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Bajo el principio pro homine, el Órgano Jurisdiccional constata

que una norma es violatoria de derechos humanos, debiendo ser el

justiciable quien invoque el derecho humano presuntamente violentado

por el acto de autoridad, bajo un modelo de control difuso, con las

manifestaciones o actos de las partes, pues se sustenta en el principio

iura novit curia.

Resultan aplicables en lo conducente los siguientes criterios

del Poder Judicial de la Federación que señalan:

Época: Décima Época Registro: 2005203 Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo II Materia(s): Constitucional
Tesis: I.4o.A.20 K (10a.) Página: 1211

PRINCIPIO PRO HOMINE. VARIANTES QUE LO COMPONEN. Conforme al


artículo 1o., segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, las normas en materia de derechos humanos se
interpretarán de conformidad con la propia Constitución y con los tratados
internacionales de la materia, procurando favorecer en todo tiempo a las
personas con la protección más amplia. En este párrafo se recoge el principio
"pro homine", el cual consiste en ponderar el peso de los derechos humanos, a
efecto de estar siempre a favor del hombre, lo que implica que debe acudirse
a la norma más amplia o a la interpretación más extensiva cuando se
trate de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la
interpretación más restringida, cuando se trate de establecer límites a su
ejercicio. En este contexto, desde el campo doctrinal se ha considerado que
el referido principio "pro homine" tiene dos variantes: a) Directriz de
preferencia interpretativa, por la cual se ha de buscar la interpretación
que optimice más un derecho constitucional. Esta variante, a su vez, se
compone de: a.1.) Principio favor libertatis, que postula la necesidad de
entender al precepto normativo en el sentido más propicio a la libertad en
juicio, e incluye una doble vertiente: i) las limitaciones que mediante ley se
establezcan a los derechos humanos no deberán ser interpretadas
extensivamente, sino de modo restrictivo; y, ii) debe interpretarse la norma
de la manera que optimice su ejercicio; a.2.) Principio de protección a
víctimas o principio favor debilis; referente a que en la interpretación de
situaciones que comprometen derechos en conflicto, es menester considerar
especialmente a la parte situada en inferioridad de condiciones, cuando las
partes no se encuentran en un plano de igualdad; y, b) Directriz de
preferencia de normas, la cual prevé que el Juez aplicará la norma más
favorable a la persona, con independencia de la jerarquía formal de aquélla.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Revisión


fiscal 69/2013. Director General Adjunto Jurídico Contencioso, por ausencia del Titular de la
Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Función Pública. 13 de junio de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Secretario: Homero Fernando Reed
Mejía. Esta tesis se publicó el viernes 13 de diciembre de 2013 a las 13:20 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2006186 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro
5, Abril de 2014, Tomo I Materia(s): Común, Administrativa Tesis: 2a./J.
16/2014 (10a.) Página: 984

