la cabeza y fue un esfuerzo. Ella había pensado que


estaba sosteniéndose afuera, pero de repente estaba desesperadamente
cansada. Todo parecía ser un esfuerzo en estos días, pero ver a los
niños jugar, mirar a la pequeña niña de tres años de edad, riendo
mientras su hermano la empujaba sobre el columpio era un bálsamo
para ella. ̶ Por supuesto que quiero tu compañía, Genevieve. ̶ Sonrió a
la otra mujer.

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̶ Es agradable hablar con un adulto, Charlotte y Blaze duermen todo el
día y, aunque amo a los niños, a veces pienso que podría quitarme
todo el pelo si no escucho la voz de un adulto. ̶ Genevieve se hundió
con gracia en la silla que Amelia acababa de desocupar. ̶ Para cuando
se levantan, estoy lista para pasar la noche.

Bostezó y se sirvió una taza de té. ̶ Parece que me estoy convirtiendo en


una vieja, quiero irme a la cama más temprano. Su risa era suave,
invitando a Emeline a unirse al absurdo de una mujer de su edad que
iba a la cama justo después de la puesta del sol. Emeline retrocedió en
su silla para que las sombras pudieran suavizar su apariencia. Una
persona observadora notaría que ella continuaba bajando de peso y
Genevieve era muy observadora.

̶ No duermo muy bien. ̶ admitió Emeline. ̶ Yo toco música, pero eso no


siempre ayuda.

̶ Tienes que hablar con alguien ̶ le sugirió Genevieve suavemente.

Emeline asintió, aceptando porque era la verdad. Ella no lo haría. No


podría. Pero estuvo de acuerdo porque sabía que Genevieve tenía
razón. ̶ Blaze y Charlotte también me lo dicen, no quiero revivir ni un
momento, ni una sola vez, ni siquiera hablar de ello.

El incidente. Así pensaba, tratando de minimizar esas horas en su


mente. Hacer toda la cosa un momento más en su historia. Ella empujó
su pelo enmarañado con los dedos temblorosos. Por un momento, no
pudo respirar. El dolor en su cuerpo aumentó hasta que ella se retorció
en la silla, un gemido bajo escapando.

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Inmediatamente, Genevieve se levantó de un salto y se acercó a la
mesa.

Emeline levantó la mano, la palma de la mano, desesperada por


detener a la otra mujer. ̶ Por favor, puedo hacerlo, tengo que hacerlo a
mi manera.

̶ Charlotte me dijo que vendría un curandero, que estaría aquí


cualquier día, que es poderoso, además Dragomir Kozel tiene fama de
ser un tremendo sanador...

Genevieve se interrumpió. ̶ Ok, no puedo recomendarlo, todo el


mundo parece nervioso a su alrededor, incluyendo a Tariq y él es el
hombre más confiado que he conocido. ̶ Ella se calmó, con cierta
renuencia, en su silla.

Al escuchar el nombre del antiguo Cárpato, Emeline apretó los labios


con fuerza, con el corazón palpitante. Había visto al hombre atravesar
la propiedad, su pelo de sal y pimienta hasta la cintura, parecía un
guerrero de una película. Su cuerpo estaba atado con músculos obvios,
muy diferentes a la apariencia elegante de Tariq en su traje. No podía
imaginar a Dragomir con un traje. Por supuesto, ella lo había
observado en secreto, ¿qué mujer no? Era robusto, todo macho, sus
facciones sombrías y marcadas, duras, muy intrigantes.

Realmente había soñado con él y eso la asustaba. No se atrevía a soñar


con nadie. Ella tenía un enemigo que podía mirar dentro de su mente
cuando no estaba siendo vigilante.

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Sólo la idea de eso la hacía querer reír histéricamente. Si acudía a un
consejero y trataba de decirles que podía leer sus pensamientos, estaría
encerrada en una celda acolchada. Nadie la creería. Ni siquiera tenía el
lujo básico de fantasear con un hombre como Dragomir que la barría
de sus pies. Ella sabía que nunca sería capaz de vivir con la realidad de
él, pero quería tener la fantasía.

Peor aún, sus sueños a veces se hacían realidad, los que se repetían
noche tras noche, añadiendo nuevos detalles con cada nuevo sueño.
Ella seguía teniendo esos, incluso antes de que pusiera los ojos en
Dragomir. Siempre, moría al final. Él la salvaba, salvaba a los niños y
moría. Por ella. Se escondía en su casa cuando él estaba en los terrenos,
porque ella no iba a conocerlo.

Nunca. Si podía evitar esa introducción, tal vez sus pesadillas no se


convertirían en realidad.

̶ Te estas sonrojando.

̶ ¿Sí? ̶ tocó su garganta y pasó los dedos por su pecho, sorprendida de


que pudiera sentir el calor arrastrándose bajo su piel. Junto con las
pesadillas, ella tenía fantasías, fantasías sobre hombre que trataba de
rechazar, pero se metían en su mente de todos modos.

̶ Todo el mundo se sale de su camino, ̶ reiteró Genevieve. ̶ Dragomir es


peligroso.

̶ Puedo ver eso, ̶ admitió Emeline. ̶ Todos pueden verlo, créeme,


cuando esté afuera, entraré en la casa, ̶ Eso era cierto. No se arriesgaría
con su vida. Y ahora... No se arriesgaria con ninguno de los hombres
Cárpatos que la rodeaban. Charlotte y Blaze eran ambas Cárpatos.

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Ella tampoco podría estar cerca de ellas. Pero Dragomir...Cualquiera
de los antiguos en realidad, pero Dragomir le llamaba la atención. No
podía acercarse a él, no sin ponerlo en peligro, a ella y a todo el
mundo.

El viento se movió un poco, levantando hojas y girándolas en


pequeños remolinos por el terreno. Las sombras se alargaron, lanzando
réplicas de la extensa mansión a través del suelo. En su imaginación,
aquellas torrecillas en el suelo crecían en la oscuridad, extendiéndose
hacia su Victorian mucho más pequeño.

Ella s estremeció y se encogió de nuevo en las sombras, escondiéndose


de aquellas manos que trataban de alcanzarla.

̶ ¡Em! ¡Em! ̶ La voz de Bella llamó su atención. Danny la había


empujado hacia arriba en el columpio y ella agitaba una mano
mientras agarraba la cadena con la otra.

Emeline saludó con la mano al niño, con el corazón en la garganta. ̶


Cógete con ambas manos, Bella, ̶ ella dijó.

̶ Realmente responden a ti y a los demás, ̶ observó Genevieve. ̶ Estoy


empezando a entrar en su círculo.

̶ Yo también estaba desamparada. ̶ admitió Emeline. Rara vez hablaba


de su infancia, pero Genevieve se estaba convirtiendo en amiga. Ella
tenía muy pocos de ellos. No le dolía explicar, sobre todo porque
Genevieve era tan buena con los niños y sonaba un poco herida. ̶
Cuando el tiempo era malo, subía al tejado del edificio donde Blaze y
su padre poseían un bar y su apartamento estaba sobre él.

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Blaze dejaba su ventana desbloqueada y yo subía y dormía allí. Lo hice
durante mucho tiempo, su padre fingió no saberlo. ̶ Ella sonrió ante el
recuerdo. ̶ Él fue un buen hombre.

̶ Ni un céntimo ̶ dijo Emeline.

Genevieve se rio suavemente y luego se puso seria. ̶ Crecí en una


familia muy rica, que venía con su propio conjunto de prejuicios.

Emeline estudió su rostro. Genevieve era verdaderamente una mujer


hermosa. Siempre era dulce y cariñosa, pero en ese momento, era fácil
leer la tristeza en ella. Parpadeó y Genevieve sonreía de nuevo.
Disimulando. Tal vez todo el mundo se escondía. Emeline ya no lo
sabía. El pensamiento la puso triste.

̶ Lourdes es una preciosa niña. ̶ dijo. Lourdes también tenía tres años y
era la sobrina de Charlotte.

̶ Es muy dulce ̶ dijo Genevieve. ̶ Supongo que debería regresar allí,


Danny parece que ha tenido suficiente de empujar a las chicas en el
columpio y pueden seguir pidiéndoselo por horas.

̶ Es un buen chico. ̶ Él lo era. Emeline estaba muy impresionada con


Danny.

̶ Gracias por el té, sólo tengo un poco de tiempo antes de que Charlotte
esté lista y se haga cargo de los niños.

Emeline asintió y la miró volver al patio de juegos. Habló brevemente


con Danny, que miró al sol por un par de segundos y sacudió la
cabeza. Algo en la forma en que miró le llamó la atención a Emeline.
Ella frunció el ceño tratando de pensar lo que la eludía.

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La inclinación de su cabeza le recordó algo que había visto varias
veces. Era importante...

̶ ¡Em! ̶ Liv se materializó justo delante de ella, una sonrisa maliciosa en


su rostro. Ella abrazó a Emeline. ̶ Te extrañe.

La respiración de Emeline explotó de sus pulmones ante la repentina


visión de la niña. Liv había soportado cosas terribles en la ciudad
subterránea y eso las había unido a las dos. A los diez años, era años
mayor de lo que debería haber sido, su infancia arrancada de ella.
Emeline cerró los ojos por un momento, saboreando el sentimiento de
amor que sentía por la niña. Para salvar su vida, los Cárpatos la habían
convertido, llevándola a su mundo, así que técnicamente, Emeline no
debía pasar tiempo con Liv, era demasiado peligroso.

̶ También yo te extrañaba ̶ murmuró. Eso era cierto. La niña había


estado sanando, puesta en el suelo para permitir que el suelo rico
hiciera su trabajo. Liv se veía bien, su piel ya no estaba pálida, sus ojos
ya no estaban obsesionados. ̶ Creí que debías quedarte en el suelo unas
semanas más, y todavía no es el atardecer.
Liv se encogió de hombros y se apartó. ̶ Me siento bien, eché de menos
a mi hermano, a mis hermanas, y a ti. ̶ Miró al otro lado del jardín hacia
donde Geneviève volvía a instalarse en el banco, con el libro en la
mano. ̶ Ellos necesitan verme tanto como yo necesito estar con ellos.

Emeline asintió. ̶ Ellos estaban muy molestos, así que sí, creo que
necesitan verte, Liv, pero no a un costo para ti. Si Charlotte o Tariq
dicen que necesitas más curación, haces lo que te dicen.

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̶ ¿Cómo tú lo haces? ̶ Liv dijo astutamente.

Emeline suspiró. ̶ Me olvidé de lo terca que eres.

Liv la miró con ojos demasiado viejos. Emeline parpadeó las lágrimas.
Liv nunca tendría una infancia normal. Ella nunca sería esa niña
jugando sin cuidado otra vez.

̶ Lamento no haber podido llegar más rápido, ̶ susurró.

Liv le cogió la mano y la apretó. ̶ Pensé que esos horribles títeres me


iban a comer viva, pero tú viniste, tú y Blaze me salvaron.

Emeline no estaba segura de que fueran sólo las dos. Había sido un
esfuerzo concentrado. Habían tenido ayuda. Ella forzó una sonrisa. ̶
¿Puedes decirme si Vadim todavía es capaz de susurrarte?

Liv negó con la cabeza. ̶ Se ha ido completamente. ̶ Ella tiró de la mano


de Emeline como si pudiera levantarla y conducirla por el mismo
camino que ella había tomado. ̶ Haz que te conviertan, Em. No podrá
llegar hasta ti.

Emeline lo sabía mejor. Sacudió la cabeza y miró a su alrededor,


asegurándose de que nadie más estuviera cerca. Genevieve estaba
absorta en su libro, mirando hacia arriba sólo para vigilar a las dos
niñas de tres años. Danny estaba empujando a las chicas tan alto que
estaban chillando y riendo, pidiendo más. Amelia observó a las más
pequeñas con una sonrisa en su rostro mientras acariciaba al dragón de
piedra, y ocasionalmente se inclinaba para susurrarle al oído.

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̶ ¿Qué pasa, Em? ̶ Liv bajó la voz, en sintonía con Emeline, como
siempre lo había estado.

̶ No puedo convertirme en Cárpato.

̶ Por supuesto que puedes, pueden convertirte, lo hicieron para que no


me doliera, ellos pueden hacerlo por ti.

̶ Ojalá fuera tan simple, pero Vadim...

̶ No puede venir aquí, está protegido.

̶ Todavía me susurra, no puedo hacer que se detenga, ̶ admitió


Emeline. ̶ Me está volviendo loca y el dolor... ̶ Ella se interrumpió. Liv
podía ser su única confidente, pero sólo tenía diez años, era demasiado
joven para tener que lidiar con los problemas de Emeline.

̶ Si permites que te conviertan, te quitarán la sangre ̶ insistió Liv. ̶ Sé


que es aterrador, pero lo hice, y tú también.

Emeline sacudió la cabeza y apretó ambas manos contra su estómago


revuelto. ̶ No es lo mismo, no funcionaría para mí.

̶ ¿Por qué?

̶ ¿Te han explicado lo de los compañeros? ¿Por qué Charlotte está con
Tariq y Blaze con Maksim?

Liv asintió con la cabeza. ̶ Un poco.

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Emeline tomó aire y luego dijo lo impensable en una pequeña carrera,
desesperada por decirle a alguien, pero temerosa de decirlo en voz
alta. ̶ Creo que Vadim es mi compañero. ̶ Ella lo sabía. Él se lo había
dicho, rio horriblemente cuando él había tomado su sangre y la había
obligado a tomar la suya. Sólo el pensamiento la hizo querer vomitar.
Su garganta ardía incluso ahora, semanas después y en el interior, la
quemaba continuamente.

Liv se puso pálida y soltó la mano de Emeline, retrocediendo, como


Emeline sabía que lo haría. Todos lo harían. Ella estaba sucia. No había
ningún monstruo en la Tierra peor que Vadim y ella era su otra mitad.
Quizá incluso la destruirían si los Cárpatos sabían la verdad. Sus
amigos se volcarían contra ella y estaría completamente sola e incapaz
de defenderse contra los constantes ataques de Vadim.

̶ Eso no puede ser. ̶ susurró Liv.

̶ Lo es. ̶ respondió Emeline, y presionó los dedos temblorosos contra su


boca, Cubriéndola. Reteniendo un grito de terror absoluto. Compartir
la verdad no lo había hecho más fácil. Lo había admitido en voz alta y
ahora la realidad no podía negarse.

Liv la miró con compasión. ̶ No me importa, no cambia quién eres,


Emeline, no puede tenerte, no lo permitiremos. ̶ Ella habló ferozmente,
haciendo un voto.

̶ Me está comiendo viva, ̶ susurró Emeline, sabiendo que Liv, de todas


las personas lo entenderían. No era por las cicatrices dejadas en su
cuerpo por su ataque, sino por las que en su mente seguían saliendo
con sus susurros.

Bookeater
Dark Legacy
Las amenazas. Las burlas. El conocimiento de que él estaba allí en su
cabeza y ella no podía sacarlo.

̶ Encontraremos una manera de mantenerlo fuera, ̶ dijo Liv. ̶ Oigo


cosas, puedo aprender rápido, hay un curador que viene, se supone
que es muy bueno en lo que hace, y si no llega rápido, puedo ver si
Dragomir puede ayudar.

Emeline sacudió la cabeza. ̶ Ningún Cárpatos, lo sabrían.

̶ Entonces aprenderé. ̶ dijo Liv con firmeza. ̶ Sé que puedo aprender a


sanar.
Emeline se encontró sonriendo. ̶ Puedes aprender cualquier cosa, ̶ ella
estuvo de acuerdo. ̶ Gracias, mi dulce niña, aprecio que me quieras
ayudar.

̶ Yo los veo, siempre lo he hecho, me acuerdo de todo, así que es fácil


seguir los patrones que hacen o decir las palabras que dicen.

Un escalofrío de alarma se deslizó por la columna vertebral de


Emeline. ̶ Cariño, sabes que no puedes simplemente repetir lo que
dicen, algunos de sus mandamientos están en el lenguaje de los
Cárpatos y tú no lo entiendes todavía, no puedes saber lo que dicen.

Liv se encogió de hombros. ̶ Conozco los resultados.

̶ Cariño, en realidad, no puedes decir cosas sin saber lo que significan,


puede ser peligroso.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Todo es peligroso. ̶ dijo Liv. ̶ El conocimiento lo es todo, ¿no es eso lo
que me dijiste? Cuanto más sabemos, más podemos resolver las cosas.
Emeline suspiró. ̶ Ahora estás volviendo mis propias palabras contra
mí. Al menos escuchaste.

̶ Siempre te escucho. ̶ Liv la abrazó de nuevo. ̶ ¿Por qué no te acuestas


un rato, Emeline? Voy a jugar con mi hermano y hermanas antes de
que los adultos se despierten y nos hagan hacer nuestras tareas.

̶ En unos minutos ̶ dijo Emeline. ̶ Me gusta estar en el sol el mayor


tiempo posible. ̶ Una vez que se pusiera el sol, tenía que quedarse en su
casa, cerrar la puerta y rezar para no dormirse. Afuera, en la noche,
estaban sus amigos, los Cárpatos, y se volverían contra ella en el
momento en que supieran la verdad, sobre todo. En su casa, en la
oscuridad, Vadim le susurraba, prometiéndole todo tipo de torturas si
no salía del santuario de la propiedad de Tariq Asenguard y venía a
él. ̶ Sé que extrañas a tu familia.

̶ Eres mi familia también, Emeline. ̶ dijo Liv con solemnidad. ̶ Pero


tienes razón, yo los eché de menos, míralos ̶ señaló con el brazo hacia el
patio. ̶ Son tan geniales.

Se rio y Emeline se alegró de oír que el sonido era genuino. No había


creído volver a escuchar la risa de Liv. Ser totalmente Cárpato la había
ayudado inmensamente.

̶ También extrañé mi dragón ̶ admitió Liv. ̶ Pensé en todas las cosas que
me gustaría aprender a hacer y volar mi dragón esta en la parte
superior de la lista.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline miró hacia el cielo. El sol se estaba desvaneciendo
rápidamente. ̶ Tienes que esperar a Charlotte y a Tariq antes de
intentar algo así... Sabes que las salvaguardias están en su lugar para
mantener a Vadim y a sus monstruosos amigos fuera. ̶ Ella no pudo
evitar el estremecimiento que corría por su cuerpo sólo al decir el
nombre. Vadim Malinov acechaba su día y su noche. La idea de que él
le volviera a poner las manos encima, o a uno de los niños, no podía
afrontarlo. ̶ Espera, Liv.

Liv rio de nuevo, el sonido suave y delicado, como campanas


musicales tintineando en la brisa. ̶ Los adultos siempre quieren
hacernos esperar para hacer algo divertido.

Emeline sacudió la cabeza. ̶ Eso no es cierto, tonta, te queremos y no


deseamos que te suceda nada, sé que es difícil vivir detrás de una valla
alta, no poder ir a lugares y hacer cosas que otros niños pueden hacer,
pero tú tienes otras cosas que no tienen. ̶ Eso era muy cierto y
necesitaba que Liv lo viera para que lo reconociera, así no había
posibilidad de que los niños arriesgaran sus vidas.

̶ Lo sé. ̶ dijo Liv con un pequeño suspiro. ̶ Volaremos bajo, por debajo
de las salvaguardas. Dudo que podamos superarlas de todos modos.

A Emeline no le gustaba la especulación en su voz. ̶ Sé que quieres ser


capaz de usar todos los regalos que vienen con los Cárpatos, Liv, pero
tienes que ser paciente y permitir que los adultos te enseñen. Los
regalos son poderosos y pueden hacer daño a otros si se usan mal.

Bookeater
Dark Legacy
De nuevo, Liv rio suavemente, esa dulce melodía que parecía vibrar en
armonía con las entrañas de Emeline, jugando a lo largo de las
terminaciones nerviosas hasta que se encontró escuchando más.

̶ No puedo abusar de ellos, Em, si no sé lo que son. ̶ dijo Liv.


̶ ¡Livvie! ̶ Bella gritó. ̶ Date prisa.

̶ Toma otra galleta, no olvides una para Lourdes. ̶ dijo Emeline. ̶ Ella
bostezó, el agotamiento estaba poniéndose al día con ella. En realidad,
debía entrar, pero parecía un gran esfuerzo recoger las tazas de té y
ponerlas en la bandeja y llevarla cuando sus brazos se sentían como
plomo.

Liv recogió un par de galletas para las niñas, miró a su hermano y


agregó varias más. ̶ Siempre tiene hambre, ̶ explicó.

Emeline sonrió. ̶ Ciertamente, ̶ ella estuvo de acuerdo y saludó a la


niña. ̶ Ve a divertirte.

Liv saltó del porche y corrió para reunirse con su hermano y sus
hermanas. Ellos se reunieron, Danny tirando de los columpios a una
parada mientras rellenó de galletas su boca. Varias veces levantó la
mirada hacia el cielo nocturno como si juzgara cuánto tiempo tardaría
en ponerse y en que los Cárpatos adultos hicieran su aparición. Una
vez más, ese simple movimiento de su cabeza inclinándose hacia arriba
le recordó a Emeline algo importante que necesitaba recordar, pero su
mente se sentía empañada.

Los niños corrieron hacia los dragones de piedra, todos riendo


suavemente. Era la risa de Liv la que le llamo la atención, en el sonido
hermoso después de todos los horrores que la niña había sufrido.

Bookeater
Dark Legacy
Ella apoyó la barbilla en la mano, el codo en la mesita, consciente de
que su cabeza se sentía demasiado grande, su cerebro difuso. No le
importaba la sensación, al menos era agradable y durante el tiempo
que se quedó obsesionada con los niños, no sintió el dolor arañando su
estómago y los gritos de terror que reverberan a través de su mente.

Danny ayudó a Lourdes en el dragón azul. Era grande y escamoso, su


cola larga y con pinchos. Lourdes se sentó sobre su espalda, con las
rodillas agarrando con fuerza mientras se inclinaba para susurrar en su
oído mientras palmeó el cuello largo.

Danny recogió a Bella y la colocó en el dragón rojo. Al igual que


Lourdes, ella acarició las escalas de piedra y los picos. Danny envolvió
su brazo alrededor de su cintura y le dijo algo al oído. Ella asintió con
la cabeza varias veces.

Emeline frunció el ceño. Algo sobre la postura de Danny, la forma en


que sus vaqueros oscuros parecían apoyados en el rojo carmesí del
dragón se movió lentamente a través de su mente. Algo estaba allí,
fuera de su alcance, algo que tenía que ver, pero su mente se negó a
cooperar. Entre más trataba de captar la memoria, más se le escapaba.

El viento se precipitó a través del complejo agitando las hojas en el


suelo, por lo que una vez que se levantaron giraron alrededor de los
dragones y los niños. Danny saltó en la parte posterior del dragón
marrón y Amelia en el naranja. Montados como si hubieran estado
montando dragones durante cien años. Emeline no podía dejar de
admirar la forma en que se movían con tanta facilidad y sin problemas,
pero ahora que la memoria estaba justo ahí, justo en el periférico
exterior de su mente. Tan cerca. Una pesadilla...

Bookeater
Dark Legacy
Liv se acercó al dragón verde, hablando en voz baja. Emeline no podía
oír lo que decía, pero la cola con púas del dragón verde se contrajo. La
gran criatura bajó su cuello hacia la niña y ella acarició la cabeza
encajada antes de moverse para subir la cola. Una vez sentada volvió el
rostro hacia el cielo. Nubes moviéndose arriba. Eran grises y masivos,
extendiéndose por encima del compuesto como una manta.

Emeline estudió esas nubes con un poco el ceño fruncido. No le


gustaba la forma en que bloqueaban lo que quedaba del sol y ella las
había visto antes. Los niños reían y se llamaban entre si por la emoción,
el sonido de sus voces llegando a ella como si fuera un sueño, muy
lejos, pero estaba tan cansada que no podía despertarse a sí misma,
incluso para ver lo que los niños hacían.

Sus párpados eran tan pesados que no podía levantarlos más allá de
las meras rendijas. El sol no se había puesto, pero sabía que estaba
cerca. Siempre entraba en su casa al atardecer. Si no lo hacía... Bueno,
no lograba pensar. Sin embargo, había algo difícil de alcanzar en su
mente, a la deriva a través como una nota discordante en una sinfonía,
algo que no podía alcanzar, pero sabía que era importante.

Agarrando el dragón verde con las rodillas, Liv levantó las manos en el
aire y comenzó a tejer un patrón complicado en el aire. Soñadora
Emeline observó a los patrones, las manos de Liv se mecían con gracia
en el aire. Sus murmullos eran suaves, pero le llegaban, como si ella
pronunciara comandos. Truenos. Rayos secos y rasgados. Las hojas se
elevaban como géiseres, formando torres altas en el aire alrededor de
los dragones de piedra. Una pesadilla. Su pesadilla.

Bookeater
Dark Legacy
Una alarma sonó como una campana por la mente de Emeline. Duro.
Estridente. Una sombra se movió en su mente. Oscuro. Retorcido.
Jubiloso. Un susurro. Muy dentro de ella, se oyó gritar. Algo duro
inició en su estómago, y pasó en su interior.

–No. ̶ Ella susurró, observando con horror como a través del patio de
juego, el libro de Genevieve caía al suelo mientras se desplomaba sobre
el sueño.

̶ No, ̶ susurró de nuevo, obligando a su mente a trabajar a través del


terror de esa fuerza oscura arrastrándose a través de la rendija que un
rayo había hecho entre dos nubes. La masa del compuesto anterior se
revolvió y se agito, pareciendo un sospechoso brebaje de brujas. El sol
se hundió cuando los dragones extendíeron sus alas y saltaron,
tomando el aire, dando vueltas cada vez más alto hasta que fueron
llegando hacia aquellas oscuras, y feas nubes.

–No, ̶ dijo Emeline de nuevo y se levantó. Con las piernas temblorosas,


salió de su porche. ̶ Liv. Vuelve. No sabes lo que está haciendo. Está
esperando. Está ahí fuera esperando.

Las nubes brillaron naranja y rojo a lo largo de las costuras del negro
rodando. Bolas de fuego entraron en erupción, arrojando granadas,
como si fueran lanzadas contra los dragones en el aire, mientras que
otras cayeron sobre el complejo. Liv había destruido eficazmente las
salvaguardias tan cuidadosamente tejidas cada amanecer por los
Cárpatos. Había visto y recordado el patrón y las había eliminado
permitiendo el acceso de los monstruos a su casa.

Bookeater
Dark Legacy
Los niños gritaban cuando los dragones los llevaron más alto para
escapar del ataque, pero las bolas de fuego los siguieron, disparando
contra ellos, golpeando los cuerpos grandes y golpeando los dragones
naranja y marrón en el cielo. Cayeron, rebanados, gravemente heridos,
Amelia y Danny aferrados al cuello de sus respectivos dragones ya
caían hacia el suelo.

Emeline se precipitó hacia Genevieve. Ella aún estaba fuera, Liv


claramente había lanzado un hechizo de sueño, y ella era totalmente
vulnerable. No había dado más de tres pasos, cuando se abrió la tierra
delante de ella. A ambos lados de ella. Detrás de ella. Se detuvo,
aterrada. Ante ella estaba Vadim Malinov.

Se veía precioso. Hermoso. Joven. Era el epítome de atractivo para los


estándares modernos, un hombre que podría aparecer en la portada de
cualquier revista. Él le sonrió y se inclinó, una cortés inclinación baja.
Cuando sonreía, sus dientes eran perfectos, rectos y blancos, por lo que
probablemente, deslumbrara con sus sonrisas, pero no a ella. Ella lo
sabía mejor. Su corazón latía con fuerza y ella se quedó paralizada,
incapaz de gritar o correr. Incapaz de escapar.

̶ Por fin, mi querida. Deberías haber llegado a mí cuando te llamé.


Ahora no me dejas otra opción que castigarte. ̶ La sonrisa desapareció y
dio un paso y la cogió por el pelo, agrupando las largas marañas en el
puño y sacudiendo la cabeza cerca de él. –Vas a pagar por tu
desobediencia. Cada uno de esos niños va a morir.

Bookeater
Dark Legacy
2

Un susurro de inquietud recorrió el suelo bajo la tierra. Ese pequeño


estremecimiento despertó a Dragomir Kozel mientras yacía en el suelo,
en los ricos minerales que proporcionaban a su cuerpo sanación y paz.
El velo del mal apenas se notaba, un ligero deslizar a través de las
capas de tierra, extendiéndose, propagándose como un virus.

El mal tenía una sensación. A pesar de ser un hilo tan delgado,


Dragomir reconoció ese antiguo hechizo por lo que era. Dudaba que
algún otro Cárpato pudiera sentirlo. Quizás uno o dos, pero como él,
estarían encerrados bajo la tierra hasta que se pusiera el sol. Mientras
tanto, ese insidioso mal trabajó su magia malévola, abriendo caminos
bajo el complejo de Tariq y Charlotte Asenguard.

Las salvaguardias estaban en su lugar, por encima, por debajo y por los
alrededores, por lo que no debería haber habido una forma de entrar,
sin embargo, no se podía negar que el suelo se estremeció y se sacudió
lejos de esa serpiente deslizándose a través de las capas de tierra. Tenía
que haber un traidor dentro del complejo, un hechizo para debilitar las
salvaguardas. Tariq recogía seres humanos, niños y adultos por igual,
abriendo su fortaleza a los necesitados, y eso lo colocaba a él y a todos
los demás en riesgo. Dragomir fue paciente; había poco que pudiera
hacer hasta que el sol se hundiera en el cielo, pero trató de averiguar
cuál de los humanos trabajaba con los vampiros para derribar a los
Cárpatos. Tariq empleó una fuerza de seguridad humana. ¿Tal vez uno
de ellos?

Bookeater
Dark Legacy
Aunque Dragomir nunca se había interesado en los seres humanos,
pero Tariq se rodeaba de muchos, había hecho un esfuerzo para ser
presentado a los miembros de la fuerza de seguridad. En su muy larga
vida, nunca había considerado el concepto de seres humanos que
protegieran a los Cárpatos. Siempre había sido al revés. ¿Qué humanos
podrían enfrentar a un vampiro?

Matt Bennett, jefe de la fuerza de seguridad humana de Tariq,


custodiaba el complejo durante el día. Había servido en el ejército
como SEAL de la Armada. Matt había reunido a un grupo de soldados
élite. Todos los miembros de la fuerza de seguridad habían servido a
su país con distinción. Tariq los había entrenado para combatir a los
vampiros. Sabían cómo matar a los muertos vivientes y eran
conscientes de que la pena por revelar el hecho de que los vampiros y
los Cárpatos incluso existieran era la muerte. Eran hombres
acostumbrados a guardar secretos; casi todas las misiones que habían
dirigido habían sido clasificadas.

Tariq, por supuesto, había tomado su sangre, pero Dragomir lo había


hecho también, sólo para asegurarse de que todo el mundo estaba a
salvo. Se sorprendió de que Bennett estuviera tan imperturbable, ni
que se retractara cuando el anciano tomaba su sangre y examinaba sus
recuerdos. Al igual que Tariq, le dio al hombre una pequeña cantidad
de su sangre con la pretensión de comunicarse con él si era necesario,
pero en realidad, para Dragomir, era otra precaución. Siempre sabría
dónde estaba el hombre y qué estaba haciendo. Tocó la mente del
hombre. Utilizaba binoculares de alta potencia para vigilar a los niños
desde su posición en el extremo más alejado del complejo y no le
gustaba lo que hacían en absoluto.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir los sintió a todos - incluyendo a Matt Bennett - incómodos
por una buena razón. Era peligroso. Él lo sabía. Él miraba a todos como
enemigos o presas. Sin embargo, no había excusa para no haberse
acercado a las mujeres o los niños. Fue un error de su parte ignorarlos.
Debería haberlos examinado cuidadosamente. Alguien había
debilitado las defensas del complejo, y el vampiro maestro, Vadim
Malinov, siempre a la espera de una oportunidad, lo había
aprovechado.

Dragomir estaba seguro de que la tensión de la magia pertenecía a


Vadim. Había encontrado su sendero varias veces a través de los
siglos, y había una sensación particular en cada Cárpato,
distinguiéndolos de los demás. Si un Cárpato optaba por renunciar a
su alma, todavía llevaba consigo su singular composición. No tenía
ninguna duda de que éste era el trabajo de Vadim Malinov.

Él dio la bienvenida a la batalla con el vampiro maestro. Su tiempo


había pasado de largo, y tratar de vivir en un mundo que no entendía
le había llevado a aceptar el hecho de que había tenido la razón de
internarse en el monasterio, en lo alto de los Cárpatos, donde no podía
hacer daño a nadie. El único propósito honorable para él iba a ser
perseguir al vampiro maestro y librar al mundo de tal maldad.
Entonces podía regresar al monasterio y mantener las paredes entre él
y el mundo exterior durante el tiempo que le llevara morir, si era que
podía morir. A él le gustaría la muerte. Vivir una existencia
interminable y gris había cobrado su precio.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir había querido abandonar el complejo de Tariq, para tener
tan poco contacto como pudiera con otros. Cárpatos o seres humanos,
ninguno era parte de su mundo más. No pertenecía a este mundo
moderno. Había dejado el monasterio en los Cárpatos por primera vez
en cientos de años con un pensamiento, la esperanza de poder
encontrar a su compañera. Ahora, él sabía, que incluso si la encontraba,
su tiempo ya había pasado. Nunca podría vivir con una mujer
moderna, y ella nunca podría vivir con él. Había permanecido
demasiado tiempo en un mundo que había cambiado más allá de
cualquier imaginación. Había sobrevivido a innumerables batallas y
con muchas heridas mortales, pero al final no había sido por nada. El
tiempo había sido su mayor enemigo, y lo había derrotado.

Se centró en el suelo y la forma en que los minerales ricos se encogían


lejos de la serpiente ondulándose del mal mientras se abría paso a
través de las capas de tierra para llegar a un destino pre ordenado. En
su mente, trazó el complejo, siguiendo los estremecimientos y
encogiéndose en un esfuerzo por descubrir cuál era el plan de Vadim.
El velo del mal evitó la casa principal donde residían Tariq y Charlotte,
pero se movía bajo el patio donde estaban los niños. El fino zarcillo se
convirtió en una vid serpenteando a través del suelo, ramificándose,
sembrando semillas bajo el patio de juego, así como alrededor de la
casa de la mujer. Emeline. Él sabía su nombre, cuando había evitado
conocer a los otros.

Evaluó cuidadosamente la situación, construyendo su plan de batalla.


Tariq y Charlotte estaban lejos del recinto.

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Dark Legacy
Habían ido a San Francisco a pasar un rato juntos. Dragomir se
encontró muy contento de que se hubieran ido y de que quienquiera
que hubiera debilitado sus defensas, eligiera el momento de su
ausencia para hacer su movimiento. Él era el único, por lo que él sabía,
que había decidido dormir bajo el recinto. Valentín Zhestokly había
desaparecido. Su compañero era demasiado joven para hacer una
reclamación y estaba demasiado cerca del borde para estar a su
alrededor. No habría ido muy lejos, pero lo suficiente como para no
volver a hacerlo hasta que terminara la batalla.

Maksim y Blaze, copropietarios de los clubes nocturnos y dueños de la


propiedad fronteriza, se habían quedado hasta tarde supervisando uno
de los clubes nocturnos y estaban durmiendo debajo, a una buena
distancia. ¿Quién permanecía cerca?

Afanasiv Balan era un Cárpato muy peligroso. Conocido en su mundo


como Siv, era extremadamente peligroso, posiblemente incluso más
que Dragomir. Sería un activo valioso, y él había venido a la llamada
de Tariq para ayudarlo a preparar el recinto. El dueño del club
nocturno y Afanasiv habían sido amigos por siglos. Podría estar cerca.
Nicu Dalca había venido a la llamada de Tariq también. Nicu era un
rayo rápido. Pocos podían igualar su velocidad, y en una batalla él era
pura, poesía brutal. No había manera de saber si todavía estaba en la
zona o si había decidido marcharse después de la última batalla. Los
antiguos cazadores de los Cárpatos tendían a avanzar muy
rápidamente, buscando la próxima pelea.

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Tomas, Lojos y Mataias, los trillizos, siempre viajaban juntos, no
habían sido vistos en las últimas dos semanas. Eso no significaba nada.
Podrían estar cerca también. Él simplemente no podía contar con ellos
para llegar allí de inmediato. Así que tenía que aguantar unos cinco a
siete minutos. En una batalla que sería muy largo. Extremadamente
larga. Vadim arrojaría todo lo que tenía.

Dragomir suspiró. Necesitaría la fuerza de seguridad humana. Ahora,


no podía moverse, paralizado como estaba por la hora del día, pero
podía oír el sonido de los niños riendo y el murmullo bajo de la
conversación, una mujer y un niño. La mujer. Emeline Sánchez. Nunca
la había conocido, pero se dio cuenta de que debía haberlo hecho.
Tampoco había escuchado sus conversaciones, pero de nuevo debería
haberlo hecho. Incluso ahora, por más que pudiera, no podía captar el
sonido de su voz, como si hubiera encontrado una manera de
protegerla. Ella era un gran signo de interrogación porque evitaba a
todo el mundo, incluyendo a su mejor amiga, Blaze, la compañera de
Maksim.

La verdadera razón por la que se había mantenido alejado, sin


embargo, era porque Dragomir estaba un poco obsesionado con ella.
No es que lo hubiera reconocido hasta ese mismo momento. No sentía
emociones, por lo que debería ser imposible ser obsesivo, pero ahora se
daba cuenta de que había estado pensando demasiado en la mujer, y
no pensaba claramente cuando lo hacía. Especialmente considerando
que no era el único obsesionado con la humana. Vadim Malinov
también lo estaba. Y eso significaba que todo este ataque era casi
seguro sobre la necesidad de Vadim de readquirir a Emeline.

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Dark Legacy
Durante todo el día la tormenta había estado construyéndose. No lo
había visto, había estado bajo tierra bajo el sueño de su especie, pero la
había sentido. Cada Cárpatos podía sentir cuando la tierra era
perturbada.

El trueno rodó, un barítono profundo que retumbó por más tiempo de


lo que se esperaba, lo suficientemente fuerte como para que enviara
una vibración a través del suelo. Dragomir sabía que su oportunidad
había pasado. Tal vez querría volver al monasterio, donde sabía que no
iba a hacer daño a un inocente, pero también sabía que era un antiguo
cazador y que nunca se iría cuando una batalla era inminente.

Vadim era un vampiro maestro. Totalmente malo. Eso era parte del
mundo de Dragomir. El entendía el mal. Había pasado varias vidas
luchando contra monstruos sucios. El monasterio le había
proporcionado una especie de paz, si era que un hombre como él podía
estar en paz. ¿Qué quería Vadim con Emeline? ¿Con los niños? Sabía
que Vadim había tomado a la mujer y la había abrazado por un tiempo
antes de que los Cárpatos la hubieran rescatado. Ella permanecía sola
en la casa que había enfrente de la principal, a veces sentada en el
porche, pero la mayor parte del tiempo estaba encerrada detrás de la
puerta.

Había pensado en ella, preguntándose si podría ser la manera de


rastrear a Vadim. De lo que Dragomir había aprendido -y él se había
encargado de estudiar a los no-muertos- era la razón por la que Vadim
había elegido permanecer en una zona llena de cazadores... y no sólo
de cazadores, sino de antiguos. Eran los Cárpatos más hábiles que lo
que las nuevas generaciones eran capaces de hacer, y eso desafiaba la

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descripción. Cualquier otro vampiro - incluyendo cualquier vampiro
maestro - habría huido. Sin embargo, Vadim se quedó.

El mayor Malinov tenía fama de ser muy inteligente. Había adoptado


la tecnología moderna - algo que Dragomir debería haber hecho, pero
no hizo. Vadim había amasado un ejército, usando psíquicos
masculinos humanos, así como vampiros menores. Los Cárpatos
habían dejado de pensar en lo que esos psíquicos masculinos podrían
ser capaces de hacer. Claramente, el vampiro maestro estaba
planeando algo enorme y Emeline figuraba en esos planes.

Una nueva risa se unió a la de los niños, lo que lo distrajo de sus


pensamientos. El sonido era suave. Melodioso. Bordado con una
magia. Era magia simple, infantil en realidad. Tanto así, que en el
momento en que el hechizo derivó en el viento, atrajo la atención de la
propagación de la malevolencia por debajo del suelo. De inmediato la
tierra se estremeció otra vez, el temblor más pequeño de los
terremotos, apenas se sintió, más como una ondulación de júbilo que
corrió hacia la superficie. El antiguo hechizo maligno se vinculaba con
el pequeño, alimentando el poder y el susurro de la oscuridad,
corrompiendo lenta e inevitablemente lo que el niño hacía.

Dragomir apretó los dientes, el primer movimiento que su cuerpo


paralizado logró cuando el sol aún no se había puesto. Luego se
concentró en mover la mano mientras agitaba la tierra sobre él con su
mente. Tenía que ir muy despacio, para no alertar a las vides de
propagación del mal que acechaban bajo el suelo. Se levantó pulgada a
pulgada, hacia la superficie. Era un hombre grande y desplazar ese
suelo sin advertir al espía de Vadim era difícil. Pero había aprendido
muchos trucos en su muy larga vida.

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Moviendo la suciedad por encima de él y reemplazándola por debajo
de él por partes iguales en el mismo momento exacto en que se
desplazaba hasta llenar el espacio vacío que había hecho, era toda una
cuestión de tiempo exquisito y tacto. Él era un guerrero, experto más
allá que la mayoría en cada tipo de arma, mano-a-mano y también en
mente y batallas mágicas, sin embargo, había perfeccionado el toque
más suave. Había aprendido durante siglos que un toque suave podía
ser tan mortal como el más fuerte y más rápido.

Cerca de la superficie, su piel pulso en alarma. Cuanto más viejo había


conseguido ser y más matanzas había hecho, menos podía tolerar la
luz del sol. Rara vez se levantaba justo al ponerse el sol, sabiendo que
sólo ser tocado por los rayos del sol, tan débil como podían estar en ese
momento, era doloroso y acarrearía quemaduras durante varios
levantamientos después. No tenía elección; en el momento que
pudiera, tendría que levantarse para contrarrestar cualquier plan que
Vadim tuviera. Estaba seguro de que el maestro vampiro había estado
planeando por un evento así, trabajando para que esto sucediera, y eso
significaba que Vadim estaba bien preparado.

Esperó a pocos centímetros de la superficie, moviendo los dedos y


luego las muñecas. Moviendo los dedos de los pies y luego sus pies,
todo el tiempo consciente de la lucha contra la actividad para que el
mal que se extendía tan maliciosamente a través de la tierra no
detectara su movimiento. Él era parte de la tierra misma y la tierra
nunca lo traicionaría. Cuando una hebra del mal se acercó demasiado a
él, la tierra le desplazo solo lo suficiente para llevarlo lejos.

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No conocía la impaciencia, sólo la feroz necesidad de entrar en
combate. Comenzó a mapear la superficie en su cabeza, encontrando a
cada persona por encima del suelo, necesitando saber dónde estaban.
Cinco niños. Dos hembras adultas. Todos eran humanos con la
excepción de un niño. Los niños se reían, sin darse cuenta del peligro
para ellos. Una mujer dormía profundamente, sometida a la
corrupción del hechizo de sueño del niño. No sería tan fácil despertarla
ahora. La otra mujer...

Era consciente del peligro y se esforzaba por despertar. Tenía que ser
increíblemente fuerte para luchar contra ese hechizo. Ella era el
objetivo - Emeline. Por supuesto. Cuando Vadim la había llevado
cautiva, había tomado su sangre, y ahora le susurraba día y noche,
tratando de desgastarla y obligarla a ir a él, o al menos eso era lo que le
había dicho a Blaze. ¿Por qué Vadim querría esta mujer psíquica en
particular? ¿Qué la hacía diferente?

Dragomir debería haber desechado su regla de no acercarse a los


humanos en lugar de simplemente hacer una excepción para el equipo
de seguridad. Si lo hubiera hecho, podría haber resuelto el
rompecabezas simplemente tomando la información de su cabeza.
Tariq, Maksim y los demás se habían vuelto demasiado blandos con
los humanos, dando inadvertidamente a los vampiros la ventaja. No en
las decisiones basadas en la seguridad, pero más bien en las que
permitían que los humanos les aceptaran en su nuevo mundo
moderno. Eso no tenía sentido para él, y nunca lo haría. El usaría todos
y cada uno de los medios posibles para derrotar al mal.

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No había preocupación acerca de sensibilidades o redacción de una
solicitud correctamente, así de que saliera o no como una orden. Él
suspiró. No encajaba y nunca lo haría. Derrotaba al mal y al diablo las
nuevas reglas de la etiqueta.

Envió a Emeline un pequeño "empujón" para contrarrestar el hechizo.


Alimentarle con un pequeño impulso de poder tenía que hacerse con
un toque delicado. No podía hacer de él un mandamiento, porque, así
como podía leer la firma de Vadim, Vadim sería capaz de leer el suyo.
No estaba seguro de lo que era importante sobre la mujer, sino
simplemente el hecho de que ella había resistido ese hechizo oscuro lo
suficiente como para tratar de combatirlo, de que ella reconocía la
oscuridad entretejida en el hechizo del niño, lo que significaba que era
increíblemente fuerte psíquicamente. Pocos combatían a Vadim y
ganaban. La batalla de Emeline con él estaba en curso, lo que
significaba que había sido lo suficientemente fuerte como para
resistirse a él durante mucho tiempo. En su opinión, Tariq y los demás
debieron haber tomado los recuerdos de ella, dado su sangre para
reforzar su fuerza y poder. No importaba que hubiera decidido no
permitirles darle ayuda. Deberían haberla sanado. Ella ponía en
peligro a toda la comunidad.

Al final, si Dragomir no lo detenía, el vampiro readquiriría a la mujer y


tal vez destruiría a todos los demás en el recinto. Esperó justo debajo
de la superficie, el rico limo cubriendo su cuerpo, enviándole señales
que le decían que no era el único en movimiento. El mal también
esperaba que el sol se pusiera. Incluso antes de que los últimos rayos se
hubieran apagado, oyó el ataque de apertura.

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Las risas de los niños se convirtieron en gritos. El sonido de las
explosiones era fuertes cuando bolas de fuego golpearon el suelo
alrededor del patio de juego. No podía esperar. Los sonidos de los
niños llorando y gritando en alarma lo expulsaron de la seguridad de
la tierra. No podía dejarlos a su destino.

̶ Matt, no dé su posición, pero consiga colocar a sus hombres en


posición de ayudar a los que están en el patio de juego. Te diré cuando
quiera que te abras.

̶ Entendido. ̶ La voz de Matt estaba desprovista de emoción, pero firme,


indicando a un hombre dispuesto a entrar en batalla.

La piel de Dragomir se ahumaba y ampollaba mientras se precipitaba


hacia el cielo y los dos dragones heridos caían hacia el suelo. Cómo el
muchacho y la muchacha colgaban, él no lo sabía. Los dragones, uno
de color naranja y otro de color marrón, eran grandes y caían de
extremo a extremo, y luego rodaban como toneles, dejando un rastro
de sangre en el cielo. Lo vio todo en un lienzo gris y apagado, de modo
que los diversos colores se identificaron sólo por la forma en que había
marcado la variedad de gris a lo largo de los siglos. En la ruta
telepática de los Cárpatos, envió la llamada de socorro. Levántense. La
batalla está sobre nosotros. Vengan a nosotros ahora.

Las nubes parpadeaban en la oscuridad y luego parpadearon,


iluminando con un amarillo que brillo como un relámpago que los
atravesaba. El resplandor se hizo más brillante, se volvió rojo ardiente,
y una masa de magma caliente giro cayendo a través del cielo,
lloviendo en el patio de juego. Una masa apenas fallo el dragón marrón
cuando Dragomir tiró de la bestia fuera del camino y flotó suavemente

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hacia el suelo. Cogió al dragón naranja, quitándole la muchacha con un
brazo mientras dirigía a la criatura al suelo junto al dragón marrón. Él
lanzó un escudo sobre el muchacho y la muchacha y sus bestias.

̶ No muevan sus dragones lejos hasta que yo dé la orden. ̶ Él anuló


todos los argumentos con una mirada. ̶ Vayan a la mujer dormida. Tú y
tu hermano. Arrástrenla si tienen que hacerlo, pero pónganla bajo
cubierta. ̶ Atrapó a la chica por el pelo y la obligó a mirarlo a los ojos. ̶
¿Lo entiendes? Espera hasta que yo dé la orden para quitar los
dragones.

Ella asintió. Parecía aterrorizada, con la cara blanca. Su mirada dejó su


rostro y fue a los niños por encima de ellos, niños pequeños, no más de
dos o tres.

̶ Los traeré ̶ le prometió.

̶ Por favor ̶ susurró ella.

Por alguna extraña razón aquella pequeña súplica sin aliento le afectó.
Nada lo hacía normalmente. No sentía emoción. Ni siquiera oyó los
susurros de la tentación de matar a prisa, pero esa suave súplica
suscitó algo extraño en él, algo que no reconocía, ni tuvo tiempo de
analizar, aunque era alarmante. El caos reinaba a su alrededor. Niños
gritando, dragones que los llevaban más arriba hacia las peligrosas
nubes, debajo de él, Emeline corriendo, gritando una y otra vez, su voz
penetrando directamente en su alma.

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A su alrededor, los rayos de fuego caían, buscando objetivos. El
esquivó uno y se dio cuenta por las trayectorias que estaban dirigidos
específicamente a los niños. Vadim estaba tratando de matar a cinco
niños humanos. Dragomir dio un pequeño empujón a la adolescente
para que tropezara con su hermano. Señaló a la mujer dormida y se
volvió justo cuando Vadim irrumpió por el suelo casi a los pies de
Emeline. Vadim estaba tan concentrado en ella que no pareció saber
que Dragomir estaba cerca. Era eso o no le importaba, en cuyo caso,
todos ellos estaban en un profundo problema.

Emeline se quedó inmóvil, mirando horrorizada al vampiro. Él parecía


ser perfecto para los estándares humanos, magro y en forma, con
impecable piel pálida y dientes blancos. Tenía el pelo corto y llevaba la
ropa moderna que le correspondía. El costoso traje le colgaba como si
hubiera sido hecho para él, y por supuesto lo había sido.

̶ Por fin, querida. Deberías haber venido a mí cuando te llamé. Ahora


no me dejas otra opción que castigarte.

La sonrisa desapareció y él dio un paso y la agarró por el pelo,


agarrando los largos enredos en su puño y sacudiendo su cabeza cerca
de la suya.

̶ Pagarás por tu desobediencia. Cada uno de esos niños morirá.

La mirada aterrorizada de Emeline encontró a Dragomir, y luego


volvió a la cara de Vadim.

̶ Iré contigo. No les hagas daño.

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Con el sonido de su voz, Dragomir encontró sus ojos húmedos,
ardiendo ferozmente cuando un caleidoscopio de colores estalló frente
a él, explotando en una rueda giratoria de brillo vívido que casi le
cegó. Al instante estaba enfermo y desorientado, perdido su equilibrio.
Por un momento pensó que era una nueva arma que Vadim había
inventado, y se detuvo en el centro de la calle, incapaz de funcionar.

̶ Es demasiado tarde para negociar ahora. Si hubieras venido a mí


alguna de los miles de veces que te lo ordene, les habría salvado.
Ahora no. Ahora necesitas una lección.

Ella pateó al vampiro con fuerza, empujando su talón en su espinilla y


siguiéndolo con un codo en las costillas. Tenía que doler. Vadim la
sujetó por el pelo, pero no se detuvo.

̶ No te dejaré, ̶ ella murmuró, aun luchando.

Las palabras eran como una daga perforando a través del alma de
Dragomir, cortándolo para que toda la oscuridad saliera. Al mismo
tiempo, una luz brillante se precipitó, dejándolo destrozado. Las
emociones giraron a través de su cerebro, luchando por estar al frente y
al centro, un millón de ellas. Choque. Lamento. Culpa. Presunción.
Dolor. Ardiente rabia. No podía funcionar así, enfermo y desorientado
con los colores nauseabundos y las vivas emociones que lo inundaban.

̶ Detente. ̶ Susurró la palabra, pero siguió como el viento cortándolo.


No podía moverse ni pensar con la terrible carga de color y emoción,
tras siglos de... nada. Era demasiado pronto, demasiado rápido. ̶ Deja
de hablar.

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Ella volvió la cabeza hacia él. Sus ojos se encontraron, y sintió el
impacto hasta el alma recién sanada. Tenía unos instantes para
contemplar lo irónico que sería encontrarla ahora, en las garras de un
vampiro maestro, cuando finalmente decidió que no podía ser el
compañero que necesitaba una mujer de este siglo ya que nunca podría
reclamarla como su compañera.

El cielo encima de ellos estalló con cuatro vampiros. Tres perseguían a


los niños mientras uno se dirigía hacia la propiedad Asenguard. Éstos
eran la primera línea de defensa de Vadim, sus peones. Durante un
corto tiempo, los vampiros recién creados perdían sus habilidades para
luchar como lo hacían como cazadores. Vadim los reclutaba cuando
estaban más débiles. Permitía que drenaran jóvenes, para que sintieran
la vida saliendo de ellos. La rapidez era como una dosis alta de la
mejor droga. Tomaba un año o dos antes de que el recién hecho
vampiro pudiera comenzar a recordar sus siglos de experiencia
luchando contra un cazador.

Vadim giró lentamente la cabeza para mirar a Dragomir. Se dio la


vuelta para colocar a Emeline entre ellos, una mano en su garganta, su
uña, repentinament larga y afilada, presionada contra su yugular.

̶ Ya sabes como soy; sabes que la mataré. ̶ Lo haría en circunstancias


normales, pero éstas no eran normales.

̶ También sabes como soy; sabes que no me importa lo que hagas o que
matas. Tengo un propósito, y eso es destruirte. ̶ Dragomir no miró a la
mujer que había buscado a través de siglos largos y vacíos. Emeline, su
compañera. Había evitado hablarle, probablemente sabiendo que no
podía vivir con un antiguo como él. Él evito que su corazón golpeara

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con terror porque ella estaba en peligro. Mantuvo su respiración
uniforme, como si la posibilidad de su muerte no le afectara de una
manera u otra.

̶ ¿Una inocente? ¿Permitirías que una inocente muriera sólo para


conseguirme? ̶ Vadim escupió las palabras a él, pero esta vez, había
una indirecta de miedo en sus ojos. ̶ ¿Seis inocentes? Porque matarán a
los niños. Nada los detendrá. Ciertamente no tú. Lo último fue dicho
con una mueca de desprecio.

Emeline había permanecido en silencio, ya no luchando contra el


vampiro. Ella eligió ese momento para despertar, para llamar su
atención.

Parecía...destrozada. Su cuerpo era delgado, su piel tan pálida que casi


era gris. Tenía el pelo largo y desaliñado, llegando a la cintura. No
importaba. Le parecía la mujer más bella del mundo. Se dio cuenta del
poder de la llamada entre compañeros. Estaría dispuesto a hacer
cualquier cosa por ella.

̶ Protégelos. ̶ susurró Emeline. ̶ Los niños. Por favor.

Si se enfrentaba con Vadim, los niños estaban muertos. Podía ver a Liv,
la niña de diez años, instando a su dragón entre los dos más jóvenes y
los vampiros y las bolas de fuego que llovían de las nubes. La niña
tenía estómago. Tenía que tomar una decisión en una fracción de
segundo y era terrible. Cada instinto, afilado por más de mil años de
cazar al vampiro, le dijo que atacara al maestro vampiro. Por fin había
encontrado a su compañera y sus instintos le decían que la salvara.

Bookeater
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Su mirada volvió a la cara de Emeline. Sus ojos, tan hermosos.
Obsesionados. Asustados. Determinados. La súplica en su voz, en su
rostro, era todo acerca de los niños. Niños humanos. Nunca se había
asociado con ellos hasta que llegó en ayuda de Tariq. Ahora, era su
compañera o lo que ella más deseaba. Los segundos se alejaban.

̶ Vive. ̶ Rompió la orden y saltó al cielo. ̶ Ahora, Matt. Golpea la cabeza


a Vadim. No lo matará, pero lo demorará. Sólo no golpees a Emeline.
Haz lo que sea necesario para retrasar su partida con ella, aunque sólo
sea por unos segundos. Compra algo de tiempo. Los otros están
llegando.

Dragomir no miró hacia abajo. Apagó toda emoción y trató de obligar


a sus ojos a ver en tonos de gris más que en color. Los vivos y brillantes
rojos y naranjas de las bolas de fuego le distraían, haciendo que su
estómago se revolviera inesperadamente. Evitó la lluvia de bolas de
fuego lo mejor que pudo, mientras se dirigía hacia los dos niños más
pequeños. Parecían diminutos en la espalda de los dragones, ambos
extendidos hacia adelante, brazos alrededor de los cuellos con púas,
sus caras pálidas enterradas contra las escamas.

Uno de los vampiros menores tenía un lado de su rostro caído, como si


no pudiera averiguar cómo ponerse su máscara correctamente. Se
zambulló hacia el dragón azul, obligándolo a desviarse, casi tirando su
pequeño pasajero de su espalda. La niña lanzó un grito de terror
mientras las garras apenas la rosaban. En vez de eso, bajaron las
escalas azules. El dragón tomó un golpe con su cola larga y
puntiaguda. Eso no golpeó al de la cara caída, pero golpeó sólidamente
al segundo vampiro que hacia su manera alrededor del dragón para
poder atacar a la niña del otro lado.

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El vampiro gritó su furia cuando los picos abrieron su carne y gotas de
sangre ácida se escaparon. Se lanzó hacia la niña, como si el dragón lo
golpeara por su culpa. Vadim le había dicho a Emeline que mataría a
los cinco niños y que sus sirvientes no se detendrían hasta que se
cumpliera su orden. Dragomir alcanzó a la niña justo cuando los dos
vampiros la atacaron simultáneamente, llegando desde ambos lados
del dragón. La gran bestia giró su cuello alrededor, la cabeza acuñada
corriendo hacia el vampiro que ya había golpeado con la cola, la boca
abierta, el fuego derramándose. Las llamas engullían al vampiro y los
no-muertos gritaban y caían en picado hacia el suelo.

El segundo vampiro alcanzó la niña, las uñas largas y curvadas como


las enormes garras de un águila arpía. La niña gritó y gritó, sonando en
el oído de Dragomir mientras se lanzaba hacia el lado opuesto del
dragón azul, lejos del vampiro. Su mano resbaló, y ella gritó de nuevo
cuando cayó al vacío. Dragomir la cogió en sus brazos, y ella
inmediatamente empezó a pelear.

No se molestó en tranquilizarla; él no tenía tiempo con dos vampiros


acometiéndolo y el vampiro quemado rayando hacia ellos. Las otras
dos muchachas seguían en peligro. Se hizo cargo de su mente,
calmándola, aprendiendo que esa niña era Lourdes y que tenía tres
años. La obligó a la obediencia, colocándola en su cuello, de modo que
ella se colgó alrededor de él como un collar, sus piernas tratando de
encajar alrededor de su amplio pecho. Lourdes se aferraba, como un
pequeño mono, pero su posición permitía que sus manos y piernas
fueran usadas como armas.

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Se dejó caer por debajo de los dos vampiros, de modo que se
estrellaron juntos con un grito salvaje, cada uno balanceándose
viciosamente al otro mientras recorría el cielo hacia la segunda niña.
Parecía tan asustada que su corazón se cerró inesperadamente en su
pecho. Nunca había tenido un hijo, ni siquiera estaba cerca de uno, no
vivo. Esta pequeña niña era diminuta, aferrada al dragón, que se
retorcía de un lado a otro en un esfuerzo por evitar que su jinete fuera
tomado. En el pasado, Dragomir había encontrado una aldea que había
sido allanada y los cuerpos de los niños estaban esparcidos por todas
partes junto con los de sus padres. No había podido sentir, ni recordar
la emoción; ahora viendo a estas dos niñas y a la tercera, Liv, la niña
que habían convertido en Cárpatos, actuando tan valientemente, sintió
demasiadas emociones corriendo, amenazando con hacerse cargo.
Podría haber sido abrumador si lo permitiera.

Fue despiadado consigo mismo de la misma manera que era con los
demás. Salvar a estos niños y, en última instancia, Emeline era su
objetivo, no averiguar sus emociones. El tiempo se había ralentizado,
pero era muy consciente de los segundos que pasaban. Cualquier
cazador de los Cárpatos en la vecindad vendría. Llevaba dos minutos
luchando. Sólo tenía que aguantar otros tres o cuatro. Pero en una
batalla con un maestro vampiro y su ejército, eso era toda una vida.

Liv, la niña de diez años, volvió a su dragón para cortar cuatro nuevos
vampiros que se habían materializado en el aire y se dirigían hacia la
niña más joven en el dragón rojo. El dragón verde de Liv escupió
fuego, perdió a los dos primeros vampiros, pero golpeo al más cercano
con el fuego. El resplandor cubrió un lado de él desde los dedos de los
pies hasta el cuero cabelludo, obligándolo a ir hacia el suelo para tratar

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de apagarlo. El otro vampiro, el que había sido quemado por el dragón
azul, se arrastró hacia Danny y Amelia, quienes, debajo de él en el
suelo, intentaron valiente pero inútilmente despertar a Genevieve
antes de que el vampiro pudiera llegar hasta ellos.

Vadim arrastró a Emeline por el pelo lejos del centro del patio de
juegos, hacía debajo del dosel que lo protegería del tiempo. Danny
vaciló, entre la tentación de ayudar a Emeline y obedecer las órdenes
de Dragomir para conseguir llevar a Genevieve a la seguridad.

Matt Bennett tomó el tiro, su puntería perfecta, la bala de alto calibre


rasgo el cráneo de Vadim, triturándolo de modo que cayo lejos como
un melón maduro. Él gritó, incluso mientras su cabeza se separaba, el
sonido desgarro el aire de modo que los edificios temblaron. Emeline
cayó al suelo y se alejó de Danny y Amelia para sacar a los vampiros
de los dos niños. Entonces ella estaba en sus pies y corriendo hacia su
casa.

Vadim aulló, su cuerpo sin cabeza girando alrededor mientras su


cabeza rebotaba en el suelo, la boca abierta, el sonido reverberando
macabramente a través del complejo. Estiró los brazos para tomar su
cráneo destrozado. En el momento en que le asentó en su cuerpo, Matt
disparó, destruyéndolo de nuevo. La boca gritó y el cuerpo sin cabeza
apuntó hacia el "nido de águila", la torre alta en la esquina más lejana
donde Matt estaba apuntando al vampiro más cercano a Danny.

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Dragomir ya había protegido la posición de Matt, pero la reforzó antes
de que Vadim pudiera tomar represalias con la bomba que lanzó hacia
la torre. Estalló, el fuego golpeó la torre inofensivamente y cayó lejos.
Emeline cruzó el patio de recreo antes de que los vampiros menores
cortaran su retiro.

Dragomir apagó el bombardeo de sentimiento mientras ordenaba a


Lourdes que se moviera a su izquierda, mientras pasaba junto al gran
dragón rojo, sacando a la niña de la parte posterior de la bestia. Ella
reaccionó de la misma manera que lo hizo Lourdes, pateando y
gritando hasta que la cortó con solo una orden mental. En el momento
en que sus mentes se rozaron, Bella se relajó y se aferró a él tal y como
Lourdes lo había hecho.

Liv lo rodeó, su dragón verde entrando y saliendo de los vampiros. El


dragón era extremadamente rápido y capaz de hacer giros increíbles
para ser una bestia tan grande, casi invirtiéndose en el aire. Dragomir
podía entender el atractivo de un dragón, y si alguna vez tenía un hijo,
se aseguraría de que su hijo o hija tuviera tal criatura para ayudar a
protegerlos.

̶ Liv, dispérsate ahora. ̶ Le dio instrucciones a la niña, sabiendo que los


vampiros también podían oírlo. En un tiempo habían sido Cárpatos,
nacidos en la especie tal como lo era él, sin embargo, escogiendo
renunciar a sus almas. Eso no significaba que no fueran capaces de oír
a lo largo del camino común.

El dragón de Liv lo siguió hacia el suelo. Dragomir tomó un pequeño


octavo de segundo para mirar hacia abajo.

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Había estado en el aire tres minutos adquiriendo ambas niñas, pero
gracias a los vampiros menores que bloqueaban la fuga de Emeline,
Vadim la había vuelto a atrapar. Debajo de él, vislumbró a los
adolescentes tratando de sacar a Genevieve del banco del patio. El
muchacho se volvió hacia la amenaza del vampiro que venía hacia
ellos, gritando a su hermana para que corriera.

Emeline luchaba vanamente contra Vadim, golpeando y pateando.


Había sangre en su cuello, goteando por su brazo y hombro.
Evidentemente, Vadim no podía controlar completamente su mente, o
él habría impedido que luchara contra él. El maestro vampiro había
tomado claramente su sangre, pensando que eso obligaría su voluntad
sobre ella. La barriga de Dragomir se anudó al saberlo, pero no tenía
tiempo de detener lo que le estaba sucediendo. Las bolas de fuego
seguían rayando desde las nubes, las trayectorias directo hacia cada
uno de los niños. Tuvo tiempo de darles la espalda, endurecer los
hombros y proteger a las dos niñas en sus brazos cuando rayos de
fuego blanco y ardiente se derramaron sobre sus hombros y gotearon
por su espalda, creando largas ranuras. Cortó el dolor y siguió
avanzando hacia el suelo de abajo, su mirada en Liv mientras su
dragón esquivaba las ardientes franjas que caían a su alrededor.

Tenía un nuevo respeto por los dragones. Sería bueno sentarse en un


animal mientras protegía a los niños y la bestia superaba los ataques de
Vadim, esquivando los hilos de fuego que llovían del cielo. El boom
del rifle de

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Matt era constante ahora que más vampiros se unieron a los primeros.

̶ Matt, mantén a tus hombres encubiertos en todo momento, diles que


elijan su objetivo, apunten al corazón. Saque todo lo que pueda. ̶
¿Cuántos minutos más antes de que tuviera ayuda? ̶ Danny, Amelia,
lleguen al asador y llamen a sus dragones. Liv, lleva a los demás a ello.

Los vampiros, antiguos Cárpatos, podían escuchar sus órdenes a Liv, y


ella dio las instrucciones a los otros niños. No podían oír sus
instrucciones a Matt porque Dragomir había forjado su propio camino
cuando había tomado la sangre del hombre Inmediatamente hubo un
frenesí cuando los cuatro vampiros fueron por la niña de diez años de
edad. Gritó y se inclinó sobre su dragón. La bestia giró en un círculo
apretado, pasando a través de los vampiros. Las agudas garras
raspaban las brillantes escamas verdes, dejando un rastro de sangre en
el aire. El dragón no vaciló, pero giró hacia atrás, su cabeza acuñada
extendida mientras bañaba a los vampiros en un constante chorro de
fuego.

Ellos gritaron, engullidos en las llamas, cayendo casi encima de


Dragomir mientras encontraba el suelo con los pies y corría hacia el
asador, sosteniendo a las niñas firmemente contra él. Por encima de él
el cielo estalló en torrentes de magma candente, derribando a los niños
y al cazador de los Cárpatos. Se vio obligado a mantener un escudo
sobre Matt para evitar que las represalias de Vadim lo mataran, y
escudos adicionales sobre los niños. Los hilos de goteo de la lava
golpearon a los dragones expuestos y acabo de perderlos mientras se
agachaba bajo el paraguas del escudo que protegía a Danny y Amelia.

Bookeater
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̶ No podemos despertar a Genevieve, ̶ protestó Danny.

̶ Déjala. Lleguen al asador. Haz que los dragones te sigan.

Los dos dragones, marrón y naranja, estaban heridos y estaban justo


afuera del patio de juego, con sus grandes caras estremeciéndose, con
las cabezas hacia abajo, intentando disimular el dolor.

Danny cogió la mano de Amelia y tiró con fuerza, empujándola hacia


el edificio a la izquierda del patio de juego. Parecía un gran garaje o
almacén. La larga pared no tenía ventanas, y debajo de ella, que corría
a lo largo de la estructura, había una larga reja construida en el suelo.
Mientras Danny y Amelia corrían hacia ella, la reja se abrió de golpe,
golpeando contra la pared exterior de la casa de almacenamiento. Liv
impulsó a su dragón verde directamente hacia el agujero en el suelo
que la reja había cubierto. El dragón azul de Lourdes y el rojo de Bella
le siguieron.

Tres vampiros corrieron hacia los niños y dragones hacia la abertura,


sus bocas se estiraron en viles sonrisas, revelando dientes con puntas y
manchas a medida que se extendían, flotando justo por encima del
oscuro pozo debajo de ellos, sus espaldas al asador. Mientras Dragomir
corría con las chicas, dos vampiros se levantaban frente a él, casi a sus
pies: uno tenía la mano extendida en preparación para desgarrar la
carne del antiguo. Ante el comando silencioso de Dragomir, las manos
de las dos muchachas, que rodeaban su cuello, se deslizaron alrededor
de su espalda para aferrarse como dos monos pequeños y continuó
hacia adelante, empujando su puño profundamente en el pecho del
vampiro más cercano.

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Mantuvo su impulso hacia adelante, incluso cuando sacudió el brazo
libremente, el corazón marchito y ennegrecido en su puño. Corrió
directamente hacia el segundo vampiro. Los ojos del vampiro se
abrieron con sorpresa. No pasó más de un segundo. El vampiro sin
corazón gritó y se aferró a su pecho donde la sangre negra vomitaba.
Cayó de rodillas, gritando por su corazón.

̶ Danny. Amelia. ̶ Dragomir cronometró su momento, girando justo


antes de llegar al vampiro que lo amenazaba. Lanzó a las dos niñas al
aire, directamente a los adolescentes. Ambos levantaron las manos y
Lourdes y Bella cayeron en sus brazos. Danny corrió con Bella, Amelia
con Lourdes, directamente hacia ese agujero y los tres vampiros
esperándolos. Liv lideró el desfile de dragones, aunque el rojo y el azul
permanecieron detrás de Danny y Amelia.

Simultáneamente, mientras Dragomir saltaba al aire, bajando con el


puño hacia delante y recorriendo el hueso y el tendón para encontrar el
corazón del vampiro, tres misiles volaron directamente a los vampiros
esperando a los niños. Rodando en el aire mientras volaban, las llamas
irrumpieron y salieron a través de sus brazos, directamente a los
corazones, incinerando a los tres en contacto.

Los vampiros estaban de pie con la boca abierta, con una mirada de
shock en sus rostros, y luego cayeron hacia atrás. La reja cayó,
cubriendo el agujero, y con él dejó caer el lado del edificio, revelando
un ascensor cavernoso. Liv y los dragones heridos fueron tragados y
luego Amelia y Danny con las niñas y sus dragones lo siguieron. El
asador saltó de nuevo, golpeando la pared en su lugar.

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Todo el intercambio había tomado segundos. Dragomir dispensó
ambos corazones marchitos, arrojándolos al suelo e incinerándolos
inmediatamente. Giró la cabeza para ver a Emeline corriendo hacia su
casa, con Vadim un paso detrás de ella.

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Esta había sido su peor pesadilla, el sueño que había ocurrido una y
otra vez durante el último mes. Emeline sabía que no debía correr a su
casa. Si lo hacía, el Cárpato conocido como Dragomir moriría. Siempre
murió salvándola. Había intentado evitar ese destino. Se había
asegurado de no reunirse con él, de no hablar con él, pero aquí estaba
ella, obligada a tomar una decisión dividida. Si no llegaba a su casa,
Vadim la tendría nuevamente y no podría detenerlo.

̶ No lo sigas ̶ suplicó ella, subiendo los escalones. Sabía que Dragomir


lo haría. Estaba un paso por detrás de Vadim. Sabía que atrás de
Dragomir venia el ejército de Vadim de criaturas horribles. Vadim ya
la había debilitado, tomando su sangre. Su cuello ardía, un dolor feroz
e intolerable que se extendía a través de ella como fuego fatuo.

Vadim hizo un gesto con la mano y su puerta se atascó mientras


intentaba abrirla. Ella se volvió hacia él, la desesperación moviéndose a
través de ella. Desilusión. Dolor. Miedo, aunque estaba casi más allá
del miedo. De espaldas a la puerta, se deslizó hasta que su trasero
golpeó el porche, con las rodillas hacia arriba. Ella ya sabía
exactamente cómo se desarrollaría el escenario. Dragomir estaba en las
escaleras, y Vadim giró para mirarlo.

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Emeline se obligó a mirar al antiguo guerrero. Era lo opuesto a todo lo
que Vadim era. Todo músculo, cicatrices, el pelo a la cintura del color
de la sal y pimienta. Parecía robusto. Duro. De miedo. Tenía tatuajes a
la deriva en su cuello por lo que se veía un poco como un motociclista
fuera de la ley moderna. Vadim, a pesar de que su cabeza voló
repetidamente, siempre lograba restaurar su apariencia perfecta, como
modelo. A primera vista, uno estaría aterrorizado de Dragomir, no de
Vadim, y eso sería un gran error.

Su aliento se atrapó en su garganta mientras Dragomir continuaba


subiendo las escaleras hacia Vadim. Quería cerrar los ojos, pero no
podía. Había presenciado su muerte una y otra vez en su pesadilla.
Ella siempre se despertaba cuando caía y ella nunca veía el resultado,
sólo que sacrificaba su vida por la suya. Sentía que lo menos que podía
hacer era mirar. Más, esta vez, ella planeaba ayudarlo.

Su mano cayó al bolsillo del largo vestido que llevaba. Una vez antes,
después de probar continuamente cosas nuevas en sus sueños, había
cambiado el resultado del futuro. Esta vez estaba decidida a hacer lo
mismo esta vez, o morir intentándolo. El tiempo se ralentizó. Tal como
lo sabía, el aire explotó con más vampiros, y cuando aparecieron, los
cazadores de los Cárpatos se unieron a la pelea. Sabía que los niños
estaban a salvo. Genevieve todavía estaba al aire libre, desplomada
sobre el banco del patio de recreo, pero todo el mundo estaba
demasiado ocupado con la feroz batalla para notarla. El mundo de
Emeline se estrechó hasta que sólo estaban Dragomir y Vadim.

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Se movieron como si estuvieran en cámara lenta, pero ella sabía que en
realidad era justo lo contrario. Dragomir no dudó tanto. Subió las
escaleras que conducían a su baranda con paso firme. Para su sorpresa,
usó un arma humana, una desarrollada por Tariq para sus fuerzas de
seguridad. Eso era nuevo, no en su sueño.

Cuando el misil se dirigió hacia Vadim, el vampiro saltó al aire y corrió


hacia Dragomir para que las balas de fuego lo perdieran. Dragomir
lanzó el arma a un lado mientras salía al aire para enfrentarse al ataque
de Vadim. Emeline se arrastró a través de los tablones de madera bajo
los dos oponentes gruñendo para llegar a la extraña arma que
Dragomir había descartado. La sangre goteó sobre su hombro, y ella
supo inmediatamente que era de Dragomir. La sangre de Vadim
ardería, un ácido terrible, pasando por la piel hasta el hueso. Ella cogió
el arma y siguió gateando, moviéndose al otro extremo del porche y el
relativo refugio de la amplia barandilla.

̶ No puedes tenerla, ̶ dijo Dragomir suavemente.

Las palabras le golpearon a pesar del tono bajo. Los dos hombres
estaban muy cerca el uno del otro, con los puños en el pecho. Dos
luchadores primitivos que iban a la matanza. En el momento en que
oyó aquellas palabras suaves y decididas, su reclamación absoluta, su
corazón palpitó. Así como su estómago. Ella levantó la vista hacia su
rostro. Tenía que estar adolorido. Las garras de Vadim estaban
cavando a través de su carne para llegar a su corazón, pero los rasgos
de cicatrices de Dragomir no daban nada. Miró directamente a los ojos
de Vadim, con el puño en el pecho de Vadim.

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Emeline apartó la mirada de los dos combatientes con dificultad,
levantando su arma y girando ligeramente para hacer frente a la
amenaza que siempre venía y prevalecía en su sueño: el hermano de
Vadim, Sergey. Se acercó detrás de Dragomir mientras el vampiro
principal mantenía al Cárpato enfocado en él. Antes de que Sergey
pudiera alcanzar Dragomir y atacar, Emeline se levantó sobre sus
rodillas y apretó el gatillo. La pistola se arqueó en su mano,
empujándola hacia atrás. Sorprendentemente, el arma estaba caliente
mientras el misil salía del cañón, rodando, abanicando el acelerador
para que se incendiara justo antes de entrar en el cuerpo de Sergey.

No podía creer que en realidad hubiera logrado un éxito. No era su


corazón, pero había apuntado hacia el pecho, el blanco más grande de
él. Sabía que no era un tiro de muerte, pero sí lo alejó de Dragomir.
También le llamó la atención sobre Sergey. Sus labios retrocedieron en
un terrible gruñido y él le dio un golpe al ardiente misil lejos de su
cuerpo. Le dejó un agujero en el pecho, las llamas todavía lamiendo su
torso.

Ella estabilizó su mano y sus nervios, colocando el arma en la


barandilla para evitar arruinar su objetivo. Apretó el gatillo y un
segundo misil giró por el aire. Sergey aulló cuando golpeó su
estómago, penetrando mucho más profundo que el primero. Furioso,
el vampiro se zambulló por ella, sin prestar atención al agujero
ardiente en su cuerpo. Ella dio un grito y se agachó cuando él rastrilló
su cara. Las garras rasgaron su cuero cabelludo y se engancharon en su
pelo grueso, salvaje, enmarañado. El vampiro la arrastró a medio
camino a través del porche hacia su puerta antes de soltarla para sacar
el ardiente misil de su cuerpo.

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En el momento en que fue atacada por Sergey, Dragomir le rasgó la
mano, tomando parte del corazón de Vadim con el puño cerrado a su
alrededor. Vadim gritó, echando la cabeza hacia atrás y luego hacia
delante para estrellarse contra la frente de Dragomir. Dragomir cayó
hacia atrás, golpeando al suelo de la galería. La sangre salía de las
heridas en su pecho y cuello donde el vampiro maestro le había roto.
En su puño estaba parte del corazón ennegrecido y mantuvo sus dedos
cerrados firmemente alrededor del premio.

Vadim, rociando sangre ácida sobre el suelo, los rieles e incluso un


lado de la casa, se tambaleó hacia atrás y cayó, aterrizando casi en el
regazo de Emeline. Arrastró la picadora de hielo de debajo de la
barandilla donde ella la había escondido después de su tercer sueño.

Ella rodó una vez, llegando justo contra el vampiro maestro. Él cogió
su cabeza en sus manos como si pudiera romperle el cuello. Mirándolo
fijamente a los ojos, clavó la picadora de hielo en su corazón, usando
ambas manos y cada pedacito de fuerza que tenía. Simultáneamente,
Dragomir arrojó el pedazo de lo que sostenía en el patio cuando llamó
al relámpago, dirigiéndolo al pequeño trozo de corazón de Vadim. Al
instante fue incinerado.

Vadim aulló, la furia superando su perfecta apariencia, que hacía


mucho que desapareció. Su rostro era una máscara de maldad, ojos
brillantes de color rojo. Sus dientes, afilados y terribles, penetraron
profundamente en su cuello. El dolor la atravesó. Quería que le doliera
y tragó saliva de la sangre, incluso cuando sacó la picadora de hielo de
su pecho y la arrojó a su hermano.

Bookeater
Dark Legacy
Sergey cogió el arma y la golpeó contra el muslo de Dragomir,
clavándolo en el suelo mientras alargaba la hoja. Su mano se
transformó en una segunda selección de hielo, e hizo lo mismo con esa
hoja, golpeando deliberadamente la arteria mientras golpeaba el otro
muslo. Emeline trató de luchar, para quitarse a Vadim, pero él la
abrazó, tragando su sangre mientras Sergey tragaba la sangre que
rociaba del muslo de Dragomir.

Vadim empujó a Emeline a un lado sin correr su lengua sucia sobre las
marcas gemelas en su cuello, permitiendo que los agujeros ardientes
siguieran sangrando libremente. El vampiro maestro se arrastró hasta
Dragomir, apartó a su hermano del camino y presionó su boca sobre la
herida del muslo del Cárpato.

Los ojos de Dragomir se encontraron con los suyos. Nunca había visto
a un hombre más devastado. Los cálidos hilos que caían del cielo lo
habían quemado una y otra vez. Vadim le había destrozado el pecho y
el cuello y había puesto un agujero en su pecho cerca de su corazón.
Ambas piernas estaban traspasadas. Parecía cansado y pálido, las
líneas grabadas profundamente en su rostro, sus cicatrices
proclamando sus muchas batallas destacándose con orgullo. No
parecía derrotado, sólo cansado.

Sergey volvió la cabeza hacia Emeline. Se lamió los labios, mirando su


cuello, la sangre de Dragomir manchando sus dientes y la mandíbula
donde se había derramado. Él se encaminó hacia ella, y su aliento se
atrapó en su garganta. Ni siquiera podía gritar.

Bookeater
Dark Legacy
Ella sólo lo vio venir a ella, consciente de que los otros cazadores y la
fuerza de seguridad humana estaban luchando contra el ejército de
Vadim y no vendrían en su rescate.

Dragomir se movió entonces, con súbita velocidad borrosa, atrapando


a Vadim por la parte posterior del cuello y golpeando su cabeza contra
su pierna y luego hacia el suelo con una fuerza impactante. Volvió a
arrojar al vampiro maestro hacia atrás otra vez y fue instantáneamente
encima de él, su puño penetrando profundamente en el pecho del
vampiro. Vadim gritó, llamando para que su ejército viniera, a matar a
Dragomir. Luchó, golpeando las heridas de las piernas de Dragomir, se
lanzó hacia adelante para morderlo salvajemente con sus afilados
dientes, arrancando trozos de carne de él.

Emeline se dio cuenta de que había rodado justo sobre el arma, que se
clavaba en la parte posterior de su pierna. Ella la cogió en
desesperación, la sacó de debajo de ella y disparó casi en blanco en el
pecho de Sergey. El misil lo voló hacia atrás sobre Vadim y Dragomir.
Ella disparó una segunda vez, directamente en la espalda de Vadim.
Sergey se arrancó de su hermano, lo tiró y le dio una patada a
Dragomir en la cabeza. Llevando a Vadim con él, tropezaron hasta las
escaleras, donde tres miembros de sus ejércitos se apresuraban hacia
ellos. Sergey les gruñó para que se apuraran, para que los mataran a
ambos.

̶ Sólo el cazador ̶ objetó Vadim, ̶ pero tráiganme a la mujer.

Bookeater
Dark Legacy
El corazón de Emeline tartamudeó cuando Sergey le sonrió
maliciosamente y luego atrapó a Vadim, lo empujó sobre su espalda y
salió al cielo. Ella respiró hondo. Había al menos dos cartuchos a la
izquierda.

Tres vampiros. Dragomir no se movía. Ni siquiera estaba segura de sí


estaba vivo. Había alterado el curso de su pesadilla, pero, en medida
de lo posible, había sufrido más, no menos.

Su cuerpo se sentía congelado, cada músculo bloqueado por el miedo.


Se obligó a tomar otra respiración profunda y luego se movió. La
sangre todavía se filtraba por su cuello hasta su hombro en dos chorros
constantes. Ella lo sintió y se estremeció ante la sensación
arrastrándose en su piel. Era difícil moverse, forzar sus músculos
apretados, congelados a trabajar. Ella consiguió llegar a sus manos y
rodillas y se arrastró hasta Dragomir. Era sólo una distancia muy corta,
pero se sentía como la longitud de un campo de fútbol.

Ya no podía oír ni ver el resto del recinto. Su mundo se había reducido


a los tres vampiros y al indefenso Cárpatos que había prometido
salvar. Colocó su cuerpo sobre el suyo, asegurándose de que los
vampiros tendrían dificultades para matarlo sin sacarla de encima. Eso
sólo podría comprarle unos momentos, pero cada segundo contaría. Si
tuviera suerte, uno de los otros cazadores se daría cuenta del drama en
su porche.

Bookeater
Dark Legacy
Los tres vampiros ganaron el pórtico y se extendieron, llegando a
Dragomir desde varios ángulos. No podía mantener sobre todos, la
vista, así que eligió a las dos más cercanas para mirarlos. Ella levantó el
arma.

̶ Vete. ̶ Odiaba que sonara tan asustada.

Uno agitó la mano para quitarle la pistola. Sintió el tirón, como si un


gran imán se hubiera atado al arma y tirado, pero en su mente, ella
contrarrestó el imán con una opuesta, empujando el poderoso
compulsivo. La sonrisa desapareció del rostro del vampiro, y sus dos
camaradas se miraron. Ella sintió al que venía detrás de ella. Su energía
era maligna, grasienta, una inmundicia que se extendía por su porche y
la alcanzaba antes que él. Se volvió y disparó un misil directamente
contra su pecho. Las llamas recorrieron su torso y él gritó, estirándose
hacia atrás, rodando y saltando del porche para correr. El viento alentó
las llamas mientras se alejaba corriendo.

Sintió movimiento y trató de dar la vuelta para enfrentarse a la doble


amenaza, pero Dragomir se movió entonces, sus brazos la rodearon
mientras rodaba, agachando su cuerpo bajo el peso de él, una mano
suavemente quitándole el arma y disparando al vampiro más cercano a
ellos. Este se tambaleó de nuevo en la estela y cayó hacia atrás,
agarrando su pecho donde las llamas blancas calientes incineraron su
corazón.

El último vampiro estaba sobre ellos, bajando sobre una rodilla junto a
Dragomir mientras golpeaba con el puño hacia abajo. Dragomir los
rodó de nuevo a ambos, sacando a Emeline del alcance del vampiro y
empujándola lejos de ellos mientras usaba sus piernas como un tornillo

Bookeater
Dark Legacy
vicioso, atrapando al vampiro menor alrededor del cuello y apretando
sin piedad. El vampiro se estremeció y pateó mientras Dragomir lo
detuvo. Emeline se incorporó lentamente y se dio cuenta de que
Dragomir estaba tratando de sentarse también para llegar al pecho del
vampiro.

Ella se apresuró a ayudarlo, empujándolo a su espalda y luego


colocándose allí para que pudiera golpear su puño contra el pecho del
vampiro y quitarle el corazón. Mantuvo los ojos cerrados con fuerza,
pero esto no le impidió oír los sonidos de succión cuando él retiró el
órgano ennegrecido y lo arrojó sobre la barandilla. Un relámpago
destelló, un látigo terrible en el cielo atacando hacia fuera para que la
punta de fuego pudiera incinerar el corazón.

Los gritos del vampiro se interrumpieron abruptamente, y Dragomir


apartó el cuerpo de él. Se giró ligeramente, agarró a Emeline y la
acercó, juntando su pelo en su puño para poder inclinar su cabeza
hacia atrás. ̶ Quédate quieta.

̶ No lo hagas. ̶ Ella sabía su intención. Intentaría sanar los hinchados y


sangrantes agujeros que Vadim le había hecho en el cuello. ̶ Estoy
sucia. ̶ La palabra se deslizó antes de que pudiera detenerla. Para su
consternación, no le disuadió.

Apretó su agarre en su cabello y forzó su cabeza hacia atrás cuando


intentó resistirse. Podría haber contrarrestado la magia, o empujado la
energía, pero no había manera de contrarrestar la fuerza bruta. Su
lengua aliviaba el dolor ardiente. Odiaba que lo hiciera. Odiaba que
pudiera probar la sangre sucia de Vadim con sus horribles parásitos. Él
los ingería por ella, para tratar de detener el sangrado.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Quiero que sangre. Sus parásitos están en mí, demasiados para
quitarlos. No lo hagas. Por favor. Sólo te harás daño. ̶ Dios lo sabía, él
ya estaba muy mal herido. No veía cómo todavía estaba consciente
cuando había perdido tanta sangre. Estaba por todas partes, por todo
su porche, su ropa, por ella, y ambos vampiros habían tragado tanto
como podían en el tiempo que tuvieron.

̶ Silencio, ̶ canturreó suavemente, apenas levantando la cabeza. Lo


suficiente como para que cada palabra, cada respiración, sintiera sus
labios moverse contra su piel. ̶ Déjame detener esto ahora mismo.
Llévame a la casa y pon tus hierbas y todo lo que consideres necesario
en mis heridas. Pareceré muerto, pero no lo estaré. Necesitaré la sangre
de los Cárpatos. ̶ Su boca estaba una vez más sobre las heridas gemelas
que Vadim había puesto en su cuello.

̶ No puedo tenerte en mi casa ̶ dijo, traicionando su desesperación. ̶ O


cualquiera de los Cárpatos. Yo... ̶ Se sintió desamparada. Egoísta.
Estaba casi muerto por ella. Había hecho lo que le había pedido. Había
salvado a los niños y los dragones. Había vuelto para salvarla, y lo
había hecho. Ahora, estaba desgarrado, perdiendo demasiada sangre
en ayudarla en lugar de salvarse.

̶ Haz lo que te digo, mujer.

Ella se estremeció. Ahora había autoridad en su voz. Podría decirse


que, en un tono suave y aterciopelado, pero era pura orden. Incluso
Tariq, el dueño de la propiedad, no le daba órdenes. Todos la trataban
suavemente, temiendo que se rompiera. Peor aún, quería hacer lo que
decía por todo tipo de razones, pero sobre todo porque todavía estaba
vivo y necesitaba que lo estuviera. El golpe de su lengua en su piel

Bookeater
Dark Legacy
había sido... impactante. Calmante. Aniquiló los horrores de Vadim
hundiendo sus dientes en ella, haciendo que su piel se arrastrara y
ardiera.

Miró por encima del hombro hacia la batalla. El sonido de los disparos
era fuerte y hubo una vez que ella pensó que había oído a Genevieve
gritando. Se puso de pie con cautela, con las piernas temblorosas,
decididas. Determinada. Estaba resbaladiza, su sangre cubría su piel, y
la de ella también, pero logró tirar de él un par de pasos al otro lado
del porche hasta que estaban al lado de la puerta. Tenía que soltarlo
para abrir la puerta.

Se volvió para agarrarle el brazo. Para su consternación, había más de


ellos. Vampiros Rodeando su casa. Amenazándolos a ambos.

¿Pensaste que me rendiría? Nunca pararé hasta que seas mía. Si no vienes a
mí ahora, mataremos a todos. Cada muerte estará sobre ti.

La voz de Vadim, hermosa y todavía sucia, se movía por su mente


como un fango aceitoso. Ella jadeó, su mano fue protectora a su
garganta. ¿Podría ella irse con ellos? ¿Se pondría de nuevo en las
manos de Vadim? Un estremecimiento atravesó su cuerpo. Debería
haber sabido que Vadim no se rendiría. Él la quería, y si no iba,
Dragomir y todas las demás personas morirían.

Los dedos de Dragomir se posaron alrededor de su tobillo como un


tornillo. ̶ Emeline, regresa a la casa. Deja la puerta abierta, pero entra.
Si tratan de llegar a ti, cierra la puerta de golpe. No pueden entrar sin
una invitación.

Bookeater
Dark Legacy
Lo sabía. Tenía sentido. Podía salvarse a sí misma. Esconderse en su
casa. Mirar a Dragomir morirse justo delante de ella. Sacudió la cabeza
e intentó dar un paso hacia los vampiros que esperaban, cinco de ellos.
Demasiados para un Cárpatos, incluso uno con las habilidades de
Dragomir, y mucho menos uno destrozado como él lo estaba.

Dragomir se puso de pie. No tenía idea de cómo hacerlo. Ninguna. No


debería estar vivo, mucho menos estar de pie. La empujó literalmente a
la puerta. ̶ Quédate quieta. Intenta salir y no tendré más remedio que
detenerte.

Ella le lanzó una mirada furiosa. ̶ Ellos te matarán. No puedes luchar


contra ellos. ̶ Ella dio un paso hacia él, decidida a pelear con él. Si iba a
morir por ella, entonces podría hacer lo mismo por él. Excepto, que ella
no podía moverse. Su pie tropezó con una especie de barrera invisible.
Ella extendió la mano y encontró lo mismo. Ella lo miró, sus ojos se
encontraron con los suyos. Determinación y resolución estaban en los
suyos. Sabía que él veía la desesperación en la de ella.

Dragomir se volvió hacia los cinco vampiros. Emeline se apretó contra


la barrera invisible, con el corazón palpitante y la boca seca. No podía
soportar ver, sabiendo que iba a ser una masacre, pero no podía
apartar la mirada del gran hombre que cruzaba su porche con
confianza. Era mucho más grande de lo que se había dado cuenta en
los confines de la galería. La sangre y las cicatrices sólo servían para
hacerle parecer invencible, un guerrero antiguo defendiendo a su
dama. Las lágrimas brotaron. Por él. Por ella. Deseaba que él fuera
suyo. Ese hombre, tan marcado y destrozado, pero que permanecía
inflexible frente al mal.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir se movió con súbita velocidad borrosa y no pudo evitar
notar lo elegante que era, lo fluido, como un gran león, derribando a su
presa en un simple salto.

Estaba en el primer vampiro antes de que ella pudiera parpadear, su


puño estrellándose a través de la pared del pecho para que sus dedos
pudieran sacar el corazón libre y arrojarlo a un lado. Se giró y golpeó
su brazo ensangrentado en el pecho del segundo vampiro. El
relámpago se bifurcó en el cielo, y lo dirigió hacia ambos corazones
mientras se volvía hacia el tercero.

El tercer vampiro estaba cerca, demasiado cerca, aunque Dragomir


logró golpear fuerte su puño. Parecía agotado. Torturado Sabía que
cada respiración que él tomaba era difícil. Había combatido a varios
vampiros, luego a dos vampiros maestros, y sufrió varias lesiones
graves, pero siguió adelante. El vampiro había girado su cuerpo
mientras el puño de Dragomir se estrellaba contra su pecho,
cambiando la trayectoria del mismo lo suficiente que Dragomir tuvo
que retirar su brazo y golpear una segunda vez, lo que hizo con la
velocidad del rayo, pero ese pequeño segundo permitió a los dos
vampiros restantes unirse al ataque.

Emeline trató de advertirle, gritando su nombre, golpeando con sus


puños el escudo que le impidió ayudarle. Ambos vampiros rasgaron su
cuerpo con sus dientes viciosos, actuando como si pudieran devorarlo
vivo. Ellos tragaron su sangre, él tenía poca de sobra.

Bookeater
Dark Legacy
Frenética, golpeó el escudo y gritó pidiendo ayuda hasta que su voz
estaba ronca. Dragomir permaneció inflexible, como un gran león en
medio de una manada de perros salvajes. No se movió hasta que retiró
el puño y lanzó el corazón al aire, donde el rayo lo incineró.

En el momento en que el corazón dejó su mano, se volvió para


enfrentarse a ambos atacantes, golpeando simultáneamente sus puños
contra las paredes de su pecho. Los vampiros se volvieron locos,
arañándolo con terribles garras, rastrillando surcos profundos por el
cuello, la garganta y el pecho. Parecían querer rasgar la piel de su
cuerpo, arrancándola en tiras largas. Emeline quería cerrar los ojos
para no poder ver lo que estaban haciendo con Dragomir, pero no
podía apartar la vista. Nunca cambió de expresión. No había ni rastro
del dolor que tenía que sentir, ni cólera ni reconocimiento alguno de
que esos monstruos estuvieran desgarrando su cuerpo con tanta
alegría. Uno pateaba repetidamente la herida en su muslo derecho,
incluso mientras atacaba al cazador con sus garras.

Muy lentamente, Dragomir comenzó a retractar sus puños cerrados.


Los vampiros se volvieron aún más frenéticos. Dragomir ni siquiera
parpadeó ante la locura que mostraban los dos vampiros. Uno fue por
sus ojos, intentando arrancarlos. Dragomir movió la cabeza,
esquivando las garras mientras extraía los dos corazones. Los tiró
desde el porche, hacia el patio de juegos. Los órganos ennegrecidos
navegaron por el aire. Alto. Un vampiro saltó al aire después de ellos,
mientras el otro bajaba corriendo las escaleras.

Bookeater
Dark Legacy
Un relámpago iluminó el cielo, una exhibición masiva, tenacillas de
látigos chisporroteantes que atravesaban la noche para golpear ambos
corazones antes de que golpearan el suelo, incinerándolos. El vampiro
en el cielo cayó a los pies de su compañero no-muerto. Emeline podía
ver cinco cuerpos. El relámpago seguía crepitando. Los tenedores se
extendieron y golpearon simultáneamente, convirtiendo a los cinco
vampiros en cenizas.

̶ Déjame salir ̶ dijo Emeline. ̶ De prisa.

Dragomir ya estaba tambaleándose. Ella se acercó a él, como si pudiera


mantenerlo en pie. El movimiento atrajo su atención cuando su súplica
no. Miró hacia el recinto, donde casi habían cesado los combates, y
luego agitó la mano hacia ella. Tenía una mano presionada contra el
escudo y supo el momento en que bajó.

Dragomir se tambaleó hacia ella y bajó a la puerta, su peso la llevó con


él para que cayera dentro. No tuvo tiempo de pensar en lo que
sucedería si un cazador de los Cárpatos entrara en su casa ni en los
secretos que descubriría. Ella se agachó a su lado, temiendo que
estuviera inconsciente, pero su mirada estaba fija en su rostro.

̶ Invítame a entrar.

̶ ¿Qué? No. ̶ Ella negó con la cabeza. Blaze, su amiga, le había dicho que
nunca era una buena idea invitarlos a casa, a menos que uno estuviera
dispuesto a dejarlos usar sus poderes allí. Hizo un movimiento hacia la
puerta, tratando de arrastrarse. Ella tampoco quería eso.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Espera. Sólo espera. Necesito pensar. ̶ Ella estaba en un estado de
pánico total.

̶ No hay tiempo. ̶ Él extendió la mano y envolvió una longitud de su


cabello alrededor de sus dedos. ̶ Tan hermoso. El color. Tan hermoso. ̶
Sonaba delirante. Estaba sangrando por todas partes, pero ella podía
ver que todavía estaba tratando de obligar a su cuerpo a salir de su
casa.

̶ Detente. Deja de moverte ̶ exigió ella, horrorizada ante el rastro de


sangre.

̶ Voy a tener que cerrar mi corazón y los pulmones. No puedo hacerlo


dentro.

Su mente estaba en completo caos. Ella atrapó sus hombros, tratando


de evitar que se moviera hacia atrás. Su mano todavía estaba en su
cabello, conectándolos. Ella sintió como si un millón de hilos los
unieran, pero lo único que sabía era que tenía que detenerle. No podía
aguantar más con los dedos de los pies y un codo. Tenía que detenerlo.

̶ Bueno. Entra. Quiero que entres. ̶ Su boca se movió, expresando la


invitación incluso cuando su cerebro le gritó que se detuviera. No
podía entrar, pero estaba desesperada por mantenerlo allí.

Su labio inferior se curvó. No era una sonrisa, pero, aun así, su corazón
casi se detuvo. No suavizó los ángulos ásperos y planos de su rostro.
Parecía un ángel caído, tal vez Lucifer mismo. Ella suavemente empujó
su cabello hacia atrás de donde cayó alrededor de su rostro.

Bookeater
Dark Legacy
Ranuras estaban rasgadas allí, hechas con garras. Tanta sangre. Tantas
cicatrices. Sabía que los Cárpatos raramente tenían cicatrices, pero algo
terrible le había pasado a este hombre.

̶ ¿Puedes ir al sofá?

Algo parpadeó en la profundidad de sus ojos. Quizás humor.

̶ Necesito la tierra, sívamet, no un sofá. ̶ Apartó la mano de su cabello y


luego tuvo su peso. Todo su peso, todo ello. Era extremadamente
pesado, cayendo contra ella, de modo que casi cayó. Se dio cuenta de
que estaba fuera. Había cerrado su corazón y sus pulmones para
preservar la sangre que tenía en su cuerpo, impidiéndole salir o rociar
el suelo alrededor de ellos.

Ella se sentó por un momento, con la cabeza en su regazo, sus dedos


acariciando su pelo. Era grueso y largo como el suyo, cayendo a su
cintura. Había algunos lugares que se sentía suave, pero sobre todo
estaba pegajoso con sangre. Ella suspiró. Al menos no estaba muerto.
Los niños estaban a salvo. Podía ver sus heridas y luego averiguaría
sobre Genevieve y los demás.

Él está muerto. Esos niños están muertos. Tu amiga Blaze está muerta. Voy a
quemar ese lugar hasta el suelo.

La vil voz llenó su mente y con ella se produjo el dolor, que ardía en
sus venas como si los terribles parásitos que había puesto en su cuerpo
estuvieran decididos a castigarla por él. En lo profundo de su vientre,
escuchó los gritos de dolor, de miedo, y apretó ambas manos sobre su
estómago revuelto, deseando poder volver atrás.

Bookeater
Dark Legacy
¿Pero qué habría hecho ella? ¿Permitir que las marionetas que comían
carne devoraran a Liv viva? Las lágrimas ardían de nuevo y ella estaba
enferma de llorar. Había tomado una decisión y tenía que soportar las
consecuencias. Ella. Nadie más.

Su mirada cayó sobre el hombre que estaba tan quieto en su piso. Ella
se movió, levantando la cabeza para poder ponerla más plenamente en
su regazo. Ella sabía que él no lo sabía y eso la hizo audaz. Se sentó en
el suelo con él durante más tiempo de lo que debería.

̶ ¡Emeline! ¡Desbloquea la puerta, Em! ̶ Llamó Blaze. ̶ ¿Estás bien? Abre


la puerta.

Emeline respiró hondo. Blaze McGuire era su mejor amiga. Tal vez su
única amiga real. Se parecían más a hermanas y, sin embargo, tenía
tanto miedo de permitir que Blaze entrara. Ella era la compañera de
Maksim Volkov, copropietaria de los clubes nocturnos con Tariq
Asenguard. Blaze había sido humana, pero ahora estaba
completamente en el mundo de los Cárpatos.

̶ Emeline, te juro que, si no abres esta puerta, la voy a romper.

̶ Eres Cárpatos, mujer loca ̶ observó Emeline, colocando suavemente la


cabeza de Dragomir en el suelo para poder apartarse de debajo de él. ̶
Eso significa no entrar sin ser invitada.

̶ Soy tu mejor amiga. Prácticamente tú hermana. Invítame para que


pueda derribar la puerta.

Bookeater
Dark Legacy
A pesar de todo, Emeline sonrió. Blaze también lo hacía. Ella rompería
la puerta en un abrir y cerrar de ojos si pensaba que Emeline estaba en
problemas.

̶ Lo saben ̶ susurró en voz baja. ̶ Oh, Dios, ellos saben y me van a echar
de aquí. ¿Qué voy a hacer? ̶ Las lágrimas le corrían por la cara. Quería
detenerlas, estaba harta de llorar, pero no tenía solución. Todo este
tiempo y ella todavía no tenía idea de qué hacer. No podía quedarse.
Ella no podía irse. Sus lágrimas cayeron sobre el rostro de Dragomir y
ella las quitó suavemente.

La mano de Dragomir se movió, acercándose a la suya,


sorprendiéndola. Por todos lo sucedido, debería haber estado
completamente dormido, muerto al mundo.

̶ No estás sola. ̶ Sus dedos se posaron alrededor de su muñeca


ligeramente, como un brazalete. Ella le apartó la mano, con el corazón
acelerado. ¿Podía Blaze, la única persona con la que contaba para
ayudarla, traicionarla?

̶ ¿Quién está contigo? ̶ Su voz tembló.

No había manera de evitar que el miedo brillara por la habitación.

Los ojos de Dragomir se abrieron. Por un momento, vio dolor grabado


en su rostro. Tomó una profunda y temblorosa respiración y volvió a
ser inexpresivo.

̶ Ve a la otra habitación y cierra la puerta. Yo me encargaré de esto.

Bookeater
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̶ He traído a un curandero conmigo, ̶ llamó Blaze. ̶ Todo el mundo
puede sentir la necesidad de Dragomir.

El alivio fue tan tremendo que por un momento ella no se dio cuenta
de la implicación. Entonces la golpeó. Las lesiones de Dragomir eran
tan severas que otros Cárpatos podían sentirlas.

̶ Ponte a dormir. Los dejaré entrar.

La atrapó antes de que pudiera levantarse. ̶ Ve a la otra habitación. Los


dejaré entrar.

Su corazón saltó un latido y luego se convirtió en un tambor.


Experimentaba el miedo.

̶ Dragomir...

̶ Haz lo que te digo, mujer. Tienes secretos. Un sanador los descubrirá.


Este sanador los descubrirá. Ve ahora.

̶ ¿Por qué haces esto por mí?

Le tocó el pelo. ̶ Hermoso color, ̶ susurró.

Su cabello era un desorden salvaje. Enredos. Quería un cepillo


inmediatamente.

̶ Ve ̶ dijo. ̶ No los dejaré acercársete.

Ella le creyó. Estaba herido más allá de la imaginación, pero había


derramado acero en su voz y ella sabía que haría exactamente como él
dijo que lo haría. ¿Todo porque le gustaba el color de su pelo? Apenas.
Era porque era un buen hombre. El mejor. Él se había nombrado su
escudo y se mantuvo en ese curso no importaba qué. Levantó la

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barbilla. Ajustó sus hombros. Era hora de enfrentar las consecuencias.
Eran suyos, no de este hombre.

̶ Los dejaré entrar. Tú ponte a dormir. Lo que él diga...

Dragomir se movió entonces, una ondulación fluida de puro poder. Se


levantó, se alzó sobre ella, bajando suavemente para ponerla de pie.

̶ Haz lo que te digo. ̶ Él la giró hacia el pasillo. ̶ Manténgase alejada del


sanador hasta que sepa que estás a salvo.

Era implacable, y no importaba lo que dijera, sin importar que por


primera vez estuviera dispuesta a ser expulsada del recinto, por él, él
no aceptaba su sacrificio. Iba a obligarla a aceptar el suyo. Su dedo se
deslizó por el sendero que sus lágrimas habían hecho en su rostro. Ella
sintió ese tacto como si se hubiera hundido en su piel e impresionado
directamente sobre sus huesos.

̶ Emeline.

Ella asintió con la cabeza, porque estaría allí todo el día, con sangre
que no podía permitirse perder. Ella se agachó bajo el brazo y se
dirigió hacia el primer dormitorio. Se paró en la puerta y lo vio
levantar la mano para saludar hacia la puerta principal, permitiéndole
abrirse. Blaze estaba enmarcada allí por un momento, su largo cabello
rojo se apartó de su rostro.

̶ Sólo se invita al sanador, ̶ dijo Dragomir con firmeza.