CONTROL DIFUSO. SU EJERCICIO EN EL JUICIO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO. Si bien es cierto que, acorde con los artículos 1o. y 133 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las autoridades
jurisdiccionales ordinarias, para hacer respetar los derechos humanos
establecidos en la propia Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, pueden inaplicar leyes secundarias, lo
que constituye un control difuso de su constitucionalidad y
convencionalidad, también lo es que subsiste el control concentrado de
constitucionalidad y convencionalidad de leyes, cuya competencia
corresponde en exclusiva al Poder Judicial de la Federación, a través del
juicio de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de
inconstitucionalidad. La diferencia entre ambos medios de control
(concentrado y difuso), estriba en que, en el primero, la competencia
específica de los órganos del Poder Judicial de la Federación encargados
de su ejercicio es precisamente el análisis de constitucionalidad y
convencionalidad de leyes, por tanto, la controversia consiste en
determinar si la disposición de carácter general impugnada
expresamente es o no contraria a la Constitución y a los tratados
internacionales, existiendo la obligación de analizar los argumentos que
al respecto se aduzcan por las partes; en cambio, en el segundo (control
difuso) el tema de inconstitucionalidad o inconvencionalidad no integra
la litis, pues ésta se limita a la materia de legalidad y, por ello, el
juzgador por razón de su función, prescindiendo de todo argumento de
las partes, puede desaplicar la norma. Ahora bien, en el juicio
contencioso administrativo, la competencia específica del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es en materia de legalidad y,
por razón de su función jurisdiccional, este tribunal puede ejercer control
difuso; sin embargo, si el actor formula conceptos de nulidad expresos,
solicitando al tribunal administrativo el ejercicio del control difuso
respecto de determinada norma, de existir coincidencia entre lo
expresado en el concepto de nulidad y el criterio del tribunal, éste puede
inaplicar la disposición respectiva, expresando las razones jurídicas de
su decisión, pero si considera que la norma no tiene méritos para ser
inaplicada, bastará con que mencione que no advirtió violación alguna de
derechos humanos, para que se estime que realizó el control difuso y
respetó el principio de exhaustividad que rige el dictado de sus
sentencias, sin que sea necesario que desarrolle una justificación jurídica
exhaustiva en ese sentido, dando respuesta a los argumentos del actor,
pues además de que el control difuso no forma parte de su litis natural,
obligarlo a realizar el estudio respectivo convierte este control en
concentrado o directo, y transforma la competencia genérica del tribunal
administrativo en competencia específica. Así, si en el juicio de amparo se
aduce la omisión de estudio del concepto de nulidad relativo al ejercicio de
control difuso del tribunal ordinario, el juzgador debe declarar ineficaces los
conceptos de violación respectivos, pues aun cuando sea cierto que la Sala
responsable fue omisa, tal proceder no amerita que se conceda el amparo
para que se dicte un nuevo fallo en el que se ocupe de dar respuesta a ese
tema, debido a que el Poder Judicial de la Federación tiene competencia
primigenia respecto del control de constitucionalidad de normas generales y,
por ello, puede abordar su estudio al dictar sentencia. Si, además, en la
demanda de amparo se aduce como concepto de violación la
inconstitucionalidad o inconvencionalidad de la ley, el juzgador sopesará
declarar inoperantes los conceptos de violación relacionados con el control
difuso y analizar los conceptos de violación enderezados a combatir la
constitucionalidad y convencionalidad del precepto en el sistema
concentrado.

Contradicción de tesis 336/2013. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del
Trigésimo Circuito y Primero en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito.
22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez Dayán,
José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar Morales.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Guadalupe Margarita Ortiz Blanco. Tesis y/o
criterios contendientes: Tesis XXX.1o.1 A (10a.), de rubro: "TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
FISCAL Y ADMINISTRATIVA. ESTÁ OBLIGADO A EFECTUAR EL CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD Y DE CONVENCIONALIDAD.", aprobada por el Primer Tribunal Colegiado del
Trigésimo Circuito, y publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XI, Tomo 2, agosto de 2012, página 2016, y el sustentado por el Primer Tribunal
Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito, al resolver el
amparo directo 212/2013. Tesis de jurisprudencia 16/2014 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada del doce de febrero de dos mil catorce. Esta tesis se
publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la Federación
y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de abril de 2014, para los
efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época, Registro: 2004189, Instancia: PRIMER TRIBUNAL


COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION, Tipo
Tesis: Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Localización: Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3, Materia(s): Común, Tesis:
XXVII.1o. (VIII Región) 16 K (10a.), Pag. 1619, [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F.
y su Gaceta; Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3; Pág. 1619

CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD EX OFFICIO. SI EL


PLANTEAMIENTO POR EL QUE SE SOLICITA NO SEÑALA CLARAMENTE CUÁL
ES EL DERECHO HUMANO QUE SE ESTIMA INFRINGIDO, LA NORMA GENERAL
A CONTRASTAR Y EL AGRAVIO QUE PRODUCE, DEBE DECLARARSE
INOPERANTE. Si bien el control difuso de constitucionalidad -connotación que
incluye el control de convencionalidad- que se ejerce en la modalidad ex
officio no está limitado a las manifestaciones o actos de las partes,
cuando se solicita su ejercicio deben señalarse claramente los elementos
mínimos que posibiliten su análisis, es decir, cuál es el derecho humano
que se estima infringido, la norma general a contrastar y el agravio que
produce, pues, de no ser así, el planteamiento correspondiente debe
declararse inoperante, ya que fuera del cumplimiento del principio iura novit
curia, el juzgador no está obligado a emprender un estudio "expreso" oficioso
de los derechos humanos o preceptos constitucionales o convencionales que se
le transcriban, o que genéricamente se invoquen como pertenecientes al
sistema.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION. Amparo
en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de marzo de
2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan Carlos
Corona Torres. Amparo en revisión 80/2013 (expediente auxiliar 419/2013). Itzcóatl Ixion Medina
Soto. 9 de mayo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro,
secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Santiago Emilio
Aguilar Pavón. Amparo en revisión 133/2013 (expediente auxiliar 520/2013). Fidel Hernández
Reyes. 14 de junio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya.
Secretario: Samuel René Cruz Torres.
EL control de convencionalidad ex officio en materia de

derechos humanos, en un modelo de control difuso de constitucionalidad,

por tratarse de una cuestión de orden público e interés general.

En efecto, este Órgano Colegiado tiene el deber de hacer

prevalecer la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dado

que de conformidad con lo previsto en el artículo 1° de la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades del país,

dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas a velar

no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal,

sino también por aquellos contenidos en los instrumentos internacionales

celebrados por el Estado Mexicano, y así se procede en vía indirecta a

estudiar la constitucionalidad de la resolución puesta a su jurisdicción, en

estricta protección al principio “pro persona”.

En esa tesitura, tales mandatos contenidos en el artículo

1o. constitucional, reformado mediante Decreto publicado en el Diario

Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011, deben interpretarse junto

con lo establecido por el diverso 133 de la Norma Fundamental, de tal


forma que en la función jurisdiccional, los jueces están obligados a

preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los

tratados internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que

se encuentren en cualquier norma inferior.

Lo anterior se ve reflejado en el siguiente criterio del

Poder Judicial de la Federación que reza:

Época: Décima Época, Registro: 160 526, Instancia: Pleno, Tipo Tesis: Tesis
Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Localización: Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1, Materia(s):
Constitucional, Tesis: P. LXVIII/2011 (9a.), Pág. 551

PARÁMETRO PARA EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN


MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. El mecanismo para el control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos a cargo del
Poder Judicial debe ser acorde con el modelo general de control establecido
constitucionalmente. El parámetro de análisis de este tipo de control que
deberán ejercer todos los jueces del país, se integra de la manera siguiente:
a) todos los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal (con
fundamento en los artículos 1o. y 133), así como la jurisprudencia emitida
por el Poder Judicial de la Federación; b) todos los derechos humanos
contenidos en tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea
parte; c) los criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos derivados de las sentencias en las que el Estado Mexicano haya
sido parte, y d) los criterios orientadores de la jurisprudencia y
precedentes de la citada Corte, cuando el Estado Mexicano no haya sido
parte.

En ese sentido, este Tribunal Administrativo sólo tiene la

facultad o posibilidad de decretar la inaplicación de leyes que se puedan

considerar trasgresoras de derechos humanos reconocidos en Tratados

Internacionales, lo que en ningún momento supone la eliminación o el

desconocimiento de la presunción de constitucionalidad de ellas, sino que,


precisamente, parte de esta presunción al permitir hacer el contraste

previo a su aplicación, por lo que al ejercer un control de

convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos, sólo se

pueden realizar los siguientes pasos:

a) Interpretación conforme en sentido amplio, lo que

significa que se debe interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a

los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados

internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte, favoreciendo

en todo tiempo a las personas con la protección más amplia;

b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que

significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente válidas, los

jueces deben, partiendo de la presunción de constitucionalidad de las

leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde a los derechos humanos

reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los que

el Estado Mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido

esencial de estos derechos; e

c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores

no son posibles. Lo anterior no afecta o rompe con la lógica de los

principios de división de poderes y de federalismo, sino que fortalece el


papel de los jueces al ser el último recurso para asegurar la primacía y

aplicación efectiva de los derechos humanos establecidos en la

Constitución y en los tratados internacionales de los cuales el Estado

Mexicano es parte.