Bookeater
Dark Legacy
Blaze se apartó y un hombre entró en la casa. La respiración de
Emeline quedó atrapada en sus pulmones, atrapada hasta que se sintió
cruda con la necesidad de aire. No era particularmente alto, ni era bajo.
Pero el poder fluía a través de él, tanto que su cuerpo no podía
contenerlo todo y la energía lo rodeaba. Al igual que Dragomir, los
músculos ondulaban bajo su ropa. Su pelo era más largo que a la
manera de Cárpatos, pero desde sus hombros, retirado con un cordón
de cuero. Sus ojos le llamaron la atención. Eran de un azul
sorprendente, bordeados de plata líquida. Eran ojos que verían a través
de ella sus secretos. Ella estaba agradecida de haberse escondido como
una cobarde en su habitación. Esos ojos extraños barrieron a Dragomir
y luego pasaron junto a él, la mirada recorriendo el pasillo
directamente al dormitorio.

Emeline dio un paso atrás, segura de que no podía verla, pero todavía
inquieta.

̶ Eres el Cárpato que traicionó a Aleksei con su mujer ̶ observó


Dragomir. ̶ Antiguo, pero joven. No creo que nos hayamos conocido
formalmente.

̶ No hubo ninguna traición, ̶ dijo el hombre, claramente indiferente a lo


que alguien pensara de él, ya entrando en la habitación. ̶ Siéntate antes
de que pierdas lo que queda de tu vida.

Dragomir vaciló. Era la primera vez que lo hacía y ella instintivamente


sabía que no quería estar en una posición vulnerable, que no le
permitiera protegerla. Ella silenciosamente le ordenó que hiciera lo que
el curandero le pedía.

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̶ Mi nombre es Gary. Soy un Daratrazanoff, pero nací humano. ̶ No
ofreció más información, y Emeline no tenía ni idea de lo que era ser
un Daratrazanoff, o cómo era importante, sólo que lo era.

Dragomir se acomodó en el suelo, pero giró su cuerpo para poder ver


la puerta, el pasillo y el sanador. Deseaba tener más armas con los
ardientes misiles. Al menos podría proteger a Dragomir si lo
necesitaba.

Gary se arrodilló a su lado y, sin preámbulo, permitió que su espíritu


abandonara su cuerpo y se trasladara al de Dragomir. Eso dejó al
sanador completamente vulnerable a un ataque. Blaze había explicado
el proceso a Emeline numerosas veces, de cómo los Cárpatos podían
dejar atrás todo ego, todo que ver con ellos y convertirse en pura
energía curativa. Algunos tenían fama de ser mucho más poderosos
que otros. Había oído rumores de que habían enviado a un curandero
extremadamente fuerte, uno que esperaban poder ayudará a curar
heridas psíquicas también.

Ella observó atentamente, vio las heridas en el cuerpo de Dragomir


remendarse de adentro hacia afuera, una tras otra. El tiempo pasó. No
tenía idea de cuánto, pero fue largo. Pasaron horas antes de que el
sanador reparara el daño al cuerpo del antiguo. Gary no se detuvo
hasta que las marcas de rastrillo en su rostro y pecho estuvieron
cerradas. Todavía estaban allí, líneas rojas para mostrar donde los
vampiros lo habían abierto, pero las terribles laceraciones y heridas
estaban cerradas. El sanador volvió a su cuerpo, pálido, débil y
claramente desorientado.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ambos necesitamos sangre, antigua.

Dragomir miró a Blaze. ̶ Necesita sangre. Te invito a darle sangre y


luego debes irte.

Blaze parecía herida, pero entró inmediatamente. Emeline la vio abrir


su muñeca con una uña larga y extender su brazo hacia el sanador. No
miró a Blaze pero estudió a Dragomir mientras se alimentaba.

Blaze miró alrededor de la habitación. ̶ ¿Emeline está bien?

̶ Sí.

̶ Ella es mi amiga.

̶ Entonces respeta sus deseos.

Emeline retorció los dedos, esperando. El sanador cortó cortésmente la


herida en la muñeca de Blaze, todavía sin mirarla, y ofreció sangre de
su propia muñeca a Dragomir.

̶ ¿Quién eres tú para ella? ̶ preguntó Blaze.

̶ Ella está bajo mi protección ̶ dijo Dragomir y tomó la muñeca que le


ofrecía el curandero.

Emeline tenía el aliento atrapado en su garganta. Lo dijo con tanta


sinceridad, como si su declaración no le diera el mundo. ¿Porque él
haría eso? ¿Por qué iba a decidir salvar a los niños en vez de ir tras
Vadim como él quería hacer, sólo porque ella se lo pidió? Los antiguos
raramente se molestaban con los humanos. Había visto suficiente de
ellos para durar toda su vida. Sobre todo, ignoraban a todo el mundo y
parecían vivir sólo para las batallas.

Bookeater
Dark Legacy
Pero salvaban vidas. Ella respetaba a los antiguos. Ella respetaba a los
Cárpatos. Pero la echarían en un abrir y cerrar de ojos si supieran lo
que era. ¿Quién era realmente?

El sanador le dio sangre a Dragomir, y luego Blaze suministró a Gary


una segunda vez antes de que el hombre hablara.

̶ Tienes que ponerte en el suelo curativo ̶ dijo Gary.

̶ Lo haré cuando esté listo, ̶ declaró Dragomir.

Gary abrió la boca, la cerró y sacudió la cabeza. ̶ No serás de utilidad


para ella si mueres. Aún no estás fuera del bosque. Tu reputación te
precedió aquí.

̶ No tengo ninguna duda de que estaré bien. Les doy las gracias a
ambos. ̶ Dragomir se puso de pie con la misma gracia que siempre se
movía y los condujo hacia la puerta. ̶ Dejaré saber a Emeline que
deseas visitarla, ̶ agregó.

Blaze inclinó la cabeza. ̶ Lo agradecería.

Cerró la puerta y se apoyó en ella. ̶ Es seguro, Emeline. Necesitamos


hablar.

Ella había estado temiendo este momento, pero sabía que tenía que
llegar.

Bookeater
Dark Legacy

̶ ¿Por qué no te metes en el suelo? ̶ Preguntó Emeline. ̶ Tienes que


curarte.

̶ Necesito saber por qué tienes tanto miedo todo el tiempo. Incluso
miedo de tu amiga ̶ dijo Dragomir, sin inflexión alguna en su voz, pero
se estremeció, consciente, sin saber cómo, que, si Blaze había hecho
algo para asustarla, no tenía ningún problema en quitar a Blaze y
Maksim de su existencia. Se había nombrado su campeón y lo seria,
aunque eso significara ponerlo en desacuerdo con todos los Cárpatos.

Ella sacudió su cabeza. ̶ Blaze nunca haría nada que me hiciera daño. ̶
Pero ella ya no lo sabía. No podía estar segura.

̶ Emeline. Tengo una necesidad, no un deseo, de saber por qué tienes


miedo todo el tiempo. ̶ Una vez más, no había inflexión, pero su
mirada estaba muy enfocada. ̶ Hay una diferencia y esta no es una
pregunta ociosa.

De alguna manera, era más fácil porque su voz era tan suave, casi
suave, como si no la juzgara. Se dejó caer en la silla junto a la ventana.
Estaba agotada y lo estaría aún más.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Si te digo la verdad, querrás que me echen del recinto. Y Vadim me
llevará. Este es el único lugar seguro que tengo. ̶ La verdad salió a toda
prisa.

̶ Tú estás bajo mi protección, mujer. No doy eso a la ligera. No lo retiro


sólo porque las circunstancias sean difíciles.

Ella le creyó. Él era...extraordinario. Podría sonar arrogante y parecerlo


aún más, pero era un hombre inusual y merecía la verdad. Tenía que
saber a quién se había comprometido a proteger. No quería decírselo.
No quería que él la mirara con desprecio. Ella no lo culparía, pero no
quería verlo en sus ojos. En tan poco tiempo, ella se sentía como si lo
conociera más de lo que jamás había conocido, o confiado en alguien.
Eso en sí era extraño. No confiaba en muchas personas.

̶ Soy la compañera de Vadim. ̶ Ella lo dijo. En voz alta. Sintiéndose


enferma, disgustada. Ella no podía apartar la mirada de él, esperando
la condena.

Dragomir la miró durante largo rato. ̶ Mujer, estás loca ̶ le entregó lo


que él debió pensar que era una leve sonrisa, sacudiendo la cabeza
como si le divirtiera. Su sonrisa era una curva muy indistinta de su
labio inferior.

Ella parpadeó. Había esperado todo tipo de reacciones, pero no era una
de ellas. Ella intentó fruncir el ceño. Ella nunca había sido
particularmente buena en fruncir el ceño, pero hasta hace poco,
tampoco había sido buena en llorar, y ahora era un grifo que no
parecía poder apagarse. ̶ Te acabo de decir que soy la compañera de
Vadim, y me estás diciendo que estoy loca. ¿Sabes lo difícil que fue
admitirlo?

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Qué sabes de ser compañeros?

Deseaba que hiciera algo. Se quedó apoyado contra la puerta, parecía


demasiado pálido, y se le ocurrió que el sanador no se habría
molestado en discutir con él. Gary Daratrazanoff le había dicho que
necesitaba ir al suelo, un comentario innecesario, a menos que el
curandero lo dirigiera hacia ella. Esperaba que ella convenciera a
Dragomir de ir al suelo. Ella no pudo convencerlo de la verdad, y
mucho menos de algo que era bueno para él.

̶ Blaze me dijo que cuando un hombre de los Cárpatos nace, su alma


está dividida y la otra mitad es puesta en la custodia de su compañera.
Ella nacerá una y otra vez si no la encuentra.

̶ Y sabiendo esto, te das cuenta de que sólo puede haber una


compañera. El alma encaja cuando las palabras rituales son
pronunciadas por el hombre.

̶ Sí, esa es mi comprensión.

̶ Entonces, si te dijera las palabras rituales, no funcionarán.

Ella asintió.

̶ ¿Te las dijo Vadim? ̶ Parecía tan invencible de pie allí, pero ella podía
ver que estaba agotado. Se dirigió al extremo del sofá y lo palmeó.

̶ Por favor, ven y siéntate.

̶ ¿Vadim te ha dicho las palabras rituales?

Bookeater
Dark Legacy
Su mano se deslizó a la defensiva hasta su garganta. ̶ Dijo... hizo...
cosas horribles. No recuerdo las palabras que me dijo. Yo luché contra
él. Todo lo que hizo me lastimo. ̶ Apenas podía decirle eso, su voz era
un susurro de horror.

Algo parpadeó en su rostro, pero la expresión era tan fugaz que no


pudo captarla. ̶ Es imposible que Vadim sea tu compañero, no importa
lo que dijo o hizo.

Ella sacudió su cabeza. ̶ Sé que lo es. ̶ Ella estaba tan avergonzada.


Blaze y Charlotte tenían hombres maravillosos. Su compañero era uno
de los peores vampiros en la historia del mundo de los Cárpatos.
Había hecho cosas terribles, matado a innumerables hombres y
mujeres. Niños muertos. Alimentaba con los niños vivos a sus títeres.
Era la peor pesadilla existente en la tierra en forma de monstruo, y ella
era su otra mitad.

̶ Eres mi compañera, Emeline. ̶ Él proclamó suavemente, pero el voto


llegando, resonando profundamente dentro de ella.

Ella jadeó. ̶ No. No te atrevas a sacrificarte por mí o pensar que eso


evitará que todo el mundo me eche fuera. No. Le voy a contar a Tariq.
Sólo necesitaba tiempo para llegar a un acuerdo con tener que dejar la
protección de este lugar. Ya he puesto a esos niños en peligro...

Se enderezó desde donde había estado apoyado perezosamente en la


puerta. Un movimiento rápido, casi brutal. La feroz ira imprimió una
agresión pura en su rostro.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Esos niños te pusieron en peligro a ti y a todas las demás personas que
viven en este recinto. Están mimados y carecen de disciplina. Tendré
una palabra con Tariq sobre ellos, pero eso es para otra ocasión.

̶ Esos niños son víctimas.

̶ Vadim casi te recapturó ̶ interrumpió. ̶ Si pensabas que tu vida fue un


infierno la primera vez, llegarías a saber que ni siquiera estuviste cerca.

Ella se estremeció. ̶ Estoy dispuesta a confesar a Tariq. No quiero que


nadie sufra por mi culpa. Gracias por defenderme y por el hecho de
que estás tan dispuesto a continuar haciéndolo, incluso diciéndole a los
otros que eres mi compañero. Lo aprecio más de lo que puedo decir,
pero...

̶ Así que no tienes ninguna objeción si intento atarte conmigo con las
palabras rituales. Mi alma a la tuya, entendiendo que no puede
funcionar si no somos compañeros verdaderos. Con la plena
comprensión de que, si funcionaba, estarías atada a mí por toda la
eternidad.

Volvió a palmear el sofá. ̶ Si te acuestas aquí mismo y descansas,


entonces puedes decirme las palabras y ver por ti mismo que no
funcionarán.

̶ Tu cabello es negro. Un verdadero negro. Ningún Cárpato puede ver


un verdadero negro una vez que está más allá de sus doscientos años.
En mi caso, fue incluso antes de eso. Sólo veré color si estoy en
presencia de mi compañero y escucho su voz.

Bookeater
Dark Legacy
Estaba muy consciente de su pelo enredado, y parecía un poco
obsesionado con su cabello. ̶ Creo que estás sobreexcitado. Por favor,
ven y siéntate. El sanador dejó claro que debes estar en el suelo. Sé que
no podrían haberte dado suficiente sangre, y no puedo darte la mía
porque mi sangre está... contaminada. ̶ Fue la sangre de Vadim
mezclada con la de los Cárpatos, la que la había mantenido presa
durante mucho tiempo. La sangre de Vadim ardía y sus parásitos se
extendían por su cuerpo, quemándola y torturándola, tratando de
forzar su obediencia a su amo. No iba a compartir su sangre con él.

Le arqueó la ceja. ̶ ¿Sobreexcitado? ̶ repitió la palabra lentamente como


si nunca la hubiese oído antes. ̶ Mujer, un cazador de los Cárpatos no
puede ser exagerado. Sólo quiero darte todas las oportunidades
posibles para decir que no quieres que te obligue a mí. Sé que eres mi
compañera. Soy un antiguo, y no siempre entiendo tu mundo moderno
o la forma en que las mujeres actúan hacia sus hombres. Creo que es
mi deber y privilegio, mi honor, hacerte feliz, pero no estoy seguro de
que sea capaz de hacerlo cuando creo firmemente que mi mujer debe
seguirme a donde vaya.

Volvió a palmear el sofá. No iba a decir que pensaba que estaba


delirando encima de todo lo demás. Necesitaba sangre y estaba
obviamente agotado. Se había nombrado su guardián y protector, pero
era terco como el infierno. ¿Su deber, privilegio y honor protegerla?
¿Incluso sabiendo que era la compañera de Vadim? Cambió de táctica.

̶ Dragomir, por favor, ven y acuéstate en el sofá. Sólo por unos


minutos. Si necesitas matar dragones por mí, puedes hacerlo más
tarde. Aunque amo a esos dragones. Desde que los niños los tuvieron,

Bookeater
Dark Legacy
secretamente quería uno. Me encanta la idea de tener la libertad de
volar en el cielo. ̶ Ella alisó su palma sobre los cojines. ̶ Por favor.

Su mirada se deslizó por su rostro. Sus ojos eran de un ámbar extraño


la mayor parte del tiempo, pero justo entonces, eran oro puro.
Ardiente, oro fundido enmarcados con pestañas negras que eran
demasiado largas para que un hombre las tuviera. Cruzó la habitación
hasta el sofá y le tomó la palabra, sorprendiéndola extendiéndose, con
la cabeza en su regazo. Su aliento le atravesó la garganta. Una cosa era
tener la cabeza apoyada en sus muslos cuando estaba dormido, otra
cuando estaba despierto. Se sentía...íntimo.

̶ Por supuesto que no eres la compañera de Vadim, Emeline ̶ dijo,


cerrando los ojos como si estuviera tan cansado que no pudiera
mantenerlos abiertos un momento más. ̶ Eres mía.

Su corazón tartamudeó ante su proclamación. Por primera vez, hubo


un mordisco en su voz, como si nadie tuviera que tratar de quitársela.
Quería la fantasía. A este hombre. Uno que la querría cuando parecía
una bruja de una película de terror. Uno decidido a salvar a la
compañera de un vampiro maestro conspirando para hacerse con el
mundo.

El sanador había limpiado la sangre de él y reparado su ropa, pero


incluso con las horas de trabajo, Dragomir todavía parecía como si
hubiera estado en una batalla épica. No pudo evitar retorcer el pelo
que caía alrededor de su rostro.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ojalá fuera cierto, Dragomir, pero ambos sabemos que no lo es. Yo lo
sabría. Sueño con cosas que suceden. Lo sé. ̶ Ella sabía que no podía
tener un hombre como él, como Dragomir, alguien con valor e
integridad. Estaba perdida para ese mundo. Perdida para cualquier
mundo donde había un buen hombre.

Inclinó la cabeza y abrió los ojos. Su corazón se sacudió. El puro oro


líquido le quemo. ̶ No quiero que estés disgustada cuando el ritual
funcione y estés unida a mí. Te estoy dando una advertencia justa. Sé
que unirte a mí funcionará.

̶ Sería un honor para mí ser tu compañera, Dragomir, ̶ dijo ella, siendo


sincera. ̶ Gracias por salvar a los niños. Y a mí. ̶ Ante lo último se
tambaleó un poco. La había protegido de Vadim. Eso valía todo para
ella. Mirarlo luchar por ellos, por ella y por los niños, doblando sus
hombros y de espaldas para proteger a los dos más jóvenes de los
horribles hilos ardientes que caían del cielo había sido tan humillante.
Era el hombre más valiente que había conocido. Ella era una extraña
para él y sabía que los antiguos rara vez se asociaban con los seres
humanos, sin embargo, él había sido el que vino por ella. Para salvarla.

Su mirada sin pestañear buscó en su rostro como si estuviera buscando


trampas ocultas. ̶ Te avio päläfertiilam. Tú eres mi compañera. ̶
Levantó la mano y tomó la de ella, presionándola contra su pecho,
justo sobre su corazón. Sus dedos comenzaron a moverse en caricias
lentas sobre su piel desnuda. ̶ Éntölam kuulua, avio päläfertiilam. Te
afirmo como mi compañera.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline sintió un escalofrío a través de ella. Su cuerpo se sentía
caliente en comparación con el suyo. Eso la preocupaba. Sabía que
necesitaba estar en el suelo curativo, y el hecho de que se negara a
hacerlo lo ponía ansiosa más allá de su comprensión.

̶ Dragomir, ̶ ella susurró su nombre. Temiendo por él. ̶ Por favor, haz lo
que te pidió el sanador.

̶ Shh...Escucha las palabras que te digo. Primero, en mi lengua, el


idioma antiguo de mi pueblo, y luego en tu lenguaje para que
entiendas la enormidad de los votos sagrados que te estoy diciendo.
Estoy atándonos juntos. Dándote mi corazón, mi alma y mi cuerpo.
Tomaré en mí guardar su corazón, alma y cuerpo. Estarás a salvo
conmigo.

Sus dedos se apretaron alrededor de los suyos, su pulgar seguía


moviéndose hasta que ella sintió que la caricia iba a través de su piel
directamente a su corazón. Tuvo un efecto en ella que no entendía.
Cuando hablaba su lengua, su voz era profunda, el timbre
comandante, vibrando a través de su cuerpo como si estuviera tocando
acordes en ella que ya estaban pre ordenados y sintonizados
inmediatamente a esa frecuencia. Vinculándose con él. Ella era tan
susceptible. Quería que todas las cosas que decía fueran ciertas, pero
sabía que era imposible.

̶ Ted kuuluak, kacad, kojed. Te pertenezco. Élidamet andam. Te ofrezco


mi vida por ti.

Bookeater
Dark Legacy
Las lágrimas brotaron de nuevo. Las palabras eran tan hermosas. No
podía hacer eso, por supuesto, pero comprendió por qué Blaze estaba
tan enamorada de Maksim. Dragomir llevó su mano a su boca, sus
labios moviéndose sobre el centro de su palma mientras él seguía
declarando sus votos a ella.

̶ Pesāmet andam. Te doy mi protección.

Él ya le había dado su protección, y estaba tan destrozado, su cuerpo


destrozado, sin embargo, se negaba a cuidar de sí mismo, se negaba a
entrar en la tierra curativa como debería. Ella sintió que las palabras
pasaban por su piel, sus labios rozando el centro de su palma, de modo
que su voto se hundió en sus venas. Su sangre las llevó directamente a
su corazón.

̶ Uskolfertiilamet andam. Te doy mi lealtad. Sívamet andam. Te doy mi


corazón. Sielamet andam. Te doy mi alma.

No pudo detener las lágrimas que le corrían por la cara. Su garganta se


sentía cruda. Sus pulmones ardían por el aire. ¿Qué hombre podría dar
a una mujer tal voto y decirlo? Podía oír absoluta honestidad en su
voz. Ella lo deseaba para sí misma con cada respiración que tomaba,
pero él merecía mucho más. Ella era un desastre. Un desastre terrible y
caliente. Un hombre como Dragomir no tenía nada que hacer con ella,
aunque sólo fuera en su mente.

̶ Ainamet andam. Te doy mi cuerpo. Sívamet kuuluak kaik että a ted.


Tengo en cuenta lo mismo que es tuyo.

Bookeater
Dark Legacy
Ese labio inferior se curvó de nuevo en su casi sonrisa, y ella no pudo
evitarlo, tuvo que tocarlo con la almohadilla de su dedo. Una ligera
caricia. La compulsión era tan fuerte que no pudo detener ese pequeño
golpe, pero su mirada saltó a la suya y cayó en todo ese oro ardiente y
caliente.

̶ Tienes un cuerpo hermoso, sívamet, y, aunque el mío está un poco


destrozado ahora mismo, te aseguro que te cuidaré bien. Todo el
tiempo.

Su corazón dio un vuelco y luego comenzó a galopar. ¿Qué estaba


pensando sentada aquí con este hombre decente y honorable? Hizo un
movimiento para deslizarse fuera de debajo de él, pensando en correr,
para evitar que supiera lo peor. Pensaba que sabía lo peor, pero no lo
hacía.

Dragomir rodó sobre su costado y sujetó su brazo alrededor de sus


muslos. ̶ Quédate quieta. Escúchame, Emeline. Cada palabra se te debe
decir.

Ella sacudió su cabeza. ̶ No lo hagas. No lo hagas, Dragomir. No


porque no quiera que sea cierto. Lo hago.

Cada parte de mí está diciendo que este es el momento más hermoso


de mi vida, pero no puedes pensar en tirar tu vida. No te dejaré. Está
Genevieve... ̶ se interrumpió. Ella querría matar a Genevieve si la mujer
se acercaba a Dragomir. Ese conocimiento la conmocionó. Ya, sólo
porque había dicho sus votos como si realmente se pertenecieran, ella
lo quería tan mal que una parte de ella estaba creyendo que él era
suyo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ainaak olenszal sívambin. Su vida será apreciada por mí para
siempre. Te élidet ainaak pide minan. Tu vida estará por encima de la
mía por siempre. Te avio päläfertiilam. Eres mi compañera. ̶ Su pulgar
se deslizó por las huellas de sus lágrimas. ̶ ¿Me has entendido,
Emeline? Eres mi compañera, no Genevieve. Ninguna otra mujer
puede serlo. Sólo estas tú para mí.

Respiró hondo y lo dejó escapar. No iba a disuadirle, y necesitaba


desesperadamente ir al suelo y curarse. Si ella no estaba de acuerdo
con él, le diría lo que pensaba que quería oír, y se quedaría allí hasta
que saliera el sol. Ella le dio una suave caricia en el pelo. Aquella
hermosa cabeza de sal y pimienta que fluía como una cascada hasta su
cintura. Nunca le había gustado el cabello largo en un hombre, pero
eso no le quitaba su feroz personaje de guerrero. Tampoco sus largas
pestañas o aquel labio inferior que estaba empezando a mirar.

̶ Todo bien. Está hecho. Ahora, realmente, tienes que entrar en la tierra
y dejar que te cure.

̶ Casi. Ainaak sívamet jutta oleny. Tú estás ligada a mí por toda la


eternidad. Ainaak hasd vigyázak. Siempre estarás a mi cuidado. Él le
dio la mano y le pasó los labios por los nudillos.

El gesto era pura intimidad, enviando olas de calor a través de su


cuerpo. Su corazón parecía haber encontrado el ritmo del suyo. Cuanto
más tiempo pasaba en compañía de Dragomir, más caía bajo su
hechizo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ahora, ¿quieres ir al suelo? ̶ Ella necesitaba que él lo hiciera. En ese
mismo momento, tenía la intención de encontrar a Blaze y Maksim y
decirles la verdad. Tenía que salvar a Dragomir de sí mismo.

̶ No hasta que quite los parásitos de tu sangre.

̶ Después. Esta noche. Eso no te da mucho tiempo para curarte.

Ella mantuvo su voz baja y calmante, porque más que su siguiente


aliento, ella necesitaba cuidar de Dragomir. Ella no lo quería fuera de
su vista, pero tenía que sanar adecuadamente. El sanador lo había
dejado claro. Y en el infierno no había manera de que Vadim lo tocara
con sus repugnantes parásitos. Estaba decidida a proteger a Dragomir.
Era lo menos que podía hacer después de lo que había hecho por ella.
La había hecho volverse a sentir humana, hermosa y digna.

̶ ¿Puedes ir a tierra bajo mi casa, así sé que estás cerca? ̶ No tenía ni idea
de por qué la idea de que él la abandonara la hacía sentirse ansiosa e
incluso desesperada, pero necesitaba asegurarse de que estaba vivo y
bien.

̶ Voy a quitar los parásitos de tu cuerpo y te curaré. Tomé la sangre de


Daratrazanoff dos veces para tener la fuerza. Era imperativo que yo
viviera para poder asegurarme de que no hay rastro del ataque de
Vadim. Voy a quitar sus parásitos y cualquier forma posible de que
pueda contactar contigo.

Le cogió el pelo largo en la mano y se inclinó sobre él, enterrando su


rostro en la espesa masa. Todo el tiempo, cuando había estado tan
herido y destrozado, no había estado pensando en sí mismo ni en su
dolor, ni siquiera si iba a vivir o morir; había estado pensando en ella.

Bookeater
Dark Legacy
Vivir para ella. Podría amar a este hombre. Ella realmente podía. Pero
ella no sobrevivía por sí misma.

Emeline se enderezó y forzó sus dedos a abrirse para que su pelo se


deslizara de su palma. ̶ Ve a tierra, Dragomir. Tengo cosas que hacer
ahora. Cosas importantes. ̶ Como una maleta, sacar cada centavo que
había escondido de su escondite y correr antes de que se pusiera el sol
al día siguiente. ̶ No quiero que quites los parásitos de mi sangre, no
hasta que hayas pasado al menos un día entero en el suelo. Lo digo en
serio.

̶ No estoy acostumbrado a que las mujeres crean que pueden dar


órdenes a sus hombres. No te equivoques, sívamet, yo soy tu hombre.
Tu... ̶ Frunció el ceño, apoyando la cabeza con una mano mientras
trataba de recordar la palabra correcta. ̶ Esposo. Marido.

Estamos casados. Nuestras almas están completas. No puedo ir a la


tierra cuando mi mujer está sufriendo, y tú estás... ̶ Se interrumpió de
nuevo, su mirada buscando en la habitación y en el pasillo. ̶ ¿Quién
más está aquí?

Se puso rígida y trató de deslizarse del sofá. Su brazo mantuvo los


muslos en su sitio, impidiéndole escapar. ̶ Nadie ̶ su voz era pequeña.
Demasiado pequeña.

Su mirada saltó a su cara. Aquellos ojos dorados se negaron a permitir


que ella apartara la vista. ̶ Oigo un latido del corazón. No es mío. No es
tuyo. Rápido. Galopando. Pensé que uno de los niños, pero es más
rápido, fuera de ritmo. ̶ Frunció el ceño. ̶ Doloroso. Como si algo
estuviera apretando el corazón.

Bookeater
Dark Legacy
Sus ojos dejaron los de ella y empezaron a bajar. Sus labios. Su barbilla.
Su garganta. Sus pechos. Contuvo la respiración mientras su mirada
especulativa cayó sobre su estómago. No había manera de que pudiera
detener el gesto involuntario, cubrió su vientre con su mano
protectora.

Dragomir se incorporó lentamente. Destacándose. Atravesó la


habitación con la gracia de un león. Se volvió y caminó hacia ella, como
si fuera una presa. Aterrorizada, levantó una mano, una lúgubre
defensa contra él mientras se levantaba con la histérica idea de salir de
la casa.

̶ Köd alte hän. ̶ Las palabras guturales salieron como una maldición. Él
se alzó sobre ella. Cerca. Sus cuerpos casi se tocaban. ̶ Dime. ̶ Fue una
orden, nada menos. ̶ Siéntate en la silla de allí. ̶ Él indicó el asiento más
cómodo en su casa con un tirón de su barbilla. ̶ Cuéntame todo. Todo.
No dejes un solo detalle.

Ella sacudió su cabeza. Las lágrimas ardían detrás de sus ojos. De la


interminable e inútil fuente que no parecía apagarse. Había vivido sin
esperanza durante tanto tiempo, semanas de dolor y tormento,
temerosa de dormir, incapaz de comer, aterrorizada de que alguien
descubriera su secreto y la obligara a abandonar la seguridad del
recinto.

̶ Sívamet ̶ su voz se suavizó en un pincel de terciopelo, un golpe que


sintió sobre su piel. Él tomó su cara en sus manos. Tenía las manos
grandes y la rodeaba con su fuerza. ̶ Yo soy tu compañero. Es mi deber
y mi privilegio velar por su felicidad. Debes darme los detalles. Todos

Bookeater
Dark Legacy
ellos. Debes decirme lo que quieras. La verdad de lo que quieres. No
puedo hacer lo que es mejor para nosotros hasta que sepa estas cosas.

̶ No puedes ayudarme. Nadie puede ayudarme. ̶ Estaba tan


malditamente cansada de sentir lástima por ella misma, pero lo último
que quería era atrapar a Dragomir en su lío. No había salida para ella.
Lo sabía porque había tenido semanas para tratar de encontrar una. ̶
Eres como un hermoso caballero blanco del cine, montado en tu
caballo, o en este caso quizás en un dragón para salvar a la damisela en
peligro. Créeme, sé que, si alguien pudiera hacerlo, serias tú, pero no
hay una solución con la que pueda vivir.

̶ Hay maneras de quitarlo. ̶ Otra vez, su voz era suave y no había juicio
de ningún tipo. No estaba tratando de persuadirla de un modo u otro,
simplemente estaba expresando lo que ya sabía.

̶ Por supuesto, mi primer pensamiento fue que tenía que deshacerme


de él. ¿Un niño de la más vil criatura sobre la faz de la tierra? No había
duda. No podía soportar la idea de que creciera dentro de mí un
monstruo con garras listas para desgarrarme desde el interior. El dolor
era tan insoportable. Me aterraba lo que sería, lo horrible que Vadim
había conjurado y puesto dentro de mí. Cada mala película de terror se
jugó en mi mente una y otra vez. ̶ Estaba temblando tanto que apenas
podía hablar.

Él se movió hacia ella y la tomó en sus brazos. Su cuerpo era grande,


fuerte; sus brazos le brindaban seguridad, una seguridad que no había
conocido en su vida. La protegió contra su corazón. Podía sentirlo
latiendo, fuerte y firme, igual que él. Se sentía invencible.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Eres el hombre más increíble ̶ susurró, impresionada por su reacción.

No le había gritado, ni la había acusado de traicionar a los que estaban


en el complejo, trayendo a un niño de Vadim a la única pequeña parte
del mundo segura para ellos. Simplemente le ordenó que le contara
todo para encontrar soluciones.

̶ Deja de llorar, sívamet. No estoy acostumbrada a lidiar con las


lágrimas de una mujer, y encuentro las tuyas, inquietante. Ya no estás
sola. ̶ La acompañó hasta el gran sillón, se hundió en él y la atrajo hacia
su regazo. ̶ Habla conmigo, Emeline.

Su voz era perfecta. Ese timbre profundo era difícil de ignorar, pero era
tan aterciopelada que suavizaba la orden. Él creó una intimidad a la
que no se pudo resistir. Ella sabía que era malo sentarse en su regazo,
permitir que se enredara más en su locura, pero ella no podía
detenerse. Tenía que decírselo a alguien y, por alguna razón, no podía
entender que alguien, el único que ella podría considerar, le estaba
preguntando en un momento en que todas sus defensas habían
desaparecido.

̶ Me decidí a deshacerme de él, pero luego le oí gritar. Llorando. Un


bebé con tanto dolor. Me di cuenta de que estaba en el dolor, sufriendo
al igual que yo lo hacía. Cuando no obedecí a Vadim y fui a él cuando
lo exigió, sus parásitos atacaron, no sólo a mí, sino también al bebé. La
torturó y ni siquiera se ha desarrollado plenamente. No casi. ̶ Presionó
su mano sobre su vientre y levantó la cabeza para mirarlo. ̶ ¿Cómo
puede hacer las cosas terribles que hace?

Bookeater
Dark Legacy
̶

Él es incapaz de sentir a menos que invoque una reacción


suficientemente fuerte en otro. Los vampiros se excitan altos si matan
mientras se alimentan. La sangre está atada con adrenalina. Pueden
tener ansias de alguien que siente terror o cualquier emoción fuerte.
Las emociones negativas son intensas. Si su títere come su presa con
vida, todos ellos se excitan. Torturar a un niño por nacer,
especialmente si te aflige, sería una emoción fuerte para él.

̶ ¿Incluso su propio hijo?

̶ No siente. No puede sentir ningún apego.

̶ Entonces, ¿por qué ir tan lejos para conseguir uno?

Sus dedos subieron hasta la nuca de su cuello en un esfuerzo por


aliviar la tensión de ella. ̶ Una herramienta. Él tiene algún plan en
mente y eso incluye a los niños en él. Vadim siempre fue
increíblemente inteligente. Todos los Malinov. Ha abrazado la
tecnología, y claramente los Cárpatos deben hacer lo mismo si
queremos sobrevivir en este mundo. Tiene un plan maestro.

Emeline apretó su frente contra su pecho, incapaz de mirarlo a los


ojos. ̶ Sé que está viva, consciente, y es inocente. Ella no quería lo que
pasó más que yo. Tengo que protegerla. No hay nadie más. No sé
cómo puede sobrevivir mucho más tiempo, no con él torturándola para
que vaya. Sé que, si los demás se enteran de ella, hay una posibilidad
muy grande de que quieran que deje el recinto, y tal vez con razón. No
sé cuánto control ganará Vadim sobre ella mientras crece. Sé que no
puedes entender...

Bookeater
Dark Legacy
̶ No estás pensando con claridad, sívamet. El bebé no sobrevivirá a su
tortura. Él lo sabe. A medida que crece, sus torturas empeorarán.
Eventualmente, a medida que crezca tu amor por el niño, él lo usará en
tu contra. Sabe que irás a él en un esfuerzo por salvar a tu hija.

Eso era cierto. Sabiendo que terminaría en las manos de un vampiro


maestro, ella todavía había ido a la ciudad subterránea para salvar a
los niños que no conocía. Extraños. Lo único que tenía en común con
ellos era que eran niños de la calle como lo había sido ella. No había
podido detenerse. Vadim la conocía mejor de lo que ella misma lo
hacía. Ya los lúgubres gritos del bebé día y noche, resonando en su
mente, la afectaban. Ella ya había considerado y desechado la idea de
ceder e ir a él, pero a medida que el niño crecía, también lo haría la
conexión entre ellos. Si Vadim intensificaba su tortura, ¿qué otro
recurso tendría?

Ella gimió y negó con la cabeza en derrota. ̶ No sé qué hacer. Pensé en


acabar con ambas vidas. Todas esas mujeres en los túneles. Muertas.
Sus hijos no nacidos muertos. No quería ser así.

̶ Dime qué pasó. ̶ Su voz era tan suave que volvió su corazón. Ella
nunca había sido amable. Nunca. Había estado sin hogar. Ni siquiera
recordaba a su madre o a su padre, sólo a los parientes que la trataban
como una carga. Nunca suaves hasta este hombre.

Bookeater
Dark Legacy
Cerró los ojos y se inclinó sobre él, trató de hundirse en él, se convirtió
en parte de toda esa fuerza. Había intentado olvidarlo. Poner esos
minutos, ni siquiera una hora completa de su vida, detrás de una
sólida puerta de acero en su mente, pero ella no podía. Aquellos
segundos y minutos estaban tallados profundamente en su alma y
nunca se desvanecían. No se lo había contado a nadie, ni siquiera a
Blaze. Ella no podía. La idea de contarlo, revivirlo... Pero tenía que
hacerlo. Dragomir merecía saberlo. Él estaba unido a ella, llegando
incluso a creer que ella era su compañera, en su mayoría, estaba
segura, para que otros lo creyeran. La hacía sentirse mimada, sentada
en la silla, sobre su regazo, con los brazos sosteniéndola con seguridad,
como si pudiera mantenerla a salvo del mal.

̶ Vadim tenía varios otros con él. Eran tan horribles. Dientes tan
puntiagudos y manchados de sangre. Me clavaron las uñas en mis
brazos para sostenerme. No como las uñas regulares, sino esas largas y
gruesas garras como un oso grizzli. ̶ Se frotó los brazos, desde los
bíceps a las muñecas, sintiendo esas largas garras cavando en su carne,
hasta el hueso. El dolor había sido diferente a todo lo que había
experimentado. Las heridas profundas, ardientes, como si le vertieran
ácido en sus venas.

̶ Aun así, luché contra él. Seguí pensando que, si luchaba, alguien
podría venir. Alguien me ayudaría. ̶ El nudo en su garganta creció
hasta que pensó que podría ahogarse. ̶ Alguien me salvaría ̶ susurró,
recordando la desesperada sensación que había tenido cuando la
llevaron al suelo. ̶ Lo pateé duro, muy duro, y él solo me sonrió. ̶ Su
cuerpo tembló y ella presionó su frente a la suya. ̶ Estaba asustado.

Bookeater
Dark Legacy
Tan asustada. ̶ Su confesión salió en un susurro porque no podía hablar
por encima de ese mero hilo de sonido. No quería que Vadim estuviera
en la habitación con ellos.

̶ Ahora estás a salvo, sívamet. Estoy contigo, y no voy a ninguna parte. ̶


Le frotó la nuca y su cuello, su cuerpo de roca sólida, los brazos fuertes
cuando la rodeaban. ̶ ¿No te controló con su mente?

Otro temblor la sacudió. ̶ Él lo intentó. Pensé que estaba furioso cuando


no pudo, cuando seguí luchando contra él, pero él pareció complacido.
¿Por qué? ¿Por qué eso lo haría feliz? Trata ahora y cuando no puede,
está extremadamente enojado. No tiene sentido.

Enmarcó su rostro con las manos. ̶ Eres fuerte. Psíquicamente fuerte.


Necesitaba eso en un cuerpo de acogida. Te persiguió porque pudiste
resistir sus compulsiones. Ahora que tiene que readquirirte, no es un
activo para él. Él te quiere de vuelta y no puede forzarte.

Buscó en sus ojos. Aquellos extraños y dorados ojos...tan calientes que


ardían. Ella levantó las manos e intentó poner sus dedos alrededor de
sus gruesas muñecas. Ella sintió que su pulso latía bajo las
almohadillas de sus dedos. Fuerte. Estable. Así como él. Debería estar
muerto, o por lo menos estar inconsciente en el suelo, pero él la
mantenía cerca, como si le importara. Dándole una sensación de
seguridad en un mundo que ella sabía que no era seguro y que nunca
lo sería de nuevo.

̶ Me detuvieron apretándome al suelo con largas garras, casi como


picos de hielo mucho más gruesos. Estiraron mis piernas tan separadas
que pensé que las arrancarían y entonces me traspasaron los brazos y
las piernas, impulsando lo que parecían espigas a través de mis

Bookeater
Dark Legacy
músculos y huesos directamente en el suelo. Yo estaba rodeada por
ellos, muchos. ̶ El temblor era imposible de detener, y Dragomir tiró de
ella de nuevo cerca, sosteniéndola contra su pecho, sus brazos un
santuario. ̶ No sabía que nada pudiera lastimar así.

Él pasó su mano por su pelo, y ella deseó que ella lo hubiera peinado,
que los enredos se hubieran ido y ella fuera hermosa para él. Se
merecía alguien hermoso. Era un deseo extraño, cuando revivía los
peores momentos de su vida, pero la forma en que se sentía, esa mano
moviéndose a través de su pelo, le hacía querer lucir lo mejor posible
para él.

̶ Vadim se arrodilló, entre mis piernas, y yo pensé... ̶ Ella tocó con su


lengua su labio superior, su cerebro tratando de cerrarse para
protegerla. ̶ Él agarró mi cuerpo justo sobre mis ovarios, apretando,
presionando tan fuerte que sentía como si estuviera tratando de
empujar sus dedos a través de mi piel. Siguió haciendo masajes y
luego... ̶ Ella apartó la cara de él, soltando un sollozo. Se metió el puño
en la boca.

Inmediatamente presionó su cabeza en su pecho, su mano en la parte


posterior de su cráneo, los dedos en su cuero cabelludo, creando un
masaje relajante. ̶ No te pediría que revivieras este momento, Emeline,
si no importaba. Necesito saber lo que hizo. Puedo tomar estos
recuerdos de ti, o aliviarlos para hacer la carga más ligera, pero debo
saber. No lo pregunto por nada.

Bookeater
Dark Legacy
Dios. Era tan asombroso. Tan perfecto. Estaba desesperada por
protegerlo, pero no podía detener la compulsión de contarle toda la
historia vil. Era casi como si estuviera tomando parte del dolor, el
sufrimiento, sobre sus hombros y fuera de ella. Ella presionó su frente
en su pecho, mirando fijamente las hileras de músculos que su camisa
apretada revelaba. Concentrándose en ellos, y en la belleza de su
cuerpo, continuó.

̶ Se arrodilló entre mis piernas y mi ropa se fue repentinamente. Las


había quitado sin tocarlas. Ya me sentía tan vulnerable, y eso lo
empeoró aún más. Todos me miraban, sonriendo macabros. Puso su
mano en mí. ̶ Ella tartamudeó sobre eso, su corazón latiendo. Su boca
se secó. ̶ Dolió. Realmente, verdaderamente herida. Entonces sentí
como si estuviera moviéndose en mí, aceitoso y sucio, moviéndose a
través de mi cuerpo, pero él estaba arrodillado justo allí.

̶ ¿De la misma manera que lo hace un sanador? ¿Saliendo de su


cuerpo?

̶ Tal vez, pero el sanador dejó completamente su cuerpo. Podría decir


que Él era puro espíritu, pura energía. Vadim estaba todavía en su
propio cuerpo. ̶ De alguna manera hablando de ello con Dragomir de
manera tan natural, como si no le asqueara que Vadim hubiera tocado
su cuerpo tan íntimamente, de la forma en que la disgustó, la hizo
sentirse más fuerte.

̶ Él no arriesgaría su cuerpo a otros vampiros. No son un lote leal. No


podía arriesgarse. Emeline, estás siendo tan valiente por mí. Sé que
esto es difícil para ti, pero me ayuda a entenderlo.

Bookeater
Dark Legacy
Ella asintió, manteniendo la cabeza apretada contra él. Era su coraje. Él
le dio eso cuando había pasado mucho tiempo. ̶ De repente se puso
alegre y comenzó a gritar a los demás que ahora era el momento, que
se dieran prisa. Se apoderó de mi cuerpo tanto por dentro como por
fuera, y uno de los vampiros, uno al que llamó Sergey, le pasó a él esta
enorme aguja. El tubo tenía unas diez pulgadas de largo y estaba lleno
de un líquido oscuro. Yo sabía. Sabía exactamente lo que era. La aguja
era muy larga. La metió en mi piel, y ardió como el infierno. Entonces
comenzó a moverse como si estuviera buscando algo. Había tanto
dolor.

Cerró los ojos e inhaló, necesitando el olor de él en sus pulmones. La


llenó de fuerza. ̶ Parecía que tardaba una eternidad. Estaba tan
aterrorizada. Me sentí enferma por lo que hicieron. Tengo tanto miedo
de que le hayan hecho lo mismo a Amelia. Ella es sólo una niña
pequeña. Catorce o quince. Ella realmente no habla de eso y he tratado
de hacerla abrirse. Sé que algo terrible le ha pasado.

̶ Tenemos que concentrarnos en lo que te hizo. Ayudaremos a la chica


una vez que sepamos cómo. ¿Qué hizo Vadim después?

̶ Estaba sangrando por todas partes. Ellos...él... lamieron la sangre de


mi cuerpo y entre mis piernas. Fue horrible. Y entonces Vadim hundió
sus dientes en mi cuello. ̶ Ella levantó su mano y tocó las cicatrices allí. ̶
Él tomó tanto que estaba mareada y esperaba que me matara. Sabía
que no lo haría, pero pensé que accidentalmente podría ir demasiado
lejos. Estaba actuando tan loco, como si fuera la mejor sangre del
mundo... ̶ se interrumpió bruscamente.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Y entonces?

Ella sacudió su cabeza. Le había dicho lo peor. El peor absoluto. ̶ Me


obligó a tomar su sangre. Dijo que estaba atada con la antigua sangre
de los Cárpatos para hacer que el niño sobreviviera. Podía sentir los
parásitos moviéndose dentro de mí. Desde ese momento hasta este, no
puedo dormir ni comer, y me duele con cada respiración que tomo.

̶ No tiene sentido que no te haya dado un hijo varón. Yo pensaría que,


para su ego, él habría hecho tal cosa.

Ella se quedó en silencio un momento y luego se sentó y lo miró a los


ojos. ̶ Él pensó que sí. No es el único capaz de manipular el cuerpo
humano.

̶ ¿Has cambiado el sexo del bebé?

Emeline asintió lentamente. ̶ Sí, cambié el sexo fertilizando el óvulo con


cromosomas femeninos. No tenía forma de saberlo. Soñé tantas veces
lo que nos pasaría a todos en esos túneles. Sabía que Vadim me
violaría y me impregnaría. Quería un hijo varón; siempre estaba allí en
su mente cuando soñé con él.

̶ ¿Me estás diciendo que cuando tenías una aguja larga y dolorosa en ti
y estabas rodeada de vampiros, clavada en la tierra desnuda, tuviste la
consciencia suficiente para asegurarse de que el bebé era femenino?

Bookeater
Dark Legacy
Había temor y respeto en su voz. Se encogió de hombros. ̶ No sabía que
sería rescatada, pero pensé que, si podía salir de allí con ella, ella no
sería como él.

̶ Mujer, eres increíble.

La admiración de su voz la conmocionó. Esperaba la condenación, no


la alabanza. Una vez más, lágrimas estúpidas ardían detrás de sus ojos.
Dejó que la sostuviera, su oído contra su corazón para poder oír ese
ritmo estable y confiable.

̶ Necesitaré al sanador para que me ayude, pero debemos deshacernos


de los parásitos. Vadim no podrá hacerte daño a ti ni a la niña. En
cuanto a ella, debemos deshacernos de la sangre de Vadim. Eso es lo
que la está torturando. Tendré que examinarla, Emeline. No te voy a
decir una mentira. Si ella es mala, la destruiré. Si no lo es, vivirá y será
nuestra hija.

Bookeater
Dark Legacy

Dragomir le cortó el aliento. Emeline no sabía que había hombres


como él en el mundo. Instintivamente puso una mano protectora sobre
su vientre. Puso su mano sobre la suya.

̶ Sé esto, sívamet, este niño será mío. Tomaré la sangre de Vadim y la


cambiaré por la mía. Eventualmente, con el tiempo, ella será nuestra.
Mi hija y tuya. Mi sangre cambiará sus células, sus órganos,
remodelando y reparando cualquier daño. El curandero…

Ella sacudió su cabeza. ̶ Solo tú. Únicamente tú. Nadie más puede
acercarse a ella. Yo no confiaría en ellos para mantenerla a salvo. ̶ Sólo
el pensamiento de alguien tratando de hacerle daño a su hija después
de lo que el bebé había sufrido era suficiente para hacerla querer
correr.

̶ Esto no será fácil, Emeline. Necesitamos un toque delicado. El sanador


lo sabe. Lo mataré si él intenta hacerle daño. Él tiene la sangre de los
Daratrazanoffs corriendo en sus venas por lo que no será fácil, pero he
estado en la tierra mucho, mucho tiempo. Mi experiencia es...genial. ̶
Ella siguió sacudiendo la cabeza. Le agarró la barbilla y la sostuvo
firmemente, forzándola a encontrarse con esos ojos dorados. ̶ Emeline,
tú eres mi compañera.

Bookeater
Dark Legacy
Te dije el tipo de hombre con el que estás tratando. Esto es mejor para
ti y para nuestro hijo. Sé que tienes miedo, pero tienes que confiar en
mí para protegerlas a ambas y saber lo que necesitas.

̶ Podemos esperar ̶ dijo desesperada. ̶ No estás en tu fuerza completa.


Necesitas sangre. Necesitará sangre. Tenemos que esperar. Vadim me
ha dejado sola. Estaba enojado al principio, pero ahora está en silencio.
Ve a la tierra, Dragomir. ̶ No sabía qué haría. Sólo pensar en dejarlo, o
abandonarlo, de repente la estaba aterrorizando. Sin embargo, tenía
esa necesidad de asegurarse de que tenía todo lo que necesitaba para
sanar. No sabía cómo estaba despierto y alerta.

̶ Vadim te ha dejado sola porque sus heridas son muy severas. Le


tomará un tiempo sanar. Ahora es el momento para que hagamos esto
porque no tendremos que luchar contra él. Estará dormido en el suelo.

̶ Dónde tú deberías estar ̶ dijo ella, sintiéndose como un disco roto.

Le pasó el pulgar por el labio inferior y un millón de mariposas


tomaron alas en su estómago. De repente no pudo respirar. Él acarició
su labio de nuevo y ella quiso gemir. Los hombres la habían besado y
su cuerpo no había reaccionado. Estaba dolorida, sufriendo de dentro a
afuera con la sangre y los parásitos de un vampiro corriendo por sus
venas, haciéndola sentir impura y muy agotada, pero en el momento
en que la tocó con un gesto tan pequeño, su cuerpo cobró vida.

̶ Voy a convocarlo ahora.

Bookeater
Dark Legacy
Ella negó con la cabeza, pero no apartó la mirada de aquellos brillantes
ojos. Contuvo la respiración. Luchando para no llorar. Confiar en él, no
sólo con su vida, sino con la vida de su hija por nacer, un bebé que
nadie iba a querer. Pero yo sí, murmuró al bebé. No, nosotros. Te
queremos. Nos encargaremos de ti y te amaremos. Seguía mirando a los ojos
de Dragomir mientras asentía lentamente.

Su expresión cambió sutilmente. Sus labios se suavizaron. Lo mismo


hicieron sus ojos. ̶ Mi mujer es muy valiente. Aprecio ese rasgo en ti.
Gracias por darme tu confianza. No te decepcionaré.

̶ Tal vez deberías pedirle que traiga a Blaze. Si alguien nos ayudara,
sería ella. Puede volver a dar sangre.

̶ Hay incertidumbre en tu mente, Emeline. Puedo oírlo en tu voz.


Mataría a una mujer si fuera necesario, pero prefiero no hacerlo. Estás
en lo correcto. Necesitaremos un suministro de sangre.

¿Quizá si era su compañera? Él mataría por ella. Mataría por su hija.


Tenía la sensación de que estaba dispuesto a llamar a cualquier
número de antiguos que conociera para darles sangre. Y lo haría. Haría
lo que considerara mejor para ella. Había visto la forma en que los
demás hablaban de Vadim y de la posibilidad de que intentara traer
niños al mundo. Lo consideraban una abominación. Estaba
aterrorizada de que vieran a su hija de esa manera.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Podemos dejar que Blaze llegue primero, y si ella está de acuerdo con
todo, pregúntale qué piensa que Maksim hará o dirá y si podemos
pedirle que venga?

Él asintió lentamente. Tenía la sensación de que quería a uno de los


otros, pero no dijo nada más. Ella sintió la energía en la habitación
mientras las velas salían a la luz y una combinación de aromas
curativos llenaba el aire. Las luces se apagaron, hundiendo la
habitación en la oscuridad, de modo que las llamas rojas y naranjas
parpadearon como el único alivio. Las cortinas sobre sus ventanas eran
pesadas, bloqueando toda la luz de la casa. Lo había hecho
deliberadamente. Sus ojos ardían bajo el sol, y no quería que nadie la
viera claramente.

El golpe llegó casi de inmediato. Emeline respiró hondo, sus manos


fueron hacia su cabello. Antes de que ella pudiera pedir un minuto
para tratar de dominar los enredos, pasó sus manos por el largo, todo
el camino hasta los extremos, alisando y limpiando su pelo para que
brillara lustrosamente. Una ola de su mano le dio una larga y gruesa
trenza que le colgó por la espalda.

̶ ¿Eso está mejor?

Ella asintió. ̶ Gracias, realmente me molestaba.

̶ Necesito tomar una pequeña cantidad de tu sangre y darte la mía, sólo


para que tengamos la habilidad de hablar telepáticamente en un
camino que es íntimo entre nosotros dos.

Bookeater
Dark Legacy

Ella retrocedió al instante, casi arrojándose fuera de sus brazos.

̶ No. No con los parásitos en mi sangre. No. Absolutamente no. ̶ Haría


cualquier cosa para protegerlo. Cualquier cosa.

Él estudió su expresión durante mucho tiempo y luego asintió. ̶


Quédate aquí mientras lo dejo entrar. Mientras está en la casa, por
favor haz cualquier cosa que te pida sin discusión. Si digo que dejes la
casa, hazlo inmediatamente. Estaré en desventaja en una pelea si tengo
que preocuparme de donde estás. ̶ Él rozó sus labios sobre su mano
otra vez. ̶ ¿Lo entiendes?

̶ Si ̶ Y ella lo hacía. A ella no tenía que gustarle que él se pusiera en


peligro por ella, pero no iba a discutir con él. Bueno, al menos no
ganaría en ese argumento.

Él la puso muy suavemente sobre sus pies y se levantó, elevándose


sobre ella. Ella lo vio caminar hacia la puerta. No podía decir que él
hubiera estado en una batalla importante apenas horas antes y que les
hubiera tomado la mitad de la noche curarlo. El poder se aferraba a él
y mientras se movía, parecía estar distribuido por toda la habitación.
Las llamas ardían mientras caminaba junto a las velas, extendiéndose
hacia el techo y parpadeando brillantemente.

Dragomir resistió el impulso de mirar por encima de su hombro para


ver a su mujer. Su miedo era palpable. Quería tranquilizarla, serenarla,
pero no tenía ni idea de cómo reaccionaría el sanador a la niña en su
vientre. Su hija ahora. Su hija. Debería haber tomado sangre de
Emeline, pero él ya la había empujado muy lejos de su zona de confort,

Bookeater
Dark Legacy
y podía ver en su rostro que ella lucharía contra él. Era muy resistente
a la compulsión. El hechizo de sueño infantil no había funcionado en
absoluto en ella si no hubiera estado tan agotada.

Gary Daratrazanoff estaba en la puerta, Blaze un paso detrás de él.


Detrás de ella estaba Maksim, su compañero. No parecía feliz y
Dragomir no lo culpaba. Emeline no sería convocada en ninguna parte
sin que su compañero se asegurara de que estaba a salvo.

̶ Gracias por venir. Tenemos gran necesidad de un sanador. Gran


necesidad. Necesitaremos sangre. Una buena cantidad de ella. Maksim,
debo pedirle que espere afuera hasta que Emeline se comunique con
Blaze. Será difícil para ella.

Maksim y Blaze intercambiaron una larga mirada. Finalmente, asintió


con la cabeza. Dragomir dio un paso atrás para permitirle al sanador y
a Blaze la entrada. Blaze fue inmediatamente a Emeline y le tomó
ambas manos. Gary permaneció de pie junto a la puerta, esperando.
No parecía un hombre fácilmente agitado.

Emeline se humedeció los labios. ̶ No puedo volver a contarlo de


nuevo, Dragomir. Prefiero que tú lo hagas. ̶ Se había sentado de nuevo
en su silla favorita, demasiado temblorosa para pararse.

Dragomir estaba detrás de ella, con las manos sobre los hombros para
estabilizarla mientras él les decía tranquilamente lo que le había
sucedido, incluyendo que creía que lo mismo le había pasado a la
joven Amelia. Cuando les decía, los observaba atentamente, no sólo
por señales visuales de cómo tomaban las noticias, sino por la
sensación de cualquier oleada de hostilidad.

Bookeater
Dark Legacy
Había distribuido sutilmente los receptores a través de la habitación,
flotando en el aire con los aromas de las velas.

̶ ¿Estas embarazada? ¿Con el hijo de Vadim? ̶ Había horror en la voz de


Blaze. ̶ Emeline, deberías habérmelo dicho. No deberías haber
intentado hacer esto sola.

̶ ¿Estás segura de que el niño es mujer? ̶ preguntó Gary. Su primera


pregunta. Observó a Emeline de cerca, con sus extraños ojos ardiendo
sobre su rostro.

Ella asintió. ̶ No creía que quisiera una mujer tanto como un varón, y
que, si nos escapábamos, él perdería el interés. No lo sé. ̶ Ella apartó los
pocos zarcillos de pelo que caían alrededor de su cara, mostrándoles su
agotamiento. ̶ Sinceramente no sé lo que estaba pensando, sólo actué
instintivamente. Algo me dijo que lo hiciera y lo hice. Al menos podía
controlar eso.

̶ Una hazaña extraordinaria, especialmente teniendo en cuenta que


Vadim estaría utilizando la compulsión en usted, así como forzando
físicamente su voluntad. ¿Más tarde, cuando usted se sienta a la altura,
vamos a necesitar saber exactamente cuál fue su sistema de entrega y
cómo? Tal vez usted puede darnos la imagen en su cabeza. O al menos,
añadió cuando parecía horrorizada, dárselo a su compañero. ̶ Blaze
negó con la cabeza, pero antes de que pudiera negar que Dragomir era
el compañero de Emeline, el curandero continuó. ̶ Ahora, los parásitos
habrán encontrado todos los escondites de su cuerpo. ̶ Gary volvió a
llamar la atención de Dragomir.

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Dark Legacy
̶ Estoy particularmente preocupado por el corazón del bebé, ̶ dijo
Dragomir. ̶ Si escuchas, puedes decir que cada latido es doloroso. La
niña no puede durar con este tipo de tormento.

̶ ¿Estás segura de que quieres que el bebé sobreviva, Emeline? -


preguntó Blaze. ̶ Ella siempre podría ser un recordatorio de lo que te
pasó.

̶ Ella quiere vivir, ̶ dijo Emeline. ̶ Lo pasamos juntos. Hemos pasado por
el dolor que él inflige juntas. No la abandonaré.

̶ Necesito mirar y ver con lo que estamos tratando. ̶ Dragomir no se


molestó en decirle al sanador que él era un hombre muerto si hacia un
movimiento contra Emeline o el bebé.

Se acercó al hombro de Emeline y tomó su mano. ̶ Voy a tranquilizar al


bebé.

Los dedos de Emeline se apretaron alrededor de los suyos. Ella no lo


miró, y él supo que ella estaba sosteniéndose junta por un hilo. Estaba
orgulloso de ella, y al final de la sesión de curación se aseguraría de
que formaran un vínculo telepático que nadie más pudiera oír,
incluido Vadim. Cuando el maestro vampiro despertara de su sueño,
su bolsa de boxeo favorita estaría fuera de su alcance.

̶ Vadim se pondrá furioso cuando se despierte y no pueda lastimarla.


Definitivamente tomará represalias. La niña debe ser revisada. Sabes si
él ha plantado un espía...

Bookeater
Dark Legacy
̶ Soy consciente. Le he dicho que existe la posibilidad de que no
podamos salvar la niña, pero vamos a intentarlo.

̶ Estaba firme en eso. Su compañera había luchado para salvar a su


hija. No podía hacer menos, ni permitiría que el sanador hiciera menos.

̶ Blaze, ¿qué crees que será la actitud de Maksim hacia Emeline y el


niño? Emeline es muy frágil. Necesitamos su sangre, pero no su
condena. ̶ Dragomir la clavó con una dura mirada, esperando recibir el
mensaje de que la represalia sería rápida y brutal.

̶ Maksim ama a Emeline ̶ dijo. ̶ Por supuesto que hará todo lo que
pueda para ayudar. ̶ Su barbilla se levantó. ̶ ¿Por qué te importaría de
una manera u otra? ̶ Fue un desafío.

̶ Blaze. ̶ Emeline pareció horrorizada. ̶ Él me salvó la vida. Salvó a los


niños.

̶ Emeline es mi compañera, ̶ dijo con firmeza.

̶ Pero eso es imposible... ̶ Blaze se interrumpió bajo su mirada fija.

̶ La noche se está desvaneciendo ̶ dijo Gary. ̶ Perdóname, pero tengo


sangre muy antigua corriendo en mis venas. Aún no puedo tomar la
luz del amanecer fácilmente.

Tampoco Dragomir, y ya estaba agotado. Todavía tenían varias horas,


pero necesitarían a cada uno de ellos. Deseaba poder enviar a Emeline
a dormir.

Blaze corrió hacia la puerta para permitir la entrada de Maksim.


Claramente ella le había dicho lo que estaba pasando, porque se colocó
al lado del sanador para donar sangre cuando fuera necesario.

Bookeater
Dark Legacy
Gary no esperó. Se desprendió de su cuerpo con una velocidad
asombrosa, su energía tan fuerte que la luz cegaba en la tenue luz de la
habitación. Dragomir lo siguió.

El torrente sanguíneo de Emeline estaba lleno de parásitos, fluyendo a


través de su cuerpo, escondidos en las células y rodeando al bebé y la
placenta. Gary no vaciló. Él comenzó a destruir los parásitos de
Emeline, dejando la niña a Dragomir.

La sangre de Emeline circulaba a través del bebé, por lo que la


sanadora tenía razón al intentar limpiar su sangre primero, pero la
niña estaba sufriendo y luchando por sobrevivir.

Dragomir la rodeó con su espíritu, tratando de tranquilizarla mientras


se movía hacia el diminuto ser. Su corazón estaba atascado con los
parásitos. Cada vez que se movían, su cuerpo se estremecía de dolor,
su corazón lastimado. La luz de Dragomir se movió hacia su cerebro en
desarrollo. Los parásitos eran menos allí, mucho menos, pero
comenzaban a aumentar en fuerza.

Se movían a través y otros permanecían, construyendo un nido.

Los atacó de primero. Pequeña, espera. Nos desharemos de estas cosas


causándole dolor. No era bueno con los niños, pero sentía simpatía por
ella. Más que sólo simpatía, pero pensó que podía ser un reflejo de lo
que Emeline sentía. Trabajó cuidadosa y meticulosamente,
destruyendo los parásitos en el diminuto cerebro, mientras buscaba
anomalías e incoherencias. Se tomó su tiempo, a pesar de que sentía la
urgencia de ayudar la niña.

Bookeater
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Estás siendo tan valiente, pequeña. Muy valiente. Eres como tu madre.

Ella lo era. Era estoica y valiente, igual que Emeline. Se movió a través
de su cerebro, una y otra vez, dejando pequeños pedazos de sí mismo
detrás. Su pequeño cerebro absorbía su espíritu, su energía, la brillante
luz que resplandecía desde su alma más íntima, la luz que Emeline le
había dado, de modo que se convirtió en parte de ella. Satisfecho de
que su cerebro se desarrollara normalmente a pesar del tormento de
Vadim y el ataque continuo de los parásitos, una vez que sabía que
cada uno de ellos había desaparecido, se trasladó a su corazón.

El corazón estaba tan obstruido que parecía casi imposible que siguiera
golpeando. Estaba claro para él que Vadim se preparaba para matar la
niña. ¿Por qué? Todavía estaba tratando de adquirir Emeline. ¿Era
posible que Vadim se diera cuenta de que el bebé era una mujer y de
que Emeline había logrado frustrarlo en el sexo? ¿Era posible que el
bebé se resistiera de la misma manera que Emeline?

Cualquiera que fuera la razón, no entendía como el corazón estaba


trabajando porque Vadim había ordenado a los parásitos que taparan
las cámaras. Se alejaron de la luz, algunos se aferraban desesperados a
las paredes. Los viles parásitos enfermaban a Dragomir.

Se encontró empujando la emoción lejos. No había recordado cómo el


sentimiento podía ser tanto una bendición como una maldición.
Cuanto más trabajaba, más sentía por la niña y no quería dejarla sola.
No tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado, pero sólo había
despejado un tercio del camino de su corazón cuando la luz se alejó
por el exterior.

Bookeater
Dark Legacy
Quería protestar mientras Gary se movía a través del pequeño niño.
Ella apenas estaba allí, sólo en desarrollo, pero el sanador no tenía
emoción, ninguna simpatía. Era lo que Dragomir necesitaba ser. Sin
embargo, incluso sabiendo eso, incluso sabiendo que el niño tenía que
ser examinado para descubrir si ella era un arma potencial que Vadim
podría usar, Dragomir quería evitar que el sanador examinara al bebé.
Le tomó una tremenda cantidad de disciplina permanecer quieto y
dejar que el Cárpatos hiciera lo que él necesitaba hacer para proteger a
los demás.

Debemos regresar a nuestros cuerpos y ser reabastecidos. La luz del


curandero era tenue, su voz era la misma, pero en ella había una sola
nota cansada. Dragomir no podía permitirse pensar en el agotamiento.

Era doloroso deslizarse hacia atrás en la piel y los huesos, el dolor


abrumador. Tardo varios segundos en bloquearlo, pero esos segundos
eran un infierno puro. Respiró a través de ellos, su cabeza hacia abajo,
su cuerpo cayó contra la parte de atrás del sofá en el que Emeline
descansaba.

̶ Dragomir.

Sólo su nombre. Su voz estaba sin aliento. Llena de lágrimas. Sabía que
tenía que parecer un infierno. Había mantenido una fachada,
asegurándose de que las reparaciones hechas por el sanador parecían
mucho mejores de lo que eran. Varias de sus heridas habían sido
extremadamente severas, cercanas a mortales. Estaba casi desesperado
por la sangre. Necesitaba un antiguo. Uno del monasterio. Tenía un
largo camino por recorrer antes de que terminara. Incluso con Maksim
y Blaze donando, no iba a ser suficiente.

Bookeater
Dark Legacy
Levantó las pestañas para mirar fijamente los extraños ojos del
sanador. Tal mezcla. El azul era ligero, casi plateado. Extraño.
Desconcertantes ojos que veían demasiado. La piel de Gary estaba tan
pálida que parecía casi translúcida. El anciano sacudió la cabeza y se
volvió hacia la muñeca que Maksim le ofrecía.

̶ ¿Dragomir? ̶ Blaze extendió su muñeca.

Él tomó su muñeca cortésmente, su mente alcanzando por el antiguo


que él había conocido cuando era un hombre joven. Afanasiv Balan
estaba cerca. Otros cerca incluían los trillizos, Tomas, Lojos y Mataias y
Nicu Dalca también. Valentine Zhestokly se había ido. Dragomir pudo
recordarle, pero no lo bastante pronto. Había conocido a los hombres a
lo largo de los siglos, pero no estaba tan cerca de ellos ni tan seguro de
su apoyo como del monasterio. Ninguno de los que habían estado en el
monasterio con él juró al príncipe existente. Necesitaba a los hombres
que tendrían su espalda sin importar la política de los Cárpatos en la
actualidad. Sandu había estado en el monasterio casi tanto tiempo
como él había estado allí. Había seguido a Dragomir a los Estados
Unidos y estaba en algún lugar cercano. Donde algunos dijeron que
Dragomir tenía hielo en sus venas, se pensaba que Sandu tenía fuego.

̶ Tengo una necesidad inmediata, Sandu. Está viniendo una guerra y


mi compañera y yo estamos en su centro. ̶ Envió la llamada en su
camino privado. Cortó cortésmente la laceración en la muñeca de
Blaze, temiendo tomar demasiada sangre de ella.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ella se mantiene fuerte, Emeline ̶ dijo en voz alta, volviendo la cabeza
para mirarla. Parecía tan asustada que él tomó su mano y tiró hasta
que ella cayó sobre su regazo. Sus brazos se cerraron alrededor de ella. ̶
El curador la examinó como yo. Ferro, te necesito. ̶ Ferro era un signo de
interrogación, pero estaba cerca y su lealtad sería para los del
monasterio. Ferro era el más alto de ellos, con hombros anchos y ojos
extraños, de hierro y óxido. Rara vez hablaba y era un hombre que
pocos desafiaban. Dragomir no pudo recordar una sola vez a lo largo
de los siglos en el que Ferro hubiera sido derrotado en la batalla. He
encontrado a mi compañero y estamos en gran peligro.

Esperó el veredicto de Gary, sabiendo que el sanador le diría la verdad


absoluta sobre el niño. Por mucho que quisiera proteger a Emeline y al
bebé, no podía arriesgarse a permitir que Vadim tuviera ningún punto
de apoyo en el complejo o que tuviera algún poder sobre Emeline.

̶ Examine la niña -dijo Gary.

En el momento en que habló, todos los ojos estaban clavados en él.


Emeline puso ambas manos sobre su vientre. Dragomir cubrió las
manos con las suyas como si pudieran proteger al niño de los hallazgos
de Gary. Emeline apoyó la cabeza contra el hombro de Dragomir y
presionó sus labios contra su oreja.

̶ Si no puedes salvarla, sé compasivo cuando lo hagas. No el sanador. ̶


Ella esperaba que él fuera el que terminara la vida del niño. Ya pensaba
en el bebé como suyo. El hijo de Emeline con él, no con Vadim.

Bookeater
Dark Legacy
̶ No te preocupes ̶ dijo Gary. ̶ Tomará tiempo. Usted debe ser paciente,
pero su cerebro no muestra anomalías. Podemos seguir revisando,
pero ambos la examinamos cuidadosamente. Todavía tenemos mucho
trabajo por hacer.

Andor. Si me escuchas, te necesito mucho. Está viniendo una guerra. Si el


sanador podía expulsar a los parásitos de madre e hija y reemplazar su
sangre con la de los antiguos Cárpatos, Vadim estaría salvaje de rabia.
He encontrado a mi compañera y estamos en gran peligro. Llama a Petru, Isai
y Benedek.

̶ ¿Estás diciendo que crees que puedes expulsar a los sirvientes de


Vadim? ¿Puedes evitar que le haga daño? ̶ preguntó Emeline.

̶ Esperamos que no haga daño a ninguno de los dos. ̶ Dragomir miró a


Maksim. ̶ He llamado a varios antiguos, hombres del monasterio. Su
sangre es... ̶ Se encogió de hombros. ̶ Deberían venir, por favor, déjalos
entrar. Ellos cuidarán de nosotros mientras tú y tu compañera atienden
a la joven.

̶ Amelia ̶ dijo Emeline. ̶ Blaze, compruébala atentamente. Aléjala de los


hombres y pregúntale si le hicieron lo que Vadim me hizo. Algo
terrible le sucedió. Ella vino a hablar conmigo unas cuantas veces. Ella
afirmó que estaba hablando con Charlotte y que eso le ayudaba, pero
no la creo. No creo que les haya dicho la verdad. Hazle saber que Gary
y Dragomir pueden ayudarla. O Tariq y Gary.

̶ ¿Crees que podrían haberle hecho algo así? ¿Impregnarla a ella? ̶ Blaze
estaba claramente sorprendida. ̶ Tiene catorce años.

Bookeater
Dark Legacy
̶ La edad no le importaría a un vampiro ̶ dijo Gary. ̶ Son incapaces de
sentir emoción. Es más que probable, que como estaba aterrorizada. Su
terror les hubiera dado la prisa que necesitaban. Se alimentan de los
temores de los demás. Por eso torturan antes de matar. Si estuviera
muy, muy asustada, habrían intentado aumentar su miedo.

Blaze miró a su compañero. Le tocó la mejilla suavemente. ̶ Ve, o jelä


sielamak, cuida de ella. En cuanto lleguen los demás, yo te ayudaré.

Blaze asintió una vez, se inclinó para rozar la cabeza de Emeline con un
beso y se apresuró a salir. Maksim la miró y luego suspiró.

̶ Te das cuenta, Dragomir, que muchos Cárpatos pueden rechazar la


idea de una niña con cualquier ADN de los Malinov.

̶ Soy muy consciente. ̶ Dragomir supo que sonaba sombrío. Se sentía


triste. Se estaba preparando para ir a la guerra con su clase, si trataran
de dañar a su compañera o a su hija.

̶ Habría destruido al bebé si fuera de alguna manera malo, pero era


inocente. Ella es mujer y sólo tiene luz en ella. Vadim no pudo torcer al
niño en algo que pudiera usar como su herramienta.

Dragomir giró la cabeza para estudiar a Gary. El Cárpato parecía


totalmente impasible. Había recorrido grandes distancias, algo que
debía haberle agotado, pero no se veía en su rostro. Había participado
en la batalla para expulsar a los vampiros del recinto, pero tampoco lo
demostraba. Había pasado horas curando a Dragomir y más con
Emeline, pero simplemente se sentaba esperando.

Bookeater
Dark Legacy
Los Daratrazanoff eran una línea de guerreros con una conexión con la
línea del príncipe. Siempre actuaban como el segundo al mando del
príncipe. Eran renombrados como combatientes y sanadores, ambos,
un equilibrio natural que ayudaba a la gente de los Cárpatos cuando
uno estaba cerca. Gary había sido humano, lo que significaba que para
ser aceptado como un verdadero Cárpato, habría sido llevado a las
cuevas sagradas donde los espíritus de los antepasados podían ser
llamados. Para llevarlo plenamente a su mundo, tuvo que morir y
renacer, su alma se dividió por la mitad en ese momento del
renacimiento. En algún lugar del mundo había nacido una niña con su
otra mitad.

Dragomir no podía imaginar lo que sería llevar las cargas de todos los
antiguos que habían venido antes que él. Los hombres luchando con
cicatrices y cansancio. Hombres que nunca habían encontrado a sus
compañeras. Era lo suficientemente malo cargar con su propio peso,
¿pero encima asumir las cargas de tantos? Sería la edad del más viejo
de los Daratrazanoff. Conocería todas las habilidades y fragmentos de
conocimiento de cada uno de esos guerreros poseídos. Eso en sí podría
ser una tremenda carga.

̶ Es hora ̶ dijo Gary.

Dragomir asintió. Cogió el mentón de Emeline en la mano y giró la


cabeza hacia él. Ella se había metido en él, su delgado cuerpo
temblaba. Al menos Vadim no era consciente de lo que estaban
haciendo o habría estado luchando contra ellos, usando su dolor y
sufrimiento contra ellos. Los ojos de Emeline estaban abiertos de
sorpresa. Con miedo.

Bookeater
Dark Legacy
Con todas las emociones negativas que un hombre nunca quería ver en
la cara de su mujer. Él rozó su boca sobre la suya.

Ligeramente. Necesitaba tranquilizarla. Sus emociones seguían siendo


un poco abrumadoras siendo tan nuevas e intensas, pero con Emeline,
estaba agradecido de que las sintiera. No quería que ella sintiera la
forma en que se sentía en ese momento. Él apretó sus brazos alrededor
de ella y levantó su espalda sobre el sofá.

̶ Estará bien, Emeline. Blaze ha aceptado la niña. Y su compañero


también.

̶ Él tiene reservas, ̶ aclaró.

̶ Estamos perdiendo la noche, ̶ dijo Gary.

Dragomir le dirigió una mirada de advertencia. Él sabía que no iban a


quitar todos los parásitos esta noche. Tendrían que enfrentarse a la ira
de Vadim al siguiente levantamiento, a menos que estuviera tan herido
que permaneciera dormido. Iba a tomar el tiempo para tranquilizar a
su mujer.

̶ No importa si tiene reservas ̶ dijo, manteniendo su voz suave pero


firme. ̶ Ella será amada y protegida.

Gary suspiró como si incluso explicar fuera difícil. ̶ Ivory Malinov es


una de las mujeres más valientes y fuertes que he conocido. Ella tiene
toda la luz del mundo en su alma. Ella brilla fuertemente y es uno de
los tesoros más grandes de la gente de los Cárpatos. Un guerrero feroz
y una mujer amable. Ivory es la hermana de Vadim.

Bookeater
Dark Legacy
El alivio en el rostro de Emeline hizo que Dragomir quisiera agradecer
al otro hombre, pero Gary se desprendió de su cuerpo rápidamente,
dejando sólo una concha detrás, su velocidad recordándoles que
estaban corriendo al amanecer. Dragomir lo siguió, dejando atrás su
concha, su espíritu moviéndose libremente, la energía blanca y caliente
fluyendo a través del cuerpo de Emeline.

Podía ver que el sanador no podía eliminar todos los parásitos. Vadim
se había asegurado de que Emeline estuviera inundada con ellos. No se
arriesgaría en perderla. ¿Tendría un plan? Comenzó a quemar las
criaturas con el intenso calor de su espíritu. La mayoría huyó frente a
la luz, o trató de esconderse en las células o a lo largo de sus huesos.

Podemos atraparlos entre nosotros. No los destruiremos a todos ellos en el


tiempo que tenemos, pero si encuentras un buen lugar para dormir y sanar,
mañana podemos usarte como un filtro.

Dragomir no estaba seguro de lo que eso significaba. Estoy escuchando.


Su luz se movió en posición opuesta a la del curandero para que
pudieran evitar que los parásitos escaparan.

Le quitarás la sangre. Toda ello. Mientras la retiras, le suministraremos


nuestra sangre. Los parásitos entrarán en ti y los destruirás empujándolos
fuera de tus poros. Los quemaremos a medida que salgan. Es un negocio
desagradable, feo y se verá como algo fuera de una película de terror. Sería
mejor si pones a tu mujer a dormir. Ella no va a querer ver.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir esperaría a hablar con Emeline antes de tomar esa decisión.
No estoy seguro de que sea tan fácil de dormir sin su consentimiento. Si ese
fuera el caso, el hechizo de sueño habría trabajado en ella.

Quemaron varios de los parásitos y luego se movieron unos pocos


centímetros. Las criaturas habían intentado incrustarse en sus costillas
para evitar ser vistas o removidas.

Vadim es un vampiro maestro, señaló Gary. No sólo un vampiro maestro,


sino uno que es antiguo y ha planeado y luchado su camino a la parte superior
de la cadena alimentaria. En otras palabras, es muy poderoso. Para que su
mujer resista sus compulsiones y continúe luchando contra él, debe ser muy
fuerte. Una vez que la sangre antigua fluya en sus venas y ella sea
completamente Cárpatos, lo será aún más.

Dragomir esperó a oír lo que quería decir Gary. Por supuesto, Emeline
crecería en el poder. Sus regalos serían más fuertes. Ella sería más
fuerte. ¿Adónde iba el curandero con sus observaciones?

Ella se convertirá cuando tomemos su sangre y le demos sangre antigua.


Mucho de ella. Usted debe hacer los intercambios iniciales. No será fácil para
la niña, pero a medida que su compañera crezca en poder, también lo hará su
hija, dijo Gary.

Bookeater
Dark Legacy
Hay una niña aquí, Liv, una niña de diez años a quien Tariq se vio obligado a
convertir. Todos los Cárpatos se reunieron y lo hicieron juntos bajo la casa
principal donde Tariq trajo un rico suelo. Como todos ellos se unieron, fueron
capaces de minimizar el dolor de la niña. Sería mejor si hiciéramos la curación
y la convirtiéramos allí. Podemos pedir a otros que nos ayuden.

Tuvieron que pasar mucho tiempo en esa pequeña área. ¿Se están
reproduciendo? preguntó Dragomir.

Eso creo. A un ritmo rápido, también. Vadim tomó medidas para asegurarse de
que su mujer no se le escapara. Él la quiere, Dragomir, por más que un cuerpo
para llevar a un niño.

Estaba preparado para matar al bebé, conjeturó Dragomir. Su corazón estaba


atascado con los parásitos. Les había ordenado concentrarse en ese órgano.
Había unos pocos en su cerebro. Si estaba supervisando al niño, así como a
Emeline, es posible que Vadim se diera cuenta de que era una mujer y planeaba
tomar represalias porque Emeline logró ser más experta que él.

Ella hizo más que eso. Arruinó sus planes. Sólo por eso, él debería querer
matarla. Cualquier otra persona habría estado muerta. No habrías llegado a
ella a tiempo. Vadim se ha perjudicado dejándonos saber que quiere a su mujer
viva.

A Dragomir no le gustaba el sonido de eso, o la especulación en la


mente de Gary. ¿Qué estás planeando?

No soy un estratega, pero se me ocurre que tenemos algo que Vadim quiere
muy, muy mal.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir consideró lo que tomaría para acabar con la vida del
sanador. Sucedería si deliberadamente pusiera en peligro a Emeline
para atraer a Vadim. Eso significa que vendrá a nosotros con todo lo que
tiene. Mejor convertirla de inmediato. A ella y a su hija.

Mi hija. Nuestra hija. Voy a saturar al niño con mi sangre. Eso es


admirable, pero sabes que su cerebro ya se está desarrollando y que siempre
tendrá la capacidad de pensar como un Malinov.

La línea de los Malinov es conocida por la inteligencia y la ferocidad en la


batalla y eso incluye a sus mujeres, señaló Dragomir. Usted mismo lo dijo.

Se estaba volviendo mucho más débil. Las heridas de batalla, así como
el agotamiento estaban alcanzándolo. Necesitaba sangre y la tierra
curativa. Eso dejaría a Emeline desprotegida durante las horas de la
luz del día. A estas alturas, el complejo probablemente sabría que
estaba embarazada con el hijo de Vadim. Tariq llegaría a casa en
cualquier momento y no estaría muy contento con nadie. Su tiempo a
solas con Charlotte había sido importante para él. Tariq y Charlotte
tendrían que estar bajo tierra, pero ¿qué le impediría utilizar su fuerza
de seguridad humana?

Estamos muy cerca del amanecer. Tengo que ir al suelo. No hubo inflexión
en la voz de Gary, pero Dragomir sintió el arrepentimiento.

Habían trabajado con firmeza, pero mientras más combatían la mancha


de Vadim destruyéndola con su luz combinada, más parecían
reproducirse los parásitos. Dragomir dejó el cuerpo de Emeline y
volvió al suyo. Para su alivio, Andor, Ferro y Sandu estaban
esperándolo. Maksim ya se había ido a ayudar a Blaze con Amelia.

Bookeater
Dark Legacy
Andor se alejó un poco de Gary, sus extraños ojos de color óxido
evaluando al sanador. Los ojos de Sandu ardían de un rojo intenso a
través del implacable negro. Se acercó a Gary, una clara amenaza.
Obviamente los antiguos lo reconocían del encuentro del sanador con
Aleksei, un miembro de su hermandad.

̶ Dale sangre ̶ dijo Dragomir, derrumbándose una vez más en el suelo


junto al sofá de Emeline. ̶ Él se lo ganó, y él trabajará aún más duro en
el próximo aumento.

̶ Traicionó a Aleksei, trató de llevar a su compañera.

̶ Hay más en esa historia de lo que parece. Aleksei está contento.


Podemos hacer preguntas más tarde. Lo importante es que necesito
que este hombre me ayude para impedir que Vadim destruya a mi
compañera de adentro hacia afuera. ̶ Dragomir empujó recuerdos de la
batalla y todo lo que había ocurrido después, incluyendo cómo Gary
había venido en su ayuda, en la mente de los tres antiguos.

Con cierta reticencia, Sandu extendió su muñeca. Gary le dedicó una


débil sonrisa, sus extraños ojos cautelosos, su cuerpo, agotado como
estaba, en alerta.

Dragomir no pudo evitar admirar al hombre. Estaba rodeado por


cuatro antiguos muy poderosos, pero estaba listo y dispuesto a
aceptarlos si lo empujaban.

Dragomir apoyó su cabeza contra el sofá justo cuando Emeline se


deslizaba al suelo, levantando las rodillas, apoyándose en él. Se sentía
suave y cálida, mientras él estaba frío, su temperatura le decía que
había estado fuera de su cuerpo demasiado tiempo.

Bookeater
Dark Legacy
Llegó con una mano para sujetar la suya, envolviendo su pequeña
mano y llevándola contra su pecho.

̶ Te has ido mucho tiempo. Estaba preocupada por ti.

Ella no preguntó si habían tenido éxito, sólo dijo que estaba


preocupada por él. No podía recordar una vez que alguien se hubiera
preocupado por él. Él colocó su mano sobre su corazón y tomó la
muñeca que Ferro prácticamente forzó contra sus labios. Era difícil no
tragar la sangre antigua. En el momento en que la tomó, comenzó a
trabajar su magia, extendiéndose a través de él rápidamente,
infundiendo sus células y órganos con energía rica y vivificante. Sintió
que el poder se precipitaba a través de él, llenándolo de nuevo cuando
había estado tan gastado.

En el momento en que Gary se había llenado de Sandu, se levantó. ̶


Regresaré al atardecer. Debemos estar listos para una pelea, Dragomir.

̶ ¿Una pelea? ̶ repitió Emeline. ̶ ¿Qué significa eso?

A Dragomir no le gustó que pareciera asustada. Cerró la laceración en


la muñeca de Ferro y rodeó a Emeline con su brazo.

̶ Gracias, curandero. Estaremos listos.

Gary dio una ligera reverencia al estilo del viejo mundo y se fue,
brillando un momento y luego desapareciendo, dejando a Dragomir
solo con su mujer y tres de los hombres con los que había pasado años
encerrado, hombres tan peligrosos que tenían que encerrarse para
mantener el mundo seguro.

Bookeater
Dark Legacy

̶ Gracias por venir. Emeline, mis amigos, mis hermanos realmente,


Sandu, Ferro y Andor. Estos son hombres en los que siempre puedes
confiar. Siempre. Te protegerán y cubrirán la espalda. Debemos ir a
tierra, y lo haremos muy cerca de ti...

Hizo un ruido y sintió que el temblor atravesaba su cuerpo, pero


asintió, sin expresar su temor de que una vez que estuviera sin su
protección, si hubiera objeciones a la niña, Tariq podría enviar a su
fuerza de seguridad para sacarla.

̶ Antes de ir al suelo, vamos a tejer una salvaguardia que es


impenetrable, mantendrá a todos afuera. No podrán entrar en la casa,
ni dañarte de ninguna manera. También significa que no puedes irte.
No quiero que tengas miedo si debes permanecer en la casa. Es para tu
protección y también para la del niño. La casa no permitirá ni siquiera
a los niños ni a tus amigas dentro. No podemos correr riesgos con el
bebé.

Emeline dejó caer su mano libre para cubrir su vientre. ̶ Estarás a salvo.
Te mantendremos a salvo. ̶ Él hizo la declaración firmemente, en la
forma en que declaraba un absoluto. No pudo evitar oír la resolución
en su voz.

Se puso en pie, fluyendo a sus pies, tomándola con él, y dejándola a un


lado.

Bookeater
Dark Legacy
Cada uno de los hombres se enfrentó a una dirección diferente y
comenzaron a tejer las salvaguardias que ningún hombre vivo aparte
de aquellos que habían estado en el monasterio tenía una oportunidad
de pasar. Cuando estaban convencidos de que las protecciones que
habían tejido juntos eran fuertes, los tres antiguos se inclinaron como
Gary, listos para tomar su descanso.

Por primera vez, Emeline miró a los tres hombres. ̶ Gracias por venir.
Realmente lo aprecio. Fue Sandu quien inclinó la cabeza, y luego los
tres hombres desaparecieron, retrocediendo mientras el sol empezaba a
levantarse.

̶ Todavía no crees que somos compañeros, Emeline, pero este día te


demostraremos que lo somos. Será difícil para ti no poder alcanzarme
cuando sea necesario, pero estaré cerca y vendré a ti, ̶ dijo Dragomir. ̶
Trata de dormir lo más que puedas.

Ella le dio una sonrisa débil, ̶ Tu estas un poco loco, pero me gustas de
todos modos.

̶ Voy a darte sangre.

Ella retrocedió involuntariamente, sacudiendo la cabeza y envolviendo


sus brazos alrededor de su centro para protegerse. No podía permitir
que se saliera con la suya tanto como su corazón quería.

̶ Necesitas mi sangre, y también el niño, sívamet.

Tragó saliva y se humedeció los labios con la punta de la lengua.

̶ ¿Qué significa eso? ¿Cómo me llamas? Sívamet. ¿Qué significa eso?

Bookeater
Dark Legacy
̶ Mi corazón. Tú eres mi corazón.

Ella lo miró durante mucho tiempo, mirándolo a los ojos, buscando


algo. No la apresuro, aunque sintió los ardientes rayos del sol sobre su
piel, cuando aún no estaban penetrando en las pesadas cortinas. Ella
asintió lentamente, evidentemente encontrando lo que había estado
buscando.

̶ Me gusta eso. No debería animarte, Dragomir, pero me gusta que


alguien piense que soy su corazón.

̶ ¿Quieres que te ayude? ¿Para hacerlo más fácil?

De nuevo asintió lentamente, sin quitar los ojos de los suyos. Él la


alcanzó, rodeando su muñeca con sus dedos, un grillete, una
protección. Muy suavemente, él la atrajo hacia él y se inclinó para
cepillar besos por un lado de su cara. La esquina de su ojo. Su pómulo.
Le encantaba esa línea. La esquina de su boca. Amaba su boca. La
forma. La forma en que su labio inferior se curvaba y su labio superior
formaba un pequeño arco perfecto. Ella se estremeció en sus brazos,
relajándose en él.

Él besó su camino a lo largo de su oreja. Aquella cáscara perfecta que


encontró intrigante. Su lengua hizo una pequeña incursión, trazando
las líneas allí. Eso le produjo otro escalofrío, y su cuerpo se derritió en
el suyo. La sensación de ella en sus brazos era diferente a todo lo que
había conocido. Ella encajaba. Ella le pertenecía.

Bookeater
Dark Legacy
Su cuerpo cobró vida, un placer duro y doloroso que lo sorprendió. La
necesidad fluía a través de su torrente sanguíneo, una demanda
caliente y urgente que se centraba en su ingle. Era un momento
hermoso, perfecto, que nunca olvidaría y que atesoraría para el resto
de su tiempo. Emeline en sus brazos, sujetándola contra él mientras
ella se fundía en él, haciéndolos uno.

Él besó su camino abajo de su garganta, sus labios probando su piel


suave, encontrando su pulso que golpeaba, haciendo señas. Su pulso se
aceleró en respuesta. Emparejando al suyo. Encontrando ese ritmo
exacto. Fue tan hermoso. Momento por momento. Cada caricia de su
boca. Sus dientes reaccionaron, alargándose mientras su cuerpo se
endurecía más, convirtiéndose en un dolor salvaje. Ahora su sangre
tronaba en sus oídos y golpeaba en su polla. Deliberadamente, rascó
los dientes hacia adelante y hacia atrás contra su piel justo sobre ese
dulce sonido de su corazón para que le golpeara en la boca.

Ella jadeó. Gimió suavemente. Música que nunca había oído, pero que
había amado. Necesitaba más. Rascó los dientes una segunda vez. Ella
gimió de nuevo y se movió incesantemente contra él, presionando su
cuerpo inferior en él. Sus caderas se mecían sutilmente para que su
vientre se frotase seductoramente sobre su polla gruesa. La acción
envió rayas de relámpagos rasgando las olas de calor en su torrente
sanguíneo.

Él hundió sus dientes profundamente. Ella gritó. Arqueándose en él.


Sus pechos y su montículo se frotaron contra su cuerpo hasta que
pensó que podría volverse loco con puro placer. Su sangre era
exquisita. Sabía que iba a ingerir los parásitos, pero en el momento en
que él estuviera fuera de su vista, podría sacarlos de su cuerpo.

Bookeater
Dark Legacy
Sólo podía pensar en su gusto, en un afrodisíaco, en una adicción de la
que nunca se libraría.

Tenía que tener cuidado de no tomar demasiado. Ella estaría sola en la


casa sin él. Sin nadie. No le gustaba, pero era la manera más segura
posible para ella hasta que estuviera plenamente en su mundo.

Alzó la cabeza a regañadientes y cerró la herida con la lengua. Él besó


su camino alrededor de su garganta, hasta su barbilla, y luego rozó sus
labios sobre su boca. Aquella boca perfecta que le resultaba imposible
ignorar. Se estaba convirtiendo rápidamente en su obsesión. La
pensaba demasiado.

̶ Eso no dolió, ̶ susurró contra su pecho. ̶ Se sentía...erótico. Íntimo.


Hermoso.

̶ Te avio päläfertiilam. Eres mi compañera, Emeline ̶ susurró,


abriéndose la camisa. ̶ Él alargó una uña y abrió una línea en su pecho. ̶
Mi sangre es para ti. Te hará más fuerte. Traerá al bebé un paso más
cerca de ser totalmente mi niño. Bebe.

Inclinó la cabeza hacia su pecho antes de darle la orden de distanciarse


de lo que estaba haciendo. Por un momento, golpeó una barrera de
algún tipo, una protección natural que tenía en su cerebro. Sintió su
indecisión y luego le dio el don de su confianza. La barrera cayó, y sus
labios estaban en su piel. Suave. Tan suave.

Bookeater
Dark Legacy
El susurro del movimiento fue casi su ruina. No había esperado la
forma en que su cuerpo reaccionaría a su boca en su piel. Su lengua se
deslizó a lo largo de esa costura donde las gotas de rubí de su sangre
brotaron. Su cuerpo se incendió. La electricidad bailaba sobre él, de
modo que pequeñas chispas parecían brotar en su cerebro. Su polla se
sacudió con urgente necesidad. El mundo se alejó hasta que sólo
quedaron los dos, encerrados, su boca tomando de él lo que necesitaba,
su cuerpo nervioso, impaciente por estar con el suyo, con los brazos
sosteniéndolo contra él, sosteniendo una mano en la parte posterior de
su cabeza. El momento estaba grabado en su cerebro.

Tantos primeros. Toda perfección. Toda sensación. La belleza de tener


una compañera era más allá de todo lo que había imaginado en los
cientos de años que la había buscado. Pensó en cómo había decidido
volver al monasterio porque el mundo moderno y las mujeres en él
habían parecido más allá de su alcance, sin embargo, aquí estaba en
sus brazos, mejor que cualquier fantasía que hubiera imaginado jamás.
Sabía que tenía que compartir ese conocimiento con los demás para
que no cometieran el error que casi cometió.

Con suavidad, él la detuvo, le cogió el mentón en la mano y levantó la


cara para poder tomar su boca, besándola, quitándole todos los signos
de sangre de sus labios y dientes. Salió del estado de ensueño en el que
la había metido, besándolo un poco. Él no la empujó más lejos, aunque
cada célula en su el cuerpo le gritó que lo hiciera.

̶ Tengo que dejarte, ̶ murmuró, su boca contra su garganta.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Lo sé. No quiero que te vayas, pero sé que tienes que hacerlo.
Dragomir, gracias por luchar por mí. Eres el hombre más increíble.

̶ Gracias por existir, Emeline. No estoy muerto. Si tienes necesidad de


mí, alcanza por mí en su mente. Nuestro intercambio nos une. Te
escucharé y responderé si es posible. No trates de irte, y que no te
engañe nadie que te llame. Ni los niños ni tus amigos. Alguien abrió
las puertas para permitir que Vadim entrara. No fue sólo Liv, aunque
jugó un papel importante en la conspiración. No sabemos en quién
podemos confiar.

Ella asintió, aferrándose a él. ̶ Permanece a salvo, Dragomir.

̶ Estaré cerca, ̶ prometió. Era difícil dejarla. Sus ojos nadaban con
lágrimas, lo que le dolía el corazón, pero no tenía elección. El sol estaba
subiendo y su piel ardía. Él rozó un beso más a lo largo de su mejilla y
se fue.

Bookeater
Dark Legacy
6

Emeline miró fijamente fuera de la ventana, contando los minutos


hasta el atardecer. Ese había sido el día más largo de su vida. El peor.
Había intentado dormir, pero no podía mantener su mente inmóvil.
Una y otra vez su cerebro insistía en engañarla, diciéndole que
Dragomir estaba muerto. Estaba tendido en la tierra, el suelo sobre él,
cubriendo sus terribles heridas, heridas de las que no había cuidado
por causa de ella. Había pasado tanto tiempo tratando de salvarla, que
al final había sacrificado su vida.

No entendía lo que le estaba ocurriendo. Nunca había prestado mucha


atención a ningún hombre. Ahora no podía pensar en nada ni en nadie
más. Había pasado un buen rato paseando. A continuación, se duchó y
se lavó el pelo. Ella estaba tan débil como para sentarse dos veces, pero
estaba decidida a que la siguiente vez que lo viera, su cabello no sería
un lío enredado, horrible. Era un poco chocante correr un peine a
través de su pelo después de lavarlo y no tener un enredo para
enganchar los dientes anchos. Dragomir lo había hecho por ella.

Tres veces durante el día, se había encontrado con lágrimas en su


rostro. Ella necesitaba tocarlo. Verlo. Ella estaba desesperada por
cualquier tipo de contacto con él.

Bookeater
Dark Legacy
Afuera, el patio de juego estaba en silencio. Los dragones estaban de
nuevo en guardia, cinco de ellos, hechos de piedra, de pie en vigilia,
pero los niños no estaban en ninguna parte a la vista. Una brisa levantó
las hojas y las arremolinó en el aire.

Genevieve había tocado, y entonces la llamo a su celular cuando


Emeline no había abierto la puerta. Ella se sorprendió de que Emeline
estuviera embarazada y quería saber cómo ayudarla. Emeline no sabía
que podía. Genevieve no podía traer a Dragomir a ella. Ella siguió sus
órdenes y no permitió que nadie ingresara.

Pasó parte del día tratando de encontrar comida o bebida que su


estómago pudiera manejar, pero había estado enferma desde el
momento en que Vadim la había llevado prisionera y ahora sólo
parecía peor. Apenas podía beber agua y mantenerla dentro. Sobre
todo, si trataba de humedecer más la boca reseca, ella vomitaría.

Se balanceaba de un lado a otro, tratando de calmarse. La bebé había


estado muy tranquila, con muy poco movimiento, como si estuviera
durmiendo directo junto con Dragomir. Se frotó el estómago, feliz de
que su hija estuviera finalmente lo suficientemente cómoda para
dormir. Ella sabía que con el tiempo los parásitos la atacarían, pero
Vadim no había emitido esa orden, por lo que dejó a la bebé sola. Eso
también era por Dragomir. Había hecho eso.

Ella intentó descansar, pero no pudo tumbarse ni relajarse. Cerró los


ojos y se estiró hacia él, cediendo a la necesidad y el dolor creciendo en
ella. Siempre había vivido su vida en sus propios términos, y era difícil
necesitar a otro, pero lo hizo, desesperadamente.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir. No quiero molestar tu sueño, pero me parece que no puedo
funcionar sin saber que estas vivo y bien. Sé que suena estúpido cuando sólo
falta otra hora hasta la puesta del sol, pero no puedo descansar. Ella espero, su
corazón en la garganta. Su cuerpo quieto, sus pulmones rehusando a
tomar aire hasta que se quemaban.

Estoy aquí, cerca. Justo debajo de ti. Hay una cámara debajo de la casa. Tariq
debe haberla puesto por razones de seguridad. Esta es bastante grande y tiene
casi toda la longitud de tu casa.

Ella cerró los ojos, tomando aire cuando el alivio la inundó. Él estaba
vivo. Cerca. Justo debajo de ella. Ella se dejó caer en el suelo, y pasó la
mano por la madera dura. Le encantaba el modelo magnífico, una gran
luna en el centro, con estrellas dispersas por toda la habitación,
formadas por madera de un bonito corte. Ella iba a cambiar los
muebles si vivía allí de forma permanente. Había empezado a pensar
en la casa como de ella. Era la primera casa de verdad que había tenido
en su vida. El padre de Blaze le había enviado a Francia cuando
empezaron los problemas, pero regresó cuando descubrió que había
sido asesinado. En Francia, había tenido un pequeño apartamento,
pero no había nadie, ni siquiera Blaze, por lo que había estado muy
solitario.

¿Ha ayudado el suelo?

Sí. El sanador es muy poderoso. Dudo que haya podido ayudar a la bebé y a ti
sin él.

Bookeater
Dark Legacy
Podrías haber muerto, Dragomir. Sólo reconocer la verdad hizo que su
corazón saltara un latido y luego empezar a golpear. Él te salvó la vida.
Deberías haber ido al suelo inmediatamente, y lo sabes. Tus heridas eran
horrendas.

Entonces estoy más que agradecido. Cada minuto que estoy vivo es un minuto
que puedo pasar en tu compañía. ¿Estás lista para reconocer que soy tu
compañero?

Había un débil humor en la voz de él. Ella no se sentía ni un poco


divertida. No. Creo que eres el mejor hombre que he conocido en mi vida, y
eso es mucho decir porque me gustaba el padre de Blaze y pensaba que él lo era
hasta que te conocí. Creo que estás tratando de salvarme de mí misma y de
todo el mundo.

Kislány kuŋenak minan, vas a seguir negando la verdad, pero no importa. Yo


soy tu compañero y te vigilaré sin importar qué. ¿Descansaste?

Por un momento, ella considero evadirlo, pero no quería mentirle.


Había hecho lo suficiente al no decirle que estaba embarazada desde el
primer momento en que lo vio.

No, fue un día difícil. Si hubieras sabido que estaba embarazada de la niña de
Vadim, ¿aún me hubieras rescatado? Ella se mordió el labio inferior,
deseando no haber preguntado, aterrada de la respuesta. Estaba
bastante segura de que oiría la verdad. Estaba empezando a escuchar
matices en las voces.

Bookeater
Dark Legacy
Soy tu compañero, Emeline. Siempre vendré por ti, sin importar las
circunstancias. Si no crees nada más, cree eso. Cuando ella no respondió,
dijo, Mi amigo Aleksei es compañero de una mujer que estaba rogando a otro
hombre que la llevara con él. Ahora Aleksei y su compañera están juntos y
contentos.

Emeline frunció el ceño. ¿La compañera de Aleksei estaba enamorada de


otro hombre? Eso parece... incorrecto. ¿Cuáles fueron las circunstancias? Ella
estaba genuinamente interesada, pero aún más, quería mantenerlo
hablando.

No sé mucho, sólo que la mujer no había nacido Cárpatos como todos lo


habíamos creído y que el sanador que me ayudó era el otro hombre. También
era humano en un tiempo. Fue reducido por el príncipe de los Cárpatos y
Gregori, el segundo al mando del príncipe. Les tomó a los dos mantenerlo
frenado.

Qué triste para todos.

Hubo un momento de silencio. Entiendo que tengas simpatía por este


hombre, pero no quiero que desarrolles sentimientos por él.

Ella frunció el ceño, trazando un patrón sobre el suelo de madera con


el dedo. No creo que haya nada de qué preocuparse. Me pone inquieta.

¿Qué es lo que te hace sentir incómoda?

Se dio cuenta de que estaba escribiendo el nombre de Dragomir en el


suelo una y otra vez. Me mira como si conociera todos los secretos que tengo
o tendré. Creo que conoce los panes que robé de la tienda de mi tía cuando
tenía ocho años.

Bookeater
Dark Legacy
¿Robaste pan?

Estaba hambrienta. Traté de limpiar casas, pero mi tía era un poco idiota y ella
realmente no me deseaba en su casa. Me dijo que podía barrer el suelo de la
tienda y limpiar todas las vitrinas. Desafortunadamente, ella no me pagaba o
daba comida, así que tome dos hogazas de pan. Jamás había probado algo tan
bueno.

Hubo un largo silencio de nuevo, tan largo que Emeline pudo oír su
corazón empezando a latir demasiado rápido. Tenía que seguir
hablando con ella. Necesitaba el sonido de su voz desde la tierra a ella.
Ella trazó las letras de su nombre en el piso tres veces más antes de que
él hablara.

¿Por qué tu tía no vino a buscarte?

Ella cedió un poco de alivio. Bebía mucho. Con eso quiero decir cada noche,
una botella entera grande de vodka. No creo que se acordara de mí.

¿Sigue viva?

Había un mordisco en su voz. Una amenaza que la hizo estremecer.


Ella retrocedió contra el sofá donde se había sentado la mañana
anterior. No. Ella murió bastante joven. Su hígado se detuvo.

Cuan afortunada por ella. Esta vez no se podía confundir la amenaza.


¿Qué te pasó? ¿Quién te cuidó?

Bookeater
Dark Legacy
Levantó las rodillas y las rodeó con los brazos, abrazándose. Nadie. Yo
era una chica de la calle, como Danny, Amelia, Liv y Bella. Tal vez por eso
debía cuidarlos. Y a la bebé. Ella puso su mano sobre su estómago de
manera protectora. Nunca tuve una casa, hermanos y hermanas. Bueno,
tenía a Blaze. Siempre fue buena conmigo. Ella me dejó subir a la ventana de
su dormitorio y dormir allí cada vez que quería. Su padre me dejó quedarme,
me pagó por las clases y la escuela. Incluso por bailar. Él era un buen hombre.

Voy a estar subiendo pronto, Emeline, Dragomir dijo, y luego vamos a


eliminar los parásitos restantes de la bebé y de ti. Lo que vamos a hacer va a dar
miedo. Debes confiar en mí de manera implícita. Sé que es mucho pedir cuando
apenas me conoces, pero te juro, voy a mantenerte a salvo y hacer lo que es
mejor para ti y la bebé.

Ella quería una noche sin miedo. Una noche para respirar. Le había
dicho la verdad acerca de ser la compañera de Vadim y de llevar a su
hijo, y hasta ahora, nadie la había echado del recinto. Ellos sabían lo
peor. Tal vez ellos le pedirían que se fuera, pero sabía que Dragomir
iría con ella. Ella no se iría sola.

¿Tenemos que hacer esto esta noche? Pero ella sabía que sí. Estaba en mal
estado. No podía comer ni dormir. Él le echaría una mirada y lo sabría.

Sí. Vadim va a luchar por ti. Nosotros debemos sacar cada uno de sus
atormentadores parásitos de ti y la bebé. Tomará todo de nosotros convertirte
sin dolor así la bebé sobrevivirá.

¿Convertirme? Como Charlotte y Blaze. Se mordió el labio con fuerza. Ella


sabía que estaba en camino. Ella probablemente era más vampiro o
Cárpato que humano. La bebé, Dragomir. Ha sufrido suficiente. Blaze y
Charlotte me dijeron que puede ser extremadamente doloroso.

Bookeater
Dark Legacy
Los parásitos de Vadim habían inundado su corazón. Él iba a matarla. No
entiendo su plan contigo o por qué atacaría al bebe que puso en ti, pero hará
otro intento sobre su vida si no hacemos esto.

Ella frunció el ceño, tratando de pensar porque el maestro vampiro iría


a tales extremos para impregnarla y luego decidir poner fin al
embarazo. Eso no tiene sentido en absoluto. Echó un vistazo por la
ventana y observó cómo el sol se inclinaba hacia el horizonte. El sol
empieza a ponerse. No podía mantener la felicidad de su mente y sabía
que lo veía. No importaba. Él estaría allí pronto.

Debo alimentarme y entonces estaré allí. Tariq ha vuelto. Me reuniré con él


primero. No tendremos mucho tiempo. Necesito tu consentimiento, Emeline,
para hablar en tu nombre y tomar decisiones. Te diré cuál es el plan a medida
que lo hacemos.

Debería hacerle frente. Pedirle disculpas por no decirle la verdad y por traer la
batalla directamente a su recinto.

Esos niños dejaron pasar el mal para que pudieran jugar.

Ella se estremeció ante la voz dura e inflexible. Estaba enojado. Puede


que no lo mostrara, pero en el fondo, lo estaba. Ella lo sintió en su
mente.

Dragomir.

Dame unos minutos.

Bookeater
Dark Legacy
Ella dejó caer la cabeza en su mano y tomó una respiración profunda,
deseando que él estuviera allí con ella ahora. Deseando realmente ser
su compañera. Pero ella lo sabía mejor. Niños de la calle como ella no
conseguían al hombre magnífico, valiente y dulce, el que iba a tomar a
una bebé junto con su madre. No, ellas conseguían al villano, al
monstruo. Y ella consiguió al peor monstruo en la tierra.

̶ Pero no es tú bebé, ̶ susurró ella en voz alta. ̶ Vas a ser amada. Muy,
muy querida.

Dragomir leyó sus pensamientos, porque ahora estaba en su mente, no


podía dejarla ir lo bastante. Él quería ir por Emeline y tranquilizarla,
encontrar una manera de hacerle ver que él era su compañero, que no
volvería a dejarla, pero había muy poco tiempo. Cambió su camino
íntimo con su compañera al camino más común de los Cárpatos.

Tariq, debo reunirme contigo inmediatamente. Estoy a la caza de comida, pero


volveré en unos pocos minutos.

Ven a la casa.

Dragomir dejó el recinto. Sandu, Ferro y Andor se encontraron con él,


tomando el cielo como pájaros. Habían cazado muchas veces juntos,
mucho antes de que tomaran la decisión de entrar en el monasterio. Su
vuelo los llevó a una buena distancia de donde dormían. Estaba
arraigado en ellos cazar lejos de los lugares que frecuentaban.

Bookeater
Dark Legacy
En lo profundo del ave, Dragomir estaba desconcertado y fastidiado
por la extraña emoción. Dolor. Daño emocional. Conocía el dolor físico,
pero nunca había experimentado el dolor emocional hasta que su
compañera le había devuelto el sentimiento. El dolor de la destrucción
de amigos y seres queridos era profundo, agujeros en su alma que
sabía que nunca podría reparar. Intelectualmente, podía decir que la
persona a quien amaba había muerto cuando habían tomado la
decisión de convertirse en vampiros, pero eso no detuvo el dolor de
tener que terminar con las apariencias corruptas de aquellos que
alguna vez habían sido sus amigos.

Este dolor era diferente. Su compañera se negaba a creer que era suya.
Incluso después de atarlos juntos y ella sentía los efectos, ella
simplemente no los reconocia... ella no lo creía. ¿Por qué? Se volvió una
y otra vez en su mente mientras los cuatro daban vueltas por encima
de una calle trasera donde tres hombres vestidos con trajes de negocios
habían estacionado sus coches. Claramente esperaban a alguien más.
Con la tecnología avanzada de cámaras en los teléfonos celulares y
aparentemente en todas partes, los Cárpatos tenían que coordinar su
confrontación. El ataque tenía que ser rápido y simultáneo, evitando
que sus presas usaran los teléfonos móviles, cámaras o cualquier otra
tecnología. Simplemente se aseguraron de que ninguno de ellos
pudiera ser visto desde el camino, ni los cazadores ni la presa.

Tres cayeron, Sandu, Andor y Dragomir, mientras que Ferro vigilaba


por encima, permaneciendo en forma de pájaro. Cada uno de ellos
eligió su presa, se materializaron detrás de ellos y tomaron el control
de sus mentes. Dragomir hundió sus dientes en el cuello, tomando el
líquido que da vida.

Bookeater
Dark Legacy
Él sabía que necesitaba más tiempo debajo de la tierra para sanar
completamente, pero debería ir después. Él estaba a punto de entrar en
la batalla de su vida, y esta vez él tenía algo que perder.

Emeline. Su mujer. Si hubiera nacido siendo Cárpato, habría


reconocido todos los vínculos entre ellos. Esas diferencias que ella
sentía se habrían atribuido instantáneamente a su vínculo. Pero ella no
era Cárpatos. Había nacido humana. Tal vez conociera su mundo, pero
nunca lo había experimentado. Nunca había tenido una familia. Ella
había sido desechada por sus parientes. Había pensado que estaba
sacrificando su vida por los niños en esa ciudad subterránea que
Vadim había creado, pero en su lugar, él tenía otros planes para ella. La
había cegado. Sus sueños solamente la llevaron hasta la fecha y los
resultados que no siempre fueron lo que pensaban que serían.
Probablemente por eso no confiaba en que su vínculo con Dragomir
fuera real. No creía porque no podía permitirse creer. Tendría que
dejar de lado los sentimientos heridos y llevársela de allí. Necesitaba
amabilidad. Necesitaba ser apreciada. Necesitaba saber que siempre
estaría ahí para ella. Se daría cuenta de las cosas que le importaban y se
las daría a ella.

Cortésmente, cerró la herida en el cuello de su presa y le ayudó a


sentarse así que el hombre se sentó contra su coche. Entonces
Dragomir tomó el cielo. Minutos más tarde, encontraron una presa
para Ferro y luego regresaron al recinto.

Tariq Asenguard era un buen hombre. Además, era inteligente. Otros


habían pensado que era extraño su interés en humanos, sin embargo, él
había asimilado el mundo humano mucho mejor que la mayoría.

Bookeater
Dark Legacy
Él utilizó su tecnología y comenzó a investigar maneras de avanzarla.
Había acumulado una fortuna, comprado tierras y establecido un
negocio. Tenía una forma de difuminar el reconocimiento facial para
que nadie pudiera identificarlo.

Tariq había compartido su conocimiento con los antiguos, la


transferencia de todo lo que había aprendido acerca de los avances
realizados, mientras que los antiguos habían estado encerrados lejos
del mundo. No sólo era inteligente, sino generoso. Su compañera había
sido humana, y parecía tan generosa como su hombre. Tal vez hablar
con ella podría ayudar...si ambos estaban de acuerdo en permitir
quedarse a Emeline y a la bebé. El recinto era el lugar más seguro para
ella. Tariq había ido acumulando un buen número de cazadores, y con
eso venia la protección de muchos.

Vadim había elegido alojarse en el área cuando el sentido común y sus


siglos de experiencia deberían haberlo instado a abandonarla. ¿Era
realmente tan importante para él Emeline? La niña no era la razón por la
que tratara de conservarla. Había dirigido los parásitos hacia el
corazón del bebé, sabiendo que eventualmente lo matarían. Así que,
¿qué lo hacía tan decidido a recapturar a Emeline, que no sólo
permanecía en un territorio habitado por muchos cazadores antiguos
de los Cárpatos, sino también abiertamente atacar su recinto?

Tariq lo esperaba junto a la puerta de su casa, Maksim a un lado de él,


y Mataias Lojos por el otro. Eso significaba que Tomas estaba en algún
lugar cercano. Dragomir apostaría su vida a que Afanasiv Balan, uno
de los antiguos que había permanecido brevemente en el monasterio,
también estaba cerca.

Bookeater
Dark Legacy
Afanasiv había sido un buen amigo de la infancia de Tariq y se había
mantenido cerca, sin embargo, él era un miembro de la hermandad.

̶ En jutta félet és ekämet, ̶ Tariq saludó en su lengua antigua, dando un


paso adelante para estrechar los antebrazos de Dragomir en el camino
de los guerreros.

Amigo y hermano. Ese saludo le dijo a Dragomir todo lo que


necesitaba saber. Tariq habría elegido otro saludo si se opusiera a tener
a Emeline en su recinto.

̶ Bur tule ekämet kuntamak. ̶ Bien hallado, hermano, fue la elección de


saludo de Dragomir.

̶ Gracias por salvar a los niños, ̶ dijo Tariq, dando un paso atrás. ̶ Ellos
están limitados por el momento hasta que decidamos qué hacer con la
situación.

Mientras hablaba, su aguda mirada se movió sobre Dragomir,


evaluando los daños sobre él. ̶ Dime lo que necesitas.

̶ Debemos expulsar el resto de los parásitos de mi compañera y la niña.


Vadim la inundó con ellos y la atormentan continuamente. Ella fue
capaz de manipular la fertilización y lleva una niña. No sé si Vadim se
dio cuenta de eso y decidió matar a la niña, pero él estuvo cerca de su
objetivo. Él nos va a dar luchar por ella. Debo convertir a Emeline tan
pronto como libremos su cuerpo de sus parásitos, y eso significa que la
niña también pasará por la conversión. No pueden sentir dolor o la
bebé estará perdida.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Tú y el sanador dan fe de esta niña?

̶ La hemos examinado con detenimiento. Ella es una mujer y por lo tanto


no puede sostener la oscuridad. Ella tendrá mi sangre y sus órganos en
desarrollo serán míos. En esencia, ella será mi hija, pero siempre tendrá
esa parte de ella que es Malinov. Son guerreros muy inteligentes y
feroces. Ella será una ventaja para nuestro mundo.

Él se sentía como si estuviera luchando por su hijo en ese momento. La


bebé había pasado de ser la hija de Emeline y por lo tanto su
responsabilidad, a ser simplemente la de él. Su niña. Suya.

Tariq asintió sin dudar. ̶ Reuní el suelo más rico que pude encontrar y
lo traje poco a poco. Se encuentra profundamente debajo de esta casa.
Llévala allí, y todos nos reuniremos para ayudarte. Todavía estamos
aprendiendo, pero parece que somos capaces de tener mucho mejor
control del dolor y convulsiones cuando estamos juntos.

̶ ¿Los demás nos darán la bienvenida aquí? ̶ Dragomir fue


contundente. ̶ Si no, después de que ella se convierta, la tomaré y nos
iremos.

̶ Mientras el recinto sea mío, ella siempre será bienvenida aquí, ̶ dijo
Tariq. ̶ Naturalmente, hay algunos con preocupaciones, pero nos
rehusamos a rendirnos a Vadim, ni a entregarle al niño y ciertamente
no a Emeline.

̶ Tu palabra y la palabra del sanador son lo suficientemente buenas


para nosotros. ̶ Indicó Maksim.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir sabía que Maksim había establecido los clubes nocturnos y
los recintos con Tariq, pero claramente Tariq era el líder reconocido.

Dragomir. Había pánico en la voz de Emeline. Nos está atacando. La


bebé…

Él giró y tomó la distancia entre las casas, medio volando, medio


corriendo. Sandu, Andor y Ferro lo flanquearon al instante.

Ven a mí, sívamet. Estoy justo afuera. Él ganó el pórtico.

Ella abrió la puerta, se dobló, sus ojos llenos de dolor y de shock,


respirando en jadeos rasgados. Ella alternaba entre poner sus manos
sobre las orejas y sobre su vientre. ̶ Él está hablándome. Burlándose de
mí. Me dice lo que me va hacer. ̶ Todo el color se había ido de la cara.
Ella se tambaleó un momento y luego sus rodillas se doblaron.

Dragomir la tomó en sus brazos antes de que tuviera la oportunidad de


caer. Acunándola cerca, empujó su cabeza a la de ella. De inmediato,
encontró esa barrera que la protegía parcialmente de las órdenes y las
compulsiones. Déjame entrar totalmente, Emeline.

No puedo. Él entrará.

Dragomir escuchó el eco de la risa áspera de Vadim. El sonido era feo,


una nota discordante que dañaba los oídos. Su voz, cuando hablaba,
era igual de ronca. Ya estoy dentro. Soy tu compañero, y no me puedes
excluir a pesar de los intentos. No me puedes expulsar. Tú puedes mentirle,
darle sangre, tratar de confundirla, pero mi reclamo es primero y ella es mía.

Bookeater
Dark Legacy
En voz alta, dijo, ̶ Emeline. Sívamet. Eres mi corazón y mi alma.
Necesito que confíes en mí. Sabíamos que iba a luchar contra nosotros.
Eso era un hecho. Déjame entrar en ti totalidad. ̶ Mantuvo su voz
tranquila y calmante.

Ella volvió su rostro contra su pecho, ambas manos agarrando su


camisa, sus ojos cerrados firmemente. ̶-Dijo que te haría daño. Me dijo
las cosas terribles que te haría. Por mí. ̶ Su cuerpo se estremeció y luego
se zarandeó una y otra vez en el dolor.

Dragomir la llevó a la casa de Tariq. Los Cárpatos abrieron la puerta y


le hicieron un gesto hacia el interior. Los antiguos lo siguieron. Tariq
abrió el camino a través del pasillo y las escaleras hacia un sótano lleno
de proyectos para trabajar la madera, incluidos los caballos del
carrusel. Cruzaron a una sección del piso que Tariq abrió con un
movimiento de su mano. A continuación, llegaron donde los Cárpatos
se habían reunido, varios hombres, y un par de mujeres.

Fronteras de cemento rodeaban los enormes jardines de curación. Un


poco más allá del cemento estaban las tablas de madera hábilmente
construidas para compensar las paredes bajo el sótano de la casa, sin
embargo, cada cierta viga de soporte había grietas para permitir el
ingreso de la luz de la luna. Por encima de los jardines estaban
plataformas elevadas que les rodeaban, por lo que los Cárpatos
podrían reunirse para ceremonias.

El suelo brillaba, tierra rica y oscura. Brillaba con minerales que la luz
mostraba por las llamas parpadeantes de velas perfumadas. Dragomir
buscó en las plataformas circundantes hasta que vio a Blaze.

Bookeater
Dark Legacy
Él sabía exactamente que había puesto todo en marcha y le dio una
inclinación de cabeza para reconocérselo. Se puso de pie al lado de
Charlotte, la compañera de Tariq, y ella se veía asustada. Él la entendía,
incluso más de lo que ella veía en la enormidad con lo que estaban
tratando, ya que él había visto el abrumador número de parásitos en la
sangre de Emeline.

Emeline gritó y se retorció en sus brazos. Las cejas de Dragomir se


arquearon bruscamente. El dolor en ella aumentaba. Los parásitos de
Vadim estaban trabajando, torturándola, y no podía evitarlo. Ni un
minuto más de su indecisión ya que él sabía, en última instancia, que
tenían que detener a Vadim ahora.

̶ Ya no estoy pidiendo, Emeline. Exijo que me permitas ingresar a tu


mente. ̶ Él podría empujar más allá de la barrera, pero sería causar más
dolor, más de lo que ya tenía. Él nunca querría ser una parte de su
sufrimiento, incluso si se trataba de salvarla de los tormentos de
Vadim, pero lo haría si era necesario. Las reglas modernas no siempre
tenían sentido para él. Ella sufría. Él podía parar eso.

Emeline levantó la cabeza, con los ojos ahogados en el dolor y la


desesperación. Ella buscó en su cara, y luego asintió con la cabeza, y
rápidamente bajo el escudo en su mente. En el momento en que ella le
dio acceso completo, construyó una defensa tan fuerte en su mente que
la voz de Vadim no podría penetrar hasta ella. También hizo todo lo
posible para protegerla del dolor de los parásitos que le mordían los
huesos y marcaban heridas en sus órganos mientras hacían agujeros y
se movían dentro para roer con sus dientes. Muchos habían vuelto; se
habían reproducido durante el día en previsión de los mandamientos
de su amo.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir flotaba a la extensión de un suelo profundo y rico debajo de
ellos. Gary ya estaba allí. Dragomir se hundió, colocando a Emeline a
su lado. Al instante, el sanador se despojó de su cuerpo y entró en el de
Emeline. Dragomir besó los párpados de ella y luego siguió al sanador.

Los Cárpatos comenzaron un canto suave, el canto de curación menor,


y la canción de cuna para la criatura nonata.

Tumtesz o estela ku Belső pitasz. Siente la fuerza que tienes dentro.

Hiszasz sívadet. Én olenam gæidnod. Confía en tu corazón. Yo seré tu guía.

Sas csecsmõm, kuńasz. Silencio, mi bebé, cierre tus ojos.

Rauho jone ted. La paz vendrá a ti.

Tumtesz o sívdobbanás ku Olen lamt3ad Belső. Siente el ritmo en el interior.

Gond-kumpadek ku kim te. Olas de amor que te cubren.

Pesaña, asti o jüti, kidüsz. Protegete, hasta la noche, y te levantas.

La canción era cantada a bebés no nacidos, creada cuando tantos se


habían perdido. A Dragomir le encantaba la belleza, que todos los
Cárpatos cantaban a sus hijos para tratar de salvar sus vidas.

Tengo una muerte especial planeada para ti, Dragomir. Una que tomará un
siglo. Nos alimentaras. Alimentaras a mis hijos. Vas a ser nada más que forraje
para los más fuertes y mejores que tú.

Había algo calmante e incongruente en cuanto a oír la canción de cuna


al mismo tiempo que la fea y discordante voz de las burlas de Vadim.
Dragomir no se molestó en responder a sus amenazas.

Bookeater
Dark Legacy
El vampiro no tenía idea de lo que planeaban, y estaba a punto de
darle su retribución.

Dragomir envió su espíritu para examinar el cerebro de Emeline


primero. No había parásitos, lo que le daba seguridad. Vadim no
estaba tomando el riesgo de dañarla. Por supuesto, una vez que
supiera con certeza que estaba perdiéndola, probablemente se volvería
contra ella y haría todo para matarla. Para ayudarla a protegerse de esa
posibilidad, Dragomir construyó un escudo pesado alrededor de su
cerebro, uno que estaba seguro de que los parásitos no podían
penetrar. Hizo lo mismo con su corazón y sus pulmones, luego con sus
ovarios y matriz. Gary estaba haciendo lo mismo para el bebé, una vez
que empujo los parásitos de su pequeño cuerpo, de nuevo al de
Emeline.

Ha llegado el momento, dijo Gary, cuando había completado la


construcción de sus escudos.

¿Daratrazanoff? Vadim hizo que el nombre sonara como una maldición.


¿Crees que puedes enfrentarte con un Malinov y ganar?

Gary no respondió. Dragomir lo admiraba aún más por ignorar al


maestro vampiro como si fuera una simple molestia, muy por debajo
de su atención. Los dos se retiraron del cuerpo de Emeline y cada uno
volvió a su propio.

̶ Voy a tomar tu sangre ahora, Emeline, ̶ Dragomir dijo suavemente. ̶


Como cuando estábamos solos. Estaré removiendo una gran cantidad
de ella, lo que significa que tu sangre tendrá que ser reemplazada.
Sandu, Andor y Ferro se turnarán para darte sangre.

Bookeater
Dark Legacy

Ella retrocedió, sacudiendo la cabeza. ̶ No creo que pueda hacer eso.

̶ Puedo ayudarte, ̶ dijo Dragomir. ̶ Si vamos a salvar a la bebé y a ti de


Vadim, esta es la única manera. Una vez que tome tu sangre, no puedo
devolvértela. No al principio. Soy el filtro. Voy a ingerir los parásitos...

̶ No. Absolutamente no. ̶ Ella se puso de pie. ̶ No vas a tomar esos viles
gusanos venenosos en tu cuerpo.

Él extendió la mano y la cogió de la muñeca. Suavemente. Tan


suavemente. Su pulgar se deslizó sobre el dorso de su mano en una
suave caricia.

̶ Lo hice antes de dejarte al amanecer esta mañana, sívamet. Ya están


dentro de mí. Puedo liberar mi cuerpo de ellos un poco a la vez, y eso
es lo que vamos a hacer. El peligro es que comiences a convertirte antes
de que estemos listos. Si tienes alguna manera de aguantar, por favor
hazlo. ̶ Mientras hablaba, él la atrajo hacia él. Pacientemente. Despacio.
Inexorablemente.

̶ No quiero esto para ti, ̶ ella protestó en un susurro de desesperación.

̶ Por supuesto que no. ̶ Él la atrajo hacia su regazo una vez más. ̶ Te voy
a alejar de todo esto para que te resulte más fácil. Gary enviará su
espíritu de nuevo dentro de ti y comenzará a destruir los parásitos.
Estará allí cuando hagan un ataque concentrado en la bebé. ̶ Cuando
ella comenzó a protestar de nuevo, su voz se volvió dura. ̶ Emeline,
prometiste confiar en mí.

Bookeater
Dark Legacy
Ella respiró hondo y asintió con la cabeza. Inmediatamente la envolvió
en sus brazos, no queriendo darle más tiempo para preocuparse u
objetar. Gary se despojó de su cuerpo y una vez más entró en el suyo.
Dragomir hundió sus dientes en su cuello mientras él la distanciaba de
la acción. A pesar de que los parásitos en su sangre le quemaban la
lengua y la garganta, su sabor era exquisito. Vadim no podía
corromper eso. Dragomir se quedó anclado en su mente, protegiéndola
mientras Vadim gritó su rabia y ordenó a sus criaturas atacar.

Gary contestó, quemando grandes grupos de parásitos mientras se


acercaban a su corazón. Dragomir bebió su sangre, atrayendo tantos
parásitos en sí mismo como pudo. La carne dentro de su garganta y su
boca se ampollaron cuando los malignos microorganismos le picaron y
le mordieron en su frenesí. Su veneno se propagó a través de su
torrente sanguíneo, corriendo por sus venas y saturando sus células.
Sus músculos se apoderaron de él. Sus órganos se estremecían,
enviando dolor atravesando su cuerpo.

Los parásitos se extendieron por todas las partes de su cuerpo, y ahora


estaban sistemáticamente apuntando a sus propios órganos vitales. Y
todavía siguió bebiendo la sangre de Emeline, disponiendo que las
repugnantes criaturas de Vadim entraran en su cuerpo con el fin de
ayudarle. Su respiración se intensificó, su corazón golpeó contra su
pecho, un grito ronco se alojó en la parte posterior de su garganta,
retenido sólo por su voluntad.

Suficiente. Deshazte de ellos, Gary ordenó.

Bookeater
Dark Legacy
Superando el dolor horrendo, Dragomir deslizó su lengua a través de
la piel de su compañera, cerrando las pequeñas heridas dejadas por su
mordedura. La apartó de él y caminó hasta el borde de los terrenos de
curación donde la pared de cemento era más gruesa. Él empujó a los
gusanos de su sangre a través de sus poros. Quemaron un poco,
luchando por atacarlo, por matarlo, las ordenes de Vadim haciéndolos
viciosos. Se aseguró de que cayeran sobre la losa de cemento. Andor
llamo al relámpago para incinerar las criaturas, llevándolas a través de
las grietas en la pared de madera que Tariq había diseñado sólo para
tal ocasión.

Dragomir respiró profundamente, haciendo una pausa para reunir sus


fuerzas y reforzar sus defensas interiores antes de volver a Emeline.
Andor siguió, permaneciendo cerca. Sandu lo encontró a medio
camino y extendió su muñeca. ̶ Ese sanador es justo.

Dragomir le dirigió una mirada, entre reprimenda y admiración. ̶


¿Estás vigilando al sanador? ¿Cómo?

̶ Enviamos un pequeño espía. Esta es tu hija. Tu mujer. No sabemos


mucho sobre él aparte de que trató de tomar a la mujer de Aleksei.

̶ ¿Inexcusable apenas un pedacito? ̶ Dragomir incitó. Por supuesto, él


había estado más que un poco sospechoso de Gary hasta que el
sanador había trabajado tan duro para salvar las vidas de Emeline y de
todos los otros que se habían defendido del ataque anterior de Vadim.

̶ O Jela peje terád, ̶ dijo Sandu. Toma la sangre y date prisa.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir hizo lo que el antiguo sugirió, prácticamente inhalando el
sustento. La sangre de Sandu era como un puñetazo de puro poder,
llenándolo de fuerza.

Murmuró sus agradecimientos y se dejó caer al lado de Emeline.

Ella deslizó su mano en la suya, sorprendiéndolo. A pesar del escudo


que había puesto alrededor de ella para distanciarla de lo que estaba
sucediendo, ella seguía estando muy consciente. ̶ ¿Estás bien?

̶ Mejor que bien. ̶ Él envolvió sus brazos alrededor de ella otra vez y
hundió sus dientes una segunda vez.

Esta vez los parásitos le esperaban, corriendo a atacar, inundando su


torrente sanguíneo y dirigiéndose directamente hacia su corazón.

Andor, tengo necesidad de ti. No dejó de ingerir su sangre; en su lugar,


tomó más, haciendo todo lo posible para sacar los microorganismos de
Emeline e ingresándolos a él.

Andor dejó su cuerpo y entró en el de Dragomir. Se movió al instante


para proteger el corazón de Dragomir, usando la explosión de energía
blanca para quemar tantos parásitos como podía. Las cosas viles salían
de la luz. Algunos intentaron moverse a su alrededor, atacando el
corazón de Dragomir desde todas las direcciones. Andor era rápido,
volando en un largo semicírculo, pero había muchos. Docenas
encontraron el agarre y comenzaron una madriguera a través de las
capas externas del músculo del corazón.

Bookeater
Dark Legacy
Suficiente, Dragomir. Necesitas purgarlos antes de que se dirijan para obstruir
tu corazón, dijo Gary. Necesito sangre. En el momento en que me vaya
atacarán a la niña. Ellos están tratando por todas las maneras posibles
rodearme, incluso sacrificándose para que otros puedan arrojarse hacia el
corazón de ella.

Ferro, Dragomir dirigió. Estás despierto.

Ferro dejó su cuerpo sin vacilación y entró en Emeline. El sanador


estaba de vuelta, y esta vez se dejó caer al suelo, claramente desgastado
de su lucha para mantener lejos a los parásitos de la bebé. El hecho de
que Gary estuviera débil dijo a Dragomir que el tiempo iba pasando.
Cerró los pequeños pinchazos de la garganta de Emeline y dio un paso.
Los parásitos atacándolo, golpeando cada órgano, usando los dientes y
escupiendo el ácido en cada dirección. Tropezó, quemando sus
entrañas. El dolor estalló a través de él con cada bocado que los
parásitos tomaban.

Era un antiguo, familiarizado con el dolor y el sufrimiento en todas sus


formas, pero incluso a pesar de sus milenios de experiencia, esto era
pura agonía. Él sabía que los ataques eran agravados por la orden del
vampiro, pero Emeline tuvo este tormento por días...semanas...sin
ayuda de ningún tipo. Su fuerza le dejó aturdido por partes iguales,
abatido, y más que un poco enojado. Había soportado esto, esta tortura,
sola. Él no había estado allí para protegerla de ello, y nadie más lo
había hecho.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Dragomir. ̶ El miedo irrumpió a través de él. El miedo de ella por él. Él
levantó la mano para que dejara de moverse. Afanasiv estaba allí, junto
a ella, tratando de darle su sangre. Tariq dio más al sanador.

̶ Emeline. Permanece allí. ̶ Él derramó una orden con su voz y obligó a


su cuerpo a estar en posición vertical, se obligó a pasar por alto el
hecho de que se sentía como si alguien estuviera echando un soplete a
sus entrañas.

Ella vaciló y entonces cedió, hundiéndose de nuevo en el suelo,


aceptando la muñeca extendida de Afanasiv. Una vez más, ella no
ingirió la sangre y Dragomir envió otra orden, esta vez con un empuje
más duro para distanciarse del acto necesario. Él no se movió hasta que
ella inclinó la cabeza y cedió a su orden.

Tomó cada pedazo de disciplina que tenía para cruzar a la orilla de la


suciedad. Él fluyó sobre el suelo en lugar de gastar energía física
caminando. No podía permitir que los parásitos escapan para entrar en
el terreno. Esta vez, Maksim estaba esperando para incinerar a las
criaturas de Vadim y reponer la sangre perdida de Dragomir.

Mientras Dragomir obligó a los parásitos a salir de su cuerpo,


empujando la sangre infectada a través de sus poros, los Cárpatos
reunidos continuaron cantando la canción de cuna para la bebé.
Cantaron sobre paz, fortaleza, y amor por ella, instándola a que se
aferrara, que estaban allí para ella, esperando por ella. Encontró la
canción suave y esperaba que la bebé lo hiciera también.

Bookeater
Dark Legacy
Tomó mucho más tiempo librar su cuerpo de los parásitos, y él era
consciente de la cantidad de esfuerzo que Andor había gastado para
proteger sus órganos más vitales. Maksim incineró los parásitos
expulsados cuando trataban de correr por el suelo. Él fue exhaustivo,
asegurándose de que ni siquiera uno se escapara. Dragomir bebió la
poderosa sangre antigua que Maksim le ofreció, a continuación, se
apresuró a volver al cuerpo de Andor para permitir a su espíritu volver
a entrar. Ambos hombres cayeron al suelo. Inmediatamente Nicu y
Lojos estaban allí para darles la sangre.

Gary cerró cortésmente la herida en la muñeca de Tariq.

̶ Él está tramando algo. Estamos progresando. Nos hemos librado de la


mayoría de los parásitos en el torrente sanguíneo. Tiene unos cuantos
escondidos que tendremos que buscar, pero puedo sentir su rabia, y
está tratando de conseguir que se reproduzcan más rápido.
Afortunadamente, creo que tenemos buena cantidad de los que
pueden reproducirse. Vadim ha retrocedido y eso es malo para
nosotros en términos de deshacerse de los parásitos.

Dragomir observó los rasgos pálidos de Emeline. Estaba tumbada en la


parte superior del suelo, con los ojos cerrados, pero podía sentir su
mente tratando de evaluar lo que estaba sucediéndole a ella y a la
niña. ̶ Yo también lo siento. Él va a golpear duro cuando lo haga.

̶ Ningún parásito ataca al cerebro o el corazón de Emeline, ̶ dijo Gary. ̶


Sólo al de la bebé.

Bookeater
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̶ Y al mío, ̶ dijo Dragomir, con el ceño fruncido. ̶ Si él no está tratando
de matar a Emeline, lo que no tiene sentido, entonces la bebé debe ser
protegida. Va a tratar de hacer daño a Emeline a través de la niña.
Emeline debe ser protegida, también, porque si él no puede deshacerse
de la bebé, me temo que va a hacer algo más para hacerle daño, tal vez
tratar de matarla. ̶ Eso no se sentía bien. Incluso si la bebé se hubiera
ido, temía que Vadim deseara a Emeline para algún propósito. No
deseara. Necesitara.

Gary volvió sus extraños ojos a él. Dragomir sabía que sus propios ojos
eran diferentes, al igual que los de Ferro y Sandu. Se dio cuenta
entonces. Gary era verdaderamente un antiguo con todo el conocimiento
y el poder de las personas en el monasterio. Tenía las experiencias en la
batalla, las muertes de sus antepasados, las cargas que se llevaron a la
tumba, todos en uno. Y ni siquiera tenia el alivio de la tentación, esos
susurros oscuros para extraer la sangre hasta que llegara la fiebre de
matar a sus presas y simplemente sentir. En cambio, no había nada. Al
igual que los antiguos en el monasterio, vivía en un vacío gris de la
nada. Él pertenecía a la hermandad.

̶ Toma su sangre y dale la tuya, ̶ dijo Gary.

Emeline estaba a punto de pasar por la conversión, y el sanador sabía


que era importante para Dragomir tener sus últimos momentos como
una humana, solo para ellos dos. Él le dio las gracias y una vez más la
tomó en sus brazos, manteniéndola cerca de él, mientras que el
sanador dejó su cuerpo.

Bookeater
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̶ Me duele, ̶ dijo suavemente, presionando su cuerpo cerca de él,
fundiéndose en él. ̶ ¿Cómo lo estás haciendo tú?

̶ Puedo apagar el dolor. Deja de preocuparte por mí. Nosotros todavía


tenemos que pasar por la conversión. ̶ Le frotó la parte superior de la
cabeza, consciente del tiempo escapando de ellos.

El sonido de los Cárpatos cantando la canción de cuna llenó el aire con


una paz calmante, lo que era un contrapeso a los ataques violentos de
los pocos parásitos restantes que continuaban en ambos. A pesar de la
urgencia, quería abrazarla por un momento, para bloquear todo el
dolor y la sangre de ella y permitirle un momento de respiro.

Echó hacia atrás su cabello. ̶ Estás siendo muy valiente, Emeline. No me


puedo imaginar lo que esto se debe sentir para ti. ̶ Por primera vez en
la noche, pensó en entrar en su mente aún más, para oler y
experimentar lo que estaba sintiendo. Ella estaba abierta para él, sin
ningún tipo de barreras.

̶ No, ̶ dijo ella suavemente. ̶ Siente lo que siento cuando me estás


sosteniendo. Segura. Querida. Esas son las cosas que me centran, no el
resto de eso. Estás arriesgando todo para salvarme.

Su corazón se apretó con fuerza en el pecho. Se inclinó para presionar


sus labios contra su pulso, sintiendo los latidos de su corazón en la
boca, teniendo ese ritmo en el corazón. Le tocó la marca con su lengua,
raspó sobre ella con los dientes. ̶ Sívamet andam. ¿Sabe lo que eso
significa, sívamet? Significa que te estoy dando mi corazón. Eres la
única que lo tiene. Lo cuidaras para toda la eternidad. Nunca tomaría
otra compañera. Soy un antiguo y mi honor es todo lo que tengo.

Bookeater
Dark Legacy
Todo lo que tengo para ofrecerte. Sé que Vadim sigue diciéndote que él
es el único, pero elíjeme a mí. Que sea una elección, Emeline. Si todavía
no puedes sentir los lazos de nuestra unión, hazme tu elección.

̶ Cada vez. Con cada respiración, ̶ dijo ella al instante, levantándose


para rodearle el cuello con su brazo. ̶ Siempre serás mi elección.

̶ Sielamet andam. Te doy mi alma. Me das de nuevo la luz. Esperanza.


Siempre serás un hogar para mí, Emeline. Nunca me importara donde
estemos, siempre y cuando estemos juntos. ̶ Hundió sus dientes en el
cuello, esta vez, sin alejarse de ella. Dejándola sentir la mordedura
erótica. El destello de dolor seguido por puro placer.

Ella gritó y luego lo recompensó con un pequeño gemido que le dijo


que estaba sintiendo lo que él quería para ella. Su cuerpo se movía
inquieto sobre el suyo. Muy dentro de él sentía que Vadim siseaba su
rabia. Era como una serpiente, enrollada y esperando una oportunidad
para atacar. Dragomir la atrajo más cerca, protectoramente, lo que le
permitió a sí mismo saborear el sabor de su sangre. Nada que Vadim
hiciera podría disminuirlo para él. Siempre sería adicto a su gusto.

Nunca la tendrás otra vez, susurró en el camino telepático de los


Cárpatos. No le importaba que los demás lo escucharan provocar al
maestro vampiro. Un vampiro enfurecido comete errores. Vadim no
alcanzaría a Emeline en sus manos otra vez. Ingirió el resto de los
parásitos. Antes de tomar su sangre, iba a sacarlos de su cuerpo, por lo
que iba a hacerse fuerte, sangre antigua para fortalecer la de ella y a la
bebé.

Bookeater
Dark Legacy
Él dio un beso sobre su pulso y luego cubrió los pinchazos cerrados
con la lengua. ̶ Yo volveré para darle el cambio.

Ella le sonrió. ̶ Se han ido, ¿verdad? Me siento diferente.

Gary había entrado una vez más en su cuerpo para ayudar a arrear el
resto de los parásitos en Dragomir. Surgió, como su rostro sombrío
como siempre, pero era triunfante. ̶ Se han ido, ̶ indico. Sus ojos se
encontraron con los de Dragomir, reafirmando su convicción de que
Vadim no se había opuesto lo suficientemente en la dura batalla al
final. La pregunta era, ¿qué estaba planeando?

Dragomir le dio un beso más a Emeline en la frente y una vez más se


dirigió de nuevo al borde de los terrenos de curación. A cada paso del
camino, los parásitos le mordían, apuntando a sus huesos y rasgando
sus órganos. Obligó a su cuerpo en posición vertical, de pie. La noche
estaba entrando por la rendija dejada deliberadamente por los
Cárpatos que llamaban eléctrica, o para que cada uno tirara de lo que
necesitaban de la noche. Sandu estaba con él esta vez, listo para
incinerar los monstruos malintencionados que atacaban su cuerpo.
Dragomir miro por la rendija a la oscuridad. La astilla de la luna
comenzaba a expandirse, una media luna caliente, brillante en el cielo.
El relámpago se bifurcó, Sandu cargando el aire.

La ligera brisa se movió, tocó la cara de Dragomir mientras forzaba las


ondulaciones, luchando contra los parásitos a través de sus poros. Se
concentró en no dejar ni uno solo atrás.

Bookeater
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Andor le ayudó, su espíritu brillando, su luz al rojo vivo en todas
partes, por lo que ninguno pudo ocultarse. Los echó mientras que
Dragomir los empujaba a través de sus poros. No miraba hacia abajo a
los parásitos, sino más bien hacia el exterior, hacia la noche. Estaba
llevando a Emeline allí. La noche se convertiría en su mundo. Su
mundo.

Ella lo había elegido sin dudar. Estaba lista para la conversión,


poniendo toda su confianza en él. Lo que lo humilló. El relámpago
entro en zigzag a través del cielo y luego Sandu le dirigió en un recto
látigo chisporroteando a los parásitos. Dragomir captó un olor débil
extraño, algo que él había olido antes. Hubo un indicio de conspiración
al respecto. Se inclinó hacia la grieta, moviéndose hacia un lado para
conseguir la brisa en su cara. El látigo de un rayo chocó través de la
grieta. En lugar de caer sobre los parásitos, se balanceó en un amplio
arco, buscando a Dragomir.

Bookeater
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Sandu saltó fuera del camino del látigo del relámpago que se estrelló
a través de la grieta, balanceándose en el aire como serpiente
chisporroteante buscando un objetivo. Gary echó su cuerpo sobre el de
Emeline llevándola al suelo, mientras los antiguos se dispersaban en
todas direcciones. Cada uno tomó una esquina, agachándose mientras
las piedras caían al suelo, golpeando a Dragomir.

En medio del caos, los parásitos tuvieron que ser vigilados para que
ninguno se metiera en el suelo. Todos sabían que el gran mago Xavier,
estaba determinado a conducir a la gente de los Cárpatos a la extinción,
por lo que había desarrollado microbios para infectar el suelo y causar
abortos involuntarios en las mujeres. No podían correr el riesgo de que
la mancha se extendiera aquí.

Los gritos de Emeline casi condujeron a Dragomir a la locura. Todos


los instintos que tenía, de Cárpatos, antiguo y compañero, lo
presionaron para llegar a ella a cualquier precio. Para protegerla,
facilitar su transición a su nueva vida y proteger a su hija. A medida
que se volvió hacia ella, látigos de relámpago golpearon a su alrededor,
aporreando el suelo, sacudiendo toda la casa y los jardines de curación,
como si ellos lo buscaran.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline necesitaba la sangre de él. Él sintió el primer dolor floreciendo
en su cuerpo, un soplete llevado a su interior, el inicio de la conversión.
Lo necesitaba desesperadamente. Ellos le habían dado tanta sangre de
los Cárpatos, que la transformación era inminente.

Sandu, debo llegar a Emeline. Los rayos se dirigen a mí. Tú debes hacerte con
el control de Vadim y su espía.

Mientras corría de nuevo hacia ella, Sandu arrebató el control de uno


de los látigos violentamente agitados para incinerar los parásitos.
Varias de las criaturas se retorcieron saltando al muro de cemento en
un esfuerzo por obtener la seguridad de la tierra, pero Sandu tuvo la
presencia de espíritu para sumergirse por debajo de ellos para que
aterrizaran en su cuerpo y no en la tierra. Los parásitos trataron de
excavar en él, desesperados por vivir, para llevar a cabo las órdenes de
su amo. Pero Sandu se mantuvo en movimiento, conduciendo sus
talones en el suelo y lanzándose al cemento de barrera. Él barrió los
parásitos de su pecho y el látigo azotó a través de ellos, incinerándolos.

Un rayo rompió por los terrenos de curación, a lo largo del techo por
encima de ellos, surgiendo a partir de una bifurcación principal para
atacar a los Cárpatos que cantaban encima de los jardines. La luz
brillante iluminó el oscuro suelo rico, de manera que se podía ver a lo
largo los minerales que brillaban por todas partes. Los látigos eran casi
cegadores, muy brillantes, obligando a los Cárpatos a cubrirse o cerrar
los ojos ante la candente energía. En el momento en que lo hacían, los
látigos bailaban, golpeando el recinto, el balcón superior y alrededor
de Dragomir.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir, utilizó la velocidad sobrenatural de su especie, y rodó por
debajo de los látigos del relámpago y se lanzó sobre ellos en saltos
mortales mientras se ponía de pie corriendo. Nadie podía tomar el aire
en moléculas; la energía eléctrica era demasiado fuerte. Sus pelos se
pararon por todo su cuerpo cuando los látigos siguieron golpeando. El
suelo debería haber sido el lugar más letal para estar cuando la
corriente dio un arco hacia fuera en un círculo buscando atacar, y había
decenas de ellos, pero en su lugar, el suelo en sí estaba protegido.

Cuando estaba cerca de su objetivo, los látigos entraron en un frenesí,


cerrándose a su alrededor, era muy claro que él era el objetivo. Vaciló
por un momento, sin dar oportunidad a los ataques, esquivándolos,
probando, mientras se acercó más a Emeline. Las chispas se elevaron
una y otra vez por el suelo de curación cuando un rayo cayó, pero no
podían pasar a través de ella, extendiéndose para hacer más
destrucción, porque las poderosas salvaguardias protegían la tierra de
curación.

A medida que se acercaba a ella, los ataques disminuyeron y llegaron a


él por detrás o hacia los lados. Ningún golpe cerca de donde se
encontraba ella, el cuerpo del sanador se extendía sobre Emeline, sus
manos hundidas en el suelo, ayudando a las salvaguardias. Andor y
Ferro estaban a cada lado de ella, sus cuerpos, y las salvaguardas
tejidas con Gary, protegiéndola del daño, pero no podían protegerla de
la conversión. Los tres hombres trataron de disminuir el dolor para
ella, con la esperanza de que la bebé lo dejara ir, pero Emeline
necesitaba a Dragomir, a su compañero. Ese vínculo los había sellado
juntos para siempre. Una mujer podría pasar por la conversión sin su
compañero, pero sabía que sería mucho más difícil para ella.

Bookeater
Dark Legacy
Él supo el momento exacto en que Tariq y el sanador tomaron la
decisión de devolver el golpe a Vadim. Sabía que era una combinación
de los dos; ningún Cárpatos podría dejar de reconocer el toque
decisivo de un Daratrazanoff. A pesar de que él protegía a Emeline,
Gary tejió su poder con Tariq y los dos golpearon al portador del rayo.
Mientras lo hacían, Sandu tomó de nuevo el control por completo de
los látigos. Fue un ataque de tres puntas, el golpe de los dos antiguos
unidos, e inesperado, ninguna pizca de su comunicación con los demás
se derramó. Eso le dijo a Dragomir que Tariq y Gary tenían una
conexión pasada de la cual no sabía nada.

En el momento en que Sandu tuvo el rayo de nuevo bajo su control,


Dragomir estaba en el suelo junto a Emeline, arrastrándola hacia sus
brazos casi antes de que los otros antiguos pudieran renunciar a sus
posiciones de tutela.

̶ Estoy aquí, ̶ dijo, acariciando hacia atrás su cabello. ̶ Mírame sólo a mí,
Emeline. No te dejaré ni a la niña. ̶ Él le tomó la barbilla y giró su
cabeza, lejos de la exhibición de poder ante sus ojos. ̶ Mírame sólo a mí,
sívamet.

Alargó la mano para trazar la ruta del camino de las cicatrices en su


cara rugosa. Ella había pensado primero que era llamativo, pero era
tan robusto como para ser considerado guapo. Ahora, ella lo miraba y
lo encontró magnífico, el hombre más guapo que había conocido
nunca. Era más, él era simplemente lo mejor de lo mejor de los
hombres. Se dejó caer en esa caliente piscina, que era el líquido dorado
de su mirada. Debería haberla quemado, pero en su lugar se sentía
limpia.

Bookeater
Dark Legacy
Ella había sido contaminada por el mal durante tanto tiempo que no
había pensado jamás que podría sentirse de esta manera de nuevo.

Ella acarició la cara de él, trazó una de las muchas cicatrices, su toque
de amor, pero no podía evitarlo. Él le había devuelto más que toda su
vida. Le había dado su valentía. Le había dado esperanza. De alguna
manera, a pesar de verse como lo peor absoluto, a pesar del mal que
impregnaba su cuerpo, Dragomir aún la había visto, a la persona bajo
todo eso.

̶ Me estoy enamorando de ti muy rápido, ̶ murmuró. ̶ No quiero


hacerte eso, y no hay ningún tipo de condiciones, pero sólo sé que está
allí. Esta tan profundo dentro de mí ahora, tanto amor por ti. ̶ Ella
ignoró el dolor ardiente quemando a través de su cuerpo. Ella podía
hacer eso porque ella estaba derritiendo todo ese oro brillante. Porque
sus brazos estaban alrededor de ella y su pecho apretado contra su
cuerpo. Debido a que era Dragomir y siempre estaba de pie para ella.
Tenía que darle la verdad. ̶ Nunca me he sentido así antes, dando mi
corazón a alguien. Tanto amor, tantos hilos que nos unen, que es
terrible y hermoso al mismo tiempo.

Era una confesión, un amor creciendo más profundo a cada momento.


Ella realmente no quería que se sintiera obligado a amarla, pero ella
estaba tan ligada a él ahora, no estaba del todo segura de cómo iba a
sobrevivir a su despedida.

̶ Quiero las cadenas, ̶ murmuró Dragomir, llegando hasta trazar una


línea a lo largo del músculo pesado de su pecho. ̶ El mayor número
posible. Eres la única, sívamet. Tu corazón está a salvo conmigo.

Bookeater
Dark Legacy
Aliméntate ahora. Mi sangre está limpia. Soy un antiguo y fuerte. Esto
hará que tú y nuestro bebé pasen a través de la conversión de forma
segura.

No prestó atención al caos que había estado ocurriendo sólo momentos


antes. Ella era toda su atención. Él estaba en su mente y podría sentir el
comienzo del cambio tanto en ella como en la bebé. Él acunó la parte
posterior de la cabeza en la palma de su mano y la apretó hacia
adelante hasta que su boca estuviera contra su pecho, aun cuando él la
distancio de lo que estaba haciendo. Ella todavía estaba consciente,
pero se llevó todo el adormecimiento humano a partir de ella para que
sólo viera la belleza. Sólo probando la esencia que era Dragomir. Su
sangre en última instancia era de ella. Su cuerpo era de ella. Todo lo
que era le pertenecía a ella.

Él sintió el primer toque tentativo de su lengua. Su cuerpo reaccionó de


forma inesperada, un fuerte tirón, duro como si despertara de un largo
sueño. Había tenido esa reacción antes, pero esto era aún más fuerte,
más urgente. La primera caricia de su lengua envió una ráfaga de
placer corriendo a través de él. Su declaración de amor se hundió en
sus huesos, envuelta alrededor de su corazón y le atravesó el alma
como una flecha, quedándose allí para siempre.

Envolvió sus brazos alrededor de ella con fuerza, sujetándola a él,


echando la cabeza hacia atrás mientras tomaba más y más de la
antigua sangre de él. Él sintió la primera acometida en ella cuando la
sangre golpeó en su sistema, pues inundó sus órganos y se movió a
través de la placenta de la bebé. A pesar de que su sangre le dio fuerza,
paso por la madre y la niña, alimentando órganos ya saturados para
acelerar el cambio.

Bookeater
Dark Legacy

Me conoces ahora, le dijo a la niña. Por favor acepta esta ofrenda de mi sangre
para hacerte fuerte. Lo ofrezco con mi protección y la promesa de quererte,
amarte y protegerte por siempre. Sé fuerte por nosotros, por tu madre y por mí.
Una vez finalizada la conversión, estarán ambas, madre e hija, completamente
en nuestro mundo. Serás siempre mi hija, cerca de mi corazón. Se fuerte
pequeña, Permanece muy fuerte y ten en cuenta que siempre estaré contigo. El
sanador estará contigo. Escucha la canción que nuestra gente te canta. Es para
ti, todos ellos te ayudan a aguantar. Toda nuestra gente está esperando para
conocerte cuando vengas a nosotros entera y saludable.

En respuesta, sintió un leve aleteo en su mente, como si la bebé se


hubiera acercado a él, tratando de conectarse de nuevo. Al mismo
tiempo, al igual que él podía sentir el dolor de Emeline, ahora podía
sentir a la niña. Sanador. La bebé.

Gary se despojó inmediatamente de su cuerpo y entró en el de Emeline


para ayudar a aliviar la transición de la bebé en su mundo. Dragomir
había perdido la cuenta de las veces que Gary le había dado sangre o
arrojado su cuerpo a luchar por la niña contra los ataques de Vadim. El
hombre tenía que ser inmensamente fuerte como para continuar, pero
Dragomir creía en él ahora. El sanador era un Daratrazanoff de
principio a fin, dispuesto a pagar el precio más alto si era necesario
para salvar a la niña. Dragomir siempre estaría en deuda con él.

El canto continuó su alrededor. La mitad de los Cárpatos cantaron la


canción de cuna y los otros la canción de curación, todo en el lenguaje
de los antiguos.

Bookeater
Dark Legacy
Los cazadores Cárpatos se habían reagrupado y ahora rodeaban a
Emeline y a Dragomir, asumiendo el dolor tanto como cada uno de
ellos podría ayudar, para ayudar a llevar a la madre y a la niña a su
mundo.

Dragomir los monitoreo de cerca. Él supo el momento en que tuvo que


detener a Emeline de tomar más sangre. Nunca olvidaría su alma
destruida una segunda vez cuando ella hizo la transición de sentirlo,
su amor, su cuidado, la construcción de esa adicción a su gusto, el
placer lo suficientemente grande como para ahogar los cambios
alarmantes y dolorosos en su cuerpo, puro dolor. Nada, pero dolor.

Emeline trató de sacarlo de su mente para prescindir de él. En la


agonía de la torsión, órganos muriendo, todavía trató de ponerlo a él
en primer lugar, para ahorrarle el dolor de lo que estaba pasando. Ella
no le había contado a nadie acerca de la agonía de los parásitos de
Vadim que la comían día y noche, y se dio cuenta de que sus razones
no habían sido sólo para protegerse de la posibilidad de ser expulsada
del recinto de Tariq, era para proteger a los otros de ser dañados por el
maestro vampiro. Ella no se atrevía a que ellos intentaran limpiarla,
dándole su sangre y sobretodo tomando la de ella. Él se negó a
renunciar a su relación con ella.

Por favor. Has hecho lo suficiente por mí.

Esto es por todos nosotros. Tú. Yo. La bebé. Estamos juntos en esto, Emeline.
Nosotros tres. Lo que sientes, yo también. Lo que siente nuestra hija, yo
también.

Bookeater
Dark Legacy
Se quedó sin aliento en sus pulmones y luego salió en un sollozo. Su
cuerpo se retorció en sus brazos y la tumbó en el suelo, protegiéndola a
ella de los ojos de los Cárpatos, no porque él fuera modesto, sino
porque sabía que ella lo era. Él le quito la ropa con un solo
pensamiento. Su temperatura corporal se levantaba y la barrera de la
ropa para el aire fresco era una terrible carga.

Eso sólo sirve para hacer que te quiera más, Dragomir. Ella susurró la
declaración en su mente. Ella le dio la tranquilidad de su conexión
íntima cuando debería haber estado conservando su energía para la
próxima ola de agonía. Gracias por aceptar a mi hija. Quiero que nosotros le
demos un nombre ahora.

La ola golpeó y su cuerpo se convulsionó. Sentía al sanador aliviando a


la bebé a través de él y deseo ser el único. En el momento en que tuvo
la idea, tanto madre e hija llegaron a él, como si fuera el único
facilitando su camino. Respiró con ellas. Les envió fuerza.
Sosteniéndolas cerca, protegiéndolas lo mejor que pudo. Él estaba
agradecido por la gente de los Cárpatos que les rodeaba, tan
determinados como él lo estaba de que la bebé no muriera.

Él froto suavemente caricias en la frente de Emeline, sus dedos se


entrelazaron en la gruesa masa de pelo negro de medianoche. Amaba
cada filamento. Era hermosa para él, más hermosa de lo que había
concebido. Se dio cuenta de que había hecho un esfuerzo, se duchaba y
se lavaba el cabello cuando estaba demasiado débil, casi, para pararse.
Había hecho eso por él, incluso sabiendo lo que le esperaba. Blaze le
había dicho lo difícil que era la conversión en mujeres humanas. Ella
sabía a qué se enfrentaba.

Bookeater
Dark Legacy
La ola se calmó y Emeline abrió sus ojos, sus largas pestañas
enmarcando todo ese verdadero violeta. En realidad, nadie tenía ojos
de color violeta, pero ella lo hacía. Su mujer. Él dio un beso en la
frente. ̶ Estoy muy orgulloso de ti.

Blaze me dijo que me relajase y abrazara el cambio. Que la respiración y la


relajación lo harían más fácil. Mayormente estaba preocupada por ti y la bebé.
¿Tienes algunos nombres que pienses que son hermosos? No pude hacerme
nombrarla cuando pensé que él iba a ganar.

Mirando fijamente a esos ojos violetas, sólo podía pensar en un


nombre. ̶ Carisma significa regalo. Me has dado el regalo más grande
que una mujer puede dar a su hombre. Nosotros podemos llamarla
Carisma cuando ella sea nuestra dulce niña. No hay duda de que va a
tener tu fuego.

No tengo fuego. Voy por mi camino.

Vamos juntos, dulce Emeline. Él no le dijo que cuando ella lo besaba,


sentía su fuego. Era profunda y apasionada. Definitivamente ella lo
encendía para él, y más, ella lo hacía encender.

Podía sentir la inflamación del dolor creciendo antes de que estuviera


allí en sus ojos y en las líneas de tensión alrededor de su rostro. Esta
vez ella tiró de sus rodillas a su pecho y giró lejos de él, vomitando
repetidamente para expulsar las toxinas humanas. El barrió las toxinas
lo más rápido posible, manteniendo el aire limpio y fresco alrededor de
ella.

Bookeater
Dark Legacy
Cuando la onda larga se calmó, ella no se volvió de nuevo a él. Él sintió
su humillación. No lo entendía. Expulsar toxinas era parte del proceso,
pero el hecho era que ella estaba incómoda, y el necesitaba facilitárselo
a ella.

̶ Nadie puede verte, solo yo, ̶ él le aseguró. ̶ El sanador tiene todo lo que
puede hacer para mantener a nuestra hija a salvo. Para nosotros, esto
es parte de hacerte llegar a nuestro mundo, y celebramos cada paso de
tu entrada.

Se tocó con la punta de la lengua su labio superior mientras giraba la


cabeza para mirarlo. Gracias. Esto es difícil, pero estoy feliz de que me esté
moviendo más cerca de ti. Tomó aire y le dio una sonrisa tentativa.
Carisma. Me gusta el sonido de eso. Llamándola un regalo suena hermoso.
Pienso en ella como un regalo, algo inocente y hermoso creado en un momento
del mal. Quiero el mundo para ella, Dragomir. Quiero un hogar y la felicidad.
El amor llenándolo. Yo quiero que tenga uno de esos dragones de piedra que
Tomas, Lojos y Mataias hicieron para los otros niños. Me encantaría que todos
nosotros nos eleváramos por el cielo juntos y señalar las estrellas. Su infancia
y su vida van a ser tan diferentes a lo que alguna vez fueron las mías.

̶ Ella va a ser muy querida, sívamet, ̶ él aseguro, y una vez más se acercó
a la niña. ¿Lana - hija – estas manteniéndote fuerte para tu madre y para mí?
El sanador que te acuna en sus brazos, facilita tu camino en nuestro mundo.
Sostengo a ambas, madre e hija. ¿Me sientes contigo? ¿La sientes a ella? Te
rodeamos con mucho amor. Mantente fuerte para nosotros.

Una vez más, sintió ese pequeño aleteo en su mente y sabía que era su
hija. Saboreó la palabra - Lana. Hija. Nunca había tenido mucho de una
familia y la memoria de la única en la que él había nacido era tenue.
Ahora tenía una compañera y una hija.

Bookeater
Dark Legacy
Nosotros deseamos llamarte Carisma. Tu madre y yo te consideramos un
regalo, un valioso tesoro que estamos honrados de amar. Carisma significa
regalo. ¿Te gusta el nombre?

Ese pequeño aleteo vino de nuevo. Una conciencia. La niña estaba


tratando de llegar lo mejor que podía y lo tomó como un sí. Tenía la
impresión del miedo, el dolor, el coraje - un poco de luchador,
entonces. Ella le estaba robando su corazón, esa pequeña presencia
luchando por su vida. Siempre estaría en deuda con el sanador.
Siempre. Por la eternidad. Él sabía que la compañera de Gary no podía
tener aún la edad suficiente para que el la encontrara ya que sólo había
nacido recientemente de nuevo como los Cárpatos, pero si podía
ayudar al sanador a aferrarse en los próximos años, lo haría.

Las olas estaban empezando de nuevo, y esta vez el dolor era aún más
fuerte. El canto y la canción también subieron en volumen, y más
Cárpatos se unieron a los antiguos en asumir la agonía de la
conversión. Sentía a las mujeres en la mezcla, que trabajaban para
ayudar a Emeline y a la bebé, para mantenerlas a salvo del dolor tanto
como era posible. Nadie podía detener las convulsiones o la purga del
cuerpo, pero la fuerza combinada de electricidad y de los Cárpatos
distanciaban a la madre y a la niña de la agonía, para permitirles pasar
a través de esa violenta ola.

Dragomir se reunió con Emeline, abriendo la tierra en el lugar más rico


que pudo encontrar. La colocaría allí en el momento en que pudiera
ordenarle a ella y a Carisma que durmieran el sueño curativo de su
pueblo. Hasta entonces necesitaba abrazarla, no por ella, sino por él. Le
acarició la parte superior de la cabeza, la sombra a lo largo de su
mandíbula atrapándose en su pelo grueso.

Bookeater
Dark Legacy
Amaba esos mechones de seda, cada uno de ellos, y tenía mucho pelo.
Era el color que le había llamado la atención, todo aquel negro de
medianoche.

̶ Ya casi has terminado, sívamet. Estamos tan cerca.

̶ ¿Qué pasó? Todos los rayos. Fue aterrador. No pude ver mucho
porque Gary me tiró al suelo y cubrió mi cuerpo con el suyo. Debajo de
mí, sentí el chisporrotear del suelo, casi como si estuviera luchando,
pero sabía que era él - Vadim. Yo sabía que estaba atacando. Siguió
diciendo que iba a matarte y a la bebé.

La voz entrecortada, casi un sollozo, hizo que su corazón se apretara


tan fuerte que le dolía. Esa preocupación estaba allí por él. No podía
recordar un momento en que alguien se preocupaba por él lo suficiente
como para llorar. Él rozó las lágrimas de sus pestañas, deseando
besarla. Quería contarle las cosas que brotaban en su corazón.

̶ La bebé está a salvo. Estoy a salvo. Él ya no puede hablar contigo.

̶ Él tomó mi sangre. ̶ Ella parecía avergonzada, como si de alguna


manera, pudiera haber evitado eso.

̶ Lo hizo. Pero tu sangre no es la misma, Emeline. Nos usamos como un


filtro y elimine cada gota de su sangre. Fue reemplazada con la sangre
de los antiguos. Él puede tratar de hablar contigo, pero tu sangre se
resistirá a su invasión. Cuando sustituimos la sangre, reemplazamos la
sangre de Carisma también. Él no puede dañar a ninguna de las dos.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Él va a estar tan enojado, ̶ susurró. Sus pestañas revolotearon y luego
descendieron, cubriendo el dolor que brotaba de sus ojos.

Respiró hondo como si pudiera respirar aire en sus pulmones cuando


llegó la siguiente ola. Él compartió su mente. Sintió el fuego arder por
sus órganos, una llama interminable y agonizante. Ella no emitió
ningún sonido. Era consciente de Gary, tomando ese calor,
desviándolo de la bebé. Ambos ancianos se mantuvieron firmes,
tratando de proteger a la madre y a su hija mientras la conversión
hacía estragos a través de ellos.

Dragomir sabía que nunca había pensado mucho en el amor. Había


pensado a menudo en su compañera. Había estado obsesionado por
encontrarla durante siglos, pero nunca había considerado lo que
sentiría cuando la encontrara. No amor. No esta sensación abrumadora
y aterradora que lo sacudió hasta su corazón. No había sabido que el
amor podía sentirse a través del cuerpo entero. Que podía manifestarse
físicamente.

El cuerpo de Emeline se torció, convulsionando, su temperatura rabió,


un calor alarmante que irradiaba de su cuerpo.

Gary. Ella es como un horno. ¿Está la bebé quemándose? Dragomir estaba


alarmado por el calor que ardía a través de Emeline. Estoy haciendo lo
mejor que puedo. Su temperatura debe bajar pronto. Ella debe morir y renacer,
pero este calor tiene que afectar a la bebé. ¿Qué le sucederá cuando Emeline
sucumba?

Ella debe ser lo suficientemente fuerte como para aguantar esos minutos vitales, o
la perderemos.

Bookeater
Dark Legacy
Detestaba la manera en que el sanador le daba los hechos. Conocía el
proceso, lo que implicaba, pero había estado buscando tranquilidad,
esperando que Gary pudiera realizar un milagro y asegurarle de que su
hija regresaría cuando el cuerpo de Emeline se rindiera a la conversión.
Ella estaba rodando con eso, respirando a través de ella, no peleando,
pero ella no se rendía. Ese conocimiento le golpeó duro. Su mujer no sólo
se entregaba a lo inevitable. Esperó, respirando lejos su angustia, la suya.
Emparejó sus pulmones laboriosos, su latido de corazón que luchaba, y
esperó a que ella lo reconociera.

No tomó mucho tiempo. En el momento en que la ola se calmó, sus


pestañas se levantaron y frotó la palma de la mano a lo largo de su
muslo. ¿Qué estás haciendo?

Ella siguió eligiendo el método telepático más íntimo de hablar en


lugar del humano. Lo intercaló con hablar en voz alta, pero era raro su
comunicación aquí, en los terrenos de curación de los Cárpatos.

̶ ¿Qué quieres decir? ̶ Él agitó la mano para traer una brisa fresca,
consciente de las grietas que corrían alrededor de la estructura, tejidas
para permitir que la noche se derramara sobre los terrenos de curación.
Mantuvo su corazón y sus pulmones completamente sintonizados con
los de ella, y lentamente, dolorosamente lento, comenzó a tomar el
control de los dos, dándole más aire en pequeños incrementos para que
no se diera cuenta. Su corazón se ralentizó un poco, sólo lo suficiente
para mantener el suyo en ritmo.

¿Por qué estás respirando con dificultad? ¿Por qué tu corazón esta tan
rápido?

Bookeater
Dark Legacy
̶ Porque estás respirando con dificultad. Y tu corazón late demasiado
rápido. ̶ Sus pestañas se agitaron, atrayendo su atención. Le rozó un
beso en la frente porque no pudo detenerse. ̶ ¿Por qué estás
prolongando tu agonía? Entrégate, Emeline. ̶ Su voz era exigente. Si no
lo hacía por su propia voluntad, tendría que tomar el control y él no
quería hacer eso, pero ella no le dejaba otra opción.

La bebé.

̶ Ella necesita tu fuerza. Cuanto más tiempo sigas con esto así, menos
tendrá. Cuanto menos te tendrá. Te estas drenando y ella también lo
hará.

No quiero perderla.

̶ El sanador esta con ella. Estoy contigo y puedo sentirla. Confía en mi


de nuevo. Te has entregado a mí. Confíame a nuestra hija.

La punta de su lengua tocó su labio inferior en un esfuerzo por


humedecerlo. Se ocupó de la sequedad inmediatamente, molesto de no
haber pensado en hacerlo antes. Cuando las convulsiones habían
comenzado, él había agitado su mano para ordenar su trenza,
manteniendo la mayor parte de él a distancia lejos de su cuerpo,
sabiendo que el peso le haría daño a su piel, pero él no había
considerado su temperatura elevada y que la liberación de su cuerpo
de toxinas la deshidrataría.

Sus labios se curvaron en una dulce sonrisa que lo sacudió. No puedes


pensar en todo. Estabas un poco ocupado. Y no me dijiste lo que estaba
pasando cuando Gary me tiró al suelo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Vadim tomó el control del relámpago que utilizamos para incinerar
los parásitos. Debe tener un espía aquí, un traidor dentro del complejo
que trabaja con él. No hay otra explicación. Así fue como se levantaron
las salvaguardas.

Ella frunció el ceño. Pensé que Liv lo hizo para que los niños pudieran volar
sus dragones.

Era un triste estado de las cosas que él encontrara adorable el fruncir el


ceño de ella. Frotó su dedo ligeramente sobre eso como si pudiera
borrarlo cuando realmente no quería. Quería perpetrarlo o
memorizarlo, de modo que cuando sacara imágenes de ella en su
mente, estuvieran allí.

̶ Sentí el hilo del mal torcerse bajo el suelo. Las salvaguardias habían
estado en su lugar bajo el suelo, pero el mal lo enturbió. Liv no podría
haberlo hecho. Tenía el toque de Vadim. Puedo reconocer la firma de
los vampiros maestros, los que he perseguido o encontrado a través de
los siglos. Eso tenía la marca de Vadim en todo.

Volvió el rostro hacia el suyo con un esfuerzo evidente. Sus ojos, de un


color violeta oscuro que le recordaban gemas de amatista gemelas, lo
miraron con una amonestación clara. ¿No crees que Liv esté contaminada?

̶ Ella es Cárpato. Abrió el recinto y permitió el acceso a los vampiros,


pero había otro trabajo entre bastidores para hacer que todo sucediera.
Liv necesita ser castigada, mostrarle lo mal que la situación podría
haber sido. Cualquier muerte habría caído directamente sobre sus
hombros. Cada lesión. Si Vadim te hubiera capturado de nuevo... ̶ Se
interrumpió, sintiendo eso, la falta cercana. Él podría haberla perdido. ̶
Esa chica tiene mucho a que responder por eso.

Bookeater
Dark Legacy

Ella es sólo una niña.

̶ Ella es Cárpato, Emeline. Hay consecuencias para cada error que se


hace en nuestro mundo. Déjamelo a mí. Haz esto ahora, con esta ola. La
siento venir y quiero que te entregues a mí. Por nuestra vida.

La bebé…

Él apretó su agarre sobre ella, con miedo de que si ella esperaba


demasiado tiempo no sería lo suficientemente fuerte como para entrar
en su mundo. ̶ Ella estará bien. Sívamet, tienes que confiar en tu fuerza
y tu amor por ella. Ella es una luchadora. Dale la oportunidad de vivir.
Déjate ir a mí.

La siguiente ola la golpeó antes de que pudiera responder. Ella


contuvo la respiración, lo miró y siguió deliberadamente el ritmo de
sus pulmones. La tomó de la mano y la puso sobre su corazón,
sosteniendo con fuerza la palma contra su pecho desnudo. Se puso de
rodillas a su pecho, pero mantuvo la mano sobre el corazón, los ojos
mirando directamente en los suyos.

Vio la confianza. Plena confianza. Fue un regalo, uno precioso, y le


humilló. Te tengo, Emeline. Siempre estaré contigo.

Él estaba en su mente y vio la primera aceptación de su verdadero lazo.


Ella fue tentativa, llegando a tocar su mente. Ella podía, él estaba
abierto a ella. Ella era su compañera y se negó a ocultar su pasado. Ni
siquiera ahora, cuando ella estaba haciendo esa conexión. Ella era
consciente de los Cárpatos y de lo que eran.

Bookeater
Dark Legacy
Depredadores. Cada uno de ellos. Ella sería uno también. Su contacto
pudo ser tentativo, pero fue íntimo, incluso en la cara de su malestar
físico. Su cuerpo se agitó, una reacción inapropiada cuando ella estaba
sufriendo.

Nunca inadecuado, ella susurró en su mente.

Él cayó duro. Rápido. Tan profundo que estaba sin aliento. Cada latido
de su corazón era para ella. Era extraordinaria. Todas esas semanas que
había sufrido por los ataques de Vadim, sus parásitos dañándola, una y
otra vez en un intento de forzarla en conformidad con los deseos del
maestro vampiro. Había aguanto. Ella había mantenido con vida a su
bebé, incluso cuando Vadim dirigió sus ataques hacia ella misma.
Ahora, cuando su interior se estaba muriendo y renaciendo, cuando
ella estaba sufriendo a causa de él...

Hombre tonto. No por ti. Esta es mi elección. Mantener a la bebé fue mi


elección. Desafiar a Vadim fue mi elección. Eres mi elección.

Su cuerpo se retorció, encorvado, fue levantado, sacudido, mientras la


sujetaba a él para evitar que se diera algún golpe. Eso no le importaba
a ella. Su mente estaba en paz. Serena. Ella había elegido, y su elección
era él. Dragomir Kozel con su hoja de vida, las cicatrices en la cara y los
tatuajes tallados, mas entintado en su piel. Su voto a ella.

Dime. Necesito sentir tu tacto.

Había un nudo en la voz. Uno que le dijo que le dolía más allá de la
medida, incluso con todos ellos para ayudar a soportar su carga.

Bookeater
Dark Legacy
No más allá de medida. Háblame. Dime lo que esos símbolos y letras significan.
Esto ayuda a distraerme, y yo realmente quiero saber.

Ella lo sacudió, se balanceó para calmarse a sí mismo más que a ella.


Froto su cabello húmedo ligeramente hacia atrás con largas caricias de
los dedos, él le dijo usando la forma más íntima de la comunicación
porque su explicación pertenecía sólo a ella.

Algunos de nosotros creyeron que era cobardía el suicidio. Nosotros estábamos


al final, monstruos deteriorados a cada hora, y queríamos, no, necesitábamos
mantener nuestro honor. Queríamos esperar a nuestras compañeras de vida,
para mantenernos fieles a nuestro curso. El problema era...

El retorcijón de fuego en su cuerpo disminuyó lentamente y levantó


sus largas pestañas. Ella le tocó la cara, dibujando en el aire tanto para
ella y la bebé. El problema era... alentó.

Era un hombre grande. De altura, como la mayoría de los Cárpatos,


pero con huesos y músculos más pesados. Ella no era pequeña, por
cualquier medio, aunque delgada por su terrible experiencia, pero ella
parecía muy pequeña permaneciendo contra sus músculos más
pesados. Sus instintos de protección estaban trabajando horas extras
así la atrajo hacia él. ̶ Sólo una vez más, sívamet, y podré enviarte a
nuestro sueño reparador. Carisma y tú lo hicieron bien.

Dime.

Él suspiró. Había tenido la esperanza de distraerla, pero ella se negó a


dejarlo ir. Su mujer tenía una mente propia, e iba a conseguir su
camino con él. Fácilmente.

Bookeater
Dark Legacy
Eso no era un buen augurio para él, pero entendía por qué había sido
ridículo para él pensar que su tiempo había terminado, que no podía
vivir con una mujer de este siglo. Como su compañero, haría lo que
fuera necesario para hacerla feliz.

Él sintió el revuelo en su mente, la diversión femenina suave. ̶ Dentro


de la razón, mujer. Eres mi corazón y alma y protejo lo mío. No
siempre estarás de acuerdo con la forma en que decida hacer eso, pero
como mi compañera, vas a hacer todo lo posible para ver por mi
felicidad.

Este negocio de compañera es una espada de doble filo. Ahora dime. Ya siento
la siguiente ola creciendo y es peor. Necesito escuchar tu voz. En mi cabeza.
Háblame para que pueda concentrarse en la forma del sonido hipnótico. Me has
provisto de todo tipo de fantasías que puedo tomar cuando las cosas se ponen
realmente difíciles entre nosotros.

̶ ¿Cosas? ¿Qué cosas? Tengo la intención de proporcionarte una vida no


áspera.

Ella le sonrió, pero la onda creció y se alzó más y más alto,


estrellándose a través de sus órganos internos. Sentía el espíritu de
Gary al rojo vivo, una bola de pura energía, estremeciéndose y tenue
con el asalto ya que rodeaba a la bebé y asumió la creciente ola de
fuego corriendo puro a través de sus cuerpos. Dragomir estaba en la
mente de Emeline y sintió el dolor de la forma en que ella lo hizo. El
canto sanador Cárpatos se alzó en volumen. Las voces de las mujeres
cantaban la canción de cuna, tratando de dar fuerza para mantener a la
bebé a través de la última transformación.

Bookeater
Dark Legacy
Todos ellos conectados a compartir del dolor, aliviándolo lo suficiente
como para que madre e hija pudieran superarlo.

Se fuerte, Carisma, para tu madre. Ella luchó por ti. Lucha por ella. Lucha por
nosotros. No estás sola. Nos tienes a todos esperándote. Preparados para amarte
y defenderte. No sabía lo más mínimo acerca de los bebés, y todo lo que
sabía de los niños era que los padres los echaban a perder y no les
enseñaban las cosas para mantenerlos a salvo.

El toque más suave en su mente llevó a cabo un rastro de diversión


femenina que sabía que era su mujer riéndose de él.

Dime. Esas cicatrices.

¿En la cara o el cuerpo?

Los que llamas un tatuaje.

Dragomir suspiro. No podía negarle nada, y mucho menos una


explicación simple que en realidad no era tan simple. ̶ No puedo
decirte lo que fue vivir siglos en la oscuridad. Ni siquiera la oscuridad. ̶
Se pasó los dedos por encima de su pelo, esas hebras negras
medianoche de seda que amaba. ̶ Gris. Un vacío gris. Sin sentimientos,
ninguno, Emeline. Sólo batallas y muertes. Los hombres que habían
sido mis amigos, viendo todo el mundo que había estado en mi
infancia girando por la falta de una cosa, la búsqueda de una
compañera.

La onda estaba casi en su pico. Él apretó su agarre sobre ella, trayendo


su frente a la suya, así sus pechos presionaron contra su pecho. Acunó
la parte posterior de la cabeza en la palma de su mano, sintiendo cada
respiración entrecortada, la dificultad que daba. Cada respiro.

Bookeater
Dark Legacy
La inevitable lucha por la vida. ̶ Al principio está el susurro de la
tentación. Suave al principio, luego a medida que pasa el tiempo, ese
susurro se convierte en lo único que se oye. Matar. Aterrorizar. Te
sentirás al borde. Lo sentirás.

Para su sorpresa y consternación, la mente de Emeline envió caricias en


la suya. Calmantes. Consoladoras. En medio del dolor, ella todavía
pensaba en él en primer lugar. Había una sensación de ardor
persistente detrás de sus ojos, una que nunca había sentido antes.

Sigue hablando. Apúrate. Necesito tu voz. Me mantiene centrada. Conectada a


tierra. Puedo hacer esto si tengo tu voz.

Pensé que el susurro era lo peor que podría pasar y he aprendido a vivir con
eso, a ignorarlo. El tiempo pasó. Mucho tiempo. Y entonces, incluso él había
desaparecido. No había ningún susurro de la tentación, sólo el tiempo en
movimiento y sin descanso a la vista. Yo estaba creciendo cansado, y eso es un
momento peligroso para un Cárpato cazador. Cada batalla, cada muerte, te
cobra peaje. Por lo tanto, aquellos que eran como, decidimos estar juntos, y
encontramos nuestro lugar en el monasterio. Vivos, pero no. Muertos, pero
caminando. Encontramos un guardián, uno cerca de su tiempo como nosotros,
pero sin querer encontrar el amanecer. Su trabajo consistía en mantenernos
alejados de matar a alguien. Su trabajo consistía en alimentarnos.

¿Él los alimentó a todos ustedes? Que buen hombre.

Nadie los había llamado alguna vez a alguno de ellos “buen hombre”.
La mayoría de ellos corría, y con buena razón. Cada uno de los monjes
era peligroso para la humanidad.

Bookeater
Dark Legacy
Esas noches eran difíciles. El pasar a través de ellas, practicábamos la lucha, lo
hacíamos la mayor parte de las horas para participar en la mano-a-mano o
entrenamiento con armas. A veces uno de los dos tenía que asumir el resto de
la hermandad.

Un hombre contra muchos. Su respiración se enganchó y exhaló un largo


respiro como un susurro desigual.

La amaba más allá de todo lo imaginable. Ella le hizo sentir una gran
cantidad de emociones, todas centradas en torno a ella. La tinta
incrustada en mi piel fue tallada profundamente por mis hermanos en el
monasterio. Nosotros tomamos los votos, y éramos una hermandad, pero esos
votos no los dijimos a una mayor deidad, sino a las únicas que sostenían
nuestras almas. Las únicas manteniéndonos seguros. Las únicas como tú,
Emeline. Esos votos se hicieron a nuestras compañeras de vida, a nadie más.

Él había querido decir cada palabra de esos votos que había tomado
para convertirse en lo que era, una parte de esa hermandad. La primera
línea es Olen kuntankért wäkeva. Eso se traduce en tu idioma como
permanecer fuerte para nuestro pueblo. La segunda línea es Olen wäkeva pita
kulymet Belső. Eso significa que, permaneciendo fuerte para mantener el
demonio dentro. Todos nosotros sabemos que tenemos ese demonio. Es potente y
en cualquier momento, nosotros o los que nos rodean podría ser consumido. La
tercera línea es Olen wäkeva - félért ku vigyázak. Esa es nuestra línea más
importante y la que nos repetimos cuando los demonios están demasiado cerca.
Significa permanecer fuerte para ella. La última línea es muy simple, pero lo
dice todo. Hängemért.

Bookeater
Dark Legacy
Él sabía que su voz había cambiado. Sabía que la última palabra se dijo
con reverencia. Siempre lo era. Hängemért significa sólo ella. Es simple,
pero es todo. Eres todo para mí. Siempre lo has sido. Yo viví una vida de honor
por mí, pero también por ti. Eres sólo tú. Nadie llego antes que tú y nadie
llegara después de ti. Sólo eres tú.

La terrible ola se retiraba y su respiración cambió, se volvió menos


trabajosa. Necesitaba un respiro. Necesitaba el suelo de curación. La
comprobó, cada parte de ella, y después comprobó a su hija. Gary la
había mantenido lo suficientemente blindada a medida que sus
pequeños órganos cambiaban, ella había sido sostenida a través de la
terrible y dolorosa transformación.

Dragomir apartó los mechones de pelo húmedo de su cara. Estaba


sudando sangre. Había puntos de la misma en la frente y manchas en
su cuerpo. Él abrió la tierra justo al lado de ellos, por lo que estaba
profundo. El ver el brillo de los minerales ricos hizo que su corazón
estuviera un poco más ligero.

Esta es la parte que más me da miedo. Enterrada viva.

Su voz trató de restarle importancia, pero sintió el matiz de terror. Vas a


dormir y la bebé va a dormir. Cuando te despierte, vas a estar fuera de debajo
del suelo. En tu levantamiento practicaremos abrir y cerrar el suelo hasta que
sepas que estás siempre segura y sentirás confianza en tus habilidades.

Bookeater
Dark Legacy
Él colocó un beso en su boca. Él, como siempre en toda su terrible
experiencia, había barrido los puntos de sangre en la frente y las
manchas en su cuerpo. Todas las toxinas se habían ido y el aire era de
olor dulce y fresco. Sin embargo, ella giró la cabeza lejos.

No estoy limpia.

Estás muy limpia. Voy a ponerte bajo antes de que comience la próxima ola.
Voy a dormir a tu lado esta noche. Esperó su consentimiento. Era un
tiempo largo en llegar.

Su mirada se aferró a la suya y luego asintió. Se estiró inmediatamente


al sanador. Es hora.

Estoy de acuerdo. La niña está lista.

Dragomir tocó a su hija ligeramente, sólo para asegurarse. Ella estaba


dormida. Cansada. Necesitaba la prueba de nuevo. Gary estaba de
nuevo en su cuerpo, cayó al suelo. Inmediatamente Tomas le ofreció su
muñeca y el sanador con un agradecimiento lo tomó.

Dragomir besó de nuevo a Emeline y envió madre e hija a dormir.


Fueron abajo sin luchar. Floto en el agujero profundo con Emeline en
sus brazos. Fue amable cuando él la colocó cuidadosamente en el suelo
antes de subir de nuevo. Con una ola cerró la manta de la rica tierra
sobre ella. Se volvió hacia Sandu quien le ofreció su muñeca. Su mirada
se encontró con Tariq.

̶ Tenemos que encontrar al traidor que ayudo a Vadim. Tenemos que


hacerlo ahora, antes de que tengan otra oportunidad de atacarnos.

Bookeater
Dark Legacy

Todo rastro de civilidad había desaparecido del rostro de Dragomir.


Había muerte en sus ojos y no le importaba quién lo viera. Los siglos se
desvanecieron hasta que sólo hubo el vicioso depredador despojado de
toda misericordia, todo indicio de bondad. Sólo quedaba el asesino, el
que cazaba y prevalecia. Parecía lo que era, implacable y despiadado.

Tariq asintió, con el rostro tan sombrío como el de Dragomir. ̶ Estoy de


acuerdo. Tenemos que averiguar quién está ayudando a Vadim y cómo.
Voy a hacer eso, ekam. Debes alimentarte y luego ir a la tierra para
sanar.

Dragomir negó con la cabeza. ̶ Mi compañera casi fue tomada por un


maestro vampiro, uno que violó su mente e invadió su cuerpo. Él la
torturó durante semanas. El traidor permitió a Vadim y a su ejército
tener acceso a este recinto, poniendo a cada hombre, mujer y niño,
humano y Cárpatos por igual, en peligro

Tariq asintió una segunda vez. Maksim se trasladó hasta pararse sobre
la izquierda de Tariq. Gary tomó una posición a la derecha. Tomas,
Lojos y Mataias flanqueándole. Dragomir entendió que los hombres
estaban protegiendo a Tariq, aunque Tariq no parecía darse cuenta de
que los demás lo rodeaban.

Bookeater
Dark Legacy
Fue reconocido como el líder. Aquellos que lo custodiaban estaban
haciendo una declaración. Dragomir se preguntó brevemente por qué
Gary estaba lanzando su apoyo a Tariq, pero en ese momento su
razonamiento no importaba.

Tan pronto como los cazadores Cárpatos se alinearon detrás de Tariq,


los antiguos hicieron su movimiento. Sandu se movió a la derecha de
Dragomir y Andor a su izquierda. Ferro, Afanasiv y Nicu flanqueando
a Dragomir. Afanasiv y Nicu, ambos tenían el mismo tatuaje que
Dragomir, a la deriva abajo y a través de la espalda. Los dos habían
dejado el monasterio, pero se habían unido a la hermandad. Eran
antiguos, con experiencia en todo tipo de batalla. Sorprendentemente
rápidos, infinitamente poderosos. La Hermandad triunfando sobre la
amistad cada hora.

Dragomir no había pedido esa lealtad, no en las cuestiones que tenían


que ver con la seguridad en el recinto, pero los otros habían decidido
hacer una demostración de fuerza y solidaridad con él. Emeline quería
permanecer en el recinto, y por su seguridad y la de la bebé, sabía que
sería mejor. Crear una división no era lo que él quería, o lo que
Emeline necesitaba. Eso no importaba en este momento. Tenía que
cerrar todas las amenazas a su compañera. Era su deber, su derecho y,
más que nada, su necesidad.

Tariq soltó el aliento en un largo suspiro, sin mirar a ninguno de los


antiguos, concentrándose completamente en Dragomir.

̶ Entiendo. Charlotte es mi mundo como Emeline es el tuyo. Sabes que


cada mujer es apreciada por toda la comunidad de los Cárpatos e
igualmente importante.

Bookeater
Dark Legacy
Examinaré a todos los miembros de mi fuerza de seguridad, a la pareja
mayor - Donald y Mary Walton – y a todas las demás personas que
vivan en este recinto. Tengo la intención de llegar al fondo de esto, esta
noche.

Dragomir lo observó con una mirada firme y desafiante. Sus ojos eran
de oro puro, brillantes de amenaza y de promesa de violencia. ̶ Mi
mujer está embarazada. La bebé estaba en grave peligro, su corazón
atascado con la venenosa inmundicia de Vadim. Si el sanador no
hubiera estado aquí, Vadim habría obligado a Emeline a regresar a él,
usando la amenaza de matar a su hija. Este traidor permitió que esa
amenaza se convirtiera en una posibilidad muy real permitiéndole usar
el relámpago durante la curación y la conversión.

Una vez más Tariq asintió. ̶ Entiendo la rabia que debes estar sintiendo.

̶ Rabia, ̶ Dragomir corregido. ̶ Ira helada. Invoco mi derecho como su


protector, como su compañero, para cazar a los que la ponen en
peligro. ̶ Su voz era aguda, un toque de salvajismo profundizando el
timbre. Aun así, tan suavemente como él había hablado, sus palabras
llegaron a la gente de los Cárpatos mostrando los motivos de su
ofuscacion. Un silencio cayó al instante. Dragomir estaba bien dentro
de sus derechos. Podía cazar - y matar - cualquier amenaza a su
compañera.

La invocación del derecho de Dragomir como compañero de Emeline


era una formalidad que nadie en el mundo de los Cárpatos podía
disputar - ni siquiera el propio príncipe. Era un duro golpe a Tariq,
quien esperaba encargarse de todo él mismo. Charlotte se acercó a él,
deslizando su mano en la suya, mirando hacia el líder allí en el recinto.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Qué pasa, Tariq? ¿Qué significa eso? Sin duda, todos queremos saber
si alguien nos traiciona.

Tariq entendía exactamente lo que estaba en la mente de Dragomir. En


los siglos pasados, los niños eran criados por la comunidad. Era
necesario un camino. Si una de las compañeras era asesinada, el otro la
seguía, dejando tras de sí cualquier niño. Los niños se quedaban solos,
pero haciendo que todos participaran en la crianza de ellos, eran
capaces de continuar. Cada guerrero podría ayudar a compartir la
experiencia de batalla con los niños. Cuando el niño hacia algo mal, los
castigos eran severos. Todas las consecuencias de su acción eran
peligrosas para la vida, ya fuera del niño o de otra persona, por lo que
las repercusiones eran igualmente duras.

̶ Es tu derecho, Dragomir, ̶ estuvo de acuerdo Tariq. ̶ Solo te pido que


hagas un esfuerzo para entender a estos niños. Fueron criados
humanos y en un siglo diferente.

Dragomir no apartó la mirada de Tariq, ni por un momento. Él no


parpadeó. Se centró completamente.

̶ Sabes que es uno de ellos. ̶ Siseó la acusación, una suave lanza


penetrante de pura ira. ̶ Tú lo sabes.

Charlotte abrió la boca y se llevó una mano a la garganta en defensiva,


pero ella levantó la vista hacia la máscara que era la cara de Tariq y se
calmó al instante.

̶ Sospecho, ̶ Tariq corrigió. ̶ Hay alguien, de eso estoy seguro. Ninguno


de mi fuerza de seguridad ha estado cerca de los vampiros el tiempo
suficiente para que Vadim se hiciera del control de ellos. Genevieve no,

Bookeater
Dark Legacy
tampoco. Los Walton no están siquiera en el radar de los vampiros. Los
niños fueron los únicos que estuvieron en la ciudad subterránea el
tiempo suficiente para ponerlos bajo su control. Pero ellos son niños
traumatizados, Dragomir...

Rápida impaciencia cruzó la cara de Dragomir. Se despidió con un


gesto de desden la preocupacion de Tariq. ̶ Estoy cansado de las excusas
que todos ustedes hacen por ellos. Estos niños ejercen el poder. Uno de
ellos fue llevado a nuestro mundo. Ella debe cumplir con las reglas de
nuestro mundo, al igual que cualquier otro niño Cárpatos ha hecho.
Los otros niños han optado por quedarse aquí, dentro de la seguridad
de sus paredes. Gozan de esta seguridad debido a que los antiguos los
protegían. Eso significa que caen bajo las reglas de nuestro mundo.

̶ No hay piedad en ti, ̶ susurró Charlotte. ̶ Ellos son niños.

̶ Ellos trajeron el mal al recinto, ̶ dijo Dragomir. ̶ Ellos permitieron que


un maestro vampiro entrara a este lugar y pasara la seguridad, y
pusieron en peligro a mi compañera. Por ello, ella ha sido atormentada
cada hora de su existencia por Vadim Malinov, y alguien aquí ayudo a
este monstruo a torturarla.

Había acero en su voz, acero en su corazón. Se volvió bruscamente


lejos de Tariq y observoó a través de la amplia extensión de los terrenos
de curación.

̶ Llamalos fuera de la casa. Que se preparen para la inspección y el


castigo. ̶ Fue un decreto. Su invocación de la antigua ley de su gente le
había dado todo el derecho y Tariq no podía hacer nada más que
cumplir.

Bookeater
Dark Legacy
Detrás de él, oyó a Charlotte comenzar una discusión con su
compañero, rogándole que no permitiera a Dragomir acercarse a los
niños. Temía lo que pudiera hacerles. Ella debería temer las
repercusiones de un grave delito. Le irritaba que Tariq no hubiera
hecho más que confinar a los niños en su casa. Genevieve cuidando de
ellos, lo cual para él era risible. Ella había sucumbido a un hechizo de
sueño ya, por lo que los niños sabían que la podían manipular.

Ellos pueden decidir luchar por los niños, murmuró Sandu.

Dragomir lo miró, con las facciones marcadas y duras. Él conocía cada


cicatriz que su rostro mostraba, cada línea representaba sus muchas
batallas. No tienes que acompañarme.

Creo que tienes razón en lo que haces. Más que razón. Admito que sé poco
sobre el mundo humano, pero estos niños viven en nuestro mundo. Eso
significa que siguen las reglas. Ellos no pueden tener reglas humanas y salirse
con una bofetada en sus manos cuando estamos tratando con asuntos de vida o
muerte.

¿Y?

Tu mujer se encuentra debajo de la tierra y debe permanecer por lo menos otra


noche. Posiblemente más. Si comenzamos una guerra y debemos dejar este
lugar, ella permanecerá atrás.

Dragomir sacudió la cabeza. Pensé en eso. Si hay una guerra, nosotros


debemos ser los que custodien este lugar. Ella necesita el suelo curativo. La
última que debe ser sacada, prevalece ante todos los demás.

El sanador, dijo Sandu. Los demás asintieron solemnemente en acuerdo.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir suspiró. Él es bueno, demasiado bueno. Fuerte. Tiene la memoria
de muchos antiguos. Él está programado con el conocimiento de sus batallas y
experiencias. Es un peso pesado para soportar, lo que también lo hace un
oponente mortal. Es evidente que ha dado su protección a Tariq. Creo que
Tariq es un buen líder y se necesita aquí, pero los niños son su debilidad.

Dragomir se movio hacia el exterior y se dirigió directamente al lado


de la casa donde las grietas habían sido colocadas estratégicamente en
las paredes de madera para permitir a los Cárpatos llamar a los
relámpagos cuando era necesario. Se agachó y olisqueó el aire, la
madera y la tierra que rodeaba los macizos de flores. Las flores se
habían marchitado, algunos tallos amarillos y caídos. Los signos de un
rayo estaban ahí, justo donde estaba olfateando ese olor difícil que él
sabía que había capturado justo antes del primer rayo.

La persona que había dado a Vadim el control cuando las salvaguardas


lo hubieran mantenido fuera se había quedado allí, mirando fijamente
los terrenos de curación, viendo a Emeline, mirándolo a él. Había
permitido que Vadim lo ayudara a atacar a la mujer de Dragomir. Su
compañera. Su niña. Esta chica pagaría.

Tariq había llamado a los niños de su casa y ellos vinieron lentamente,


tomados de la mano, parecían culpables y arrepentidos al mismo
tiempo. Tariq y Charlotte estaban de pie al lado del patio donde los
niños se habían reunido para escuchar lo que Tariq tenía que decir.
Dragomir entró en el centro, entre Tariq y los niños, sorprendiéndolos.
Alarmándolos.

Bookeater
Dark Legacy
Danny dio un paso adelante, empujando a su hermana menor, Bella,
hacia la niña de catorce años, Amelia.

̶ Gracias por salvar vidas, Dragomir. Sabemos que lo hemos


estropeado. Queríamos volar los dragones y deberíamos haber
esperado hasta que Tariq dijera que estaba bien.

Dragomir dobló el dedo al chico. Danny miró a Tariq, pero Tariq se


mantuvo estoico. El niño arrastrando los pies camino hacia adelante
unos pocos pasos, poniéndose en peligro.

Maksim y el sanador están detrás de nosotros. Tomas y Lojos a nuestra


derecha. Mataias está a su izquierda. Yo creo que nos tienen encajonados, dijo
Sandu.

̶ Tariq, si no quieres una guerra, envía sus tutores a otros lugares, ̶ dijo
Dragomir. ̶ Podemos mantener esto en la búsqueda de nuestro traidor,
o lo podemos hacer más dificil.

Tariq frunció el ceño y levantó la cabeza, mirando hacia la izquierda y


la derecha, como buscando. ̶ Yo no les he pedido asistir. Has sido
invitado a este recinto y no he anulado esa invitación, ni tampoco
pretendo hacerlo. Eres necesario aquí, al igual que los demás. Vadim ha
declarado la guerra y tenemos que detenerlo. Estás dentro de tus
derechos de exigir el castigo de los niños. Nos abrieron a un ataque, y podría
haber terminado mal. Es más, todos queremos encontrar al traidor. Eso es
imperativo. Espero que recuerdes que son mis hijos. Como tú amas a
Emeline y a tu hija, amo a estos niños. También sé que deben aprender lo que
sus acciones podrían haber causado.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir respetaba aún más al hombre. Tariq era un líder nato, un
diplomático, pero a pesar de todo, él era un cazador. Comprendía el lenguaje
y las palabras. Comprendió que al darle a Dragomir carta blanca para
castigar a sus hijos, también le estaba atando las manos, sólo un poco.

Danny enderezó sus hombros y cruzó el patio de cemento para pararse


frente a Dragomir. ̶ Dirijo a mi familia, mis hermanas. Si uno de ellas hizo
algo, yo asumiré la responsabilidad y el castigo

Un grito colectivo se levantó de las muchachas. Liv, de diez años, sacudió la


cabeza y corrió hacia su hermano. ̶ Fui yo. Lo hice. Abrí las salvaguardias
para volar los dragones.

A pesar de que tropezó con las últimas palabras de su confesión,


Dragomir agitó una mano indiferente hacia la niña y ella se detuvo en
seco. Ella parecía horrorizada. Aterrorizada. El aire brillo por un
momento y luego se materializó un hombre al lado de ella. Valentin
Zhestokly se situó a la derecha y un paso por delante de la niña, su
cuerpo blindando el de ella. No dijo nada, pero él parecía sombrío. Liv
bajó la cabeza, sin mirarlo o a Dragomir. Parecía como si fuera a
estallar en lágrimas a cualquier minuto.

Dragomir conocía la expresión de la cara de la niña - una de


remordimiento absoluta - debería haberle movido, pero no lo hizo. Los
gritos silenciosos de Emeline estaban en su cabeza. El sonido de la bebé
gritando de dolor impotente hizo eco a través de su mente.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Acepto que eres responsable de la apertura de las salvaguardias y por
permitir que el mal ingresara en el recinto, ̶ Dragomir le dijo. ̶ Sabías lo
que estabas haciendo, ¿no es verdad?

Ella asintió, levantando la cabeza para que pudiera mirarla a los ojos. ̶
Si.

̶ Sabías que los vampiros esperaban afuera del recinto. ̶ Él hizo una
declaración. Los niños habían mencionado entre risas a su nuevo hogar
como su prisión. Tenían un techo sobre sus cabezas, de día y de noche,
zonas de juegos, películas, todo el lujo que Tariq podría darles, y todos
los placeres, incluyendo nadar en el lago.

Liv parecía confundida. ̶ No crei que pudíeran llegar hasta aquí tan
rápido. Había muchos. Estaban en todas partes.

̶ ¿Sabes que hemos perdido dos miembros de nuestra fuerza de


seguridad? ̶ Dragomir fue implacable.

Danny se volvió como si fuera a ayudar a su hermana más joven, pero


Dragomir agitó la mano y, como Liv, el adolescente no podía moverse
hacia adelante o hacia atrás.

Charlotte abrió la boca y se llevó una mano a la boca, mirando hacia su


compañero. Tariq sacudió la cabeza ante algo que ella dijo
telepáticamente, pero no protestó.

̶ Esos hombres tenían familias.

Bookeater
Dark Legacy
Valentin puso una mano sobre el hombro de Liv, pero no hizo más que
eso. Dragomir lo admiraba. El hombre sabía lo previsto por Dragomir.
Era una táctica que a menudo utilizan los Cárpatos con los niños.

Volvió a agitar la mano y repitió los gritos de la niña que aún no había
nacido. ̶ Esta es mi hija. Vadim la está torturando y todavía no ha
nacido. ̶ Le permitió oír los gritos de las familias de los dos hombres
asesinados en su defensa. ̶ Estas personas, madre y padre, esposa e
hijos, nunca volverán a tener a sus seres queridos de nuevo.

Las lágrimas fluían por el rostro de la niña, pero ella permaneció de


pie, mirándolo. Esperando. Sabiendo. Entonces la mostró a ella. ̶ Mi
compañera, sufrió el dolor de lo que le hizo a ella. ̶ Permitió que los
gritos de Emeline, los que guardaba tan silenciosamente, fueran
escuchados por Liv. Entonces hizo lo que todos los antiguos Cárpatos
habían hecho antes que él: Interpretó los escenarios de lo que podría
haber ocurrido: Emeline fue tomada. Danny, Amelia, Bella y Lourdes
muertos en el suelo frente a ella, sus dragones muertos o muriendo de
las muchas heridas infligidas por ellos. Los sonidos de la batalla, los
gritos de los niños, las explosiones, el fuego, el caos reinando. Ella lo
vio todo. Se aseguró de que Danny y Amelia lo vieran también. Sólo la
niña de tres años se salvo.

Los tres niños sollozaron, poniéndose finalmente las manos sobre las
orejas para tratar de bloquear los sonidos de lo que casi había
sucedido.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Comprendes ahora? ̶ preguntó Dragomir a Liv. ̶ ¿Sabes por qué las
reglas están en su lugar? Los ancianos no las ponen allí sólo para
acumular su poder. Las reglas mantienen a todos a salvo.

̶ ¿Por qué haces esto? ̶ Amelia gritó, lágrimas cayeron por su rostro. ̶
Esas cosas no sucedieron.

̶ No fue así porque fui alertado del peligro y me hice cargo de el. ¿Te
gustaría ver mi espalda, donde los hilos de fuego creados por Vadim
quemaron a través de mi piel hasta el hueso? ̶ Exigió Dragomir.

Liv sacudió la cabeza, le envío a su hermana mayor, una rápida mirada


de simpatía. ̶ Estoy muy triste, Dragomir. Nunca quise hacer daño a
Emeline. Ella ha sido una de mis mejores amigas. Ella nos salvó. ̶ Lo
último lo dijo en un susurro, en un hipo.

̶ Emeline confía en ti. Tariq confía en ti. Nosotros todos lo hacemos. Has
traicionado esa confianza para divertirte. Sólo por diversión. ̶ Dejó que
eso se hundiera.

Liv permaneció en silencio durante largo rato, contemplando su rostro


con ojos demasiado viejos.

̶ Tienes razón, Dragomir. No pensé en las consecuencias, sólo que


quería volar a mi dragón. No podía esperar. ̶ Ella respiró hondo. ̶
Quería mostrar a Danny y Amelia lo que podía hacer para que también
quisieran ser Cárpatos. Debería haberlo pensado primero. ¿Qué puedo
hacer para ayudar a las familias de los dos hombres que murieron?

Bookeater
Dark Legacy
̶ Están muertos. No se pueden traer de vuelta de entre los muertos. Sus
familias tendrán que seguir adelante sin ellos. ̶ dijo, conduciendo la
realidad a su hogar. ̶ Diría que esas muertes estaran sobre tus
hombros, ̶ empezó.

Charlotte sacudió la cabeza y dio un paso hacia la niña, pero Tariq la


apretó firmemente sobre su brazo. Valentín se acercó un poco más a
Liv, pero permaneció en silencio. Las lágrimas de Liv fluyeron sin
control por su rostro, pero ella no apartó la mirada de Dragomir,
aceptando su responsabilidad por todo lo que había ocurrido.

Dragomir sacudió la cabeza. ̶ Pero no eres totalmente responsable. Hay


otro de ustedes. Uno en quien confías. Uno en el que crees. Él o ella
susurra en tu oído para que sigas la orden de Vadim. Él o ella es su
peón.

Danny frunció el ceño. ̶ Todos hemos sido examinados. Tariq tomó


nuestra sangre con el fin de vigilarnos y todos lo consentimos. ̶ Parecía
beligerante. Desafiante.

Volvió la vista hacia el chico. ̶ Uno de ustedes logró esconderse de


Tariq con la ayuda del maestro títere.

Danny volvió para mirar a Tariq. ̶ No puedo creer que estés


permitiendo que él nos acuse de esto. ¿Crees que estoy contaminado?
¿O Amelia? Quizás Bella. Tal vez un niño de tres años de edad, está
corriendo alrededor cumpliendo las ordenes de Vadim.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Esta vez. ̶ Dragomir rodeó su presa ̶ esta vez, la persona llegó a causar
estragos en los terrenos de curación. ¿Salio alguien de su grupo?
¿Incluso por unos minutos?

Danny no pudo mirar a Dragomir. Sólo podía mirar hacia la casa hacia
esa pequeña rotura en el bosque donde alguien se había agachado y
tomo el mando del relámpago cuando se llamo para ayudar a
Dragomir a deshacerse de los parásitos.

̶ Estábamos todos en nuestras habitaciones, haciendo lo que Tariq nos


pidió que hiciéramos. Él nos puso bajo tierra. Eso significaba que no
hablábamos ni interactuábamos entre nosotros porque se suponía que
debíamos pasar tiempo solos contemplando nuestros errores. ̶ Eso fue
dicho en tono desafiante. Su voz decía que sabía que el castigo no
encajaba en el crimen. ̶ Él iba a hablar más tarde con nosotros sobre lo
que pasó y asignar un castigo entonces.

̶ Sanador. ̶ Dragomir llamó a Gary. No iba a hacer personalmente el


examen. No quería que las mujeres dijeran que había plantado pruebas
en el traidor. Blaze, Charlotte y Emeline habían sido humanas y su
pensamiento era humano. No podían concebir que los niños los
traicionaran, ciertamente no los niños que amaban. ̶ Le pido que
examine a cada uno de estos niños para ver si Vadim los ha usado
como su títere.

Gary, por supuesto, tenía derecho a negarse, pero se había alineado


con Tariq. Se había puesto en el puesto de segundo al mando, como
todos los Daratrazanoff habían hecho antes que él. No se negaría. Era
en el mejor interés del recinto encontrar al traidor, y Gary no sería
emocional de un modo u otro sobre los niños. Era incapaz.

Bookeater
Dark Legacy
El sanador se materializó junto a Danny. Sus extraños ojos azul hielo
parecían más plateados que azules, moviéndose sobre el muchacho. ̶
¿Das tu consentimiento para una búsqueda?

̶ Si digo que no, ¿importaría? ̶ Danny dijo amargamente. ̶ No soy un


traidor. Nunca traicionaría a Tariq o a Charlotte, y mucho menos a
Emeline. Sé lo que Vadim le hizo pasar, y sé que sucedió para que
todos nos salvaramos. Todos nosotros. Emeline se sacrificó por
nosotros.

̶ ¿Quieres hacer menos? ¿Tienes coraje?

Danny apretó la mandíbula. ̶ Tengo coraje. No creo que lo que me estás


pidiendo que haga tenga coraje. Sé que no encontrarás nada. No me
gusta la acusación, sino la búsqueda.

Daratrazanoff no perdió tiempo; derramó su cuerpo y entró en el


muchacho.

Amelia levantó a Bella en sus brazos. ̶ ¿Va a buscar en la bebé,


también? ̶ Ella no miraba a Dragomir, sino más bien a Tariq.

Dragomir respondió. ̶ A menos que alguien confiese, todos ustedes


deben ser revisados.

̶ Todos nosotros fuimos revisados, ̶ señaló Amelia. ̶ Tariq, nos revisó él


mismo. Esto no es correcto. En primer lugar, le permites hacer llorar a
Liv y luego te quedas ahí parado mientras que él es malo con nosotros.
Nosotros todos amamos a Emeline. ¿Por qué deberíamos tratar de
hacerle daño?

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir agitó la mano y se detuvo cuando ella se volvió para llevar la
niña hacia la casa. Caminó a su alrededor en ese mismo patrón circular
que había hecho alrededor de Danny, olfateando el aire, cazando.
Tenía un sentido del olfato bien desarrollado, uno que necesitaba para
rastrear al vampiro. El aroma familiar le alcanzó. Uno de uva y
vainilla, y el olor esquivo de hierba quemada. Se acercó más. No era la
bebé, sino la chica. Estaba seguro de ello. Sin embargo, se alejó de ella,
cambiando su mirada - y la brisa - hacia Sandu.

Sandu inhaló profundamente, atrayendo la venenosa verdad a sus


pulmones. Él asintió con la cabeza, un movimiento casi imperceptible,
pero Tariq era agudo, subrayando una vez más por qué él era el líder
elegido. Se dio cuenta de la pequeña comunicación entre los dos
antiguos.

Se dirigió a Dragomir. ̶ Dime. ̶ Era una orden, nada menos.

Dragomir tuvo una fracción de segundo para decidir si quería ir a la


guerra con este hombre. ̶ Ve al lado de la casa y huele el olor allí, ̶ él
animó. ̶ Y luego huele el de aquí.

Tariq echó un vistazo a la máscara inexpresiva de Valentin. El antiguo


no dio ninguna distancia. Él simplemente se paró frente a la niña que
un día sería su compañera. Había habido otra niña, una niña adoptada
por Francesca, una de las mujeres de los Cárpatos. Se descubrió pronto
que Dimitri era su compañero. Al igual que Valentin, se mantendria
alejado para que fuera más fácil, pero volvería si había problemas.
Valentin protegería a su compañera con su vida.

Bookeater
Dark Legacy
Fue Liv quien respondió a su hermana. ̶ Esto no se trata de nosotros,
Amelia, se trata del mundo de los Cárpatos en el que vivimos. Alguien
ayudó a Vadim. Estoy segura de que no soy yo, pero quiero que me
examinen por si acaso. Necesito saber que no está en mi.

̶ Ya lo sabe, ̶ Amelia señaló. ̶ Y ahora nos están acusando una vez más.
¿Por qué no pueden aceptar nuestra palabra? A nosotros no nos gusta
saber que hay un traidor más de lo que ustedes lo hacen. ¿Por qué
siempre tiene que ser uno de nosotros a los que acusan? ¿Por qué no
puede ser uno de ellos? ̶ Abrazó a Bella más apretado a ella. ̶ Danny
está bien, es un insulto.

Liv se encogió de hombros. ̶ El sanador está confirmandolo, Amelia,


eso es todo. Nosotros hicimos abrir las salvaguardas. Fue un error tonto
por parte de nosotros. Creo que esto es una cosa pequeña que se pide
de nosotros.

Amelia frunció el ceño a su pequeña hermana. ̶ Odio cuando le das


sentido.

̶ Dame a Bella, ̶ dijo Charlotte. Ella tendió los brazos.

Amelia no pudo evitar la mirada de triunfo que disparó a Dragomir. Al


menos su hermana pequeña se iba a librar de ello. Él no se dignó a
responderle. Sólo el hecho de que hubiera entregado a la bebé,
haciendo llamar la atención sobre la niña, la hizo sospechosa.

Miró a Sandu, quien asintió. Tariq volvió a mirar a Bella cuando ella
entrelazó sus bracitos alrededor del cuello de Charlotte. Especulación
en sus ojos cuando se volvió a Amelia.

Bookeater
Dark Legacy
Gary salió del cuerpo de Danny, su espíritu se movió de nuevo al suyo
propio. Se balanceó, pero se mantuvo en posición vertical. Tomás le
ofreció la sangre. El sanador tomó antes de dar el veredicto.

̶ El niño está limpio de todos los parásitos.

̶ Examina a Bella después, ̶ dijo Tariq, expresando la demanda


inesperada.

Amelia trató de moverse, pero no podía, no podía dar un paso hacia


Charlotte para recuperar la posesión de la niña. Gary no perdió el
tiempo. Una vez más, derramó su cuerpo y se fue dentro de Bella.
Charlotte la abrazó mientras Amelia miraba a los Cárpatos.

̶ Esto es tan estúpido, ̶ dijo Amelia. ̶ ¿Una bebé? Crees que Vadim eligió
a una bebé para salir corriendo cuando se suponía que todos debíamos
quedarnos adentro. ¿Dónde estaba Genevieve? Ella siempre cuida a
Bella.

̶ Creo que la última vez que quisieron divertirse volando, enviaron a


Genevieve a dormir, ̶ contestó Tariq. ̶ Es suficiente, Amelia. Vamos a
llegar al fondo de esto esta noche.

Amelia se quedó en silencio, pero claramente estaba todavía enojada.


Dragomir apostaría hasta el último dólar de la considerable fortuna
que había acumulado en su vida, que la chica era la que Vadim había
utilizado para hacerse cargo del látigo de relámpago utilizado para
tratar de matarlo.

Gary emergió casi de inmediato. ̶ Hay parásitos en la sangre de esta


niña.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq cerró los ojos. Dragomir sacudió la cabeza. ̶ No es ella.

̶ No, no puede ser ella, ̶ confirmó Gary. ̶ Encontré una herida nueva de
entrada en su muslo. Estaba en lo alto e inteligentemente oculta, pero
alguien empujó una aguja dentro de ella y la disparó llena de parásitos.
Es tan nueva, que no han tenido tiempo de echar raíces en su torrente
sanguíneo. Sin embargo, tengo que limpiarlos o ella sufrirá. Podrían
matarla. Los parásitos se dirigirían a obstruir su corazón como lo
hicieron con la niña por nacer de Emeline. ̶ Dirigió su declaración a
Amelia.

La adolescente parecía horrorizada. Dragomir la observó atentamente.


O era la mejor actriz del planeta, o su reacción era genuina.

̶ Sácalos de ella. Ahora mismo. Quita esas cosas de ella. Son horribles
pequeños gusanos con dientes. ̶ Ella trató de ir a su hermana, pero
Dragomir se negó a permitir que diera un paso.

̶ ¿Quién crees que podría haber hecho esto, Amelia? ̶ preguntó Tariq
suavemente. ̶ Sólo estaban tu hermano, Liv y tú.

Ella sacudió su cabeza. ̶ Genevieve estaba allí. Los vampiros estuvieron


sobre ella toda la noche. Dragomir, los viste. Cuando nos ayudaste a
Danny y a mí, tenías que haberlos visto.

Dragomir repitió las imágenes en su mente. El dragón naranja de


Amelia había sido herido y estaba fuera de control. El marrón de
Danny también había estado en verdaderos problemas, incapaz de
detener su caída en la tierra. Si no hubiera interferido, tanto los
dragones como los dos adolescentes se habrían perdido.

Bookeater
Dark Legacy

Había ordenado a Danny que ayudara a Genevieve, a sacarla del patio


de recreo a salvo. En su mente, ralentizó la repetición de modo que vio
a todos. Genevieve estaba desplomada sobre el banco de piedra, con la
cabeza en el libro, el pelo soplando al viento. Ella era ajena al peligro,
los vampiros siguiendo a su líder elegido, Vadim.

Vadim tuvo a Emeline a una buena distancia del banco de piedra


donde Genevieve permaneció durmiendo. Danny había comenzado a
despertar a Genevieve, sacudiendola repetidas veces. Amelia le ayudó.
Dragomir había vuelto su atención a Vadim, su último desafío. Por el
rabillo del ojo, continuó observando el drama que se desarrollaba en el
banco.

Genevieve no parecía capaz de despertar. Ella no respondía en


absoluto. Danny parecía estar dirigiendo a Amelia para recoger a
Genevieve por las piernas, lo que hizo, pero las dejó caer, tropezó con
un penacho de hierba en el patio. Fue entonces que Vadim dirigió un
par de vampiros menores hacia los niños, no hacia Genevieve. Recordó
indistintamente. Le dijo a Emeline que iba a matar a todos los niños, ya
que no había cooperado. Él no había incluido a Genevieve en la
amenaza.

̶ No recuerdo vampiros yendo tras la mujer. Ellos te eligieron y a


Danny como sus objetivos, ̶ dijo, su voz traicionando sus
pensamientos.

̶ Lo hicieron. Ella estaba en el suelo y Danny siguió intentando


despertarla.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Le dijiste a Danny corre, ̶ persistió Dragomir. ̶ Pero no corrió. Se volvió
hacia los vampiros, y ambos siguieron a Danny. Tampoco vinieron
detrás de ti.

̶ Eso es una locura. Estabas luchando contra Vadim. No podrías haber


visto lo que ocurrió, ̶ ella se opuso.

̶ Nos enseñaron desde el momento en que éramos niños a registrar


todas las batallas para que pudieramos reproducirlas y mejorar para la
próxima pelea. Tengo la grabación en mi mente.

̶ Bueno, la grabación es defectuosa. Traté de ayudar a Genevieve y


luego me di por vencida y corri a la seguridad de la cámara
subterránea donde estaban los dragones. Ese fue el ejercicio, órdenes
de Tariq. Que si eramos superados en número, se debia llegar a la sala
de seguridad. Esa es la regla. ̶ Ella sonaba un poco presumida.

̶ Eso es conveniente para ti.

Mientras hablaba, un Gary de aspecto cansado volvió a su cuerpo.


Estaba pálido y débil. En realidad, se tambaleó y casi cayó, pero Lojos
lo bajó a la tierra y luego extendió su muñeca para él. Dragomir se dio
cuenta de que esta vez Amelia se quedó mirando la boca sobre la
laceración. Era evidente que la visión le fascinaba. Una sola gota de
sangre corría por la parte posterior de la mano de Lojos y cayó casi en
cámara lenta al suelo. Amelia siguió mirando eso.

̶ Amelia. ̶ La voz de Tariq era suave. Amable. Pero mantenia una orden.

Bookeater
Dark Legacy
Amelia parecía hipnotizada por la gota de sangre, mirándola, ya que
estaba en un círculo perfecto en el suelo. Dragomir sutilmente la
amplió. No mucho, pero la caída de la sangre rubí se encontraba en la
tierra casi negra, magra, y rica que Tariq tenía en la propiedad para
que al crecer sus plantas y árboles – ayudara a sanar a su pueblo.

̶ Amelia. ̶ La voz afilada de Tariq dijo.

Ella se humedeció los labios y de mala gana apartó la mirada de la gota


carmesí de sangre exhibida en la rica tierra.

̶ ¿Uno de los vampiros te tocó?

Ella parpadeó rápidamente, su cara bajó. ̶ Sabes que lo hicieron. Blaze


me examinó. No estoy embarazada como Emeline. No dejé que
pusieran a sus hijos desagradables en mí. Ese bebé es vampiro, al igual
que su padre. Dragomir puede pretender todo lo que quiera que él es el
padre de la bebé, pero nunca lo será. ¿Cómo sabemos que no era el
bebé quien atacaba? El bebé podría haber tratado de matarlo. ¿Alguna
vez pensaste en eso?

Hubo un largo silencio. Amelia miró a su alrededor. ̶ Sólo estoy


diciendo lo que todos están pensando. Me acusaste, por lo que toda mi
familia tiene que ser revisada, ¿pero es que ni siquiera se puede
especular que la bebé hizo esto? ̶ Habia puro desafío en su voz.

Miró a Lojos. ̶ ¿Que pasa contigo? ¿No se preocupan de que la bebé sea
un Malinov? He oído a todos ustedes utilizar ese nombre. Sabes que
ella es su bebé, sin embargo, todos actúan como si no importara.

Bookeater
Dark Legacy
̶ No lo hace, ̶ dijo Gary antes de que pudiera responder Dragomir. ̶
Vadim envió a la bebé a la muerte. No se puede convertir a una niña, y
él lo sabe. La podría utilizar como su herramienta, pero si la bebé
estaba por nacer, tendría que obligar a la madre a llevar a cabo las
órdenes.

Amelia cambió de tema cuando volvio a hablar. ̶ ¿Cómo esta Bella?


¿Sacaste todo?

Gary asintió. ̶ Sí. No habían tenido tiempo para excavar profundo o


esconderse, por lo que en comparación con Emeline y la bebé, esto fue
relativamente fácil. Ella no tiene memoria de Vadim o de cualquier otro
vampiro.

̶ ¿Miraste en sus recuerdos? ̶ El tono de Amelia era acusatorio.

̶ Sí, ̶ dijo Gary. ̶ Miré hacia atrás durante las últimas horas. Ella estaba
jugando en su habitación cuando entraste, Amelia. Pasaste junto a
Genevieve, que una vez más había sucumbido a un hechizo de sueño.
Sé que era un hechizo porque cada uso de la magia tiene una firma. El
hechizo que la rodeaba era de Vadim.

̶ Sólo pensé que estaba dormida, ̶ se defendió Amelia. ̶ ¿Cómo voy a


saber lo es la firma de Vadim?

̶ La levantaste y la hiciste girar. Ella se rio y se acurrucó en ti. ̶ Gary se


levantó y caminó hacia ella. ̶ En ese momento fue cuando lo hiciste.
Inyectaste su muslo. Todo el tiempo estabas riendo y bromeando. Si
sintío algo, fue un pequeño pellizco. Seguiste jugando con ella para
que no se sospechara.

Bookeater
Dark Legacy
Amelia negó con la cabeza. ̶ Yo no haría eso. Yo no dañaría a mis
propias hermanas. ̶ Ambas manos se cerraron en puños. ̶ No puedes
pensar que voluntariamente inyectara parásitos en una niña pequeña.
En Bella. ̶ Ella cruzó los brazos sobre el pecho y se quedó mirando en
una especie de horror a Tariq. ̶ No lo hice, Tariq. Y me refiero a Vadim.
Realmente no lo hice. Nunca dejaría que el mal ingrese a nuestra casa.
Me gusta estar aquí. Danny y los otros son felices. Igual que yo, no
quiero irme. ̶ Las palabras se desplomaron, corriendo de uno al otro
mientras negó todos los cargos.

Su voz suena con la verdad, Tariq envió a Dragomir.

Hay más que Vadim en esto. Nos enfrentamos a varios vampiros, no sólo uno.
Ella abrió la tierra lo suficiente como para permitir que Vadim enviara su
magia oscura. Vadim tiene una astilla de Xavier, el alto mago, en él. Con ese
pequeño margen a llegado a sus hechizos más oscuros. Vadim estaba dirigiendo
los rayos hacia mí. Lo hizo a través de esta chica.

Dragomir no estaba dispuesto a dejarlo ir. Amelia había permitido que


Vadim influyera en todos los niños, pero en particular, en Liv, de diez
años de edad.

Blaze no encontro parásitos en su sangre, entonces ¿cómo fue que Vadim la


controlo?

̶ Revísenme, entonces, ̶ Amelia exigió a Tariq. Ella se negó siquiera a


mirar a Dragomir. ̶ Quiero. Que. Comprueben mi sangre. Sé que no
hice algo por el estilo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Lo hiciste, ̶ dijo en voz baja Dragomir. ̶ Vadim encontró una manera de
controlarte.

̶ Eso es no es verdad, ̶ ella lo negó. ̶ Tariq ̶ se volvió hacia su tutor. ̶ Yo


juro, que no es cierto. Nunca le haría daño a mi hermana pequeña, o a
Emeline. A ninguna de ellas. ¿Dónde conseguiria una aguja llena de
parásitos? Dime eso.

̶ Cuando fui a llevar a Bella y a Lourdes, ̶ dijo Dragomir. ̶ Él tuvo


tiempo de sobra para darte lo que quisiera. Estaba fuera de mi vista.
Danny había corrido por seguridad. Se suponía que estabas justo detrás
de él, pero no lo estabas. ¿Lo estaba, Danny?

Su hermano frunció el ceño y luego sacudió la cabeza, con los ojos


deslizandose lejos de los Cárpatos para encontrar el suelo. ̶ No puedo
recordar. Todo ocurrió tan rápido.

Gary se movió entonces, lentamente levantandose y moviendose hacia


Amelia, que retrocedió alejandose, se topó con la barrera que Dragomir
había establecido y se volvió como si fuera a tratar de correr. Le envió
una reprimenda aguda. ̶ Quédate quieta. Voy a asegurarme de que no
tengas parásitos.

̶ ¿No los sentiría? ̶ Amelia parecía como si fuera a estallar en lágrimas.

̶ Amelia. ̶ Tariq se limitó a decir su nombre. Su voz era cariñosa.


Persuasiva. Enviando una suave orden, que aseguraria que la revision
se llevara a cabo.

Bookeater
Dark Legacy
Ella se calmó inmediatamente. Gary no perdió el tiempo en sutilezas. Él
salió su cuerpo y entró en el de la adolescente. Nadie hablaba. Amelia
temblaba continuamente. Dragomir sabía que debería sentirse mal por
la chica, pero estaba absolutamente seguro de que habia influido en su
hermana menor Liv para eliminar las salvaguardas y abrir el recinto a
la invasión de Vadim. Emeline casi había sido tomada, y si al maestro
vampiro se le hubiera permitido poner sus manos en ella de nuevo,
habría habido pocas posibilidades de conseguir su retorno.

Dragomir sintió la mirada de Amelia, su odio hacia él. Se quedó


mirando su garganta, como si ella pudiera estrangularlo. Sentía una
quemadura allí. Era lenta, como si la temperatura en ese punto hubiera
aumentado. En un primer momento, esperando el veredicto del
sanador, prestó poca atención al hecho de que una adolescente
humana lo despreciara. Fue bajo su aviso. A medida que la garganta se
hizo más incómoda, se dio cuenta de que era ella quien estaba
haciéndolo. Ella no había sacado los ojos de él.

Él envió una sonrisa perversa hacia ella, una sin humor, uno
desafiándola a hacer lo peor. Ella levantó la barbilla, estrechando los
ojos. Sintió el odio, una cosa tangible. Debido a que era un cazador,
nunca se enfocaba únicamente en una amenaza, mantenia todos los
sentidos afilados con el fin de ver la imagen más grande. Tariq estaba
mirando a Amelia intensamente.

Charlotte se volvió hacia Bella para que la niña no estuviera al tanto de


todo lo que ocurria, pero al mismo tiempo mantuvo una continua
charla con ella.

Bookeater
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Algo brilló en el interior de la garganta de Dragomir. La punta de una
llama quemando a lo largo de la parte interior con un toque delicado.
Demasiado delicado para un adolescente. Gary eligió ese momento
para emerger. Esta vez fue Tomas quien camino cerca y ofrecio su
muñeca.

̶ La niña está limpia de parásitos, ̶ dijo el sanador e inclinó la cabeza a


la laceración y la sangre rubí cayo hasta gotear.

Bookeater
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Dragomir apoyó una cadera contra la pared y estudió la cara del


curandero. Parecía desgastado, pero sus ojos de color peculiar eran
astutos y evaluadores cuando hacía observaciones. Tariq había enviado
a los niños de vuelta a sus habitaciones, reiterando que todavía debian
estar en sus cuartos. Tariq, Dragomir, Gary y varios de los antiguos
reunidos en la casa.

̶ Está contaminada ̶ dijo Dragomir. ̶ No me importa si no encontraste


parásitos.
̶ Desafortunadamente. ̶ La respiración de Tariq salió en un silbido largo
y lento de ira ̶ Tengo que estar de acuerdo. Es una niña y ya ha sido
traumatizada por Vadim, y ahora esto. No sé cómo se va a recuperar.
Dragomir se mordió la lengua ante lo que él habría dicho y en su lugar,
silenciosamente observo a Tariq. El hombre tenía genuina compasión
por la adolescente. Podía ver más allá de su traición a la persona que
estaba debajo, siendo claramente dirigida por un ser mucho más
poderoso. Tariq era un líder porque se preocupaba por los que estaban
bajo su protección. Dragomir se dio cuenta de que eso era que podría
hacerlo seguir a alguien. Tenía compasión. Sabía que Amelia no los
había traicionado a propósito, que se había visto obligada a cumplir
una orden del vampiro maestro. Dragomir no había mirado más allá
del daño hecho a su compañera y a su niña.

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̶ Estoy de acuerdo en que ella está contaminada, ̶ dijo Gary. ̶ Podía
sentir el mal residiendo en ella, pero no pude encontrarlo, y créeme,
miré.
̶ Ella vino detrás de mí. ̶ Dragomir tocó su garganta. Todavía sentía los
efectos. ̶ Su toque era delicado, la mano de un maestro.
-Tariq se pasó la mano por el pelo, agitado.

̶ ¿Cómo puedes deshacerte de su presencia si no puedes encontrarlo?


Gary, eres nuestro mejor sanador en esto. Si no puedes deshacerte de
él, nadie puede hacerlo.

̶ Tengo que averiguar cómo lo está haciendo primero. Si él descubre


que sabemos de él y que estamos buscando sacarlo de ella, puede
matarla, ̶ respondió Gary. ̶ Es mejor ir despacio, pero recuerda, no se
puede confiar en ella, ni por un momento. Tendrás ojos en ella en todo
momento.
Tariq sacudió la cabeza. ̶ El riesgo es demasiado grande. Podría hacerle
daño a uno de los otros niños. Mira lo que le hizo a la bebé, a Bella.
Charlotte sigue preocupada por la niña. Ella la ha llevado con Lourdes
y las dos pequeñas están jugando con Blaze y Charlotte cuidando de
ellos, pero Amelia podría ser obligada por Vadim a golpear a uno de
los otros.
̶ Es una gran posibilidad, ̶ aceptó Dragomir. ̶ Vadim le juró a Emeline
que mataría a esos niños. ¿Qué mejor manera de hacerlo que obligar a
uno de sus hermanos a cometer el asesinato?

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Gary asintió de acuerdo. ̶ Creo que su primer objetivo será usted,
Dragomir. Tiene que saber que eres el mayor disuasivo de sus planes
para Emeline. Esa es la otra cosa que tenemos que averiguar. ¿Por qué
quiere tanto a tu compañera?

̶ ¿Podemos usarla? ̶ preguntó Sandu. Cuando Dragomir desplegó sus


brazos y dio un paso hacia el antiguo, Sandu se encogió de hombros. ̶
A la adolecente. Amelia. ¿Podemos alimentar su información para
sacar a Vadim? Tal vez darle algo sobre Emeline.

̶ ¿Utilizarla? ̶ La voz de Tariq era un látigo de ira. Cualquier otro pudo


haberse estremecido, pero como Dragomir, Sandu estaba en la
hermandad por una razón. El tatuaje se deslizó por su espalda,
dejando que los demás supieran lo que él representaba. Era
impermeable a la ira o a cualquier otra emoción.

Sandu asintió. ̶ La información fluye en ambos sentidos. Si no podemos


tomar la oportunidad de que Vadim sepa que somos conscientes de
que ella es su espía, de informar de cada conversación, de todas las
debilidades que tiene el complejo, de cualquier dato que desee,
entonces podemos revertirlo.

Dragomir tuvo que sonreír ante el uso que hacía el antiguo de los datos
de la palabra. Estaba absorbiendo todo, absorbiendo la historia del
planeta y la nueva tecnología como una esponja. Todos lo hacían. Era
necesario para sobrevivir. Sandu parecía especialmente confiado en las

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computadoras, el software y la tecnología. Una vez que le dieron la
información, su mente lo agarró y pidió más.

̶ Tengo que estar de acuerdo con la evaluación de Gary, ̶ dijo Andor. ̶


La niña será el objetivo después de Dragomir. Y Sandu tiene razón, si
no podemos sacarlo de ella, entonces tenemos que usarla. Ella será una
buena arma.

̶ Es una niña pequeña. Una adolescente ̶ murmuró Tariq. ̶ Dejen de


pensar en ella como el espía de Vadim. Sea lo que sea que le haga, no
puede detenerlo.

̶ Y mientras más influye en ella, menos posibilidades tenemos de


revertir sus efectos, ̶ señaló Gary.

Dragomir trató de razonar lo que su compañera estaría pensando en la


situación. Amaba a los niños. Los había puesto primero desde el
principio, antes de que los conociera. Eran extraños, arrastrándose a
sus sueños noche tras noche hasta que descubrió cómo salvarlos. Los
primeros sueños que había tenido habían fracasado y los niños habían
muerto, pero cada noche había cambiado sus respuestas en el sueño
hasta que había elegido las acciones correctas para evitar que fueran
asesinados y liberarlos de Vadim.

̶ Ella sueña. Emeline sueña. Ella es una psíquica fuerte, capaz de resistir
las compulsiones de Vadim. Ella siguió viva y mantuvo vivo al bebé
cuando murieron todas las otras mujeres que encontramos en la ciudad

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subterránea. No habían podido soportar el tormento de los parásitos
de Vadim. Podría quererla por cualquier razón o por ambas cosas. ̶
Dragomir todavía no había superado la vista de esos cadáveres
descuidadamente arrojados como una basura. Vadim había intentado
durante algún tiempo encontrar una mujer que pudiera llevar a su
bebé.

Tariq se frotó el puente de la nariz. ̶ Charlotte me mencionó eso. Dijo


que Emeline podía compartir sus sueños, que cuando estaban juntas y
Emeline soñaba, Blaze tenía exactamente el mismo sueño.

̶ Espera un minuto. ̶ Gary caminaba de un lado a otro a través de la


habitación, toda la energía reprimida, inquieta. ̶ Me hablaste de las
máquinas en el subsuelo. Las computadoras y cómo estaban
rastreando a los cazadores y enviando alertas para dejar un área si
llegaba un cazador. Está utilizando una amplia comunicación con su
ejército. No importa que estén a un mundo de distancia, sólo tienen
que tener acceso a Internet. Pero el internet puede ser jaqueado.
Tenemos algunas armas a nuestro lado. Hay un niño, un Cárpatos. Su
nombre es Josef y es brillante con las computadoras. Él puede hacer
casi cualquier cosa con ellos. Él es el que tiene la base de datos de
Morrison sobre los psíquicos. Está de camino aquí. En cualquier caso,
sería interesante saber si los sueños de Emeline pueden ser
compartidos por varias personas al mismo tiempo.

Los dedos helados de miedo se deslizaron por la columna vertebral de


Dragomir. ̶ ¿Puede forzarla a soñar?

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̶ No lo hizo cuando la tuvo, ̶ dijo Gary.

̶ La tuvo menos de una hora ̶ dijo Tariq. ̶ Estábamos muy nerviosos.

Dragomir se encontró jurando, usando su antiguo lenguaje, deseando


golpear algo duro. Emeline tenía un talento para soñar y uno no
pensaba mucho en ello. Pero Emeline no sólo soñaba; ella tenía sueños
proféticos. Y podía cambiar el curso de los acontecimientos soñando
continuamente el mismo sueño una y otra vez y cambiando detalles en
él, hasta que el sueño mismo cambiaba. Ella podría literalmente
averiguar cómo mejorar a los demás cada vez. Sería una enorme arma
en el arsenal de Vadim. Había ido a las pruebas psíquicas y había
salido de las listas. Vadim se había dado cuenta de su potencial de
inmediato.

̶ Hablaré con Emeline y veré lo que ella piensa que es posible. Debe
tener alguna idea del alcance de su talento. No quiero que Amelia esté
cerca de ella. ̶ Dragomir se mostró inflexible en eso.

̶ Vas a tener problemas con eso, ̶ dijo Tariq. Amelia estaba cultivando
una relación con ella. Compartieron una experiencia similar. En
verdad, estábamos jugando en las manos de Vadim intentando que
Amelia hablara con ella. Pensamos que sería bueno, ambas podrían
abrirse una a otra acerca de lo que les había sucedido. Una vez que
comenzaran a hablar, Charlotte esperaba traer a un profesional. Al
final, Amelia habló con Charlotte, pero no con Emeline, ̶ Andor frunció

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el ceño para mostrar su disgusto por la idea. ̶ No podemos mezclarnos
con los seres humanos a ese grado. ¿Un consejero?

̶ Tenemos un consejero con experiencia, ̶ dijo Tariq. ̶ Ella está en


Londres en este momento, pero está arreglando las cosas y llegará en
una semana o así. Si no funciona, hay otro en Sudamérica con el que
intentaremos. Estas mujeres y niños tienen el derecho de sentirse
enteros de nuevo. Si hablar con un profesional funciona, entonces eso
es lo que obtendremos para ellos.

̶ ¿Qué vamos a hacer con Amelia? ̶ Dragomir los trajo de nuevo al


problema en cuestión. ̶ Porque si ella no se está acercando a Emeline,
eso va a alertar a Vadim de que su plan no está funcionando.

̶ No necesariamente, ̶ pensó Gary. Todos se volvieron para mirarlo.


Llevaba una débil sonrisa sin humor. ̶ Ya has hecho que tu aversión
por ella sea aparente. Vadim sabe que estás en desacuerdo con Amelia,
que no te gusta.

̶ Ella es presumida.

̶ Vadim es presumido, ̶ corrigió Tariq.

Dragomir se encogió de hombros. ̶ En este momento, ella es Vadim.


Todo lo que sale de su boca es porque ella es su títere y la está
controlando.

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̶ Es importante que entiendas que Amelia es una víctima en todo esto.
Está siendo controlada, no es su elección. ̶ Tariq era inflexible.

̶ Ella puede luchar contra él. No le permitiría tragarlo todo.

̶ Tiene catorce años, Dragomir, y no es Cárpatos. No tiene escudos de


ningún tipo. Fue llevada antes que Emeline y sometida a la forma de
violación de Vadim. Él también logró invadir su mente de alguna
manera. ̶ Hubo una clara reprimenda en la voz de Tariq.

Dragomir se encogió de hombros. Aunque podía reconocer que Tariq


era un buen líder, e incluso podía encontrar compasión por la chica, no
podía evitar en su corazón estar en desacuerdo con el hombre en este
tema en particular. La línea de fondo era simple: Amelia no se acercaba
a Emeline. Esperaba que pudieran salvar a la chica, pero no
arriesgando a Emeline.

̶ Si tenemos conversaciones delante de Amelia sobre cómo no


encontramos parásitos y que debes aceptar ese veredicto, que está libre
de todo mal. Si todos discutimos contigo, Vadim pensará que tú te
estas separando del resto de nosotros y eso lo hará feliz. Tiene sentido
que no te guste y que quieras mantenerla lejos de Emeline, ̶ señaló
Gary. ̶ Vadim amará las peleas que tendrás con tu compañera sobre
eso.
̶ Genial. ̶ Dragomir sabía que a Emeline no le iba a gustar nada de esto.

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̶ Deberíamos darle a Amelia un poco de información que requiera
actividad de su parte, para que podamos estar seguros, ̶ dijo Gary.

Tariq suspiró. ̶ Supongo que es necesario, pero no me gusta.

̶ ¿La ubicación de una guarida? ̶ sugirió Sandu. ̶ Vamos a cazar ahora.


Andor encontró alguna actividad posible en Cuyamaca Rancho State
Park. Íbamos a comprobarlo. Puede oírnos hablar, haciendo planes
para atacarlo.

̶ Ese es un gran blanco para renunciar, ̶ protestó Dragomir. ̶ ¿Una de las


guaridas de Vadim?

Sandu sacudió la cabeza. ̶ No, las salvaguardas eran patéticas. Nadie


estaba en casa, pero creemos que volverán antes del atardecer. Frente a
Amelia podemos decir que estaremos esperando al vampiro cuando se
levante al día siguiente, pero lo conseguiremos esta noche.

̶ Vadim no tendrá la oportunidad de averiguarlo hasta que sea


demasiado tarde. Él enviará a alguien para ayudar al vampiro contra
los cazadores y los conseguiremos también. Vadim no sabrá que
matamos al vampiro original la noche anterior. Sólo sabrá que será
mejor que tenga cuidado con los cazadores de élite de la zona. ̶ Gary
giró la cabeza, aquellos ojos plateado cruzándose con los de Dragomir.

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Ambos estaban ansiosos por la caza. Hombres como ellos no se
sentaban a hablar. No eran diplomáticos. Lo dejaban a los líderes,
como Mikhail, su príncipe en los Cárpatos, y Tariq, el líder reconocido
aquí en los Estados Unidos.

̶ Es mejor si probamos nuestra teoría antes de condenar a Amelia, ̶


reconoció Tariq. ̶ Creo que Vadim ha encontrado una forma de
controlarla, como todos ustedes, pero yo preferiría la prueba.

̶ Podemos establecer una trampa para Vadim, ̶ dijo Dragomir. ̶


Usándome como cebo.

Tariq levantó la mirada bruscamente. ̶ Tienes una compañera. Emeline


ha pasado todo lo que pudo. Tienes una hija. Ambas te necesitan.

Sandu le dio un codazo, un empujón psíquico, no físico, pero fue lo


mismo, sólo que los otros no pudieron verlo. ̶ Quieres que te lleven del
culo a casa. Tal vez su mujer podría encontrar una hoja ancha y
abanicarlo.

̶ Terád keje, ̶ Dragomir respondió suavemente, diciéndole a su amigo


que "se quemara". ̶ La vida como la conoces va a terminar.

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̶ Eres suave ahora que tienes una mujer. Apuesto a que en el momento
en que llore porque no puedes ver a esta chica, se rendirá y la
adolescente se moverá directo a tu casa.

Dragomir volvió los ojos fríos y dorados hacia su amigo. No había


nada remotamente humorístico en su reacción. ̶ Voy a matar a esa chica
antes de que ella se acerque a Emeline, lo juró. ̶ Miró hacia la casa
donde estaban los niños.

̶ Todavía no, ̶ dijo Sandu. ̶ Si tiene que ser hecho, lo haré por usted.
Usted no puede permitirse el lujo de tener su nombre unido a su
muerte. Tu mujer y el resto de la comunidad tendrían dificultades para
perdonarte.

̶ Tengo el derecho de mantener a mi mujer a salvo.

̶ Tienes que pasar un poco de tiempo en la computadora. Los tiempos


han cambiado, mucho desde que matábamos a nuestros enemigos y
éramos glorificados en las canciones.

Dragomir frunció el ceño. ̶ ¿Te han glorificado en alguna canción?

̶ Por supuesto. Mis hechos fueron geniales. ¿No lo fueron los tuyos?

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̶ Mis obras fueron grandes, y sin embargo nadie me glorificó en
canciones. Köd alte hän. La maldición de la oscuridad, Sandu. Eso no
está bien. Debe haber algún error.

Andor le dio un codazo. ̶ Presta atención. Tariq es agudo, y los está


mirando a ustedes dos. Él sabe que estás tramando algo. ¿Planeas
matar a esa chica? Porque si es eso, lo haré. Tienes una compañera en
la que tienes que pensar.

̶ ¿Parezco como si fuera a matarla? ̶ preguntó Dragomir, exasperado.

̶ Quiero que todos recuerden que Amelia es mi hija. La he tomado a


ella y a sus hermanos como mis hijos. Seguiría a cualquier hombre que
le hiciera daño hasta los confines de la tierra.

̶ ¿Me veo como si fuera a matar a un niño? ̶ Dijo Dragomir en voz alta.
Tenía una máscara sin expresión en su rostro ya que tenía una
multitud de cicatrices, pero no mostró lo que estaba pensando.

̶ Sí. ̶ Tariq lo miró a los ojos. ̶ Eso es exactamente lo que parece.


También parece que puede haber otros que estén dispuestos a ayudar.

̶ ¿Alguna vez te glorificaron en canción? ̶ Preguntó Dragomir


abruptamente.

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Las cejas de Tariq se juntaron. Miró a Dragomir como si le hubieran
crecido dos cabezas. ̶ Sí. Claro que lo hicieron. Pero hace varios siglos.
¿A ti no?

̶ Köd alte hän, la oscuridad los maldiga y a todas las canciones que los
glorificaron a todos ustedes. ̶ Dragomir se apartó de la pared. ̶ He
tenido suficiente. Voy a cazar.

Era todo lo que podía hacer para no responder a la sonrisa de Tariq. El


humor seguía siendo nuevo para él. De repente se apartó de Tariq. El
hombre tenía derecho a proteger a su familia, el mismo derecho que
tenía Dragomir. Dragomir sabía que mataría a cualquier hombre que
amenazara a su compañera o a su hija. A pesar de su diplomacia, a
pesar de verse como si hubiera nacido y criado en el siglo actual,
Dragomir no tenía ninguna duda de que Tariq lo cazaría si le hacía
daño a Amelia. Ese conocimiento nunca lo detendría de hacer lo que él
considerara correcto. A Dragomir le gusto Tariq más, lo respetaba.
Tariq no estaba ciego al hecho de que Amelia estaba contaminada.
Frunciendo el ceño, miró a Gary.

̶ Dijiste que teníamos que averiguar cómo Vadim puede usar a Amelia
como su espía cuando no tiene parásitos en ella. ̶ Los demás se habían
vuelto todos por separados, pero ante la pregunta de Dragomir, todos
se volvieron para escuchar.

̶ Tengo una idea o dos, ̶ dijo Gary. ̶ Ninguna es buena.

̶ Vamos a oírlas ̶ dijo Tariq.

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Gary se encogió de hombros. Era más que un rollo de hombro. Sus
hombros eran anchos; sus músculos, una vez lustrosos y fuertes, eran
ahora más definidos, ondulando flojamente bajo el material de su
ropa. ̶ Xavier, el mago alto, podría tomar astillas de sí mismo y colocar
esas astillas en la gente con muy mala suerte. La astilla era realmente
una parte verdadera de él, así él podría tomar el cuerpo, ver y oír lo
que sucedía alrededor de su recipiente elegido. Xavier está muerto,
pero dos de sus astillas quedan atrás y el consenso común es que esas
astillas residen en Sergey, el hermano de Vadim, y en Vadim mismo. ̶
El aliento de Tariq lo dejó en un largo y lento silbido. Dragomir se
congeló en su lugar. Sandu apoyó su palma contra la pared,
permitiéndole tomar su peso.

̶ ¿Qué estás diciendo, Gary? ̶ preguntó Ferro. Ferro era tranquilo y rara
vez hablaba, así que el sonido de su voz era desconcertante,
aumentando la tensión entre los antiguos. ̶ ¿Crees que Vadim sabe
cómo hacerse añicos e introducir astillas en otros? Podría tener espías
por todas partes.

̶ Hay peligro al fragmentarse ̶ le advirtió Gary. ̶ Disminuye al hombre


que realiza la magia. Lo deja más débil, su poder menor. Deben
destruirse las astillas. Eso es imperativo. Si podemos encontrar esas
astillas, separarlas y destruirlas, nunca conseguiría toda su capacidad
de magia. Eso es lo que le pasó a Xavier. ̶ Hubo un pequeño silencio. ̶
Aclarando eso ̶ continuó Gary, ̶ estar en posesión de las astillas de
Xavier le da a Vadim el acceso al conocimiento que Xavier tenía.

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Tariq lo fulminó con la mirada. ̶ ¿No pensaste en decirnos esto antes?

̶ ¿Antes de qué? ̶ preguntó Gary, su tono suave, pero había una curiosa
amenaza. Aquellos ojos plateados golpearon a Tariq. ̶ No he estado
exactamente inactivo desde que llegué.

Tariq dio un pequeño arco cortés. ̶ Perdóname, Gary, estoy tan


preocupado por Amelia y saber esto no ha ayudado.

̶ En este momento, Amelia es un activo valioso para él. Puede oír y ver
todo lo que hace. Puede atacar a sus enemigos con ella. No tiene que
preocuparse por las salvaguardias porque Amelia ya está en el recinto.
Ella lo trajo con ella. Lo más probable es que ni siquiera hubiera
pensado en plantarle un hijo. Sabía por experiencia que era demasiado
joven y frágil. Necesitaba que ella tuviera esos recuerdos, de modo que
el pudiera entrar en su cuerpo y dejar una pieza pequeña pero
extremadamente valiosa de sí mismo, así ella no se daría cuenta.

̶ Todos vimos la 'violación' en su mente, ̶ dijo Tariq. ̶ No el hecho de


que él entró en su cuerpo de la manera en que un curador podría. ¿Qué
sucede si Amelia es asesinada? ¿Si muere? ̶ Su voz fue baja.
Angustiada.

Por primera vez, Dragomir se puso en los zapatos de Tariq. Si esa fuera
su hija, ¿cómo se sentiría? ¿Qué haría él? Saber que un pedazo, incluso
apenas una astilla de tal mal estaba en su hija sería horrible.

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Los parásitos cumplían las órdenes de Vadim, atormentando a Emeline
y al bebé, pero no habían sido tan malvados como para hacerse cargo
de los cuerpos. La astilla de Vadim era poderosa. El Mal. Una parte de
él. Esa parte le permitía tomar el control total del buque.

Dragomir encontró que su compasión por Amelia estaba creciendo.


Ella no sería capaz de luchar contra la influencia de Vadim. Podría
luchar contra los parásitos que la atormentaban, negándose a ceder
ante el dolor o su influencia, pero ¿qué humano podía derrotar al
poder de un vampiro maestro?

̶ Si Amelia muere, ¿morirá la astilla con ella? ̶ preguntó Tariq.

Gary sacudió la cabeza. ̶ La astilla buscaría un anfitrión. Abandonaría


el cuerpo moribundo y encontraría otro. Eso es lo que hicieron las
astillas de Xavier. También trataran de volver al cerebro original del
que fueron sacados. Así que cada salto de un anfitrión a otro lo llevaría
más cerca de su objetivo final.

̶ Con la astilla desaparecida, ¿Amelia volverá a su verdadero yo? ̶


Preguntó Dragomir.

Gary frunció el ceño y se frotó la sien con el pulgar. ̶ Ella debería


hacerlo. Pero es muy joven. Estos ataques permanecerán con ella. Estoy
inclinado a pensar que necesitará ayuda.

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̶ Si tuviera que transformarla ̶ añadió Tariq, ̶ ¿entonces la astilla la
abandonaría?

Gary sacudió la cabeza. ̶ No estás pensando lógicamente, Tariq. Esta es


su hija. Estás demasiado cerca de la situación. Vadim es un vampiro.
Originalmente, era Cárpatos. La muerte del cuerpo humano para que
el cuerpo de los Cárpatos renazca no lo mataría. De pasar algo, es que
la astilla podría crecer más poderosa. Vadim tendría acceso a todo lo
que aprendió de nosotros. De los terrenos curativos, de los lugares de
descanso, de todas las debilidades que tiene este complejo, y hay
muchas.

̶ ¿Muchos? ̶ Tariq levantó la ceja. ̶ Hemos pensado en casi todas las


contingencias. De todas las maneras que nos podrían atacar.

̶ Estás bajo ataque ̶ insistió Gary. ̶ Tu propia hija está siendo usada en tu
contra. La mayor debilidad que tiene el complejo es usted. Tu corazón.
Tomas a estas personas abandonadas y las coleccionas como otras
recogen vino. Tiene una fuerza de seguridad formada por soldados
humanos de las Fuerzas Especiales. Cada uno de ellos ha visto mucho
combate y está listo para impresionar. Tienes una pareja de ancianos,
los Watson, vagando por las tierras como si estuvieran en un musical.
Tienes cuatro niños de la calle, todos traumatizados por lo que han
pasado. Tiene una mujer, soltera, que no es su compañera, pero para
cualquier estándar es hermosa, cuidando a esos niños, y ella no tiene ni
idea de que pueden ponerla a dormir a voluntad.

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Tienes un hijo de tres años de edad, la sobrina de tu compañera, cuyo
padre fue asesinado por un vampiro y que ha sido salvada varias veces
evitándolos. Los Cárpatos no viven así.

Dragomir tenía que estar de acuerdo, pero no en todo. ̶ Eso es cierto,


pero ha creado una zona segura aquí, donde los Cárpatos y los
humanos pueden vivir juntos sin miedo.

Gary se encogió de hombros. ̶ No dije que pensara que era demasiado


arriesgado, sólo que es un sistema defectuoso. Hay debilidades y
tienen que ser tratadas si todos ustedes quieren estar a salvo.

Dragomir notó que el sanador había dicho "todos ustedes". No se había


incluido a sí mismo, como si no importara de un modo u otro que
estuviera a salvo. No tuvo esa carga Dragomir antes de encontrar a
Emeline. Sabía que aún no la tenían Sandu, Andor o Ferro. Miró a los
demás ancianos. Tantos sin compañeras. La carga de una especie
entera cayó directamente sobre los hombros de muy pocas parejas.

̶ Emeline quiere quedarse aquí. Quiere tener una casa aquí cerca de sus
amigos, ̶ dijo Dragomir. ̶ Ella se irá conmigo si elijo irme, pero ella
preferiría estar aquí. Me gustaría comprar la propiedad que bordea
esta y añadirla al complejo. También me gustaría ir a través de todo el
complejo con usted, Gary y Tariq, para ver si algunas de estas
debilidades se pueden abordar.

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Tariq inclinó la cabeza. ̶ Estoy agradecido de que desees quedarte.
Blaze tendría un momento difícil sin Emeline. Ya, Maksim ha dicho,
que ella ha estado muy triste porque su relación se ha deteriorado. Soy
consciente de que era necesario, o al menos Emeline pensaba que lo
era, pero es difícil para un hombre de los Cárpatos ver a su compañera
desgraciada.

Dragomir se percató de que Tariq le estaba advirtiendo. Era imperativo


mantener alejada a Emeline de Amelia, pero Emeline no estaría
contenta con eso. ̶ Entiendo, o estoy empezando a hacerlo. Sin
embargo, no puedo hacer otra cosa que lo que mi naturaleza me dicta.
Emeline debe estar fuera de la línea de fuego. Sanador ̶ su mirada
pensativa descanso en el hombre ̶ ¿es posible que, si lo intentamos
juntos, pudiéramos librar a esa niña de la astilla?

̶ No tenemos ni idea de la ubicación. Él sabría lo que tratamos de hacer


antes que estuviéramos cerca. Si pensara que estamos allí para extraer
la astilla, la atacaría y la mataría.

̶ Tenemos una ubicación. La astilla debe estar en su cerebro. Está


dirigiendo sus acciones, ̶ Gary frunció el entrecejo en contemplación. ̶
Todavía no veo cómo podríamos colarnos en ella.

̶ Desvía su atención, ̶ dijo Sandu. ̶ Vas a sanarla y echas un vistazo.

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̶ Voy a pensar en esto ̶ dijo Gary. ̶ Mientras tanto, antes de que la noche
se desvanezca, necesito cazar.

Dragomir estuvo de acuerdo. ̶ También necesito más sangre. La noche


se desvanece y el suelo curativo será bienvenido.

̶ Voy a plantar la historia con Amelia ̶ dijo Tariq. ̶ Dame la ubicación de


la guarida.

Fue Ferro quien la suministró, empujando la información a la mente de


Tariq. ̶ Vamos a cazar cerca de allí y llevarlo hacia abajo cuando el sol
se está levantando.

Tariq sacudió la cabeza. ̶ Eso lo pone demasiado cerca. ¿Tienes deseo


de morir? Te fritarás en el sol.

Sandu se encogió de hombros. ̶ He comido antes. Ese deseo todos lo


tenemos. Tan viejos como somos, pero no tanto como un susurro para
tentarnos, es el sol al que desafiamos. Nuestro desafío tiene un alto
precio.

̶ Sin embargo, todavía tienes la oportunidad.

̶ Primero somos cazadores, ̶ señaló Andor. ̶ Los cazadores cazan. Hay


poco para nosotros. La caza es algo que podemos hacer.

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Tariq asintió con la cabeza. ̶ Entonces ve. Será normal que yo visite a
todos los niños antes de ir a la cama. Tendré a Charlotte conmigo y
saldré de la habitación de Amelia, hablare donde ella pueda oír. Dejaré
pasar el plan para atacar la guarida apenas nos levantemos.

̶ Necesitarás a alguien por lo menos un poco resistente a las


compulsiones de Vadim observándola. De lo contrario, los niños no
estarán seguros. Vadim podría aprovechar la oportunidad para
obligarla a matar a uno de ellos, ̶ dijo Dragomir. ̶ Sé que no es algo en
lo que quieras pensar, pero es una posibilidad muy real y creo que
Vadim la elegiría. Querría que la niña supiera lo que está haciendo,
pero que no pueda detenerse.

Tariq asintió con la cabeza. ̶ Esperará, temiendo que pueda ser


atrapada y entonces no le serviría de nada.

̶ Esperar cuando las vidas están en juego es una mala elección, ̶ dijo
Gary. ̶ Encuentra una razón para encerrarla, de apartarla de los demás, ̶
cerrando el peso de sus ancestros en la espalda y en la mente. Se apartó
de ellos sin decir una palabra, sus movimientos fluidos, su cuerpo
ondulando con músculos bajo el delgado material de su ropa.

Dragomir lo observó marcharse, la tristeza asentándose. Dieciocho o


veinte años en el tiempo de los Cárpatos no era nada, un parpadeo, no
más o eran siglos de espera sin fin para un compañero. Sandu, Andor y
Ferro estaban en ese otro extremo. Gary estaba claramente allí.

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Poco importaba que hubiera renacido en su mundo; los antiguos se
habían derramado en él y ahora llevaba cada uno de sus recuerdos. El
hombre vivía en el infierno. Veinte años sería más que unas cuantas
vidas para él esperando a que su compañera creciera.

̶ ¿Cuántos hombres tienes contigo? Hombres humanos en los que


puedes confiar.

̶ Hay veinte personas en mi equipo de seguridad en las que confío. He


tomado su sangre para poder controlarlos a voluntad, pero más que
eso, he mirado en sus mentes y los hombres que veo son honestos,
leales y capaces. Yo los respeto, ̶ dijo Tariq. ̶ Hay algunos otros, pero
son relativamente nuevos y todavía no estoy seguro de ellos.

̶ ¿Cuántos hay?

̶ Otros siete. He tomado su sangre, saben que viven según su palabra,


pero no los he visto en batalla contra los vampiros. La primera vez que
los combatientes humanos ven a los no-muertos en acción,
especialmente en su forma verdadera, es...desconcertante. Allí es
cuando sé si serán capaces de manejarlo. Limpio sus mentes si no
pueden. Son buenos hombres y valiosos bienes.

Dragomir asintió. Nunca había pensado en atraer a los humanos a su


lucha. Los humanos siempre parecían muy vulnerables. Tariq siempre
tuvo la reputación de estar fascinado por ellos.

Bookeater
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Pasó gran parte de su tiempo con ellos. Los había estudiado, y ahora, él
se rodeaba con ellos. Él encajaba en su mundo con facilidad.

Dragomir no era el tipo de hombre que rechazaba una idea sólo porque
no se sentía cómodo con ella. Había visto la fuerza de seguridad en
acción y habían ayudado enormemente. Ellos no se habían estremecido
ante el enemigo, y Vadim había traído una fuerza fuerte con él. Las
armas que habían desarrollado eran impresionantes. Matt Bennett
había sido una gran ayuda en la batalla con Vadim.

̶ Los Waltons. Los he visto en la propiedad ̶ admitió Dragomir, ̶ pero


los evité. ¿Quiénes son? ¿Son capaces de defender este lugar?

Tariq sonrió un poco, su advertencia a Dragomir en la respuesta. ̶


Ambos estuvieron en servicio. Allí es donde se conocieron. Vivieron
durante años juntos como supervivencia. Pueden manejar armas y, de
hecho, tienen bastante arsenal en su casa ahora. Han vivido en la finca
durante unos años, antes que los niños. Fueron lo suficientemente
amables como para decir que ayudarían con la defensa.

Dragomir tenía que admitir, Tariq no sólo había reunido a un grupo de


humanos y los había traído bajo su protección sin pensarlo.

̶ ¿No tuviste problemas para convencerlos de que existen vampiros?

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̶ Ya eran conscientes. Nadie les creyó.

Dragomir asintió. ̶ Ya veo. Sin embargo, te das cuenta, de que incluso


con el entrenamiento, estas personas siempre estarán en desventaja.
Los vampiros pueden fácilmente dominar sus mentes.

̶ No con escudos en su lugar. Recibí la idea de la familia De La Cruz en


Sudamérica. Tienen ranchos en varios países y personas humanas,
personas leales a ellos, cuidan de los ranchos en su ausencia. Las
familias las conocen y las protegen durante el día. Los miembros de la
familia, a través de generaciones, comenzaron a nacer con escudos
naturales. Pensé que sería una buena idea reunir mi propia fuerza.

Dragomir había oído hablar de las familias que protegían a los


hermanos De La Cruz. No había considerado la idea buena o mala.
Ahora, él pensó que esto era otra razón por la cual Tariq era un líder.
Su pensamiento tenía consecuencias de largo alcance. Había planeado
su ejército humano. Había comprado tierras. Había reunido a otros
Cárpatos semejantes, y habían comenzado la tarea de establecer
complejos en otros lugares, muy parecido a la fortaleza del príncipe en
los Cárpatos.

̶ Quizá me equivoque acerca de tu debilidad, Tariq ̶ añadió, aún sin


convencerse. Sin embargo, no pudo evitar que los vampiros infligieran
un golpe terrible en el recinto sin la ayuda de la fuerza de seguridad.

Bookeater
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Había muy pocos Cárpatos y demasiados vampiros en los Estados
Unidos. Era un gran territorio para cubrir. Matt Bennett, el jefe de la
fuerza de seguridad, había retrasado lo suficiente a Vadim para que
Dragomir terminara su tarea y regresara para enfrentar al maestro
vampiro. Incluso había conseguido un fragmento del corazón de
Vadim y eso debió debilitarlo un poco.

Tariq inclinó la cabeza hacia la observación de Dragomir. ̶ Quizá ̶


convino él. ̶ Por otro lado, he descubierto que mi amor por los
humanos es a la vez una fuerza y una debilidad. Gracias al príncipe,
sabemos que algunas mujeres humanas pueden ser convertidas.
Aquellos de nosotros que no han encontrado a sus compañeras, siglo
tras siglo, todavía pueden tener esperanza. Esa alma renace una y otra
vez hasta que la encontramos o entramos en la próxima vida. Hay
mujeres ahí fuera, humanas y Cárpatos, protegiendo el alma de un
cazador.

̶ Dejamos el monasterio porque tres mujeres se juntaron y nos dieron


esperanza. Nos dijeron que nuestras compañeras esperaban en este
siglo por nosotros. No estoy seguro de que realmente les creyera en ese
momento. Tal vez debí creerles, pero yo fui escéptico. Entonces oí la
voz de Emeline, y mi mundo cambió de la oscuridad a la luz. Espero
que encontrar a Emeline continúe dando a los otros la esperanza de
que puedan encontrar a sus compañeras, también. Como yo, ya no
creen en permanecer. Somos antiguos, y mientras nos encerramos, el
mundo avanzaba sin nosotros. Las mujeres también avanzaron. No las
entendemos.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq le dirigió una pequeña sonrisa. ̶ Nadie las ha entendido jamás.
Sólo piden la asociación. Son inteligentes y sus opiniones son
importantes. Son intuitivas.

̶ Esas son cosas que yo sé, pero ¿asociación? ¿Qué significa eso?

̶ Ella querrá caminar a tu lado, no detrás de ti.

̶ Supongo que eso quiere decir literalmente, en lugar de figurar, ̶ dijo


Dragomir. Era consciente de que los demás hermanos estaban atentos a
la conversación.

̶ Ambos.

Dragomir sacudió la cabeza. ̶ Ahí es donde me pierdo. ¿Qué hay de


malo en querer proteger a mi mujer? Todo mi instinto es hacer eso. Ella
lleva la vida en ella. Ella es luz a mi oscuridad. Ella es todo lo bueno en
el mundo.

̶ Para nosotros. Sabemos lo que perdimos. Conocemos un mundo sin


mujeres y niños. Esa sequía nunca les ha sucedido. Incluso las mujeres
ya no conocen su propio valor. Sabemos que son más preciosas que la
joya más grande, pero otros no los entienden y las tratan como menos
que animales. Son posesiones, no socias apreciadas.

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̶ ¿Emeline no quiere que yo la trate como una mujer querida? ̶ Él estaba
más confundido que nunca. ̶ No conozco otro camino. Soy incapaz de
otra manera.

̶ A ella le gustará esa parte. No la parte donde la encierras cuando no


quieres que ella hable con Amelia.

̶ ¿Y Charlotte?

̶ A ella tampoco le gustará eso. Haré mi mejor esfuerzo para distraerla,


pero una vez que se dé cuenta de lo que estoy haciendo, ella expresará
su opinión con bastante fuerza.

Había una nota de diversión en la voz de Tariq. Dragomir todavía no


entendía, y él sintió que esto era un tema importante. ̶ No parece
importarte que tu mujer se enoje con usted. ̶ Las lágrimas de Emeline lo
matarían.

̶ Hay poco que puedo hacer al respecto, Dragomir. Ella querrá estar con
Amelia, para tratar de ayudarla, y yo lo prohibiré sabiendo que Vadim
podría atacarnos a través de ella. No arriesgaré a Charlotte. Ella no va
a entender, o va a fingir que no porque ir a Amelia y ayudarla vale la
pena el riesgo para ella. No para mí y nunca lo hará. Arriesgar a
Emeline no valdrá la pena. No puedes controlar las reacciones de
Emeline como tampoco puedo controlar las de Charlotte.

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Tariq se encogió de hombros. ̶ La línea de fondo con su mujer es esta:
usted puede tratar de explicar su posición de una manera lógica, pero
recuerde, es su lógica. Es tu emoción, el miedo que te está
conduciendo. Su lógica será diferente, pero no menos real. Al final,
harás lo que cada Cárpatos macho debe hacer: protegerás a tu mujer.
No le gustará, pero lo aceptará porque no tiene elección. Tu nivel de
comodidad durante ese tiempo no será el mejor, pero pasará y tu mujer
estará a salvo.

Dragomir asintió. ̶ Creo que entiendo. ¿De qué sirve explicar si no


escucha?

̶ Siempre explíqueselo. Merece una explicación. Tu relación no puede


ser una dictadura.

Dragomir suspiró, algo en su corazón se torció con fuerza. ̶ Yo no


quiero una dictadura, pero adónde voy, mi mujer va. No lo sé, Tariq,
tal vez la haya atado demasiado rápido. Estaba intentando convencerla
de que no era la compañera de Vadim. ¿Honestamente? Todavía no sé
si está totalmente convencida. Pero ahora está atada a mí, y eso puede
ser peor que una creencia falsa. Si lo que dices es así, entonces
detestara ser mi compañera.

̶ Has sido su compañera todo este tiempo. Ella parece haber luchado
por ti. Ella no huyó.

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̶ Eso es diferente.

Tariq echó la cabeza hacia atrás y rio. ̶ Vaya a comer, amigo mío y
hermano. Emeline estará bien. Ha entrado en nuestro mundo. Blaze es
su mejor amiga y hermana. Ellas hablan. Blaze es una guerrera,
Emeline no lo es. Blaze se adaptó a Maksim. Emeline se adapta a usted.
Mi Charlotte es perfecta para mí. Así es como funciona. Harás todo lo
posible para hacerla feliz, y hará todo lo posible para hacerte feliz. Ve,
Dragomir, antes de que hablen de correr para el monasterio. Les
aseguro que la mayoría de las mujeres modernas, si actúan como si no
las quisieran, encogerán sus hombros y tomarán sus heridas en la
dirección opuesta.

̶ Yo no huiría de ella. Si volviese al monasterio, iría conmigo.

Tariq rio de nuevo. ̶ Empezaremos nuestra pequeña charada.


Aliméntense y luego destruyan la guarida y esperemos que a cualquier
vampiro que se encuentre en ella. Comprobaré a los niños, los aislaré
de los demás y me aseguraré de que Amelia no pueda escapar de la
jaula dorada en la que la pusimos.

Dragomir subió al cielo con la risa de Tariq resonando en su mente.


Sandu y Andor volaron a ambos lados de él. Ferro, Afanasiv y Nicu le
flanqueaban. Quería a los demás, Petru, Benedik e Isia. Envió un
llamado a los demás en la hermandad, esperando que vinieran.

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Quería que se dieran cuenta de que tenía una compañera y que tenían
razón al buscar la suya.

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10

Dragomir se alimentó bien, sabiendo que se dirigía a una pelea. La


guarida que se había encontrado estaba a una buena distancia del
complejo, en un rancho del Parque Estatal Cuyamaca. Había más de
cien kilómetros de rutas de senderismo. Sitios de acampada y áreas de
picnic haciendo una mezcla heterogénea para los vampiros. En el pico
más alto apareció una grieta, una roca sobresaliente que apenas medía
una pulgada de ancho, pero tenía unos cinco pies de largo en un
patrón irregular hasta casi el pie de la roca.

Se paró frente a él, los otros antiguos se extendieron, sintiendo el aire,


el suelo, escuchando y escudriñando. Había una compulsión
incrustada en la cara de roca que advertía a la gente de la zona.
Cualquiera que la sintiera solo se iría. Eso había alertado a Andor de
que la guarida tenía que estar cerca.

Dondequiera que uno iba en una zona boscosa, había el zumbido


continuo de insectos. Aquí, estaba misteriosamente silencioso. Había
un sentimiento de violencia inminente, de un vigilante invisible. El
suelo se movía sutilmente bajo sus pies, una trampa incorporada en
caso de que la compulsión de marcharse no funcionara. Se agachó para
pasar la mano por el suelo.

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̶ Hay algo aquí. Una trampa bajo nuestros pies. Se siente como los
utilizados hace unos siglos por los Astors. Fridrick y Georg. Tenían
unos cuantos parientes que corrían con ellos también. Cuando los
Malinov se convirtieron, también decidieron renunciar a sus almas.
¿Alguno de ustedes recuerda a los otros de esta familia y a las trampas
que preferían usar?

La hermandad hace mucho tiempo había formado sus propios caminos


telepáticos. No necesitaban usar el camino de los Cárpatos más común
en el que cualquier vampiro oiría. El sol no se había puesto, así que
cualquier vampiro dentro de la guarida estaría todavía acostado y
establecería más salvaguardias.

̶ Les gustaba usar el hábitat local para que todo parecía siempre
natural, ̶ respondió Afanasiv. ̶ Había por lo menos otros tres. Primos,
creo. Mi memoria es tenue.

̶ Karl, León y Raban. Todos se fueron de los Cárpatos a Alemania.


Tomaron nombres alemanes para encajar, para aterrorizar mejor a la
gente de allí, ̶ añadió Ferro, mirando al banco al dar la información.

Dragomir pasó la mano, con la palma hacia abajo, con exquisita


mansedumbre a lo largo de la cima del suelo. No había césped.
Encontró un arbusto pequeño y marchito justo a la derecha de la roca.
La planta se había encogido lejos del ser sucio, antinatural que había
pisoteado la tierra cerca de él. Sintió algo, casi una pequeña descarga

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eléctrica, saltando hacia su palma. Ninguno de los antiguos tenía botas
en el suelo. Sólo Dragomir había permitido que sus pies lo tocaran.

̶ Utilizaron insectos. Enjambres de ellos, picando y mordiendo.


Mejoraron los escarabajos o lo que sea que se encontraron en la tierra,
dándoles veneno poderoso y desagradables picaduras, ̶ agregó Nicu. ̶
Tienen escorpiones aquí. Podría usarlos. Mejorarlos.

̶ Eso sería como cualquiera de los Astors. A ellos les gustaba el drama, ̶
dijo Dragomir. ̶ Estén listo, veamos lo que tiene. ̶ Se puso en pie,
caminó primero a la izquierda y luego a la derecha, caminaba de un
lado a otro, de modo que las vibraciones perturbaran a los insectos y
dispararan la trampa.

̶ Detrás de ti. ̶ La advertencia vino de Sandu.

Dragomir tomó el aire, volviéndose para ver el suelo estallar con


cientos de escorpiones. Se elevaron a la superficie, trepando unos sobre
otros, cubriendo el suelo de modo que parecía una alfombra viva y en
movimiento. Colas altas, aguijones en posición para atacar, estaban
agitados, buscando presas. Ninguno de los antiguos se movió. Ellos
sabían que la trampa tenía que haber sido disparada varias veces por la
vida silvestre en la zona. El vampiro esperaría que sus aliados se
alimentaran. No estaría sospechoso porque algo había alterado su
primera línea de defensa. Aun así, uno podría esperar que él lo
comprobara ya que el sol aún no se había levantado.

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Dragomir y los otros antiguos brillaron en transparencia y luego
desaparecieron, convirtiéndose en nada más que moléculas en el aire
nocturno. Esperaron, conscientes de los minutos que pasaban.
Dragomir estaba seguro de que no habría vuelta al complejo antes de
que el sol saliera. Eso significaba que tenía que confiar en Tariq para
mantener a Emeline a salvo de Amelia. Mientras esperaba, repitió todo
lo que los Cárpatos le habían dicho. Tariq podría amar a Amelia, pero
no estaba cegado. El trozo del malvado plantado en ella la tomaría. No
sería Amelia tratando de dañar a los otros, sería Vadim. Tariq no
cedería al sentimiento, ni siquiera por su compañera.

Una corriente constante de vapor amarillo salió de la grieta de la roca,


justo cuando un pequeño ciervo se acercaba al enjambre de
escorpiones. Se precipitaron hacia él. El ciervo chilló cuando uno lo
apuñaló con su aguijón. Otros trataron de correr por sus piernas. El
ciervo giró alrededor y corrió unos pocos pies sólo para caer. Al
instante, los otros escorpiones se apoderaron de él. El vapor amarillo
retrocedió en la grieta, claramente satisfecho.

Dragomir se movió de nuevo en posición en la roca, mientras los otros


se esparcieron, todos en el aire, evitando que sus botas tocaran la
superficie y alejándose del frenesí que tenía lugar a sólo unos metros
de distancia.

̶ ¿Alguien recuerda las salvaguardias en las que se basaban los Astors?


Incluso si las han cambiado, utilizarán el formulario de base. Siempre
estaban del lado perezoso, ̶ dijo Dragomir.

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̶ Usted los recuerda, ̶ dijo Sandu. ̶ Nos estás probando, como siempre,
siendo un idiota.

̶ Alguien tiene que mantenerlos afilados.

̶ Creo que te mantuve afilado en el área de entrenamiento. ̶ Sandu tenía


razón, les había enseñado a todos ellos muchas lecciones con varias
armas, una y otra vez. Él era increíblemente rápido. No tan rápido
como Nicu, que se movía como un rayo en una pelea, que era casi
imposible verlo porque se movía tan rápido que era un borrón, pero
Sandu podía anticipar casi cada movimiento que un oponente haría.

Dragomir estaba agradecido de que tuviera la capacidad de encontrar


humor en todo de nuevo. Había olvidado el humor y lo mucho que
podía cambiar el estado de ánimo. Sandu les estaba diciendo toda la
verdad estricta. Un hecho. Pero el juego de palabras lo hacía
humorístico sin que el antiguo lo sintiera así.

̶ Envié un llamado a los otros. Benedik, Petru e Isia, ̶ agregó Sandu. ̶


Había olvidado lo que era perseguir al vampiro, y una guerra se está
formando aquí.

̶ Yo también lo hice, ̶ admitió Andor.

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Los otros asintieron y Dragomir tuvo que sonreír. También había
llamado a los demás en la hermandad.

̶ Me asusta que todos pensemos igual.

̶ Hemos estado juntos demasiado tiempo, ̶ señaló Ferro con un pequeño


encogimiento de hombros.

Dragomir volvió a la tarea. ̶ Siempre usaban la primera salvaguardia,


Alycrome nos enseñó. ̶ Alycrome había sido el gran mago durante
muchos años antes de que Xavier, su hijo, se hiciera cargo. Alycrome
había insistido en que siguieran sus instintos y desarrollaran sus
propias salvaguardias, pero muchos tenían problemas para completar
esa tarea. Tejer hilos era bastante fácil; pero debían hacerlos
complicados, tan difíciles que otros no pudieran desentrañarlos, eso
era otra cosa.

Dragomir y los otros ancianos levantaron sus manos en el aire y


comenzaron un revés de la salvaguardia más antigua conocida por su
gente. Había sido una simple, nada compleja como las que se utilizaron
en los siglos siguientes. Efectivamente, cuando sus manos y dedos
jugaron con los símbolos, el aire alrededor de ellos una vez más
resplandeció y la barrera se reveló. Estaba anclada alrededor de la roca,
una red ancha que cubría la piedra, impidiendo que alguien entrara.

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̶ La siguiente capa parece bastante simple, ̶ dijo Ferro. ̶ Es sólo un
hechizo de represalias. Apenas lo han terminado.

Dragomir miró el tejido entrando y saliendo de la primera hebra, el


fundamento del hechizo. Era un trabajo descuidado. Alguien lo había
hecho apresuradamente. Estos vampiros no habían sido perseguidos
por los cazadores en mucho tiempo y se sentían seguros. Tranquilos.
Vadim les había dado esa falsa sensación de seguridad.

̶ Clásico siete armaduras, ̶ Ferro ofreció voluntariamente. ̶ No está bien


hecho y no es nada original.

Ferro tenía razón. Era ridículo que el vampiro se hubiera molestado


incluso en salvaguardar el área. Dragomir tomó los siguientes dos
hilos. Los antiguos que lo rodeaban escudriñaban el aire
continuamente, buscando trampas ocultas. Eso siempre era la
preocupación. El vampiro había hecho que fuera fácil atraer a un
cazador.

Miró inquieto a Sandu, que negó con la cabeza. ̶ Creo que es muy
descuidado. No siento ni veo nada fuera de lugar.

Dragomir tomó los siguientes dos hilos. Uno se quedó. Flotó en el aire,
pareciendo una cadena de nudos.

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̶ Un rosario, ̶ los antiguos identificaron simultáneamente. El tejido
había sido tomado de las cuentas de oración en el siglo XIII. Ahora se
llamaba un rosario tejido por los practicantes para eliminar la
salvaguardia. Dragomir comenzó a deshacer cada nudo lentamente.
Esperando. Acechando. Simplemente no podía creer que las
salvaguardas fueran tan descuidadas.

̶ Cuando entremos, nos abrimos. Podría estar en cualquier parte. ̶


Estaba incómodo, pero pensó que probablemente tenía que ver con la
forma en que su piel se agitaba alarmada, diciéndole que el sol estaba a
punto de levantarse.

̶ ¿Tienes una idea de quién construyó la salvaguardia? ̶ preguntó


Andor. ̶ De vez en cuando te cruzabas con ellos, Dragomir.

A Dragomir no le habían gustado. Pero entonces, había perdido la


emoción antes que algunos de los otros y cuando llegaron los Astors y
los Malinovs, ya era un cazador experimentado.

̶ Creo que León. Se siente como su firma.

̶ El vapor amarillo le encaja, ̶ dijo Sandu. ̶ Pequeño mocoso. Siempre


causando problemas y corriendo de las consecuencias. Cuando oí que
él y sus hermanos se convirtieron, no me sorprendió. Yo nunca supe de
ellos después de eso. Supuse que me evitaban.

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̶ Todo el mundo te evita, ̶ señaló Dragomir. ̶ Nos evitan a todos.

̶ Con razón, ̶ dijo Afanasiv.

Nadie habló de nuevo mientras Dragomir sacaba el resto de los nudos.


Una vez que las salvaguardas estaban abajo, no perdió tiempo en
correr a través de la grieta. Los otros lo siguieron. La grieta se abrió en
un corredor estrecho. Los lados de la pequeña caverna estaban llenos
de grietas que se extendían desde el suelo hasta el techo. El techo no
era alto. Si hubiera estado en su forma normal, no habría podido
ponerse de pie derecho.

El pasillo se estrechó de nuevo hasta que un hombre o una mujer


pequeños podrían moverse lateralmente a través de él. Había tres
alcobas estrechas, sólo espacios redondeados tallados en la roca por el
agua que había desaparecido hace mucho tiempo. La tierra había caído
de las paredes inclinadas al suelo.

Sandu se materializó en el pequeño espacio, inclinado, agachándose


para examinar el suelo y extender su mano por el lado de la pared. ̶
Vayan. Me aseguraré de que esta esté limpia.

Ferro tomó el segundo espacio, que era mucho más pequeño que el
primero. Sus amplios hombros raspaban ambos lados de las paredes,
pero, como Sandu, se tomó su tiempo explorando.

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Nicu saludó a los demás y se quedó atrás para escudriñar las paredes y
el piso de la tercera alcoba. Parecía como si alguien hubiera intentado
formar una gruta en la roca. Esta era más profunda y más suave, pero
también había tierra sospechosa que yacía desmoronándose por todo el
suelo. Era fácil ver dónde había rodado de los lados como si algo lo
hubiera perturbado recientemente.

Dragomir continuó pasando por ese estrecho pasillo. Detrás de él,


Afanasiv y Andor lo seguían. Afanasiv se detuvo abruptamente y se
materializó, su gran estructura ocupando una buena parte del pasillo.
Se vio obligado a inclinarse y sus hombros no encajaron, así que
también tuvo que girar de lado mientras se agachaba para examinar el
piso.

Había una gran fractura en zigzag en el centro del pasadizo. Todo a su


alrededor era suciedad y escombros. Unas piedras. No había nada en
la grieta. No había suciedad en absoluto.

La suciedad debía haber quedado atrapada en la fisura, pero no había


ninguna. Afanasiv pasó el dedo por la fractura hasta llegar a un
pedazo de roca que parecía haber caído en la grieta, pero la grieta se
había formado alrededor de él.

̶ Tengo algo, ̶ dijo.

Dragomir dejó de avanzar. Se materializó a su lado. Los dos apenas


cabían en el estrecho espacio.

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Andor pasó por delante de ellos. ̶ Revisaré el resto de este pasadizo y
regresaré.

Dragomir se concentró en la fisura del suelo. Había estado allí durante


siglos. Ningún vampiro la había construido, pero fácilmente podrían
haberse aprovechado de ella. A pesar de que estaban en la oscuridad,
con una montaña encima de ellos, una barrera entre él y el sol, todavía
sentía la quemadura cuando el sol comenzó su primer viaje.

̶ Hagamos esto. ¿Estás listo?

En respuesta, Afanasiv agitó su mano para abrir la grieta. Se ensanchó


una media pulgada. Al hacerlo, la roca entera de arriba y alrededor de
ellos crujió y gimió.

La tierra corría por los lados de la caverna para aterrizar en el suelo.


Dragomir ya estaba corriendo a través de la grieta, Afanasiv detrás de
él. Estaban acostumbrados a viajar en completa oscuridad. Estaban
acostumbrados a toneladas de tierra. Era más, cazando vampiros era
en lo que estaban más cómodos haciendo.

Debajo de ellos había espacio, mucho espacio. La roca escondía una


cueva debajo sin entrada exterior. El aire fresco golpeó sus cuerpos,
sintiéndose bien después del calor del estrecho pasillo. Dragomir supo
instantáneamente que no estaban solos. Los vampiros tenían un hedor
sobre ellos.

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Ellos eran no-muertos, sus cuerpos a menudo se descomponían antes
de que pudieran averiguar cómo o molestarse en superar esa pequeña
piedra de tropiezo. El hedor indicaba que la guarida era usada a
menudo por varios vampiros. Esto último sería muy inusual, pero
entonces, no descartó la idea simplemente porque en el pasado no se
había hecho. Los vampiros eran vanos y egoístas. Ellos querían gloria.
No querían compartir sus víctimas. Por otro lado, su mayor impulso
era mantenerse con vida. Vadim había conectado de alguna manera
con ese impulso y había construido un ejército inusual. Estos vampiros
usaban tecnología moderna y trabajaban juntos. Tenían un líder
reconocido.

No estamos solos, advirtió. Uno, posiblemente más.

El ataque salió de la oscuridad, una bola de fuego que iluminó el


mundo a su alrededor, exponiendo la cueva a su visión. Lo localizó al
instante, haciendo que todas las curvas, todas las rocas, el techo, el
suelo y las paredes circundantes se volvieran a la memoria incluso
mientras esquivaba la bola de fuego y caía directamente hacia el
vampiro que salía del suelo. Era León, y no estaba solo en la cámara.
León, y tres chorros de tierra fresca se alzaron en el aire como plumas
gigantes. En la débil luz de la bola de fuego, Dragomir reconoció dos
de los tres. Uno se llamaba Voraz. Debió haberse vuelto hace poco
porque estaba desgreñado y tembloroso al salir del suelo. El segundo
que él reconoció fue llamado Eugen, y él también debió de haberse
convertido recientemente. Ambos habían sido unos siglos más jóvenes,
pero habían sido cazadores impresionantes.

Bookeater
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León debe ser el vampiro maestro, o por lo menos moverse en esa dirección. Le
dio la información a Afanasiv incluso mientras se conducía
directamente a León. León chilló y lanzó una lanza de fuego que giraba
sobre él, esquivando a la izquierda y desapareciendo detrás de una
gran roca.

Deseaba ser un vampiro maestro, dijo Afanasiv. Recoger los peones no te


hace bueno en la batalla. León y sus hermanos perfeccionaron el arte de huir.

Dragomir tenía que estar de acuerdo con el antiguo. Sinceramente, sin


embargo, había estado fuera del juego por un tiempo. Sus recientes
batallas fueron la única experiencia que había tenido desde que había
entrado en el monasterio. Sí, habían mantenido sus prácticas, y habían
compartido la estrategia de batalla y lo que sabían de varios Cárpatos y
vampiros, pero no habían tenido práctica real en algún tiempo.
Persiguió a León, esperando un ataque, pero León dio un rodeo hacia
Ravenous y Eugen.

¿Conoces el tercero? Tenía información sobre los otros dos y la comunicó


inmediatamente a Afanasiv. Compartió los lados débiles de los
vampiros menores, las armas que favorecían, las batallas en las que
habían peleado, todo lo que podía recordar. Dragomir no podía
recordar su pasado, creciendo de niño, pero recordaba las batallas.
Guerras y Armas. Empujó lo que tenía en la mente del anciano. No
tardó más de un par de segundos en armar a Afanasiv con todo lo que
sabía de los vampiros.

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El tercero se llama Kaiser. Era un fanatico de los Astors.

Me sorprende que no lo recuerdes. Es un diablo duro. Bien versado en la


guerra. Supongo que ha estado con los Astors, haciendo interferencias durante
siglos. Vigílalo. Probablemente es el más experimentado y el más mortífero.

La lanza había sido lanzada con tal fuerza que se incrustó en la pared
de roca, arrojando luz a través de la cámara. Los labios de Kaiser
estaban atraídos hacia atrás en una mueca salvaje cuando vio a quien
se enfrentaba. Si decidía quedarse y pelear, estaría luchando contra dos
antiguos con feroz reputación, y con poca ayuda. Si él corría, estaría
quemándose vivo cuando el sol se levantó. No tenía buenas opciones.

Kaiser alzó la mano y la agitó hacia la lanza. Se cayó al suelo y, al


hacerlo, la llama se extinguió, hundiendo nuevamente la caverna en la
oscuridad. Dragomir no tenía problemas para ver en la oscuridad
como regla, pero parecía haber un velo espeso que cubría el espacio,
uno difícil de penetrar sin luz. Él agitó su mano y la luz estalló por
toda la cueva. Kaiser no estaba a la vista.

León se aplastó contra el techo cerca de la abertura. Cuando se dio


cuenta de que Dragomir podía verlo, gritó a sus tres peones para que
atacaran mientras se arrastró a lo largo del techo hasta la grieta.
Dragomir chasqueó las manos con fuerza y la fisura se cerró con un
aplauso de trueno, sellándose, e impidiendo la fuga de León.

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Afanasiv cayó rápidamente, empujando su puño en el pecho de
Ravenous, sus dedos llegando a través de huesos y tendones, garras
raspando la carne para llegar al corazón. Lo arrancó del pecho del
vampiro y la arrojó al suelo de la cámara. Ravenous desesperado,
rasgo y mordio a los antiguos para tratar de recuperarlo. Afanasiv
esperó a que los dedos extendidos del vampiro estuvieran casi
conectados antes de enviar la ardiente lanza rodando por el órgano
marchito y ennegrecido. Las llamas eran de color naranja brillante,
derramando una luz deslumbrante en el rostro de Ravenous. Sus labios
estaban tirados hacia atrás en una mueca silenciosa de pura tensión
mientras intentaba desesperadamente forzar sus dedos largos y
huesudos en ese fuego para recuperar su corazón.

León caminó por un lado de la caverna, sus rasgos, también,


iluminados por la ardiente lanza incinerando el corazón del vampiro
menor. No parecía tan temeroso como debería. La cueva se llenó con el
sonido de un tambor, una llamada, León pidiendo refuerzos. Eso le
dijo a Dragomir que había otros peones en la red de cuevas
subterráneas. Eso no importaba ya que los otros antiguos, estaba
seguro, ya estaban dispensando justicia a esos vampiros.

Siguió cada movimiento de León, igualando los pasos como un


compañero de baile, él en el suelo, León bajando por el lado de la
cueva. Los ojos de León se encendieron con excitación y adrenalina,
una llama roja parpadeando en sus profundidades. Dragomir tomó eso
como su advertencia, girando para enfrentarse al ataque de Kaiser.

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El vampiro se le acercó con docenas de réplicas de sí mismo rodeando
a Dragomir. El anciano se agachó y bajó por debajo de la pared de
Kaiser, dió un salto y subió detrás del que estaba seguro, era el
verdadero vampiro de carne y hueso. Había elegido aquel
simplemente porque, sólo una vez, los ojos se movieron hacia
Afanasiv. Era una cosa pequeña, pero reveladora.

Cogió la cabeza entre las manos antes de que el vampiro pudiera girar,
arrancándola con su enorme fuerza, rompiendo los huesos del cuello y
tirando el cuerpo a un lado. León agitó la mano en las réplicas,
dándoles una especie de vida. Cada uno de los cuerpos, y había una
docena, se volvió hacia Dragomir.

Afanasiv se lanzó hacia León tan pronto como el corazón de Ravenous


fue completamente incinerado. Tomó mucho más tiempo crear un
rayo, ya que por la forma en que estaba formada la caverna, tenían
pocas posibilidades de llevar llamar el relámpago a ellos. Improvisó,
calentando la lanza ardiente lo más cerca posible de la temperatura.

León, como si dirigiera una sinfonía, tenía ambos brazos en el aire y


arrojó a su ejército rebelde frente al cazador de los Cárpatos. Ellos se
apresuraron, garras malvadas llegaron hasta su pecho y su rostro,
tratando de arrancarle los ojos y llegar a su corazón. Dragomir se
aferraba a su tarea. Si podía incinerar el corazón, todas las réplicas
caerían. La cabeza de Kaiser se dejó caer a su derecha y luego
retrocedió, una parodia grotesca de lo que había sido un hombre de los
Cárpatos.

Bookeater
Dark Legacy
Kaiser no parecía necesitar su cabeza para maniobrar. Se acercó a la
derecha, sonriendo locamente a los antiguos mientras lo hacía. En el
momento en que enderezó la cabeza, se lanzó al aire, volando a la cara
de Dragomir, marcando con sus garras los ojos para tratar de cegarlo.

Dragomir fue estoico, aceptando el dolor y la lesión mientras golpeaba


su puño contra el pecho del vampiro, usando el propio impulso de
Kaiser para penetrar la armadura de los huesos y el músculo. La
sangre corriendo en sus ojos, él miró directamente al vampiro mientras
sus dedos se cerraban alrededor del corazón y él comenzó a extraerlo.
Detrás de él, León dividió su ejército, enviando varios detrás de
Dragomir. Se arrastraron detrás de él cuando empezó a retirar el
corazón.

Kaiser luchó duro, rastrilló el pecho de Dragomir y se inclinó hacia


delante para morder trozos de su hombro, tratando de alcanzar su
cuello y el pulso golpeando llamándolo a él. Dragomir de repente giró,
forzando a Kaiser a hacerlo también, el corazón en el puño del antiguo,
usando su pecho como un pivote para traerlos a ambos lados. Las
réplicas atacantes rastrillaron garras por la espalda de Kaiser, rasgando
su carne hasta el hueso. El vampiro gritó en agonía cuando fue
golpeado por detrás, y Dragomir arrancó su corazón de su cuerpo.
Lanzó el corazón al aire y lo siguió con una lanza ardiente y giratoria.

Todas las réplicas y Kaiser saltaron al aire para tratar de llegar al


corazón. León agitó la mano para enviar la lanza fuera de curso, pero
Afanasiv lanzó otra derecha detrás de la primera.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir lo siguió con varias más. Algunas perforaron los cuerpos
volando hacia el corazón que ahora caía. Uno pasó directamente por
Kaiser. Estaba más cerca del órgano marchito, estirándose para
alcanzarlo. La lanza penetró en su espalda, justo en su espina dorsal, y
salió por su abdomen, la llama lo envolvió. La lanza volando detrás de
la primera que golpeó el centro del corazón muerto.

En el momento en que la lanza golpeó el suelo, las cenizas ya estaban


cayendo a la tierra. Las réplicas se desvanecieron cuando el cuerpo de
Kaiser, en llamas, cayó al suelo de la caverna. Hubo un momento de
silencio. León salió de detrás de la roca donde se había refugiado de
nuevo. Les sonrió.

̶ Hace mucho que no veo a ninguno de los dos.

̶ Si estás perdiendo el tiempo, León, puedes olvidarlo. Traje a otros


conmigo. Ahora están cazando tus peones.

Dragomir era muy consciente de que León probablemente ya lo sabía


cuando no habían venido en su ayuda. El vampiro maestro estaba
paralizado, pero su esperanza era que el amanecer rompería y dejaría a
los antiguos indefensos. Eran viejos y tenían demasiadas muertes para
ser capaces de mantenerse afuera durante las primeras horas de la
madrugada, al menos no sin graves repercusiones.

León se encogió de hombros y casualmente tocó la roca. Un dedo. Dos.


Golpeó como nervioso, pero Dragomir no se dejó engañar.

Bookeater
Dark Legacy
No esperó a ver lo que León iba a hacer; y empezó a avanzar. La
caverna tembló. El suelo se abrió. La tierra corría por las paredes,
primero goteando y luego en una corriente constante. En lo alto, el
techo crujió y gimió. Dragomir continuó con su ímpetu hacia delante
cuando surgieron fisuras gigantes en el techo.

Los escorpiones saliron de la roca y se arremolináron en sus piernas,


picando viciosamente con sus colas venenosas, penetrando en sus
pantorrillas y muslos para inyectar su veneno. Sin temor, se estrelló
contra León, con el puño golpeando la sólida pared del pecho del
vampiro maestro. Grandes trozos de roca caían sobre sus cabezas. A su
alrededor la montaña se estremeció y se sacudió como si estuviera
ocurriendo un gran evento sísmico.

Afanasiv gimió bajo el peso del techo cuando cayó. Se paró en el centro
de la cueva, las piernas separadas, las rodillas ligeramente dobladas,
los brazos levantados, las palmas de las manos hacia arriba para evitar
que las toneladas de roca bajaran sobre Dragomir mientras luchaba
para extraer el corazón del vampiro maestro.

León levantó tranquilamente las dos manos, sus uñas se alargaron en


puñales afilados. Golpeó ambos lados del cuello de Dragomir,
enterrando las uñas profundamente, perforando la arteria a ambos
lados. Dragomir no vaciló, ni siquiera cuando León lentamente soltó
las uñas para que la sangre del antiguo saliera a chorros. León abrió la
boca para atrapar la sangre atesorada.

Bookeater
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Tragó saliva mientras su ejército de escorpiones se arremolinaba en los
muslos de Dragomir.

̶ Hazlo bien, ̶ repitió Afanasiv.

No fue fácil extraer el corazón del vampiro. Su sangre era ácida,


quemando a través de la piel para penetrar el hueso. Se sentía como si
cada dedo individual se quemara. Dragomir no podía sentir el corazón,
sólo un dolor insoportable mientras cerraba el puño alrededor de lo
que percibía como el órgano. Cortó toda habilidad para sentir y
continuó tirando.

León se estaba bañando en sangre, frotando la cara en el hombro de


Dragomir como un gato, lamiendo la sangre mientras corría por el
cuello y el hombro hasta el pecho. Se la untó en las manos y se lamió
los dedos.

No pareció notar que el puño de Dragomir se había retraído de su


pecho. Cuando varios escorpiones llegaron hasta el pecho de Dragomir
y la sangre allí, León los despidió con la mano, de modo que cayeron
del cuerpo del anciano y se retiraron de nuevo a la base de la roca de
donde habían salido.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir se tambaleó y se puso de rodillas, el veneno y la pérdida de
sangre cobraron su peaje. León lo atrapó y lo dejó caer al suelo, casi
abrazándolo, rodeándolo mientras lamía y chupaba su sangre, en un
frenesí de necesidad, un auge eufórico. Dragomir abrió el puño y miró
hacia abajo. El corazón pulsaba allí, negro y marchito, pero vivo. Se
sacudió en su palma, listo para regresar a su amo. León estaba cerca,
pero Dragomir se movió ligeramente, como si ofreciera su cuello y la
espantosa herida allí.

León emitió un sonido, una especie de triunfo codicioso. Dragomir


inclinó su mano y permitió que el corazón cayera al suelo y rodara
unos metros de ellos. Su visión se hizo borrosa. En medio del dolor, era
muy consciente de que el sol subía al cielo. Su piel le dolía, y empezaba
a quemarse y luego se ampollaría.

León ni siquiera se dio cuenta de que su propia piel estaba


quemándose y de que se formaban ampollas sólo por la presencia del
sol. No importaba que estuvieran bajo tierra, la presencia del sol
todavía se sentía. Pronto la parálisis de su tipo los golpearía a todos.

Dragomir envió una lanza desde arriba, girando hacia abajo para que
el punto penetrara el centro del corazón y las llamas engulleran el
órgano. León alzó la cabeza, claramente conmocionado. Sonrió y
acarició la cabeza de Dragomir.

̶ También estás muerto. Lo sabes, ¿no? Te he matado. ̶ Todavía sonreía


cuando la segunda lanza lo golpeó.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir se arrastró lejos de las mortíferas llamas, pero no llegó lejos.
Débil. Sus piernas se sentían inútiles. Se dio la vuelta y miró fijamente
los trozos que faltaban en el techo.

Afanasiv dejó cautelosamente caer una mano para poder comenzar a


tejer un hechizo de retención. Encima de sus cabezas, las rocas
comenzaron a reconstruir el techo interior. Inmediatamente Sandu y
Andor bajaron a la caverna.

Sandu se agachó junto a Dragomir, silbando suavemente. ̶ Eres un


desastre, ̶ le saludó.

̶ Lo sé. ̶ No había mucho más que decir.

Ferro se unió a ellos, y los curo a todos para después darles sangre,
expulsando el veneno para tratar de evitar que Dragomir sucumbiera a
las heridas viciosas. Todos ellos tenían ampollas en la piel cuando
finalmente dejaron de trabajar y se fueron al suelo durante el resto del
día….

Dragomir se despertó justo antes de la puesta del sol. Por primera vez
en su vida, por lo que podía recordar, todo le dolía. Su cuerpo
protestaba por el menor movimiento. Se quedó quieto, absorbiendo la
sensación de la tierra que lo envolvía como una cálida manta.

Sabía que necesitaba al sanador. Sus heridas habían sido mortales, pero
contó con suerte. León, a pesar de toda su idiotez, era un vampiro
maestro y tenía infinitas habilidades. No había tenido un sabor de
sangre antigua en siglos, claramente Vadim no había compartido la
sangre de Val con sus subordinados menores.

Bookeater
Dark Legacy
En el momento en que tragó el primer bocado de sangre antigua, su
codicia se apoderó de todo lo demás.

Dragomir sabía que era una de las mayores caídas para los maestros
vampiros. No funcionaría en Vadim porque había utilizado a Valentín
durante años, enjaulándolo y alimentándose de él. Esa sangre había
sido antigua y Vadim no sucumbiría a la adrenalina que causaría en
otros. Sin embargo, era una manera dura de derrotar a un vampiro,
permitiéndole infringir heridas mortales y que tratara de drenar a su
oponente. Utilizó su mente para mover la tierra sobre él. Al instante
sintió la frescura del aire de la noche.

Sandu, Andor y Ferro habían trabajado duro en Afanasiv y Dragomir


mientras Nicu limpiaba la caverna y marcaba todos los mejores lugares
donde podían encontrar el suelo curativo. Dragomir estaba solo en la
cámara donde León había tomado refugio.

Se movió ligeramente, su cuerpo rígido. Sus piernas estaban en llamas.


Le dolía el cuello. Su brazo, hasta el bíceps donde había dado un
puñetazo en el pecho de León, estaba quemado y dolorido. Estaba
hambriento. Muriendo de hambre. En ese momento, estaba agradecido
de haber encontrado a su compañera. Ningún ser humano habría
estado a salvo para alimentarse en el estado en el que estaba si no lo
hubiera anclado.

̶ Dragomir Estoy soñando, y estás en necesidad. No puedo encontrarte


y el sanador no me permitirá despertarle e ir a ti.

Bookeater
Dark Legacy
Se puso rígido. Su corazón casi se atragantaba. Los Cárpatos no
soñaban. Bueno, por lo general no lo hacían. A lo largo de la historia,
unos cuantos habían denunciado tener pesadillas, pero nadie tomó el
fenómeno en serio. Ahora, su mujer, la que Vadim quería por sus
visiones, podía seguir soñando después de haberse convertido. No
sabía que era más extraordinario: que ella pudiera soñar o que podía
llegar a él en su sueño bajo la tierra.

̶ ¿Qué si estás soñando que te necesito? Siempre tendré necesidad de ti,


compañera. Eres lo más importante para mí.

Hubo un pequeño silencio. Él se imaginó su pequeño ceño fruncido. Se


encontró sonriendo en vez de revisar su cuerpo por los niveles de
dolor.

̶ Es un buen juego de palabras, pero sé que estás lesionado y esas


lesiones son graves. Si me permites despertar, puedo enviarte al
sanador.

̶ El sanador pronto estará en camino hacia mí. Estoy enviando por él. ̶
Le encantaba estar en su mente. Amaba la forma en que pensaba en él.
Su preocupación por él. Quería estar con ella. No, necesitaba estar con
ella.

̶ ¿Por qué no lo llamaste al despertar?

Bookeater
Dark Legacy
̶ Hemos puesto una trampa y si le llamo en el camino común, todos
sabrán que estoy herido. Soy necesario para luchar, no como cebo.
Tomé la sangre del sanador, pero él no tomó la mía. ̶ Ella se quedó en
silencio un momento. Estaba en su mente y podía sentir su intento de
resolver lo que eso significaba. Debe haber un intercambio para forjar
un enlace telepático único entre dos personas. ̶ Su agotamiento le
golpeaba. No quería que siguiera hablando o soñando.

̶ No puedo evitar mis visiones. Ésta trataba de ti en una cueva siendo


atacado por insectos. Escorpiones, creo. ̶ Él tocó sus piernas, ardiendo
con un fuego que no debería haber estado allí. ̶ Perdiste mucha sangre. ̶
Las almohadillas de sus dedos encontraron las heridas punzantes en su
cuello. Se sentían crudas. El rastrillo marcando su espalda donde las
garras le habían desollado, su espalda abierta picando. ̶ Tus ojos. ̶ Sus
ojos dolían como el infierno. Tocó la laceración que le recorría los ojos
y la sien derecha. ̶ No estás sanando como debes. La tierra y los
antiguos trataron de curarte, pero no pueden. Soñé esto, Dragomir. Mis
visiones son reales. Sé que hay algo que un horrible vampiro te hizo,
algo que no sabes.

Dragomir respiró hondo y lo dejó escapar. Tú también estás muerto. Lo


sabes, ¿no? Te he matado, le había dicho León. Dicho esto. Dragomir
pensó que quería decir que nadie podía sanarlo o darle sangre antes de
que el sol saliera. Los antiguos podían aguantar. Ellos aguantaron.
Incluso ardiendo, los miembros de la hermandad hicieron lo necesario
para salvar a los suyos. León quería decir algo más, algo
completamente diferente.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Necesito saber exactamente dónde estás. Puedo llegar a Blaze y ella
puede llegar al sanador. Dime ahora, Dragomir.

̶ Ellos saben. Hemos puesto una trampa. Dile que estoy aquí. Le envió
las coordenadas. ̶ Tal vez estaban equivocados, pero no lo creía. Nunca
se había sentido así. No podía moverse. No quería moverse. El letargo
había entrado en su mente. Su cuerpo parecía un horno. Se obligó a
levantar la cabeza lo suficiente como para mirar sus piernas. Estaban
hinchadas y ennegrecidas.

̶ Él está en camino. ̶ Su voz era calmante.

Una brisa fresca se movió a través de la caverna y fluyó sobre su cara y


cuerpo. ̶ ¿Cómo hiciste eso?

̶ Estamos conectados entre nosotros a través de mi visión. Puedo


cambiar cosas que no han ocurrido. Sé dónde estás, tengo la imagen en
mi mente y acabo de añadirme a ella. ̶ Lo hizo sonar tan ordinario,
como si alguien pudiera hacer tal cosa. Su mujer. Bien valió la pena la
espera. Bien valió la pena todos esos siglos de nada.

Él supo el momento exacto en que el sol se cayó, llevando a los


Cárpatos de nuevo al mundo. Sandu, Andor y Ferro se unieron a él de
inmediato, sorprendidos por que no se hubiera levantado cuando ellos
lo habían hecho.

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̶ Nicu y Afanasiv han salido a cazar. Cuando regresen, iremos nosotros ̶
dijo Andor. ̶ Esto no se ve bien, Dragomir. No he visto esto antes.

̶ Quien diría que León haría algo que nadie más habría hecho cuando
siempre ha sido tan perezoso con todo lo demás. ̶ Dragomir intentó
algo de humor. ̶ El sanador está en camino. Estate listo. Vadim enviará
a otros en el momento en que puedan levantarse. No querrá perder a
León y a sus peones.

̶ Eugen se escapó, Dragomir. Él irá a Vadim y le dirá que estamos aquí, ̶


señaló Andor.

̶ Finalmente. Pero no querrá admitir que abandonó a León. Habrá


encontrado un lugar de descanso cerca. El alba se estaba rompiendo
cuando huía. Todavía hay una buena probabilidad de que Vadim envíe
algunos otros para ayudar a León. ̶ Dragomir cerró los ojos, esperando.
Sintiendo a Emeline. Ella mantuvo la conexión entre ellos en su sueño
hasta que Gary Daratrazanoff se materializó a su lado.

̶ Está bien, ̶ murmuró y se desvaneció de su mente.

En seguida se sintió desnudo, su mente buscando la suya


automáticamente. Sólo había un vacío donde había estado. Estaba en el
sueño profundo y curativo de su clase y ella necesitaba tenerlo.
Simplemente deseaba estar justo a su lado, su cuerpo encrespado
alrededor del suyo.

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Dark Legacy
̶ ¿Has visto esto antes, Gary? ̶ Preguntó.

Los antiguos se retiraron, excepto Sandu. Esperó en las sombras con la


pretensión de dar al sanador sangre si lo necesitaba. En verdad,
necesitaba alimentarse tanto como los demás, pero se quedó para
proteger a Dragomir y al sanador en caso de que los hombres de
Vadim llegaran.

̶ Sí, lo he visto. ̶ Lo cual no era raro. Junto con la experiencia de la


batalla y todos los recuerdos negativos que Gary había soportado de
los antiguos al verterse en él, él tenía sus experiencias curativas. Se
despojó de su cuerpo y entró en Dragomir sin vacilación o cualquier
pensamiento de sí mismo.

Tomó tiempo. Tiempo suficiente para que afuera, una batalla hubiese
estallado. Vadim había enviado a tres vampiros más para que
atraparan a los Cárpatos, entre León, sus peones y los que Vadim envió
a luchar.

Los antiguos hicieron un trabajo rápido con ellos y trajeron sangre


varias veces para alimentar a Dragomir, pero sobre todo para evitar
que Gary sucumbiera al agotamiento. Trabajó durante horas hasta que
finalmente consideró que se había librado del veneno que había
encontrado su camino en los huesos. Los escorpiones habían picado
una y otra vez, perforando el hueso, haciendo pequeños agujeros. Esos
agujeros eran profundos y el veneno entró y se extendió.

Bookeater
Dark Legacy
No había sido fácil, pero Gary había logrado cambiar la corriente y
librar el cuerpo de Dragomir de todo el veneno. Con los antiguos
rodeándole, Dragomir y Gary regresaron al complejo, Dragomir a los
terrenos de curación para finalmente acostarse junto a Emeline. Nadie
sabía dónde Gary había decidido dormir, y nadie cometió el error de
preguntar.

Bookeater
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11

Emeline se despertó en una cama de su casa. Estaba vestida con un


vestido suave, rojo con rosas rojas en relieve en todo el material. Antes
de que abriera los ojos, se dio cuenta de que no sentía ningún dolor.
Ninguno. Ella inhaló y atrajo el aroma de Dragomir a sus pulmones.
Siempre olía algo salvaje. Peligroso. Delicioso. Reconocería ese olor en
cualquier parte. Deslizando las dos manos protectoramente sobre su
hijo por nacer, sonrió sin abrir los ojos.

̶ Estás aquí conmigo.

̶ ¿Dónde más podría estar? ̶ El timbre profundo de su voz se deslizó


sobre su piel como una caricia. ̶ Abre los ojos por mí. ̶ Él siempre
hablaba suavemente. Le encantaba la forma en que lo hacía. Su forma
era de ordenante, pero suave.

Ella levantó sus pestañas, su mirada se movió sobre él un poco ansiosa.


Conocía todas las heridas de su cuerpo. Las había visto en su visión.
Había experimentado la batalla con los vampiros como si hubiera
estado allí. Ese mundo estaba tan alejado de aquel en el que había
nacido. Ella pensó que era difícil ser un niño de la calle, pero los
Cárpatos estaban en un campo de juego totalmente diferente. Nunca
habría tenido el valor de ir allí si no hubiera sido por Dragomir.

Bookeater
Dark Legacy
Puso su mano sobre la suya. ̶ Gary comprobó al bebé y explicó que
estaba bien. Voy a alimentarte. Necesita sangre tanto como tú.

Ella se estremeció ante la palabra Sangre. A ella no le gustaba la


imagen, y sabía que usaba la palabra deliberadamente para
acostumbrarla a la idea. Respiró hondo y se sentó, mirando el vestido.

̶ ¿Hiciste esto por mí? –Pasó su mano sobre el sedoso material. ̶ Es muy
bonito. Me siento hermosa. ̶ Levantó la mano para tocar su cabello, que
caia en una gruesa trenza hasta su cintura. ̶ Pensaste en todo.

̶ Te acostumbrarás a tomar mi sangre, sívamet. Se sentirá... erótico...


para ti.

Su estómago dio un lento salto y un alboroto comenzó en algún


profundo lugar. Todo acerca de Dragomir era erótico para ella. Sus
cicatrices, la línea cruda a través de sus ojos que le dijeron que casi los
habían sacado. El largo pelo de sal y pimienta que caía como una
cascada, tan suave como su propio cabello. Ese pecho de él y su
espalda con los tatuajes a la deriva a través del músculo.

Ella encontró coraje. ̶ Dime qué hacer. ̶ Ella no estaba segura de que
pudiera hacerlo, pero por él y su hija, ella lo intentaría.

Él la recompensó con una sonrisa. ̶ No tienes que hacer nada. Voy a


ayudarte.
̶ ¿Maksim ayuda a Blaze?

̶ No lo sé. Y tampoco me importa. Hacemos nuestras propias reglas.


Hacemos aquello con lo que nos sentimos cómodos. Ven a mí, hän ku
kuulua sívamet. ̶ La jaló suavemente en su regazo.

Bookeater
Dark Legacy
En todas sus imaginaciones, incluso las más salvajes, nunca había
pensado que le gustaría sentarse en el regazo de un hombre. No
recordaba haber estado sentada en el regazo de nadie, ni siquiera como
una niña, pero Dragomir la hizo sentir segura.

Empujó un lado de su nariz en su cuello, un barrido largo y lento, piel


contra la piel. Por alguna razón, ese pequeño gesto hizo que estallara la
tensión en su estómago y aleteos crecieran en su sexo. Se humedeció
los labios con la punta de la lengua. Sus labios siguieron el mismo
camino que su nariz, una larga y lenta caricia que empezó en el lóbulo
de su oreja y continuó hasta el pulso golpeando en su cuello. Su
corazón latía más rápido en anticipación.

Por mucho que quisiera tener miedo de lo que estaba haciendole, era
erótico. La manera en que él la sostenia. La forma en que su boca se
movía sobre su piel. Su lengua deslizándose sobre su pulso.
Persistente. Sus dientes raspaban hacia adelante y hacia atrás con tanta
suavidad. Estaba casi allí. De ida y vuelta hasta que no podía
concentrarse en nada más que ese movimiento. La sensación. Su
estómago hizo otro rollo lento. Su sexo se crispó. Sus pechos
reaccionaron, los pezones se endurecíeron bajo el vestido.

Cerró los ojos con anticipación. Esperando. Sus manos se deslizaron


sobre su vestido, se deslizó hacia atrás y luego sintió el vestido
deslizarse sobre sus pechos. El aire fresco golpeo su piel. Miró hacia
abajo y vio sus pechos expuestos, el vestido bajo los suaves montículos,
agrupados alrededor de su cintura. Mientras tanto, sus dientes
continuaban provocando, tirando, mordiendo. Cada picadura
enviando flechas de fuego líquido directamente a su sexo.

Bookeater
Dark Legacy
Su respiración llegó en patrones desiguales. Con cada inhalación y
exhalación sus pechos se levantaban y caian. Una mano le acarició la
barbilla y la otra el pecho izquierdo. La sensación de su palma
acariciando su suave carne era exquisita. Su pulgar, moviendose hacia
adelante y hacia atrás sobre su pezón, enviando chispas invisibles
saltando sobre su piel. Se sentía deshuesada, su cuerpo se derretía en el
de él.

Trazó besos de su cuello a su garganta. Sus dientes mordíendo y


raspando, manteniendo su cuerpo en el borde. Su boca bajó por su
garganta hasta la curva de su pecho. No esperaba que se sintiera tan
sexy. Cada terminación de nervios se encendió, cobró vida y se centró
totalmente en él.
La mano de su pecho se tensó posesivamente. Él tiró de su pezón con
brusquedad. Ella estaba muy sensible y la pequeña mordidedura de
dolor la conmocionó. Los dientes se hundieron profundamente, justo
en lo alto de la curva de su seno derecho. Eso fue más que una
picadura, más que un mordisco de dolor. Fue un destello que le dio
aliento, dando paso de inmediato a algo completamente distinto. Puro
placer. Placer pecador. Tan erótico que no podía pensar más allá de
entregarse a él.

Sus brazos acunaron su cabeza y ella le acarició el pelo. Él bebió,


empujando en su mente para compartir cómo la toma de su sangre se
sentía para él. Su pene duro y lleno. Pulsando por ella. Palpitando.
Tirando con cada fuerza de su esencia en su boca. Ella sabía mejor que
el mejor vino posible para él. Era adicto a su gusto. Estaba obsesionado
con ella. Su cuerpo estaba en llamas por ella. Las cosas malvadas en su
cabeza que él quería hacer, estaban ahí, fáciles de ver para ella.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline quería probar todo con él. Cuanto más compartía la forma en
que su cuerpo reaccionaba, más su cuerpo le necesitaba. Sus manos
acariciaban sus curvas, trazaban sus costillas una y otra vez hasta su
cintura. Entonces su lengua barrió su pecho, cerrando las dos heridas
punzantes. Su mano se ancló en su cabello, tirando de su cabeza hacia
atrás y su boca estaba sobre ella, la lengua deslizándose, compartiendo
su gusto.

El anhelo estaba allí al instante. Sabía que parte de ella era su ansia por
su sangre, pero también era suya. Ella quería sangre. La necesitaba.
Podría ser aborrecible pensar en ello, pero el hambre estaba allí. Ella se
movió en sus brazos, con las manos en la nuca. Lo besó una y otra vez.
Besos calientes y deliciosos. Sexys. Salvajes. Un poco fuera de control.
Quería estar fuera de control con él. Ella lo quería de esa manera, así
que en ella no podía pensar, porque ella estaba así por él.

Ella era la que conducía los besos ahora, su boca moviéndose sobre la
suya, su lengua bailando con la suya. Sus manos empujaron su camisa,
deseando que se hubiera ido, y así fue. Justo así. Había piel desnuda
bajo sus palmas. Ella besó su camino a lo largo de su mandíbula,
sintiendo esa cerda sombría. Eso le hizo estremecerse los muslos.
Había visto esa imagen en su cabeza, su boca entre sus piernas, esas
cerdas inflamando sus terminaciones nerviosas aún más. Ella quería
eso. Ella quería todo de él.

Le mordió la barbilla con los dientes y los raspó por la garganta. Se


detuvo por un momento sobre su pulso, sintiéndolo en su boca.
Sintiendo el golpe de respuesta en su sexo.

Bookeater
Dark Legacy
Estaba goteando por él ahora. Sintiendo el vacío. Necesitándolo para
llenarla. Completarla. Lo besó a lo largo de las laceraciones feroces en
su pecho. Arañó los pesados músculos de su pecho.

Su polla estaba furiosa ahora, y ella quería sentir eso. Se volvió hacia él,
el vestido de seda que le rodeaba la cintura había caído. No llevaba
bragas y su trasero desnudo se deslizaba a lo largo de sus muslos
mientras se inclinaba hacia adelante para mantener la boca apretada
contra su pecho. El alargamiento de sus dientes la noqueo un poco,
pero la llamada fue demasiado fuerte.

̶ Dime qué hacer. Te necesito ahora mismo.

Su mano se levantó para acunar su cabeza. ̶ Tus instintos están bien.


Voy a levantarte. Estás tan lista para mí.

Ella lo estaba. Ella lo quería con cada respiración que tomaba. Ella
quería su sangre. Ella quería su mente. Quería su cuerpo. Mía. Se
entregó a ella. Había dicho las palabras. Su corazón y su alma. Su
cuerpo. Ella estaba reclamando cada centímetro cuadrado de él.

Ella lamió el pesado músculo de su pecho, justo sobre el pulso. Ella lo


oyó tan claro, ese sonido llamativo. Fuerte. Consolador. Despertando.
Sus manos fueron a sus caderas y él la levantó, la sostuvo de modo que
su pene dio un codazo a su entrada en demanda.

Bookeater
Dark Legacy
Ella lamió una segunda vez, el hambre la golpeaba. ¿Necesitaba su
sangre? Ella ansiaba el sabor salvaje de él. Recordaba exactamente a lo
que sabía.

Los dedos de Dragomir le pellizcaron las caderas, pero Emeline se


empaló en su polla. Ella bajó con fuerza, incapaz de detenerse. Su
respiración salió de sus pulmones mientras la llenaba, empujando a
través de los estrechos músculos, estirando y quemando su vaina
femenina. Ella echó la cabeza hacia atrás, jadeando por el aliento
mientras el dolor y el placer se mezclaban.

̶ Hay mucho más.

El diablo la tentaba. El sonido de su voz desencadenó un fuerte


apretón de su sexo alrededor de su polla gruesa. Apenas ese pequeño
movimiento bañó su eje en calor líquido. Sintió su placer, la forma en
que su envoltura lo rodeaba, lo agarró como un puño de seda ardiente.
La sostuvo inmóvil, cuando necesitó moverse.

̶ Deja que tu cuerpo se ajuste a mí, a mi tamaño. Concéntrate en otras


cosas.

Bookeater
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Una vez más, su voz provocó un espasmo, su cuerpo apretando duro,
arrastrándolo más profundo cuando quería estar quieto. Ella casi
sollozó con su necesidad de moverse, pero una mano estaba apoyada
en su cabeza, empujándola hacia su pecho.

Ese latido del corazón estaba allí como un faro, llamándola. Una
convocatoria. Ella no pudo resistirse. Ella se inclinó hacia adelante,
balanceando sus caderas en su pene mientras ella hundió sus dientes
en su pecho, justo sobre ese tambor firme. Su sabor explotó en su boca.
Tan perfecto. Adictivo.

Todo para ti, sívamet.

Ese susurro en su mente era tan íntimo como su polla estirando su


cuerpo. Nunca había sentido tanto placer. Había una picadura,
también, una quemadura, pero eso se añadió a la intensificación de su
pasión. Sentía su amor, tan oscuro, y su lujuria, tan aguda y terrible,
mezclada como un afrodisíaco prohibido. Esa era su sangre. Ese era el
sabor de él. Oscuro y prohibido. Lo que estaba haciendo a su cuerpo se
sentía malvado y pecaminoso.

Ella lo montó, sus manos la obligaron a moverse como él quería, de la


manera que ella necesitaba. Sus pechos apretados contra su pecho,
pezones frotando sus músculos con cada movimiento de sus caderas.

Bookeater
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No podía dejar de alimentarse o moverse. Ella lo derribó, hizo círculos
apretados mientras subía y bajaba, cabalgando como si fuera algún
caballo salvaje. Se perdió en el sentimiento, en la necesidad y el
hambre. La sensación era hermosa. Terrible. Gloriosa. Nunca sería lo
suficiente. Su mano se deslizó entre su pecho y su boca. Una orden
silenciosa. Por un momento ella pensó resistirse a él, pero su polla se
hinchó, estirando y quemando los músculos apretados de su vaina, y
ella no podía pensar derecho. Ella le dejó tomar el control deslizando
su lengua instintivamente sobre las punciones pequeñas en su pecho.

Inmediatamente echó la cabeza hacia atrás, levantándose y


hundiéndose en él. Ella tampoco quería que terminara. Quería vivir allí
con él, compartiendo la misma piel, el placer derramándose a través de
ella como un cometa de diamantes que fluye a través del cielo
nocturno. Puro y perfecto.

Eres tan hermosa que me haces llorar. Susurró la verdad en su mente. Muy
íntimo. Sabía que lo había visto. Todo pecado. Cada fantasía. Todo lo
que era. Ella quería que él lo supiera porque él le había dado tanto.
Había creído en ella cuando otros la hubieran echado por llevar al hijo
de un Malinov. Lo había hecho imposible. Se había atado
irrevocablemente a ella, cuando afirmaba ser la compañera de un
vampiro.

Estoy tan avergonzada de no saber la verdad. No podía creer que alguien como
tú fuera para alguien como yo.

Bookeater
Dark Legacy
Todavía le tomaría tiempo creerlo. Se sentía vulnerable y aterrorizada
al mismo tiempo. Le dieron un milagro. Ella no se lo gano. La gente
como ella tenia suerte de pasar por la vida con comida en sus vientres
y un techo sobre sus cabezas. Tenía a Dragomir ahora, pero sentía que
en cualquier momento podía ser arrancado de ella.

No soy hermoso, Emeline. Tú lo eres. Te miro y apenas puedo respirar. Él se


movió entonces, inclinándole la espalda en el sofá para que ella se
acostara en los cojines, y él estaba sobre ella, sus piernas a cada lado de
sus caderas, extendida para él. Era exquisitamente gentil mientras se
movía dentro de ella, yendo profundamente, una y otra vez,
acomodándolos de nuevo a una quemadura más lenta.

Necesito más. Se sentía impotente bajo su peso. Pasó las manos por la
espalda hasta las nalgas, hundiendo los dedos para intentar forzarlo a
ir más rápido y más duro. Ella deslizó sus piernas alrededor de él,
enganchándolo con los tobillos, llevandolo aún más profundo.

Él le sonrió. Lento es bueno. Te gustará esto.


Estaba tan cerca. Esa fuerza reuniéndose en ella. Muy apretado. La
tensión se enroscó y se enroscó hasta que ella quiso gritar y agarrarlo
por más. Sin embargo, al mirarle, a su cara, tan marcada, tan hermosa,
tan suya. No sabía que era capaz de sentir tanto. La fuerza de sus
emociones la sacudió. La asustó. No, la aterrorizaba.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline siempre había confiado en sí misma. No confiaba fácilmente
en los demás. En su vida habían estado Blaze y su padre. Nadie más.
Ahora, su mundo se había reducido a este hombre. Ella apenas lo
conocía...

Su boca le rozó besos sobre sus ojos. Trazó más besos a lo largo de su
pómulo hasta la esquina de su boca. Su lengua trazó su labio inferior,
bromeó en la costura, y cuando ella separó sus labios para él, la besó
otra vez. Una y otra vez.

Me conoces, Emeline. Me conoces mejor de lo que cualquier mujer puede


conocer a un hombre. Te doy todo. Confío cuando miras en mi mente, para que
veás lo bueno con lo malo.

Siguió besándola hasta que no pudo pensar. El fuego la quemaba. Su


cuerpo seguía en el suyo. Se quedó sobre ella, sus caderas acunadas
por las suyas, su boca haciendo estragos en sus sentidos, su polla un
émbolo de acero, inmóvil, estirando sus tensos músculos hasta sentir
cada respiración, cada latido de su corazón a través de su eje.

Esa mirada no pertenece a tu cara. No tienes que temer, Emeline. Estás en


buenas manos.

Mientras hablaba tan íntimamente en su mente, sus caderas


retrocedieron lentamente. Ella jadeó y lo atrapó, tratando de
mantenerlo cerca.

Bookeater
Dark Legacy
Él se adelantó, llenándola, respirando, borrando los bordes de su
mente. Se arrodilló despacio, su polla se desplazó dentro de ella, de
modo que sus músculos se apretaron fuertemente alrededor de él. La
fricción era increíble, quitando su capacidad de pensar con claridad.
Sólo podía sentir. Sólo necesitando más. Tenía razón, su cuerpo estaba
en buenas manos. No era su cuerpo tomado por el suyo lo que la
alarmó. Podía darle su cuerpo, y lo haría, tantas veces como él la
quisiera. El placer era demasiado intenso, a diferencia de cualquier
cosa que pudiera haber imaginado. Era su corazón el que estaba en
peligro.

Tu corazón está bien, Emeline. Yo soy su guardián. Te he dado el mío y confío


en que tomes el máximo cuidado con el. ¿Crees que podría hacer menos por la
mujer que más me importa que la vida misma?

Allí estaba. Podía ver en su mente, leerlo tan fácilmente, en ese


momento, como podría hacerlo con un libro. Quería decir lo que decía.
Su corazón estaba a salvo. Ahora sólo tenía que convencerse de que era
digna de él... y eso iba a ser la parte difícil cuando se le había dicho
desde su niñez que no valía nada.

Siente, Emeline, no pienses.

Sus caderas se movieron de nuevo y una raya de fuego corrió por su


cuerpo, dejándola jadeando. Era imposible pensar cuando se movía, y
se entregó al momento, dejándolo arrastrarla a otro reino.

Bookeater
Dark Legacy
Fuego quemando. Las llamas se extendían por sus venas, corriendo
hacia todas las partes de su cuerpo. Él atrapó sus caderas con firmeza y
comenzó a moverse más rápido, más fuerte. Justo lo que ansiaba. Lo
que necesitaba. Tenía hambre. Aquella terrible espiral dentro de ella se
apoderó cada vez más fuerte. Su rostro era una máscara de carnalidad
sensual.

La tensión en ella construyendose y creciendo hasta que ella estaba


golpeando debajo de él, sus caderas se elevaban para satisfacer con
cada empuje. Sus pulmones ardían por aire. Cada célula de su cuerpo
estaba viva y enfocada en él, en la forma en que sus cuerpos se
juntaban, y esa tensión arrolladora la aterrorizó. Tenía que parar.

Emeline era hermosa. Absolutamente hermosa. Dragomir la miró a los


ojos. Aturdido. Las largas pestañas revoloteaban, sus pechos se
agitaban, los músculos del estómago ondulaban con cada duro empuje
de su polla. Esa sensualidad cruda le coloreaba las facciones de un
suave rosa. Sus labios eran de color rojo oscuro. Respiró y observó sus
pulmones absorber esa respiración. Esa pequeña acción envió más
calor intermitente a través de él. Su pene se hinchó. Un relámpago
golpeó cuando sus ojos se dilataron, chisporroteando a través de su
cuerpo, un látigo ardiente de placer espantoso.

Sus labios se separaron diciendo su nombre y hubo otro golpe. Cada


movimiento de sus caderas, la forma en que sus músculos ondulaban
alrededor de su eje, agarrandolo fuertemente con calor ardiente,
fricción mientras se unían.

Bookeater
Dark Legacy
Su respiración llegó en partes desiguales; había pánico en la belleza de
su mirada. Estaba patinando tan cerca del borde, pero no iba a pasar,
sin rendirse a él, a su pasión, a la inevitable pérdida de control.

Cada movimiento de su cuerpo produjo más rayos hasta que no hubo


retención. Ahora, sívamet. Déjate ir y entrégate a mí. Ríndete, Emeline.
Nunca te dejaré caer sin atraparte.

Su indefensa mirada se aferró a la suya mientras cambiaba de ángulo y


se movía a lo largo de ese punto dulce, golpes fuertes y duros. Ella
abrió los ojos. Expulsó el aliento y respiró su nombre. Suave.
Reverente. Tan hermoso, ese nombre susurrado. Dragomir. En su
aliento. En sus pulmones. Vinculados. Todos los hilos entre ellos, alma
a alma, mente a mente, cuerpo a cuerpo y ahora respiración a
respiración.

La música de sus respiraciones desgarradas se elevó, un crescendo. Su


cuerpo se clavó como un tornillo en el suyo, rodeándolo con fuego
ardiente. Tan apretado que lo estrangulaba. Su propia respiración siseó
fuera de sus pulmones, un acompañamiento áspero a su melodía.
Sintió una fuerza oscura reunirse en él, el placer tan intenso que
bordeaba el dolor. Recolección, movimiento, precipitación. Un
lanzamiento caliente y explosivo. Mientras tanto, sus tensos músculos
se aferraban, agarrandolo y acariciandolo. Era una especie de armonía
dulce pero brutal, oscura y prohibida, perfecta y terrible. Él nunca
queria que terminara.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline se aferró a los brazos de Dragomir, aquellos músculos duros y
definidos que parecían estar en todas partes. Su cuerpo no tenía una
onza de grasa. Ella era un desastre y él era...perfecto. Todo lo que hacía
o decía era perfección. Ella lo había asaltado. Había estado tan fuera de
control. No había podido dejar de tocarlo. Dejar de hacer demandas.
Ella casi lo había obligado...

Dragomir se echó a reír. Él cubrió su cuerpo con el suyo, dejándola


tomar su peso, enmarcó su cara con ambas manos. Estaba pesado, y no
podía recuperar el aliento, pero a ella no le importaba. Ella lo amaba
acostado encima de ella. No pudo evitar su reacción. Sus manos,
sosteniendo su rostro con una dulzura tan exquisita, le permitieron
mirar hacia arriba, para encontrarse con su mirada cuando realmente
quería esconderse de vergüenza.

Él era hermoso. Esa cara. Todo hombre. Toda perfección. Estaba


perdida sin él. Lo sabía. No tenía ni idea de lo que podía darle a
cambio de aceptarla, porque él la hacía su elección, pero estaba
decidida a encontrar una manera de mantener su relación.

¿Me obligaste? Todavía estoy en tu mente, sívamet. No puedes pensar cosas


así con una cara seria. Te quiero a cada momento de la noche, o del día. No hay
obligaciones. Tendré que recordar que hay ciertas reglas sobre ello en la
sociedad o estaría empujándote contra los árboles, afuera, en la galería
delantera, en el patio de juegos. Dondequiera que estemos caminando juntos.

Bookeater
Dark Legacy
Él permitió que su polla pesada se deslizara de su cuerpo y ella quiso
protestar. Él llenaba su cuerpo de la manera en que llenaba su corazón.
Sin él, se sentía vacía y sola.

Nunca sola, Emeline. Nunca más. Estás en mi mente, de la forma en que estoy
en la tuya. Siempre que me necesites, de cualquier manera, aunque sea sólo
para tocarme a la ligera, sabes que estoy siempre aquí, tú tienes la capacidad de
hacerlo.

̶ Bebí sangre. Fue la cosa más hermosa y erótica que he hecho. ̶ La


confesión se le escapó, su más oscura vergüenza. Su mirada se deslizó
de la suya porque ella no podía permitir que nadie viera lo que estaba
en su alma, cómo ella quería repetir la experiencia una y otra vez. El
antojo estaba allí. El hambre insaciable.

̶ Mírame, sívamet.

Su voz era tan suave que le volvió el corazón. ¿Cómo manejar ese tono
en particular? No sonaba así para sus oídos, su voz acariciaba su piel,
se movía sobre su cuerpo, inflamando sus sentidos. Le encantaba la
forma en que sonaba. Deseó que su polla estuviera todavía en ella,
estirándola, ardiendo y trayendo ese fuego intenso.

̶ No creo que pueda.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Necesitas respirar y soy pesado. Voy a sentarme y ponerte en mi
regazo. ̶ Aun cuando él lo dijo, él no le dio la oportunidad de protestar.
Ella se preocupó por su orgasmo combinado derramándose fuera de su
cuerpo, arruinando el sofá, pero se fue cuando él la levantó y la puso
en su regazo. Estaba desnuda en sus brazos y se sentía más expuesta y
vulnerable en su mente y en su corazón que con su cuerpo desnudo.

̶ Ahora, Emeline, mírame.

Esta vez su voz suave incluyó esa nota de mando. A veces, cuando lo
oía, como ahora, quería desobedecer sólo para ver qué haría.

Dragomir rio suavemente. ̶ Veo que voy a tener una eternidad de mi


mujer desafiándome. No te preocupes, sívamet, acojo las escaramuzas.

Las notas de alegría y felicidad en su voz le permitían mirarlo. No


pudo evitar sonreír. No importaba que ella hubiera tomado su sangre y
la disfrutara o que ella hubiera sido el agresor sexual al principio, él
estaba feliz. Ella lo quería así. Las líneas en su rostro se habían
suavizado y él se había reído. Se rio. Apenas sonrió, casi como si su
boca no supiera cómo formar esa curva hacia arriba, pero se estaba
riendo. Ella sentía la forma en que era feliz. En el fondo, ella lo sintió y
supo que le había dado eso. Todo lo demás se derritió para ella y ella
se abrazó con fuerza a sí misma.

Bookeater
Dark Legacy
̶ No puedo creer que te tenga aquí conmigo ̶ susurró y volvió la cara
hacia su garganta, acariciándolo. Inhalandolo. Saboreando su piel con
su lengua. ̶ Mi vida fue de dolor y terror. Anulaste su voz. Me diste la
esperanza de que mi hija sobreviviera y otros no la rechazaran. Estaba
aterrorizada y sola, y tú cambiaste todo eso. Trajiste la belleza y la
esperanza de vuelta a mi vida. Gracias por eso, Dragomir. Te juro que
pasaré cada minuto haciéndote feliz.

Le acarició el cuello de la nuca con su puño y tiró suavemente hasta


que su cabeza retrocedió y se encontró mirando sus ojos dorados.

̶ Me devolviste mi alma, Emeline. Me diste vida. Las escalas son más


que par. Mucho más. Sin embargo, tener que hacerme feliz suena bien,
sobre todo porque soy muy consciente de que no soy un hombre fácil.

Un timbre de alarma se deslizó por su espina dorsal. Pequeña. Una


advertencia. Una conciencia. Ella frunció el ceño. La había advertido
eso antes. Parecía aterrador. Afuera, alrededor de los demás, actuaba
causando miedo, pero nunca había sido más que dulce con ella. ̶ Has
dicho eso antes. ¿Qué quieres decir?

Lentamente, se sentó en su regazo, sacándose a regañadientes de sus


brazos. Si iban a hablar, iba a tener la armadura de la ropa. Buscó su
vestido. Era un hermoso vestido. Dragomir se lo había dado.

̶ Lo hice para ti.

Bookeater
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La ceja se arqueó. El vestido era hermoso, en material y diseño. ̶
¿Cómo? ¿Me estás diciendo que puedes fabricar ropa junto con todo lo
que puedas hacer?

El asintió. ̶ Ojalá no tuviera que decirte la verdad porque me gusta la


forma en que me miras, como si pudiera hacer algo, pero en realidad,
Emeline, puedes fabricar ropa para ti o para cualquier otra persona.
Cuando te levantas con el sol abajo, piensas en estar limpio y en qué
ropa quieres llevar puesta por la noche.

Sintió una pequeña sonrisa. ̶ ¿Qué? Sin ducha Estaba deseando


ducharme contigo. Eso puede ser... sexy.

̶ Muéstrame.

La gruñona demanda hizo que otro escalofrío bajara por su espina


dorsal, pero éste era delicioso. Divertido. Sensual. Hizo lo que pudo,
imaginando la fantasía que había tenido más de una vez. Tal vez unas
cuantas veces. Él la levantó, con las piernas envueltas alrededor de sus
caderas. El agua corría sobre ambos. Su boca en su polla. Su boca entre
sus piernas. Era embarazoso, pero quería que él viera las cosas que
había pensado mucho antes de que él la reclamara.

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Dark Legacy
Mientras las escenas jugaban en su cabeza y él las veía en detalle, es
más, las sintió, su pene se puso duro y grueso. Ella sintió el calor
palpitante contra sus nalgas desnudas. Si seguían así, ninguno de los
dos iba a ser capaz de resistirse al otro. No se atreverían a salir en
público. Ella se movió deliberadamente, deslizando su cuerpo sobre el
de él en un masaje lento y sensual.

̶ Veo los beneficios de una ducha, ̶ dijo.

̶ Bien. ̶ Se deslizó de su regazo, hasta el suelo. ̶ Me alegro de que seas lo


suficientemente inteligente como para ver que algunas de las cosas que
hacen los seres humanos pueden ser muy beneficiosas. Ella cogió las
rodillas y tiró.

Dragomir obedeció en un silencioso instante, permitiéndole ensanchar


los muslos para que su cuerpo pudiera caber entre ellos.

̶ He visto, a lo largo de los siglos, muchos hombres sentados mientras


sus mujeres se arrodillaban en el suelo a sus pies. Siempre pensé que
era extraño, pero puedo ver que hay ventaja en eso también.

Ella sonrió burlonamente hacia él. ̶ Es bueno que estés dispuesto a


aprender, Dragomir.

Bookeater
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̶ Muy dispuesto.

Él rodeó la base de su polla con su puño e hizo una diapositiva lenta,


sexy. No podía apartar los ojos de él. Se echó hacia atrás un poco, y la
tensión que siempre llevaba en los hombros y la cara se había ido. Esas
cicatrices en su rostro eran más suaves y su mandíbula no era tan
fuerte. Era hermoso para ella, así. Todo macho, su polla en el puño, tan
sexy que su corazón latía y su sexo se apretó fuerte.

No podía evitarlo, la tentación era irresistible. Ella se inclinó hacia


adelante, sus manos sobre sus rodillas, y lamió la cabeza abocinada.
Un estremecimiento pasó por su cuerpo y el placer inundó su mente.
Le encantaba sentir lo que le estaba haciendo. Se vio a sí misma en sus
ojos. Él la encontraba la criatura más sexy en la faz de la tierra. Le
encantaba ver su cuerpo, el balanceo de sus pechos, la dureza de sus
pezones diciéndole que amaba lo que le estaba haciendo.

Observó atentamente mientras su pene desapareció, envuelto por su


boca. Le encantaba la forma en que sus labios se extendían sobre su
circunferencia. Le gustaba ver su lengua lamer su eje y bailar bajo la
corona de la cabeza. Cada movimiento de su boca traía un calor
abrasador que corría por su cuerpo, centrándose en su ingle.

Bookeater
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Ella sintió todo lo que sentía, y su cuerpo reaccionó. Ella le estaba
dando el paraíso. Le gustaba que pudiera tomar todo de su mente y
reemplazarlo con ella. Con calor y llamas. Con pasión y fuego. Con
puro placer. Era una indulgencia, algo que nunca había
experimentado. Le encantaba poder darle eso. Le encantaba el
momento en que no podía pensar con claridad, pero seguía siendo
amable, incluso mientras sus caderas se movían un poco fuera de
control.

Sabía que le estaba dando una especie de éxtasis que nunca esperaba
de ella. Ofrenda completa. Todo por él. Todo para él. Le encantaba la
forma en que su imagen estaba en su mente, marcada allí, arrodillada
en el suelo, las manos en las rodillas, los labios alrededor de su polla,
los ojos en los suyos mientras sus pechos se balanceaban y rozaban su
cuerpo con cada movimiento. Ella estaba quemada en su mente. Esa
foto. Esa sensación.

La imagen de él por encima de ella, la mirada en su rostro y la


sensación en su mente se quemaron en sus recuerdos para siempre.
Sabía que estaba tan adicta a este momento como para tomar su sangre
o tenerlo en ella. Ella siempre anhelaba darle esto, el sentimiento, la
imagen. Ella lo sintió hincharse, hacerse más caliente. Entonces ella
estaba saboreando ese sabor salvaje de Dragomir que era único para él.
Todo por ella.

Su gemido era profundo, y una mano fue a la parte posterior de su


cabeza, sosteniéndola allí, su boca suave sobre él ahora, su lengua
absorbiendo cada gota que había escapado.

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Dark Legacy
Su respiración había desaparecido y todo su cuerpo se estremeció de
placer. Ella le había dado eso. La satisfacción era una cosa hermosa.

Ella se quedó allí en el suelo, mirándolo. Su hombre. ¿Cuándo había


ocurrido eso? ¿Cómo? Tal vez nunca se sintiera merecedora de él, pero
sí sabía, por el modo en que la veía en su mente, que siempre sería feliz
con ella.

̶ Estábamos hablando de algo, pero no puedo recordar lo que era, ̶ dijo. ̶


Me distraje. Espero que no te moleste.

̶ No en absoluto. ̶ Él observó su lengua lamer sus labios mientras ella se


hundió sobre sus talones. ̶ Eres la mujer más hermosa que he visto. A
lo largo de los siglos, he visto bastantes mujeres, pero ninguna de ellas
se comparó contigo.

Lo maravilloso era que, estando en su mente, sabía que el cumplido era


sincero. Sinceramente, sentía que era la mujer más bella del mundo.
Estaba loco, pero estaba bien para ella. Ella le sonrió, porque él la hacia
feliz. No podía creer cómo había cambiado su vida en tan poco tiempo.

̶ Tenía sueños contigo, Dragomir. Primero, fantasías diurnas como la


ducha, y luego me horroricé cuando comencé a soñar que morias
tratando de salvarme. Soñé que Vadim venia y estabas tumbado en el

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suelo de mi salón, con heridas por todas partes, con mucha sangre, y
pensé que estabas muerto.

Le dolía el corazón pensar en ello. Había un enorme nudo en su


garganta, uno que no podía tragar. La idea de su muerte por ella le
había pesado.

̶ No quería conocerte nunca, y entraba en mi casa en el momento en


que llegaba la noche, así que no había ninguna posibilidad de que
tratasen de salvarme, y aún asi lo hiciste.

̶ Terminaste el sueño conmigo acostado en tu piso. ̶ Él extendió la mano


y cogió su cabello en su mano, tirando suavemente.

Ella asintió. ̶ No podía pasar más allá de ese momento, contigo


acostado sin latidos del corazón, sin aire en tus pulmones y tu sangre
empapando el piso. Por mí.

̶¿Te habías obligado a seguir adelante?

̶ No. ̶ Ella sacudió la cabeza, sin importarle que la acción hiciera que su
cabello se saliera de su agarre. ̶ No pude. Traté de salvarte, Dragomir,
pero no me lo permitiste.

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̶ Muy bien. ̶ Se inclinó para besarle la cabeza. ̶ Tus sueños me interesan.
Cuéntame sobre ellos.

̶ Siempre los he tenido. ̶ Ella acarició su muslo porque no pudo evitarlo.


Su cuerpo era cálido y duro. Era de ella. Se había entregado a ella.
Todo lo que era. Le gustaba sentarse en el suelo, su cuerpo entre sus
piernas, rodeado por él. Había seguridad en ella. También se dio
cuenta de que este hombre era suyo y todo lo que ella hacía, de
cualquier manera, que lo tocara, estaba bien.

̶ Comencé a tener sueños cuando era bastante joven. Realmente no me


di cuenta al principio, pero en algún lugar a lo largo del tiempo, me di
cuenta de que algunos de los lugares a los que fui ya los había soñado.
Una vez que estaba prestando atención, no era sólo los lugares, sino lo
que estaba sucediendo en mis sueños, ocurria en la realidad, días o
semanas después. Eso era aterrador para una niña. Pensé que tal vez
mi imaginación estaba haciendo que las cosas pasaran. Cuando estás
sola, asustada y hambrienta, la gente puede ser cruel. En represalia,
pensaba malas cosas sobre ellos y si soñaba con eso más tarde, estaba
aterrorizada de que estuviera haciendo que cosas malas les sucedieran
a aquellos que no me gustaban.

̶ Sívamet. ̶ Él murmuró suavemente. La mano en su cabello era suave y


tierna, mientras acariciaba la seda de su cabello.

Bookeater
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Ella no estaba acostumbrada a la compasión, y las lágrimas ardían
detrás de sus ojos. Lágrimas alegres. Nunca había sabido qué era eso
hasta ese momento. Dragomir cambió su perspectiva de todo.

̶ Si yo soñaba con algo malo, y no sucedia, trataba el sueño como si


fuera a suceder. Lo llamaba cada noche, cambiando pequeños detalles.
Encontré que no podía cambiar lo que pasaba, pero podía modificarlo.
Podría cambiar la forma en que reaccioné. Así que llamaba el sueño
una y otra vez en mi cabeza y cambiaba pequeñas cosas hasta que
podia cambiar el resultado del sueño. La mayoría de las veces, el sueño
no se convertia en realidad, pero las veces que lo hizo, estaba lista y
sabía exactamente qué hacer.

̶ Cuéntame sobre el sueño de bajar a la ciudad subterránea de Vadim.

Ella sintió que su cerebro se cerraba. No quería revivir esa pesadilla


nunca más. Ni siquiera para Dragomir. Ella sacudió su cabeza.

La palma de su mano le acarició el rostro, con el pulgar en el pómulo. ̶


No te preguntaría si no fuera importante, sívamet. Estoy aquí contigo.
No puede llegar a ti o a nuestra hija. Estás a salvo ahora. Olvidalo y
solo dime el sueño.

Por él. Emeline sabía que haría cualquier cosa por él, incluso cosas que
eran difíciles para ella. Si quería o necesitaba esto de ella, se lo diría.
No se había ofrecido a ayudarla a distanciarse del sueño, así que sabía
que quería su versión completa.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Los sueños comenzaron años antes de que realmente ocurriera. Mis
sueños no siempre suceden en la vida real, incluso los recurrentes, así
que nunca sé lo que es real o no. No estaba segura, al principio, si ese
sueño en particular iba a suceder, aunque era vívido y noche tras
noche lo soñé. Un día me encontré con vampiros matando en un
callejón y sabía que eran reales a pesar de que a todo el que le dije
quería encerrarme.

Ella miró sus manos. Estaban temblando. ̶ El sueño volvió a ocurrir una
y otra vez. Las chicas fueron llevadas a la ciudad. Liv fue comida viva
noche tras noche por los títeres de Vadim. Blaze y yo no pudimos
detenerlo. No podíamos salvarla a tiempo. Amelia fue tomada por los
vampiros y le drenaron la sangre y la dejaron morir en un rincón.
Bella... ̶ Se interrumpió, presionando una mano temblorosa en su boca. ̶
Finalmente la alimentaron con los mismos títeres que comían a su
hermana. Y Danny fue utilizado durante días como alimento para los
vampiros. Blaze y yo entramos en los túneles cada noche para tratar de
cambiar el rumbo de lo que pasaba. Hicimos pequeñas cosas al
principio y encontramos qué herramientas necesitábamos. Lo rápido
que teníamos que correr, lo que estaría detrás de una puerta cuando
llegaramos a ella. Repetí el sueño noche tras noche y lo compartí con
Blaze.

̶ ¿Cómo lo compartiste con Blaze?

Bookeater
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Emeline frunció el ceño. No había pensado en intentar explicar eso. ̶
Puedo hacerlo fácilmente. Podría hacerlo contigo. Creo que es de la
misma manera en que nos metemos en la mente del otro.

Dragomir se sentó bruscamente, la acción hizo que su corazón saltara.


Sus ojos pasaron de perezosos y lánguidos a agudos y exigentes, el oro
brillaba y brillaba con inteligencia. ̶ ¿Puedes entrar en la mente de la
gente? ¿Podías hacerlo antes de convertirte?

Ella masticó su labio inferior hasta que su dedo lo frotó, aliviando el


mordisco, haciéndole consciente de lo que estaba haciendo. ̶ No creo
que me meta en la mente de la gente. Es cuando estoy soñando. Puedo
llegar a cualquier persona que me rodea.

̶ Si estuviera conectado en ese momento con otros, todos los que están
en este recinto, ¿podrías compartir tu sueño con todos?

̶ Por supuesto. No es que requiera un tremendo esfuerzo de mi parte.


Me extiendo, como lo hago cuando quiero conectarme contigo. Si Blaze
estuviera a una distancia larga, sería más difícil, pero si estuvieras
conectado con ella, o Maksim, y yo compartiera con cualquiera de
ustedes, el sueño sería fácil de llegarle también. ̶ Su voz sonó con
confianza porque estaba segura.

Bookeater
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El asintió. ̶ ¿Cómo sabría Vadim esto de ti? Lo hizo, ¿no? Cuando te
tenía prisionera, tenías que haberlo mencionado.

Ella asintió, manteniendo los ojos fijos en su boca. No se lo había


contado a nadie, ni siquiera a Blaze. A nadie. Había estado aterrorizada
de cualquier cosa que Vadim quisiera que hiciera, los Cárpatos la
matarían para evitarlo, o la querrían para sí mismos. Se había dicho a sí
misma numerosas veces que era un miedo sobrante de su infancia, que
nadie la quería, a la mujer, sólo por lo que podía hacer por ellos.

̶ Él me preguntó. Me negué a contestar.

̶ Incluso cuando te torturó y trató de obtener la respuesta de ti. ¿Cómo


lo supo?

̶ Fui al Centro Psíquico Morrison para pruebas. Dejé que pudiera


compartir mis sueños. Fue tan estúpido de mí. Pensé que era por
diversión, como los videntes en las ferias. Pensé que sería divertido
tener una habilidad real, pero fingir que no. Fue el peor error de mi
vida y empezó todo.

̶ Estoy agradecido por tu error. Pero no quisiera que lo hicieras


nuevamente.

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12

El agua en el lago era como el cristal. Emeline nunca había estado en


ella, ni siquiera en el muelle que lo rodeaba. Ella encontró que era
tranquila y preciosa. Toda su vida había estado atraída por la noche,
hasta que ella había entrado en esa ciudad subterránea y se había dado
cuenta de que los monstruos se escondían en todas las sombras.
Caminar de la mano con Dragomir le devolvió una sensación de paz y
serenidad a la noche. Él la mantuvo escondida cerca de él, sus dedos
pasaron por los suyos, y la llevó directamente al lago.

Le encantaba la forma en que la luna parecía plateada en el cielo


oscuro. Las estrellas estaban esparcidas por encima de la cabeza como
si fueran arrojadas al azar, sin embargo, formaban patrones únicos. Los
sonidos de insectos y ranas se sumaban a la belleza del lugar.

̶ Puedo entender por qué Tariq eligió este lugar para construir, ̶ dijo. ̶
Lo tiene todo. El lago y los bosques, pero está cerca de la ciudad.

̶ También es fácilmente defendible. Maksim posee la propiedad al sur,


y le dije que compraríamos la mayor parte de la propiedad hacia esta
como fuera posible.

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̶ Necesitas mucho dinero para eso, ̶ advirtió.

̶ He vivido siglos. Incluso antes de entrar en el monasterio, tenía


riquezas. La mayoría de los Cárpatos lo hacen. Aprendes lo que se
necesita y lo adquieres.

̶ Bueno saberlo. No tengo ni un centavo a mi nombre. Realmente no.


Trabajo, así que tengo una cuenta bancaria. O, mejor dicho, trabajé ante
todo este disparate de vampiros, pero no adquirí riqueza real.

La miró, esperó a que levantara la vista y sonrió. ̶ Ya la he adquirido.


Puedes tener lo que quieras. Ir a donde quieras.

̶ Quiero ir al lago. En una canoa o en el bote de remos. Nunca he hecho


ninguno de los dos y en cuanto vi el lago y los botes, supe que quería
esas experiencias.

̶ Creo que podemos hacer eso esta noche. ¿Cómo se siente la pequeña
Carisma? ¿Te está enfermando? ̶ Se detuvo bruscamente y dio un paso
delante de ella, forzándola a detenerse también. Le puso las dos manos
sobre el estómago.

̶ Se siente bien, ̶ dijo Emeline. No pudo evitar sonreír. La bebé parecía


feliz y contenta. Ella dio una patada y se estiró un poco, la sensación de

Bookeater
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alas de mariposa le rozaban en el interior, pero no había ninguna
enfermedad en absoluto.

̶ Buenas noches, señorita Carisma. Este es tu padre hablando contigo.


Espero que todo esté bien. Voy a llevar a tu madre al lago y preferiría
que no la hicieras enfermar. Te gustará la sensación, es casi como la
mecedora que tu madre dice que disfrutas.

Emeline se rió, el sonido la sorprendió. Era despreocupado. Nunca


había estado despreocupada. No había sabido lo que era no
preocuparse de dónde venía su próxima comida o de dónde podía
sentar la cabeza con seguridad por la noche. Esos temores estaban
arraigados en ella y se quedaron incluso después de que ella pudo
trabajar y alquilar un apartamento.

̶ Me encanta que hables con ella.

Parecía un poco avergonzado si eso era posible con sus rasgos


demasiado masculinos y su máscara inexpresiva. Ella no pudo evitar
sonreír.

̶ Estás tan atrapado, Dragomir. Solo finges que eres un tipo duro.

Él le cogió el brazo por el codo y empezó a caminar por el muelle,


hacia la pequeña canoa atada allí. ̶ Te preocupas, Emeline, y decides no
verme como todos. Nunca has mirado las cosas que he hecho por mi
pueblo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Las cosas que se tuvieron que hacer para mantener a nuestro mundo
a salvo? ̶ Ella le echó una mirada rápida a la cara.

̶ Las cosas que elegí hacer. Nací un depredador, sívamet. Todavía soy
un depredador, y voy a entrar en la próxima vida como un
depredador. No puedes confundirme con nada más. ̶ Se metió en la
canoa con el equilibrio completo y la alcanzó.

Su agarre era fuerte y reconfortante cuando él la puso en el extremo


cerca de donde la canoa tenía un respaldo. Se curvaba en la parte
superior en el sentido tradicional, pero claramente Tariq había
diseñado la canoa para mayor comodidad.

Le preocupaba un poco que Dragomir insistiera en que no lo veía todo.


Por supuesto, no lo hacia, pero sí veía lo que más importaba. Era
bondadoso y valiente. Se dedicaba a ella. Aceptó a su bebé sin dudarlo.
¿A qué se refería una y otra vez?

Se sentó en el suelo de la canoa y lo observó sentarse frente a ella y


tomar el remo en la mano. Un tirón fuerte les hizo deslizarse
rápidamente sobre el agua. La sensación le quitó el aliento. Le
encantaba la tranquilidad y la sensación de moverse por la amplia
extensión del lago. El color del agua era diferente dependiendo de
donde brillara la luna, o la profundidad y la oscuridad. Cuanto más
lejos salían de las luces de la costa, más oscura parecía el agua.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Esto es hermoso ̶ susurró, mirando las estrellas, con una mano en el
agua. ̶ Gracias. Me has dado tantas experiencias que nunca pensé.
Siempre lo haz hecho. Aprecio cada uno de ellos.

̶ Me encanta darte cosas que quieres, Emeline. ̶ Otro poderoso golpe los
llevó a alejarse más de la orilla.

Su mirada saltó a su cara y luego se deslizó sobre su pecho y sus


brazos. Él era suyo. Toda esa belleza masculina no adulterada era suya.

̶ Me encanta saber que eres mío. ̶ Ella se sintió un poco tímida


diciéndoselo, pero al mismo tiempo, ella quería que él supiera. Eso era
más importante para ella que revelar su vergüenza. Merecía saber lo
que significaba para ella.

̶ ¿Te sientes a salvo conmigo?

̶ Esa es una pregunta extraña. Por supuesto que me siento a salvo


contigo. ̶ Ella arrugó la nariz hacia él, preguntándose a dónde iba con
esa línea de preguntas.

̶ Entonces, ¿por qué agarras los bordes de la canoa hasta que tus
nudillos se han vuelto blancos?

Ella miró sus manos. Tenía razón, estaba agarrando los bordes y sus
nudillos estaban blancos.

Bookeater
Dark Legacy
A ella le encantaba la nota burlona en su voz.

̶ Estoy protegiendo mis apuestas.

Le arqueó la ceja. ̶ Sabes que yo podría flotar en el agua, voltear de


cabeza y todavía evitar que te caigas.

No le gustaba la manera en que lo preguntó. ̶ Estoy segura de que


puedes, pero prefiero que nos quedemos en el agua, exactamente como
estamos destinados.

̶ Los seres humanos están destinados a esto. No vuelan.

̶ Nosotros volamos.

̶ Esta parte de 'nosotros' está probando el piragüismo y disfrutándolo.


Volar puede venir más tarde. Vi a los niños en sus dragones y estaba
un poco envidiosa, no voy a mentir.

̶ La belleza de ser Cárpatos es que puedes hacer ambas cosas. Puedes


volar por ti mismo en cualquier forma que elijas, y podrás volar un
dragón si realmente quieres hacerlo.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Lo hago. ̶ Levantó las rodillas cautelosamente y, uno a uno, apartó los
dedos de un lado de la canoa para poder envolver sus brazos alrededor
de sus piernas y acomodar su barbilla en sus rodillas. ̶ ¿Recuerdas la
primera vez que volaste?

Dragomir sacudió la cabeza. ̶ Los recuerdos se desvanecieron a lo largo


de los siglos. Incluso después de recuperar mis emociones y colores, no
recuerdo mucho de mi infancia. Puedo recordar a cada vampiro y
cómo luchan, cuáles son sus preferencias en las guaridas y
salvaguardas, pero no puedo recordar la cara de mi madre.

Parecía aplastado por eso, pero su expresión no había cambiado. Se dio


cuenta de que a menudo rechazaba o más probablemente no reconocía
una emoción que era triste o negativa. Él no moraba allí. Las sentia,
pero no se identificaba con ellas.

Emeline no podía decidir si pensaba que eso era bueno o malo.

̶ No pienso mucho en mis padres, ̶ dijo, necesitando darle algo. ̶


Realmente no tenía familia. Tal vez por eso luché tan duro para
mantener a Carisma. La oí gritar de dolor y no podía odiarla. Era una
inocente atrapada en el mundo feo de Vadim. ̶ Se frotó la barbilla en las
rodillas y luego bajó la cabeza y miró al agua. ̶ Él hace eso tú sabes,
odia la inocencia y hace todo lo posible para atacarla.

Bookeater
Dark Legacy
Hubo un pequeño silencio. Dos trazos más potentes de la canoa los
enviaron paralelos a la orilla. ̶ No había pensado en eso, pero tienes
razón. Eso es exactamente lo que hace.

̶ Está decidido a matar a los niños, Dragomir. A todos ellos. Él los


apuntó por alguna razón también. No era sólo porque sabía que me
atraería a la ciudad subterránea, tampoco. Tenía una razón por la que
había perseguido a esos niños. Traté de averiguar sobre sus talentos,
pero luego me di cuenta de que, si los conocía y Vadim estaba en mi
cabeza, entonces él sabría sus talentos también, así que dejé de
preguntar. No dejan entrar a nadie con facilidad, pero Blaze, Charlotte
y yo estamos más cerca de ellos que cualquier otra persona aquí.
Probablemente tengo que incluir a Tariq en eso también. Sin embargo,
no creo que nadie sepa lo que pueden hacer.

̶ Valentín lo sabría. Liv, la niña, es su compañera. Lo que está en su


mente, él lo sabe.

̶ No pensé en eso. Creí que se había ido.

̶ Esta ese problema con el rayo cuando te convertíamos. Vino para


proteger a Liv.

̶ No entiendo cómo él sabría que ella era su compañera. Ella es


demasiado joven. Pensé que tenía que ver con la madurez sexual.

Bookeater
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̶ Eso juega un papel importante, ̶ admitió. ̶ Pero a veces, estar en
estrecha proximidad con el tiempo, puede hacer que un hombre sea
consciente de que su compañera está cerca. Sus colores se desvanecen,
pero no lo dejan por completo. Sus emociones no desaparecen por
completo y tiene un impulso sexual. Uno que no desaparecerá. He oído
todo tipo de cosas que desvían al macho. La mayoría no tiene esos
lujos. Valentín probablemente lo descubrió cuando Vadim trajo la niña
para que tomara su sangre. Vadim había mantenido a Valentin muerto
de hambre durante mucho tiempo, pensó que cuando le diera la niña,
Valentín no podría resistirse a matarla. Fue mala suerte de Vadim que
encontrara la compañera de Valentin.

̶ ¿Qué hará Valentín?

̶ Él la vigilará hasta que sea mayor de edad. ¿Qué más puede hacer? Es
demasiado joven para reclamarla, y tampoco lo considerará. Dragomir
se encogió de hombros y dio unos golpes más poderosos del remo para
que la canoa se deslizara sobre el agua con facilidad.

Emeline se dio cuenta de que se mantenía a lo largo de la costa por ella,


reconociendo que, aunque le encantaba el agua y lo que estaban
haciendo, estaba nerviosa. Ella se lamió los labios. ̶ No sé nadar. Nunca
tuve la oportunidad de aprender. Era más una bailarina.

La mirada de Dragomir no era de choque o juicio. Sus ojos se habían


vuelto suaves y su increíble boca se curvó en esa dulce sonrisa que
siempre la sacudía.

Bookeater
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̶ Ahora no tienes que preocuparte, sívamet. Eres Cárpatos. Puedes
nadar, volar o bailar hasta las estrellas.

Su aliento le atravesó la garganta. Le encantaba bailar. Ella se perdia en


el baile. ̶ El padre de Blaze pagó por lecciones de baile para mí. Yo
estaba sin hogar, entrando por la ventana de su hija por la noche, y él
pagó por mis clases de baile. Eso era mejor que comer con regularidad,
aunque me dejó ir a su nevera y armarios cuando quería.

̶ Pero no lo hiciste. ̶ Él puso el remo en su regazo, su enfoque


completamente en ella.

Ella sacudió su cabeza. ̶ No confiaba fácilmente en esos días. Era un


hombre muy bueno, pero no me atrevía a desgastar mi bienvenida. Al
principio yo era muy joven, y las calles eran intimidantes. Entonces
crecí y había un conjunto completamente diferente de obstáculos.

̶ Todavía no confías fácilmente.

̶ Es difícil creer que seas real ̶ admitió ella, con la mano moviéndose
dentro y fuera del agua, como si estuviera bailando en la superficie con
los dedos. Ella le había dado su cuerpo y su corazón. Estaba bastante
segura de que no sobreviviría sin él, pero tenía razón. Había una parte
de ella que no confiaba en que se quedara. Tal vez nunca podría
confiar en que se quedaría.

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̶ Me quedaré. Y si realmente quieres bailar en las estrellas, también lo
haremos.

̶ Cualquier vez quieras ir a bailar en las estrellas, o en las nubes, o en el


muelle, estoy lista ̶ le aseguró.

El sonido de voces infantiles flotó en el viento e hizo sonreír a Emeline.


No había visto a los niños todavía y los echaba de menos. Giró la
cabeza hacia el sonido. El barco se deslizó sobre el agua mientras el
remo la cortaba, impulsado por la fuerza de Dragomir. Subío a Danny
con Lourdes en su espalda. Bella corrió junto a ellos, diciendole que era
su turno. La escena le era familiar. Danny daba a los más jóvenes
paseos todo el tiempo. Era el pasatiempo favorito de los dos más
pequeños.

Liv tenía un libro en sus manos y caminaba con Amelia, hablando


suavemente; el sonido lo llevaba la ligera brisa, pero las palabras se
perdieron. Estaba animada mientras hablaba con su hermana,
deteniéndose ocasionalmente para hacer un punto. Amelia tomó el
libro de ella cuando los gestos salvajes de Liv amenazaron con enviar
el libro deslizándose a través del lago.

Amelia indicó el suelo, y Liv se agachó, buscando un momento. Ella


cogió una roca y la envió saltando a través de la superficie del lago.
Amelia siguió su ejemplo. Ambas chicas se rieron.

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̶ Me encanta verlos así, ̶ dijo Emeline. ̶ Los hermanos son tan
maravillosos juntos. ¿Quieres más de un niño, Dragomir? ̶ Frotó la
palma de manera protectora sobre el lugar donde la bebé estaba
acurrucada y segura.

Él frunció el ceño, y su corazón apretó fuerte en su pecho. ̶ Tantos


como quieras. ̶ su mirada se quedó en los niños y no en el lago.

Se sentó derecha, con la mano protegiendo el bebé. ̶ ¿Dragomir? ¿No


quieres hijos? Porque si no... ̶ se interrumpió. Ella estaba teniendo un
bebé. Si él no quería niños eso era un gran problema. Enorme.

̶ Por supuesto que quiero hijos. ¿Por qué me preguntas eso? ̶ Sumergió
el remo en el agua y subieron sobre la superficie vidriosa.

Él había frunció el ceño, y ella había entrado en pánico. Ese era otro
testimonio de la forma en que se sentía por sí misma. Indigna. No lo
suficientemente buena para él. Para alguien que realmente la amaba o
queria una vida con ella. Ella iba a ser el problema si no lo miraba. ¿A
qué hombre le gustaria una mujer que temía cada minuto que la fuera
a dejar?

̶ Emeline. ̶ Él dijo su nombre suavemente y su mirada saltó a la suya.


De sus ojos había desaparecido aquel oro fundido que amaba, como si
estuviera fundido y caliente. ̶ Te quiero de cualquier manera que
pueda tenerte. Con niños. Sin hijos. Siempre vas a ser mi mundo. No
hay otra y nunca lo habrá. Sé que tienes dificultades para entender el

Bookeater
Dark Legacy
concepto de compañeros de vida, pero lo conseguirás eventualmente.
Te diría que dejes de preocuparte, pero puedo ver que no me ayudará.

̶ Lo intentaré, Dragomir ̶ le prometió. ̶ Es sólo que por un momento


pensé que tal vez no querías hijos, y yo sí. Lo quiero todo. La familia, el
hogar, un hombre que me adore tanto como yo lo adoro. ̶ Ella agachó
la cabeza, con la mirada fija en el agua, en cualquier lugar que no fuera
esa mirada penetrante. ̶ Quiero que quieras lo mismo. Especialmente
los niños.

̶ Quiero lo mismo, ̶ aseguró. ̶ Cuantas más chicas tengamos, más


compañeras le daremos a los Cárpatos.

Ella apoyó su cabeza hacia atrás, dejando que el suave balanceo del
agua la calmara. ̶ Nunca pensé en eso. Cómo tendremos a una niña,
ella podría salvar a uno de los machos de la raza de los Cárpatos.
Todas esas mujeres... ̶ Se interrumpio y cerró los ojos, sacudiendo la
cabeza como para sacar la vista de su mente.

̶ ¿Esas mujeres? ̶ preguntó.

̶ En la ciudad subterránea de Vadim. Eran médiums. Me dijo que lo


eran, pero no lo suficientemente fuertes para sus propósitos. Los
cuerpos estaban amontonados, y pude ver bebés medio formados,
algunos completamente formados, todos muertos. Cuando esas

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mujeres murieron, eran compañeras, ¿no? Tenían a algunos de los
cazadores esperando por ellas.

̶ Es más que probable. La pérdida fue sentida profundamente. Las


almas renacerán, pero no hay manera de saber si los cazadores pueden
aguantar tanto tiempo. Eso era parte del plan de Vadim. Si se lleva a
las compañeras, los destruye, más cazadores se convertirán,
ayudándole a crear un ejército más grande.

̶ Si saben que van a renacer...

̶ No hay forma de saber cuándo renacerán. En qué siglo. Dónde. El


mundo es un lugar grande, y algunos de estos cazadores se han
mantenido durante siglos. Cuando no hay nada que aferrarse sino al
honor, puede ser muy difícil.

Ella estudió su rostro. Había sufrido. Estaba allí en sus rasgos


masculinos ásperos. Dragomir nunca habría sido llamado guapo en el
sentido tradicional de la palabra, sus rasgos eran demasiado angulares
y masculinos. Casi brutales. Pero era hermoso y sensual. Las cicatrices
en su rostro y cuerpo, se añadian a su atractivo. Parecía peligroso.
Entrando en una habitación, ella sabía que iba a llamar la atención y
asustaria a la mayoría de la gente. Tal vez a todos ellos.

̶ Odio que hayas tenido que esperar tanto.

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̶ Tu vales cada momento de esa espera. ̶ La sinceridad sonó en su voz.

Giró la cabeza hacia la orilla donde los niños jugaban. ̶ Escucha las
ranas. Son muhas. Parece que se están reuniendo para un concierto de
ranas.

̶ Pequeñas cosas ruidosas, ̶ observó. ̶ Si voy a llevarte a bailar en las


estrellas, necesitamos mejor música.

Le gustaba el sonido de bailar en las estrellas. Por primera vez, se


permitió relajarse completamente. Ella inclinó la cabeza y estudió las
constelaciones esparcidas por encima. El cielo se veía hermoso, tan
oscuro que era casi azul, las estrellas y la astilla de la luna caliente y
brillante contra ese telón de fondo. Había algunas nubes a la deriva,
pero parecían más atractivas que amenazantes.

Una risa más infantil llamó su atención, y ella giró su cabeza para ver a
los Waltons de pie con Danny, hablando con los dos más jóvenes. Mary
Walton llevaba algo envuelto en sus brazos. Su esposo, Donald, tenía
una gran pistola en el hombro. Se sentó tan rápido que casi se derramó
en el agua.

̶ ¿Qué pasa en el mundo? ̶ Ella miró fijamente a la pareja mientras se


reían y hablaban con Danny. ̶ Dragomir, llevan armas. Ambos. Son la
pareja más dulce. Viven en el cobertizo. Nunca he estado en el, pero los
niños me dicen que es muy agradable y hogareño.

Bookeater
Dark Legacy
¿Por qué en el mundo Mary llevaría un arma? O Donald, para el caso.
Podrían lastimarse.

̶ Mi comprensión es que saben cómo usarlas. Ambos son eficientes.

̶ Supongo que están protegiendo a los niños. Odio que Bella y Lourdes
tengan que ver eso. Y la pobre Liv. Sólo tiene diez años, y tenía esas
terribles criaturas de Vadim desgarrandola, comiéndola viva. Si no
fuera por Valentín, nunca habría salido de allí. No podría haberla
salvado, ni Blaze. Fue Valentín.

El sonido de las ranas aumentó y, junto con ellas, los grillos


comenzaron a sonar. Se encontró riendo suavemente. Casi no podía
creer que nada pudiera hacerla reír, no cuando había estado pensando
en la ciudad subterránea de Vadim y en las atrocidades que había
cometido contra hombres, mujeres y niños allí. Las ranas y los grillos
se añadieron a una noche realmente mágica.

̶ Escúchalos. En cualquier momento espero que estallen en la canción.

̶ Están cantando, ̶ dijo. ̶ Baila conmigo, sívamet. Creo que he sacado


suficiente información de tu mente para conducirte en un vals. ̶ Él bajo
el remo y la canoa se deslizó por sí misma sobre el agua hasta el muelle
más cercano al cobertizo de los Waltons y lejos de los niños. Estaba
más oscuro y aislado.

Bookeater
Dark Legacy
Se puso en pie, balanceándose con facilidad, y le tendió la mano. Ella
dudó. Todavía estaban en la canoa y si se movía mal, ambos podían
caer al agua. Podía estar en lo cierto, que podía nadar, pero no quería
probar su teoría en la oscuridad.

Sus blancos dientes le brillaron y su labio inferior se curvó en la sonrisa


suave e intrigante que ella misma estaba buscando. ̶ Emeline. ¿De
Verdad? ¿Crees que te dejaría caer al agua? Sobre todo, cuando tienes
miedo. Eso sería cruel. Soy capaz de una gran crueldad, pero nunca a
la mujer que amo. Dame tu mano. ̶ Él le tendió la de él.

Su corazón se volvió loco, por él o por temor, no estaba segura de que,


solo que golpeaba como un tambor fuera de ritmo. Ella puso su mano
en la de él y le permitió que la pusiera de pie. La canoa no tanto como
la roca. Eso era todo para él. Buscando por ella.

Se movió entonces, movió sus pies, los tomó en el aire de modo que
sus sandalias flotaron justo encima de la canoa. Su brazo le rodeó la
espalda y él levantó la mano. Su marco era magnífico, tan bueno como
cualquiera de los profesionales con los que había bailado. Ella puso su
mano en su hombro y le permitió que la atrajera a su cuerpo. Cerca.
Más cerca de lo que jamás habría permitido a cualquier otro
compañero de baile.

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Su cuerpo se sentía maravilloso. Fuerte. Masculino. Dragomir puro.
Ningún otro hombre podía hacerla sentir las mezclas de cosas que
hacía. O darle la intensidad de la emoción que le daba. Se sentía segura
y sexy, hermosa e inteligente. Escuchaba cada palabra que decía. Le dio
su fuerza y le hizo esperar, creer, aunque fuera sólo por unos minutos.

Dragomir envolvió a Emeline en sus brazos, guiando su cuerpo al


refugio del suyo. Si bailar era lo que amaba, entonces sería un bailarin
experto, guiándola por el aire hacia las estrellas. La canción que estaba
tocando una y otra vez en su cabeza jugaba en la suya también. Él trajo
la música a la vida, oyendo el golpe en su cabeza, sintiéndolo en su
cuerpo.

Debajo de ellos, en el suelo, los niños continuaron jugando juntos, Liv


y Amelia tirando piedras en el lago, Danny y las niñas hablando con
los Waltons y Genevieve, se había unido a ellos. La escena parecía
surrealista. No le importaba ninguno de ellos en ese momento. Sólo
Emeline y su felicidad.

Se movían juntos en un ritmo perfecto. El baile era como hacer el amor,


decidió, su cuerpo guiando al suyo a través de intrincados pasos
mientras bailaban escaleras invisibles, yendo más y más alto hasta que
las nubes pasaban junto a ellos.

Él le permitió caminar sobre una, asegurándose de que para ella


parecía un piso blanco esponjoso. Él la giró y la devolvió a él.

Bookeater
Dark Legacy
A su alrededor las estrellas brillaban intensamente. Su nube flotó a
través del cielo mientras bailaban la música, su cuerpo moviéndose en
ritmo con el suyo. Siempre estaba en control, pero cuando estaba con
Emeline, su cuerpo se negaba a escuchar sus mandatos, a hacerse
cargo, a rebelarse. Hinchandose con necesidad urgente. No podía dejar
de sentir su polla, dura y adolorida, apretada tan fuerte contra su
estómago.

̶ Me encanta que me quieras, Dragomir ̶ susurró. Su cabeza estaba


contra su pecho, su oído sobre su corazón. ̶ Quiero que suceda siempre.
Quiero saber que cuándo entro en una habitación, estás consciente de
mí. Siempre estoy consciente de ti.

El sonido de su voz susurrando contra la inmaculada chaqueta de su


traje llevo en aumentó el hambre que lo golpeaba.

̶ Desde la primera vez que te vi en el patio con los demás, pensé que
eras el hombre más sexy de todos. ̶ Ella giró la cabeza para que su
barbilla se clavara en su pecho y sus ojos estuvieran sobre los de él. ̶ Yo
soñaba contigo. Fantaseaba contigo. Soñé contigo por la noche. Antes
del ataque de Vadim y ciertamente después, nunca pensé en sexo.
Después de verte, eras en todo lo que podía pensar.

Le complació con su admisión. No tenía que decírselo, pero se lo dio.


Sólo le entregó ese regalo como si no fuera nada. Ella era muy tímida
sobre su relación, más sobre el sexo, pero ella le dio un pedazo de
información que era un poco embarazosa para ella.

Bookeater
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̶ No has compartido tu sueño conmigo.

El color se deslizó en su rostro. Sus largas pestañas revoloteaban. ̶


Bueno. No. Eso era privado. No iba a compartir el tipo de cosas que me
hiciste.

̶ ¿Cosas buenas?

̶ En mi sueño eran buenas cosas. En realidad, tendría miedo. Ya hemos


hecho humo juntos. ¿Te imaginas si veo que te estás volviendo
creativo?

̶ Planeo ser muy creativo. ¿Tienes algún problema con eso? ̶ Él le


acarició el cuello. Sus dientes tiraron de su oreja.

̶ No. Sólo digo que podríamos incendiar el mundo.

̶ Muéstrame. ̶ Su voz se había reducido a una tentación pecaminosa e


inicua.

Ella sacudió su cabeza. ̶ Estamos bailando.

̶ Tenemos esta nube para nosotros mismos, sívamet, ̶ señaló.

Bookeater
Dark Legacy
No pudo evitar reírse de lo absurdo de aquello. Por supuesto que
tenían la nube para sí mismos. Nadie bailaba en las nubes. Nadie
bailaba rodeado de estrellas.

̶ Tenemos demasiada ropa para que te muestre algo ̶ dijo. Ya su sangre


se había calentado y corría por sus venas como un torrente de fuego.
Su centro se había ido líquido con necesidad. Lo probó en su boca y
quiso más.

Inmediatamente, tal como había sabido que lo haría, su ropa se había


ido en un abrir y cerrar de ojos. La mano que había estado sobre su
espalda se deslizó hacia abajo para cubrirle las nalgas. Sus dedos le
amasaban y acariciaban, enviando olas de calor a través de ella.

̶ Muéstrame ̶ ordenó.

Ella habría hecho cualquier cosa por él. Su polla estaba pesada contra
su estómago, y ella lo quería dentro de ella. Justo en ese momento. Su
mano se deslizó por su cadera para encontrar esa gruesa
circunferencia. Ella envolvió sus dedos alrededor de él e inclinó su
cabeza para poder lamer las gotas de perlas que se escapaban allí.
Sabía tan bien como ella recordaba. Ella se salió de ritmo y luego tuvo
que enderezarse para mantener el paso.

Bookeater
Dark Legacy
Él nunca dejó de bailar con ella, manteniendo el ritmo de sus cuerpos
moviéndose juntos. No sólo era hermoso para ella, sino también sexy.
Con cada movimiento, sus pezones se deslizaron a través de su pecho,
enviando rayas de fuego apuntando directamente a su centro.

Sus manos le acariciaron las nalgas, presionando su montículo


firmemente contra él. Ella no podía detener sus caderas de montar su
muslo. Se sentía muy bien. Siempre se sentía tan bien. Estaba perdida
en las sensaciones que su cuerpo creó.

̶ Si no me muestras, pequeña rebelde, voy a tener que despertarte.

̶ Mmm. No me importaría que me despertaras. ̶ Dejó que las diversas


maneras en que podía hacerlo le pasaran por la cabeza. No tenía
mucha experiencia, pero leía libros. Toneladas de ellos, y había muchos
libros que tenían relaciones eróticas, que la intrigaban.

Su mano cayó duramente sobre su trasero, sorprendiéndola fuera de su


fantasía. Su mano le frotó y el calor se extendió por su centro. Ella se
acercó más a él.

̶ Todo bien. Antes de que te pongas demasiado cómodo, te lo


enseñaré. ̶ Empujó la imagen en su cabeza. ̶ Estaba detrás de ella, con
las manos en las caderas, tomandose su tiempo, controlándola
completamente. No podía moverse o caería.

Bookeater
Dark Legacy
Él la sostenia con un brazo, forzando su cuerpo sobre su antebrazo, así
que su cabeza estaba abajo y su trasero en el aire. Él se burló de ella,
primero con las manos y luego con su polla, haciéndola suplicar por él,
haciéndola tan necesitada y hambrienta por él que se había ido sin
sentido. Quería sin sentido. Ella lo quería sexy. Ella quería que él la
hiciera sentir fuera de control.

De inmediato la hizo girar, con las manos enérgicas contra su cuerpo,


la fuerza y la velocidad que hacía que su corazón se aferrara con fuerza
y el miedo golpeara su cuerpo directamente hacia su sexo. Entusiasmo
y temor mezclados. Sabía que podía leer sus emociones y que las
supervisaba, pero esperaba que se diera cuenta de que era lo que
quería, esa mezcla de emociones.

Su brazo era una banda de hierro alrededor de su cintura mientras su


otra mano lentamente empujaba su cabeza hacia abajo por lo que
colgaba sobre su brazo. Debería haber sabido que Dragomir tendría
licencia creativa. Encontró la parte superior de su cuerpo colgando
sobre un banco acolchado. Sus pechos se balancearon en el aire y sus
cabellos se derramaron hacia la suave nube. Miró a través de las capas
de nubes hasta el lago que estaba debajo de ella, con el corazón
palpitante. La posición la dejó muy expuesta y vulnerable.

Mordiéndose el labio, comenzó a levantarse. Al instante su mano bajó


con fuerza en advertencia en su parte inferior, un dolor punzante que
se transformó en calor mientras le frotaba las nalgas.

Bookeater
Dark Legacy
Entonces su mano estaba entre sus piernas, los dedos deslizándose
sobre su clítoris, dando vueltas, tirando y luego alejándose. Su aliento
salió en una ráfaga y estalló. Repitió toda la secuencia, comenzó con un
golpe en su otra mejilla. Sus dedos eran implacables, moviéndose en
ella. Alrededor de ella. Luego su lengua allí, lamiendo la crema que se
derramaba de su cuerpo.

No podía recuperar el aliento. No había manera de saber qué haría


después. ¿Le golpearia el trasero con la mano? ¿La devoraria con su
lengua? ¿Utilizaria sus dientes? ¿Sus dedos? Cerró los ojos y se entregó
a las sensaciones malvadas y pecaminosas que creó. No había sabido
que nadie pudiera sentir tanto o tan intensamente.

La tensión construyendose y creciendo hasta que ella sabía que el


tsunami iba a abrumarla. Ella se acercaba, muy cerca, justo en el borde,
y sus dedos se alejaban. Él quitó la boca. Ella no pudo evitar que el
gemido escapara, o empujar hacia atrás con sus caderas, tratando de
alcanzar sus manos. Su boca. Su polla. Ella anhelaba su polla.
Necesitaba su toque. Oh. Dios. Su boca. Necesitaba absolutamente su
boca. Ella le quitaría algo, pero tenía que hacer algo. Ella gimió y
mordió su nombre entre los dientes.
Sus manos volvieron, pero no en su sexo. Él estaba debajo de ella, su
boca en su pecho izquierdo, tirando fuerte, enviando ondas de fuego
chisporroteando y chispeando a través de sus venas. Su dedo y pulgar
estaban en su pezón derecho, tirando, rodando, bailando en una
especie de ritmo con el tirón de su boca. Mucho calor. Tan increíble.

Bookeater
Dark Legacy
Apenas podía pensar con las sensaciones que la embagaban. No se
detuvo. Su boca estaba sobre sus pechos, pero sintió sus manos
moviéndose sobre su trasero de nuevo, ese rápido golpe fuerte, el
frotamiento diseminando el calor, la sensación de su dedo empujando
sus doblados pliegues. Su boca. La lengua la devoraba. Dientes
raspando a lo largo de su clítoris. Luego estaba su boca en sus pechos.
Las sensaciones gemelas la elevaron rápidamente.

Ella gritó de frustración cuando todo se detuvo. Sólo su respiración


áspera podía ser oída, un arrastrado ruidoso y duro, mientras tomaba
aire hacia los pulmones ardientes. Él la agarró del pelo y le levantó la
cabeza; al instante su polla empujó en su boca. Agradecida por algo,
cualquier cosa que la distrajera, cerró la boca alrededor de él y ella
succionó con fuerza. Su lengua bailaba y acariciaba. Él mantuvo la
cabeza quieta, siguiendo las imágenes en su cabeza, sus caderas
empujándola.
̶ Eso es todo, sívamet, llévame todo el camino.

Su voz era áspera de necesidad. El sonido la animaba y se dedico a la


tarea de asegurarse de que sentía tanta urgencia como ella. Trató de
alcanzar su polla con las manos, pero descubrió que no podía
moverlas. De alguna manera estaban clavados bajo el banco. Su boca
estaba en su pecho, tirando fuerte, los dientes tirando de sus pechos, su
polla empujando en su boca.

Entonces sintió su boca en su sexo, la lengua y los dientes


conduciendola directo a su liberación.

Bookeater
Dark Legacy
El tsunami golpeó fuerte, barriéndola por el borde, todo su cuerpo
sintiendo las ondulaciones, sus pechos, su boca, sus muslos y su sexo
todo ondulando con el poderoso temblor. Parecía seguir y seguir.
Abrió la boca para gritar, pero su polla estaba allí, exigiendo que
siguiera amamantandose. No podía recuperar el aliento, especialmente
cuando lo sintió, la cabeza ancha y abocinada empujando lentamente
hacia su entrada, forzando la invasión cuando sus tensos músculos
intentaron evitarlo. Estaba resbaladiza, goteando con su necesidad de
él, y nada podía impedir que su codicioso cuerpo no sólo lo aceptara,
sino que lo jalara más profundo. No importaba que estuviera apretada,
sus músculos cedían.

Entonces estaba en todas partes. Dragomir detrás de ella, golpeándola.


Debajo de ella, su boca sobre sus pechos. Frente a ella, llenando su boca
de calor y fuego. Con el sabor adictivo de él. Era demasiado,
sobrecargándola. Ella se vino. Una y otra vez. Un orgasmo se encontró
con el siguiente.

̶ Cariño. Tienes que parar. No puedo. No otra vez. ̶ Pero eso fue una
mentira. Su cuerpo voló sobre el borde, agarrando y ordeñando su
polla, decidido a llevarlo con ella. No quería que él se detuviera, pero
si no lo hacía, perdería la cabeza. El placer era demasiado intenso.

El agarre de su cabello se tensó hasta que hubo un mordisco de dolor.


A regañadientes, levantó los ojos hacia los suyos. Sus caderas se
movieron hacia adelante, enterrando su polla en su canal abrasador.
Enterrando su polla en las profundidades calientes de su boca.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Mírame. Estoy en ti. Alrededor de ti. Tuya. Siempre tuya en todos los
sentidos. Te traeré placer más allá de tu imaginación. Te mantendré
segura. Tendrás las cosas que quieres en la vida porque te amo tanto y
te las puedo dar.

Sintió la hinchazón de su polla en su vaina, empujando las paredes


apretadas, creando una fricción que envió el fuego corriendo a través
de ella. En su boca, su pene apareció, pulsando y palpitando, y luego
sintió la liberación caliente chocar contra ella, profundo, tan profundo
que salpicó a lo largo de las paredes de su vaina, provocando otro
orgasmo duro. En su boca, él también entró en erupción,
derramándose por su garganta, dándole ese sabor que era sólo suyo,
sólo para ella.

Se tendió sobre el banco, incapaz de moverse, completamente


desgastada. Estaba detrás de ella, con las manos en las caderas, con su
miembro aún enterrado profundamente, deslizándose suavemente.
Encontró que podía mover sus manos y las puso delante de ella,
estirándose mientras ella lamía sus labios, sintiéndose como si
estuvieran cubiertos con él.

̶ ¿Por qué siempre sabes tan bien?

Su mano le frotó el trasero y luego lentamente, con evidente renuencia,


la quito de allí. ̶ Déjame ayudarte a sentarte

Bookeater
Dark Legacy
.

No quería moverse. ̶ Tomaste licencia creativa. Por mucho tiempo.

̶ Puse mi propio sello en ella. Te di esas sensaciones, cada una de ellas,


y elegí donde estar y donde me sentirías. Puede hacer nuestra vida
sexual interesante.

̶ Si se pone más interesante que eso, no voy a vivir a través por mucho
tiempo. Eso fue una locura sexy. ̶ Ella sintió sus manos en su cintura y
ella le dejó levantarla sobre su regazo. Ella rodeó sus brazos alrededor
de su cuello y enterró su cara en su pecho. ̶ Creo que me has puesto
fuera de combate.

̶ Eres Cárpato. Respira, sívamet.

̶ ¿Cómo no caímos por la nube hasta el lago de abajo? ̶ Ella miró hacia
abajo. A través de la delgada capa de la nube, podía ver la pequeña
franja de luna brillando invitantemente en la superficie del lago. No
parecía posible que hubiera transcurrido tan poco tiempo. Estaba
segura de que habían estado teniendo sexo toda la noche, pero todo era
lo mismo. El lago. La luna. Los niños. Sólo que ella era diferente.
Ella alzó la cara para mirarlo. Para rastrear esas queridas cicatrices en
su rostro. Le había dado tanto. Nada la había preparado para esta
noche. Canotaje en el lago. Bailando hasta las estrellas. Sexo en las
nubes. Sexo salvaje y loco que la sacudía hasta el fondo. No porque
fuera salvaje y loco - y lo había sido - sino porque sentía amor en cada
toque. Cada golpe. Duro, suave, brutal, exquisito, había sido una
hermosa declaración de amor. Para ella. Ella lo sabía.

Bookeater
Dark Legacy
Lo sentía en su corazón. La había llenado con él. La rodeó con él.
Quería decir lo que dijo cuándo le había dicho que estaba en ella.

̶ Estoy tan enamorada de ti ̶ admitió suavemente, con los ojos ardiendo


de lágrimas. ̶ Tan enamorada de ti que apenas puedo pensar.

Enmarcó su rostro con las manos. ̶ Eso es bueno, Emeline. Tu corazón


está en buenas manos.

̶ Lo sé. ̶ Estaba empezando a verlo, atreviéndose a empezar a creer.

Bookeater
Dark Legacy

13

Dragomir llevó a Emeline de vuelta al muelle y se acomodó allí,


sosteniéndola hasta que supo que sus piernas estaban firmes. Había
usado deliberadamente el puerto deportivo más cercano al cobertizo y
lejos de donde Amelia y Liv estaban lanzando piedras. Miró a las dos
chicas. Amelia estaba observando.

Él envolvió su brazo alrededor de la cintura de Emeline, levantó su


cara y la besó. Fuerte. Posesivamente. Húmedo y profundo. Ella se
fundió en él instantáneamente, su cuerpo se volvió suave y flexible, sus
brazos rodeando su cuello. Amaba su boca. Siempre era muy sensible.
Sus besos. Su miembro. Su boca, amaba a los dos y ella se lo mostraba
cada vez.

̶ Me gusta tu creatividad ̶ susurró. ̶ Tengo la intención de explorar cada


centímetro tuyo cuando estamos solos

̶ En medio de una multitud podemos estar solos ̶ le informó con una


risa malvada.

Se apartó lo suficiente para mirarlo. ̶ ¿Cómo?

Bookeater
Dark Legacy
̶ Podría tomarte aquí mismo, quitar cada puntada de tu ropa, llevarte al
banco de picnic y tomarte. Nadie lo vería a menos que lo quisiera.

̶ ¿En el club nocturno? ¿Si estuvieramos bailando podrías hacer eso? ̶


Una corriente de puro deseo se deslizó por su espina dorsal. Su sexo se
crispó. Ella compartió los dos sentimientos con él, empujando su
reacción en su mente. Al instante su cuerpo reaccionó también.

̶ Puedo ver que bailar es algo que te pone de humor.

̶ Siempre voy a estar de humor a tu alrededor, pero sí, bailar me pone


de buen humor.

̶ Entonces estaremos visitando un club nocturno muy pronto. Puedes


usar algo muy sexy para mí.

Se puso de pie en las puntas de los dedos de los pies para poder
presionar un beso en su garganta y luego raspar su pulso con los
dientes. La acción envió calor corriendo por su cuerpo. Su miembro se
revolvió de nuevo.

̶ Para ser un hombre anticuado, te has puesto bien la ropa moderna.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Me di cuenta de que tienen sus usos. Aunque todavía me opongo a tus
prendas interiores. Parecen estúpidos. Sexy cuando estás usándolos
solamente sin nada encima, pero por lo demás no es útil cuando quiero
tener acceso a ti.

Tomó la imagen de una falda muy corta, sujetador negro y blusa


blanca en la cabeza. Él agitó su mano y la vistió en el traje. ̶ Bonito.
Pero todavía no tiene sentido.

Él agitó su mano otra vez y quitó el sostén y las bragas.


Inmediatamente su mano se deslizó por su muslo para acariciar su
cuerpo desnudo. Su otra mano encontró sus pezones a través de la tela.
Ella tembló y le metió las manos. Le gustaba la forma en que era tan
sensible a él. Le gustaba que ella no protestara por sus manos sobre
ella, que les diera la bienvenida a sus caricias. Ella era tan perfecta para
él.

̶ ¿Quieres que otros hombres vean mi cuerpo?

Su tripa se anudo al pensar en otros hombres cerca de su mujer. Los


tiempos eran diferentes, pero él seguía siendo primitivo. ̶ Te lo dije, no
lo harían a menos que lo permitiera. ̶ Y eso no estaba sucediendo.

Ella mordió su mandíbula y luego lamió la picadura. Su cuerpo se


tensó. Su pene se sacudió. Pulsando, se tensó contra el material de sus
pantalones. Amaba su reacción. Él la sintió. Realmente la sentía.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Sabes lo que es ser un exhibicionista? Había una nota de burla en su
voz.

̶ Por supuesto. ̶ Ella quería que él creyera que era una, sólo para ver lo
que él haría, pero él sabía mejor.

̶ Así que si te dijera que era una y quería ir a un club vestida así,
¿permitirías que otros hombres me vieran?

La besó de nuevo. Con fuerza. ̶ Tú no eres así. Sé todo sobre ti. Lo que
te gusta, lo que no te gusta. Lo que quieres probar, pero tienes miedo,
así que vamos a intentarlo, pero lenta y suavemente para que podamos
parar si no te gusta. Te gusta la emoción de tener relaciones sexuales
en lugares públicos, pero no tienes ganas de ser vista o ser atrapada.

Ella asintió con la cabeza de acuerdo. ̶ No me gustaría que otros


hombres me vieran. Pero, aun así, ¿qué haría un compañero?

̶ Si él estuviera bien con ello, él permitiría que ella fuera vista; si no lo


está, entraría con ella, haciéndolo parecer como si la hubieran visto. De
cualquier manera, ella consigue lo que quiere. Los compañeros de vida
son compatibles. Ellos se hacen felices. Si uno tiene necesidades como
esa, las cosas son muy buenas para el otro también.

Bookeater
Dark Legacy
Las ranas tomaron su estribillo, llamándose la una a la otra, creando
una sinfonía. Los grillos cantaban, tratando de competir con ellas.
Dragomir agitó la mano y volvió a estar con su larga bata. Parecía
etérea y elegante. Le gustaba el aspecto. Todas sus miradas, incluyendo
la de la blusa transparente. Estaba empezando a pensar que podía vivir
en estos tiempos con la tecnología y las mujeres que querían ser socios.

Él dejó caer su brazo alrededor de sus hombros y comenzó a caminar


en dirección opuesta a los niños. Ella no protestó, ni parecía notarlo.
Ella apoyó su cabeza en él y envolvió el brazo alrededor de su cintura.

̶ Cada paso que doy, puedo sentirte dentro de mí.

̶ ¿Estás adolorida? ̶ Él frunció el ceño y se detuvo, tirando de ella


firmemente contra él. ̶ Debería haberlo comprobado y sanado. Eres
muy pequeña y tuvimos sexo vigoroso...

Ella se echó a reír. ̶ ¿Sexo vigoroso? ¿Es así como lo llamas? Cariño,
tuvimos gran sexo, genial e increíble. El mejor sexo de la historia del
mundo. Estoy muy adolorida y no quiero que me quites eso. Me
encanta la idea de sentirte en mí con cada paso que doy. Es muy sexy.

Su corazón se volvió. Dolio. Los corazones no dolían porque amabas


demasiado a alguien, ¿verdad? Porque el suyo si. Era un dolor físico y
se frotó la palma de la mano sobre el pecho para aliviar el dolor. No
había alivio, no cuando ella lo estaba mirando y él sabía que toda esa
belleza era suya.

Bookeater
Dark Legacy
Adentro, donde contaba, era todo lo que un hombre podía pedir. Su
cuerpo exterior era la perfección. Tan cerca de la perfección como el
cuerpo de una mujer podría conseguir serlo. Sabía que para los
estándares humanos, Emeline era considerada hermosa. Para sus
estándares, ella estaba más allá de toda medida.

Algo se movió en la hierba. Un topo asomó su cabeza desde un agujero


en el suelo. La astilla de la luna envió una viga hasta el césped,
poniendo de relieve a la pequeña criatura. La punta de su nariz
brillaba con una extraña estrella blanca. Miró alrededor del césped y
vio varias estrellas blancas brillando. Diez. Veinte. Más. Salieron de los
agujeros y se pusieron de pie sobre sus patas traseras. No eran topos.
Era algo más.

̶ Emeline, vamos a flotar a la casa. ̶ Está empezando. Lleva a Liv. ̶


Llamó a los otros cárpatos que esperaban.

̶ ¿Qué pasa?

En lo alto, un búho gritó. Los árboles a su alrededor se estremecían, los


miembros cedían bajo el peso de centenares de pájaros que se
asentaban en las ramas.

̶ Otro ataque. Te necesito a salvo en la casa. Una vez que estés bajo
cobertura, puedo ayudar a los demás.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline se volvió, tratando de alejarse de él. ̶ Los niños.

Su agarre en ella no se aflojó en lo más mínimo. Siguió moviéndolos


hacia la casa, negándose a dejar que sus luchas suavizaran su
resolución.

̶ Dragomir, ̶ empezó ella.

La llevó a la puerta principal, la abrió y la empujó dentro. ̶ Te vas a


quedar. ̶ Hizo un gesto con la mano hacia las puertas, y luego en un
movimiento circular, sello todas las puertas y ventanas. Incluso si
intentaba usar sus habilidades Cárpatos, no podría salir de la casa.
Observó su rostro furioso y luego se volvió y salió corriendo al patio.

Vadim no cometió el error de exponer a Amelia, pero había


amenazado a los niños, y quería mostrarle a Emeline que podía llegar
hasta ellos, incluso con los cazadores de los Cárpatos. Con sus
salvaguardias añadidas, no tenía sentido que Vadim pudiera atacar,
incluso con su astilla en Amelia. Habían salvaguardado a los niños,
permitiendo que Amelia y los demás se reunieran como solían hacer en
las noches, pero los cazadores permanecieron especialmente vigilantes.
Liv estaba con Amelia. Más cerca de ella. Era Cárpatos y compañera de
uno de los cazadores. Ella sería su primer objetivo.

Bookeater
Dark Legacy
Los pájaros alzaron vuelo, volando bajo, una pesada migración, tan
pesada que el aire pareció gemir y había poco para respirar. Volaron
hacia los niños, los Waltons y Genevieve. Picoteandolos, rasgándoles
con picos y garras. Dragomir lanzó un apresurado escudo sobre ellos
mientras pasaba cerca. Vio a Tariq materializarse y con él, el sanador, a
Maksim, y los trillizos, Tomas, Mataias y Lojos.

El trabajo de Dragomir, junto con los otros antiguos, era llegar a Liv y
Amelia. Se abrió camino por el césped lleno de criaturas que debían ser
topos, pero se habían transformado en algo completamente diferente.
Las mutaciones arrojaron sus cuerpos a los cazadores, hinchándosele
las piernas, lanzándose sobre los brazos y las espaldas. Mordiendo
ferozmente. Sus dientes gigantes arrancaron grandes trozos de carne
de los Cárpatos mientras los pájaros rodeaban y volvían para un
segundo asalto. El momento era perfecto, las criaturas mutadas
mantenían a los Cárpatos ocupados con sus terribles dientes mientras
los pájaros se reagrupaban y daban vueltas, intentando arrancar a los
pequeños de las manos de Danny, que se había caído al suelo,
cubriendo a ambas niñas con su cuerpo. Genevieve lo cubrió,
añadiendo una segunda capa de protección.

Los topos mutados atravesaron el suelo para llegar a los niños,


obligando a Danny y a Genevieve a estar de pie, cada uno protegiendo
a un niño, vulnerables ahora al ataque de los pájaros. Tariq y Gary
establecieron una doble protección sobre todos los humanos, de modo
que los pájaros golpearan en una barrera invisible y las criaturas
mutadas se lanzaron una y otra vez contra el escudo.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq usó una antorcha, lanzando llamas a través del césped,
incinerando a tantos topos cómo fue posible. La mayoría se metió en
los agujeros y se acercó a él. Gary los atrapó con su lanzallamas. Los
que él no consiguió volvieron a los agujeros, reagrupados los pájaros
hicieron un tercer ataque.

Dragomir vio el suelo en movimiento, una sólida alfombra verde y


marrón y se dio cuenta de que eran las ranas. Saltaron hacia las
muchachas, cubriéndolas, volviéndolas pesádas, llevándolas al borde
del agua. Amelia gritó y las golpeó.

̶ Toma mi mano. Coge mi mano. ̶ Ella alcanzó frenéticamente a su


hermana. Las yemas de sus dedos se tocaron, pero Liv se apartó de
ella.
Un gran número de ranas se llevó a la niña pequeña al lago. Amelia se
lanzó al agua, buceando, subiendo, mirando alrededor histéricamente
y buceando de nuevo. Dragomir se zambulló directamente en el agua
desde arriba, justo sobre el lugar donde Liv había desaparecido. Podía
ver a la niña siendo arrastrada, su pequeño cuerpo golpeándose
mientras miles de ranas de todas las formas forzaban su cuerpo hacia
el piso del lago.

Amelia se zambulló de nuevo y esta vez se encontraron bajo el agua,


mirandose a los ojos. La mirada frenética y desesperada se desvaneció
lentamente, sustituida por unos ojos plateados.

Bookeater
Dark Legacy
Brillantes ojos plateados. Ojos llenos de odio y triunfo. Amelia nadó
directamente contra él tan rápido que su cuerpo fue un borrón en el
agua.

Por el rabillo del ojo vio a Valentin nadando en ángulo para alcanzar a
Liv. Las ranas usaban manos pegajosas, pies y lenguas para mantener a
Liv al suelo del lago. Cuando Valentín se acercó, las grandes ranas
saltaron sobre su espalda, impermeables a sus hechizos y manos.
Siguió nadando hacia Liv. Un pez rodeó a Valentin, cortándolo de
encima. Se lanzaron, grandes mutaciones, los dientes agarrando y
tirando, en un frenesí de alimentación.

Dragomir cronometró el ataque de Amelia, girando a un lado,


empujándola con fuerza mientras pasaba por delante de él. Vadim le
había mostrado la mano. Tenía que saber que Dragomir reconocería
que la chica estaba poseída. Se habían mirado el uno al otro. Se había
revelado a Dragomir. Planeaba sacrificar a Amelia para hacer su
intento con los niños. Eso preocupo a Dragomir. Si Vadim estaba
dispuesto a perder a su espía, estaba planeando algo mucho más
grande.

Para su sorpresa, sintió a Emeline moviéndose por su mente, buscando


la manera de deshacer su orden de salvaguardar la casa.

Detente. No puedo concentrarme cuando me preocupo por ti. La niña morirá.


Estaba tratando de salvar a la adolescente, sobre todo porque Emeline
se preocupaba por ella, pero también porque pertenecía a Tariq.

Bookeater
Dark Legacy
Por eso él no permitiría que el vampiro hiciera daño a un niño, aun
más si podia detenerlo.

Él medio esperaba que Emeline luchara contra él, pero no lo hizo. Él la


sintió allí en su mente, observando, pero ella permaneció en silencio.
Un gran pez le golpeó desde atrás justo cuando el cuerpo de Amelia se
detuvo bruscamente y luego se giró alrededor. Ella llegó volando hacia
él, esta vez con su cuerpo contorsionado, su rostro una máscara de
odio retorcido. Miró fijamente a los ojos de Vadim. Eran plateados con
un resplandor rojo.

La adolescente lo golpeó con un cuchillo que debió haber escondido en


su ropa. La hoja se deslizó bajo su brazo, la punta arrastrando una
rebanada por sus costillas mientras la envolvió, una mano cogió su
muñeca para obligarla a soltar el cuchillo.

Su mano se abrió y, cuando el cuchillo cayó hacia el suelo del lago, un


pez lo atrapó en su boca y se lanzó hacia Dragomir, con la hoja
mirando hacia él. Tenía las manos llenas tratando de someter a la
adolescente, sus cuerpos girando en un sentido y luego en el otro. Fue
Emeline quien silbó una advertencia.

En el último segundo, con su advertencia ardiendo en su mente,


Dragomir empujó a la adolescente de él y se volvió hacia el pez. La
hoja le mordió mientras lo golpeaba con su antebrazo. Al instante supo
que el borde había sido tratado con una mezcla de Vadim.

Bookeater
Dark Legacy
Sal ahora, Emeline. Puede que tenga que matarla. ¿Quieres ver eso? ¿Quieres
que viva con el conocimiento que lo viste, incluso compartido en una
matanza? Tenía que irse. Para que estuviera seguro. No estaba seguro
en su cuerpo con el veneno propagándose. Se volvió hacia Amelia, con
el corazón pesado. Sabía que Vadim tenía la intención de matarla. Si
pensaba que Emeline lo observaba, lo haría de una manera enferma y
retorcida que haría daño a la adolescente tanto como fuera posible.

Sívamet, te tienes que ir. Por favor. La quemadura de sus costillas


aumentó hasta que fue casi imposible bloquear el dolor, pero el que
estaba a lo largo de su antebrazo era como un agujero doloroso y atroz
que parecía extenderse. No se molestó en mirar; no importaba lo que
viera. Tenia que impedir que Vadim abandonara a Amelia en el lago.
Para hacer eso, todo lo que el vampiro tenía que hacer era matar a la
adolescente.

Dragomir pudo ver que Amelia había llegado a la conclusión de que el


vampiro estaba en ella, obligándola a hacer cosas a las personas que
amaba. Había desesperación detrás de los ojos que Vadim había
tomado. Trató de luchar por la supremacía, mirando a Liv, su
hermanita. Dos veces se volvió hacia la niña que se ahogaba para
intentar llegar hasta ella, y ambas veces, Vadim la obligó a volver a
enfrentarse a Dragomir.

Liv y Amelia son los objetivos. Está golpeando a las niñas, dijo a los
cazadores, incluso mientras nadaba directamente hacia la adolescente.
Si él mata a Amelia, su astilla será imposible de encontrar. Se unirá a un pez,

Bookeater
Dark Legacy
o a una rana, y volverá a él. ¿Cómo entró? Amelia no lo dejó entrar. No podía,
no con las salvaguardias que tejíamos a su alrededor.

Los antiguos estaban en todas partes, nadando para salvar a Liv,


barriendo las ranas y los peces de Valentín, rodeando a Amelia para
que no tuviera manera de escapar. Dragomir lo vio en sus ojos, ese
momento de comprensión de que Vadim la iba a matar. Que la
ahogaría antes de permitir que saliera del lago.

Sálvate, Dragomir. Quiero a Amelia viva, lo hago, pero puedo sentir el veneno
propagándose a través de ti. Sal ahora. Deja que los demás la salven. Sal de
ahí.

Su corazón apretó fuerte en su pecho. Sabía lo que le costaba a Emeline


decirle eso. Amaba a los niños. Había sacrificado su vida por ellos,
soportado la tortura y siguió protegiéndolos. Con todo eso, ella lo
había elegido, aprovechando la posibilidad de que uno de los otros
cazadores no llegara a Amelia si abandonaba su tarea.

No hay elección, Hän sívamak. No puedo permitir que esta niña muera. Por
favor, espérame y recuerda que te pongo por encima de todos los demás
siempre. No era suficiente si se trataba de un último adiós, pero tenía
que hacerle saber lo mucho que significaba para él, lo mucho que su
elección significaba para él.

Bookeater
Dark Legacy
Amelia se lanzó a través del agua, decidida a arrancarle los ojos.
Dragomir la atrapó alrededor de la cintura y pateó con fuerza a los
peces y las ranas saltando sobre su espalda para rasgar su carne. El
agua a su alrededor se puso roja. Las mutaciones estaban con Amelia
ahora, en serio, tratando de alejarla de Dragomir. Ella luchó contra el
cazador, rasgándole con sus uñas, dando puñetazos y patadas,
frenéticas para escapar. Luego se calló, abrió la boca y tragó agua del
lago. Al mismo tiempo, inhaló.

La agarró con fuerza por la cintura y salió disparado del lago hacia el
cielo. La volvió boca abajo para que el agua se viera forzada a
escurrirse de ella mientras la llevaba al muelle. Los pájaros gritaron
cuando lo vieron y lo rodearon alrededor para comenzar el ataque
contra él. Lanzó un escudo y comenzó a bombear sus pulmones y el
estómago para librarla del agua.

En el momento en que empezó a salir el agua de su boca, la volvió a su


lado. Mientras tanto, su mano estaba sobre su pulso, asegurándose de
que ella permaneciera viva y Vadim no pudiera escapar. Las aves se
volvieron locas, chillando mientras lo bombardeaban. Cada criatura
viciosa que el vampiro maestro creó y manipuló giró su asalto contra
Dragomir.

Dragomir sabía que estaban demasiado cerca del lago. Muchas de las
criaturas de Vadim lo rodeaban. Si el vampiro tenia éxito en matar a
Amelia, su astilla podría escapar de su cuerpo y tenía una posibilidad
muy buena de volver a él.

Bookeater
Dark Legacy
Tengo necesidad inmediata. Amelia debe ser transportada a la sala segura con
mi cuerpo. Estaré dentro de ella intentando evitar que Vadim la mate.
Tendría que dejar su cuerpo atrás, desprotegido, pero no tenía tiempo
suficiente para llevarla a la habitación segura.

Oyó el suave eco del grito de Emeline. No. No, no hagas esto. El dolor
desgarrador de su voz casi lo destrozó. Le envió tanta emoción como le
fue posible, dándole su corazón mientras derramaba su cuerpo,
dejándolo vulnerable a las mutaciones de Vadim.

La mente de Amelia era un verdadero campo de batalla. Vadim la


quería muerta antes de que la contuvieran. El fragmento del mal
ordenó a sus pulmones que cesaran de respirar. Dragomir obligó al
aire a continuar dentro y fuera de ella. Sintió el enojo cuando el
maestro vampiro se dio cuenta de que no estaba solo en la mente de
Amelia. La fuerza de la rabia del no-muerto, enroscada y fea, le golpeó
fuerte. Olas de sonido turbulento rebotaron en la cabeza de Amelia,
agudas, y dolorosas. Vadim trató de expulsar a Dragomir de la
adolescente mientras él iba tras su latido.

En medio de las olas que se estrellaban contra él, empujando su


espíritu una y otra vez lejos de los pulmones de Amelia, Dragomir
repentinamente se dio cuenta de que el tamborileo frenético del
corazón de la niña había cesado. Inmediatamente estimuló el corazón,
obligándolo a golpear y bombear la preciosa sangre a través de su
cuerpo hasta su cerebro.

Bookeater
Dark Legacy
Él era consciente de Tariq allí, llevando el cuerpo, moviéndose
rápidamente, del sanador y otros que lo rodeaban. Sandu estaba allí,
llevando su cuerpo con los antiguos que lo custodiaban. Ellos los
llevaron a través de la casa donde vivían los niños, corriendo más
profundamente en las paredes donde se construían las habitaciones de
seguridad. Cada niño tenia una habitación, y una vez dentro estaban
en el suelo rodeado de salvaguardias donde nadie o sus monstruos
podían llegar a los niños.

El cuerpo de Amelia estaba tendido sobre la cama. El cuerpo de


Dragomir estaba en el suelo junto a la cama. Gary abandonó su cuerpo
rápidamente y entró en la pelea.

Dime. Era una demanda, nada menos.

Él está golpeando su corazón y pulmones, desesperado por matarla para poder


salir. Si puedes tomar el control de mantenerla viva, lo cazaré.

El veneno que puso en tu cuerpo es letal. Tendras poco tiempo, pero al salir de
tu cuerpo, se cerro tu corazón. El veneno no puede propagarse.

Eso fue un consuelo, aunque Dragomir no había pensado en lo que


estaba pasando en su cuerpo por los cortes de cuchillo. No había
tenido tiempo. ¿Liv está viva?

Bookeater
Dark Legacy
Sí, Valentín y los demás la sacaron del lago. Ella es fuerte. Valentín le ordenó
que respirara bajo el agua y lo hizo. Sin una sola lección.

¿Oyes eso, Amelia? Liv está viva. Todos los niños sobrevivieron. No puedes
permitir que te derrote. No hubo respuesta, pero Dragomir no esperaba
nada.

La chica estaba en estado comatoso. No podía luchar sola contra


Vadim y ganar. Ella era humana. Ella era una adolescente. Ella no
podía procesar el tipo de mal que tenía dentro de ella. Había permitido
deliberadamente que ella lo viera, para que supiera que ella era la
causante de todos los problemas, la que intentaba matar a Dragomir y
a Emeline. Vadim quería que ella deseara la muerte.

Gary era un sanador antiguo con el conocimiento y la experiencia de


una línea entera de sanadores. También era un cazador con ese mismo
linaje derramando sus experiencias de batalla en él. Fue rápido y se
movió a través del cuerpo de la adolescente, reparando cada problema
masivo que Vadim comenzó. Aneurismas, derrames cerebrales,
pulmones llenos de líquido, Vadim los probó a todos, mientras el
sanador se apresuraba a reparar o detener el daño.

Dragomir estaba en silencio, buscando un patrón en los ataques contra


Amelia. Siempre había un patrón. Siempre. Nadie podía ayudarlo, y
un vampiro antiguo como Vadim lo sabía.

Bookeater
Dark Legacy
Había desarrollado un enorme instinto de autoconservación a través
de los siglos y se mantendría cercano a las cosas que siempre habían
trabajado para él. Vadim sabía que tenía que matar a la chica para
liberar la astilla. Sin embargo, si él no la mataba, quizá no encontraran
la astilla en ella y los Cárpatos no la matarían; para ellos ella era una
niña inocente. ¿Por qué Vadim la había revelado como espía? ¿Por qué
él haría eso?

Dragomir ya había apagado la luz de su espíritu para moverse por el


cerebro de Amelia buscando ese pequeño y descolorido punto que
sería la astilla de Vadim incrustada allí. El vampiro necesitaba una base
desde la cual realizar sus ataques, lo que significaba que debía estar en
el cerebro. La astilla no podía moverse. Se perdería en el torrente
sanguíneo y se iría demasiado lejos del cerebro para ser de cualquier
uso a Vadim.

Dragomir examinó cada porción del cerebro con cuidado lento y


meticuloso. Xavier, el mago alto, había sido el primero en incrustar
astillas de sí mismo en otros para que pudiera ver a sus enemigos y
luchar a distancia. Vadim y Sergey llevaban una astilla del alto mago
en ellos, permitiéndoles usar sus hechizos cuando los necesitaban.
Ninguno de los Cárpatos era particularmente hábil en encontrar las
astillas porque, hasta ahora, Xavier había sido el único que usaba tal
técnica prohibida.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir pasó por todo el cerebro de Amelia y no encontró nada. No
había mancha oscura que pudiera ver. Nada que se pareciera a él. Tuvo
un momento de duda. ¿Estaba equivocado acerca de dónde debía estar
Vadim para dirigir su corazón y sus pulmones a cerrarse? Había
concentrado sus esfuerzos en el tronco cerebral. Había buscado por
todas partes en el cerebro, pero había estado seguro de que Vadim
habría elegido el tallo cerebral para que su astilla residiera.

El cerebro controlaba las acciónes. Había tenido que controlar los


movimientos de Amelia cuando había tomado el relámpago en los
terrenos de curación, y de nuevo cuando luchó contra Dragomir bajo el
agua. Acababa de empezar a moverse por el cerebro cuando el cuerpo
de Amelia convulsionó. Las células nerviosas se dispararon en ráfagas
masivas, iluminando áreas del cerebro cuando las cargas eléctricas se
aquietaron. Dragomir giró alrededor para estudiar el tallo cerebral bajo
el resplandor ardiente de las cargas eléctricas.

Allí estaba. Estaba seguro. La más pequeña y leve hendidura curvada,


apenas perceptible, yacía en una hendidura poco profunda del cerebro.
Dragomir floto más cerca, manteniendo su luz lo más oscura posible.
Las cargas eléctricas chisporroteaban y lentamente se extinguieron a
medida que la convulsión se alivió. Dragomir se movió con infinita
lentitud, entrando en posición por encima de la astilla de Vadim.

Creo que lo he encontrado. Manten su atención centrada en ti, le dijo al


sanador.

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Dark Legacy
Gary respondió usando la luz blanca-caliente como de alcohol para
construir un escudo alrededor del corazón de Amelia, lo hizo con
eficacia para detener a Vadim de provocarle un ataque al corazón. El
pequeño lugar se movió sólo una vez, y luego ondas de rabia y odio
irrumpieron en el cerebro de Amelia. Dragomir no esperó. Se dejó caer
sobre la astilla y derramó la luz de su espíritu sobre la pieza oscura y
destructiva de sí mismo que Vadim había colocado en la adolescente.

Inmediatamente la astilla comenzó a humear, a ampollarse. Trató de


escapar intentando excavar, pero eso le permitió a Dragomir acercarse
aún más, incinerando completamente la cola de la pequeña tira. La
rabia llenó el cerebro, y el cuerpo de Amelia se levantó de la cama y se
estrelló de nuevo. Una vez. Dos veces. Una y otra vez. Tariq la atrapó y
la sostuvo contra el colchón. Dragomir estaba seguro de que oyó a
Emeline sollozar.

En el momento en que esepequeño sonido resonó en su mente, la


astilla de Vadim estalló en una masa de crueldades. Envió dolor
agonizante a través del cuerpo de Amelia. Sabía que no podía salvar su
astilla y quería que Emeline sufriera. Por lo tanto, torturó a Amelia,
causando todo el dolor posible a la adolescente, mientras luchaba por
mantenerse con vida, pasando de una grieta a otra, intentando que
Dragomir se perdiera y quemara el sensible tejido cerebral en lugar de
la astilla.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline comprendió de repente que Vadim estaba consciente de que
estaba en la mente de Dragomir y él la estaba castigando a través de
Amelia, que su presencia había añadido los horrores que había creado
en la chica. Se deslizó más lejos, a la parte posterior de la mente de
Dragomir, con la esperanza de aliviar el sufrimiento de la niña, aunque
su compañera le hubiera dicho que era demasiado tarde. Vadim iba a
lastimar a la joven tanto como fuera posible con la esperanza de
lastimar a la mujer que cuidaba de ella.

Dragomir se mantuvo alejado de todo. Tenía un trabajo, y eso era


destruir la astilla que Vadim había puesto en la niña. No podía
escapar. Había quemado la mitad, pero mientras hubiera algo, podría
causar daño. Él siguió ese hilo pequeño y ondulante implacablemente.
Cada vez que su luz pasaba, blanca y brillante, sobre ella más humo y
ampollas surgían. Podía oír los gritos de Vadim cuando el maestro
vampiro sintió la muerte de ese diminuto pedazo de él. Él sería
disminuido en poder. La pérdida de esa parte de él era crítica.
Dragomir ya había tomado un pedazo de su corazón. Ahora, esta
pérdida lo debilitaría aún más.

Dragomir alcanzó al vampiro, usando el vínculo común entre los


Cárpatos. Tu hermano será el próximo al que todos debemos atacar. Tú has
sido derrotado por una niña humana. Con la pérdida de esta astilla, pierdes
poder y todos los que te siguen serán conscientes de tu capacidad disminuida.

Bookeater
Dark Legacy
Estaba picando al tigre, pero quería que los otros vampiros y
especialmente Sergey Malinov supieran que Vadim no era invencible.
En el pasado, los vampiros eran demasiado vanidosos y egoístas para
seguir juntos. Los hermanos Malinov habían sido los que habían
logrado lo que nadie había hecho jamás: habían formado su propio
ejército de vampiros. Incluso otros vampiros maestros fueron
convencidos para unirse a los Malinov. Eso era inaudito y malo para el
mundo.

Los Cárpatos estaban jugando a ponerse al día con los vampiros. Los
Malinov habían puesto en marcha un plan siglos antes y tenían la
paciencia para llevarlo a cabo. Vadim era una gran parte de eso. Si
Dragomir podia desacreditarlo y causar dudas entre sus seguidores,
sería todo para bien.

El cuerpo de Amelia volvió a convulsionarse, esta vez un ataque largo


y violento. Las ráfagas de electricidad ayudaron a Dragomir a
encontrar la astilla de Vadim mientras se deslizaba por el cerebro,
buscando deslizarse hacia el torrente sanguíneo. Lo clavó con un flujo
concentrado de luz blanca, negándose a permitir que se escapara. Otra
sección incinerada y dejandose caer, convirtiéndose en ceniza. Vadim
aulló de dolor y rabia.

Ella sufrirá como nadie ha sufrido jamás.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir no respondió a la amenaza, aunque no le gustó la confianza
en la voz de Vadim. Según todo razonamiento, el vampiro maestro
debería haber dejado el área. Había demasiados cazadores. Tenía que
saber que los cazadores harían lo que mejor sabían hacer. Iban a
rastrearlo y matarlo. No sólo a él, sino a una buena parte de sus
seguidores. Sin embargo, el vampiro se quedó. Lo que necesitaba de
Emeline era tan importante que se negaba a recortar sus pérdidas y
retroceder. Vadim también había conseguido un ataque contra el
complejo cuando todos debían estar a salvo.

Esta niña no podrá durar mucho más. Su cuerpo está entrando en shock,
advirtió Gary. Se defendió de los ataques, pero no pudo detener las reacciones
naturales de su cuerpo.

Dragomir siguió el último segmento de la astilla de Vadim. Era


minúsculo, pero aun así era peligroso. No se atrevió a permitir que
escapara de su luz. Sólo tenía que acercarse lo suficiente... La astilla
trató de refugiarse en una capa de neuronas, desesperada por
ocultarse. Supo que la tenía entonces. No esperó, sino que envió una
ráfaga de luz blanca y caliente hacia el pequeño trozo de materia,
quemándola hasta que no fue más que ceniza.

El trueno se estrelló a través del cielo, rodando tan fuertemente que


sacudió el complejo. Afuera, la última de las criaturas mutadas
convergió en la casa de Emeline, tratando de encontrar grietas para
pasar. Los pájaros fueron hacia la chimenea.

Bookeater
Dark Legacy
Volaron por las ventanas una y otra vez, picoteando violentamente
para intentar romper el cristal. Las pequeñas mutaciones de topos
cubrían el porche mientras las ranas se unían a la puerta y a los lados
de la casa.

Dragomir salió del cuerpo de Amelia de nuevo al suyo. El dolor lo


atravesó. Bajó la mirada hacia su brazo para verlo ennegrecido,
ampollado, y la piel desprendíendose.

Emeline jadeó. Déjame ir a ti.

Es lo que quiere. No puedes dejar la seguridad de la casa hasta que todas las
criaturas hayan sido tratadas. Los niños están a salvo. Eso es lo que importa.

No para mí. Tú me importas. Tengo que ir a verte.

Gary se materializó a su lado, balanceándose con cansancio. Andor


extendió inmediatamente su muñeca para permitir que el sanador se
alimentara.

Tienes que cerrar el corazón y los pulmones. He visto este veneno, Dragomir.
Es duro. Lo mismo que el veneno utilizado por León. Xavier creó esto, no
León, y Sergey o Vadim debieron haber tenido acceso a la memoria de él. Se
comerá el músculo y el hueso si no lo detengo. Cállate ahora. Había un
mordisco en el tono de Gary, como si estuviera cansado de tener que
decir a los demás qué hacer todo el tiempo, especialmente más de una
vez.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq dejó caer una mano sobre el hombro de Dragomir.

̶ Gracias por salvar a Amelia. Yo me encargaré de Emeline

̶ La casa está cubierta con las criaturas de Vadim. Está tramando algo,
Tariq. Amelia no era su gran arma. Siempre era prescindible. No
quería perder la astilla, pero estaba dispuesto a renunciar a ella. Sabes
que no ha terminado. Él tiene algo mucho peor en el almacén para
nosotros. Está aquí. ¿Y cómo nos atacó?
¿Cómo logró superar las salvaguardias?

̶ Dragomir. ̶ El tono de Gary fue una advertencia.

Se preguntó vagamente si el sanador trataría de obligarlo a dormir


antes de que pudiera hacer que Tariq y los demás comprendieran que
el peligro era peor que nunca para el complejo y las personas que
residían en él.

Por favor, haz lo que él pide, Emeline susurró en su mente. Por favor,
Dragomir. Por mí.

Mujeres. Eran una maldición. Tenía deberes. Su honor exigía que


ayudara a Tariq y a los demás, pero su mujer... Ella le rompió el
corazón. ¿Cómo podía rechazarla? No cuando estaba llorando en
silencio y asustada. Por él. Tenía a las criaturas mutantes de Vadim
tratando de derribar sus puertas y ventanas, tratando de masticar su
camino hacia ella, pero sólo pensaba en él.

Bookeater
Dark Legacy
Miró a Sandu. Sandu asintió. Dragomir hizo lo que Emeline pidió y
cerró el corazón y los pulmones, permitiendo que el sanador entrara en
su cuerpo. Sandu siguió con la pretensión de aprender sobre el veneno.
La hermandad se apoyaba una a la otra en todo momento. Sabían poco
de Gary. Era un cazador peligroso y un curandero experimentado,
pero había muerte en sus ojos y una capa de frialdad que sólo
reconocían los antiguos del monasterio. Pertenecía a ellos, detrás de
esos altos muros donde no podían hacer daño a otros. No tenía el
código escrito en su espalda recordándole que vivían de honor. Vivían
para su pueblo. Ellos vivieron para el. Necesitaba ese recordatorio.

Sandu observó cómo el curador seguía el camino del veneno. Parecia


una larga y oscura cinta que serpenteaba a través del cuerpo de
Dragomir, hacia el corazón. Era espesa, como lodo, y se movía con
infinita lentitud. Todo lo que tocaba se volvía oscuro y descolorido. La
carne de afuera estaba ennegrecida y ampollada, pero por dentro, la
cinta oscura quemaba senderos profundos a lo largo del hueso.
Cuando tocaba una vena o una arteria, quemaba a través de ella,
cauterizando la herida.

Si vas a estar aquí conmigo, ponte a trabajar. Tengo que reparar el daño a su
cuerpo, las venas, las arterias y cualquier otra cosa que esto ha tocado. Lo
destruye.

Sandu miró fijamente la luz blanca del sanador. ¿Cómo detenian esa
lenta corriente de muerte? Si quemaba todo lo que tocaba, así que esa
era la razón de que quemarla no sirviera de nada.

Bookeater
Dark Legacy
¿Cómo se destruye? Nunca lo había visto antes. Compartió la imagen con
los de la hermandad.

No lo has visto porque fue originalmente una mezcla de Xavier. Sergey


siempre estuvo muy interesado en venenos y cómo afectaban el cuerpo. Si
tuviera que adivinar qué hermano, si Vadim o Sergey, accedieron a los
recuerdos de Xavier, diría que Sergey. Esta es una mezcla de un veneno
antiguo desarrollado por el alto mago. Es extremadamente peligroso, incluso
para el que lo maneja.

Sin embargo, hizo que la niña lo pusiera en la hoja de un cuchillo. El agua no


lo dañó.

No, no lo haría. El veneno es demasiado espeso. Cuando él explicó, el


sanador estaba trabajando para reparar el daño hecho a las venas de
Dragomir. Este veneno se hace en la oscuridad. Los hechizos lanzados sobre el
son de oscuridad. Los ingredientes son los que se encuentran sólo por la noche
en la parte más profunda del bosque, en el suelo más oscuro.

Sandu continuó compartiendo con los demás todo lo que el curador


dijo. Así, la luz mata la oscuridad. Eso es lo que me estás diciendo.

Gary no se molestó en responder. Sandu se posicionó al final de la


corriente, donde aún no había logrado extenderse. Brilló con la luz
blanca y caliente de su espíritu sobre el lodo oscurecido. La corriente
marrón se estremeció y luego se marchitó lentamente por todas partes,
que la luz la tocó.

¿Se puede hacer esto fuera de su cuerpo, en la carne que se está comiendo?

Bookeater
Dark Legacy
Es la única forma de detenerlo. Hay que salir el cuerpo, convertirse en espíritu
y destruir la corriente que está devorando lentamente el cuerpo exterior de
Dragomir.

Sandu se aseguró de que sus hermanos oyeran cada palabra y quedó


satisfecho cuando Afanasiv comenzó el trabajo de sanar a Dragomir
desde afuera. Los tres tomaron varias horas y un poco de sangre para
detener el veneno, destruirlo y reparar el daño. Cuando terminaron, ya
estaba cerca el amanecer.

Los antiguos devolvieron a Dragomir a la casa de Emeline. Maksim y


los trillizos habían destruido las criaturas de Vadim. Charlotte, Blaze y
Genevieve acomodaron a los niños en sus camas con los Waltons
vigilándolos. Tariq y Ferro llevaron a Amelia de vuelta a su habitación
y se aseguraron de que ella estuviera en un sueño reparador.

Fue Sandu quien abrió el piso de la casa de Emeline y le mostró una y


otra vez cómo abrir la tierra y cerrarla. Flotó a Dragomir hacia el suelo
curativo. Emeline logró flotar por su cuenta, pero aterrizó un poco más
duro de lo que hubiera preferido. Envolviendo sus brazos alrededor de
Dragomir, ella llenó la tierra alrededor de sus cuerpos, enterrando su
cabeza, pero dejando la propia fuera de la cubierta de tierra. No podía
enterrar enteramente su cuerpo.

̶ Puedo hacerlo por ti, ̶ ofreció Sandu.

Bookeater
Dark Legacy
Ella negó con la cabeza, con los brazos apretados alrededor de
Dragomir bajo esa manta de tierra. Su respiración estaba llegando
demasiado rápido, su corazón latiendo demasiado fuerte.

Sandu la ignoró, agitando su mano para ponerla a dormir y luego


cubriendo a Dragomir y a Emeline con el suelo más rico posible. Abrió
la tierra por encima de ellos, preparado para enfrentarse a cualquier
enemigo que los amenazara. Emeline era una mujer de los Cárpatos. La
compañera de Dragomir. También era la embarcación que llevaba a
otra niña. Esa niña tenía el destino de un cazador de los Cárpatos en
sus manos. Nadie le haría daño.

Esparciéndose bajo la casa, Ferro y Andor se refugiaron en el suelo.


Uno a la derecha del lugar de descanso de Dragomir y el otro a la
izquierda. Afanasiv y Nicu dormían debajo de la casa también, uno
bajo el porche en el frente y el otro bajo el porche en la parte de atrás.

Cuando salió el sol, sólo la compañía de seguridad se movío a la luz


del día.

Bookeater
Dark Legacy

14

̶ Amelia está tan lejos, ninguno de nosotros puede alcanzarla, ̶ dijo


Dragomir a Emeline mientras la acercaba para darle de comer. ̶ Tariq
espera que lo pruebes. El sanador cree que no quiere volver. Sabe que
Vadim la usó para tratar de matarme, a su hermana y a los otros niños.
Ella sabe que él la usó para intentar readquirirte. Charlotte y Blaze lo
han intentado. Gary lo ha intentado; también lo ha hecho Tariq. Danny
está a su lado junto a Liv, pero nada funciona.

Tenían que tener la conversación sobre Dragomir imperiosamente


impidiéndole ayudar durante el ataque, pero en ese momento sonaba
tan angustiado por Amelia que no pudo evitar estirar los dedos por
detrás de la nuca mientras se alimentaba. Él sabía delicioso. Perfecto.
Sinceramente, estaba agradecida de que estuviera vivo.

Te lanzas a la batalla sin pensar en el costo para ti, señaló. Es aterrador,


Dragomir. Casi mueres. Ese cuchillo venenoso podría haberte matado. Tantas
cosas podrían haberte matado anoche. No pesas las consecuencias…

Se había despertado con el corazón latiendo y el sabor del miedo en su


boca. Había estado desorientada, buscándolo, temiendo que lo hubiera
perdido.

Bookeater
Dark Legacy
Él le había demostrado rápidamente que estaba vivo y más que bien,
su cuerpo moviéndose en el suyo, enviando rayas de fuego irradiando
a través de ella hasta que no pudo pensar con rectitud. Había ido a
alimentarse, y en su ausencia, esa misma sensación de miedo que había
despertado la había consumido. No lo había querido fuera de su vista,
lo que la había hecho sentir necesitada y dependiente.

Su mano acariciaba su cabello, el pelo que había despertado libre de


enredos, él todavía lo rozaba porque le encantaba, había dicho. Estaba
segura de que era porque le encantaba. Se había acostado en el suelo y
se había despertado en su cama. Desnudo. Su boca en ella. Sus manos
tan suaves que había sentido la quemadura de las lágrimas. Después,
cuando estaban juntos, abrazándose, había hablado con la bebé, su
boca contra su estómago, enviando ondas de amor y tranquilidad.

Soy un cazador de los Cárpatos, Emeline. Su voz era tan suave como sus
manos habían estado, tan en desacuerdo con la forma en que luchaba.
Con ella, él era completamente opuesto al hombre que vio luchando
contra los vampiros. No había encontrado una pizca de emoción en su
mente cuando había estado en el lago, ni siquiera para Amelia. Ahora,
con ella, él era toda emoción. Suave y reflexivo. Cazo y destruyo a los no-
muertos.

Pasó la lengua por los dos pequeños agujeros de su pecho, saboreando


esas últimas deliciosas gotas. Ella amaba todo acerca de él, todo acerca
del modo en que la tocaba, la forma en que sabía, el hombre que era,
pero empezaba a pensar que había mucho sobre él que no sabía.

Bookeater
Dark Legacy
Tenía acceso a su mente, a sus recuerdos, a todo lo que era. Dragomir
no limitaba su habilidad para verlo, ni siquiera su pasado violento,
pero ella no había probado. Ella no quería.

Sé que siempre has hecho eso. Cazar vampiros. También sé que eres gran parte
del grupo encargado de mantener a todos aquí a salvo, concedió ella,
mirándolo a los ojos. Esos extraños y dorados ojos. Pero la forma en que
te lanzas a la batalla como si no tuvieras nada que perder, como si no te
importara que pudieras perder tu vida, me aterra.

No sé hacerlo de otra manera. No parpadeó, y su estómago hizo un rollo


lento. Parecía salvaje. Peligroso. Todo depredador.

Ella volvió a su declaración una y otra vez en su mente. Lo que estás


diciendo es que seguirás luchando contra los vampiros de la manera que
siempre lo has hecho.

Su mirada se mantuvo fija en la suya. Se sintió atrapada allí, prisionera.


No podia mirar a otro lado. Estaban encerrados en una batalla que no
entendía. Era como si estuviera conteniendo el aliento. Esperando. Se
miraron el uno al otro por lo que parecía eterno. Dragomir, dímelo.

Estaba tan quieto. Agarrándose como si en cualquier momento pudiera


estallar. Eso era muy diferente a él. Siempre tenía tanta confianza en sí
mismo.

Bookeater
Dark Legacy
Confianza que bordeaba la arrogancia.

No hay otra manera de luchar contra el vampiro y ganar.

Una vez más, su tono y expresión no dieron nada. Nada. Todavía


esperaba, se mantenía demasiado quieto, como si el hacha cayera en
cualquier momento. Le faltaba algo importante, algo que necesitaba
abordar de inmediato. Ella mordió su labio inferior, su corazón
comenzó a golpear fuera de ritmo con el suyo. En el momento en que
sucedió, él tomó su mano y presionó su palma contra su pecho, justo
sobre su corazón.

̶ Necesito que me digas lo que está mal. ̶ Emeline susurró. Ella


detestaba verlo tan molesto. Le dolía verlo tan dispuesto a creer...
¿Qué? ¿Que estaría tan molesta con él, que lo rechazaría? Eso no tenía
sentido, pero el sentimiento persistente se mantuvo con ella.

̶ Estás enojada conmigo.

̶ No lo estoy. No es así. ̶ ¿Cómo podía estarlo? Había salvado a Amelia,


incluso cuando ella le dijo que él era su elección e incluso implicaba
que él tuviera que elegir, para salvarse a sí mismo.

̶ Sívamet.

Bookeater
Dark Legacy
El cariño se apoderó de ella. A través de ella. Su corazón. Le había
dicho lo que significaba, y le encantaba cuando la llamaba así. No era
sólo el cariño, era la forma en que lo decía, el tono, esa suave caricia en
su voz. Lo que queria decir cuando la llamaba así.

̶ Estás enojada conmigo porque piensas que voy a la batalla sin pensar
en ti y en nuestra hija. Estás enojada conmigo porque cuando entré en
peligro, me negué a permitir que me acompañaras.

Abrió la boca para protestar, pero tuvo que cerrarla. Él estaba en lo


correcto. Tenía razón. No había querido que luchara contra el vampiro
cuando podia haber sido asesinado. Había sido herido horriblemente
más de una vez. Ella también estaba enojada en nombre de todas las
mujeres que él encerraría en una casa mientras que una batalla se
llevaba a cabo afuera.

̶ De acuerdo, sí ̶ concedió ella. ̶ Pero no entiendo por qué estás tan


molesto porque estoy enojada. Sucede entre dos personas cuando hay
un malentendido.

Sacudió la cabeza, deslizándose el pulgar por el dorso de la mano. ̶ No


hay malentendido, Emeline ̶ su voz era más suave que nunca. Triste.
Había dolor en sus ojos. ̶ No tengo otra opción. Para volver a casa, a ti,
debo empujarte y a nuestra hija de mi mente y luchar como siempre. Si
estoy dividido, mis pensamientos contigo, el miedo en mi mente, no
tendría una oportunidad contra los no-muertos. No sé de otra manera.

Bookeater
Dark Legacy
Le dolía el corazón. Un dolor físico. Forzó el aire a través de sus
pulmones. Ella no era débil. Se había atado a un hombre que siempre
estaría en la línea de frente. Siempre decidido a mantener a los que le
rodeaban a salvo. Ese era quien era. Si ella lo amaba -y lo hacía- tenía
que aceptar eso en él. También tenía que aceptar cómo se mantenía a
salvo.

Ella tocó su labio inferior con su lengua, calmando la pequeña marca


de mordida que había hecho antes. No le gustaba que se lanzara a la
batalla sin pensar en su propia vida, pero si decía que tenía que luchar
de esa manera para sobrevivir, tenía que encontrar la manera de
aceptarla. No había desviado la mirada de ella. Ni una sola vez. Ella lo
sintió moviéndose en su mente. Eso era íntimo, la manera en que su
mente rozaba la suya, tan suavemente, la forma en que él tocaba su
piel, esa era la forma en que él tocaba su mente.

̶ Lo entiendo, Dragomir. Lo hago. Haré todo lo posible para no


preocuparme demasiado. ̶ Como si eso sucediera. ̶ Te amo. Cuando
una mujer ama a un hombre, ella se preocupa. No puedo parar eso.

Él llevó su mano a su boca, todavía mirándola a los ojos. ̶ ¿Y lo otro?

Emeline se dio cuenta inmediatamente de que era "lo otro" lo que más
le preocupaba. ̶ Me doy cuenta de que eres de un tiempo diferente
donde las mujeres no tenían derechos y sus hombres se ocupaban de
ellas.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Las mujeres de los Cárpatos siempre han tenido derechos ̶
interrumpió. ̶ Son apreciadas. Atesoradas. Sabemos lo capaces que son.

̶ Blaze y Charlotte van con Tariq y Maksim. Están a su lado cuando hay
una batalla.

̶ ¿Eso nos afecta cómo?

Pareció genuinamente perplejo. Ella suspiró. ̶ Dragomir, no puedo ser


encerrada.

̶ No te hubieras quedado donde estuvieras a salvo.

Si era honesta, no se habría quedado en la casa. Ella habría intentado


ayudar de alguna manera. No era como Blaze, una guerrera. Nunca lo
había sido. Pero seguia su propio camino y tomaba decisiones por sí
misma. Había estado haciendo eso desde que era muy pequeña.

̶ Tal vez no lo hubiera...

̶ No lo harías ̶ dijo. ̶ No hay un tal vez, Emeline. Te habrías apresurado


a ayudar a esos niños sin pensar en las consecuencias para ti, la bebé o
para mí.

̶ Tiene que ser mi elección.

Bookeater
Dark Legacy
Por primera vez, apartó la mirada de ella, pero no antes de que ella
captara esa terrible tristeza en sus ojos, como si acabara de destrozar su
mundo. Ella acurrucó la palma de su mano alrededor de su nuca. ̶ Lo
estamos hablando, Dragomir. Eso es lo que hacen las parejas.

Sacudió la cabeza. ̶ No se puede hablar, Emeline. Tengo siglos de


antigüedad. Hay cosas sobre mí mismo que no puedo cambiar. Una de
esas cosas es mi necesidad de mantenerte a ti y a nuestros niños
seguros. Tengo que saber eso antes de ir a la batalla. Tu piensas que es
razonable ponerte a ti y a nuestra hija por nacer en peligro. Yo no.

̶ ¿Así que porque eres más grande y más fuerte tenemos que hacerlo a
tu manera? ̶ Ella trató de mantener la beligerancia fuera de su voz, pero
sentía un poco de confrontación.

Sacudió la cabeza. ̶ Lo hacemos a mi manera porque no puedo hacerlo


de ninguna otra forma. Quiero ser todo lo que necesitas, Emeline. No
necesitas esto, pero yo lo hago. En una relación, tiene que haber
compromiso. Debo aprender maneras modernas para asegurar tu
felicidad. En algunas cosas, tendrás que renunciar a formas modernas
de asegurar la mía.

̶ ¿Te importa si Blaze entra en batalla con Maksim?

Sacudió la cabeza. ̶ Blaze es una buena guerrera. Tú no lo eres, ni lo


serás jamás. Veo en tu mente, sívamet. Tienes compasión por todas las
cosas. Tienes determinación y coraje.

Bookeater
Dark Legacy
Tú lucharías a mi lado, pero el costo sería horrible. No hay necesidad
de probarme a mí o a nadie más que estás dispuesta a luchar. Quiero
que aprendas a manejar las armas modernas que se están
desarrollando para matar al vampiro. Quiero que seas una experta en
usarlas. Lo que no puedo querer es sin necesidad pongas tu vida en la
línea porque piensas que deberías.

̶ ¿Por qué tu vida vale menos que la mía?

̶ No lo pienso. Tengo siglos de experiencia y no puedes esperar


alcanzarme. Sinceramente, Emeline, tú eres la otra mitad de mi alma.
Soy lo que necesitas y tú eres lo que necesito. Blaze es lo que Maksim
necesita. No puedo tener una guerrera como compañera. No puedo. ̶ Él
negó con la cabeza y sus ojos dorados estaban de vuelta en los de ella.
Sosteniendo la mirada. Esperando el juicio. Esperando que ella le dijera
que no podía vivir con él de la manera que era.

Emeline quería tranquilizarlo, pero primero tenía que saber en su


propio corazón si podía vivir con el hombre que él era. Ella estaría
siempre escondida mientras él iba a la batalla. Nunca se detendría. No
porque tuviera una compañera y no cuando tuvieran hijos. Luchar
contra el vampiro estaba arraigado en él. Nunca se detendría, y ella
siempre se preocuparía.

Bookeater
Dark Legacy
¿Sería mejor si luchaba a su lado? No era como Blaze. Nunca lo había
sido. No le gustaba la confrontación y ciertamente, a pesar de ser
enseñada por el padre de Blaze, no le gustaba pelear. Sin embargo,
saber que Dragomir estaba en peligro y ella no podía hacer nada... Si él
estaba herido y ella estaba encerrada, se volvería loca.

Ella sacudió su cabeza. ̶ Tenemos que encontrar un compromiso,


Dragomir. Estoy bien sin entrar en batalla. No quiero enfrentarme a un
vampiro nunca más. Yo no. Por otro lado, tengo que ser capaz de
defender a mis hijos, mi vida y la tuya si es necesario. No puedo ser un
pequeño ratón sentado en casa esperando que mi gran guerrero malo
regrese.

̶ Nunca he pensado en ti como un pequeño ratón, ̶ negó.

̶ Quiero que seas capaz de defenderte, y a los niños y a mí, si es


necesario. Lo que no quiero es que tomes una decisión precipitada
porque, como anoche, las cosas parecen sombrías. Tendrías que darme
tu palabra de que me buscarías para orientarte en una situación.

̶ Entonces tendrías que darme tu palabra de que me llamarías si


necesitas ayuda incluso en la peor situación.

̶ ¿Entiendes lo que le sucede al hombre Cárpatos si su compañera


muere?
Ella sacudió la cabeza lentamente. Algo sobre la forma en que hizo la
pregunta hizo que su corazón latíera más rápido. Estaba bastante
segura de que no le iba a gustar la respuesta.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Tenemos dos opciones. Nos suicidamos, o nos volvemos vampiros.
Ocurre rápido. Uno no puede tomar el cambio repentino, de la luz a la
completa oscuridad. Todo se fue después de tener todo lo que es
hermoso. ¿Puedes imaginar qué tipo de vampiro sería con el
conocimiento almacenado en mi cabeza? Estaría destrozando el
mundo, Emeline. Ese es uno de mis mayores temores. Siempre lo ha
sido. Por eso elegí la hermandad. Vivir en el monasterio cuando llegué
al punto de no retorno, en lugar de convertirme vampiro vampiro.

̶ No lo harías.

̶ Si te hubieras ido, lo haría.

Oyó la convicción en su voz. ¿Por qué estaba discutiendo?

̶ No soy Blaze. No quiero luchar contra los vampiros. Sólo quiero que
entiendas que tengo que tomar mis propias decisiones. Necesitas
explicarme las cosas que necesitas para hacerte feliz. Tengo que ser yo
quien haga la elección. No puedes obligarme. Eso es una dictadura, no
una sociedad.

̶ Comprende la clase de hombre que soy, Emeline.

Bookeater
Dark Legacy
Una vez más, podía oír tristeza en su voz. No creía que pudiera aceptar
quién era. Creía que lo rechazaría. Su aliento salió de sus pulmones.
Ella entendía ese sentimiento. Lo había tenido toda su vida. Había
vivido sin aceptación. Le había dado la aceptación incondicional de ser
quien era.

Detestaba pelear. Siempre lo había hecho; todo cuanto recordaba, había


tenido que luchar contra los hombres, luchar por la comida, luchar por
el derecho a ser educada. Dragomir sabía todas esas cosas sobre ella,
porque a diferencia de ella, había mirado sus recuerdos y tomado esas
cosas en consideración. Había sido una cobarde y no había
considerado sus recuerdos. No había querido ver la horrible fealdad de
su vida, pero si se había molestado en aprender todo lo que pudiera
sobre él, sabría lo que necesitaba.

Ella respiró hondo. Cualquiera que fuera el compromiso que ella


hiciera, él esperaría que ella lo guardara. Si ella diera su palabra, ella
debería esperar guardarla también. ¿Podría? Si hubiera peligro, como
lo había habido la noche anterior, para los niños, para las otras
mujeres, para él, ¿podría ella permanecer en su casa y permitir que él y
cualquier otro entraran a la batalla sin ella?

̶ Quiero darte mi palabra. Sé que necesitas eso de mí.

̶ Pero no puedes.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Aún no ̶ admitió ella a regañadientes. ̶ Necesito llegar a un lugar
donde sepa cómo funciona todo esto antes de que pueda darte mi
palabra de honor.

̶ ¿Puedes aceptarme poniéndote en una posición segura, Emeline?


Porque lo haré. No te equivoques, te protegeré de todas las batallas
hasta que tenga tu palabra de que lo harás tú misma.

Oyó la implacable resolución en su voz. La encerraría. Tomaría la


decisión de sus manos. Ella tenía que aceptar eso o... ¿qué? ¿Perderlo?
Eso era inaceptable.

Ella mordió las yemas de los dedos nerviosamente. ̶ Por ahora, cuando
algo suceda, sálvame, Dragomir, pero déjame una salida en tu mente
para que pueda llegar a ti si estás herido y necesito hacer eso.

El alivio se deslizó en el oro de sus ojos. Él asintió lentamente. ̶ Gracias,


Emeline. Me doy cuenta de que es difícil para ti darme eso y eres aún
más apreciada por hacerlo. Usaré tu consentimiento con cuidado y lo
menos posible.

Ella se inclinó hacia él para besarlo. Ella se había fijado en sus ojos,
pero su boca era igual de intrigante para ella. Él sabía muy bien. A ella
le encantaba eso. Él sabía peligroso.

Bookeater
Dark Legacy
Él era ambas cosas y, sin embargo, él era suyo. Tenía que ser lo
suficientemente valiente como para mirar a su mente y ver esos
terribles recuerdos, el vacío que llevó a los hombres de honor a
convertirse en los peores monstruos de la tierra.

Él la besó como el pecado. Como el cielo. Ella se entregó porque había


odiado esa mirada en sus ojos, la que decía que pensaba que ella no lo
querría como él era. Se entregó porque era sólo sexy y sus besos eran
más calientes que la mayoría de la tormenta de fuego de control
externo imaginable.

Ella apoyó su cabeza sobre su corazón. ̶ Te amo, Dragomir.

̶ Sé que crees que lo haces, Emeline. Sé que eres mi compañera y dijiste


que yo era tu elección, pero no soy un hombre fácil. Te juro que te daré
todo lo que pueda, todo lo que quieras o necesites, pero no puedo
darte el derecho de luchar a mi lado cuando batalla con vampiros.
Nunca seré ese hombre.

No pensaba que alguna vez sería esa mujer. Ella era más la clase de
mujer que se lanza al peligro sin pensar en ello porque un niño estaba
en necesidad.

̶ Había tantos en las calles, Dragomir. Niños, sin hogares. Chicos.


Chicas. Siempre había algún tipo de problema. La mayoría de las veces

Bookeater
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corrí, igual que los otros, pero a veces alguien fue capturado y si no
volvía para ayudarlo... ̶ Ella se detuvo, tratando de no pensar en los
peligros de ser un niño en la calle. ̶ No esta en mi naturaleza querer
luchar, pero si proteger a los niños.

Él sonrió por primera vez esa noche y se dio cuenta de que había
estado esperando. Esperando por ello. Necesitándolo.

̶ Todo el mundo, Emeline. Tú tienes tu manera de proteger a todo el


mundo. Es posible que no quieras luchar físicamente, pero no puedes
evitar entrar corriendo cuando otros tienen miedo.

Lo dijo con admiración y eso fue un bálsamo relajante cuando supo


que no pensaría dos veces antes de ponerla en un lugar seguro si la
situación volvía a surgir, y estaba segura de que lo haría.

-¿Qué vamos a hacer con Amelia?

Sabía que había cambiado el tema deliberadamente porque no había


dónde ir con él, así que lo dejó. -No sé si puedo localizarla, Dragomir,
pero si me llevas a ella, lo intentaré.

Se puso de pie en esa manera fluida y sexy que tenía, tirando de ella
con él. Él la había vestido, y era un vestido largo de nuevo, uno que se
arremolinaba alrededor de sus tobillos. Era un vestido de cintura
imperio con negros encajes, un dobladillo de globos y mangas de
pétalos.

Bookeater
Dark Legacy
El escote era en V, y no demasiado bajo. Amaba la forma en que se
sentía en ella, girando alrededor de sus tobillos.

-¿Te quedas toda la noche buscando en los de catálogos vestidos?

Frunció el ceño, desconcertado por lo que le preguntó. ̶ No sé lo que


eso significa, pero miro en tu mente y veo imágenes que tienes allí.

Ella se echó a reír. Había sido la que buscaba en los catálogos. Tuvo
toda su vida porque no podía permitirse el tipo de ropa que quería. No
necesitaba pagarlos ahora, podía hacerlos de la manera que lo hacía
Dragomir, aunque a ella le gustaba que eligiera vestidos para ella.

-Me gusta este-, reconoció, alisando su mano por la tela. -¿Por qué gris?
Habría pensado que era el único color que evitarías.

-Yo también lo pensé -accedió él, tomando su mano-. -Pero la imagen


en tu cabeza era gris, y no se veía igual que el mundo sombrío en que
vivía. Este gris es vibrante, y contra el acento negro bastante hermoso.
Sabía que sería hermoso con tu cabello y tus ojos. -Se pasó la mano por
su costado, por la curva de su cadera-Quiero que siempre te sientas
hermosa, Emeline. Tienes una lista de favoritos.

Se había olvidado de haber hecho eso. Parecía hacía tanto tiempo.


Todo había sucedido tan rápido.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Tú lo haces. Sigues agregado a esa lista para mí. Si está ahí, lo usaré.

Salieron por la puerta de su casa y se sorprendió al ver que todo


parecía igual. El césped era verde sin los agujeros de los topos. Los
macizos de flores estaban intactos. No había pájaros muertos en el
patio. El patio de juego estaba allí, con columpios, toboganes y equipo
de escalada. Los dragones de piedra estaban sentados allí esperando a
los niños. El lago estaba tan hermoso como siempre.

-Debe ser agradable ser Cárpato y poder limpiar todo después de una
batalla con una ola de tu mano.

Él río suavemente y llevó su mano a su boca, mordisqueando sus


dedos. -Emeline, eres Cárpato. Todo lo que puedo hacer, tú también.
Imagínalo en tu mente y puedes hacerlo. Trabajaremos las cosas que
más quieres.

Se había olvidado de eso. Los colores se le subieron al cuello y la cara,


pero no le importó. Le encantaba la idea de que podía hacer tantas
cosas pensando en ellas. -Quiero volar y luego volar un dragón. En
cuanto tengamos un poco de espacio para respirar, enséñame.

-Debería haber sabido que sería el primero en tu lista. Por supuesto.


Eso es bastante fácil.

-Pensé que los niños vivían en la casa de allí. Emeline indicó la casa
más pequeña cerca del agua.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir sacudió la cabeza. -Tariq y Charlotte quieren que vivan con
ellos ahora. Los han adoptado oficialmente en el mundo humano. En
nuestro mundo, ya eran de ellos. Creo que Tariq cree que pronto
tendrán que convertir a Amelia. No cree que pueda superar esto de
otra manera. El trauma ha sido demasiado para su mente. Primero el
terror de lo que Vadim hizo en la ciudad subterránea y luego su uso de
ella para dañar a los que ama. Quieren que los niños se acerquen a
ellos.

Emeline sacudió la cabeza. -Ella no se convertirá mientras Bella


permanezca humana. Hablamos de ello varias veces. Ha estado
cuidando a su hermana pequeña desde el día en que nació. No quiere
que alguien más lo haga ahora.

Dragomir se encogió de hombros. -No soy Tariq. Estos son sus hijos y
él tiene el derecho de hacer lo que crea conveniente.

-¿Qué significa eso?- Ella lo miró, los nudos en su estómago apretando.

-Sólo que hago lo que es mejor para mi hijo sin importar lo que cree
que quiere. Si necesita ser convertida, lo haría en un instante. Si Bella
fuera mía, la convertiría también. De esa manera, cuando descanso,
ellos también, y no tengo que preocuparme de que no sirvan para
nada.

-¿Y Danny?

Bookeater
Dark Legacy
Hubo un pequeño silencio. -Danny es un problema. No lo habría
pensado, pero veo a Gary y me doy cuenta de que convertir a un
macho no es lo mismo que convertir a una hembra. El macho debe
estar impreso con las palabras rituales vinculantes. Los antepasados
deben aceptarlo. La línea debe retroceder siglos. Danny tendría que ser
aceptado por los antepasados de Tariq. Habría un riesgo para él. No es
pequeño.

-¿Qué clase de riesgo?

-Te dije lo que le sucede al hombre Cárpato cuando pierde a su


compañera. Toda la emoción y el color se arrancan de él. Pasar de esa
luz a la fealdad de la oscuridad tan rápido, sin todos los años de
desvanecimiento suavemente, causa un esclavo. Locura. Eso le sucedió
al sanador. Por lo que me han dicho los demás, tomó el príncipe de los
Cárpatos y su segundo al mando, Gregori, para evitar que se
convirtiera.

-¿Crees que podría pasarle a Danny?- La idea era aterradora. -Es sólo
un niño.

-No sé qué pasaría. En mi época, no había cuestión de convertir a los


humanos. No estaba hecho. Nunca he oído hablar de un niño
convertido. Nuestros hijos permanecen así hasta los cincuenta años.
Danny es un bebé en nuestro mundo.

Bookeater
Dark Legacy
Tendría que morir y renacer en los Cárpatos. Su alma se dividiría, y en
algún lugar del mundo nacería un niño con la otra mitad de su alma. Si
yo fuera Tariq estaría consultando al príncipe y a cualquier otro que
tuviera conocimiento para compartir lo que le ocurriría al muchacho.

-No puedo imaginar a Amelia convertida si sabe algo de esto. Ella se


quedaría con él.

-De nuevo, no le daría a mi hija la elección. Haría lo que fuera mejor


para ella.

Emeline apretó su mano sobre su estómago de manera protectora. Ella


haría lo mismo por su hija. ¿No todos los padres? Ella suspiró. Amelia
era humana, y Tariq y Charlotte eran Cárpatos. Si convirtieran a todos
los miembros femeninos de la familia, pero no a Danny, ¿qué pasaría
entonces? Eventualmente habría una división.

-No pienses en ello, sívamet. Tariq es un hombre sabio. La razón por la


que los demás lo siguen, la razón por la que me quedé cuando sabía
que debía ir, era por causa de Tariq. Hay algo convincente en él, y me
encontré deseando protegerlo y lo que está tratando de construir aquí.
Es inteligente y ha encontrado una manera de atraer a la gente de los
Cárpatos a este siglo. Él es leal a nuestro príncipe y se asegura de
mantener el contacto con él en todo momento. Confía en él para
encontrar la solución para su familia, así como encontraremos
soluciones para la nuestra.

Bookeater
Dark Legacy
A ella le gustaba eso. Le gustaba que sintiera respeto por Tariq y que
una parte de él quería quedarse y protegerlo a él ya los demás. Con
Dragomir vino la hermandad. Eran leales a él ya los demás.

-No entiendo por qué Vadim no se rinde y se va cuando hay tantos


cazadores antiguos aquí. Tariq tiene un ejército de seres humanos con
armas que pueden matar a los vampiros. ¿Por qué Vadim no encuentra
otro imperio donde no haya cazadores?

Dragomir abrió la puerta y entró en el vestíbulo. Ella se quedó atrás. -


Debemos llamar.

-Llamé por adelantado y dejé que Tariq supiera que te estaba trayendo.
Dijo que entrara y subiera las escaleras hasta el primer dormitorio.

Se encontró sonriendo. No estaba segura de que alguna vez se


acostumbrara a la forma de comunicación telepática de los Cárpatos. -
Me gustaría comprar tierras cerca de aquí. Bordeando Tariq y
Charlotte. Tal vez incluso en el lago, aunque el agua me asusta.

Su mirada saltó a su cara. -¿Por qué?

Ella se encogió de hombros, sin querer sonar como una niña asustada. -
Sueños. Malos sueños desde que era una niña. Me culpaba no aprender
a nadar, pero el padre de Blaze me habría enseñado. No quería
aprender porque eso significaba entrar en el agua.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir se puso frente a ella en la escalera, alcanzando detrás su
mano. Lo hacia a menudo, protegiéndola. No estaba acostumbrada,
pero le gustaba. Siempre había intentado imaginar cómo sería tener un
hombre que quisiera protegerla. Para amarla. Ponerla primero. Nadie
había hecho eso jamás. Blaze y su padre eran maravillosos para ella y
ella amaba a los dos, pero siempre se tenían el uno al otro. Sabía que si
no era perfecta, el padre de Blaze no la habría tirado, pero todavía lo
temía y se esforzaba por seguir siempre su mejor comportamiento.

Tariq caminó en el pasillo, con un leve ceño en la cara. Se giró cuando


llegaron a la cima de la escalera.

-Emeline. Gracias por venir. Ni siquiera Gary puede alcanzarla.


Pensábamos que Liv podría hacerlo, pero ella dijo que Amelia había
ido demasiado lejos. No estoy seguro de que la recuperaremos. Si no
puedes hacerlo, entonces no tendré más remedio que convertirla. Gary
no está seguro si eso funcionará, tampoco.

-Haré todo lo que pueda para ayudarla, Tariq, pero no soy sanadora.
No sé cómo hacer las cosas que todos ustedes hacen para sanarse unos
a otros. Es un regalo tremendo, pero no estoy segura de poder hacerlo.

-Estaré contigo-, aseguró Dragomir.

Emeline no estaba segura de que eso fuera lo mejor para Amelia. La


adolescente tenía miedo de Dragomir.

Bookeater
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Todos los niños lo tenían. Ella sabía que Amelia en particular lo hacía
porque lo habían discutido. Una vez, cuando pasó, su cabello largo
fluía como una cascada hasta la cintura y sus ojos dorados vivos con
calor y peligro, Emeline había esperado a hablar hasta que se fue al
cielo, usando dos pasos corrientes y luego se fue. Había sido
impresionante. Su cuerpo había reaccionado a pesar del dolor que la
había atormentado, y ella se volvió para encontrar a Amelia mirando el
mismo lugar donde había llegado al cielo.

Se habían mirado la una a la otra y luego se rieron, convenido que él


estaba más caliente que el infierno y debían mantenerse alejadas de él.
Había visto la tímida admiración en los ojos de Amelia, pero también
el miedo. Él era grande y malo y simplemente aterrador. También le
asustó a Emeline, así que no había intentado persuadir a Amelia para
que se sintiera diferente.

-Déjame sentarme con ella por unos minutos-, dijo Emeline. Empezó a
pasar por Tariq, pero Dragomir la tomó de la mano y la atrajo hacia él.

-¿Qué te asustó sobre el agua, sívamet?-, Preguntó suavemente.

Tenía el estómago revuelto. Anudado. Se sentía ligeramente


nauseabunda. Forzando una sonrisa, sacudió la cabeza. -Yo era una
niña, Dragomir.

Bookeater
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Parecía como si él pudiera objetar y obligar a su explicación, pero al


final, él cogió su barbilla en sus dedos y forzó su cabeza hacia arriba. -
Bésame.

Ella lo haría en cualquier lugar, en cualquier momento. Ella apoyó su


cuerpo en el suyo y se entregó a su beso. Siempre tenía hambre.
Dominante. Sabía cómo el pecado, el sexo y el amor. Tanto amor. Lo
besó una y otra vez, deseando que estuvieran solos, y luego se apartó
abruptamente para mirarlo. -Me estás distrayendo.

-Así que estás pensando en algo que amas en lugar de algo que temes.
Sé fuerte por los dos. Tú naciste para mí -dijo-, pero también por esto.
Para niños como Amelia que necesitan una mujer fuerte y valiente para
guiarlos cuando están perdidos. Haz lo que haces mejor.

No había pensado que hiciera nada mejor, excepto tal vez bailar. Pero
eso no era algo que otros necesitaban. Miró a Tariq, con las líneas de
preocupación en su rostro. Charlotte salió del dormitorio, sus ojos rojos
de llorar, su brazo alrededor de Liv, quien también estaba llorando.
Valentín era su sombra, sus rasgos sombríos.

La esperanza se había perdido. Ella podía ver eso.

Bookeater
Dark Legacy
-Todos cuentan conmigo. ¿Qué pasa si no puedo hacer esto?- Se acercó a la
única persona que sabía que siempre iba a estar allí para ella.

-No se trata de ellos. Esto es entre tú y Amelia. Lo que te pasó, le sucedió a ella
también. Vadim y sus peones violaron a las dos. Es una niña. Apenas catorce
años. Traumatizada. Asustada. Vadim puso parásitos en ti, pero él le puso una
astilla de sí mismo en ella. La obligó a inyectar a su hermana de tres años con
parásitos.

Trató de matar a Liv. ¿Sabes que ella luchó contra él? Un maestro vampiro.
Allí bajo el agua, con Liv ahogándose, sabiendo que la mataría, trató de luchar
contra su influencia. Eso es magnífico, Emeline. Y, sívamet, también eres tú.
Ella hizo lo tu hubieras hecho.

Respiró hondo y lo dejó escapar, mirando hacia su amada cara.


Siempre la hacía sentir valiente y perfecta. En sus ojos, tal vez lo era.
Quería hacerlo. Tenía que conseguir que Amelia se diera cuenta de que
era valiente y perfecta también. Tenía que encontrar una manera de
guiarla de nuevo a ellos. -Te amo-, dijo suavemente, deseando que los
otros oyeran. Porque su hombre era valiente y perfecto y siempre sabía
lo que debía decirle.

Entró en el dormitorio, vaciló y luego cerró la puerta. Había cosas que


eran privadas, cosas que otros no necesitaban saber, no de ella y no de
Amelia. Se dejó caer sobre la silla junto a la cama y tomó la mano de
Amelia. La adolescente parecía tan pálida que estaba casi gris. Era
desconcertante ver que sus ojos estaban abiertos. Vidrioso. Ella se fue.
No había Amelia en esa concha.

Bookeater
Dark Legacy
Se quedó un buen rato mirando al adolescente. Había sido una vez
hermosa, igual que Emeline. Vadim las había lastimado a ambas hasta
que no se sintieron o vieron de esa manera. Dragomir había
intervenido para Emeline se recuperara. Ahora Amelia la tenía a ella.
La curandera, Tariq, Charlotte y Liv habían probado la forma cárpato
de recuperarla. Nadie había intentado llegar y conectarse. Eso era todo
lo que Emeline tenía. La verdad y la forma obscena con que estaban
conectados. Dios lo sabía, ella no quería revivir un momento de ese
tiempo, pero Amelia estaba allí y no había otra manera de recuperarla.

Emeline tomó otra respiración profunda, puso sus hombros y sacó


todo el valor que tenía. –Bebé-, ella saludó suavemente. Sé que estás
encerrada lejos de nosotros, en algún lugar seguro. En algún lugar
donde los monstruos no pueden llegar a ti. Lo sé, porque he ido allí
una o dos veces. Está bien ir allí; todos necesitamos ese respiro de vez
en cuando. No es cobardía, es autopreservación. Sólo sé que no puedes
quedarte allí.

Acarició el brazo de Amelia. -Lo sé, Amelia. Los horribles vampiros de


Vadim me rodearon y me estrecharon. Me quitaron la ropa. Algunos
de ellos me lamían con sus lenguas. Sus lenguas eran negras y
accidentadas con parásitos que se movían sobre ellos. Cuando tocaron
mi piel me sentí sucia.

Bookeater
Dark Legacy
Observó a Amelia de cerca. El cuerpo nunca se movía. Su piel estaba
fresca al tacto. ¿Tenían esa pestañas revoloteadas, o Emeline sólo
quería que lo hicieran? ¿Podría hacer esto otra vez? ¿Revivir todo para
Amelia? Tenía que hacerlo, porque era lo que Amelia estaba
escapando, lo que no podía enfrentar, y tenía que saber que no estaba
sola.

-Cuando le conté a Dragomir, dejé fuera detalles como ese porque no


quería que él supiera. No quería que nadie lo supiera. La forma en que
se sintió cuando Vadim agarró mis ovarios, cuando me puso los dedos-
Ella se ahogó con eso. Un estremecimiento atravesó su cuerpo. Ella casi
lo alcanzó pero ella supo que esto estaba entre ella y Amelia. Una niña.
Una niña que el vampiro había tratado de la misma manera.

-Dentro de mí, Amelia. Su mano estaba dentro de mí. Me sentí tan


sucia. Me sentí como si nunca pudiera sacarlo de allí. Ella pasó los
dedos por la de Amelia y se aferró a ella. Cuando miró al rostro de la
niña, había lágrimas corriendo por sus mejillas y esta vez, sus ojos
estaban cerrados, no estaban abiertos mirando fijamente.

-Me dolió tanto-. Susurró la verdad. -Sabía que quería que me doliera.
Me hizo herir porque mi dolor le causaba placer. Mi miedo le daba aún
más placer, pero aun sabiendo eso, no podía dejar de llorar. No podía
dejar de pelear con él. Me hizo sentir débil e indefensa. Me hizo sentir
sucia, e indigna. No quería que nadie lo supiera, pero lo sabía. Sabía
cómo me tocaban, las cosas que decían.

Bookeater
Dark Legacy
Un sollozo escapó de Emeline, y el sollozo de Amelia lo acompañó.
Amelia apretó los dedos alrededor de la suya.

-Entonces puso esa aguja en mí. Era tan gruesa y larga, y cuando él
empujó ese émbolo y vació el contenido en mí, era tan aterrador y
doloroso que no podía dejar de gritar. Todos se rieron, y él tomó mi
sangre. Él sólo hundió los dientes en mí y se sentía tan horrible. Quería
ir a ese lugar, Amelia, donde sabía que estaría a salvo, pero no pude
llegar allí. Ni siquiera cuando me obligó a beber su sangre-. Susurró la
última admisión porque la avergonzó. La enfermó. -Esa sangre negra y
ácida con los parásitos temblando en su lengua y bajando por su
garganta.

-Luego me hizo beber más sangre de una taza. Había algo en mi cara y
labios y los otros vampiros lucharon para lamerlo. Él lo hizo. Vadim.
Agitó la mano y ninguno de ellos pudo moverse, y me la lamió.

Su cuerpo se estremeció. Sabía que las lágrimas corrían por su rostro.


Miró a Amelia para encontrar a la chica que la miraba. Se miraron la
una a la otra, un horror compartido en sus ojos.

-Eres la única a la que puedo contar todas estas terribles cosas-, dijo
Emeline. -Eres la única que entendería lo que sentía. Lo que sigo
sintiendo.

Bookeater
Dark Legacy
-Como si nunca pudieras volver a ser bueno -susurró Amelia. -Él tomó
todo y luego me hizo herir a la gente. Dragomir. Él luchó por ti y luego
luchó por mí, y Vadim me hizo herirlo-. Ella cerró los ojos de nuevo. -Y
a Liv.

-No le hiciste daño a Liv ni a Dragomir. Incluso si lo hubieras hecho,


esa no eras tú, era Vadim. Entiende eso, Amelia. Tuve que entenderlo
cuando supe que estaba llevando un bebé y había parásitos en mí...

-Bella. ¿Cómo podría hacerme hacer eso? ¿Cómo podría haber seguido
sus instrucciones?

-Los vampiros pueden tomar nuestra voluntad. Vadim es


particularmente poderoso, pero aún luchaste. Dragomir dijo que eras
valiente como yo. Cree que eres magnífica. Realmente usó esa palabra,
magnífica.

La voz de Amelia decía que no lo creía.

-Lo hizo-, aseguró Emeline. -Sé que es difícil enfrentar a los demás,
pero, cariño, es nuestro propio miedo y culpa, no lo que sienten por
nosotros. Es lo que él plantó en nuestras mentes. Quiere que sintamos
miedo y culpa. No quiere que tengamos ningún tipo de vida porque
eso significa que pierde. Quiero que pierda. Tienes mucha gente que te
ama. Quieren que estés con ellos, no perdidos en un mundo sin
ninguno de ellos. No en algún lugar que tenías que ir a escapar de
Vadim. Tariq y Charlotte te quieren como a su hija.

Bookeater
Dark Legacy
-Estoy... impura.

-¿Soy inmunda?- Emeline la miró directamente a los ojos.

Parecía confundida. -No. Eres increíble. Quiero ser como tú, Emeline.
Eres hermosa y valiente.

-Me ha hecho lo mismo que te hizo -observó Emeline-. -Si no soy


inmunda, tampoco lo eres. Dragomir dijo que somos iguales, y él
debería saberlo.

Hubo un pequeño silencio. Amelia cerró los ojos ante la inundación de


lágrimas. -Tengo tanto miedo, Emeline -susurró. -No sé si soy lo
suficientemente fuerte.

-Bebé, estaré aquí contigo. Tariq y Charlotte estarán contigo. Dragomir


estará contigo también. Tienes Danny y Liv y la pequeña Bella y
Lourdes. Genevieve apenas ha dejado tu lado. Quiero que pienses en
esto. Somos iguales, tú y yo. Nos han tocado monstruos, pero todavía
estamos de pie. Vamos a crecer tan fuerte que si viene a Bella o a
Lourdes, si va tras Liv o Danny, estaremos allí para detenerlo.
Aprenderemos cómo manejar esas nuevas armas y cómo matar
vampiros si tenemos que hacerlo. Seremos la última línea de defensa
para ellos.

Bookeater
Dark Legacy
Emeline extendió la mano. -Vamos, Amelia. Podemos hacerlo juntas.

Ella vaciló, pero luego asintió, empuñando la mano de Emeline con


fuerza.

Bookeater
Dark Legacy
15

-Hasta ahora, Vadim ha sido el agresor cada vez-, dijo Tariq,


mirando alrededor del círculo de los antiguos, los hombres en los que
confiaba como su familia. -Creo que es hora de que retrocedamos y
golpeemos duro. Sé que muchos de ustedes han estado buscando y
escudriñando alrededor de San Diego y los parques y colinas
circundantes, pero hasta ahora no tenemos nada.

Los antiguos se miraron, sacudiendo la cabeza. -No es nada -dijo


Tomas-. -Se dirigen hacia el agua y los perdemos allí. He comprobado
los barcos. Todos lo hacemos. El muelle, el almacenamiento,
desaparecen sin dejar rastro.

-Incluso los vampiros más nuevos-, agregó Lojos. -Deliberadamente


me he dirigido a ellos porque tienden a dejar un lío de tal manera que
sea más fácil de encontrar. Hemos notado que tienen otro vampiro con
ellos, uno que ha convertido hace más tiempo.

-Vadim no se arriesga con sus reclutas.

-Eso es preocupante en sí mismo-, dijo Tariq con un suspiro. -Ningún


vampiro maestro se ha preocupado nunca por vampiros menores.
Siempre han sido los peones al sacrificio.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir observó la cara de Gary. Tenía el conocimiento de tantos
siglos de batallas, de experiencias. Gary se volvió y lo miró con sus
extraños ojos azules, tan llenos de plata que era difícil saber cuál era su
color de ojos. Sacudió la cabeza. -Si un vampiro maestro ha tenido
alguna vez un comportamiento similar, no tengo conocimiento de ello.

Sandu tamborileó con los dedos sobre la mesa. -¿Cuál es el empate


aquí? ¿Es realmente la compañera de Dragomir? ¿Emeline? Ella está
llevando a una niña. Esa niña sería inútil para él, y ya ha tratado de
matarla. Amelia no le sirve de nada. ¿Qué espera ganarse al quedarse
en este lugar? Su ciudad subterránea está destruida- Se interrumpió e
intercambió una larga mirada con Dragomir. ¿Lo hemos comprobado?

-La última vez que comprobamos, estaba completamente destruida -


respondió Mataias. -Vadim echó la cosa abajo después de que la
descubriéramos. No quería que descubriéramos sus secretos, aunque
nos las arreglamos para conseguir más.

Dragomir sacudió la cabeza. -Vadim es astuto. No dejaría atrás nada


que pensara que te llevaría a él. O cualquier cosa de valor para él. Las
cosas que nos permitió recuperar no le servían más.

Afanasiv se inclinó sobre la mesa hacia Tariq. -Si Vadim derribó los
techos de su ciudad, podría haberlos resucitado fácilmente. O los
disfrazó para que echemos un vistazo y veamos lo que quiere que
veamos.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq asintió con la cabeza. -Tengo que estar de acuerdo. Vadim
Malinov siempre ha sido muy inteligente. Todos los Malinovs eran
buenos en la estrategia. Una vez que se convirtieron en vampiros,
tendimos a ponerlos en la categoría de lo impensado, cada emoción
negativa los impulsa. Pero no es así con los Malinov. Se mantuvieron
unidos y tenían un plan.

-Vadim es diferente de los vampiros maestros que he rastreado y


destruido-, agregó Dragomir. Usar su vanidad contra él no funciona.
Disuadirlo no funciona. Tampoco la compulsión. Se mantiene en
control en su mayor parte.

Tariq se inclinó hacia adelante en su silla. -No entiendo por qué


sacrificó a Amelia. Su espía en nuestro campamento. No podría haber
sabido que estábamos en él. Ya sabemos que es paciente. Podría haber
esperado e instruirla para matar a los niños uno por uno. Podría
haberla obligado a ir tras Genevieve. Estábamos mirando para eso.
¿Por qué no lo hizo?

-Está probando nuestras fortalezas y buscando debilidades-, sugirió


Nico. -Hemos terminado con pocos daños porque hay muchos de
nosotros. Pero hasta ahora, no hemos visto de lo que él es plenamente
capaz. El peor ataque fue cuando estaba tratando de readquirir a
Emeline y él mismo vino. Trajo a tantos para su protección.

Bookeater
Dark Legacy
El silencio cayó, roto solo por el tamborileo de los dedos de Sandu
sobre la mesa. En casa, en los Cárpatos, el consejo de guerra habría
sido conducido en la intimidad de las cuevas de los guerreros sagrados
donde sus antepasados habrían escuchado y sopesado las decisiones.
Aquí, en el mundo más nuevo, donde reinaba la tecnología y tenían
que encajar con los seres humanos que los rodeaban, se sentaron en
una mesa oblonga hecha de roble grueso

Tariq soltó el aliento en un siseo largo y lento. -No puedo entender lo


que está tramando, pero sea lo que sea, debe tener algo que ver con San
Diego. Ningún vampiro ha permanecido nunca en un lugar donde
tantos cazadores experimentados se han reunido.

Dragomir oyó la frustración de su voz. Repitió una frustración


semejante dentro de sí mismo. Miró a sus antiguos compañeros del
monasterio. De alguna manera, tuvieron suerte de no poder sentir más.
Comprendieron la frustración de Tariq, pero no la compartieron, y no
les afectó de una manera u otra. Ellos cazaban. Esa era su vida.
Cazaban individualmente o en paquetes.

Hizo poca diferencia cómo atraparon a sus presas, sólo que lo hicieron.

-Quiero que veas el paseo marítimo -dijo Tariq-. -Tomas, Lojos y


Matías, has estado patrullando el muelle, ¿puedes continuar?

-Por supuesto -respondió Tomás-.

Bookeater
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Debemos extender las áreas donde hemos estado mirando sobre el
agua y a lo largo de la costa-, continuó Tariq. -Esparce a lo largo del
mar para abarcar todo lo que podamos.

-Voy a tomar eso-, se ofreció Nicu como voluntario.

-Te ayudaré -añadió Afanasiv.

-Bueno. Los dos trabajan un horario. Vadim y su ejército saben que


estamos vigilándolos, así que no se dejen ver. Incluso si los ves, no
dejes que lo sepan. Tenemos que seguirlos de vuelta a su guarida y
averiguar lo que están haciendo -, Tariq aconsejó.

-Yo echaré otro vistazo a la ciudad subterránea -dijo Dragomir-. -Si


Vadim está escondiendo algo allí, necesitamos saberlo.

Tariq asintió con la cabeza. -Lo más probable es que, si todavía está
usando el metro, tendrá más de un vampiro guardándolo. Si lo está
usando, necesitamos saber por qué y lo que está haciendo. Creo que iré
contigo... "

-No.- Gary declaró la negación firmemente.

Los otros negaron con la cabeza y se movieron incómodamente, como


si pudieran rodear a Tariq y obligarle a quedarse donde estaba.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq pareció sorprendido. Estudió a los antiguos frente a él y luego
lentamente miró alrededor del círculo.

-¿Qué es esto?- La pregunta fue dirigida a Gary.

-Tienes que estar protegido. Vamos a cazar.

-Siempre he cazado-, dijo Tariq. -Concedido, hay muchos en esta mesa


considerados más fuertes y más rápidos, pero me he manejado, estos
siglos, para permanecer vivo. Haré lo que siempre he hecho por
nuestro pueblo.

Dragomir se aclaró la garganta para llamar la atención de Tariq. -


Estamos en un mundo nuevo. Un ambiente que el resto de nosotros
estamos luchando para entender y ponernos al día. Tú estás
familiarizado con este mundo. Tú has compartido tu conocimiento con
nosotros, donde todavía estamos tratando de procesar y aprender a
encajar, lo haces naturalmente. Te has adaptado y te mueves en este
siglo con los humanos como si fueras uno de ellos. Entiendes su
tecnología, y más, miras hacia adelante, anticipando. Te necesitamos.
Todos nosotros. No podemos permitirnos que nada te suceda a ti o a
Charlotte.

Tariq frunció el ceño. -Maksim - se volvió hacia su compañero - -tú


estas tan familiarizado como yo.

Bookeater
Dark Legacy
Maksim sacudió la cabeza. -No es así, Tariq. Habías elegido vivir entre
los humanos mucho antes de que yo viniera. Me instruiste durante
varios años. Yo vivo entre ellos, trabajo entre ellos, pero sigo sintiendo
como si me moviera apenas fuera del paso. Eres un bromista.
Completamente así. Si queremos sobrevivir, tenemos que ser como tú.
Todos nosotros.

-Si nuestros compañeras son humanas, y parece que muchas lo serán,


entonces tenemos que entenderlas-, agregó Afanasiv.

-La tecnología de este siglo es tan avanzada, que es una amenaza para
nosotros-, señaló Sandu. -Tenemos que ser conscientes de las cámaras
en todas partes.

-Reconocimiento de software, dijo Tomas. Los peligros de este siglo.

-Todo -dijo Ferro-. -No es simple, especialmente para aquellos de


nosotros que han estado encerrados por un par de siglos.

Tariq se pasó los dedos por el pelo en agitación. -Lo siento. Debería
haber trabajado con cada uno de ustedes más. Parecían estar
aprendiendo muy rápido. No tengo ningún problema en compartir
información - sólo tienen que preguntar. No puedo meterme en sus
mentes.

Bookeater
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-Nadie aquí cree que has eludido tu deber a nuestro pueblo-, dijo Gary.
-Por el contrario, eres el líder aquí, uno que todos aceptamos, por lo
que debes permanecer seguro.

Dragomir suprimió un gemido. Comprendió lo difícil que era para los


antiguos procesar la emoción, pero habían estado bien en su camino
para convencer a Tariq hasta que Gary usó la palabra "seguro". Seguro
era lo que querían para sus mujeres y niños, no un cazador del calibre
de Tariq.-

Los ojos de Tariq destellaron con una especie de fuego. Ese fuego ardía
en él, profundo, suprimido tal vez, pero siempre allí. Miró fijamente a
Gary. -No soy un líder. Tenemos un príncipe. Su nombre es Mikhail
Dubrinsky, y he jurado mi lealtad a él.-Él es el líder de nuestro pueblo.

Gary asintió con la cabeza. -La mayoría de nosotros hemos jurado


nuestra lealtad a él. Miró alrededor de la habitación, con la mirada fija
en los miembros de la hermandad. -Hay algunas excepciones, pero en
su mayor parte, todo el mundo reconoce a Mikhail como nuestro líder.
Cuando envía órdenes, los que le han jurado lealtad no pueden hacer
otra cosa que obedecer.

Aquellos ojos de color extraño atraparon a Tariq. La línea


Daratrazanoff había producido famosos guerreros y a través de los
siglos, algunos tenían ojos extraños. El azul de hielo rodeado de plata
tenía importancia, pero Dragomir no estaba seguro de lo que era.

Bookeater
Dark Legacy
-¿No es así, Tariq? -preguntó Gary.

-Por supuesto que obedeceríamos a Mikhail-, dijo. -Le envío


actualizaciones diarias sobre todos los asuntos urgentes, que en estos
días abarca casi todo. Espero que tenga ideas de por qué Vadim se está
comportando de la manera que es. –

-Él te ha enviado un mensaje. Lo recibí en el último levantamiento,


pero estábamos bajo ataque y necesitabas mis habilidades como
sanador. Por desgracia, estaba demasiado fatigado para entregártelo.
Gary le empujó un papel a través de la mesa.

Tariq se lo acercó a regañadientes. Muy despacio lo recogió y lo leyó.


Su expresión se oscureció. Frunció el ceño y sacudió la cabeza. No lo
entiendo. -¿Él te envió a mí con qué propósito?- Sus ojos azules se
centraron en Gary. -No necesito un guardaespaldas ni un segundo al
mando. No estoy al mando. Tengo un club nocturno con Maksim.
Tengo esta propiedad, y espero que aquellos de ustedes que quieran
permanecer, y que ustedes van a comprar las propiedades en torno a la
mía. Algunos de ellas me pertenecen y pueden permitirse comprar;
otras necesitan ser adquiridos.

Gary sacudió la cabeza. -estas deliberadamente no entendiendo lo que


Mikhail está diciendo. Es una orden, Tariq. No está preguntando.-

Bookeater
Dark Legacy
Tariq arrojó el delgado pergamino sobre la mesa y saltó, toda la
energía inquieta. Sacudió la cabeza. Gary no se movió, ni siquiera
cuando Tariq paseaba cerca de él, pareciendo amenazador. El Cárpato
era siempre elegante en su atuendo.

Ahora, se veía lo que era, un depredador empujado cerca del borde del
control.

-Está equivocado. Puede preguntarle a otra persona.

-Por orden, Tariq. Esto es una orden del príncipe de nuestro pueblo, -
corrigió Gary. -Me envió a evaluar la situación aquí en los Estados
Unidos. Es horrible. Vadim no es el único vampiro maestro aquí.
Necesitamos más cazadores. Necesitamos un baluarte y una manera de
proteger a nuestras familias y los seres humanos que nos rodean. Ya lo
has pensado y empezado el proceso.

-Yo estaba aquí-, dijo Tariq.

Bookeater
Dark Legacy
Gary sacudió la cabeza. -tú anticipaste esto que está sucediendo mucho
antes de que lo hiciera. Vas a convertirte en un objetivo. Sospecho que
ya eres el objetivo más grande. Vadim sabe que es tu mente contra la
suya. Eres el líder designado en los Estados Unidos. Sólo respondes a
Mikhail. Todos los cazadores que vienen aquí están obligados por sus
órdenes...

Tariq gruñó y saltó a Gary, a unos centímetros de él. -No doy órdenes a
mis compañeros cazadores.

Gary no se estremeció. -No tienes elección en este asunto. Ninguna.


Mira a tu alrededor. Mucho antes de que Mikhail me enviara, ya tenías
esos antiguos siguiéndote a donde conducías. Mikhail reconoció tus
habilidades como todos los presentes en esta mesa.

Tariq gruñó de nuevo, dio media vuelta y caminó a través de la


habitación. El Cárpato tenía hombros anchos, pero ya, Dragomir podía
ver el peso establecerse allí.

-Estoy aquí para protegerte. Mikhail te envió un Daratrazanoff para


mantenerte vivo. Lo haré lo desees o no.

Dragomir levantó la cabeza. -Yo estaba allí, Gary. En el monasterio. Le


dijiste al príncipe que tu compañera seguramente estaba en París.

Bookeater
Dark Legacy
Gary le dirigió una mirada apaciguadora. -No es más que un bebé.
Cuando haya tiempo, buscaré, pero hay muchos años entre ahora y
entonces. Como sabe Valentín, no es fácil tener un hijo para una
compañera. Puede ser un tipo especial de infierno. Yo sé cuándo nació,
y que está viva, y eso es más de lo que la mayoría sabe. También sé que
pasarán años antes de que yo pueda reclamarla-. Sus extraños ojos
volvieron a Tariq. Mientras tanto, tengo mis órdenes y tengo la
intención de llevarlas a cabo.

Maksim palmeó la silla que Tariq había dejado vacante. -Deja de


rondar como un tigre y siéntate, viejo amigo. Todos menos tú sabes
que naciste para dirigir. Necesitamos tus habilidades para averiguar lo
que Vadim está haciendo. Siéntate y muéstranos tu poder cerebral.

Tariq hizo una lectura lenta del rostro de cada antiguo. -Creo que todos
ustedes están un poco locos, pero Maksim tiene razón. Tenemos que
averiguar lo que Vadim está haciendo. No me gusta que le haya dado a
Amelia una astilla y que luego permitiera que fuera destruida. Él ya no
tiene un espía en nuestro campamento, y ¿qué daño real hizo ella?-
Apoyó sus manos sobre la mesa y cambió su mirada para incluirlos a
todos. -Sigo volviendo a eso. ¿Qué daño real hizo?

Dragomir se había preguntado eso todo el tiempo. Si Vadim había


sacrificado tanto a Amelia, entonces nunca había sido importante para
sus planes.

Bookeater
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Ella era simplemente un peón. Una diversión. -Tiene que tener a
alguien más aquí, alguien que pueda darle información, alguien a
quien no está dispuesto a sacrificar o usar para matar para que pueda
recibir información vital cuando la necesite. Si sabe que Tariq es su
mayor enemigo, entonces tiene que ser alguien que tenga contacto con
él de una manera más adulta. Alguien a quien Tariq podría hablar de
frente.

Frustrado, Tariq golpeó su palma sobre la mesa, casi fulminando a


Dragomir. -¿Pero quién? ¿Cómo? Hemos comprobado a todos. Toda
mi fuerza de seguridad estaba controlada. Lo hice yo mismo. Los
Waltons, aunque no tenían ningún contacto real con Vadim o su
ejército. ¿Genevieve? Ella inmediatamente nos ofreció que la
verificáramos y se hizo. Ella estaba bien. Entonces, ¿quién más? ¿Qué
nos falta?

Dragomir volvió el problema una y otra vez en su mente. ¿A quién


tenía acceso? Emeline y Amelia con seguridad.

Sabemos que tenía Liv. Su sangre fue tomada, y se le dio primero a


Valentin para usarla para la comida y luego a los títeres de Vadim.
¿Dónde estaba Danny?

-Nunca estuvo en la misma habitación que Danny-, dijo Tariq.

-¿Bella?-, Continuó Dragomir.

Bookeater
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-La pusieron en una jaula en la misma habitación que Liv.

-Así que él podría haber puesto algo en ella también.

-La verificamos -señaló Tariq, girando la cabeza hacia Gary para


confirmar-. La comprobamos. Lo hiciste. Tenía parásitos y te deshiciste
de ellos.

-Los parásitos se inyectaron en ella que se elevan-, dijo Gary. Su tono


era estrictamente neutral. -Una vez que supimos que los parásitos
estaban en su cuerpo, me libré de ellos. No busqué nada más, e incluso
si lo hubiera hecho, si hubiera una segunda astilla, lo más probable es
que no lo hubiera encontrado.

-O köd belső,- Tariq juró. -Tiene tres años.

-Ella no es la única que tenemos que considerar-, dijo Dragomir a


regañadientes. -Emeline estaba con Vadim por mucho más tiempo.
Podría haberle puesto una astilla. O a la bebé. ¿Es posible, Gary?
Cuando impregnó a Emeline, ¿podría también haberle dado una astilla
a labebé? Si mataba al bebé, ¿qué le pasaría a la astilla? Porque
definitivamente quería matar a Carisma.

Bookeater
Dark Legacy
Nuevamente, hubo silencio mientras los antiguos buscaban respuestas
en Gary. Dragomir sintió como si hubiera traicionado a Emeline y a su
hija. Cada vez que alimentaba a Emeline, su sangre se dirigía a su hija,
convirtiéndola cada vez más en la suya. Sus órganos y cerebro se
desarrollaron con los nutrientes de su antigua sangre. -Lo siento,
sívamet, pero tenemos que saberlo.

Ella nunca lo dejó, o él, ella. Emeline había pasado demasiado y había
una parte de ella que simplemente se negaba a creer que era real. No
quería que le mintieran o no supiera lo que estaba sucediendo a su
alrededor. Él le dio eso porque ella lo necesitaba

Sabía que no era la única que necesitaba tranquilidad. Nunca había


sido un hombre fácil. Otros lo evitaban a menudo. Era despiadado
cuando era necesario, implacable en su resolución, y sabía que su
mujer siempre sería eso - suya. Para cuidar y proteger. Hacer feliz.
Amar y respetar. Sobre todo, la mantendría a salvo. Esas no eran
cualidades en los hombres, por lo que él podía ver, que las mujeres
modernas apreciaban. Querían ser lo mismo que un hombre, con todos
los mismos derechos y responsabilidades. No sabía cómo hacer que eso
sucediera.

Sabía que Emeline nunca tendría la habilidad que tenía para luchar
contra un vampiro. Podía -y lo haría- defender su casa, sus hijos y ella
misma si lo necesitaba, pero buscar a un vampiro en su guarida era
peligroso. Buscar un vampiro maestro podría ser suicidio.

Bookeater
Dark Legacy
No, nunca iba a dejar que eso sucediera. Él tomaría su elección lejos, y
eso era algo que una mujer moderna no podría vivir con. No sabía
cómo resolver ese problema.

Otro hombre podría haberle permitido hacer sus elecciones y vivir con
las consecuencias, pero él no era ese hombre. Nunca sería ese hombre.

-Detente, Dragomir. Hemos hablado de esto. Yo soy tu compañera. Me dijiste


que lo soy y te creo. Siento los lazos que nos conectan con cada respiración que
tomo. Eso significa que me respetas y ves por mi felicidad. También significa
que hago lo mismo por ti. Sé que no será fácil quedarse en la casa cuando
pienso que necesito correr afuera para recoger a un niño, pero si me aseguras
que lo tienes cubierto, y los demás están cuidándote estará bien para mí.

Sabía que era la mejor concesión que podía darle y la amaba aún más
por ello. Su corazón se sentía doloroso, estaba tan lleno. Emeline. Su
corazón y su alma.

No había forma de expresarle los sentimientos que sentía por ella.

-Gracias. Lamento hablar sobre los fragmentos de Vadim sin antes hablar
contigo. Todavía no lo había considerado plenamente. Le había estado
molestando. Si Vadim renunció a Amelia, con los ojos y los oídos en el
campamento, tuvo que tener otro completamente arraigado, que no creía que
nadie pudiera considerar.

Bookeater
Dark Legacy
-Yo también querría saberlo. No hay traición.

-Debería haber hablado primero contigo.

Sintió que una oleada de calor le invadía. Su mujer. Perfección. No lo


veía en sí misma, no como lo hacía, pero juró que un día lo haría.

-¿Emeline? ¿O el bebé? - Gary habló suavemente, pensándolo


claramente. -Es muy posible, por supuesto, que o bien tiene una astilla.
Si mataba al bebé, la astilla simplemente se trasladaría a un nuevo
anfitrión. Ese anfitrión sería Emeline, pero inspeccionamos el cerebro
del bebé para anomalías y no había ninguna. Podríamos habernos
perdido, las astillas son pequeñas, pero lo dudo.

-No quería que ninguno de los vampiros matara a Emeline, ni lo


intentó cuando tuvo la oportunidad-, dijo Dragomir. -Pensé que era
por el bebé, o que él la quería para otro propósito. ¿Podría ser que ella
es el anfitrión de un trozo de Vadim? Si es así, ¿cómo lo encontramos
sin dejarlo? Si supiera que estábamos conscientes de ello, se movería
rápidamente para matar tanto al bebé como a Emeline. Tendría que
matarla para dejar su cuerpo y encontrar un nuevo anfitrión.

-Tendríamos que ser más astutos que él-, dijo Tariq. -Emeline tendría
que estar enferma. Necesitaría un sanador para mirarla. Tendría que
inspeccionar cada parte de ella y, si encontraba la astilla, no diera eso.

Bookeater
Dark Legacy
La idea era repugnante para Dragomir. Vadim ya había hecho mucho
con Emeline. Había ido con Amelia y había hablado con la chica. Había
oído cada palabra. Es más, había oído y sentido las emociones que
sentía. No sólo ella, sino Amelia también. Emeline había revivido esos
recuerdos con el fin de conectar con el adolescente y traerla de vuelta a
ellos.

-¿Hay otros con los que Vadim estuvo con el tiempo suficiente para
implantar una astilla? -preguntó Tariq.

-Yo-, dijo Valentin. -Estuvo conmigo mucho tiempo. No creo que


pensara que alguna vez me liberaría, por lo que las posibilidades son
escasas, pero me gustaría mucho que el sanador me comprobara y
quiero que a Liv también.

-¿En cualquier momento lo sabrías? -preguntó Gary.

Valentin asintió con la cabeza. -Yo estaba dentro y fuera a veces


después de que él me torturó. Me mantuvo muerto de hambre y a
menudo tomó mi sangre. Estaba débil la mayor parte del tiempo.
Podría haberse hecho.

Bookeater
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-Necesito a otros que vayan con Dragomir a la ciudad subterránea.,
dijo Tariq. .Recuerden, esto es recopilar información solamente. No se
comprometan a menos que tengan que hacerlo. Una vez que
evaluemos la situación, podemos elaborar un plan de acción integral.
Mientras tanto, Gary, necesitaremos que tú y Dragomir examinen a las
víctimas por cualquier señal de Vadim.

-Hay una sensación para él -dijo Dragomir-.

Gary asintió con la cabeza. -Mientras más tiempo la astilla esté en


alguien, incluso si él no la está usando - y sospecho que él no puede
ayudarse a sí mismo, él tiene un juguete y él quisiera jugar con él - la
mancha crece. Dragomir también lo ha sentido. Creo que, entre los dos,
deberíamos ser capaces de descartar a sus víctimas o al menos
estrechar nuestra lista de sospechosos.

-Comienza conmigo -insistió Valentín, sin mirar al sanador o Dragomir


sino instintivamente a Tariq- Y luego Liv.

Tariq asintió con la cabeza. -Y luego quiero que Bella sea examinada.

Dragomir sacudió la cabeza. -Necesitamos que otros lo busquen


también. Sandu es capaz. También Andor o Ferro. Quiero comprobar a
Emeline y al bebé.

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-Voy contigo -dijo Sandu. -No soy sanador.

Dragomir lo fulminó con la mirada, pero Sandu se encogió de


hombros. No había cambio de opinión una vez que estaba hecho. -Köd
jutasz belső. El sol te queme- era una maldición de los Cárpatos, pero
Sandu parecía impasible como siempre cuando Dragomir lo silbaba en
su camino telepático privado. -Sabes cómo sanar. Simplemente no quieres
hacerlo.

-Mira lo a lo que ha llegado de Tariq al asumir la responsabilidad. Ahora no


tiene elección. El sanador no le permitirá cazar al vampiro. Al menos ya tiene
una canción...

-Veridet peje, usted pagano-. Dragomir continuó maldiciéndolo.

Sandu levantó una ceja, pero sólo negó con la cabeza. -¿Te das cuenta de
que podrías llevar a tu mujer e irte? Nosotros te seguiríamos y protegeríamos
a los dos. Vadim nos seguirá o no lo hará. De cualquier manera, estaremos
lejos de la locura de este lugar. Los seres humanos están más allá de la
comprensión, y las mujeres humanas están locas con sus demandas.

Dragomir no estaba a punto de admitir que él estaba de acuerdo con


esa última declaración, no con su mujer escuchándolos.

Bookeater
Dark Legacy
-Dragomir, me doy cuenta de que quieres que Emeline sea probada de
inmediato, pero ella ha sido acosada e instigada lo suficiente. Si
podemos evitarlo, preferiría eso-. El tono de Tariq era suave.

Dragomir cerró los ojos. ¿Era tan egoísta que otro hombre tenía que
decirle lo que sería mejor para su compañera? Había querido
asegurarse de que no quedara en ella ningún vestigio de Vadim. Ni
una sola huella.

-Comparto tu necesidad, Dragomir. Tal vez incluso te inflencié. La idea de que


Vadim pudiera tener todavía una pequeña parte de él en mí o Carisma era más
de lo que podía soportar. Quería que me comprobaras inmediatamente. Está
bien. Sin embargo puedo esperar. Bella es un bebé. Debería ser examinada
primero. Tiene sentido mirar a Valentin y Liv primero también. Estoy bien.

Ella no lo estaba. Podía darse cuenta. Ella se sentía, una vez más,
aparte de todo el mundo. Había estado sentada en silencio con Amelia,
pero ahora quería encerrarse en su casa, lejos de todo el mundo, por si
Vadim la utilizaba como sus ojos.

Voy hacía ti.

No, no lo hagas. Quédate y mira a los demás. Me voy a sentar en el porche y


escuchar la noche. Me hace sentir mejor.

Él la hizo sentir mejor. Su compañera iba primero. Antes de todo.


Antes del consejo del guerrero. Antes de encontrar al espía de Vadim.
Se levantó. -Mi compañera necesita de mí.

Bookeater
Dark Legacy
Yo me ocuparé de ella. Eso incluye buscar cualquier evidencia de que
Vadim creó una segunda astilla.

Gary también se levantó. -Iré contigo. Creo que ella necesita un


curandero. Cuando termine allí, Valentin, regresaré de inmediato y te
revisaré. No creo que Vadim pusiera una parte de sí mismo en ti. Sería
demasiado arriesgado. Eres un cazador con los instintos de un cazador.
No tardaría mucho en que lo sospechasen y finalmente lo
descubrieran. No, un ser humano y una mujer le convendrían mucho
más. Es audaz, pero también es extremadamente inteligente. Necesita
alguien de la luz, alguien que nunca sospecharía el mal que es capaz de
hacer.

Dragomir no esperó el resto de la conversación. Salió corriendo de la


casa y cruzó el patio hacia la casa donde sabía que Emeline se paseaba.
Parecía como si estuviera haciendo un agujero en el piso de madera.
Llevaba el vestido gris que fluía y giraba alrededor de ella mientras
caminaba. Su cabello estaba intrincadamente trenzado y, mientras
entraba en la habitación, lo estudiaba, decidido a ser capaz de
reproducirlo por medios humanos

Se volvió cuando se acercó y prácticamente se arrojó a sus brazos. Un


pequeño sollozo escapó, tirando de su corazón. -No puedo creer esto,
Dragomir. Debo ser yo. Sabes que por eso no intentó matarme. Eso
nunca tuvo sentido. Una vez que supo que el bebé era una mujer y
estaba dispuesto a matarla, de verdad que no le servía para nada.

Bookeater
Dark Legacy
-Tú lo sabes mejor. Estás molesta, pero estoy en tu mente y sabes que
tu capacidad de soñar el futuro es de gran utilidad para él. Hay otras
cosas en tu mente que también temes, que él puede usar para hacer
daño. -Dragomir le dio un beso en la frente. -Vamos a pasar por esto
juntos, como hemos hecho todo lo demás.

Respiró hondo y asintió, su mirada se aferró a la suya.

Estoy en tu puerta, Dragomir. Invítame a entrar. Creo que es de gran


utilidad para él y que su mente es la clave de por qué se está quedando aquí en
esta área. Cuando estaba en ella antes, vislumbré cosas extrañas.

Dragomir también. Había estado en su mente ahora a menudo. Se


movió, buscando maneras de entenderla. Eso significaba mirar sus
recuerdos, los tiempos con Blaze y su padre. Los tiempos en las calles.
Aquellos que la entristecieron y enojaron. Aún más atrás, a su
infancia.

Ella sueña. Sus sueños a menudo se basan en la realidad.

Ella es la clave de todo esto, Dragomir. Sandu y los demás están aquí. Son
como una manada de lobos, inquietos para la caza. Ellos quieren dirección.
Tenemos que señalarlos para que puedan hacer lo que mejor saben hacer.

Bookeater
Dark Legacy
Era más que eso. Los miembros de la hermandad eran mucho más
depredadores y peligrosos que los lobos, y vivir entre ovejas no
ayudaba a quitarles el borde.

-Te invito a mi casa, sanador. Por favor, entra por tu propia voluntad. -
Giró las mesas sobre Gary con sólo un reordenamiento de palabras.
Gary tendría poder para haber entrando pero él entró por su propio
libre albedrío, que volvia el equilibrio de poder de nuevo a Dragomir.
Era una vieja y antigua balanza de poder. Un vampiro o un Cárpato
tenía que ser invitado a una casa, si estaba cerrada a ellos, pero si
entraban por su propia voluntad, el dueño de la casa tenía el poder.

-Sandu, Andor, Ferro, acaban de entrar-, agregó. Debería haber sabido


que lo seguirían. Pensaron que tenía una ventaja. Tal vez la tenia.

Envolvió a Emeline en sus brazos y le rozó un beso encima de la


cabeza. -Ambos entraremos y buscaremos esta astilla.

Ella sacudió su cabeza. -Protege al bebé. Deja que el sanador mire.

-¿Quién te protegerá? Sin ti, el bebé no sobrevivirá. Yo te protejo.

-Puedo ayudar al sanador a mirar-, dijo Sandu.

Dragomir lo fulminó con la mirada. -¿Ahora estás dispuesto a ser


dueño de tus habilidades curativas?

Bookeater
Dark Legacy
Sandu se encogió de hombros, claramente impenitente. -Ahora no
estamos hablando de marginar a nuestros cazadores si tienen otras
habilidades útiles. Hagamos esto. Seré el escudo del niño. Encuentras
el kuly y lo destruyes de una vez por todas. Lo debilitará aún más.

-Todos creen que la astilla está en mí, ¿verdad?-, Dijo Emeline.


-Hay una buena oportunidad-, dijo Dragomir. Serías la mejor opción
para él.

Se sacó de su mente abruptamente y sintió la pérdida


instantáneamente. Él la agarró por los antebrazos y esperó a que ella lo
mirara. Tomó un tiempo y su mirada siguió deslizándose de la suya.

-No hagas eso. Estamos en esto juntos. No importa si la astilla está allí.
Sabemos lo que está haciendo Vadim y estamos contra todos sus
movimientos. No puede hacerte menos que tú. Simplemente no puede.

-Sabe lo que estamos haciendo. Esos momentos en los que hablamos, o


tú... -se interrumpió, sacudiendo la cabeza-. -Si salgo de la casa, está
observando a los niños. Mis amigos. Tú. Puede oír lo que dicen los
unos a los otros. Lo que decimos el uno al otro-. Su voz se quebró.

Su corazón apretó fuerte en su pecho. -Esa no es la forma en que


funciona, Emeline. El hecho de que ponga una porción de sí mismo en
ti, o en otra persona, eso no significa que él sepa lo que todo el mundo
está haciendo.

Bookeater
Dark Legacy
Tendría que buscarlo. Dejar su cuerpo y entrar en la astilla. Eso
siempre es peligroso para él. Así como cuando estamos curando a
alguien, el cuerpo está desprotegido. Si es atacado u otro vampiro
decide matarlo, está en problemas.

-Te ha puesto una trampa con Amelia. ¿Cómo sabías que estaba
escuchando?

-Aunque no lo fuera, él pasaría por sus recuerdos, pero cuando está


activo, hay una mancha de maldad. La tenía, -explicó Dragomir. -Tu
no.

-Dirigió a Amelia-, dijo. -Él le ordenó que lastimara a otros.

-Su cuerpo estaba a salvo en alguna parte cuando orquestó ese ataque.
Nunca habría ido tanto tiempo fuera de su cuerpo sin estar a salvo, -
aseguró Dragomir. -Tenemos que saberlo. Voy a mantenerte a salvo.
Deja que el sanador se mueva a través de ti y busque. Voy a hacer lo
mismo. Sandu protegerá a Carisma. -Le acarició el pelo, deslizó su
nariz hacia abajo y encontró su boca.

Ella era muy consciente de los hombres en la habitación con ellos y ella
no le devolvió el beso, pero se aferró a él.

-¿Emeline?- Si no estaba convencida, él tomaría más tiempo.

Bookeater
Dark Legacy
Ella asintió y cerró los ojos, enterrando su rostro en su pecho. Él se
hundió en el sofá, tirando de ella con él. Él mantuvo sus brazos
alrededor de ella, incluso mientras derramaba su cuerpo para
convertirse en puro espíritu curativo. Gary fue igual de rápido y los
dos entraron en ella una fracción de segundo antes de Sandu.

Dragomir y Gary se movieron a través de su cuerpo, corriendo


directamente a su cerebro. Vadim tenía un patrón que repetía porque
funcionaba para él. Eso dio a los curadores una idea de dónde buscar.
La astilla de Amelia había sido encontrada escondida en una grieta en
el cerebro. Vadim había elegido el cerebro porque las neuronas allí
iniciaban el movimiento, la coordinación, el oído, la visión, el juicio y
todo lo que Vadim necesitaba para controlar al huésped.

Una vez que alcanzaron el cerebro de Emeline, los dos curanderos se


separaron y comenzaron a examinar cuidadosamente el cerebro de
Emeline. Dragomir sabía que Sandu estaba haciendo lo mismo con el
bebé. No había mentido a Emeline. Si hubiera preguntado, le habría
dicho que los antiguos tendrían que limpiar a su hijo. Tenía que
encontrar la astilla.

Deshacerse de él podría ser fácil si Vadim no era consciente. Sentiría el


calor de sus espíritus y podría no ser capaz de resistirse a ver lo que
estaba sucediendo, sobre todo si pensaba que estaba en peligro de ser
descubierto.

-Tu mujer está muy confundida. Viví una vida humana, Dragomir. Sólo
piensas en los Cárpatos y en Cárpato. Ella no sabe nada de nuestra cultura.
Ella no entiende el vínculo mutuo.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir oyó una advertencia en la voz de Gary. Dime lo que quieres
decir.

Ella vivió una vida en las calles. Sin hogar. Arrojada por su familia. Al igual
que estos niños que Tariq ha tomado como suyos, no se siente como si alguien
puede desearla o amarla. Eso está arraigado en ella. El hecho de que estuviera
embarazada con el hijo de Vadim...

Mi hija.

Sí, ella es totalmente tu hija ahora, pero ella era de Malinov y parte de ella
siempre será Malinov. Eso no es necesariamente una mala cosa. Ivory Malinov
es una gran guerrera y una mujer maravillosa. El punto es, Emeline cree que
entró en el complejo bajo circunstancias falsas. Llevaba al hijo de Vadim y era
huésped de sus parásitos. Sólo, tener esas criaturas en su torrente sanguíneo,
la hacía sentir sucia. Ella los miraba como una enfermedad de transmisión
sexual.

Eso es absurdo.

Eso es pensamiento humano.

Dragomir detestaba eso. No quería que pensara que era menos que él.
Menos que nadie.

Ahora, le decimos que tiene un pedazo de Vadim en ella en alguna parte. Que
puede controlar sus acciones a través de esa pequeña astilla. Él puede obligarla
a traicionarte a ti y a todo el mundo en el recinto.

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Era resistente a sus compulsiones.

Ella no ve eso. Ve que una y otra vez, no es lo suficientemente buena. Ella


querrá correr. Por tu bien. Por el bien de los Cárpatos. Por el de los niños.

Dragomir casi perdió su capacidad de permanecer puro espíritu. La


idea de que su mujer quisiera dejarlo lo sacudió. Los compañeros no
pueden separarse.

Ella no es Cárpato y no entiende ese concepto. Debes recordar que ella piensa
como un humano abandonado. Se convencerá de que es para tu bien.

Dragomir dejó que su espíritu propagara la luz a través de Emeline,


bañando su cerebro en calor y amor. Quería que supiera lo que sentía
por ella. Cómo se sentían los demás por ella. ¿No se dio cuenta de que
antiguos como Sandu nunca la hubieran buscado activamente para
ayudarla si no la respetaran? ¿Si no la veían como parte de su
comunidad?

Aquí está. Vadim se ha escondido muy bien, pero puedo ver la oscuridad
contra su luz. No puede borrar su luz. Había esperado, por su bien, que no
estuviera aquí

Dragomir no se había dado cuenta de cuánto había querido que la


astilla de Vadim se encontrara en otra persona. Se lo habría quitado si
pudiera. Gary tenía razón cuando Emeline ya se creía indigna.

Bookeater
Dark Legacy
Tenía que encontrar una manera de contrarrestar ese sentimiento, de
mostrarle que la comunidad de los Cárpatos la abrazaba. Le daba la
bienvenida ella y la bebé. La bebé... Le golpeó entonces, el verdadero
problema no era sólo el modo en que Emeline se sentía sobre sí misma
- ella pensaba que los Cárpatos no aceptaban a su hija, ni siquiera con
la sangre de Dragomir que fluía en las venas de la niña. Eso era algo
que podía combatir. Sabía exactamente qué hacer. Llegar al príncipe y
a otros Cárpatos no era algo con lo que se sentía cómodo, ya que aún
no había jurado lealtad al príncipe, pero por Emeline lo haría.

Bookeater
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16

Emeline miró por la ventana. Dragomir y los demás se habían


reunido para descubrir la mejor manera de deshacerse de la astilla que
Vadim había dejado en ella. Su corazón estaba tan pesado que pensó
que podía romperse en un millón de piezas. No quería volver a esto.
Era la última gota. Lo último. Había hecho todo lo que sabía hacer para
arreglar las cosas con Dragomir y los demás, pero no importaba lo que
hiciera, siempre había más.

̶ Emeline.

Ella cerró los ojos. Estaba segura de que Tariq había enviado a
Charlotte y a Blaze para asegurarle que todo saldría bien, pero no lo
haría. Siempre sería esa chica de las calles. Podía cambiar de especie,
pero no podía sacar quién estaba dentro. Esa chica.

Ella pasó sus dedos en su cara y se sorprendió al encontrar lágrimas de


sangre derramando por sus mejillas. Miró por un momento la sangre
manchando las almohadillas de sus dedos, sin comprender. ¿Sus
lágrimas eran sangre? se sentó allí sintiéndose congelada dentro. No
contestó la puerta. No podía soportar ver losrostros, los de Charlotte y
Blaze, mirándola con lástima.

Bookeater
Dark Legacy
Ella era esa chica que recogía comida de un basurero. La que llevaba al
hijo de un vampiro. La que tenía a un vampiro controlándola a través
de una astilla de sí mismo que había puesto dentro de ella. En su
cerebro. Donde ella pensaba. Razonaba. Donde compartía sus sueños
con Dragomir.

Alzó la cara para mirar por la ventana de nuevo a él, a su hombre. Era
el hombre más perfecto del mundo y merecía algo mejor. Mucho
mejor. Ella le observaba, con el corazón latiendo, el amor la inundaba.
Él la protegió. Él la cuidó. La trataba como si fuera una reina. Se volvió
y la miró, su mirada hipnotizándola incluso a través del cristal.

El amor dolía. Le dolía mucho. Siempre había tratado de ser una


persona decente. Incluso cuando estaba bailando en un poste, era para
ayudar a Blaze a llegar a los hombres que habían asesinado a su padre.
Le había dicho a Dragomir que había bailado en un club de striptease.

̶ Quiero ver este baile que haces. En privado. Sólo para mí.

A ella le gustaría eso, pero no iba a suceder. No podía ensillarle con


una mujer tan contaminada. Era un hombre demasiado bueno.

̶ Abre tu puerta.

Su voz. Tan gentil. Incluso cuando le ordenaba era amable. Sacudió la


cabeza y encontró gotas de sangre en el alféizar de la ventana. Tenía
que dejar de llorar. Ni siquiera era un buen Cárpato. Podían hacer las
cosas que quisieran, pero ella ni siquiera podía detener las lágrimas
que fluían de sus ojos.

Bookeater
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Sívamet. Eres mi vida. Responde la puerta y permite que tus amigas hablen
contigo, o me veré obligado a dejar el círculo de guerreros y acudir a ti.

Lo haría. Dejaría a los otros hombres en un abrir y cerrar de ojos y


vendría a ella. Los otros sabrían que era un bebé necesitado. A
Dragomir no le importaría, pero no quería que pensaran que era
compañero de alguien tan débil que tenía que abandonar una reunión
tan importante. Una reunión que tenían debían mantener lejos de ella.
Por si acaso Vadim decidió escuchar lo que los Cárpatos estaban
planeando. Y estaban planeando algo grande.

̶ Emeline. ̶ La voz era de Blaze esta vez. Por supuesto, le habían pedido
a Blaze que viniera. Blaze había sido su única amiga a través de los
años. ̶ Por favor, abre la puerta e invítame. Sabes lo obstinada que soy.
No me iré. Charlotte está conmigo. Sólo queremos hablar contigo.

Emeline mantuvo su mirada fija en Dragomir. Sabía que oía cada


palabra pronunciada en ese círculo de guerreros, pero parecía que todo
su enfoque, toda su atención, estaba en ella. Su cuerpo dolía, cada
músculo agotado como si hubiera corrido un maratón. Le dolía la
mente de intentar averiguar qué hacer. Estaba cansada de tener miedo,
pero la verdad era que esta pesadilla nunca iba a terminar.

Cuando ella había estado sola en su casa con los parásitos


atormentándola noche y día y el bebé dentro de ella gritando en
agonía, había llegado a la misma conclusión. Ahora, después de tener
esperanza, era peor saber que no había ninguna.

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Vadim la había marcado de una manera que nunca podía deshacerse
de él.

Abre la puerta a tus amigas. Vadim te programó para creer que habías nacido
para traicionar al pueblo de los Cárpatos. Te dijo que eras su compañera. Lo
dijo una y otra vez cuando te violaba. La violación era mental y emocional, así
como física. Él te susurró día y noche, usando los parásitos como su manera de
mantener su conexión contigo. Te privó del sueño y te mantuvo enferma,
débil, incapaz de comer. Emeline, has sido sistemáticamente apartada y te ha
creer las cosas que Vadim quiere que creas.

Ella bajó las pestañas, incapaz de encontrar su mirada, ni siquiera a


través de la ventana. ¿No se daba cuenta de que era una gran parte del
problema? Era tan bueno con ella. Era un hombre tan bueno. Podría
creer que vivió en un siglo diferente, pero ¿qué hombre podría ser más
dulce? ¿Más apoyo? Se sentía como un fraude. ¿Y qué le había dado a
cambio? El hijo de Vadim. Más dolor y sufrimiento.

Sobrevivir a ataque tras ataque. ¿Alguna vez iba a terminar? Ella


sacudió su cabeza. Sabía que Vadim no se detendría. Jamás. Tarde o
temprano Dragomir no sería lo suficientemente rápido y el vampiro
podría matarlo.

Un sollozo surgió y ella se metió el puño en la boca. ¿A dónde podría


ir?

A la puerta. Ve a la puerta y permite que tus amigas entren en la casa a


visitarte mientras estoy lejos. Yo soy el hombre en quien puedes confiar. Te
has entregado a mí. Tienes que tener fe, Emeline. Sé que quieres ser
independiente y piensas que no eres digna, pero eso no es lo que yo pienso.
Creo que los compañeros se apoyan unos a otros cuando lo necesitan.

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Eso no es debilidad, es fuerza. Por este momento en tu vida, cuando el mundo
se siente como que está terminando, apóyate en mí. Elige mi camino, sívamet.
Haz esto por mí.

Por supuesto que haría lo que le pidiera. ¿Qué otra cosa había para ella
cuando su voz dejaba caricias en su mente y enderezaba su mundo
inclinado?

Ella forzó su cuerpo rígido a responder. Muy despacio se puso de pie,


con los ojos clavados en él. Ella alisó su mano por el hermoso vestido
que había creado para ella y tomó un profundo aliento.

Por ti, Dragomir, porque haría cualquier cosa por ti.

El amor la rodeaba. Su amor. Se derramó en ella como un bálsamo


curativo. Se extendió por su mente, corriendo para abarcar su corazón.
La emoción fue más profunda, encontrando su alma y envolviéndola
en él, en su amor. Su amor era profundo, perdurable y sin fin.
Incondicional.

Lo vio y lo sintió y le hizo avergonzarse de no ser más fuerte para él.


Sin embargo, si él quería que ella se apoyara en él, que eligiera su
camino en este momento de locura, ella lo seguiría. Lo haría incluso
cuando creyera que sería mejor para él si lo dejaba.

No sobreviviría a que me dejaras. Soy débil en formas que no puedes imaginar.


Eres mi fuerza. Mi luz en un mundo de tinieblas. Pero aún no te has dado
cuenta.

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Ella envolvió sus brazos alrededor de su centro mientras se dirigía a la
puerta principal. Él la hacía sentir extraordinaria. En sus peores
momentos, incluso sabiendo que Vadim se escondía dentro de ella, un
monstruo esperando para activar su espía, Dragomir todavía lograba
hacerla sentir como si fuera hermosa, inocente y sorprendente. No
sabía cómo lo hacía, pero en ese momento no le importaba. A ella no le
importaba que otros la vieran como débil. Ella se apoyaba en él tal
como él le decía, y ella confiaba en él para quedarse.

Tengo sangre en la cara. Esta manchada Me veo horrible.

Ahora estás limpia. Todo lo que tienes que hacer, sívamet, es imaginar lo que
quieres, en este caso una cara limpia, y la tienes. Lo hice por ti, pero cuando
estés sola, practica.

Gracias.

Abrió la puerta y Blaze y Charlotte estaban allí, grandes sonrisas en sus


caras y paquetes en sus brazos. Dio un paso atrás y los invitó adentro.

̶ Lamento haber tardado tanto en llegar a la puerta.

̶ No importa. ̶ dijo Charlotte. ̶ Hemos traído algunas cosas


impresionantes. Llegaron esta noche, volando desde París, son de los
Cárpatos.

Blaze abrazó a Emeline, apretándola con fuerza, olvidando todo el


espacio personal.

̶ Estoy tan emocionada de ver lo que el Príncipe te envió.

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̶ Dragomir le envió la noticia de que estabas embarazada. Quería que
Ivory Malinov supiera que tenía parientes de sangre, por así decirlo.

La respiración de Emeline quedó atrapada en sus pulmones hasta que


se sintió como si estuviera quemándose por el aire.

¿Les dijiste a los otros Cárpatos sobre Carisma?

Estoy orgulloso de que nuestra hija sea un día la compañera de un guerrero.


Es más que probable que sea una guerrera ella misma, una defensora, como tú,
de sus hijos y de su hogar. Su tía Ivory es legendaria. Ella caza con una
manada de lobos y su compañero es Razvan. En un tiempo, fue el hombre más
despreciado de la historia de los Cárpatos. Ahora es famoso.

¿Un defensor de niños y de su hogar? Emeline estaba entre risas y


lágrimas. Ya estaba eligiendo a su hija.

Mira tus regalos.

Emeline no estaba segura de cómo sentirse por lo que había hecho. Tal
vez deberías haber discutido esto conmigo.

Quería sorprenderte. Carisma es nuestra hija, Emeline, pero pertenece a todos


los Cárpatos, y merecen la oportunidad de darle la bienvenida. Sabía que
enviarían regalos.

¿Regalos? Miró los paquetes.

̶ ¿Regalos? ̶ murmuró en voz alta.

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̶ Genevieve también vendrá ̶ dijo Charlotte. ̶ Necesita compañía para
adultos. Dijo que si se quedaba con los niños una hora más empezaría
a llorar como un bebé.

Emeline no pudo evitar la sonrisa. Era pequeña, pero genuina. Apretó


una mano contra su vientre. Ella era muy pequeña para estar
embarazada, pero la conversión y la atención de Dragomir se estaban
mostrando. Su piel y cabello se veían mil veces mejor. Ella no estaba
adolorida, y eso le mermó las líneas en la cara.

̶ Dragomir envió un mensaje a los Montes Cárpatos, al Príncipe,


diciéndole que estabas embarazada. ̶ Ella se puso de pie, con una mano
en la puerta, esperando a que Genevieve llegara allí, ya que venía
corriendo por el sendero.

̶ Y ahora mira los regalos. No puedo esperar a ver lo que enviaron, ̶ dijo
Charlotte.

̶ Tariq habla con el Príncipe todo el tiempo, y dijo que Mikhail y Raven
estaban muy emocionados de saber que llevas a una chica. Las
necesitamos desesperadamente.

Genevieve se apresuró a entrar, un poco sin aliento, pero sonriendo.

̶ Lourdes estaba molesta y no quería tomar un baño. Gracias a Dios por


Amelia. Ella tiene una manera con los niños.

Ella abrazó a Emeline brevemente y siguió a abrazar a Blaze y a


Charlotte.

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Amelia. Emeline estaba tan contenta de que Amelia fuera a estar bien.
No había cambios en las cosas que le habían sucedido, pero ahora, al
menos, podía comenzar el proceso de curación.

̶ Ella es maravillosa con los niños, ¿no? ̶ Pensó Emeline.

Amelia había sido usada por Vadim. Su astilla no se había quedado


dormida, Vadim la había obligado a espiar y dañar a los que estaban
dentro del complejo. Emeline le había dicho que no era la responsable.
Ella era una víctima.

Sus dientes se hundieron en su labio inferior. ¿Le había estado


mintiendo a Amelia? ¿Despreciaba en secreto a la muchacha por las
cosas que le habían sucedido? ¿Cosas fuera de su control? No claro que
no. ¿Qué le pasaba a ella que pensar esas cosas y decirlas a Amelia,
pero no aplicarlas a sí misma? ¿Alguna vez se cansaba de sentir pena
de mí misma?

La suave risa de Dragomir calentó su corazón. Le encantaba oírlo reír.


Ella sabía que no sucedía a menudo y sentía que era una gran victoria
cada vez que ella le hacía reír, aunque fuera a su costa. Hän sívamak

Sintió el cariño a lo largo de las paredes de su mente. Acariciándola


con él. Amándola. Le encantaba cuando la llamaba así. O su corazón. A
veces era el guardián de su alma. Pero amaba a su amado.

Pesa te engemal.

No sé qué significa eso.

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Significa que estás a salvo conmigo. ¿Te sientes segura? ¿Sabes que haría
todo por ti? Pesa te engemal. Estás a salvo conmigo.

Ella lo amaba tanto que estaba abrumada por la emoción. Ella quería
correr hacia él, abrazarlo y sostenerlo. Sólo tenerlo, así él sabría que
estaba seguro con ella. No iba a ir a ninguna parte. Si Amelia podía
enfrentarse al mundo de los Cárpatos, manteniendo la cabeza en alto
sin que un hombre extraordinario como Dragomir estuviera a su lado,
ciertamente Emeline podría hacerlo.

Te quiero mucho, Dragomir.

Eso es algo bueno, ya que no te voy a dejar.

̶ Deja de hablar con tu hombre y ven a tener tiempo para chicas, ̶


Charlotte dijo, sacando la puerta de la mano de Emeline y cerrándola
firmemente.

̶ Sheesh.

̶ ¿Cómo sabes que estaba hablando con él? ̶ Preguntó, esforzándose por
conseguir un poco de dignidad.

̶ Tienes esa mirada tonta en tu cara cada vez que lo miras y es mucho
peor cuando hablas con él, ̶ dijo Charlotte.

̶ No tengo una mirada tonta, ̶ ella negó, aunque ella sabía que
probablemente lo hacía.

̶ Sí, lo sabes, ̶ dijo Blaze. ̶ Todos los ojos blandos y estrellados.

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Ella tomó su mano y tiró de ella al sofá. ̶ Cuando éramos niñas, nos
burlábamos de algunas de las mujeres que miraban a sus hombres con
ojos gorgoteos. Nos reímos y prometimos que nunca seríamos así.

Emeline la fulminó con la mirada. ̶ Espero que no estés implicando que


estoy embobada sobre Dragomir.

̶ No lo implico, nena, estoy declarando un hecho, ̶ dijo Blaze. ̶ Tus ojos


se vuelven soñadores y sonríes con esta sonrisa hermosa, pero muy
torpe, de estoy tan enamorada de ti.

̶ Me niego a dignificar eso con una respuesta. ̶ Emeline se dejó caer


sobre los cojines del sofá.

Las tres visitantes se echaron a reír, y ella no pudo evitar unirse. Se


sentía torpe cuando Dragomir estaba cerca, y mucho más cuando
hablaba con ella con su voz suave y aterciopelada.

̶ Quiero ver lo que me envío el Príncipe ̶ dijo. Pero estaba más


interesada en la reacción de Ivory. ¿Acogería a Carisma como pariente
de sangre?

Charlotte le tendió un paquete cuidadosamente envuelto. Emeline lo


tomó, y en el momento en que puso sus manos en él, sintió el poder de
ello, incluso envuelto. Todo lo que le habían enviado tenía
salvaguardas profundas. Se mordió el labio y miró a sus amigas.

̶ Ya puedo sentir la energía que sale de él. ̶ Buena energía. Poderosa.

Sacó el papel de envolver sin desgarrarlo, revelando una colcha, una


que pasaría por encima de una cuna. Cuadrados de material brillante,

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cada uno cosido con cuidado obvio, componían la manta. Cogió la
carta y la escudriñó rápidamente.

̶ Cada cuadro individual ha sido creado por una pareja de los Cárpatos
de la fortaleza del Príncipe

Raven y Mikhail estaban representados por un bosque, un cuervo y


una corona. Ella tocó el cuadro y al instante sintió una explosión de
fuerza y tranquilidad, así como la presencia de salvaguardas. Fuertes.

Shea y Jacques, el hermano del Príncipe, habían contribuido con un


cuadro que representaba también el bosque, pero con una sensación de
paz. Cuando tocaba esa plaza, las estrellas brillaban de plata y
brillaban como diamantes.

Gregori, el segundo al mando del Príncipe, y Savannah, la hija del


Príncipe, también habían contribuido con una escena forestal a la
colcha, pero en la suya las hojas tenían un brillo plateado, y cuando
Emeline lo tocó, juró que podía oír el sonido de la risa. Cuatro
pequeños búhos se asomaban a través de las ramas de los árboles al
tocarla. Lo hizo dos veces y las demás se inclinaron para escuchar la
risa infantil.

Emeline sostuvo la colcha sobre su pecho, una vez más sintiendo la


quemadura de las lágrimas. Era un regalo hermoso y muy reflexivo,
pasaría mucho tiempo mirando los diversos cuadros que los Cárpatos
habían reunido para hacerlo. No es de extrañar que fuera tan
poderoso. Cada pareja tenía salvaguardas incrustadas y mensajes
calmantes y pacíficos para el bebé. Su bebé. No, nuestro bebé. Dragomir
había hecho esto; él era la razón por la que habían enviado un regalo
tan increíble.

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Había enviado un mensaje al Príncipe. Sabía que aún no había jurado
lealtad a Mikhail, pero aun así se había puesto en contacto con él para
informarle de la más reciente adición a la familia de los Cárpatos. Eso
había sido contestado con una hermosa bienvenida. El corazón le dolía,
estaba tan lleno.

Dragomir amaba a Emeline y a Carisma, y lo mostraba en todo lo que


hacía. Frotó la palma de la mano sobre su pequeño bebé. Carisma le
dio una patada, un pequeño golpe de su pie, como la caricia de la voz
de Dragomir cuando le hablaba telepáticamente.

̶ Esto es hermoso ̶ dijo Blaze, alisando su mano sobre los cuadros que
podía ver.

̶ Las salvaguardas son fuertes, ̶ dijo Charlotte. ̶ Ella estará a salvo


mientras duerma sobre el suelo.

̶ No puedo sentir las salvaguardas, pero es magnífica, ̶ agregó


Genevieve. ̶ Nunca he visto algo tan hermoso. Cuando lo tocas, se
siente muy relajante.

̶ Tariq y Dragomir debieron haberles enviado las medidas de la cuna


que están haciendo. A Tariq le gusta trabajar con madera. Él usa sus
manos, no magia, pero hay magia en su trabajo. Incorpora
salvaguardas también. Dragomir le pidió que le ayudara a hacer la
cuna con sus propias manos. Me encantó tanto. Le dije a Tariq que
cuando tengamos un bebé, quiero que él haga nuestra cuna con sus
propias manos.

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Dragomir le había pedido a Tariq que le ayudara a construir una cuna.
Para ella. Para Carisma. Lo había hecho sin decirle una palabra. Era tan
parecido a él.

̶ Él es tan... ̶ Ella luchó para encontrar la palabra correcta. No había


ninguna. Era increíble, pero ni siquiera eso lo describía, ni lo que sentía
por él.

̶ Le dijo a Tariq que amas a los dragones y que él quería incorporar


dragones en el diseño. Pensé que era genial ̶ prosiguió Charlotte. ̶
¿Hablaste con él? ¿Sobre los dragones? Fue muy específico.

Emeline sacudió la cabeza. ̶ ¿Específico en qué sentido?

̶ La cabecera es un dragón macho con sus alas extendidas. El estribo es


un dragón femenino con sus alas extendidas. Quería la sensación de
que el bebé era sostenido por ambos, protegida por ambos. Amada, -
dijo. Las tallas son hermosas, y Tariq y Dragomir están tejiendo
salvaguardas fuertes en la madera.

Emeline colocó la colcha cuidadosamente en la mesa de la pequeña


mesa y se levantó para caminar hacia la ventana.

Ella tocó el vidrio, mirando a Dragomir. Estaba hablando, moviendo la


cabeza, los otros escuchando. Tariq dijo algo, y Dragomir asintió. De
repente, volvió la cabeza y la miró directamente. Sus facciones habían
sido de piedra, frías, inexpresivas. En el momento en que su mirada la
tocó, se calentó.

¿Tienes necesidad de mí?

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Sólo estoy mirando al hombre que amo. Su corazón estaba tan lleno que
ella sabía que estaba desbordándose. ¿Y si Vadim había metido una
astilla dentro de ella? Dragomir la sacaría. Dragomir podía mover
montañas.

Él le sonrió, esa sonrisa pequeña, apenas allí, pero era para ella sola.
Ella poseía esa sonrisa y era más preciosa para ella que cualquier
tesoro.

Ella tocó el vidrio en un pequeño saludo y se volvió hacia sus amigas.


Descubrió que Dimitri y Skyler no sólo habían contribuido con un
cuadrado a la colcha de la cuna, sino que enviaron un pequeño lobo
relleno para ponerlo en la cuna con el bebé. El lobo tenía propiedades
mágicas tejidas en él, pero Emeline no estaba segura de lo que eran o lo
que hacían. Tendría que preguntarle a Dragomir.

Otro paquete era de París, de Gabriel y Francesca. Francesca era


famosa por sus colchas, y había enviado una hermosa manta. Esta
parecía bordada, aunque Emeline podía ver que no lo era, en realidad
estaba acolchado con material. La intrincada escena había sido cosida a
mano utilizando pequeñas piezas de material para cada colina, roca,
bosque y arroyo. Los lobos miraban desde el bosque, los pájaros se
asomaban a través de los árboles, los dragones mojaban sus hocicos en
el agua mientras otros se sentaban con las alas dobladas sobre las
rocas. Cada movimiento de la manta traía las imágenes a la vida.

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Sabía que Francesca era famosa por saber qué era lo más apropiado
para un cliente; era lo bastante famosa para que escribieran de ella en
las revistas. Mirando la colcha, volvió a ver el tema de los dragones y
los lobos. A ella le encantaba, pero era más que eso, le encantaba el
poder y la paz.

Sentía el amor que había entrado en cada punto y ella sabía que
Carisma lo sentiría también.

̶ No puedo creer que él pensara en hacer esto. Tener la gente de los


Cárpatos dándole la bienvenida a nuestra hija entre ellos. Significa
todo para mí.

Charlotte le sonrió. ̶ Tu hombre es una fuerza de la naturaleza,


Emeline. Tariq dice que es como tratar de domar un huracán o un
tornado. Quiere que se quede aquí con nosotros, pero es todo sobre ti.
A Dragomir no le importa dónde estén, siempre y cuando estés feliz.
Lo dejó muy claro. También dejó claro que todo el mundo te hiciera
feliz.

Emeline no pudo evitarlo. Ella se echó a reír. Se lo imaginaba tratando


de ordenarle al mundo que la hiciera feliz.

̶ Me hace feliz. ̶ Estaba diciéndoselo a las personas equivocadas. Me


haces feliz.

̶ El Príncipe también envió protecciones y bendiciones ̶ añadió


Charlotte, levantando la carta. ̶ Creo que Ivory vendrá para el
nacimiento. Espero que no esté planeando tatuar a la bebé.

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Emeline levantó la cabeza y le frunció el ceño. ̶ ¿Qué?

̶ Ivory parece que está cubierta de tatuajes de lobo, pero son lobos
inmortales, están permanentemente como una parte de su paquete.
Cuando los necesita o los quiere, cobran vida, se muestran, la protegen.
-Es realmente genial, dijo Tariq, ̶ pero ¿qué haríamos con lobos en San
Diego?

Era evidente que iba a tener que comunicarse con Ivory y averiguar
qué tipo de regalos planeaba para Carisma cuando ella viniera.

Estamos listos para ti.

Emeline tiró de la colcha hacia ella, la sostuvo firmemente contra su


cuerpo. El sentido de la diversión se había ido así. Estaban listos para
ella. La encerrarían en esa sala de seguridad, como lo hicieron con
Amelia, y tratarían de destruir la astilla sin que le hiciera daño a ella ni
al bebé. Sandu estaría allí. Gary. Dragomir. Todos correrían peligro.
Por ella, otra vez. Se lamió los labios y probó el miedo.

̶ Ya es hora, ellos me quieren.

Blaze frunció el ceño, girándose para mirar por la ventana hacia el


círculo de los hombres.

̶ ¿Por qué, Emeline? ¿Para qué te quieren?

No se lo habían dicho a nadie. Miró a Charlotte. No, ella lo sabía, se lo


habría dicho Tariq.

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̶ Vadim no ha terminado conmigo. Así como Amelia tenía una astilla
de Vadim en ella, hay una en mí. Aún no la ha usado, al menos no
parece que lo haya hecho, pero tenemos que quitarla. ̶ Ella mantuvo la
cabeza en alto, negándose a avergonzarse.

Dragomir la amaba tal como era y se negaba a permanecer cobarde. Se


negaba a darle consejos a Amelia y luego no aplicarlos a sí misma.

̶ Oh, cariño. ̶ Blaze extendió la mano y le cogió la suya. -Ese vampiro


necesita que lo maten.

Fue una declaración de Blaze. Ella siempre iba al escenario final,


cortando directamente a la matanza.

̶ Sí, lo necesita ̶ convino ella. ̶ He tenido suficiente de él en mi vida y


quiero que se vaya. También quiero que los otros niños sean
examinados, sólo para estar seguros.

̶ Ha sido hecho anoche ̶ dijo Charlotte. ̶ Ninguno de ellos tiene ni un


pequeño trozo de Vadim en ellos. Cuando obtengamos esto de ti,
entonces él se habrá ido completamente y no podrá acceder al
complejo. Una vez más, será seguro.

Su estómago se anudó y ella puso su mano cuidadosamente sobre su


bebé como si pudiera protegerla. Una nube pasó sobre la luna, un
signo ominoso. Incluso el viento eligió ese momento para levantar
hojas y ramitas contra la ventana.

̶ Pienso, no importa qué, mientras Vadim viva, todos debemos estar en


alerta, incluso aquí en la seguridad del complejo.

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Ella cuadró los hombros mientras Dragomir se separaba del grupo y se
dirigía hacia la casa. Ella se negó a dar la apariencia de encogerse
dentro.

De inmediato dejó la colcha, acariciándola con la mano para recolectar


coraje y paz mientras corría hacia la puerta. Estaba a medio camino de
los escalones exteriores cuando Dragomir llegó allí. Él la levantó, las
manos en su cintura, levantándola de sus pies y balanceándola para
ponerla en el suelo.

La pequeña y vertiginosa danza la calentó. Ella deslizó su brazo


alrededor de su cintura y lo miró.

̶ ¿Su reunión de súper escuela ha terminado?

Él entrecerró los ojos. ̶ ¿Me estás dando problemas con nuestra reunión
de estrategia?

̶ ¿Es eso lo que llamas a eso? No estoy segura de que se tratara de


estrategia. Creo que son más bien golpes en el pecho ̶ continuó.

Ahora levantó la ceja. ̶ ¿Golpes en el pecho?

Ella asintió. ̶ Tú sabes, soy la más guay. Soy la baddest badass de la


ciudad en ese tipo de cosas. Poniéndolo y midiendo.

̶ ¿Poniéndolo y midiéndolo? Supongo que ahora estás hablando de


gallos.

Había un indicio de una promesa de represalia por todas sus bromas,


pero eso sólo envió una emoción de anticipación por su espina dorsal,
en lugar de disuadirla. ¿Quién podría ser disuadido cuando parecía
tan divertido ponerse en problemas?

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Dejó que su mano se deslizara de su cintura a su cadera, sus dedos
acariciando la línea de sus pantalones y avanzando hacia la
protuberancia que se desarrollaba allí.

̶ Sólo escuchar esa palabra me da hambre.

̶ Te vas a meter en problemas.

̶ Me gusta estar en problemas ̶ admitió ella, golpeando sus pestañas.

Su mano se deslizó desde la parte baja de su espalda hasta la curva de


su trasero. Frotando, acariciando, masajeando. Esperaba que nadie
estuviera caminando detrás de ellos, pero por supuesto sus sombras
estarían allí. Sandu. Andor. Ferro. No protestó, aunque sabía que debía
hacerlo. Su mano se sentía demasiado bien. El calor se extendió a
través de su cuerpo, empujando el frío hacia afuera, el miedo frío
extraído. Ahora sólo estaba Dragomir, con su cuerpo duro y manos
asombrosas. No podía pensar en otra cosa sino en que el fuego
comenzara a arder tan profundo en su cuerpo.

Caminaron hacia la casa principal donde esperaban Tariq y Gary. Era


consciente de cada paso en el que Dragomir la llevaba consigo. La
forma en que su cuerpo protegía al suyo, cada ondulación de músculo
y la fuerza de sus brazos. Más que todo, era consciente de su mano,
masajeando su trasero. Entonces sus dedos estaban alrededor de su
muslo, bajo el dobladillo de su largo vestido, las yemas de sus dedos
acariciando la piel desnuda.

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̶ Alguien nos verá.

̶ No pueden ver. Nunca los dejaría ver tu cuerpo. Eres mía. Sólo me
perteneces. Me encanta la forma en que tu piel se siente. Tan suave.
Nunca he sentido nada tan suave, no en todos mis siglos de existencia. ̶
Las pastillas de sus dedos se arremolinaron sobre su muslo. ̶ Mi
nombre debería estar aquí. ̶ Él pasó el pulgar por el interior de su
muslo. Sus nudillos le rozaron la entrada. ̶ ¿Tan caliente para mí, ya,
sívamet? Me encanta.

Antes de que ella pudiera responder, él sacó su mano de su muslo y


envolvió su brazo alrededor de su cintura, agitando sus dedos en un
círculo para crear una brisa. Ella giró la cabeza y vio a Amelia
corriendo hacia ellos. Había estado tan atrapada en Dragomir y la
magia de sus manos que no había pensado en otra cosa. Agradecida de
que todavía estuviera consciente de lo que les rodeaba, frotó su cara a
lo largo de su pecho.

̶ Eres increíble. ̶ Ella puso amor en su voz.

̶ Estoy duro como una roca, y querer que se vaya no ha funcionado


todavía. Tengo que inventar un hechizo. ̶ Dragomir sonaba dolorido.

Ella se echó a reír. ̶ Tienes razón en eso. Voy a subir con un Contra
hechizo.

̶ Estaba preocupada por ti, ̶ saludó Amelia. ̶ Estabas muy triste.

Dragomir se detuvo para que la adolescente pudiera abrazarla

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.

Ella pasó la mano por el cabello de Amelia. ̶ Encontraron una astilla en


mí. Justo como la que encontraron en ti. Creo que es nuestro destino
tener vidas similares.

La respiración de Amelia se atragantó en su garganta, pero luego forzó


una pequeña sonrisa.

̶ Encontraste a Dragomir, y te hace feliz. Puedo decirlo. Si encuentro a


alguien como él, quizá también pueda encontrar felicidad.

̶ Encontrarás a un hombre que te hará feliz un día, ̶ confirmó


Dragomir. ̶ Mientras tanto, nos tienes a nosotros. Nos ocuparemos de ti
y aseguraremos tu felicidad hasta que él llegue.

A Emeline le gustaba eso. Le gustaba que estuviera siempre diciendo


que se quedaría allí y que ayudaría a proteger a los niños. Ella los
había salvado y estaba investida en ellos. Quería que fueran felices y
saludables. Quería ser parte de sus vidas.

̶ ¿No te llevarás a Emeline lejos de nosotros? ̶ La voz de Amelia estaba


tinturada de miedo, pero trató de alejar la emoción de su rostro.

̶ Somos familia. Parte de un círculo. Podríamos comprar tierra para


nosotros y establecer una casa, pero sólo se extendería el complejo por
lo que tendrían dos veces el área para jugar, ̶ aseguró.

̶ Me encantaría ̶ dijo Amelia. ̶ ¿Vas a quitar la astilla?

̶ Sí ̶ dijo. ̶ Ahora mismo. La mantendré a salvo.

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Amelia dejó de caminar con ellos y asintió con la cabeza mientras
seguían hacia la casa, observando con el mismo miedo en sus ojos,
pero negándose a reconocerlo.

̶ Es muy valiente ̶ dijo Emeline mientras Tariq les abría la puerta.

̶ El lugar al que queremos ir se accede desde la gran sala, ̶ dijo Tariq.

Los guio desde el vestíbulo hasta la gran y hermosa habitación.


Emeline vislumbró altos techos y pisos de madera mientras los
conducía a la pared más larga. Agitó la mano y una entrada se abrió
hacia otra habitación más pequeña. Ella entró.

Sabía que era como una sala de pánico, pero fue construida para
retener a los vampiros, no a los humanos. O tal vez a ambos. La
habitación le recordó una enorme bóveda. Por un momento, se olvidó
de cómo respirar. El brazo de Dragomir rodeó su cintura, y él la atrajo
hacia atrás contra su sólido cuerpo. Inclinándose, le susurró al oído,
moviendo la boca contra el lóbulo de su oreja, pero habló
telepáticamente, haciendo su comunicación íntima.

Piensa sólo en mí, en lo que quiero hacerte. No me importa si los otros están
cerca. Quiero quitar lentamente este vestido, deslizar los botones de sus
agujeros y permitir que el vestido se deslice de tu cuerpo y caiga en una
piscina a tus pies. Siénteme. Tan duro por ti. Siempre estoy así ahora.

Era imposible pensar en otra cosa cuando le hablaba así a ella.

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Piensa en mí cuando estoy dentro de ti. Cuando soy un escudo y un
destructor. Piensa sólo en mí, Emeline. Haz esto por mí.

Ella asintió. Lo intentaré. No debería ser tan difícil. Su cuerpo estaba tan
apretado contra el suyo, la plenitud de su polla recordándole como se
sentía cuando estaba dentro de ella.

Él la empujó sobre él, su cuerpo duro debajo de ella, sus brazos


alrededor de su cintura, su barbilla en su hombro. Muy rápido se
despojó de su cuerpo, Gary lo siguió. Sandu y Ferro siguieron su
ejemplo. Para su conmoción, Andor se unió a ellos. Intentó no pensar
en por qué necesitaban cinco hombres para ir tras la astilla de Vadim si
no estaba allí para defenderse. Tardó un momento en darse cuenta de
que cuando Dragomir dejó su cuerpo, también se apartó de su mente.
Había dejado atrás la sensación de su boca y manos sobre ella, de su
cuerpo moviéndose suavemente en la suya, pero había tomado el
cuidado de apartar su mente de la suya

Ella respiró hondo. Estaba dispuesto a algo, ese hombre suyo, a algo
peligroso, o no la habría dejado así. Sola completamente. Él nunca lo
hacía. A veces se movía dentro y fuera de su mente, pero en su mayor
parte, desde que él la había reclamado, se había quedado cerca de la
superficie.

Ella empujó suavemente en su mente, su toque sutil, apenas allí, por lo


que fue capaz de ver lo que estaban haciendo.

Él se había movido a su cerebro muy rápidamente, Gary siguiéndolo.


Sandu se colocó delante de la bebé, listo para protegerla si Vadim se
daba cuenta y atacaba.

Bookeater
Dark Legacy

Ferro y Andor se colocaron a cada lado de su cerebro, justo donde


estaba ubicada la astilla. La vio a través de los ojos de Dragomir. Era
una oscura sombra en forma de media luna que yacía en una grieta.
Ella nunca la habría notado, pero de repente tomó una apariencia
ominosa y vil.

Entonces la luz de Dragomir comenzó a desvanecerse hasta que estaba


tan oscura que apenas podía distinguirla. ¿Cómo hizo eso? Su espíritu
brillaba. ¿Qué hacía para disminuirlo? Entonces lo supo, su corazón y
sus pulmones disminuyeron. Estaba más vulnerable que nunca.
Contuvo la respiración. Con conocimiento. Quería gritar una protesta,
pero temía alertar a Vadim y poner en peligro a Dragomir. Era tan
imprudente, dispuesto a ponerse en peligro. Habían hablado de ello,
pero nada podía prepararla para las cosas que él insistía en hacer.

Se movió muy suavemente hacia la astilla, apenas un toque, su espíritu


se fundió, viajando. Un largo camino. Sintió que su espíritu se alejaba
de ella a cierta distancia. Entonces oyó el sonido del mar. El auge de
una ola rompiendo sobre la roca. Ella sintió el suelo moverse en un
ritmo hinchado. De nuevo, el mar. Dragomir se acercó y de repente
pudo ver el agua. Era oscura y aterradora en una larga extensión.
Había una nave adelante, anclada en el agua. Esperando a Vadim y los
demás. Ella sintió su regocijo.

Bookeater
Dark Legacy
Había hombres y mujeres en el barco. Varios niños. Cuando los
vampiros arrasaron por el cielo nocturno, el pánico irrumpió.
Carcajadas. Cerró los ojos, pero se negó a separarse de Dragomir. Si
tenía que ver la carnicería, lo menos que podía hacer era oírla. Por lo
que parecía una eternidad, Dragomir escucho, oyó y sintió lo que era
Vadim. Observando la masacre enfermiza. Entonces Vadim estaba
volando sobre el océano de nuevo hacia San Diego. Dos veces se
sumergió en el agua, se quedó bajo el agua cerca de un cable largo y
grueso y luego volvió al aire. Su corazón saltó. Reconoció ese cable. Lo
había visto antes.

Dragomir se retiró muy lentamente y luego dio un paso atrás para


darle a Gary espacio para trabajar. Gary era muy preciso. Ya lo había
hecho dos veces y sabía exactamente cómo destruir la astilla. Golpeó la
astilla con precisión de láser, corriendo por su espalda, incinerando
capas de células rápidamente.

Vadim saltó a la astilla, lanzando un escudo, deteniendo el ataque,


habiendo aprendido de los dos últimos. Se metió en el cerebro de
Emeline. Un intenso dolor irradiaba por su cabeza. Ella gritó,
tironeando en los brazos de Dragomir, intentando alejarse para poder
huir de él.

Andor saltó a la acción, insertando su espíritu entre la astilla y Emeline


para que la siguiente porción nunca la tocara. Vadim abandonó su
cerebro, arrojándose en su torrente sanguíneo desoxigenado para que
lo llevara rápidamente hacia su corazón.

Bookeater
Dark Legacy
Comenzó a golpear su vena mientras lo hacía, haciendo agujeros a
través de las tres capas de tejido que componían el tubo. Ferro estaba
allí, su espíritu casi cegaba al maestro vampiro mientras quemaba a
través de otra capa de células, incinerándolas. Vadim se vio obligado a
dejar de dañar la vena para sobrevivir. Saltó al corazón. Podía sentir su
triunfo. Dragomir y Gary ya estaban allí esperando. Mientras Ferro y
Andor lo habían perseguido del cerebro, se habían trasladado
subrepticiamente al corazón.

Cuando Vadim entró, sus espíritus combinados lo golpearon, la luz


blanca incinerando las células demasiado rápido. La astilla se disolvió
en cenizas, enrollándose en sí misma para intentar proteger incluso
unas pocas células. Vadim ya había perdido las otras dos tiras y un
pedazo de su corazón. Luchó por proteger lo que le quedaba, aunque
sólo eran unas pocas células. Trató de llegar a la cámara baja,
desesperado por llegar al feto a través del cordón umbilical.

Andor estaba allí, bloqueando el camino. Dragomir estaba detrás de él,


Gary y Ferro a ambos lados. Los cuatro juntos incineraron las restantes
células, destruyendo la astilla.

Bookeater
Dark Legacy

17

El mar se movía suavemente hacia adelante y hacia atrás, una cuna


con gran cantidad de agua salada. Debajo de la superficie negra y
vítrea, grandes y largos brazos de algas marinas alcanzaban un primer
sentido cuando el agua los tiraba, y luego el otro. Los brazos se
extendían desde el fondo del océano, de modo que sólo se veía la parte
superior del dosel, y luego sólo brevemente.

Mientras nadaba, Emeline captó vislumbres de la vida marina


escondida cuando el alga abrió los brazos. Cerca de la superficie
entraban y salían de los tallos varias clases de peces, a veces con una
barracuda o atún amarillo que los perseguía. Fue la explosión de color
lo que hizo que la escena fuera tan hermosa, aunque a menudo, a lo
largo de los años, nunca estuvo segura de sí estaba o no agregando los
vivos colores.

Leones marinos curiosos se dispararon a través de las largas hojas, y a


veces se detuvo para verlos jugar. La mayoría de las veces ella nadó
abajo a lo largo del arrecife rocoso, donde los fanáticos del mar pastel
se balanceaban de un lado a otro con las olas y tantas criaturas marinas
que hacían apariciones.

Bookeater
Dark Legacy
Había langostas entrando y saliendo de grietas, el pulpo y las anguilas
de Moray mirando afuera de las grietas. Los rayos de los murciélagos
descansaban en la arena, aunque era de noche, y tiempo de comer, de
modo que la mayoría comenzaba a moverse.

Los bosques de algas marinas tenían generalmente entre treinta y


ochenta pies de profundidad, pero éstas bajaban aún más, con sus
bulbos llenos de aire plantados en el suelo desigual. Ella había estado
aquí incontable de veces y conocía el camino como si fuera su propia
casa. Había estado explorando el bosque de algas marinas desde que
era muy joven. Ella se zambulló en ese maravilloso mundo, mirando
hacia los lados para asegurarse de que Dragomir estaba con ella.

No tenía miedo; este sueño era su fuerte. Sabía exactamente lo que


estaba haciendo, y sabía lo que tenía que mostrarle.

Aparte de su choque inicial cuando ella lo había llevado primero con


ella, compartiendo su sueño, él se había quedado en silencio, contento
de permitir que ella guiara el camino. Se quedó cerca del fondo del
océano, moviéndose dentro y fuera de los tallos directamente a los
grandes tubos redondos que se extendían por kilómetros.

Los tubos eran muy grandes, lo suficientemente altos como para que
un hombre pudiera estar de pie fácilmente en ellos. Lo suficientemente
amplios para permitir que varios hombres caminaran uno al lado del
otro dentro de ellos. En vez de seguir las tuberías hacia el mar,
permaneciendo en el suelo del océano, se dirigió hacia San Diego.

Espera, necesito seguir esto. Averiguar lo que está pasando.

Bookeater
Dark Legacy
Ella se detuvo, se volvió hacia él y le cogió el brazo, sacudiendo la
cabeza. Ya lo había hecho muchas veces. Recordando un sueño, podía
cambiar los detalles, y lo había hecho, noche tras noche, desde que era
una niña. Había explorado todo el camino hasta el final de las tuberías.

Estaban las catacumbas por delante. La gente acechando para ser


tomada por los vampiros. Había horror en su voz, en su mente. No
podía hacer nada para salvarlos. O rescatarlos. Ella lo sabía, porque
había pasado meses, años, tratando de descubrir un camino. Al final,
ella había renunciado y continuado sus exploraciones, tratando de
determinar lo que los vampiros en los que nadie creía estaban
dispuestos o incluso, cuando era tan joven, si eran reales.

No hay nada que hacer por ellos. Pero aquí es donde creo que es más
importante que lo veas. Pensé que no era real porque lo había soñado durante
muchos años, pero... Sígueme. Intentó verter la demanda en su voz. Ella
no tenía el rasgo dominante que le permitía hablar tan suavemente,
pero ordenaba todo y a todos a su alrededor. Ella tenía que ser
enfática, insistente, para conseguir su manera. Debería haberlo sabido
mejor. La transportó señalando la dirección en la que quería ir y con un
rápido movimiento de cabeza. Ya estaba nadando hacia ella, siguiendo
su ejemplo.

Dios, ella lo amaba por la forma en que él confiaba en ella. Le


encantaba que todo lo que ella dijera importaba. No estaba segura de
que alguna vez se acostumbrara a ello.

Ella lo condujo a lo largo de las tuberías a través del bosque de algas


grandes hacia la boca del río.

Bookeater
Dark Legacy
Una vez allí, encontraron la estrecha abertura que subía y se conectaba
al río. Ella nadó a través de él y entonces comenzó a nadar a lo largo
del fondo del río con Dragomir detrás de ella.

Ella era consciente de él en la forma en que siempre era consciente de


ella. No importaba que este fuera un sueño que compartía con él, sus
reacciones a él eran las mismas. Cada célula de su cuerpo le alertaba.
Se sentía hermosa. Se sentía sexy. Se sentía segura. Eso era todo nuevo.
En sus sueños anteriores, nunca había sentido nada de eso,
especialmente seguridad. Había aprendido incluso que los sueños
podían ser peligrosos.

Le mostró las arterias que corrían bajo el suelo. Canales profundos que
llevaban por toda la ciudad, que conducían al lago donde Tariq había
construido su fortaleza. Esos canales profundos llevaban a la ciudad
subterránea donde había ayudado a rescatar a los niños de Vadim.

Muéstrame el acceso al lago.

Vaciló y supo que era consciente de su renuencia. Él me pone trampas.

Ella sintió su sorpresa. Sus dedos le ataron la muñeca y él la levantó


contra él. Un brazo rodeó su cintura y él tiró hasta que su cuerpo
estaba apretado contra él.

¿Qué quieres decir, con que él te pone trampas? ¿Vadim sabe que sueñas con
estas vías fluviales? ¿Este es su método de viajar por debajo de la ciudad?

Ella asintió.

Bookeater
Dark Legacy
Yo era demasiado joven para reconocer la importancia de esconderme de él
cuando soñé por primera vez con estas aguas. No sabía dónde estaban ni cuál
era el significado. El mapa está en mi cabeza ahora, y puedo sacarlo. He
explorado mucho más que él. He estado en lugares por todos lados, lugares que
conectan desde una parte del océano a grandes cantidades de tierra.

¿Por qué no me lo dijiste de inmediato? ¿Por qué no le dijiste a Tariq?

Ella se estremeció ante su tono. Era un látigo, y parte de ella sintió que
se lo merecía.

Tal vez debería haberle dicho a Tariq, pero entonces no estaba segura.
No había hecho la conexión entre el oleoducto y el lago. Tenía la
ciudad subterránea, pero no el lago. No se había dado cuenta de la
extensión del imperio de Vadim bajo el suelo.

Yo era una niña cuando descubrí accidentalmente el bosque de algas marinas.


Era un país de las maravillas para un niño sin hogar. Un lugar donde podría
escapar. Soñé con ello con la mayor frecuencia posible. Cuando descubrí el
oleoducto por primera vez, lo ignoré. Entonces lo seguí. Había descubierto las
catacumbas, los muertos suspendidos bajo el mar, en largas hileras de cámaras
claras bajo las cañerías. Era algo de una película de terror. Tenía alrededor de
diez u once años. No estaba segura de que fuera real.

Sívamet. Sólo esa palabra de cariño. Toda la ira se había ido de su voz,
dejando una caricia ronroneante. Le encantaba el sonido de su voz y la
forma en que rozaba su piel, en el interior de su mente, se derramaba
en su cuerpo.

Bookeater
Dark Legacy
No sé por qué seguí volviendo. Yo estaba allí. Cada noche me decía que no iría,
pero no pude detenerme. Yo exploraba el fondo del océano una y otra vez,
nadaba a lo largo del oleoducto, y un día, cuando tenía catorce años, lo vi.
Estaba en la cámara debajo de la tubería. Era la primera vez que veía a alguien
vivo. Estaba exaltada, pensando, por fin había alguien que no estaba tirado
muerto. Casi salí de detrás de las rocas donde me escondía. Sinceramente,
Dragomir, había estado soñando por tanto tiempo, que no sabía si lo
inventaba.

Su voz tembló. Ella no pudo evitarlo. Nunca olvidaría esos momentos


de su vida. Era un sueño, sin embargo, por primera vez había temido
que fuera real. Había sabido que, cuando caminaba por las calles de
San Diego, justo al lado de la costa, donde los turistas se zambullían y
pagaban un buen dinero a los lugareños para que los llevaran a
explorar a lo largo de los bosques de algas, un monstruo había
comenzado a construir un vasto imperio.

Nadie la habría creído si lo hubiera dicho. Había intentado decirle a


Sean McGuire, el padre de Blaze, que había vampiros, y le había dicho
que estaba teniendo pesadillas. Eso era cierto, no podía negarlo, pero el
hecho de que hubiera soñado no había ayudado a su causa.

Sigue adelante. Necesito entender.

Vi como él agitaba su mano y despertaba a una mujer. La creía muerta, pero


ella estaba durmiendo. Él le sonrió y le tendió la mano. Su temor era tan fuerte
que irradiaba todo el camino. Podía sentir su miedo y su...deleite. Necesitaba
su miedo. Él lo alimentó. Lo amplificó y lo bebió.

Bookeater
Dark Legacy
Te juro que era como un afrodisíaco para él. Cuando volvió a sonreír, vi sus
dientes. La agarró y la atrajo hacia él. Ella no podía luchar contra él
físicamente, pero sentí su lucha. Lo sentí a él, también, y eso lo hacía extático.

Ella se estremeció y probó el miedo en su boca como siempre lo hacía


cuando pensaba en aquella noche. Ella lo había visto hundir sus
dientes en el cuello de la mujer y drenar su sangre.

Cuando levantó la cabeza, había sangre en sus labios y dientes. La dejó allí. Se
volvió para irse y luego de repente se volvió y me miró directamente. No me
moví. Caminó hacia el cristal y siguió mirando. Cuando agitó la mano, las
algas se apartaron de la oleada, no con ella. Nos miramos el uno al otro.

Dragomir acarició su cabello, sus manos tan firmes como su


tranquilizador latido del corazón.

Así que él te vio. Sabía cómo te veías.

Era como un sabueso que huele mi olor a través del cristal. Trató de obligarme
a ir a él, podía sentir el impulso de sus órdenes, pero me resistí. Eso lo
sorprendió. Es más, despertó su curiosidad. No creo que muchas personas
hayan resistido sus compulsiones.

Estas en lo correcto. El hecho de que sólo tuvieras catorce años realmente


habría llamado su atención. Y tú estabas en un sueño. Controlando el sueño.
Puedo ver por qué te buscó.

Ella tembló de nuevo y presionó su rostro contra su pecho. Al ritmo


constante de su corazón. Su ancla.

Retrocedí y salí de allí. Pero no podía dejar de volver.

Bookeater
Dark Legacy
Te trajo de vuelta.

Ella se mordió el labio.

Quizás. Lo he considerado. Finalmente comencé a ver que tenía acceso a


muchos lugares. Me propuse encontrarlos todas. Pasaron varios años antes de
que me diera cuenta.

Trazaste los pasadizos subterráneos, las arterias de su autopista. Ya sabes


dónde están todas sus ciudades subterráneas. Hay más de uno, ¿no?

Ella asintió. Cuando volví de Francia para ayudar a Blaze a encontrar a los
asesinos de Sean, pensé en ir a las autoridades, pero por supuesto, me hubieran
creído loca, y Vadim tiene algo de control con algunos de ellos. Se había metido
muy en profundidad con algunas de las familias del crimen y estaba
desarrollando su propio ser humano psíquico.

¿Por qué no le dijiste a Tariq?

Me llevaron a su recinto después de que Vadim me tuviera. Estaba


aterrorizada de que descubriera que estaba embarazada. Vadim siguió
susurrándome que Tariq y todos los demás Cárpatos me rechazaban. Me
aterrorizó dejar el complejo. Sabía que, si me iba, Vadim me atraparía. Apenas
conocía a Tariq o a cualquiera de los otros, sólo a Blaze, y me escondí de ella
tanto como fue posible.

Dragomir levantó la barbilla. ¿Por qué no me lo dijiste?

Yo iba a hacerlo. Necesitaba averiguar que significaba todo. No puedo


conseguir esa pieza tanto como lo intento. Día tras día salía y encontraba
todos los pasillos que podía para tratar de encontrar lo grandes que eran sus
posesiones. Traté de dejar de soñar por la noche.

Bookeater
Dark Legacy
Se quedó muy quieto. ¿Intentaste? ¿Todavía sueñas de noche?

A veces, no puedo evitarlo.

¿Has tenido otros encuentros con Vadim?

Lo vería en el sueño, lo cerraría y la próxima vez evitaría esa área. Así que sí,
hubo algunos encuentros, pero siempre me desperté de inmediato si lo veía.

¿Sabía de Sean McGuire y Blaze?

No le gustaba adónde iba la conversación.

No sé qué sabía de mí, sólo que cuando nos encontrábamos en el sueño siempre
había un intercambio de algo, ni siquiera sabía qué. Sólo sabía que podía
sentirlo antes de que él estuviera allí, más fuerte y fuerte después de cada
encuentro. Pero nunca consiguió acercarse a mí. Ciertamente no tomó mi
sangre.

Le tenías miedo. Parecía algo de hecho.

Por supuesto que se lo tenía.

¿Quién no lo estaría? No estaba avergonzada ni humillada de tener


miedo de un maestro vampiro. Ella asintió, sin saber a dónde iba con
su declaración.

Mucho. Cada vez que lo veía, estaba aterrorizada. Seguí pensando que
encontraría una manera de atraparme.

Pero no lo hizo. Te dejó moverte por sus canales. Su carretera personal.

Emeline, él no creó el mapa, tú lo hiciste. Él sólo te vio explorar todo y te


siguió. Sabías las maneras de llegar antes que él.

Bookeater
Dark Legacy
Ella frunció el ceño, sacudiendo la cabeza.

Eso no es cierto. Acabo de seguirte adonde él ya había ido. El sueño... Se


interrumpió, de repente llena de dudas. Sus ojos se abrieron y una
mano voló defensivamente a su garganta.

Dragomir. ¿Estás diciendo que le ayudé?

No, por supuesto que no le ayudaste, pero encontró un camino dentro de tus
sueños.

Y yo diseñé una ciudad entera para él. Y más.

Sacudió la cabeza.

No lo hagas, Emeline.

Se quedó en silencio por un momento, y luego vio la comprensión de


su rostro.

No lo sabe. Sabe que los pasajes están allí, pero no sabe cómo acceder a ellos.
Sólo tú lo haces. Él te necesita. Vadim no tiene idea de los lugares a los que
desea ir. Él sabe cómo entrar y salir de la ciudad subterránea, y tal vez al lago,
aunque dudo eso, pero él te necesita para el resto. Por eso te ha buscado desde
el principio. No sabía quién eras hasta que te hiciste la prueba psíquica.

¿Mis sueños? ¿Mi habilidad para mapear el fondo del océano y conectarlo los
ríos y lagos? ¿A todas las ciudades? ¿Eso es lo que busca?

Es más que eso. Eres inusual, incluso entre psíquicos. Puedes resistir sus
compulsiones, puedes comandar en sueños, eres tan fuerte que incluso su
sangre venenosa no puede matarte. Y puedes mapear continentes para él.

Bookeater
Dark Legacy
Me hubiera matado.

No lo creo, Emeline. Estaba dentro de ti, en tu torrente sanguíneo. Siguió


forzando a los parásitos a reproducirse porque seguiste matándolos. Tu sangre.
Si no hubiera sido capaz de llegar a los parásitos, habrías logrado liberar a tu
cuerpo de ellos, no de la forma de los Cárpatos, sino mediante la construcción
de anticuerpos que lucharan contra ellos.

Ella frunció el ceño. No entiendo lo que dices.

Estoy diciendo que eres de gran valor para ambos lados. Conoces la ubicación
de la fortaleza de Vadim, o al menos lo haces dentro de tus sueños. Puedes
producir anticuerpos, y porque has compartido sangre conmigo, significa que
puedo hacer lo mismo, así que en algún momento ambos seremos inmunes a
sus parásitos. Eso significa que cada cazador, mujer y niño puede ser inmune.
No es sólo que pensara que podrías tener el niño que quería, sino que eres el
premio final para él.

Ella sacudió su cabeza. Había creado un mapa de las arterias y venas


que componían los ríos subterráneos. Había encontrado todos los
pasadizos bajo el suelo para que uno pudiera entrar por mar e ir a
cualquier lugar que quisiera. Los conocía como el dorso de la mano.

A lo largo de los años había regresado todas las noches para tratar de
encontrar la manera de detener al vampiro. Encontrar cualquier cosa
que pudiera convencer a otros de ellos. Nunca le había contado a Blaze
de su sueño submarino, no después de que Sean lo descartara como
una pesadilla.

Bookeater
Dark Legacy
Ella había estado buscando un lugar para dormir una noche cuando
tropezó con dos vampiros alimentándose de personas sin hogar en un
callejón. Sean la había enviado a París, y luego había sido asesinado.
Ella había venido a casa para ayudar a Blaze a encontrar a sus asesinos.
Había llegado a casa, ya sabiendo que Vadim tendría sus manos sobre
ella y que estaría embarazada de su hijo cuando los otros la
encontraran y la rescataran.

Llévame a su ciudad subterránea.

Su corazón saltó. Ella sacudió su cabeza.

Vigilan ese lugar. Si nos acercamos a él, las posibilidades de encontrarse con
algunos de ellos son bastante altas. He intentado pasar por delante de los
guardias. A veces lo hago. La mayoría de las veces casi me pillan y tengo que
despertar rápido.

Si nos metemos en problemas, podemos despertar.

A ella no le gustaba. Estaba incómoda. El pasadizo a la ciudad


subterránea de Vadim era estrecho, un lugar fácil para establecer una
emboscada. Sabía que Vadim estaba enfadado.

En el momento en que había entrado en el sueño, lo sintió en el agua.


Su rabia. Su necesidad de controlarla, de readquirirla. No quería llevar
a Dragomir a una trampa. Había querido mostrarle la extensión de la
fortaleza de Vadim.

Sabía que Tariq no abandonaría a San Diego, pero una vez que supiera
a qué se enfrentaba realmente, con la información que podía
proporcionar, tal vez pudieran encontrar a Vadim y planear un ataque.

Bookeater
Dark Legacy
No sería capaz de pelear con los cazadores, pero al menos se sentiría
como si hubiera contribuido a algo. Había traído a Dragomir con ella
en vez de decirle, para que no hubiera duda de si estaba o no loca y
sólo tenía pesadillas.

Había llevado a Dragomir a la profunda pero delgada cinta de agua


bajo el suelo que alimentaba el lago que bordeaba el complejo de Tariq.
Se volvió a nadar hacia la arteria principal subterránea. Cuando se dio
la vuelta, Dragomir de repente la cogió por el brazo y la empujó detrás
de él. Para su horror, un tiburón, con la boca abierta de par en par, le
chasqueó, atrapando su brazo, girando y rayando a través del agua con
él. A la vez la sangre volvió el agua turbia y de color rojo, por lo que
Emeline, corrió tras ellos, nadó a través de un túnel rojo.

No se atrevió a poner fin al sueño con una de las criaturas de Vadim


aferrándose a él. El cuerpo de Dragomir estaba bajo la tierra, pero su
espíritu viajó con el suyo a través del agua de su sueño. Ella debería
haber sido más vigilante. Sabía que Vadim había puesto trampas en las
vías navegables. Esto nunca había sucedido, pero nunca había llevado
a Dragomir con ella antes. Ella no iba a tener un "hacer más." Ella
contaba con que al tener el sueño noche tras noche podía corregir
cualquier error que cometiera, como desencadenar una trampa.

Se puso a toda velocidad. Una cosa que le permitía el soñar cada noche
era convertirse en un nadador muy rápido y fuerte. Tal vez no pusiera
un pie en el agua cuando estaba despierta, pero en su sueño, ella estaba
de puntapié todo el camino.

Bookeater
Dark Legacy
También tenía la ventaja de conocer los canales, donde eran profundos
o poco profundos, donde caían más profundamente en la tierra, y se
volvían abruptamente o perezosamente hacían un S antes de
enderezarse. Conocía unas cuantas venas que no eran más que un
chorrito, con apenas agua suficiente para pasar. Eran atajos que
conectaban una vía de agua a la siguiente.

Odiaba perder de vista a Dragomir. Estaba acostumbrado a confiar en


sus poderes Cárpatos, pero en el sueño, no los tenía. Había sido una
niña pequeña que desconocía los poderes de los Cárpatos cuando
empezó a soñar con los bosques de algas y lo que había escondido en
ellos.

Maldiciéndose por haberlo llevado a su sueño, tomó el atajo,


dirigiéndose hacia el río subterráneo más ancho que corría hacia el
mar.

Se acercó a su pierna donde había atado un cuchillo. Ella había


empezado a llevar uno después de que vio a Vadim cuando era una
adolescente y sabía que era cazada. Ella colocó la hoja a lo largo de su
muñeca, su puño alrededor de la empuñadura. Mientras nadaba, la
parte superior de sus muslos rozaba las rocas en el suelo, raspando la
piel, pero no disminuyó la velocidad. Apenas sintió la quemadura al
doblar la esquina y cortó el ojo de la bestia que sostenía a Dragomir en
su boca. Empujó una segunda vez, esta vez dirigiendo la punta de su
hoja hacia el ojo.

El tiburón abrió su boca, golpeando violentamente, la nariz y la cola


causando estragos en el agua. Más sangre flotó lejos, creando un hilo
fino como un gusano sangriento arrastrándose a través del agua.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir la cogió por la cintura y la empujó delante de él. Ella se
apretó contra su brazo y soltó el sueño.

Por lo general, podía forzar los ojos a abrirse y el sueño terminaba. No


era tan simple ahora, no con el sol todavía en el cielo. Le tomó unos
momentos abrir los ojos y entonces ella estaba completamente,
plenamente en pánico. Estaba enterrada viva. Tenía que salir. Tenía
que cavar su salida. Tardó una eternidad en mover las manos,
intentando mover el suelo, pero ya estaba asfixiada, respirando
suciedad suelta en sus pulmones.

De repente, la tierra se abrió y se encontró mirando el techo del sótano


de su casa. Respirando pesadamente, trató de rodar, tosiendo.

Respira normalmente. No hay suciedad en los pulmones. Es sólo tu


imaginación humana. La voz de Dragomir era suave y calmante. Vuelve
la cabeza y mírame.

Ella no quería por si acaso estaba equivocada y ella estaba sola,


enterrada en la tierra. Estaba tendida a unos seis u ocho pies debajo del
suelo. Estaba oscuro bajo el suelo, las tablas del sótano apiladas a un
lado cuidadosamente, esperando la orden para reconstruirse. Ella
podía mirar todo el camino hasta el techo, y ver con su visión nocturna
mejorada.

Sívamet, es algo sencillo lo que te he pedido.

Lo era y sin embargo no lo era. Su corazón latía tan fuerte que sonaba
como un trueno resonando en sus oídos, pero era Dragomir y ella no
podía encontrar en ella un motivo para negarle nada.

Bookeater
Dark Legacy
Ella giró lentamente la cabeza. Allí estaba, sus extraños ojos dorados
mirándola fijamente. Él era hermoso para ella con las cicatrices en su
cara y esa mandíbula fuerte y masculina. Incluso tendido en el suelo
oscuro y rico, se veía elegante.

Su mirada se movió sobre él. Su brazo estaba masticado,


ensangrentado, ahora que estaba despierto. Ella había hecho eso.

Lo siento. Debería haber comprobado las trampas en todos los lugares que iba a
llevarte antes de compartir el sueño.

Eres extraordinaria, Emeline, y ni siquiera lo sabes. Ni siquiera vacilaste


frente al tiburón. Has estado trazando los canales de Vadim desde que eras una
niña y los conoces mejor que él.

Había orgullo en su voz. Respeto. Ella se encontró sonriéndole.

No puedo nadar. Realmente no. Tengo miedo de estar en el agua porque sé lo


que hay ahí abajo.

Era una confesión. Estaba ligeramente avergonzada de no poder ser


como otros seres humanos, nadando en un día caluroso, o en la noche.

Creo que tienes suficiente valor para diez personas, Emeline. Es más, me
pasare una eternidad aterrorizado de que mi mujer hiciera algo tan loco.

Él la hizo sentirse completa y feliz incluso en medio de saber que


Vadim y su ejército podrían pasar sin ser vistos en San Diego. ¿Cómo
iban a destruirlo si no lo encontraban? ¿Si tenía tantas salidas?

Bookeater
Dark Legacy
Ese es el trabajo de los cazadores, Emeline. Hiciste tu trabajo. Nos ha
proporcionado información valiosa. Podemos encontrar y destruir todos los
lugares que ha construido aquí. Hay muchos de nosotros ahora, más de lo que
él sabe. Gracias a ti, tenemos lugares donde podemos empezar. Desde esos
lugares, encontraremos senderos para otros.

Ella respiró hondo. Está cerca de la puesta del sol. Sólo por una vez, me
gustaría tener una noche contigo cuando los niños, o alguien más, no estén en
peligro. Solo una noche.

Su risa era suave en su mente. Me gustaría que también y va a pasar.


Tenemos la eternidad juntos.

Pronto será un bebé quien nos interrumpirá en cada vuelta. Charlotte


me dijo que estás haciendo una cuna con tus propias manos. Dijo que Tariq te
está ayudando.

Suspiró pesadamente en su mente. Entonces diversión masculina.

Charlotte no debería habértelo dicho. Era mi sorpresa para ti. Me gusta darte
cosas, y la idea de hacer algo como Tariq ha hecho, hacerlo a mano, me atraía.
Pensé en lo que quería que pareciera, así como lo que podríamos incorporar
para mantener a Carisma a salvo. Y pensé en los dragones. Te gustan los
dragones, así que eso parecía algo que podría usar. El macho fue bastante fácil
de tallar, pero la hembra, hacerla lucir hermosa y mortal al mismo tiempo,
capturar esa mirada en la madera ha sido un desafío.

¿Cuándo estás haciendo esto? Siempre estás conmigo.

Bookeater
Dark Legacy
Realmente no tenemos tantos consejos guerreros como te he llevado a creer.

Se encontró riendo. Sonriendo. Tenía que estar más cerca del atardecer
de lo que ella se dio cuenta porque el sonido llenaba el sótano bajo su
casa. Ella se lamió los labios.

̶ Eres terrible.

̶ Tú caíste por ello.

̶ Pensé que los compañeros no podían mentirse el uno al otro.

Él rodó. Estirándose. Se veía delicioso con sus músculos ondulando


poderosamente debajo de su piel.

̶ Sólo, aparentemente, cuando hay sorpresas.

Él juntó su pelo en su puño y giró su cara completamente hacia él para


poder tomar su boca. El calor la atravesó. Su boca era el paraíso. Sabía
besar, y se entregó a la exquisita belleza de su boca sobre la suya.
Besándose una y otra vez encendió un fuego en ella que no podía ser
apagado a menos que su cuerpo estuviera en el suyo.

Él la tomó entre sus brazos y luego ella estaba flotando, su boca


trabajando la suya. Dominante. Exigente. Tan caliente que tenía miedo
de que se prendiera fuego y quemara antes de que estuvieran en la
cama, sus cuerpos limpios, y curados. Le encantaba que pudieran
hacer eso.

Simplemente pensar en estar limpia y fresca y luego lo estaba. Casi la


arrojó en medio de la cama y se arrodilló, con las manos a ambos lados
de la cabeza.

Bookeater
Dark Legacy
̶ ¿Mencioné que te quiero? ̶ Incluso mientras hacía la pregunta, se
inclinó y lamió sus pezones. Primero uno entonces el otro, haciéndolos
picos. Su boca se cerró sobre su pecho izquierdo, amamantándose,
tirando fuertemente, y luego a su derecha.

Ella era sensible, y su boca era despiadada, lo suficientemente caliente


como para quemarla. Él usó el borde de sus dientes y al instante su
cuerpo estaba derramando calor líquido en invitación. Él le atrapó los
tobillos y se retorció, arrojándola sobre su estómago. Se inclinó hacia
delante y le mordió la mejilla izquierda.

̶ Te ves hermosa y muy sabrosa, Emeline. No sé si quiero devorarte o


estar dentro de ese cuerpo caliente y apretado.

Él la cogió de las caderas y le tiró el trasero hacia atrás para que ella
estuviera de rodillas. Apretó la cabeza contra el colchón con una mano,
los dedos rodeando su nuca para mantenerla en posición. Ella estaba
apoyándose en los antebrazos, su rostro apretado contra el colchón,
mirándolo por encima del hombro. Su cuerpo pulsaba con
anticipación. No había tenido que hacer mucho, sólo despertar y ella lo
quería. Su mano estaba allí, probando su disposición. Oyó su gruñido
de satisfacción.

̶ Me encanta cuando estas así. Tan mojada para mí.

Ella empujó hacia atrás contra su mano.

̶ Estoy totalmente mojada para ti, ̶ susurró.

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̶ Te quiero tanto que apenas puedo respirar. ̶ Eso era cierto. Sus
pulmones ardían por aire. Se sentía cruda. Expuesta. No le importaba
que supiera lo mucho que lo deseaba. Ella sabía que él sentía de la
misma manera. Le encantaba la forma en que la abrazaba con tanta
facilidad, sus dedos acariciando y burlándose, acercándola y
alejándose para que gritara en demanda, con los puños recogiendo el
edredón en sus palmas. Era un dolor hermoso. Un hambre que crecía
y crecía. Ella le amaba tanto.

Entonces su boca estaba allí, su lengua malvada y pecaminosa,


acariciando, chasqueando, apuñalando profundamente. Él se
amamantó, sacó la miel y luego rastró su clítoris suavemente con sus
dientes.

̶ Dragomir. ̶ Ella apenas podía decir su nombre. Una demanda.

̶ No sabes lo que quieres, sívamet. Tendrás que ser más específica.

A ella también le gustaba eso. Más líquido se derramó por su lengua


para atraparla.

̶ Tú en mí. ̶ Ella estaba jadeando muy fuerte, su aliento tan rasgado que
apenas podía hablar.

̶ Mi lengua está en ti, ̶ dijo y lamió la nueva ola de miel. ̶ Mmm, tu


gusto tan bueno. Quizá quieras mis dedos. ̶ Sacudió la lengua con el
primer dedo, luego dos, empujándolo profundamente en su abrigo
abrasador, muy apretado.

Bookeater
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Ella soltó un gemido de pura frustración. ̶ No tus dedos. Quiero tu
polla.

Ella se sonrojó cuando lo dijo, pero ella supo que era lo que él quería, y
al darle eso, encontró su cuerpo más caliente que nunca. Ella no podía
apartar los ojos de él cuando se arrodilló, su mano rodeando la
circunferencia de su polla, sus ojos sobre ella.

Ella se movió, empujó hacia atrás, tratando de conseguir que se diera


prisa. Se inclinó y la mordió otra vez. La conmoción de aquella
picadura envió otra oleada fresca de miel derramándose por lo que ella
estaba segura que sus muslos interiores brillaban.

̶ Por favor, cariño ̶ susurró. ̶ Ahora mismo. De prisa.

̶ ¿Quieres que sea gentil? ̶ Él colocó la cabeza de su polla en su entrada,


dándole lo suficiente para hacerla sentir como si la estuviera estirando,
pero no lo suficiente como para llenarla. Frustrada, empujó hacia atrás
otra vez, tratando de empalarse sobre él.

̶ Voy a arder en llamas. Te necesito ahora mismo. ̶ Esta vez, junto con
el sollozo suplicante, hubo una demanda.

Él rio y se metió en ella. Duro. El fuego se extendió a través de ella. Un


relámpago blanco. En el ángulo que él la tenía, sosteniéndola
indefensa, podía entrar profundamente, su eje un pistón, moviéndose
adentro y hacia fuera mientras las llamas se vertían sobre su piel y en
sus venas. Era bueno, tan bueno. Mejor de lo que ella podía haber
concebido. Amaba esa risa burlona.

Bookeater
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Casi despreocupada. Ella le había dado eso. Observó la belleza de su
rostro. Esas líneas duras y las cicatrices se suavizaron, sólo para ser
reemplazadas por una mezcla de lujuria y amor tallado en
profundidad. Allí en el oro fundido de sus ojos. Era hermoso de ver.
Esa tensión se elevaba en él tal y como se enroscaba en ella. Caliente y
brillante, una quemadura amorosa y feroz.

Entonces ella no podía pensar, sólo sentir. Él la llevó muy alto, sólo
para detenerse a punto de dejarla caer sobre el borde. Una y otra vez,
hasta que su cuerpo estaba tan listo, tan enrollado, que la tensión la
extendió más allá de su punto de ruptura. Podía oír el sollozo en su
voz. La demanda. La promesa de represalias. Pero al mirar en su cara,
ese ángel caído patinando tan cerca del cielo, al paraíso, era tanto una
recompensa como el hambre desesperada en su cuerpo.

̶ Atado vogyok, ainaak. Tet vigyázam. Peje míca ̶ Murmuró. Ella captó
las palabras Tet vigyázam y supo que significaba "Te amo". No estaba
segura de qué más había dicho, pero la forma en que lo había dicho era
hermosa. Su cabello cayó alrededor de su rostro como una hermosa
pintura renacentista.

Él le robó la respiración. Su corazón. Su alma. Ella sabía qué hacía lo


mismo por él. Ella no sabía por qué o cómo, sólo que, para él, ella era
especial. La hacía sentirse así a cada momento. No podía hablar, no con
el corazón tan lleno, no con el relámpago zumbando a través de sus
venas y ese insoportable placer enrollado tan fuertemente que pensó
que podría volverse loco.

Bookeater
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̶ Te amo, Dragomir, pero necesito...

̶ Sé exactamente lo que necesitas.

Su cuerpo seguía moviéndose entre el suyo. Duro, rápido y tan


profundo que se sentía tan conectada a él, que sentía que vivían en la
misma piel. Mantuvo los ojos fijos en él, con la mejilla apoyada en el
colchón, la mano en el cuello de ella, la cubría. Sintió el latido de su
corazón que lo rodeaba, pulsando y agarrando. Sus latidos le
respondieron, palpitando como un tambor en su núcleo más profundo.

Su cara. Esa cara, su ángel caído. Tan hermoso para ella. Observó cómo
la fiebre se apoderaba de él. La forma en que sus ojos se oscurecieron y
el oro se volvió antiguo. La forma en que las líneas de la lujuria y el
amor tallaron más profundo, dándole una mirada de pura sensualidad.
Sus dedos se apretaron en su cuello y cadera.

̶ Ahora, míca. Conmigo ahor

Su vástago se hinchó en ella, estirando sus tensos músculos, la


quemadura añadiéndose a la terrible y brutal belleza de la fricción, de
esa espiga de acero moviéndose dentro y fuera de ella. Su orden
susurró en esa voz sedosa, caliente y ronca de necesidad, la envió por
el borde. Semilla caliente se derramó sobre ella, bañando las paredes
de su vaina. La arrojaron al cielo. Caída libre. Altísimo. Era tan
aterrador como hermoso.

Su orgasmo seguía y continuaba, desgarrándola con una fuerza que


nunca había conocido. Tomando cada célula por asalto. Mientras
observaba su rostro, observaba lo que le hacía.

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Tal perfección. Sólo podía agarrarse al edredón con los dos puños y
montar en el cielo nocturno con él.

Él estaba allí, rodeándola con su protección. Para atraparla cuando ella


se desplomará, jadeando por el aliento, el corazón explotando, hasta
ahora no estaba segura de quién era, ni dónde estaba. Sólo que él
estaba allí. Esa cara. Sus manos, acariciándola, calmándola. Su boca,
susurrándole, besando su camino encima de su columna. Su pene,
dentro de ella, atándolos juntos, dando su amor con cada golpe.
Dándole éxtasis. Simplemente entregándole todo.

Se retiró, y ella gritó mientras su polla pesada se deslizaba sobre el haz


de nervios sensibilizados, provocando otra oleada fuerte de
ondulaciones. Sus brazos la rodearon y él la atrajo hacia su lado, su
cuerpo se curvó protectoramente alrededor del suyo. Una mano se
dirigió a su vientre, donde su hija estaba creciendo.

̶ Cada vez que te toco, es un milagro. ̶ Él apartó su pelo con la barbilla.


El paso las cerdas en su mandíbula enviando otra ronda de calor y
ondulaciones corriendo a través de ella. ̶ Tu piel es increíblemente
suave. Pensé en ti tantas veces a través de los siglos, pero la realidad es
mucho mejor que cualquier cosa que jamás hubiera podido concebir.

̶ No me atreví a soñar con alguien como tú, ̶ admitió. Sus pestañas


caían para poder saborearlo. Saborear el olor de él, la sensación de su
cuerpo contra el suyo y sus brazos, tan fuertes, rodeándola. Se sentía
segura. En su vida, no recordaba una sola vez en la que se hubiera
sentido segura. Ahora igualaba eso con él.

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Él la besó en la nuca, la puso suavemente sobre su espalda. Se quedó
de lado, inclinándose sobre ella, esperando a que abriera los ojos. Su
cabello caía en largas olas alrededor de los dos, rozando su piel
mientras besaba sus ojos, le frotaba la nariz, y luego su boca se posó
sobre la suya, provocando el vuelo de mil mariposas en su estómago.
Él besó su camino abajo de su garganta hasta sus pechos, pasó unos
minutos allí y continuó con su ombligo. Su lengua se extravió, hizo una
rápida incursión y luego le susurró al bebé en su propio idioma.
Hablando con ella. Tranquilizándola.

El amor inundó a Emeline. Tanto que no podía contener la emoción.


Llenó su corazón y su alma y se derramó, por lo que ella no sabía qué
hacer con tanto sentimiento. Sólo podía acariciarle el cabello con dedos
temblorosos, y jurarse a sí misma que, tanto como él le daba,
encontraría una manera de darle lo mismo.

̶ Me das tanto o más cada minuto en tu compañía, ̶ susurró Dragomir


contra su piel. Besó el lugar donde estaba el bebé acurrucado. ̶ Me has
dado una hija. ¿Qué regalo más grande hay? Me has dado tu amor, tu
corazón y tu alma. Te has dado a mí. No hay nada más, Emeline. Eres
mi milagro.

̶ Esto de un hombre que esculpe dragones para la cuna de nuestro hijo. ̶


Ella no quería llorar. Las lágrimas de sangre eran desordenadas. ̶ Sé
que tienes que ir a tu consejo de cosas, pero ¿me enseñarías a hacer la
ropa? ¿Y a volar? ¿Y tal vez limpiar la casa?

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Él rio y rodó hasta el lado de la cama, manteniendo su mano. ̶
Imagínate lo que quieres llevar en tu cabeza. Ten la imagen de ti fresca
y limpia de una ducha, su pelo lavado y seco. Los detalles son los más
difíciles. Sólo presta atención a cada detalle.

Emeline arrugó su nariz. ¿Podría ser tan fácil? Se imaginó limpia y


fresca y añadió un vestido de suave blanco cubierto de delicadas rosas
rojas. Había sido uno de sus favoritos en un catálogo que había mirado
casi todos los días. Ella lo eligió porque recordaba cada detalle. Ella se
encontró llevándolo, el suave material cayendo alrededor de sus
tobillos, fluyendo en remolinos cuando ella se levantó, sorprendida y
emocionada de que hubiera funcionado.

̶ Lo hice. No puedo creer que lo haya hecho.

Ella le rodeó el cuello con los brazos y lo abrazó. Por supuesto, estaba
completamente vestido y parecía perfecto.

̶ Voy a limpiar todas las habitaciones. Es una buena práctica. Entonces


voy a hablar con Liv sobre los dragones y cómo volarlos.

El la beso. ̶ Limpiar la casa, bien. Hablar con Liv sobre dragones


voladores, absolutamente no. Esa niña tiene bastantes problemas sin
que tú la ayudes a entrar en más. ̶ Caminó hacia la puerta, ese otro
Dragomir ya estaba tomando el mando. El que era intimidante y
aterrador. El peligroso depredador que se movía con fluido sobre el
suelo y a través de los edificios. La que le quitaba el aliento tan
fácilmente como el que la trataba con tanta delicadeza.

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Se detuvo ante la puerta y se volvió hacia ella. ̶ Antes de salir, sívamet,
es posible que desees agregar ropa interior. Personalmente, me gustas
sin bragas y sujetador, pero no estoy tan seguro de que estés tan
emocionada cuando alguien se de cuenta.

Lo observó cerrar la puerta y luego se echó a reír, abrazando al bebé,


sabiendo que estaba verdaderamente feliz por primera vez.

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18

La brisa agitaba las hojas en el suelo, lanzándolas juguetonamente al


aire. Suciedad, cemento y escombros se amontonaban en el callejón
justo detrás del edificio desierto.

Todo el bloque de tiendas vacías parecía una ciudad fantasma. La


ligera brisa utilizaba el callejón como un patio de recreo privado,
tocando ligeramente los escombros, y atravesándolo. El viento se
deslizó a través del cristal sucio de las ventanas, como si estuviera
observando, buscando ver en qué estado quedaban las tiendas cuando
la gente abandonaba sus negocios.

Dragomir giró en un sentido, usando la brisa para llevarlo donde


quería ir. Sandu y Ferro se movieron por el exterior de los edificios
desde la calle principal, cada uno buscando signos de actividad
vampírica. Andor tomó el techo. Los cazadores viajaban en paquetes,
extendiéndose por la ciudad, siguiendo el mapa subterráneo que
Emeline había preparado para ellos. Se lo había dado a Dragomir,
dejándolo en su mente después de que ella lo había llevado a su sueño.

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Tariq y Maksim se quedaron en el complejo rodeado por la fuerza de
seguridad humana. Con sus mujeres, comenzaron a enseñar a los
niños, a los Waltons, a Genevieve y a Emeline, así como a la fuerza de
seguridad cómo era la mejor manera de matar vampiros.

Los ejercicios habían comenzado en serio. No importaba que fueran


niños, mujeres o seres humanos, estaban en la lucha por mantenerse
con vida y mantener a otros seguros. Para hacer eso, necesitaban saber
cómo.

Los Cárpatos siempre habían sido cazadores. Tenían otras habilidades,


pero estaba arraigado en cada uno de ellos que tenían que cazar al
vampiro o a cualquier otra amenaza a su gente. Ellos nacían con esa
mentalidad. En algunos era más fuerte que en otros, pero no importaba
qué, cazaban, encontraban al enemigo y lo destruían. No era personal.
No había sentido de justicia, ni reglas. Simplemente era así. Se
centraban en un objetivo y lo destruían.

Cinco antiguos conformaban el paquete de Dragomir. Habían cazado


juntos muchas veces y estaban acostumbrados a la forma en que
pensaban los demás.

Habían tomado mutuamente la sangre y podían comunicarse juntos


por separado del camino común de los Cárpatos, lo que les daba una
ventaja ya que los vampiros no podían oírlos.

Fue una suerte que cuando hizo la llamada, respondieran otros de la


hermandad. Benedik se había unido a ellos. Consiguió ser el quinto
hombre en el grupo de Dragomir. Estaba tan frío como el hielo, con
unos únicos ojos negros de medianoche que no parpadeaban. Se
dirigió a la cuadra, entrando desde el otro lado del callejón.

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El segundo grupo también estaba compuesto de antiguos; todos
estaban en la hermandad o habían estado en algún momento.
Afanasiv, Nicu y Valentin estaban acompañados por Petru e Isia.
Hacían un grupo formidable, moviéndose rápidamente, saliendo al
mar.

Tomas, Lojos, Mataias, André y Gary componían el último grupo. En la


actualidad, estaban corriendo por el parque nacional, donde el agua
corría en ríos bajo el suelo. Esos ríos conectados directamente al lago
que limitaba con la propiedad de Tariq.

Dragomir descartó los otros grupos de su mente, sabiendo que eran


fuertes y podrían sobrellevar cualquier tormenta enviada por Vadim.
El trabajo de su manada era entrar en la ciudad subterránea sin ser
detectados, observar lo que los vampiros estaban haciendo y luego
destruir permanentemente a cualquiera de los no-muertos que
encontraran.

Utilizó el viento para ayudarlo. Era natural y nunca daría a los


vampiros una señal. En el exterior, el callejón parecía como si nadie
hubiera estado allí, desde que una cueva había destruido las entradas y
pasillos dentro. Estudió los escombros apilados frente a la entrada
desde todos los ángulos, tocándolos ligeramente con la brisa. Sentía la
mancha del mal. No era fuerte, apenas más que una nube de
oscuridad.

Normalmente, podría haberlo desechado como el rastro de un vampiro


que había pasado hace mucho tiempo.

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Gracias a Emeline, sin embargo, él sabía que los vampiros seguían
usando la ciudad subterránea, lo que hizo que este débil aroma del mal
siguiera siendo un camino digno de ser seguido.

Siguió moviéndose con la brisa para que no se pudieran disparar


alarmas. Su progreso era más lento de lo que le hubiera gustado, pero
no sintió frustración. Era su trabajo cazar al enemigo, y a veces eso
requería paciencia. El viento se deslizó en una grieta y encontró
espacio. Vacío.

Una entrada aquí, informó a la hermandad. Voy a entrar.

Entrar en los túneles sería más peligroso que permanecer fuera, donde
la brisa de su presencia parecería natural. Ahora tendría que ser un
ligero chorro, un aire frío que se filtraba desde la noche exterior.

Hay una entrada desde el piso de la tienda en la que estoy, informó Sandu.
Voy a entrar.

Ten cuidado. Estoy usando una señal débil.

No te preocupes, estoy creando un hábitat agradable para la polilla de la bruja


negra. No es pequeño, tiene un espacio de alas de siete pulgadas, pero los no-
muertos no creerán que un cazador usaría a una criatura para espiarlos. Yo,
sin embargo, tendré que dar a mi polilla por lo menos ocho pulgadas para ser
realista.

Dragomir casi se ahogó. Déjalo Sandu. La polilla negra de la bruja era


legendaria como heraldo de la muerte. ¿Y ocho pulgadas? Está empezando.

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No debería haber compartido el humor con ninguno de ellos.

Encontramos otra entrada aquí en la calle. Ferro esta vez. Entraré como una
polilla de bruja negra. Tal vez debería hacer mi envergadura un poco más
grande en consonancia con mi tamaño. Dime, ¿nueve pulgadas?

Dragomir se habría reído si su forma actual lo permitiera.

Puede que no encontraran humor en las cosas que decían, pero eran
divertidas. Ahora que había recuperado sus emociones, las compartía
automáticamente con los demás.

Había pasado tanto tiempo desde que alguno de ellos había sentido
nada, casi no recordaban lo que era el humor.

Si fuéramos por eso, tendría que ir por una envergadura de diez pulgadas, dijo
Andor, su voz sonaba graciosa. Sandu, espero que no te sientas
avergonzado.

Dado que mucho más de ocho o nueve pulgadas va a llamar la atención y ser
aplastado primero por algún vampiro rechoncho, no tengo ninguna razón para
sentir esa emoción, esta vergüenza de la que hablas.

Eso descarta mi envergadura de doce pulgadas, gruñó Benedik. Voy por la


pared de atrás, tres tiendas abajo.

Dragomir apretó el corazón con fuerza en su pecho. Él sabía que esa


entrada era precisamente la salida. Vadim la había usado después de
haber impregnado a Emeline. Sea especialmente cauteloso. Eso lleva
directamente a la guarida privada de Vadim.

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Se movió en el montón de escombros, flotando en la brisa constante a
través de la grieta y al pasillo de la ciudad subterránea. La roca y la
tierra cubrían el suelo en grandes montículos intransitables. Una roca
bloqueó la puerta de la cámara donde estaban Bella, Liv y, más atrás,
Val. Se llevaron a cabo experimentos en vivo con niños. Los niños
alimentaban a las marionetas que Vadim había creado. La mayoría de
esos niños habían estado vivos en ese momento. En el modo de cacería,
estaba agradecido de haber puesto algo de distancia de sus emociones.
Como estaba, el lugar le daba vuelta al estómago y el dolor entró.

Comenzó a alejarse, más que feliz de que no hubiera ninguna señal de


Vadim o de sus peones.

Se detuvo abruptamente, manteniéndose en el aire fresco y constante,


pero sin moverse con él. No podía pasar por alto nada. Parecía ridículo
pensar que Vadim usaría las cámaras de nuevo, pero no podían
permitirse el lujo de arriesgarse.

Se deslizó fuera de la brisa y, moviéndose lentamente para no disparar


ninguna alarma, se deslizó en una pequeña abertura entre la roca y la
pared de la cámara. Al principio la habitación parecía vacía. Casi se dio
la vuelta para regresar, pero el aire se desplazó y las figuras brillaron
por un momento.

Parecían translúcidos, de modo que cualquier persona que mirara


podía ver a través de ellos hasta el techo cubierto de tierra, el suelo
manchado de sangre y los rasguños oscuros y siniestros en las paredes.

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Dragomir se deslizó en un rincón y permaneció absolutamente quieto
mientras enfocaba su visión de los Cárpatos en el interior de la cámara.
Sólo tomó unos momentos antes de que las imágenes comenzaran a
emerger en apariciones de carne y hueso. Había una mujer de edad
indeterminada en la jaula. Sus manos estaban atadas en la muñeca,
suspendidas sobre su cabeza. Ella tenía cicatrices en el cuello de
mordidas ásperas y había más en sus brazos e incluso una arriba en su
muslo donde estaba su falda. Tenía el pelo recogido en una cola de
caballo floja y desaliñada.

Podía decir que era alta y muy delgada, casi demacrada. Su pelo era
muy grueso y largo, el color oscuro con unas pocas vetas de plata
tejidas a través. Su rostro y su cuerpo parecían jóvenes, pero había algo
en ella que le hacía pensar que era mayor.

Parecía deshidratada, con ojos vidriosos y golpeada. Había contusiones


en todas partes que podía ver. Tenía la cabeza baja, pero sin previo
aviso, su mirada se desplazó hacia la esquina de la habitación, el rincón
donde permanecía quieto. Respiró hondo y lo soltó lentamente. Su
cabeza se movió, su barbilla se movió ligeramente hacia la segunda
cámara, en donde Valentín había sido retenido.

Estaría diciéndole algo. ¿Advirtiéndole, tal vez? Sabía que estaba allí.
Ella era consciente de él incluso cuando el vampiro no lo era. ¿Qué
decía eso de ella? ¿Quién era?

Un vampiro se movió alrededor de una larga mesa de piedra.


Murmuró para sí y siguió lanzando miradas asesinas por encima del
hombro a la prisionera. Había bajado una vez más la cabeza, viéndose
derrotada cuando Dragomir sabía que no lo estaba.

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Había sangre fresca en el suelo y manchas de ella, pequeñas huellas
sangrientas, que conducían a la siguiente cámara.

A Dragomir no le gustaba mucho el hecho de que la mujer supiera que


ya no estaba sola en la cámara con el vampiro tan cerca. Necesitaba
averiguar qué estaba en esa cámara antes de hacer un movimiento
contra el vampiro. Y tenía que matar al vampiro sin alertar a la ciudad
subterránea.

Vadim había tejido un hechizo sobre las cámaras, uno en lo que los
Cárpatos ya habían caído una vez. Habían examinado estas cámaras
una vez antes y creían que había abandonado su ciudad, pero todavía
estaba en uso. Él lo ocultaba mejor ahora.

Dragomir se movió lentamente, avanzando despacio por la cámara


para no moverse. El vampiro estaba absorto en lo que estaba haciendo,
todavía murmurando para sí mismo, obviamente enojado con su tarea
asignada o con las órdenes de dejar a la prisionera sola. Era la forma en
que el vampiro alternaba entre mirarla y lamer sus labios hambrientos
cuando la miraba, lo que tenía a Dragomir seguro de que le habían
dado órdenes de mantenerse alejado de la mujer.

Sin avisar, la puerta de la cámara se abrió tan fuerte que golpeó la roca,
rebotando cerrada, se abrió por segunda vez con la misma fuerza, pero
esta vez un gran vampiro estaba enmarcando la puerta. Dragomir lo
reconoció de inmediato.

Eugen. Había escapado con éxito de la cueva, pero estaba cubierto de


cicatrices de su encuentro con el sol. Se había quemado severamente.

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La mitad de su rostro era una plancha de plata con una piel extraña y
casi cursi alrededor de los límites. Como si fuera una máscara, cuando
el vampiro habló, la piel, ya tensa, no le permitió la expresión.

̶ Vamos, Arthur, estoy cansado de esperar. No tenemos toda la noche.

Arthur miró fijamente a Eugen.

̶ Tienes que comer. Estoy hambriento. Ella huele delicioso. Su sangre


debe ser...poderosa. Sólo quiero un sabor. Tengo hambre. ̶ Lo último
fue casi un gemido.

̶ Me importa el culo de una rata si te mueres de hambre. No voy a dejar


que me maten. Sergey quiere la información y yo le dije que la
conseguiría para él.

Eugen miró detrás de él, mostró sus dientes y se giró.

̶ Puedo ver que estás ansioso por tu tratamiento hoy, ̶ le dijo a alguien
detrás de él.

̶ No tengo nada que demostrarle ̶ gritó Arthur, casi regocijado, aunque


lanzó una mirada hacia la puerta detrás de él, como si Sergey Malinov
pudiera pasar a través en cualquier momento.

Dragomir se acercó a la puerta abierta. Dentro de él podía ver a una


segunda mujer, y ésta parecía muy joven, tal vez en sus veinte años.
Estaba encadenada a la pared y no le había ido mejor que a la otra
mujer, quizás peor. Había sido duramente golpeada. Su rostro estaba
hinchado y magullado. Rayas de sangre estaban manchadas en su caja
torácica y a lo largo de su brazo derecho, donde había un corte grande.

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Eugen se acercó a la chica y se agarró de su garganta, su pulgar forzó
su cara hacia arriba. ̶ Si no le das a Sergey la información que quiere
esta vez, te voy a lastimar como nunca te han lastimado. ̶ Una sonrisa
maliciosa reveló sus dientes moteados y manchados. ̶ O le diré que lo
has engañado todo este tiempo y que no sabes cómo deshacer el
hechizo de Xavier.

Dragomir había continuado flotando, avanzando lentamente alrededor


de Eugen, pero eso lo trajo a cortocircuito. Xavier había sido uno de los
magos más poderosos jamás nacidos. Era completamente malvado y
casi había logrado acabar con el pueblo de los Cárpatos.

Se produjo un revuelo detrás de él y ambos vampiros temblaron,


temiendo quitar las miradas arrogantes en sus rostros. Eugen siempre
había sido un luchador. No era un vampiro recién convertido. De
hecho, Dragomir habría pensado que estaba en su camino para
convertirse en un vampiro maestro. Sin embargo, quienquiera que
viera a través de la cámara le había inspirado miedo puro. Lo que
impregnaba ambas habitaciones. Incluso las dos mujeres parecían
asustadas

Arthur rápidamente empezó a tender una bandeja con instrumentos de


tortura. Eso era puramente psicológico para los humanos. Ningún
vampiro necesitaba esas cosas para lastimar a una víctima. Dragomir
estudió a la mujer mayor. Su mirada estaba pegada a la puerta, pero
sintió una advertencia, un empujón distinto para salir de la cámara.
Dejar a las mujeres a su destino.

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Todo en él se calmó cuando sintió aquel delicado empujón. Estudió a la
mujer mucho más de cerca, moviéndose lentamente hacia la jaula. No
era humana. Ella era antigua. Un Cárpato. Los Malinov tenían una
mujer de los Cárpatos en su poder. No podía reconocerla. Había ido
demasiado lejos para identificarla. Había oído noticias, por supuesto,
de mujeres perdidas, de aquellas que habían desaparecido, pero habían
pasado demasiados siglos. No recordaba quiénes eran o si habían sido
encontradas.

Los dedos de Eugen se apretaron alrededor de la garganta de la


muchacha colgada por cadenas en la pared.

Él apretó con fuerza, cortando sus vías respiratorias. Inmediatamente


la mujer en la jaula reaccionó, arrojándose a las barras, pateándolas.
Ella no llamó ni habló, pero hizo un escándalo con su cuerpo contra los
barrotes que Eugen se dio la vuelta con un silbido.

̶ Detenlo o la mataré.

Al instante, la mujer de la jaula cedió. La niña encadenada jadeó para


respirar, tosió, silbó y luego atrajo aire a sus pulmones. La puerta
exterior de la cámara se abrió y Sergey Malinov entró.

Dragomir se lo había encontrado varias veces. En el grupo de cinco


hermanos, Sergey nunca se había destacado. Parecía desaparecer
cuando había una pelea y casi nunca expresaba su opinión, prefiriendo
seguir la dirección de sus hermanos. La temperatura en la cámara cayó
varios grados. Sergey parecía guapo, un hombre hecho para el presente
siglo.

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Primero miró a la mujer de la jaula. Él le sonrió y se inclinó
ligeramente, un gesto cortesano de viejo mundo.

̶ Buenas noches, Elisabeta, espero que hayas dormido bien.

La mujer inclinó la cabeza, pero no habló. Sus ojos, en Sergey a través


de las pestañas bajadas, mantenían una especie de terror, sin embargo,
había desafío en cada línea de su cuerpo.

Las cejas de Sergey subieron. ̶ En realidad, Elisabeta, me canso de tu


continuo comportamiento. Esta chica no es una buena influencia para
ti.

Elisabeta pareció encogerse, pareciendo más pequeña y derrotada.

Sergey se volvió hacia el vampiro que estaba junto a la chica en la


segunda cámara.

̶ ¿Has recibido la información que necesito?

Eugen se volvió blanco por debajo de la piel gris. ̶ No ha habido


suficiente tiempo. Ella es fuerte y no reacciona a la…

Sergey alzó la mano, un dedo aparte de los otros, su uña una garra
larga y gruesa. Se estremeció y Eugen gritó mientras el lado bueno de
su rostro se rasgaba casi en dos. El vampiro maestro lo hizo
casualmente, sin expresión en su rostro, enviando un escalofrío a
través de Dragomir.

Sergey no era más débil ni menos peligroso que sus hermanos. Este
hombre estaba totalmente en control. Totalmente a cargo.

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Los de la cámara lo sabían. Ambas mujeres se habían quedado
inmóviles, como si se enfrentaran a una víbora venenosa, y ninguna de
las dos quería llamar su atención.

Sergey ignoró a Eugen para concentrarse en la chica. Inmediatamente


las cadenas que la sostenían empezaron a humear. Ella jadeó pero no
gritó. La piel de sus muñecas, donde estaban los puños, comenzó a
ampollarse.

̶ Sugiero, Julija, que me des lo que quiero, o no me sirves. Me he


quedado sin paciencia.

Él chasqueó los dedos, y las cadenas cayeron al suelo de tierra y se


deslizaron allí como serpientes. Señaló la mesa de piedra detrás de él y
el cuerpo de la muchacha se sacudió y luego empezó a acercarse a él,
un paso involuntario a la vez.

Sergey había escapado de la muerte varias veces, y viendo la manera


casual en que manejaba el poder, Dragomir recordó a Xavier, y recordó
que Sergey tenía una astilla del alto mago en él. Obviamente la había
utilizado, aprendiendo de él.

Era un adversario peligroso. Claramente había estado todo el tiempo,


pero ninguno de los cazadores había reconocido que era mucho más
poderoso que sus hermanos. Más astuto, ocultando sus habilidades y
aguardando su momento.

Permitió a sus hermanos brillar, ser los más temidos mientras trabajaba
en el fondo. Eso lo convirtió en el vampiro más inusual de la historia
de los Cárpatos. ¿Estaba ocultando esas mismas habilidades a sus
hermanos? Dragomir lo comparó con Vadim.

Bookeater
Dark Legacy
Vadim era siempre el encargado. Dirigía a todos, incluyendo a Sergey,
tomando la mayor parte de lo que recibían para sí mismo. Siempre era
el primero en alimentarse y el que tomaba las decisiones. Vadim
consideraba a su hermano menos que él mismo y estaba cometiendo
un gran error.

Sergey estaba reclutando tranquilamente detrás de su hermano. Tenía


un plan, una estrategia, y hasta ahora, parecía estar funcionando.

Antes de que Dragomir hiciera un movimiento, tenía que determinar


qué estaba pasando. Necesitaba información. Tendría que pedir
refuerzos en caso de que uno de los vampiros escapara de las cámaras,
pero eso requería energía y Sergey lo sentiría. Se quedó muy quieto. Si
Sergey trataba de matar a la chica, no tendría más remedio que
intervenir inmediatamente, información, respaldo o no.

Julija llegó a la mesa de piedra, con los ojos fijos en Sergey. Había
miedo, pero había desafío. Ella era una luchadora, y estaba enojada.

De la jaula salían ondas de tranquilizadora paz. El sentimiento se


asentó sobre todos ellos, vampiro, cazador y mujer enfurecida. Sergey
levantó la vista, su rostro suavizándose. Sonrió a Elisabeta.

̶ Veo que estás decidida a hacer tu magia en todos nosotros, querida.


No tienes un hueso medio en tu cuerpo. Te daría todo lo que me
pidieras, pero ésta me sigue desafiando. Debemos moverte. Debemos
encontrar un camino. Vadim quiere que esta parte de la ciudad sea
abandonada. Si supiera que regresaría aquí, sabría que tenía una muy
buena razón, y él te encontraría. Te mantengo a salvo de él.

Bookeater
Dark Legacy

Lo menos que puedes hacer es estar agradecida y decirle a esta maga


idiota que nos dé el hechizo adecuado. Ella no nos está ayudando,
Elisabeta, y no puedo aceptar eso.

̶ Si la mueves, sabes que la esconderás en alguna parte donde los


cazadores de los Cárpatos nunca la encontrarán, ̶ dijo Julija. ̶ Darte el
hechizo le hará daño, no la ayudará.

Sergey giró el poder de su mirada penetrante sobre la maga. Tanto


Eugen como Arthur dieron un paso atrás como si en algún momento
explotara en violencia.

̶ Pasé muchos años buscando a un descendiente directo de Xavier...

̶ Bueno, no lo encontraste.

La mano del vampiro golpeó como un rayo, golpeando su cara y luego


cogiendo su brazo, girándolo para mostrar la marca en su antebrazo.

̶ Esta es la marca de un mago alto. Debes nacer con ella. Nadie puede
usar semejante marca sin un linaje directo. ̶ Siseó cada palabra.
Enunciándolas como si fuera una niña y no lo entendiera.

̶ Soy consciente de que nací con la marca, ̶ respondió Julija. Ella no tocó
su mejilla enrojecida. No se frotó las ampollas que rodeaban sus
muñecas. Ella miró fijamente al vampiro con una calma que desmentía
sus años. ̶ Soy descendiente directo de Xaviero. O quizás Xayvion. ̶ Ella
se encogió de hombros. ̶ Tal vez soy de la línea de sangre de Xavier.
¿Quién sabe? Entiendo que les gustaba compartir. Al menos Xaviero y

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Xayvion lo hicieron. En cualquier caso, soy mucho más poderosa de lo
que tú sabes.

̶ Soy consciente de eso. Lo sabía cuándo tuviste la oportunidad de huir


y te quedaste para ayudar a Elisabeta a escapar. Ella es preciosa para
mí. ̶ Cambió de táctica, su voz se suavizó. ̶ Mi hermano sería cruel con
ella. Elisabeta y yo nos pertenecemos.

Levantó la cabeza para sonreír a la mujer enjaulada.

̶ Porque tienes emociones cuando estás cerca. Xavier encarceló a una


mujer de los Cárpatos en la esperanza de tener niños. Vadim está
experimentando en la esperanza de ellos. ¿Qué es lo que quieres? ¿Un
niño? No lo creo.

La voz de Julija estaba especulando. ̶ Creo que anhelas las emociones


que te da. Es Elisabeta quien te permite pensar y planificar todo tan
claramente. Ella mantiene los rasgos negativos a raya, ¿no?

Sergey inclinó la cabeza. ̶ Chica lista. Nunca la dejaré ir. Si no puedes


ayudarme, no tienes ningún uso, Julija, así que te sugiero que
averigües muy rápido cómo deshacer el hechizo que la mantiene aquí.

Ella suspiró. ̶ Es complicado. Usaste un hechizo que escogiste de los


recuerdos de Xavier sin saber las consecuencias.

̶ Te lo he enseñado.

Una vez más, Dragomir tenía la impresión de que la paciencia de


Sergey se estaba desgastando.

Bookeater
Dark Legacy
En el momento en que sucedió, aquella ola tranquilizadora de paz
llenó la habitación. No fue sólo Sergey afectado por la ola de paz de
Elisabeta. Los otros dos vampiros, el mago y Dragomir, sintieron esa
oleada de paz que se movía a través de ellos, calmando los ánimos.

̶ Sí, Sergey, lo hiciste ̶ admitió Julija. ̶ Pero no fue todo el recuerdo.


Necesito más. He empezado a desenredarlo, pero es complicado. Muy
complejo. Xavier puso un hechizo de retención en un Cárpato. Él la
mantuvo prisionera durante mucho tiempo, tal como hiciste con
Elisabeta, usando los mismos métodos, pero este hechizo es
extremadamente difícil de deshacer. No puedo hacerlo sin ver toda su
memoria.

Había un anillo de verdad en su voz, sin embargo, Dragomir tenía la


sensación de que la niña estaba muy cerca o podría haberlo imaginado.
Claramente había un hechizo que mantenía a Elisabeta en la ciudad
subterránea, a la parte que Vadim quería desocupar. Sergey no podía
dejar allí a su prisionera, una prisionera a la que su hermano ni
siquiera conocía. Eso era una complicación adicional para Dragomir.
Incluso si pudiera matar a los tres vampiros, no sería capaz de liberar a
Elisabeta a menos que esta chica pudiera eliminar el hechizo de
retención.

Sin avisar, la mano de Sergey volvió a azotarla, enviando a Julija a la


mesa de piedra.

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̶ Desbloquearás este hechizo o morirás ahora mismo. ̶ No había ira en
su voz. Era un asesino frío. Este era el hombre que Elisabeta temía. El
que los vampiros temían. Bajó sus garras por los antebrazos de Julija,
empujó el puño al aire, lo que le levantó el cuerpo y la golpeó contra la
mesa como un sacrificio humano.

Elisabeta dio una patada frenética a su jaula, sin hablar, sin hacer
ruido. Parte del hechizo de retención tenía que incluir ser incapaz de
hablar. Eso tenía sentido, Xavier habría necesitado mantener a sus
víctimas calladas si los Cárpatos estaban cerca. Pero, ¿qué más había
aprendido Sergey? Julija tuvo la oportunidad de escapar y ella no la
había tomado. Se había quedado, arriesgando su vida por el riesgo de
rescatar a Elisabeta. Eso decía mucho sobre su carácter y valentía.

Dragomir no podía permitir que Sergey matara la maga, sin importar


el peligro de que alguno de los otros escapara.

Sergey de repente levantó la cabeza y miró alrededor de la cámara,


buscando pulgada a pulgada. Miró a Elisabeta, que bajo la cabeza. Él le
sonrió.

̶ Has ganado otra lección, querida. Sabes que mereces un castigo por lo
que has hecho.

Pronunció las palabras muy suavemente, sus dientes blancos


rompiéndose juntos. Elisabeta se estremeció y mantuvo los ojos fijos
en el suelo. Se volvió hacia la maga que yacía sobre la mesa de piedra.
Golpeó una garra larga, como una espesa goma de hielo, por su
garganta. Dejándola allí, sujetándola a la roca como una larga daga,
agitó su otra mano hacia Elisabeta.

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Para horror de Dragomir su cuerpo comenzó a disolverse, para
convertirse en parte de la roca en la que descansaba su jaula.

̶ Mantenerla viva o morir, ̶ dijo Sergey a sus sirvientes vampiros. ̶ Si ella


vive, las recompensas son enormes, ̶ y luego se fue. Así de rápido. Tan
rápido que Dragomir no pudo verlo moverse. Debió de haber pasado
por debajo de la puerta de la cámara, o incluso por ella, porque no la
abrió. En un momento estaba allí, y al siguiente había un espacio vacío.

La sangre brotaba del horrendo agujero en la garganta de Julija. Tosió


y la sangre roció por la habitación. Eugen saltó hacia ella al mismo
tiempo que Arthur. Se encontraron, pero fue Eugen quien cubrió la
herida con la mano, aplicando tal presión que la niña no pudo respirar.
La mujer de los Cárpatos todavía se estaba disolviendo, su cuerpo se
estaba derritiendo hasta que no había forma de verla, ni siquiera
cuando miraba directamente el lugar donde había estado. La jaula
permaneció. El gancho donde sus manos habían estado suspendidas
sobre su cabeza, pero no la mujer. La mujer había sido absorbida por la
piedra que la rodeaba hasta que no quedaba nada de ella.

En esta cámara. Sergey huyendo, Dragomir advirtió a los demás.

Todos los vampiros están saliendo, informó Ferro. Sucedió tan rápido que la
mitad de ellos ya están abandonando el lugar.

Constátenlo. Estos hombres son soldados de Sergey, no de Vadim.

¿Qué iba a hacer con las heridas del mago? ¿El encarcelamiento de
Elisabeta? Gary, tengo mucha necesidad de ti. Tenía habilidades. Sandu
también lo hacía, pero las habilidades de Gary eran muy superiores. Si
llegaba a tiempo, podría salvar a Julija.

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Sandu entró en la habitación, Andor detrás de él. Andor no perdió el
tiempo, voló hacia Arthur, con sus ojos añiles tan penetrantes como las
garras de Sergey. Su cabello negro le caía a la cintura con una trenza
tan gruesa como el brazo. Golpeó a Eugen y su puño contra el pecho
de Arthur. Dragomir se materializó detrás de Eugen y lo golpeó con el
puño. Un puñetazo corto y poderoso que se estrelló a través del hueso,
conduciéndose directamente hacia el corazón marchito.

Eugen se retorció, gritando de miedo y odio. Se estremeció, dejando a


Julija caer de la mesa. Sandu la agarró con fuerza, su mano cubriendo
la herida abierta en su garganta mientras lo hacía. Él la llevó al suelo,
en el lado opuesto de la mesa de donde los vampiros y los cazadores
luchaban contra sí.

Ella comenzó a luchar, y él simplemente agitó su mano y su cuerpo se


calmó, pero sus ojos irradiaron pura furia. Él mantuvo su mano sobre
la herida en su garganta y se deslizó de su propio cuerpo, justo allí con
dos vampiros en la habitación, dejando atrás una concha para
convertirse en puro espíritu. Se movió a través de su cuerpo
rápidamente, observando todos los signos de tortura. La mujer había
sufrido mucho con el tiempo.

Vio cicatrices que indicaban que podría haber estado detenida durante
seis meses. Tal vez incluso un año. Sandu miró todo, incluso las frescas
laceraciones y lágrimas, para llegar a la herida de punción en la
garganta de la niña. Tuvo que detener el sangrado. Eso tenía que
hacerse o no podían irse con ella.

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Cerró la herida de adentro hacia afuera. Había daños en su laringe. El
tubo de dos pulgadas estaba triturado. Si ella iba a hablar de nuevo, él
tenía por lo menos que dirigirse a eso.

Eso tardó más de lo que Sandu esperaba, y cuando consiguió que


algunos de los tubos quedaran pegados en el comienzo de una
reparación, alguien o algo le golpeó el cuerpo, golpeándolo de lado, y
su espíritu fue sacado abruptamente de la chica de nuevo a su propia
concha. Una bota pisoteó cerca de su muslo y aún más cerca de la
chica.

Se lanzó sobre ella, cubriendo su forma más pequeña con facilidad. La


bota estrechamente perdió su espalda cuando el vampiro tropezó hacia
atrás, tratando de escapar de Dragomir.

Dragomir dio una patada a Eugen en la cabeza, alejándolo de Sandu y


Julija. Les dio una mirada para asegurarse de que ambos estuvieran
vivos mientras saltaba sobre ellos, siguiendo a Eugen. Eugen trató de
tomar otra forma, pero Dragomir estaba sobre él, impidiendo el
cambio. Lo clavó contra la pared y golpeó fuertemente el puño,
buscando el corazón evasivo.

Eugen rugió y dio un salto, llevando a Dragomir con él mientras


rodaba por el suelo de tierra, la sangre ácida caía sobre Dragomir y se
sumergía en el suelo. Aterrizó en lo alto de los Cárpatos, así que se
miraron a los ojos. Dragomir nunca vaciló, sus dedos todavía cavaban
implacablemente el corazón.

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Detrás de Eugen, Andor se alzaba por encima de ambos, sus ojos añiles
feroces, sus rasgos brutalmente salvajes. Estrelló el puño a través del
agujero en la espalda de Eugen que Dragomir había hecho
originalmente. El vampiro gritó, echando la cabeza hacia atrás en un
esfuerzo por atacar a los Cárpatos golpeando desde atrás. En el suelo,
no tenía ningún apalancamiento, por lo que movió la cabeza hacia
adelante en Dragomir, golpeándolo en el cráneo, tratando de
estrellarse a través de él, para romper el hueso. Cuando eso no detuvo
al cazador, mordió con todas sus fuerzas, dejando que la sangre
antigua y rica se derramara en él.

En el momento en que probó esa sangre, su mundo se puso blanco.


Reduciéndose. No sentía más que ansía. Un deseo oscuro, terrible que
se apoderó y se negó a liberarlo. No pensaba en nada más que en
conseguir más. El agujero que se abría dentro de él era enorme,
bostezando y abierto para que la sangre pudiera llenarlo. Rico.
Satisfactorio. El único sabor que jamás tendría.

Se dio cuenta de que Dragomir extraía su corazón, pero Andor juntó el


pelo de Eugen en su puño y tiró de su cabeza tan fuerte que le rompió
los huesos del cuello. Eso no importaba. Lo único que importaba era
llegar a la sangre. Podía verlo, justo fuera de su alcance. Rubí oscuro.
Gemas de la sangre más pura que había probado. Tenía que tener más.

Un relámpago se arqueó alrededor de la habitación, saltó al corazón en


el suelo, incinerándolo, convirtiéndolo en cenizas. La energía blanca y
caliente bañó la sangre en ambos Cárpatos y luego en el suelo. Sandu
había mantenido los brazos y el cuerpo sobre la maga, pero ahora la
soltó lentamente.

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̶ Dejo de sangrar, pero ella no puede hablar todavía, ̶ anunció,
levantándola fácilmente para llevarla a la mesa de piedra fuera del
camino. Andor terminó el trabajo incinerando los cuerpos de los dos
vampiros.

̶ Gary está en camino, ̶ dijo Dragomir. Su nombre es Julija y ella es


maga, descendiente directa de Xavier o de uno de sus hermanos.
Sergey también sostiene a una mujer de los Cárpatos llamada
Elisabeta.

Los ojos de Andor se abrieron de par en par. ̶ Había una jovencita,


Elisabeta. La hermana de Traian Trigovise. Yo iba a su casa y de alguna
manera ella podía hacerme sentir más ligero, como si tuviera
emociones de nuevo. Cuanto más tiempo permanecía en su compañía,
más largo el efecto duraba. Ha estado perdida durante siglos. Ella
desapareció un día y nadie supo lo que le pasó. Nadie pudo rastrearla.
Sé que Traian la busco durante siglos. Ella era bastante más joven que
él, más joven por al menos quinientos años. Quizás más.

̶ Podría ser la misma mujer, ̶ admitió Dragomir. ̶ Trataba de que Sergey


no se molestara. Ferro, Benedik, ¿dónde están?

Barriendo la ciudad subterránea. Los vampiros salieron rápidamente.


Hemos revisado sistemáticamente todas las habitaciones aquí, y todos
se han ido. Sergey había sacrificado claramente dos para salvar a su
ejército. El vampiro tenía que haber sentido su presencia. Julija había
sido deliberadamente herida, lo suficiente como para que el vampiro
maestro supiera que tendrían que curarla o ella moriría.

Bookeater
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El sanador está en camino. No podemos salir de aquí sin averiguar cómo
salvar a Elisabeta.

Dragomir se acercó a la jaula y caminó a su alrededor, estudiándola


desde todos los ángulos, tratando de ver lo que no estaba allí.

Él la hizo parte de la piedra. De la roca. Estaba mirando directamente a


ella y desapareció en las paredes. ̶ Miró hacia atrás a la maga. Sus ojos
estaban abiertos y ella lo miraba con recelo, pero también había un
débil rastro de esperanza en su rostro.

̶ ¿Puedes traerla de vuelta? ¿Conoces el hechizo?

Ella visiblemente tomó un respiro, se estremeció y comenzó a agarrar


su garganta. Sandu le cogió la mano y sacudió la cabeza.

̶ Espera al sanador. No quieres tener daño permanente.

Su mirada se movió hacia él. Lo estudió durante mucho tiempo y luego


volvió a mirar a Dragomir y asintió.

El alivio se inundó a través de él.

̶ ¿Trabajaste en el hechizo para revertir lo que la mantiene aquí? ̶ Podía


decir por su rostro que quería proteger a Elisabeta de todos ellos.

Ella no confiaba en ellos, y él no la culpaba. Ella no los conocía. Podría


pensar que formaban parte del complot de Sergey para sacar la
información de ella.

Su mirada fue hacia la terrible herida que le había cubierto el cuello y


el hombro con sangre. Ella frunció el ceño y miró a Sandu.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Ella quiere que le cure, ̶ dijo Sandu. ̶ No soy el sanador. Soy un
cazador de pejes.

̶ Deja de quejarte. No tenías que meter el brazo en ácido hasta el codo, ̶


dijo Dragomir.

̶ ¿Dónde están? ̶ le preguntó a Petru y a Isia. Necesitamos


reagruparnos. Necesitamos limpiar esta tubería para siempre. Vadim
está usando el mar para escapar. Ha creado su propia ciudad aquí
abajo, completa con un nuevo y fresco bufet, ̶ respondió Petru. ̶
Tenemos que llamar a todos y destruir esto. Ahora. Esta noche.

-Vuelve a la ciudad subterránea. Voy a llamar al tercer equipo también.


Incluiremos a Tariq y elaboraremos un plan. Mientras tanto, aquí tengo
dos mujeres que necesitan sanación. Una necesita ir directamente a los
terrenos de curación. Creo que hemos resuelto el misterio de la
desaparición de Elisabeta Trigovise.

Hubo silencio. Elisabeta había sido legendaria en el mundo de los


Cárpatos porque ella podía restaurar las emociones a esos guerreros al
final de su capacidad de continuar. Ella no los había restaurado
exactamente, tanto como aligeró sus cargas cuando estaban en su
presencia. Había sonreído y el mundo parecía lleno de alegría.

Dragomir no la había visto sonreír, pero sintió su paz. Esa serenidad


perdurable. Había una calma en ella que se extendía por la habitación
en el momento en que era necesario. Estaba conservando claramente la
fuerza, y necesitaba sangre. Su hambre lo había golpeado, pero con
tanta suavidad que apenas la registró hasta que desapareció, formando
parte de las paredes de la cámara.

Bookeater
Dark Legacy
¿Elisabeta? El nombre fue susurrado para que toda la hermandad
oyera. Esa chica mágica. Todos los que se habían cruzado con ella
nunca la olvidarían. Ella había sido considerada un ángel, su regalo
nada menos que milagroso.

La niña se había convertido en una hermosa joven, todavía tan


angelical y tan abnegada como lo había sido cuando era una niña. Más
de un guerrero había cruzado los océanos para volver a ella, para estar
en su presencia. Si habían encontrado a Elisabeta, habían encontrado
un tesoro insuperable.

̶ ¿Vadim la tenía? ̶ Benedik hizo la demanda.

̶ No creo que Vadim supiera de su existencia. Sergey la tenía. La ha


tenido por algún tiempo y la ha ocultado a su hermano. Es mucho más
peligroso de lo que le hemos dado crédito. De hecho, creo que es
nuestro verdadero enemigo. Vadim piensa que él está a cargo, pero
Sergey ha construido en silencio un ejército, y ha aprendido mucho de
la astilla del alto mago.

̶ Pensé que Vadim también tenía una astilla del alto mago, ̶ dijo Ferro.

̶ Sólo porque la tenga, no significa que la use, ̶ señaló Dragomir.

El poder estalló en los pequeños confines de la cámara. Gary


Daratrazanoff entró, su largo cabello fluyendo detrás de él. Los
músculos debajo de su delgada camisa ondulaban en una
impresionante exhibición de pura fuerza. Su mirada cayó primero
sobre la maga, saltó a las heridas en Dragomir y luego se deslizó
lentamente sobre la pared donde estaba la jaula vacía.

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̶ Siento su presencia, ̶ dijo suavemente. ̶ Ella es muy poderosa y una
bendición para cualquier hombre como yo. Antes de tratar de traerla
de vuelta, haré lo que pueda por la maga y por ti, Dragomir. Me canso
de ti y de tus heridas.

Sandu le dio un codazo. ̶ Te dije que aprendieras a ser un poco más


rápido.

Dragomir envió un gesto muy grosero a Sandu.

Bookeater
Dark Legacy

19

Dragomir llevó a cabo el consejo en la cámara mucho más grande


mientras que Gary trabajó en la curación de la maga femenina joven.
Tariq se había unido a ellos, y todos acordaron que la ciudad dentro
del oleoducto tenía que ser destruida. Los humanos que Vadim había
llevado allí para su sustento eran en su mayoría vegetales, incapaces de
recuperarse. Les dejó la cordura suficiente para sentir miedo. Los no-
muertos necesitaban el ajetreo del miedo de sus víctimas. Era la droga
que todos los vampiros anhelaban.

La tarea era desagradable, pero no tenían elección. Pasaron algún


tiempo trabajando en los detalles y luego Dragomir volvió a la cámara
más pequeña donde Gary había trabajado en la maga y los antiguos le
habían suministrado sangre.

̶ Pude reparar el daño, pero ella no debería hablar por un par de


semanas. Si lo hace, causará un daño permanente a sus cuerdas
vocales.

Gary dirigió su atención a Julija. ̶ No puedo enfatizar lo suficiente.


Puedes escribir lo que necesitas decir, o mejor aún, alguien debería
tomar tu sangre e intercambiarla con la tuya para que puedas hablar
telepáticamente.

Bookeater
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Julija sacudió la cabeza con firmeza. Ella miró al curador. Este se
encogió de hombros.

̶ Es tu elección. Si quieres ayudar a Elisabeta, esa es la única manera.


Puedo tener algunas aportaciones, pero sin su guía de dónde buscar
respuestas, no puedo ser de ninguna ayuda real aquí y debería ir con
los otros a derribar la ciudad de Vadim.

La frustración tenía las cejas de Julija juntas. Ella dibujó un signo de


interrogación en el aire y le señaló.

̶ Dragomir me dijo que no viste todo el hechizo que está bloqueando a


Elisabeta aquí a esta ciudad subterránea. Tengo la capacidad de
acceder a recuerdos muy antiguos. Es posible que uno de mis
antepasados haya visto algo o haya oído algo que te ayude.

Señaló a Gary e inclinó ligeramente el cuello, aunque sus manos


temblaban. Las cerró con fuerza en su regazo.

Gary sacudió la cabeza.

̶ No te conectaré conmigo. Dragomir tiene una compañera. Es seguro


que se conecte contigo, porque si alguna vez me convierto, estarías en
peligro. Es imposible para él cambiar de orientación mientras Emeline
viva.

Julija se sentó por lo que parecía una eternidad. Dragomir era


consciente de que el tiempo pasaba. Los otros ya habían partido para
atacar la ciudad bajo el mar, y él era un guerrero y debía unirse a ellos.

Bookeater
Dark Legacy
Tariq había regresado al complejo para preparar los terrenos de
curación para Elisabeta si tenían éxito. Si no lo hacían, Gary estaba
preparado para quedarse en la ciudad subterránea para guardarla,
encontrar un lugar para dormir y luego elaborar un plan con la mujer
de los Cárpatos. Tenía que haber visto el hechizo. Incluso si era
complicado, entre Gary, Dragomir y Julija, tenían la oportunidad de
averiguarlo.

̶ No podemos estar aquí por mucho tiempo. Sergey no va a renunciar a


su premio tan fácilmente, ̶ dijo Dragomir a la chica renuente. ̶ Lanzará
un asalto en el momento en que se entere del ataque a la ciudad
marítima de Vadim. La mayor parte de nuestros cazadores han ido allí,
dejándonos vulnerables, así como al complejo.

La boca de Julija se endureció. Ella le señaló el cuello. Dragomir no le


dio tiempo para cambiar de opinión. Él fue cuidadoso, respetuoso y
distante de lo que estaba sucediendo sin tomar su mente. Incluso
distanciarla era difícil. Tenía un escudo muy fuerte. Su consentimiento
le permitió hacerlo.

Señaló su muñeca después de cerrar con cuidado los pinchazos.


Respiró hondo, asintió y aclaró su garganta como si pudiera hablar.

̶ No lo hagas, ̶ dijo Gary. ̶ Te arruinarás todo. ¿Quieres que te separe


más?

Ella asintió.

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̶ Tienes que dejarlo entrar en tu mente. Hacer una elección consciente.
Él está teniendo cuidado contigo, no tomara lo que no estas dispuesta a
dar. Ambos sabemos que estás haciendo esto para ayudar a tu amiga,
no para ayudarte en la curación, aunque, te aseguro, su sangre hará
ambas cosas.

Julija miró a Dragomir y asintió. Empujó más lejos en su mente y


cuando ella se abrió para él, él quitó su capacidad de registrar lo que
sucedía hasta que se hiciera. Dragomir cerró la laceración que había
roto en su muñeca y la miró.

¿Estás bien? Incluyó a Gary en su conversación. ¿Ni mareada, o


debilitada?

Julija sacudió la cabeza y se tocó la garganta. Todavía duele.

̶ Lo siento ̶ dijo Gary en voz alta. ̶ El daño fue muy severo.

Ella asintió. Gracias por curarme. Se deslizó de la mesa de piedra y se


acercó a la jaula. Tengo que revertir el hechizo utilizado por Sergey. Era uno
de los que Xavier solía esconder a Rhiannon. Le impedía hacer algún sonido
para poder ocultarla a la vista de un Cárpato. Eso maximizaba su tormento,
estar tan cerca de aquellos que podían rescatarla, pero estando completamente
escondida de ellos.

¿Cómo sabes esto? Dragomir había tocado sus recuerdos, pero no había
tenido tiempo de examinarlos a fondo. Trató de no permitir que la
sospecha se derramara en su mente donde lo leería.

Bookeater
Dark Legacy
Sergey le contaba la historia a Elisabeta. Él quería que ella viera cuánto mejor
él la estaba tratando. No dejó que Vadim o sus otros hermanos la vieran.
Jamás. Tenía cuidado. Me habló de Rhiannon y de cómo Xavier tenía hijos
junto a ella y luego la mató. Dijo que Sergey nunca trató de obligarla a tener a
su hijo.

Eso fue una revelación. Él intercambió una larga mirada con Gary.

̶ Él tuvo el mayor tesoro de todos los tiempos, ̶ dijo Gary. ̶ Por supuesto
que los Malinov sabían de ella. Sergey la quería exclusivamente por
sus habilidades, no por los niños. La mantuvo sola. Elisabeta era
confiaba.

Conocía bien a los hermanos, y después de que su hermana, Ivory,


desapareciera, iban a verla a menudo. No pensó en nada cuando
Sergey se acercó a ella y le pidió que fuera con él a un lugar que había
construido en memoria de su hermana.

Julija caminó alrededor de la jaula, estudiándola, la pared detrás y el


suelo bajo todos los ángulos. Dragomir la vio tropezar, casi caer, y
luego enderezo los hombros y puso las manos en el aire.

¿Puedes hacerlo sentada?

Ella frunció el ceño. Tengo que concentrarme. Sólo vi este hechizo una vez.
Después de eso él agitó su mano y ella desapareció en la roca.

No te ayudará si caes en tu trasero, reprendió Dragomir. Respóndeme. Se


sirvió acero en su voz.

Bookeater
Dark Legacy
Ella volvió a fruncir el ceño, pero esta vez negó con la cabeza. Estoy
débil, admitió, pero tengo que imitar sus movimientos exactamente a la
inversa.

Estaba de pie, y se movió alrededor de la jaula mientras gesticulaba.

Sólo sé, que, si empiezas a bajar, te aguantaré. Si tengo que cogerte, no quiero
que pienses que te voy a hacer daño.

Su mirada se movió sobre la cara de Dragomir. Cuando entraste en mi


mente, miré la tuya. Sólo hay espacio para una mujer. Ella te consume.
Lucharás y morirás por ella. Nunca me harías daño ni me atacaría a menos
que la amenazara de alguna manera. Si empiezo a caer, por todos los medios,
evita que me golpee la cabeza.

Los dos hombres retrocedieron detrás de ella y la joven una vez más
levantó sus brazos. Empezó a crear un tejido muy complejo en el aire.
Gary agitó la mano y el tejido salió al aire, las delgadas líneas se
retorcieron y se rodearon y se entrelazaron. Era complicado, pero la
maga trabajó en él constantemente.

El sudor le humedeció la frente. Pequeñas gotas rodaban por su rostro


y salpicaban su piel. Dragomir sintió el golpeteo en su cabeza. Las
palabras que debían revertir eran oscuras y feas, tan oscuras que, al
hablarlas, el suelo se movía bajo sus pies.

Sus labios se movieron, pero no pronunció las palabras en voz alta,


solo las representó en su mente, pero la intimidad de aquello las
empeoró. Poco a poco los tejidos comenzaron a desenroscarse.

Bookeater
Dark Legacy
Cuando una línea estuvo libre, la borró con un chasquido de dedos.
Caminaba de un lado a otro mientras trabajaba, luego de un lado a otro
de la jaula. Ella no vaciló, ni siquiera cuando sus rodillas se doblaron y
Dragomir tuvo que cogerla alrededor de su cintura para sostenerla.

La sostuvo con los dedos fuertes, pero mantuvo un leve toque para
poder moverse en cualquier dirección que necesitara sin dudarlo.
Varias veces Dragomir vio a Elisabeta acurrucada dentro de la jaula.

Sus brazos estaban levantados sobre su cabeza, encadenados al techo.


Ella estaba allí un momento y luego se iba otra vez. Se dio cuenta de
que la segunda vez que la vislumbró había oído cada palabra y sabía
que estaban tratando de ayudarla. Aunque no habían podido verla,
podía verlos. Lágrimas de sangre se deslizaban por su rostro.

No podía imaginar lo que habría hecho si hubiera sido Emeline. Sólo


mirar a Elisabeta le hacía sentirse enfermo y enojado. Sergey había
mantenido a su prisionera durante mucho tiempo. ¿Qué daño le
habían hecho todos estos siglos de encarcelamiento? Liberarla sería
misericordioso, pero después de tanto tiempo, ¿qué le había hecho a su
mente? Quería abrazar a la mujer y consolarla, como si fuera su propia
hermana en vez de la de Traian. Miró los rasgos inexpresivos de Gary.
Incluso tenía los ojos puestos en la mujer de los Cárpatos. Había algo
magnético en ella. Algo que atraía a los guerreros y calmaba sus almas
rotas. La última línea recayó en la determinación de Julija. La borró y
se desplomó.

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Dragomir la levantó antes que cayera y la colocó sobre la mesa de
piedra. Sólo descansa un minuto. Quitaremos las cadenas de Elisabeta y
luego descubriremos el siguiente hechizo.

Necesitas sangre. Estas muy débil. Te daré la mía. Se volvió hacia Gary.

̶ Vas a tener que donar para Elisabeta. ̶ Elisabeta no dijo una palabra.

Dragomir no estaba seguro de que pudiera hablar. Mantuvo los ojos


bajos y las pestañas largas velando su expresión. Gary se movió hacia
la jaula, agitó su mano y la cerradura cayó al suelo. Miró las cadenas y
cayeron. Los brazos de Elisabeta cayeron como hechos de plomo. No
intentó levantarlos ni frotarse las manos para que la sangre fluyera.

Gary frunció el ceño y muy suavemente tomó su mano, su pulgar


deslizándose sobre su pulso.

̶ ¿Elisabeta? Soy Gary Daratrazanoff. Este es Dragomir Kozel. Te


sacaremos de aquí y te llevaremos al suelo curativo. Necesitas sangre. ̶
Con cada palabra, como no hubo respuesta, su voz se hizo más suave,
más persuasiva.

Usando su uña, cortó una línea larga y delgada en su muñeca y se la


tendió. Ella parpadeó, miró la sangre y luego lentamente levantó sus
pestañas hasta que ella estaba muy mirando sus ojos.

̶ Quiero que tomes mi sangre ̶ dijo Gary con voz firme. Cuando no
hubo respuesta, él le dio una orden definitiva, su tono no dejó ningún
argumento. ̶ Elisabeta, tomarás esta sangre inmediatamente.

Bookeater
Dark Legacy
Respiró hondo y luego, con las manos en el regazo, se apoyó en su
muñeca. Su boca se movía sobre la línea de rubíes, su lengua tocaba la
sangre antigua. Apretó la muñeca más profundamente en su boca y
luego, como si hubiera dado su permiso o hecho una demanda, se
alimentó. Sus movimientos eran casi infantiles, delicados y lentos.

Dragomir la observó, la preocupación nublando su mente. Fue Gary


quien le dijo que se detuviera y lo hizo al instante. Una vez más se
sentó sin moverse, con los ojos bajos. Buscó respuestas en Julija.

Después de cientos de años de ser su prisionera, ella está entrenada para hacer
lo que se le ha dicho. Las consecuencias de no obedecer eran severas. Julija
suspiró. Ella luchó contra él por mí. Para mantenerme viva. La hirió, pero no
se detuvo. Ella volverá de esto sí puedo sacarla de aquí. El hechizo de tenencia
fue uno que Xavier creo y era extremadamente complicado. Intenté revertirlo
varias veces cuando Sergey y los demás no estaban cerca, pero no pude.

Dragomir entrecerró su mirada, estudiando su rostro, las líneas de


tensión allí, los signos de tortura. Podrías haberte liberado en cualquier
momento, ¿no?

Se encogió de hombros. Ella me dijo que me fuera, para liberarme, pero no


podía dejarla. Todo el mundo a quien le importaba estaba muerto...

̶ Eso no es cierto, ̶ negó Dragomir. Se volvió hacia la mujer de la jaula.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Mírame, ̶ le ordenó, usando su tono más firme. Esperó a que Elisabeta
levantara la mirada hacia él. Una vez más, no lo miró a los ojos
directamente, sino que fijó su mirada justo debajo de sus ojos. ̶ No es
cierto que todos los que amas están muertos. Tu hermano, Traian,
todavía vive y ha encontrado a su compañera. Te buscó, pero no ha
habido ningún rastro. Otros han buscado. Tus dones son necesarios
ahora más que nunca, Elisabeta. Muchos guerreros han esperado siglos
por sus compañeras y no pueden encontrarlas. No tenemos mujeres. Es
difícil seguir esperando. Con tus dones, puedes traer consuelo a los
que esperan, ampliar su capacidad de aguantar contra la oscuridad. Tu
pueblo te necesita. Ellos te quieren en casa. Te queremos en casa con
nosotros, Elisabeta.

Su mirada pasó de su rostro a Julija y luego otra vez. Respiró hondo y


asintió, pero no habló. Una vez más, las lágrimas le recorrían el rostro,
diminutas gotas de rubí de sangre. La vista creo un nudo estomacal en
Dragomir.

̶ Muéstrame ̶ le pidió Gary a Julija. ̶ En tu mente, déjame ver el hechizo


que lanzó para mantenerla encerrada en este lugar. Cada detalle en su
mente. Dragomir está conectado conmigo y podré ver lo que imaginas.

Julija no vaciló. La cabeza de Dragomir estaba llena de imágenes de


Sergey caminando de un lado a otro delante de la jaula que sostenía a
Elisabeta. Sus pies seguían un arreglo complicado alrededor de la
jaula, mientras sus manos se movían en una configuración
extremadamente difícil en el aire. Para hacer ambas cosas, uno tenía
que estar extremadamente coordinado.

Bookeater
Dark Legacy
Todo el tiempo, Sergey pronunció órdenes de magia negra, palabras
que nunca debieron haber sido hechas, y mucho menos dichas.

̶ Hace mucho tiempo se hizo un sacrificio para sellar este hechizo, ̶ dijo
Gary. ̶ En la cámara de Xavier, sacrificó a un joven mago.

̶ ¿Cómo puedes saber eso? ̶ preguntó Julija, con sus sospechas.

̶ Cuando se descubrió que Xavier se había vuelto en contra de nuestra


gente, uno de mis antepasados tomó parte en la investigación.
Descubrieron muchas cosas perturbadoras en la casa de Xavier. La dejó
apresuradamente y al hacerlo, dejó atrás años de recuerdos dentro de
las paredes de las cuevas de hielo donde conjuró la mayoría de sus
hechizos. Esa imagen, por la que sacrificó a un ser humano, fue muy
vívida.

¿Estás diciendo que las cosas que hacemos en esta habitación se pueden
imprimir en las paredes? preguntó Julija, sorprendida.

Gary asintió con la cabeza. ̶ Por supuesto. Cuanto más violento, más
profundo es el grabado. Estas paredes están gritando con su carga.
Alguien dotado sería capaz de leer todo lo que se hizo aquí.

Por primera vez, la sospecha escéptica dejó el rostro de Julija. Realmente


podríamos ser capaces de hacer esto, Elisabeta, dijo ella, saltando,
olvidando lo débil que había estado antes de que Dragomir le hubiera
dado su sangre.

Dragomir se encontró sonriendo. Has intercambiado sangre con Elisabeta.


Así es como está incluida en nuestro círculo. Todo este tiempo pensé que
tenías miedo de un intercambio de sangre.

Bookeater
Dark Legacy
Sé cómo funciona esta mierda de los Cárpatos. No voy a decir una palabra
alrededor de alguien que no tenga ya una compañera e intercambiaré sangre
con las mujeres si es necesario, pero no los hombres.

Se encontró sonriendo, agradecido porque Emeline le hubiera devuelto


el sentido del humor. La pequeña maga conduciría a alguien a una
danza terrible si demostraba ser una compañera de un Cárpato.

¿Crees que puedes acceder a la memoria en la cueva? le preguntó a Gary en


su camino telepático privado.

Lo he localizado en la memoria de mi antepasado, aseguró Gary. Si ella puede


reproducirlo, no tengo ni idea.

̶ Hagamos esto ̶ dijo Dragomir. Una sombra se deslizó en su mente,


haciéndole recelar. Quería regresar a Emeline.

Julija respiró hondo y alzó los brazos. La concentración estaba en cada


línea de su cuerpo. Miró a Elisabeta. Lo haremos esta vez, amiga mía, y
serás libre.

No puedo comprender tal cosa.

La voz que hablaba en su mente era la más hermosa que Dragomir


había escuchado. Sólo el sonido de ella podría detener una guerra,
detener una matanza, tal vez incluso hacer un vampiro olvidar que
había elegido perder su alma, aunque sólo fuera por unos momentos.
Elisabeta era un poderoso tesoro. No era de extrañar que Sergey la
hubiera guardado para sí.

Bookeater
Dark Legacy
Ella sería capaz de persuadir a cada vampiro para unirse a su causa.
Podía usar su voz como palanca, como un regalo a su más confiable,
dándoles unos minutos en su compañía para sentir de nuevo. Pensar
de nuevo sin un cerebro caótico. Se convertiría en una droga a la que
todos serían adictos.

Dragomir miró a Gary y supo que también lo sentía. Sabía que el


hombre era consciente de lo importante que era para Sergey y sus
planes. Si perdía su droga, ¿qué estaría dispuesto a hacer para
recuperarla? Cualquier cosa por una voz como esa. Cualquier cosa por
un regalo como ese. Cualquier cosa para mantener a su ejército en
línea. Ellos también la querrían de nuevo, cada uno de ellos que
hubiera conocido la bendición de su voz.

Julija siguió moviendo los pies en el complicado patrón de baile


mientras sus manos se agitaban con gracia en el aire, completamente
separadas de lo que hacían sus pies y piernas. Mientras tanto, movía
los labios, las palabras oscuras y feas en desacuerdo con la belleza y
elegancia de los movimientos de su cuerpo. Dragomir se estremeció
cuando el vil encanto se pronunció suavemente en su mente. Se había
cerrado completamente a Emeline y se alegró de haberlo hecho. No
necesitaba esa fealdad en su mente por encima de lo que Vadim había
puesto allí.

Julija desentrañó la mayoría del hechizo antes de vacilar, mirando a


Gary. A la vez, la visión de Xavier, el mago alto, estaba en sus mentes,
los movimientos y las palabras alimentados por los recuerdos de un
antepasado no visto que ahora eran parte de los recuerdos de Gary.

Bookeater
Dark Legacy
Julija frenó la marcha, pero ella siguió moviéndose, con los ojos
cerrados ahora mientras se volvía hacia adentro para sentir, ver, oír e
imitar el hechizo mágico oscuro a la inversa para liberar a Elisabeta.

Cada colocación de la mano y el pie fue deliberado y lento para no


cometer un error. El peso del hechizo se apretó sobre ella. No
importaba que lo borrara línea por línea, que estuviera deshaciendo
algo oscuro y siniestro, ese limo le cubría la mente, las mentes.

Dragomir lo sintió, así que ella también, ¿cómo no podía hacerlo? Su


respeto por la maga creció. Ella no vaciló. Ni una sola vez. No
importaba lo malo que fuera, y todos supieron el momento exacto en
que el hechizo había sido sellado en sangre inocente.

Elisabeta gritó y presionó su mano en su boca, el primer signo de


verdadero movimiento espontáneo de su parte. El rostro de Julija se
puso pálido, tan pálido que parecía casi translúcida y sus hombros
apretados como si apenas pudieran soportar el peso de ese pecado. Los
temblores le atormentaban el cuerpo, pero sus manos nunca fallaban y
sus piernas la sostenían. Su mente y la de Dragomir se unieron
firmemente, dos personas decididas a sacar a Elisabeta de la prisión en
la que llevaba tanto tiempo. Había sido una mujer joven, apenas veinte
veranos cuando desapareció.

Sergey había dado forma a su vida. En forma de quién era. Dragomir


se dio cuenta de que sería muy frágil y tendría que ser manejada con
cuidado. Su compañero podría haber desaparecido del mundo, y
viviría una existencia solitaria, venerada por el pueblo de los Cárpatos,
pero tal vez en su propio tipo de infierno.

Bookeater
Dark Legacy
Sacudió la cabeza. No podía pensar en eso. Emeline no había
renunciado en las peores circunstancias. El hecho de que Elisabeta
hubiera luchado contra su captor para salvar a Julija, sabiendo que la
castigaría, le dijo a Dragomir que la mujer era resistente. Las mujeres se
habían mostrado increíblemente fuertes.

̶ Tienes esto, ̶ susurró Gary cuando Julija frenó aún más, su cuerpo
temblando hasta el punto de tiritar. Dragomir se movió detrás de ella,
colocando ambas manos en su cintura para evitar que cayera. Tenía
que concentrarse y seguir esos intrincados pasos para poder moverse
libremente. Incluso con su ayuda, estaba agotada. Sin su sangre, nunca
lo habría hecho hasta ese último movimiento. Cuando hizo el hilo
desnudado y lo borró, se habría derrumbado si no lo hubiera estado
esperando. La cogió en sus brazos y la llevó a la mesa de piedra.

̶ Necesitas sangre, ̶ dijo, convirtiéndolo en una orden. Todo el tiempo


miraba a Elisabeta. Todos lo hacían. Esperando.

Elisabeta permaneció de rodillas en la jaula, con los ojos abatidos


durante más tiempo. Gary se acercó a las barras de metal y le tendió la
mano.

̶ Puedes dejar la jaula ahora, Elisabeta.

Sus pestañas revolotearon. Respiró hondo y alcanzó lentamente su


mano extendida. Todo su cuerpo estaba lleno de temblores. Gary cerró
sus dedos alrededor de su mano y lentamente comenzó a ejercer
presión, una exigencia silenciosa para que ella le obedeciera.

Bookeater
Dark Legacy
Estiró las piernas como si temiera que en cualquier momento Gary la
reprendiera. Cuando él mantuvo la presión en su mano, ella le dejó
tirar de ella al frente de la jaula hasta que sus piernas colgaron fuera de
ella. Ella jadeó y casi retrajo sus piernas, pero Gary negó con la cabeza.

̶ Eso es bueno. Mira, puedes salir de la jaula. Quiero que la dejes.

Tragó saliva visiblemente. Su respiración era rápida. En pánico

̶ ¿Cuánto tiempo la ha mantenido en ese espacio confinado? ̶ preguntó


Dragomir.

Julija sacudió la cabeza. No lo sé. Mucho tiempo. Está aterrorizada al aire


libre.

Dragomir evaluó la situación. Elisabeta no era una mujer moderna.


Esperaba que un hombre de los Cárpatos se hiciera cargo de ella en
una situación que no conocía y temía. Lo hizo de inmediato, no sólo
para ayudarla, sino porque la sombra en él había crecido.

̶ Elisabeta, voy a llevarte a la seguridad de los terrenos de curación. Si


el cielo nocturno es demasiado abierto y aterrador para ti, cierra los
ojos y coloca tu cabeza en mi pecho para que no puedas ver. Confía en
mí para mantenerte a salvo. Mi compañera estará en mi mente para
abrazarte también. ¿Me entiendes?

Llegó a Emeline. Te necesito. Hemos encontrado a una mujer que ha estado


en cautiverio durante cientos de años. Ella está aterrorizada. Necesito que me
ayudes a estabilizarla mientras la llevo al recinto.

Bookeater
Dark Legacy
Por supuesto, Dragomir. Lo que sea que necesites. Ella le respondió de
inmediato antes de mostrarle las terribles condiciones en las que vivía
Elisabeta. En seguida la sintió...su otra mitad. La mejor parte de él. Ella
estaba allí, suave y calmante, alcanzando a Elisabeta para mantener su
frágil mente en la suya mientras él se hacía cargo físicamente.

Puso los brazos alrededor de Elisabeta e indicó a Gary que elevara a


Julija en los suyos.

Antes de que la maga pudiera protestar, sacó a Elisabeta todo el


camino de la jaula y luego se movieron rápidamente, pasando por la
delgada grieta, Gary trasformando a Julija y Dragomir haciendo lo
mismo para Elisabeta para que pudieran caber.

En el momento en que Dragomir la había sacado completamente de la


jaula, Elisabeta se tensó como si fuera a luchar contra él, pero en su
lugar, enterró la cara contra su pecho. Sabía que estaba llorando, pero
se obligó a permanecer quieta, su cuerpo temblaba incontrolablemente.

Te tenemos, Emeline canturreó suavemente. Dragomir es fuerte. Él no te


dejará.

Demasiado abierto. Demasiado abierto, Elisabeta cantó, su voz un sollozo


de puro miedo. Su respiración era muy rápida, el latido de su corazón
tan salvaje, que Dragomir temía que pudieran perderla antes de que
tuvieran la oportunidad de ponerla en el suelo curativo. Ella estaba tan
acostumbrada a la obediencia que no luchó, cuando cada célula e
instinto la instaba a hacerlo. Emeline hizo todo lo posible para rodear
su mente con esperanza y paz.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir movió los brazos, colocando uno sobre su cabeza para
encerrarla. ¿Es mejor? Siente la brisa de la noche. Piensa en las cosas que
viste como una niña que tanto amó.

Es demasiado para ella, dijo Emeline. Ella va a tener que empezar despacio.

Estoy contigo, Elisabeta. Soy Emeline. Vadim me tomó prisionera por un corto
tiempo.

Elisabeta se calmó. Te conozco. Salvaste a los niños. Te vi. No podría


advertirte que Vadim había planeado una trampa para ti. Sergey tomó mi voz.

Dragomir estaba agradecido de que Emeline ya hubiera comunicado


su mente con Elisabeta manteniéndola fuera del vuelo y en su historia.
Emeline le contó todo sobre los niños y lo que estaban haciendo. Llegó
al recinto mientras Emeline le contaba cómo los niños habían intentado
volar sus dragones cuando no debían hacerlo. De alguna manera, en el
relato, Dragomir encontró un poco de humor en la historia.

Tariq tenía el suelo abierto, y Dragomir llevó a Elisabeta


profundamente en la tierra, donde la tierra más rica en minerales y
propiedades curativas había sido seleccionada para ella. Gary colocó
suavemente a Julija en la superficie y bajó para agacharse cerca de la
cabeza de Elisabeta.

̶ Voy a tratar de curarte antes de que te pongas en el suelo. Acuéstate


en silencio y déjame hacer esto.

Elisabeta asintió, pero no lo miró ni a Dragomir. Sus ojos estaban en los


de Julija. Julija le sonrió.

Bookeater
Dark Legacy
Lo hicimos. Te dije que encontraríamos un camino.

Me vas a dejar.

No por mucho tiempo. Cuando te despiertes, volveré. Es una promesa.

El sanador dice que será en tres semanas.

Tres semanas, entonces. Estas son buenas personas, Elisabeta. Deja que te
ayuden. Sé que es algo nuevo y que tienes miedo, pero puedes hacer esto. Eres
Cárpato. Sergey es un vampiro. Es malo. No hay nada que puedas hacer para
cambiar eso.

Lo intenté.

No tiene alma.

Bruscamente Gary regresó, echando una rápida mirada a Julija,


indicando que había oído cada palabra intercambiada. Sin duda había
estado en la cabeza de Elisabeta, tratando de ayudarla a recuperarse
más rápido.

Agitó la mano, e igual de rápido, Elisabeta estaba dormida, lejos de


Julija, lejos de todos ellos. Cerró el suelo sobre ella.

̶ Soy Tariq Asenguard, ̶ Tariq se presentó a Julija mientras caminaban


por la casa, de vuelta al exterior. ̶ Es bienvenido a quedarse.

Julija sacudió la cabeza. Tengo cosas que hacer. Cosas importantes. Volveré,
sin embargo, si no te importa.

Dragomir respondió por Tariq.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Le daríamos la bienvenida en cualquier momento, ̶ dijo Tariq.

Julija tendió la mano a Dragomir. Fue un placer conocerte.

Ella hizo lo mismo con Gary. Vosotros dos. Nunca habría sido capaz de
liberarla por mi cuenta.

La vieron salir, alejándose, sin coche, sin mochila, sólo con una mujer
que parecía frágil y maltratada. Su instinto era ir tras ella, pero había
dejado claro que quería estar sola, que tenía algo de gran importancia
que hacer y que tenían que respetar sus deseos.

Dragomir no podía esperar para llegar a Emeline. La vio en el porche,


hablando con Genevieve y Amelia, pero su mirada estaba en él.

Tariq, la ciudad está destruida, pero la mayoría de los vampiros no estaban


aquí, informó Afanasiv. No estaban en la ciudad subterránea. Ni en el
parque. Estamos de camino de regreso.

Tariq miró inmediatamente hacia la alta torre donde Matt Bennet, el


jefe de su fuerza de seguridad, estaba estacionado. Esperando. Alerta.

Preparen a sus hombres.

Dragomir miró cuidadosamente a su alrededor. Aquella sombra en su


mente había crecido hasta convertirse en terror.

Emeline, envía a los niños a las habitaciones seguras. Que Amelia los lleve
ahora. Tú y Genevieve entren.

Bookeater
Dark Legacy
Ella no lo interrogó, sólo se inclinó para hablar con Amelia e hizo un
gesto con calma a Genevieve. Estaba orgulloso de ella. Orgulloso de
que todo pareciera normal si alguien lo observaba.

Amelia salió del porche y se dirigió a Danny. Estiró un brazo alrededor


de él, se rio mientras hablaba. Los dos cogieron a Lourdes y a Bella,
poniéndolas sobre su espalda, y llamaron a Liv para que jugara con
ellos. Liv corrió y caminaron hacia la casa principal, riéndose y
llamándose unos a otros mientras iban.

Desaparecieron detrás de la puerta cuando Maksim y Blaze llegaron.


Charlotte siguió a los niños a la casa. El boom de la nueva arma de
Donald Walton reverberó durante toda la noche. El cielo nocturno se
iluminó con un ardiente resplandor naranja.

Maksim estaba en el aire inmediatamente, dirigiéndose hacia el lago. El


cañón de la torre respondió, un solo disparo, un ardiente misil que
giraba hacia el lago.

̶ Vienen por debajo del agua. Por los ríos subterráneos que Emeline nos
mostró, ̶ dijo Dragomir. ̶ Ha encontrado una manera de hacer inútiles
las salvaguardas en el agua.

Eso fue un golpe. Uno enorme. El hechizo tenía que venir de tener
acceso a la mente de Xavier. Por eso los ataques siempre vinieron de
debajo de nosotros.

Dragomir se lanzó al aire, saliendo hacia el lago, justo cuando el arma


de Donald y la de Maskin sonaban. Ambos eran fuertes, resonando a
través de la amplia extensión de agua.

Bookeater
Dark Legacy
Dragomir podía ver criaturas que salían del agua negra y brillante.
Algunos salieron disparados del agua hacia el cielo. Matt y su equipo
tomaron el objetivo de la relativa seguridad de las persianas ocultas en
todo el recinto. Podían moverse libremente desde y hacia ellos a través
de los túneles que Tariq había creado para ellos.

̶ No vayas al agua, ̶ advirtió Tariq. ̶ Tengo una sorpresa para el ejército


de Vadim.

Tariq vio a Vadim emergiendo, una figura oscura, usando a otros dos
como un escudo. No llamaron la atención sobre sí mismos, sino que
trataron de moverse en las sombras más profundas a la orilla.
Dragomir se dio cuenta de que Vadim estaba centrado en la casa de
Emeline.

Estaba seguro de que todos los antiguos se habían ido, cazando sus
ciudades y sus guaridas, persiguiendo a su ejército al mar y dejando el
complejo desprotegido.

Dragomir atravesó el lago, llegando a Vadim por detrás. Lo atrapó,


una vez más, junto al patio de juegos. Golpeó a Vadim por detrás,
cerrando con fuerza su puño a través de su espalda, utilizando su
fuerza y poder, rompiendo huesos y creando un pasillo a través de
tejido para poner sus dedos alrededor del corazón. Como si lo
reconociera de cuando él había tenido la otra parte, el órgano saltó
hacia él.

Vadim gritó con miedo y furia. Giró, gritando órdenes, cogido con la
guardia baja. Sus gritos ahogaron el sonido de los disparos. Los dos
vampiros que lo custodiaban se balancearon justo cuando Dragomir
extrajo el corazón y lo arrojó a un lado.

Bookeater
Dark Legacy

El relámpago se bifurco en el cielo, iluminando los rasgos de shock de


Vadim. El ataque había ocurrido demasiado rápido, un bombardeo
que no esperaba.

Uno de los vampiros atacó a Dragomir, haciéndole retroceder de


Vadim. Un rayo cayó al suelo a un lado del corazón del vampiro. El
segundo vampiro cayó protectoramente al suelo junto al maestro
caído. Dragomir reconoció a Sergey.

Sergey Malinov miró a su hermano con tristeza en la cara.


Subrepticiamente extendió la mano y cubrió el corazón de Vadim con
una mano mientras envolvía su brazo alrededor de su hermano con la
otra.

̶ Lo siento, Vadim. No lo vimos venir por detrás. Es muy tarde ahora.


Él tiene tu corazón. Dame la astilla de Xavier y talvez encuentre una
manera de derrotarlo. Tal vez incluso le impida incinerarte. ̶ Él
mantuvo su voz suave y persuasiva, dócil, amable incluso. Lleno de
dolor.

Vadim gritó y se estremeció. Sangre negra derramándose por todas


partes. Otro grito produjo un torrente de saliva. Con él llegó una astilla
gris plateado. Con ansiedad la pequeña pieza del alto mago reconoció
que el otro vampiro tenía otra pequeña sección dentro de él. Entró
fácilmente por su oído, deslizándose para encontrar el cerebro, para
unirse a ese otro trozo de un hombre tan poderoso.

Bookeater
Dark Legacy
̶ Eso es bueno, Vadim. Déjame intentar detenerlo ̶ dijo Sergey. Él
Mantuvo su mirada triste, incluso cuando el triunfo se derramó a
través de él como el agua sobre una presa.

Levantó la vista y llamó a uno de los peones de Vadim. La excitación


llenándolo, ya que sus planes se combinaban muy bien. El vampiro
corrió a su lado.

̶ Necesito ayuda con mi hermano. Con Vadim ̶ dijo suavemente,


asegurándose de que Vadim lo oyera. ̶ Dragomir ha tomado su corazón
y debo recuperarlo, no importa el costo para mí. Cuida de él.

Sergey se levantó, se alejó y volvió, llegando por detrás del vampiro,


que miraba a la izquierda y a la derecha, pero no prestaba atención a lo
que había detrás de él. Golpeó fuertemente su puño, extrajo el corazón,
lo tiró a un lado y llamó al relámpago él mismo. Incineró el corazón y
luego el cuerpo de su hermano antes de levantarse. Inmediatamente
empleó un hechizo de desaparición sobre ambos.

Ahora sólo tenía que recuperar su posesión más preciada. La que había
poseído durante cientos de años. Ella le pertenecía. Probablemente
estaba aterrorizada sin que él le dijera qué hacer.

Cambió de posición, con las moléculas en el aire, moviéndose


lentamente para no llamar la atención mientras la batalla rugía a su
alrededor, el ejército idiota de Vadim siguiendo las órdenes de un
hombre ya desaparecido, ya bajo el gobierno de Sergey, aunque no lo
supieran.

Bookeater
Dark Legacy
Había enviado tres de sus mejores hombres a matar a Dragomir y su
nuevo sanador, Daratrazanoff. Esa familia siempre estaba pegando sus
narices donde no pertenecían. Se acercó a Elisabeta, tratando de
conectar con ella. Sólo había vacuidad. Un vacío. Casi entró en pánico.
Tenía que estar allí, en algún lugar del recinto.

No había entrada a la casa. Podía sentir las salvaguardas desde lejos. Si


ella estuviera allí, lo habría sabido. Ella era parte de él. Habían estado
juntos durante siglos. Él se encargó de ella. Ella no sería capaz de
funcionar sin él. No tenía más remedio que irse, pero la encontraría.

Dragomir sintió que los dientes le arrancaban el hombro y el brazo.


Garras arrancando trozos de carne de su pecho. Él y el vampiro
cayeron por el suelo, golpearon a uno de los dragones de piedra y se
detuvieron abruptamente.

Por el rabillo del ojo, vio a un vampiro, Sergey, atrapar el corazón de


Vadim bajo su mano, luego Dragomir luchaba por su vida cuando un
segundo vampiro se unió al que trataba de matarlo. El segundo no
trató de llevarlo abajo; fue directamente al pecho, golpeando el puño
una y otra vez, creando agujeros que sangraban profusamente,
debilitándolo.

Él hundió sus dientes en el cuello del primer vampiro, arrancando su


yugular, rompiendo los huesos allí antes de volverse para enfrentarse
al segundo. Cogiendo el puño cuando salió de él, sacudió al vampiro
hacia él. Al mismo tiempo, lanzó un duro golpe en el pecho.

Bookeater
Dark Legacy
El ímpetu de la vorágine del vampiro ayudó a impulsar el puño de
Dragomir. Sus dedos encontraron el corazón. Mientras extraía el
órgano retorcido, el primer vampiro atacó de nuevo, saltando sobre él,
rastrillándole con dientes y garras, golpeando su espalda con puños
desesperados.

De repente, el vampiro se había ido y Gary Daratrazanoff estaba allí.


Lanzó al vampiro de Dragomir y lo siguió, no rápido ni lento, sólo una
persecución constante e implacable. Dragomir incineró el corazón y
luego el vampiro.

Miró hacia Sergey y Vadim. El aire crepitaba con energía eléctrica. En


el aire sobre el lago. Sobre el patio. Gary lo pidió. Un relámpago
iluminó el cielo, convirtiendo la noche en día. Dragomir pudo ver las
cenizas en donde Vadim había estado.

Se agachó allí sobre una rodilla, estudiando el suelo, tratando de darle


sentido. Sergey había cubierto el corazón de su hermano y luego
incinerado el corazón y a Vadim. Había hecho su juego y había tomado
la corona.

Dragomir miró cuidadosamente a su alrededor. Gary se unió a él. ̶


Tariq ha encendido el lago y electrocutado a cada vampiro en él.
Maksim y el equipo de seguridad destruyeron a los que llegaron a la
costa. Vadim debió de estar muy débil después de perder esas tres
astillas y un pedazo de su corazón que no podía pensar con claridad y
hacía malos juicios.

Dragomir hizo un gesto hacia las cenizas, ya soplando. ̶ Sergey ha


tomado el liderazgo.

Bookeater
Dark Legacy

̶ Sabíamos que iba a pasar. ̶ Gary miró hacia la casa y los terrenos de
curación que había debajo. ̶ Reforcé las salvaguardias, arriba, abajo y
alrededor de ella. Sergey no puede llegar a Elisabeta. Está
intentándolo.

̶ Seguirá intentándolo. Es adicto a ella. ̶ Gary suspiró y sacudió la


cabeza.

̶ Te das cuenta de que Vadim tenía una astilla de Xavier en él. De


ninguna manera el gran mago se permitiría morir por un rayo. Está en
Sergey ahora. Dos de ellas. Tendrá más recuerdos y habilidades para
aprovechar. Será un enemigo aún más implacable y poderoso que
cuando tenía a Vadim con él.

Dragomir asintió. ̶ Solo tendremos que hacer que sea demasiado difícil
para él venir a husmear en busca de Elisabeta. La mujer merece la paz.
No crees que pueda despertarla y llamarla a él, ¿verdad?

Gary sacudió la cabeza, una ligera sonrisa curvando su dura boca.


Pensé en eso cuando la metí en el suelo y le ordené que durmiera. No
puede romper ese hechizo, ni siquiera si el alto mago estaba trabajando
plenamente con él. Ella descansará. Pero cuando se levante, Dragomir,
tendrá problemas que no puedes imaginar.

Dragomir miró hacia la casa donde su compañera esperaba en la


ventana.

Bookeater
Dark Legacy
Había hecho lo que le había pedido y sabía que le había costado, pero
incluso con la breve batalla para la que habían estado preparados, ella
se había mantenido alejada de su mente, permitiéndole luchar contra el
vampiro sin tener que dividir su atención de dos maneras. Le estaba
agradecido y respetaba aún más su fuerza.

Te quiero. Dio un paso hacia la casa.

Gary puso una mano en su hombro justo cuando Emeline contestó.

Deja que Gary te cure. Eres un desastre, y conseguir sacar las manchas de
sangre del suelo se está volviendo difícil.

El amor en su voz siempre lo hacía centrar. Le dio un pequeño saludo


y fue con el sanador.

Bookeater
Dark Legacy

20

̶ No hagas trampa, ̶ dijo Dragomir.


̶ Tengo una venda en los ojos, ̶ protestó Emeline riendo. ̶ ¿Cómo podría
yo engañarte?

̶ Podrías mirar a través de la venda, pero es mejor que no ̶ le advirtió,


haciendo que su voz rugiera para demostrarle que se refería a todo
negocio.

La condujo por el sendero, asegurándose de que todos los puntos


irregulares se alisaban. ̶ Una sorpresa significa que no vas a ver hasta
que esté listo para que lo veas.

̶ Me das sorpresas casi cada noche, ̶ señaló. ̶ Me estás mimando.

̶ Tú me mimas ̶ se inclinó cerca de su oreja, su cálido aliento le rozó,


empujando un velo de deseo en espiral con calor a través de sus venas. ̶
Cada vez que te pones de rodillas delante de mí y me tragas, tus ojos se
cierran con los míos, mi mundo se convierte en puro paraíso. Entonces
haces eso con tu lengua, y estoy completamente perdido.

Ella no pudo evitar la suave risa que se derramó o el calor líquido entre
sus piernas respondiendo a su seductor susurro. ̶ Me gusta
especialmente lamerte hasta dejarte limpio. Siempre tienes esa mirada
increíble en tu cara. ̶ Deliberadamente, ella fue tan malvada cómo era
posible.

Bookeater
Dark Legacy
Él gimió. No hables de eso. Estamos al aire libre y estoy bastante seguro de
que hay decenas de pares de ojos en nosotros en este momento. De lo contrario,
te levantaría, me rodearías las piernas y te llevaría aquí y ahora.

La volvía loca cuando decía cosas así. Ahora no podía pensar más que
en quererlo. La mano en la parte baja de su espalda la guio
deslizándose hasta su fondo, acariciándola a través de su falda. Estaba
delgada, pero no lo suficientemente delgada. Quería sentirlo de piel a
piel, no con ropas que los separaran.

̶ Te estoy dando una sorpresa diferente, ̶ dijo. ̶ Así que compórtate.

Ella se rio de nuevo y esta vez se detuvo, se volvió hacia él y deslizó su


mano por su pecho para encontrar su cara. Las yemas de sus dedos
trazaron la curva de su labio. No quería perderse su sonrisa...y sabía
que estaba sonriendo. Le encantaba cuando sonreía. Ella hacia eso. Ella
le daba eso. Nada la hacía más feliz.

̶ Tú eres el que inició esto. Tienes la mano en mi trasero. ̶ Ella se inclinó


para besarle un labio inferior perfecto. ̶ Y me estás frotando.

̶ Te daré una palmada en un minuto ̶ murmuró, pero ya tenía las


manos en el pelo y la estaba besando. Besándola como si no hubiera
mañana. Su beso la consumió. La devoró. Alimentó su adicción loca a
él. Tenía muchos tipos de besos. Dulce. Tierno. Amable. Duro. Mojado.
Dominante. Amaba a cada uno de ellos. Ella amaba especialmente
éstos porque eran del tipo en el que ella conseguía perderse de
inmediato. Si ella era estrictamente honesta, se perdía en todos sus
besos, pero ella amaba estos como los mejores.

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Se entregó a él cuando la besó así. Su cuerpo se fundió con el suyo y
ella rodeó su cuello con sus brazos, inclinándose en él, dejándolo tomar
su peso. Tenía los ojos vendados, pero no importaba, sabía que él la
tenía. Siempre la tenía. Estaba a salvo con él. Su corazón estaba a salvo
con él.

Dragomir levantó la cabeza, le frotó la barbilla por encima de la cabeza


y luego deslizó sus labios por el lado de su cara hasta el pulso que le
latía en el cuello.

̶ Me encanta tu olor, Emeline. Y la forma en que sabes. A veces no


puedo tener suficiente.

Su lengua se deslizó sobre su pulso y luego sus dientes rasparon de un


lado a otro como si la tentación fuera demasiado para resistir. Todo en
ella respondió con una invitación malvada. Ella quería ese mordisco,
tan erótico. Tan hermoso. Él había tomado su sangre, le había dado la
suya. Habían hecho el amor dos veces esa noche, enredados en las
sábanas de su dormitorio, compartiendo la misma piel. Adorándose
uno al otro.

̶ Mantén tus brazos alrededor de mi cuello ̶ susurró. ̶ Aguántate fuerte.

Ésa fue toda la advertencia que obtuvo, y entonces ella estaba acunada
en sus brazos y se movían por el aire. Ella rio y enterró la cara contra
su pecho. Le encantaban sus sorpresas, aunque, sinceramente, él la
estropeaba demasiado. No podía seguirle. Él era bueno en la selección
de su lista de deseos de su cabeza y darle el tema después del artículo.
Ella trató de hacer lo mismo, pero la mayoría de sus deseos eran
hacerla feliz o mantenerla a salvo, o eran muy intensamente sexuales.

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Todas las noches hablaba con el bebé, con las manos alrededor del
pequeño bulto, la boca pegada a su piel desnuda. Le susurró que era
amada y que no podía esperar para verla. Sostenerla en sus brazos.
Emeline lo amaba aún más por eso. Nunca encontró una sola duda en
su mente. Él quería al bebé y pensaba en ella como suya. Con todos los
intercambios de sangre entre ellos, sabía que su sangre corría por las
venas de Carisma.

Todavía tengo problemas para pensar que realmente se ha ido. Sabía que
Dragomir sabría de quién estaba hablando sólo por el temor de su voz.
Él gobernó mi vida por muchos años. Tuve miedo por tanto tiempo, sigo
pensando que él nos engañó, que fingió morir sólo para dejar que nuestras
guardias bajaran.

Los Cárpatos no dejan caer sus guardias, Emeline. Su hermano lo mató. Vi las
cenizas.

¿Podría ser un truco, Dragomir? ¿Qué Sergey matara a otro vampiro y que
Vadim todavía estuviera vivo?

Hubo un pequeño silencio. Su corazón tronó en sus oídos. Se mordió el


labio con fuerza. Quería tranquilidad, no silencio, pero no le mentía.
Jamás.

Era una bendición y una maldición.

Dragomir

Estoy pensando.

¿Es posible?

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Tomé su corazón y luego fui atacado. Vi a su hermano cerca de él. Entonces
Sergey manejó el relámpago, y Vadim fue incinerado. ¿Vi que era Vadim? No.
Supongo que lo era. ¿Qué razón tendría Sergey para mantener vivo a Vadim?
No hay sentimiento entre los hermanos. Son vampiros.

Pero Sergey podía sentir algo. Elisabeta le dio emociones y control, ¿no? Él
tiene un plan. Dijiste que era el que estaba detrás de Vadim. Ahora estaba
aterrorizada. Quería quitarse la venda y mirar a su alrededor.

Ya no estaban en la seguridad del complejo de Tariq. Dragomir la


había llevado a una buena distancia.

Le puso los pies en el suelo, pero le impidió quitarse la venda.

̶ Vadim no va a arruinar nuestras vidas. Te tengo, Emeline. Si todavía


está vivo, lo revelará a su tiempo. Podemos tejer salvaguardias que no
dejarán de proteger las nuestras. Gary encontró el hechizo por el que
solían atravesar el agua. No pueden volver a hacerlo. Estaremos
atentos. Tenemos un bebé que viene. Tenemos Tariq y a Maksim como
vecinos, y la hermandad está cerca.

̶ ¿Vecinos? ̶ Ella había captado eso. ̶ ¿Qué has hecho?

Él la atrajo hacia su cuerpo, de espaldas a su frente, con los brazos


envueltos alrededor de ella. Ahora puedes quitarla.

Ella forzó su mente lejos del pensamiento de que Vadim estaba vivo y
alcanzó sus manos para desatar el nudo en la parte posterior de su
cabeza. Lentamente, bajó el paño. Justo delante de ella había una gran
y extensa casa. Era de estilo mediterráneo, en forma de U, de modo que
había un gran patio rodeado por tres lados de la casa. Los árboles eran
abundantes mientras el terreno rodaba hacia arriba hacia las colinas.

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̶ ¿Qué piensas?

̶ Creo que me quitas el aliento, ̶ admitió. ̶ Justo cuando pienso que no


puedes mejorar, lo haces. Esto es perfecto. Perfecto. Cuando soñaba
con una casa, esto es lo que soñaba. Una historia, pero grande, así
podría tener una familia grande pero todavía podía tener privacidad
con mi hombre. No puedo esperar a ver dentro.

̶ Tenemos un buen bosque. Necesito eso, Emeline. Necesito un país


salvaje.

-Tariq encaja aquí. Viste trajes y se parece a un lobo con piel de oveja,
pero no puedo ser ese hombre. Necesito libertad. Mis hermanos
también necesitan lo salvaje.

̶ ¿Se quedarán? ̶ Ella contuvo la respiración, esperando la respuesta.


Quería que se quedaran. Era egoísta. Cada uno de ellos necesitaba salir
al mundo y encontrar a su compañera, pero agregaban protección.
Tenía que pensar en el bebé.

̶ Por un momento. Hasta que sepan que estamos a salvo. Con Elisabeta
aquí, se asegurarán de que Sergey no pueda llegar hasta ella.

̶ Siempre lo intentará, ¿verdad? ̶ Ella se estremeció. ̶ Del mismo modo


en que Vadim no me dejaba sola.

̶ Los caminos submarinos han sido encontrados y están cerrados para


ellos, ̶ Dragomir aseguró. ̶ Vadim siempre fue el hermano que quería
trabajar con la ciencia y la tecnología. Te necesitaba para sus
experimentos, pero ahora que le han quitado sus ciudades, él tendrá
que reconstruirla. No eres tan importante.

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̶ Estás hablando como si creyeras que todavía está vivo.

Se encogió de hombros. ̶ No tengo forma de saberlo. Lo había creído


muerto, pero cuando toqué esas cenizas, no sentí nada. Un vampiro
maestro habría dejado atrás algo de sí mismo, algo que habría sentido
cuando el viento lo llevó. En cierto nivel, le registré, pero no deje que el
significado se hunda. Como tú, lo quería muerto. La pérdida de tres
astillas y ese pequeño pedazo de su corazón disminuyeron
drásticamente su poder. No sé cuánto tiempo, si es que alguna vez lo
hace, necesitaría para recuperarse de algo así. En cualquier caso, este
será nuestro hogar, si lo apruebas. En la frontera de la propiedad de
Tariq, y nosotros simplemente ampliaríamos las salvaguardas. Eso
permitirá a los niños y Genevieve pasar de Tariq a Maksim y ahora a
esta propiedad. Podrían volar sus dragones. Y tú también.

Inclinó la cabeza hacia atrás para mirarlo, de repente sospechosa. ̶ ¿Mi


dragón?

Su sonrisa estaba de vuelta, esa hermosa curva en su labio inferior. ̶


Tienes que tener tu propio dragón, sívamet.

La emoción envió adrenalina corriendo por sus venas.

̶ ¿Dónde? ̶ preguntó ella.

Él la tomó de la mano y tiró de ella, llevándola por un lado de la casa


hacia el gran patio. Había un patio de entretenimiento, y de juegos
para los niños. Sentados a un lado del patio de juegos, había dos
dragones de piedra. Uno era grande y dorado con ojos esmeralda.

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Su mano se acercó a su garganta y ella dejó de moverse, se quedó
completamente inmóvil, sus pulmones luchando por aire. Él había
hecho esto. Para ella. Le había dado un dragón de oro porque había
dicho que quería volar un dragón. Dios. Dragomir. Su hombre.

̶ No creo que seas real ̶ susurró. Ella giró su cabeza para mirarlo. ̶ Yo
no. No puedes ser real, cariño. ¿Quién hace esto?

Su respuesta no fue en palabras. Le cogió el pelo en el puño, tiró de su


cabeza hacia atrás para que hubiera un mordisco de dolor en su cuero
cabelludo y la besó. Duro. Su lengua luchó con la suya. Sus dientes
mordieron su labio inferior, tiró, y luego su lengua calmó esa mordida.

̶ Soy real, Emeline. Muy real.

Ella se rio cuando realmente necesitaba llorar, lágrimas gozosas y


ardientes detrás de sus ojos. Su hermoso hombre. Él la agarró de la
mano y tiró hasta que ambos estaban prácticamente corriendo hacia el
dragón dorado. Cuando se acercaron, vio el segundo. Este era púrpura,
de una suave lavanda, y era pequeño. Se volvió y le rodeó el cuello con
los brazos.

̶ Tú le hiciste uno también.

̶ Sí. ̶ Su boca estaba lloviendo besos por toda su cara vuelta hacia arriba.
Había calor. Fuego. Melaza caliente en sus venas. Le mordió la barbilla
y la besó por el pecho, con las manos en la cintura de los pantalones.

̶ ¿Dónde está tu dragón? ̶ Ella tenía sus pantalones abiertos y su polla.


Ella dejó escapar su aliento mientras tomaba su pesado saco. ̶ Eres tan
hermoso.

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̶ Yo soy el dragón, Emeline ̶ dijo, poniendo su mano sobre sus hombros,
ejerciendo presión para que ella se arrodillara en el espeso césped. Él
agitó la mano, y ella no tenía ni una prenda.

̶ Yo te prefiero desnuda cuando tu boca está en mi polla. Me encanta


verte. Mirar tu cuerpo. Ver tu boca extendida sobre mí y tus ojos sobre
los míos. Eso me da más placer de lo que puedas imaginar.

Ella lo sabía. Ella estaba en su mente cuando ella lamió su eje y lo llevó
profundamente. Ella estaba en su mente cuando su cuerpo se movió en
el suyo. Rápido. Lento. No importaba. Todo le daba placer.

No importaba si Vadim estaba vivo. No entonces. No cuando estaba


con su hombre, tomando el control, viendo la impotente pasión tallar
líneas de pura sensualidad en su cara marcada. No cuando el deseo
oscurecía el oro de sus ojos hasta el líquido y su mano agarró su pelo y
sus caderas se movieron tan cuidadosamente en ella.

Dragomir era suyo. Ella tenía todo con él. Todo. No era la casa que él le
había dado, ni el dragón, ni siquiera la aceptación de la gente de los
Cárpatos que él había pedido para ella y su hijo. Era Dragomir. Ella lo
tenía, y sabía que eso sería suficiente.

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APÉNDICE 1

CANTOS CURATIVOS DE LOS CARPATOS

Para entender correctamente los cantos de curación de los Cárpatos, se


requieren antecedentes en varias áreas:

1. La visión de los Cárpatos sobre la curación

2. El Cántico de Curación Menor de los Cárpatos

3. El Gran Cántico de Sanación de los Cárpatos

4. Estética musical de los Cárpatos

5. El Canto o nana

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6. Canción para curar la Tierra

7. Técnica de canto de los Cárpatos

1. LA VISTA CARPÁTICA SOBRE LA SANACIÓN

Los Cárpatos son un pueblo nómada cuyos orígenes geográficos


pueden ser rastreados al menos hasta el sur de los Montes Urales
(cerca de las estepas de la actual Kazajstán), en la frontera entre Europa
y Asia. (Por esta razón, los lingüistas modernos llaman a su lengua
"proto-uralic", sin saber que éste es el lenguaje de los Cárpatos). A
diferencia de la mayoría de los pueblos nómadas, los Cárpatos no
vagaron debido a la necesidad de encontrar nuevas tierras de pastoreo
por las estaciones y el cambio climático, o para buscar un mejor
comercio. En cambio, los movimientos de los Cárpatos fueron
impulsados por un gran propósito: encontrar una tierra que tuviera la
combinación correcta, un suelo con la clase de riqueza que aumentaría
en gran medida sus poderes rejuvenecedores.

A lo largo de los siglos, emigraron hacia el oeste (hace unos seis mil
años), hasta que por fin encontraron su patria perfecta, su hogar, en las
montañas de los Cárpatos, cuyo largo arco acunaba las exuberantes
llanuras del reino de Hungría. (El reino de Hungría floreció durante
más de un milenio, haciendo húngaro el idioma dominante de la
cuenca de los Cárpatos, hasta que las tierras del reino se dividieron
entre varios países después de la Primera Guerra Mundial: Austria,
Checoslovaquia, Rumania, Yugoslavia y Hungría moderna).

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Otros pueblos de los Urales del Sur (que compartían la lengua de los
Cárpatos, pero no eran Cárpatos) emigraron en diferentes direcciones.
Algunos terminaron en Finlandia, lo que explica por qué la lengua
moderna húngara y finlandesa están entre los descendientes
contemporáneos de la antigua lengua de los Cárpatos. A pesar de que
están atados para siempre a su país de origen Cárpatos, los Cárpatos
siguen vagando mientras buscan en el mundo las respuestas que les
permitan soportar y criar a sus descendientes sin dificultad.

Debido a sus orígenes geográficos, las opiniones de los Cárpatos sobre


la curación comparten mucho con la tradición eurasiática más grande
de shamanistic. Probablemente el representante moderno más cercano
de esa tradición se basa en Tuva (y se conoce como "chamanismo de
Tuvinian") - vea el mapa en la página anterior.

La tradición chamánica de Eurasia, de los Cárpatos a los chamanes


siberianos, sostuvo que la enfermedad se originó en el alma humana, y
sólo después se manifestó como diversas condiciones físicas. Por lo
tanto, la curación chamánica, sin descuidar el cuerpo, se centró en el
alma y su curación. Las enfermedades más profundas fueron
entendidas como causadas por la "partida del alma", donde toda o
parte del alma del enfermo se alejado del cuerpo (en los reinos
inferiores), o ha sido capturado o poseído por un espíritu maligno, o
ambos.

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Los Cárpatos pertenecen a esta tradición chamanística eurasiática
mayor y comparten sus puntos de vista. Mientras que los propios
Cárpatos no sucumbieron a la enfermedad, los curadores de los
Cárpatos comprendieron que las heridas más profundas también iban
acompañadas de una "salida del alma" similar. Al llegar al diagnóstico
de "salida del alma", el curandero o chamán es entonces requerido para
hacer un viaje espiritual a los mundos inferiores para recuperar el
alma.

El chamán puede tener que superar enormes desafíos a lo largo del


camino, particularmente luchando contra el demonio o vampiro que ha
poseído el alma de su amigo. La "salida del alma" no requiere que una
persona esté inconsciente (aunque ciertamente puede ser el caso
también). Se entendía que una persona aún podía parecer consciente,
incluso hablar e interactuar con otros, y sin embargo estar perdiendo
parte de su alma. El experimentado curandero o chamán vería al
instante el problema, sin embargo, en signos sutiles que otros podrían
perderse: la atención de la persona vagando de vez en cuando, una
disminución en su entusiasmo por la vida, la depresión crónica, una
disminución en el brillo de su "aura" y similares.

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2. EL CANTICO DE CURACION MENOR DE LOS CARPATOS.

Kepä Sarna Pus (El Cántico de Curación Menor) se utiliza para las
heridas que son meramente físicas en la naturaleza. El curador de los
Cárpatos deja su cuerpo y entra en el cuerpo de los Cárpatos heridos
para sanar grandes heridas mortales desde adentro usando energía
pura. Proclama: "Ofrezco libremente mi vida por tu vida", mientras da
su sangre al Cárpato herido. Debido a que los Cárpatos son de la tierra
y unidos al suelo, son curados por el suelo de su tierra natal. Su saliva
también se utiliza a menudo por sus poderes rejuvenecedores.

También es muy común que los cantos de los Cárpatos (tanto el Menor
como el Grande) sean acompañados por el uso de hierbas curativas,
aromas de las velas de los Cárpatos y cristales. Los cristales (cuando se
combinan con los Cárpatos son empáticos, una conexión psíquica con
todo el universo) se utilizan para recoger la energía positiva de su
entorno, que luego se utiliza para acelerar la curación.

Las cuevas se utilizan a veces como el ajuste para la curación. El


Cántico de Curación Menor fue utilizado por Vikirnoff Von Shrieder y
Colby Jansen para curar a Rafael De La Cruz, cuyo corazón había sido
arrancado por un vampiro como se describe en Secreto Oscuro.

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Kepä Sarna Pus (El Cántico de Curación Menor)

El mismo canto se utiliza para todas las heridas físicas.

Sívadaba ("en tu corazón") se usaría para referirse a cualquier parte del


cuerpo que esté herida.

Kuńasz, nélkül sívdobbanás, nélkül fesztelen löyly.

Miente como dormido, sin latir del corazón, sin respirar aireado.

Ot élidamet andam szabadon élidadért.

Ofrezco libremente mi vida por tu vida.

O jelä sielam jŏrem ot ainamet és soŋe ot élidadet.

Mi espíritu de luz olvida mi cuerpo y entra en tu cuerpo.

O jelä sielam pukta kinn minden szelemeket belső.

Mi espíritu de luz envía a todos los espíritus oscuros dentro a huir.

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Pajńak o susu hanyet és o nyelv nyálamet sívadaba.

Presiono la tierra de nuestra patria y la saliva de mi lengua en tu


corazón.

Vii, o verim soŋe o verid andam.

Por fin, te doy mi sangre por tu sangre.

Para escuchar este canto, visite:

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3. LA GRAN CANTICO DE CURACIÓN DE LOS CARPATOS.

El más conocido y el más dramático de los Canticos de sanación de los


Cárpatos es Sarna Pus (El gran canto curativo). Este canto está
reservado para recuperar el alma de los Cárpatos heridos o
inconscientes.

Normalmente, un grupo de hombres formaría un círculo alrededor del


Cárpatos enfermo (para "rodearlo con nuestro cuidado y compasión")
y comenzar el cántico. El chamán o sanador o líder es el actor principal
en esta ceremonia de sanación. Es él quien realmente hará el viaje
espiritual al mundo inferior, ayudado por las personas de su clan. Su
propósito es danzar, cantar, tocar y cantar de manera extática, mientras
visualiza (a través de las palabras del canto) el viaje mismo, cada paso
de él, una y otra vez, hasta el punto en que el chamán, en trance, se va
de su cuerpo, y hace ese mismo viaje. (De hecho, la palabra éxtasis es
del latín ex statis, que literalmente significa "fuera del cuerpo").

Una ventaja que el curador de los Cárpatos tiene sobre muchos otros
chamanes es su enlace telepático con su hermano perdido. La mayoría
de los chamanes deben vagar en la oscuridad de los reinos inferiores
en busca de su hermano perdido.

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Pero el curador de los Cárpatos directamente "oye" en su mente la voz
de su hermano perdido llamándolo, y puede así "cero en" rastrear su
alma como una baliza de rastreo. Por esta razón, la curación de los
Cárpatos tiende a tener una tasa de éxito más alta que la mayoría de las
otras tradiciones de este tipo.

Algo de la geografía del "otro mundo" es útil para que nosotros la


examinemos, con el fin de comprender plenamente las palabras del
Gran Curandero de los Cárpatos. Se hace referencia al "Gran Árbol" (en
Cárpatos: En Puwe). Muchas tradiciones antiguas, incluida la tradición
de los Cárpatos, entendían que los mundos, los mundos celestiales,
nuestro mundo y los reinos inferiores, se "colgaban" sobre un gran
polo, eje o árbol. Aquí en la tierra, estamos situados a medio camino de
este árbol, en una de sus ramas. Por lo tanto, muchos textos antiguos se
referían al mundo material como "tierra media": a medio camino entre
el cielo y el infierno.

Subir el árbol conduciría uno a los mundos celestiales. Descender el


árbol hasta sus raíces conduciría a los reinos inferiores. El chamán era
necesariamente un maestro del movimiento hacia arriba y hacia abajo
del Gran Árbol, a veces moviéndose sin ayuda, y a veces ayudado por
(o incluso montado sobre la parte posterior de) un guía de espíritu
animal. En varias tradiciones, este Gran Árbol era conocido como el eje
mundi (el "eje de los mundos"), Ygddrasil (en la mitología nórdica), el
Monte Meru (la montaña sagrada del mundo de la tradición tibetana),
etc. su cielo, el purgatorio / la tierra y el infierno, también vale la pena
comparar. Incluso se le da una topografía similar en la Divina Comedia
de Dante: Dante es conducido en un viaje primero al infierno, en el

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centro de la tierra; luego hacia arriba al Monte Purgatorio, que se sienta
en la superficie de la tierra directamente enfrente de Jerusalén; luego
más arriba, primero al Edén, el paraíso terrenal, en la cumbre del
Monte Purgatorio; y luego hacia arriba al cielo.

En la tradición chamánica, se entendía que lo pequeño siempre refleja


lo grande; lo personal siempre refleja lo cósmico. Un movimiento en
las dimensiones mayores del cosmos coincide también con un
movimiento interno. Por ejemplo, el eje mundi del cosmos corresponde
con la columna vertebral del individuo. Los viajes arriba y abajo del eje
mundi a menudo coincidían con los movimientos de las energías
naturales y espirituales (a veces llamados kundalini o shakti) en la
columna vertebral del chamán o místico.

En Sarna Pus (El gran canto curativo)

En este canto, ekä ("hermano") sería reemplazado por "hermana",


"padre", "madre", dependiendo de la persona a ser curada.

Ot ekäm ainajanak hany, jama.

El cuerpo de mi hermano es un pedazo de tierra, cerca de la muerte.

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Me, ot ekäm kuntajanak, pirädak ekäm, gond és irgalom türe.

Nosotros, el clan de mi hermano, lo rodeamos con nuestro cuidado y


compasión.

O pus wäkenkek, ot oma śarnank, y ot pus fünk, álnak ekäm


ainajanak, pitänak ekäm ainajanak elävä.

Nuestras energías curativas, antiguas palabras de magia y hierbas


curativas bendicen el cuerpo de mi hermano, lo mantienen vivo.

Ot ekäm sielanak pälä. Ot omboće päläja juta alatt o jüti, kinta, és


szelemek lamtijaknak.

Pero el alma de mi hermano es sólo la mitad. Su otra mitad divaga en


el mundo inferior.

Ot en mekem ŋamaŋ: kulkedak otti ot ekäm omboće päläjanak.

Mi gran hazaña es esta: viajo para encontrar la otra mitad de mi


hermano.

Rekatüre, saradak, tappadak, odam, kaŋa o numa waram, and avaa


owe o lewl mahoz.

Bailamos, cantamos, soñamos con éxtasis, llamamos a mi pájaro


espiritual, para abrir la puerta al otro mundo.

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Ntak o numa waram, és mozdulak; jomadak.

Yo monto mi pájaro espiritual y empezamos a movernos; estamos en


camino

Piwtädak ot En Puwe tyvinak, ećidak alatt o jüti, kinta, és szelemek


lamtijaknak.

Siguiendo el tronco del Gran Árbol, caemos en el mundo inferior.

Fázak, fázak nó o śaro.

Hace frío, mucho frío.

Juttadak ot ekäm o akarataban, o sívaban és o sielaban.

Mi hermano y yo estamos unidos en mente, corazón y alma.

Ot ekäm sielanak kaŋa engem.

El alma de mi hermano me llama.

Kuledak és piwtädak ot ekäm.

Oigo y sigo su pista.

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Sa'edak és tuledak ot ekäm kulyanak.

Encuentro el demonio que está devorando el alma de mi hermano.

Nenäm ćoro, o kuly torodak.

En ira, lucho contra el demonio.

O kuly pél engem.

Él tiene miedo de mí.

Lejkkadak o kaŋka salamaval.

Le golpeo la garganta con un rayo.

Molodak ot ainaja komakamal.

Rompo su cuerpo con mis propias manos.

Toja és molanâ.

Está inclinado y se desmorona.

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Hän æaδa.

Él huye.

Manedak ot ekäm sielanak.

Rescato el alma de mi hermano.

Aledak ot ekam sielanak o komamban.

Levanto el alma de mi hermano en el hueco de mi mano.

Alédam ot ekam numa waramra.

Lo llevo a mi pájaro espiritual.

Piwtädak ot En Puwe tyvijanak és saγedak jälleen ot elävä ainak


majaknak.

Siguiendo el Gran Árbol, volvemos a la tierra de los vivos.

Ot ekäm elä jälleen.

Mi hermano vive otra vez.

Ot ekäm weńća jälleen.

Está completo de nuevo.

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4. ESTÉTICA MUSICAL CARPÁTICA

En las piezas Cárpatos cantadas (como la canción de cuna y la canción


para curar la tierra), escucharás elementos que son compartidos por
muchas de las tradiciones musicales en la región geográfica de Ural,
algunas de las cuales aún existen, desde Europa del Este (búlgaro,
rumano, húngaro, croata, etc.) al romaní ("gitano"). Estos elementos
incluyen:

• La rápida alternancia entre las modalidades mayor y menor,


incluyendo un cambio repentino (llamado "tercera picardía") de menor
a mayor para terminar una pieza o sección (como al final de la
"Canción de cuna")

• El uso de armonías estrechas (ajustadas)

• El uso de ritardi (ralentización de la pieza) y crescendi (hinchazón de


volumen) durante breves períodos

• El uso de glissandi (diapositivas) en la tradición del canto

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• El uso de trinos en la tradición de canto (como en la invocación final
de la canción para curar la Tierra) similar al celta, una tradición de
canto más familiar para muchos de nosotros.

• El uso de quintas paralelas (como en la invocación final de la


"Canción para curar la Tierra")

• Uso controlado del canto de "disonancia y respuesta" de la


disonancia (típico de muchos de los cantos del mundo tradicional)

• Ampliar la longitud de una línea musical (añadiendo un par de


barras) para aumentar el efecto dramático.

• Y muchos más "Arrullos" y "Canción para Curar la Tierra" ilustran


dos formas bastante diferentes de música de los Cárpatos (una pieza
tranquila, íntima y una pieza enérgica del conjunto) pero cualquiera
que sea la forma, la música de los Cárpatos está llena de sentimientos.

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5. ARRULLO.

Esta canción es cantada por una mujer mientras un niño todavía está
en el útero o cuando la amenaza de un aborto es evidente. El bebé
puede oír la canción mientras que está dentro de la madre, y la madre
puede conectar con el niño telepáticamente también.

La canción de cuna está destinada a tranquilizar al niño, para alentar al


bebé a aferrarse, a permanecer, para tranquilizar al niño que él o ella
será protegido por el amor, incluso desde el interior hasta el
nacimiento. La última línea literalmente significa que el amor de la
madre protegerá a su hijo hasta que el niño nazca ("suba").

Musicalmente, el “arrullo” es en tres cuartos de tiempo ("tiempo vals"),


al igual que una parte significativa de las canciones de cuna
tradicionales del mundo (tal vez el más famoso de los cuales es "La
Cancion de Cuna de Brahms"). El arreglo para la voz en solitario es el
contexto original: una madre que canta a su niño, sin acompañamiento.
El arreglo para el coro y el conjunto del violín ilustra cómo son de
musicales incluso las piezas Cárpatos más simples son a menudo, y
cómo fácilmente se prestan a arreglos instrumentales u orquestales
contemporáneos. (Una amplia gama de compositores contemporáneos,
incluyendo Dvorák y Smetana, se han aprovechado de un

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descubrimiento similar, trabajando otra música tradicional de Europa
del Este en sus poemas sinfónicos).

Odam-Sarna Kondak (Canción de cuna)

Tumtesz o wäke ku pitasz belső.

Siente la fuerza que tiene dentro.

Hiszasz sívadet. Én olenam gæidnod.

Confía en tu corazón. Yo seré tu guía.

Sas csecsemõm; kuńasz.

Silencio, mi bebé; cierra tus ojos.

Rauho joŋe ted.

La paz vendrá a ti.

Tumtesz o sívdobbanás ku olen lamt3ad belső.

Siente el ritmo en el interior.

Gond-kumpadek ku kim te.

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Olas de amor que te cubren.

Pesaña, asti o jüti, kidüsz.

Protege, hasta la noche que te levantas.

Para escuchar esta canción, visite:

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6. CANCIÓN PARA CURAR LA TIERRA.

Esta es la canción de curación de la tierra que es utilizada por las


mujeres de los Cárpatos para curar el suelo lleno de diversas toxinas.
Las mujeres toman una posición en cuatro lados y llaman al universo
para aprovechar la energía curativa con amor y respeto. El suelo de la
tierra es su lugar de descanso, el lugar donde rejuvenecen, y deben
hacer que sea seguro no sólo para sí mismos, sino para sus hijos no
nacidos, así como para sus hombres y niños vivos. Este es un bello
ritual llevado a cabo por las mujeres juntas, elevando sus voces en
armonía y llamando a los minerales de la tierra y propiedades
curativas para venir adelante y ayudarles a salvar a sus hijos.
Literalmente bailan y cantan para sanar la tierra en una ceremonia tan
antigua como su especie.

El baile y las notas de la canción se ajustan de acuerdo a las toxinas que


sienten a través de los pies descalzos del curador. Los pies se colocan
en un cierto patrón y las manos graciosamente tejen un hechizo de
sanación mientras se realiza la danza. Deben ser especialmente
cuidadosas cuando el suelo está siendo preparado para los bebés. Esta
es una ceremonia de amor y curación.

Musicalmente, el ritual se divide en varias secciones:

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Primer verso: Una sección de "llamada y respuesta", donde el líder del
canto canta la "llamada" solo, y luego algunas o todas las mujeres
cantan la "Respuesta" en el estilo armónico cercano típico de los
Cárpatos

• Tradición musical. La respuesta repetida - Ai Emä Ma e e - es una


invocación de la fuente de poder para el ritual curativo: "Oh, Madre
Naturaleza".

• Primer coro: Esta sección está llena de aplausos, bailes, antiguo


cantos y otros medios utilizados para invocar y elevar las energías
sobre las que se está dibujando el ritual.

• Segundo verso

• Segundo coro

• Invocación de clausura: En esta parte de cierre, dos líderes de la


canción, en estrecha armonía, toman toda la energía recogida por las
partes anteriores de la canción / ritual y se centran totalmente en el
propósito curativo.

Lo que escucharán son breves gustos de lo que normalmente sería un


ritual significativamente más largo, en el que las partes de verso y coro

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se desarrollan y se repiten muchas veces, para ser cerradas por una
sola interpretación de la invocación final.

Sarna Pusm O Maγet (Canción para curar la Tierra)

Primer verso

Ai Emä Maγe,

Oh, Madre Naturaleza,

Me sívadbin lańaak.

Somos sus amadas hijas.

Me tappadak, me pusmak o ma'et.

Bailamos para sanar la tierra.

Me sarnadak, me pusmak o hanyet.

Cantamos para sanar la tierra.

Sielanket jutta tedet,

Nos unimos a usted ahora,

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Sívank és akaratank és sielank juttanak.

Nuestros corazones, mentes y espíritus se convierten en uno.

Segundo verso

Ai, Emä maγe,

Oh, Madre Naturaleza,

Me sívadbin lańaak.

Somos sus amadas hijas.

Me andak arwadet emänked és me kaŋank o

Prestamos homenaje a nuestra madre y

Põhi és Lõuna, Ida es Lääs.

Norte y Sur, Este y Oeste.

Pide és aldyn és myös belső.

Arriba y abajo y dentro también.

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Gondank o ma'enak pusm hän ku olen jama.

Nuestro amor a la tierra sana lo que está en necesidad.

Juttanak teval,

Nos unimos a usted ahora,

Maγe maγeval.

Tierra a tierra.

O pirä elidak weńća.

El círculo de la vida está completo.

Para escuchar este canto, visite:


http://www.christinefeehan.com/members/.

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7. TÉCNICA DE CAMBIO CARPÁTICO.

Al igual que con sus técnicas curativas, la "técnica de cantar" de los


Cárpatos tiene mucho en común con las otras tradiciones chamánicas
de las estepas de Asia Central. El modo primario del canto era el cantar
desde la garganta usando armónicos. Los ejemplos modernos de esta
manera de cantar todavía se pueden encontrar en las tradiciones de
Mongolia, de Tuvan y de los tibetanos. Usted puede encontrar un
ejemplo de audio de los monjes budistas tibetanos de Gyuto que
participan en el canto de garganta en:

http://www.christinefeehan.com/carpathian_chanting

Al igual que con Tuva, anote en el mapa la proximidad geográfica del


Tíbet a Kazajstán y los Urales del Sur.

La parte inicial del canto tibetano enfatiza la sincronización de todas


las voces alrededor de un solo tono, dirigido a curar un "chakra" en
particular del cuerpo.

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Esto es bastante típico de la tradición de canto de la garganta de Gyuto,
pero no es una parte significativa de la tradición de los Cárpatos. Sin
embargo, sirve como contraste interesante. La parte del ejemplo de
canto de Gyuto es más similar al estilo Cárpatos de cantar es en la
sección del medio, donde los hombres están cantando las palabras
juntos con gran fuerza. El propósito aquí no es generar un "tono de
curación" que afecte a un "chakra" en particular, sino más bien generar
tanta energía como sea posible para iniciar el viaje "fuera del cuerpo" y
para combatir las fuerzas demoníacas que el curador / viajero debe
enfrentar y superar.

Las canciones de las mujeres de los Cárpatos (ilustradas por su


"Canción de cuna" y su "Canción para curar la Tierra") forman parte de
la misma tradición musical y curativa antigua que los cantos de
curación menores y grandes de los varones guerreros. Usted puede oír
algunos de los mismos instrumentos en los cantos curativos de los
guerreros masculinos y en la canción de las mujeres para curar la
Tierra. También comparten el propósito común de generar y dirigir el
poder. Sin embargo, las canciones de las mujeres son de carácter
distintivamente femenino. Una diferencia inmediata es que, mientras
los hombres hablan sus palabras a modo de canto, las mujeres cantan
canciones con melodías y armonías, suavizando el rendimiento
general. Una calidad femenina y nutritiva es especialmente evidente en
el "Arrullo".

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APÉNDICE 2

El lenguaje Cárpato

Como todas las lenguas humanas, el lenguaje de los Cárpatos contiene


la riqueza y el matiz que sólo puede provenir de una larga historia de
uso. En el mejor de los casos, sólo podemos tocar algunas de las
principales características del lenguaje en este breve apéndice:

1. La historia de la lengua Cárpatos

2. Gramática de los Cárpatos y otras características de la lengua

3. Ejemplos de la lengua de los Cárpatos (incluyendo las Palabras


Rituales y el Cántico de los Guerreros)

4. Un diccionario Cárpatos muy abreviado

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1. LA HISTORIA DEL LENGUAJE CARPATO

El lenguaje de los Cárpatos de hoy es esencialmente idéntico al de los


Cárpatos de hace miles de años. Un lenguaje "muerto" como el latín de
hace dos mil años se ha convertido en un lenguaje moderno muy
diferente (italiano) debido a incontables generaciones de hablantes y
grandes fluctuaciones históricas. En contraste, muchos de los oradores
de los Cárpatos de hace miles de años todavía están vivos. Su
presencia, junto con el aislamiento deliberado de los Cárpatos de las
otras fuerzas importantes del cambio en el mundo, ha actuado (y sigue
actuando) como una fuerza estabilizadora que ha preservado la
integridad del lenguaje a través de los siglos. La cultura de los
Cárpatos también ha actuado como una fuerza estabilizadora. Por
ejemplo, las Palabras Rituales, los diversos cantos de sanación (véase el
Apéndice 1) y otros artefactos culturales han pasado a través de los
siglos con gran fidelidad.

Una pequeña excepción debe ser observada: la fragmentación de los


Cárpatos en regiones geográficas separadas ha llevado a una
dialectización menor. Sin embargo, el vínculo telepático entre todos los
Cárpatos (así como el regreso regular de cada Cárpatos a su patria) ha
asegurado que las diferencias entre los dialectos sean relativamente
superficiales (por ejemplo, un pequeño número de palabras nuevas,
pequeñas diferencias en la pronunciación, etc.) ya que el lenguaje
interno más profundo de las formas mentales ha permanecido igual
debido al uso continuo a través del espacio y del tiempo.

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La lengua de los Cárpatos era (y sigue siendo) el proto-lenguaje de la
familia de lenguas urales (o fino-ugricas). Hoy en día, las lenguas
Urales se hablan en el norte, Europa oriental y central y en Siberia. Más
de veintitrés millones de personas en el mundo hablan idiomas que
pueden trazar su ascendencia a los Cárpatos. Magyar o húngaro
(alrededor de catorce millones de hablantes), finlandés (unos cinco
millones de hablantes) y estonio (cerca de un millón de hablantes) son
los tres principales descendientes contemporáneos de este proto-
idioma. El único factor que une las más de veinte lenguas de la familia
uralica es que su ascendencia se remonta a un proto-lenguaje común,
Cárpatos, que se dividió (empezando hace unos seis mil años) en las
diversas lenguas de la familia uralica. Del mismo modo, las lenguas
europeas, como el inglés y el francés, pertenecen a la familia
indoeuropea más conocida y también evolucionaron a partir de un
antepasado proto-lenguaje común (diferente de los Cárpatos).

La siguiente tabla muestra algunas de las similitudes de la familia de


idiomas.

Nota: El "k" Finnic / Cárpato aparece a menudo como húngaro "h. Del
mismo modo, el finnic / Cárpato "p" a menudo corresponde al húngaro
"f".

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2. GRAMÁTICA CARPATANA Y OTRAS CARACTERÍSTICAS
DEL LENGUAJE

Modismos. Como una lengua antigua y una lengua de un pueblo de la


tierra, el Cárpatos es más inclinado hacia el uso de modismos
construidos de términos concretos, "terrosos" en lugar de
abstracciones. Por ejemplo, nuestra abstracción moderna "apreciar" se
expresa más concretamente en los Cárpatos como "mantener en el
corazón"; el "mundo inferior" es, en los Cárpatos, "la tierra de la noche,
la niebla y los fantasmas"; etc.

Orden de las palabras. El orden de las palabras en una oración está


determinado no por los roles sintácticos (como sujeto, verbo y objeto),
sino por factores pragmáticos, impulsados por el discurso. Ejemplos:
"Vagyok atado" ("Suyo soy yo"); "Sívamet andam." ("Mi corazón te
doy.")

Aglutinación. El lenguaje Cárpatos es aglutinante; es decir, las palabras


más largas se construyen a partir de componentes más pequeños. Un
lenguaje aglutinante utiliza sufijos o prefijos cuyos significados son
generalmente únicos, y que se concatenan uno tras otro sin
superposición. En Cárpatos, las palabras suelen consistir en un tallo
que es seguido por uno o más sufijos. Por ejemplo, "sívambam" deriva
del tallo "sív" ("corazón"), seguido de "am" ("mi"), seguido de "bam" en
mi corazón"). Como se puede imaginar, la aglutinación en los Cárpatos
a veces puede producir palabras muy largas, o palabras que son muy
difíciles de pronunciar.

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Las vocales a menudo se insertan entre sufijos para evitar que
demasiadas consonantes aparezcan en una fila (lo que puede hacer que
una palabra sea impronunciable).

Casos de sustantivos. Como todos los idiomas, el Cárpatos tiene


muchos casos nominales; el mismo sustantivo será "deletreado" de
manera diferente dependiendo de su papel en una oración. Los
sustantivos incluyen: nominativo (cuando el sustantivo es el sujeto de
la oración), acusativo (cuando el sustantivo es un objeto directo del
verbo), dativo (objeto indirecto), genitivo (o posesivo), instrumental,
final, supresor, indeterminante, elativo, terminante y relativo.

Utilizaremos el caso posesivo (o genitivo) como ejemplo para ilustrar


cómo todos los casos sustantivos en Cárpatos implican la adición de
sufijos estándar a los tallos de los nombres.

Así, expresar la posesión en Cárpatos - "mi compañero", "tu


compañero", "su compañero", "su compañero", etc. - implica agregar un
sufijo particular (como "- am") al sustantivo tau (päläfertiil) ) para
producir el posesivo ("päläfertiilam" - "mi compañero"). El sufijo a
utilizar depende de la persona ("mi", "tu", "suyo", etc.) y si el sustantivo
termina en una consonante o una vocal. La tabla siguiente muestra los
sufijos de los sustantivos singulares solamente (no es plural), y
también muestra la similitud con los sufijos usados en húngaro
contemporáneo. (El húngaro es en realidad un poco más complejo, ya
que también requiere "vocal rima": el sufijo de utilizar también
depende de la última vocal en el sustantivo, de ahí las múltiples
opciones en las celdas de abajo, donde los Cárpatos sólo tienen una
sola opción.)

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Nota: Como se mencionó anteriormente, las vocales a menudo se
insertan entre la palabra y su sufijo para evitar que demasiadas
consonantes aparezcan en una fila (lo que produciría palabras
impronunciables). Por ejemplo, en la tabla de la página anterior, todos
los sustantivos que terminan en una consonante son seguidos de
sufijos que comienzan con "a".

Conjugación de verbo. Al igual que sus descendientes modernos (como


el finés y el húngaro), los Cárpatos tienen muchos tiempos verbales,
demasiados para describir aquí. Sólo nos centraremos en la
conjugación del tiempo presente. Una vez más, pondremos
contemporáneo húngaro al lado de Cárpatos, debido a la semejanza
marcada entre los dos.

Al igual que con el caso posesivo de los sustantivos, la conjugación de


los verbos se hace añadiendo un sufijo sobre el tallo verbal: Como en
todas las lenguas, hay muchos "verbos irregulares" en Cárpatos que no
encajan exactamente en este patrón. Pero la tabla anterior sigue siendo
una guía útil para la mayoría de los verbos.

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3. EJEMPLOS DE LA LENGUA CARPATO.

Aquí hay algunos breves ejemplos de conversación entre los Cárpatos,


utilizados en los libros Oscuros. Incluimos la traducción literal entre
corchetes. Es interesantemente diferente de la traducción inglesa más
apropiada.

Susu.

Estoy en casa. "Casa / lugar de nacimiento." "Yo soy" se entiende, como


es a menudo el caso en los Cárpatos.]

Möért?

¿Para qué?

csitri

pequeño ["Poco resbalón de una cosa", "poco resbalón de una


muchacha"]

ainaak enyém

mío para siempre

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ainaak sívamet jutta

para siempre mía (otra forma) ["Siempre a mi corazón conectado / fijo"]

Sívamet

mi amor ["De-mi-corazón", "a-mi-corazón"]

Tet vigyázam.

te quiero. ["Tú-amor-yo"]

Sarna Rituaali (The Ritual Words) es un ejemplo más largo, y un


ejemplo de Catecismo cantado más que de conversación. Nótese el uso
recurrente de "andam" (dar), para darle al canto musicalidad y fuerza a
través de la repetición.

Sarna Rituaali (Las Palabras del Ritual)

Te avio päläfertiilam.

Eres mi compañera.

Éntölam kuulua, avio päläfertiilam.

Te reclamo como mi compañera.

Ted kuuluak, kacad, kojed.

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Te pertenezco.

Élidamet andam.

Te ofrezco mi vida por ti.

Pesāmet andam.

Te doy mi protección.

Uskolfertiilamet andam.

Te doy mi lealtad.

Sívamet andam.

Te doy mi corazón.

Sielamet andam.

Te doy mi alma.

Ainamet andam.

Te doy mi cuerpo.

Sívamet kuuluak kaik että a ted.

Tomo en mi guardar lo mismo que es tuyo.

Ainaak olenszal sívambin.

Su vida será apreciada por mí durante todo mi tiempo.

Te élidet ainaak pide minan.

Su vida se colocará por encima de la mía para siempre.

Te avio päläfertiilam.

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Eres mi compañera.

Ainaak sívamet jutta oleny.

Tú estás ligado a mí por toda la eternidad.

Ainaak hasd vigyázak.

Siempre estás bajo mi cuidado.

Para oír estas palabras pronunciadas (y para más sobre Cárpatos


pronunciación completamente), por favor visite:

http://www.christinefeehan.com/members/.

Sarna Kontakawk (El canto de los guerreros) es otro ejemplo más


largo de la lengua Cárpatos. El consejo de guerreros tiene lugar bajo la
tierra en una cámara de cristales con magma muy por debajo de ella,
por lo que el vapor es natural y la sabiduría de sus antepasados es
clara y enfocada. Este es un lugar sagrado donde se suturan a su
príncipe y pueblo y afirman su código de honor como guerreros y
hermanos. Es también donde nacen las estrategias de batalla y se
discuten todas las disensiones, así como cualquier preocupación que
tengan los guerreros que desean traer al consejo y abrirse para el
debate.

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Sarna Kontakawk (El canto de los guerreros)

Veri isäakank - veri ekäakank.

Sangre de nuestros padres - sangre de nuestros hermanos.

Veri olen elid.

La sangre es vida.

Andak veri-elidet Karpatiiakank, es wäke-sarna ku meke arwa-arvo,


irgalom, hän ku agba y ésto es kutni, ku manaak verival.

Ofrecemos esa vida a nuestra gente con un voto sangriento de honor,


misericordia, integridad y resistencia.

Verink sokta; verink kaŋa hasd

Nuestra sangre se mezcla y te llama.

Akasz énak ku kaŋa y juttasz kuntatak it.

Presta atención a nuestra convocatoria y únete a nosotros ahora.

Para escuchar estas palabras pronunciadas (y para más sobre la


pronunciación de los Cárpatos por completo), por favor visite:

http://www.christinefeehan.com/members/.

Vea el Apéndice 1 para los cánticos curativos de los Cárpatos,


incluyendo el Kepä Sarna Pus, el En Sarna Pus, el Odam-Sarna Kondak
y el Sarna Pusm O Ma'et (Canción para curar el Tierra).

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4. UN DICCIONARIO DE LENGUAJE CARPATOS MAS


ABREVIADO

Este diccionario de los Cárpatos, muy resumido, contiene la mayoría


de las palabras de los Cárpatos usadas en los libros Oscuros. Por
supuesto, un diccionario de Cárpatos completo sería tan grande como
el diccionario habitual para un idioma entero (normalmente más de
cien mil palabras).

Nota: Los sustantivos y verbos de los Cárpatos a continuación son


tallos de palabras. Por lo general, no aparecen en su forma aislada
"tallo", como se muestra a continuación. En su lugar, suelen aparecer
con sufijos (por ejemplo, andam - dar, en lugar de sólo la raíz, y).

a - verbo negación (prefijo); no (adverbio).

aćke - paso, paso.

aćke éntölem it - dar otro paso hacia mí.

agba - ser amable; ser correcto (verbo). Cierto; decoroso; correcto (adj.)

ai - oh.

aina - cuerpo (sustantivo).

ainaak - siempre; Siempre.

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o ainaak jelä peje emnimet ŋamaŋ - maldice esa mujer para siempre
(Palabra de jurar de los Cárpatos).

ainaakä - nunca.

ainaakfél - viejo amigo.

ak - sufijo añadido después de un sustantivo que termina en una


consonante para hacerla plural.

aka - para prestar atención; escuchar.

aka-arvo - respeto (sustantivo).

akarat - mente; voluntad (sustantivo).

al - para bendecir; adjuntar a

alatt - through

aldyn - bajo; debajo.

alé - para levantar; levantar

alte - para bendecir; maldecir.

amaŋ - esto; este de aquí; ese; ese allí. y - dar. y el sitio.

arwa-arvomet, és jelämet, kuulua huvémet ku feaj és ködet ainaak -


para intercambiar el alma, el honor y la salvación por el placer
momentáneo y condenación sin fin

¡andasz éntölem irgalomet! - ¡Ten piedad!

arvo - valor; precio (sustantivo).

arwa - elogio (sustantivo).

arwa-arvod - honor (sustantivo).

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arwa-arvod mäne me ködak - que tu honor contenga la oscuridad
(saludo).

arwa-arvo olen gæidnod, ekäm – El honor te guía, mi hermano


(saludo).

arwa-arvo olen isäntä, ekäm - el honor te mantenga, mi hermano


(saludo).

arwa-arvo pile sívadet - puede honrar su corazón (saludo).

aš - no (exclamación).

ašša - no (antes de un sustantivo); no (con un verbo que no está en el


imperativo); no (con un adjetivo).

aššatotello - desobediente.

asti - hasta.

avaa - para abrir.

avio - casado.

avio päläfertiil - compañero.

avoi - descubrir; espectáculo; revelar.

baszú - venganza; venganza.

belső - dentro; dentro.

bur - bueno; bien.

bur tule ekämet kuntamak - bien conocido hermano-pariente (saludo).

æaδa - huir; correr; escapar.

čač3 - nacer; crecer.

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čoro - fluir; correr como la lluvia

csecsemõ - bebé (sustantivo).

csitri - pequeño (femenino).

diutal - triunfo; victoria.

džinõt - breve; corto.

eći - caer.

ej - no (adverbio, sufijo); nej cuando la sílaba precedente termina en


una vocal.

ek - sufijo añadido después de un sustantivo que termina en una


consonante para hacerla plural.

ekä - hermano.

ekäm - mi hermano.

elä - para vivir.

eläsz arwa-arvoval - puede usted vivir con honor; viva noblemente


(saludo).

eläsz jeläbam ainaak - mucho tiempo puede vivir en la luz (saludo).

elävä - vivo.

elävä ainak majaknak - tierra de los vivos.

elid - vida.

emä - madre (sustantivo).

Emä Maγe - Madre Naturaleza.

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emäen - abuela.

embis - if; cuando.

embels karmasz - por favor.

emni - esposa; mujer.

emni hän ku köd alte - mujer maldita.

emni kuŋenak ku aššatotello - desobediente loco.

emim - mi esposa; mi mujer. Yo en - grande; muchos; grande.

en hän ku pesä - el protector (literalmente: el gran protector).

en Karpatii - el príncipe (literalmente: el gran Cárpato).

enä - la mayoría.

enkojra - lobo.

én jutta félet és ekämet - saludo a un amigo y hermano (saludo).

én ma'enak - Yo soy de la tierra.

én oma ma'eka - Soy tan viejo como el tiempo (literalmente: tan viejo
como la tierra).

En Puwe - El Gran Árbol. Relacionado con las leyendas de Ygddrasil,


el eje mundi, Monte Meru, el cielo y el infierno, etc

engen - de mí.

és - y. año.

Évsatz - siglo.

ete - antes; en frente de.

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että - eso.

fáz - sentir frío o frío.

fel – compañero, amigo

fél ku kuuluaak sívam belső - amado.

fél ku vigyázak - querida.

feldolgaz - preparar.

fertiil - fértil.

fesztelen - aireado.

fü - hierbas; césped.

gæidno - carretera; camino.

gond - cuidado; preocupación; amor (sustantivo).

hän-he; ella; eso; uno.

hän agba - es así.

hän ku - prefijo: uno que; el quien; aquello que.

hän ku agba - verdad.

hän ku kaśwa o numamet - propietario del cielo.

hän ku kuulua sívamet - guardián de mi corazón.

hän ku lejkka wäke-sarnat - traidor.

hän ku meke pirämet - defensor.

hän ku pesä - protector.

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hän ku pesäk kaikak - guardianes de todos.

hän ku piwtä - depredador; cazador; rastreador.

hän ku pusm - sanador.

hän ku saa kuć3aket - estrella-reacher.

hän ku tappa - asesino; persona violenta (sustantivo). Mortal; violento


(adj.).

hän ku tuulmahl elidet - vampiro (literalmente: ladrón de vida).

hän ku vie elidet - vampiro (literalmente: ladrón de la vida).

hän ku vigyáz sielamet - encargado de mi alma.

hän ku vigyáz sívamet y sielamet - guardián de mi corazón y alma.

hän sívamak - amado.

hängem - él; su; eso.

hank - ellos.

hany - clod; trozo de tierra.

hisz - creer; confiar.

ho - cómo.

ida - este.

igazág - justicia.

ila - para brillar.

inanina; mi propio (cariño).

irgalom - compasión; lástima; misericordia.

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isä - padre (sustantivo).

isäntä - amo de la casa.

It - ahora.

jaguar - jaguar.

jaka - cortar; para dividir; separar.

jakam - herida; cortar; lesión.

jälleen - de nuevo.

jama - estar enfermo, infectado, herido o morir; estar cerca de la


muerte.

jamatan - caído; herido; Cercano a la muerte.

jelä - luz del sol; día, sol; ligero.

jelä keje hasd - la luz sea con usted (Cárpatos jurar palabras).

o jelä peje kaik hänkanak - el sol los quema todos (los Cárpatos juran
palabras).

o jelä peje emnimet - el sol queme la mujer (Palabras de jurar de los


Cárpatos).

o jelä peje hasd - el sol te quemará (los Cárpatos juran palabras).

o jelä peje hasd, emni - el sol te queme, mujer (Cárpatos juran


palabras).

o jelä sielamak - luz de mi alma.

joma - estar en marcha; ir.

joηe - venir; regresar.

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joηesz arwa-arvoval - regreso con honor (saludo).

joŋesz éntölem, fél ku kuuluaak sívam belsö - ven a mí, amado.

jotka gap medio; espacio.

jotkan - entre.

juo - para beber.

juosz és eläsz - beber y vivir (saludo).

juosz es olen ainaak sielamet jutta - beber y convertirse en uno


conmigo (saludo).

juta - para ir; vagar.

jüti - noche; noche.

jutta - conectado; fijo adj. Para conectar; unir; arreglar; atar (verbo).

k - sufijo añadido después de un sustantivo que termina en una vocal


para hacerla plural.

kać3 - regalo.

kaca - amante masculino.

kadi - juez.

kaik - todos.

käktä - dos; muchos.

käktäverit - sangre mezclada (literalmente: dos sangre).

kalma - cadáver; muerte; tumba.

kaŋa - para llamar; invitar; convocar; solicitar; rogar.

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kaŋk - tráquea; Nuez de Adán; garganta.

karma - quiere.

Karpatii - Cárpatos.

karpatii ku köd - mentiroso.

Karpatiikunta - el pueblo de los Cárpatos.

käsi - mano.

kaśwa - a propio.

kaδa - abandonar; dejar; para permanecer.

kaδa wäkeva óv o köd - de pie contra la oscuridad (saludo).

kat - casa; familia (sustantivo).

katt3 - para moverse; para penetrar; para proceder.

keje - cocinar; para quemar; para atrapar

kepä - lesser; pequeña; fácil; pocos.

kessa - gato.

kessa ku toro - gato salvaje.

kessake - pequeño gato.

kidü - para despertar; surgir (verbo intransitivo).

kim - para cubrir un objeto entero con algún tipo de cobertura.

kinn-out; al aire libre; fuera de; sin.

kinta - niebla; niebla; fumar.

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kislány - niña.

kislány kuŋenak - pequeño loco.

kislány kuŋenak minan - mi pequeño loco.

köd - niebla; niebla; oscuridad; mal (sustantivo). Nebuloso, oscuro; mal


(adj.).

köd alte hän - la maldición de la oscuridad lo (Cárpatos jurar


palabras).

o köd belső - la oscuridad lo toma (los Cárpatos juran palabras).

köd elävä és köd nime kutni nimet - el mal vive y tiene un nombre.

köd jutasz belső - sombra te llevan (Cárpatos juran palabras).

koj - let; permitir; decreto; establecer; orden.

koje - hombre; marido; zumbido.

kola - para morir.

kolasz arwa-arvoval - puede morir con honor (saludo).

kolatan - muerto; salido.

koma - mano vacía; mano desnuda Palma de la mano; hueco de la


mano.

kond - todos los hijos de una familia o clan.

kont - guerrero; hombre.

kont o sívanak - corazón fuerte (literalmente: corazón del guerrero).

kor3 - cesta; recipiente hecho de corteza de abedul.

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conteniendo

kor3nat; incluso.

ku - quién; cual; ese; dónde; cual; qué.

kuć3 - estrella.

¡kuć3ak! - ¡estrellas! (exclamación).

kudeje - descendencia; Generacion.

kuja - día; sol.

kule - para escuchar.

kulke - para ir o para viajar (en tierra o agua).

kulkesz arwa-arvoval, ekäm - camina con honor, mi hermano


(saludo).

kulkesz arwaval, joηesz arwa arvoval - Ve con gloria, volver con


honor (saludo).

kuly - gusano intestinal; tenia; demonio que posee y devora las almas.

küm - macho humano.

kumala - sacrificar; ofrecer; a orar.

kumpa - onda (sustantivo).

kuńa - mentir como si durmiera; para cerrar o cubrir los ojos en un


juego de escondite; morir.

kuŋe - luna; mes.

kunta - banda; clan; tribu; familia; gente; linaje; línea.

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kuras - espada; cuchillo grande

kure-bind; Corbata.

kuš - trabajador; servidor.

kutenken - sin embargo.

kutni - poder llevar, llevar, soportar, pararse o tomar.

kutnisz ainaak - mucho tiempo puedas soportar (saludo).

kuulua - pertenecer; sostener.

kužõ - largo.

lääs - oeste.

lamti (o lamt3) - tierras bajas; prado; profundo; profundidad.

lamti ból jüti, kinta, ja szelem - el mundo inferior (literalmente: el


prado de noche, nieblas y fantasmas).

lańa - hija.

lejkka - grieta; fisura; división (sustantivo). Cortar; golpear; golpear


fuertemente (verbo).

lewl - espiritu (sustantivo).

lewl ma - el otro mundo (literalmente: tierra del espíritu). Lewl ma


incluye lamti ból jüti,

kinta, ja szelem: el mundo inferior, pero también incluye los mundos


más arriba En

Puwe, el gran árbol.

liha - carne.

Bookeater
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lõuna - sur.

löyly - aliento; vapor. (relacionado con lewl: espíritu).

luwe hueso

ma - land; bosque; mundo.

magköszun - gracias.

mana - al abuso; maldecir; a la ruina.

mäne - para rescatar; ahorrar.

maíz - tierra; tierra; territorio; lugar; naturaleza.

mboće - otros; segundo (adj.). yo Nosotros.

megem - nos.

meke - escritura; trabajo (sustantivo). Que hacer; para hacer; trabajar


(verbo).

mić (o mića) - hermoso.

mića emni kuŋenak minan - mi bella loca.

minden - cada uno; todo (adj.).

möller - ¿Para qué? (exclamación).

molo - aplastar; romper en pedazos.

molanâ - desmenuzarse; desmoronarse

moo - por qué; razón.

mozdul - para comenzar a moverse; para entrar en movimiento.

muonì - nombrar; orden; prescribir; mando.

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muonìak te avoisz te - Te ordeno que te reveles.

musta - memoria.

myös - también.

m8 - cosa; qué.

na - cerrar; cerca.

nä - para.

nâbbŏ - entonces, entonces.

ŋamaŋak - estos; estos aquí; aquellos; esos allí.

nautish - para disfrutar.

nélkül - sin.

nenä - ira.

nime - nombre.

nókunta - parentesco.

numa dios cielo; parte superior; parte superior; más alto (relacionado
con la palabra inglesa numinous).

numatorkuld - trueno (literalmente: lucha del cielo).

ñůp @ l - para; a; hacia.

ñůp @ l mam - hacia mi mundo.

nyelv - lengua.

nyál - saliva; escupir. (relacionado con nyelv: lengua).

Ñiŋ3 - gusano; gusano.

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o - el (usado antes de un sustantivo comenzando con una consonante).
o me gusta; de la misma forma como; como.

odam - para soñar; dormir.

odam-sarna kondak - canción de cuna (literalmente: sueño-canción de


niños).

olen - ser.

oma - viejo; antiguo; último; anterior.

omas - stand.

ŏrem - olvidar; perder el camino; cometer un error.

ot - el (usado antes de un sustantivo comenzando con una vocal).

ot (o t) - participio pasado (sufijo). para proteger contra.

debe - puerta.

päämoro - puntería; objetivo.

pajna - para presionar.

pälä - mitad; lado.

päläfertiil - pareja o esposa.

päläpälä - lado a lado.

palj3 - más.

palj3 na éntölem - más cerca.

partiolen - scout (sustantivo).

peje - quemar; quemar.

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peje - ¡quemar! (Cárpatos juran palabra).

peje terád - se queman (Cárpatos juran palabras).

pél - tener miedo; estar asustado de.

pes - nido (literal; sustantivo); protección (figurativo, sustantivo).

pes - nido; estancia (literal); proteger (figurativo).

pesäd te engemal - estás a salvo conmigo.

pesäsz jeläbam ainaak - mucho tiempo puede permanecer en la luz


(saludo).

pide - arriba.

pila - para encender; encender.

pion - pronto.

pirá - círculo; anillo (sustantivo). Para rodear; encerrar (verbo).

piros - rojo.

pitä - para guardar; sostener; tener; poseer.

pitäam mustaakad sielpesäambam - Tengo tus recuerdos a salvo en


mi alma.

pitäsz baszú, piwtäsz igazáget - no hay venganza, sólo justicia.

piwtä - buscar; seguir; seguir la pista del juego; a cazar; presa

poår - bit; pieza.

põhi - norte.

pohoopa - vigoroso.

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pukta - conducir lejos; perseguir; poner en fuga.

pus - saludable; curación.

puwe - árbol; madera.

rambsolg - esclavo.

rauho - paz.

reka - éxtasis; trance. ritual

sa - sinew; tendón; cable.

sa4 - para llamar; nombrar.

saa - llegue, venga; volverse; recibir, recibir.

saasz hän ku andam szabadon - tomar lo que ofrezco libremente.

sas - shoosh (a un niño o bebé).

saγe - llegar; venir; alcanzar.

salama - relámpago; rayo

sarna - palabras; habla; canción; encantamiento mágico (sustantivo).


Corear; cantar; a celebrar (verbo).

sarna hän agba - Alegación.

sarna kontakawk - canto de los guerreros.

sarna kunta - alianza (literalmente: una sola tribu a través de palabras


sagradas).

śaro - nieve congelada.

satz - cien.

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siel - alma.

sieljelä isäntä - la pureza del alma triunfa.

sisar - hermana.

sisarak sivak - hermanas del corazón.

sisarke - pequeña hermana.

sív - corazón.

sív pide köd - el amor trasciende el mal.

sív pide minden köd - el amor trasciende todo mal.

sívad olen wäkeva, hän ku piwtä - que tu corazón se mantenga fuerte,


cazador (saludo).

sívam és sielam - mi corazón y mi alma.

sívamet - mi corazón.

sívdobbanás - latido del corazón (literal); ritmo (figurativo).

sokta - mezclar; para revolver alrededor.

sõl - dare, venture.

sõl olen engemal, sarna sívametak - se atreven a estar conmigo,


canción de mi corazón.

soŋe - para entrar; para penetrar; para compensar; para reemplazar.

Susiküm - Lycan.

susu - hogar; lugar de nacimiento (sustantivo). En casa (adv.).

szabadon - libremente.

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szelem - fantasma.

ször - tiempo; ocasión.

t (o ot) - participio pasado (sufijo).

taj - vale la pena.

taka - detrás; más allá.

takka - para colgar; para permanecer pegado.

takkap - obstáculo; reto; dificultad; ordalías; juicio.

tappa - bailar; para sellar con los pies; matar.

tasa - aun así; de la misma manera.

te - tú.

te kalma, te jama ñiŋ3kval, te apitäsz arwa-arvo - eres nada más que


un cadáver infectado por gusanos, sin honor.

te magköszunam nä ŋamaŋ kać3 taka arvo - gracias por este regalo


más allá precio.

tu - el tuyo.

hasd keje - se chamuscó (Cárpatos jurar palabras).

tõd - saber.

tõdak pitäsz wäke bekimet mekesz kaiket - Sé que tienes el coraje de


enfrentar cualquier cosa.

tõdhän - conocimiento.

tõdhän lõ kuraset agbapäämoroam - el conocimiento vuela la espada


fiel a su objetivo.

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toja - doblar; inclinarse; romper.

toro - para luchar; pelearse.

torosz wäkeval - lucha ferozmente (saludo).

totello - obedecer.

tsak - solamente.

t'śuva vni - período de tiempo.

tti - mirar; para ver; encontrar.

tuhanos - mil.

tuhanos löylyak türelamak saγe diutalet - mil respiraciones del


paciente traen victoria.

tule - to meet; venir.

tuli - fuego. cambiar de sentido; tocar; tocar.

türe - lleno; harto; consumado.

türelam - paciencia.

türelam agba kontsalamaval - la paciencia es la verdadera arma del


guerrero.

tyvi - tallo; base; el maletero.

ul3 - muy; extremadamente; bastante.

umuš - sabiduría; discernimiento.

und - participio pasado (sufijo).

uskol - fiel.

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uskolfertiil - lealtad; lealtad.

usm - para sanar; para ser restaurado a la salud.

vár - esperar.

varolind - peligroso.

veri - sangre.

veri ekäakank - sangre de nuestros hermanos.

veri-elidet - sangre-vida.

veri isäakank - sangre de nuestros padres.

veri olen piros, ekäm - literalmente: la sangre es roja, mi hermano;


figurativamente: tu compañero (saludo).

veriak ot en Karpatiiak - por la sangre del príncipe (literalmente: por


la sangre del gran Cárpato; Cárpatos juran palabras).

veridet peje - puede quemar su sangre (los Cárpatos juran palabras).

vigyáz - amar; cuidar de; para cuidar de.

vii - último; Al final; finalmente.

wäke beki - fuerza; valor.

wäke kaδa - firmeza.

wäke kutni - resistencia.

wäke-sarna - voto; maldición; bendición (literalmente: poder palabras).

wäkeva - poderoso; fuerte.

wara - pájaro; cuervo.

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weńća - completo; todo.

wete - agua (sustantivo).

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