Resulta aplicable el siguiente criterio de la Suprema Corte

de Justicia de la Nación que reza:

Época: Décima Época, Registro: 160 525, Instancia: Pleno, Tipo Tesis: Tesis
Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Localización: Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1, Materia(s): Constitucional,
Tesis: P. LXIX/2011(9a.), Pág. 552

PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y


CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. La
posibilidad de inaplicación de leyes por los jueces del país, en ningún
momento supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de
constitucionalidad de ellas, sino que, precisamente, parte de esta presunción
al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. En ese orden de ideas, el
Poder Judicial al ejercer un control de convencionalidad ex officio en materia
de derechos humanos, deberá realizar los siguientes pasos: a) Interpretación
conforme en sentido amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual
que todas las demás autoridades del Estado Mexicano-, deben interpretar el
orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el Estado
Mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la
protección más amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que
significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente válidas, los
jueces deben, partiendo de la presunción de constitucionalidad de las leyes,
preferir aquella que hace a la ley acorde a los derechos humanos reconocidos
en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado
Mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de
estos derechos; y, c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores
no son posibles. Lo anterior no afecta o rompe con la lógica de los principios
de división de poderes y de federalismo, sino que fortalece el papel de los
jueces al ser el último recurso para asegurar la primacía y aplicación efectiva
de los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los cuales el Estado Mexicano es parte.

Afirmación que se sostiene con el siguiente criterio del Poder

Judicial de la Federación que reza:


Época: Décima Época Registro: 2006186 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro
5, Abril de 2014, Tomo I Materia(s): Común, Administrativa Tesis: 2a./J.
16/2014 (10a.) Página: 984

CONTROL DIFUSO. SU EJERCICIO EN EL JUICIO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO. Si bien es cierto que, acorde con los artículos 1o. y 133 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las autoridades
jurisdiccionales ordinarias, para hacer respetar los derechos humanos
establecidos en la propia Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, pueden inaplicar leyes secundarias, lo que
constituye un control difuso de su constitucionalidad y convencionalidad,
también lo es que subsiste el control concentrado de constitucionalidad y
convencionalidad de leyes, cuya competencia corresponde en exclusiva al
Poder Judicial de la Federación, a través del juicio de amparo, las
controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad. La
diferencia entre ambos medios de control (concentrado y difuso), estriba en
que, en el primero, la competencia específica de los órganos del Poder
Judicial de la Federación encargados de su ejercicio es precisamente el
análisis de constitucionalidad y convencionalidad de leyes, por tanto, la
controversia consiste en determinar si la disposición de carácter general
impugnada expresamente es o no contraria a la Constitución y a los tratados
internacionales, existiendo la obligación de analizar los argumentos que al
respecto se aduzcan por las partes; en cambio, en el segundo (control difuso)
el tema de inconstitucionalidad o inconvencionalidad no integra la litis, pues
ésta se limita a la materia de legalidad y, por ello, el juzgador por razón de
su función, prescindiendo de todo argumento de las partes, puede desaplicar
la norma. Ahora bien, en el juicio contencioso administrativo, la competencia
específica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa es en
materia de legalidad y, por razón de su función jurisdiccional, este tribunal
puede ejercer control difuso; sin embargo, si el actor formula conceptos de
nulidad expresos, solicitando al tribunal administrativo el ejercicio del
control difuso respecto de determinada norma, de existir coincidencia entre
lo expresado en el concepto de nulidad y el criterio del tribunal, éste puede
inaplicar la disposición respectiva, expresando las razones jurídicas de su
decisión, pero si considera que la norma no tiene méritos para ser inaplicada,
bastará con que mencione que no advirtió violación alguna de derechos
humanos, para que se estime que realizó el control difuso y respetó el
principio de exhaustividad que rige el dictado de sus sentencias, sin que sea
necesario que desarrolle una justificación jurídica exhaustiva en ese sentido,
dando respuesta a los argumentos del actor, pues además de que el control
difuso no forma parte de su litis natural, obligarlo a realizar el estudio
respectivo convierte este control en concentrado o directo, y transforma la
competencia genérica del tribunal administrativo en competencia específica.
Así, si en el juicio de amparo se aduce la omisión de estudio del concepto de
nulidad relativo al ejercicio de control difuso del tribunal ordinario, el
juzgador debe declarar ineficaces los conceptos de violación respectivos,
pues aun cuando sea cierto que la Sala responsable fue omisa, tal proceder
no amerita que se conceda el amparo para que se dicte un nuevo fallo en el
que se ocupe de dar respuesta a ese tema, debido a que el Poder Judicial de
la Federación tiene competencia primigenia respecto del control de
constitucionalidad de normas generales y, por ello, puede abordar su estudio
al dictar sentencia. Si, además, en la demanda de amparo se aduce como
concepto de violación la inconstitucionalidad o inconvencionalidad de la ley,
el juzgador sopesará declarar inoperantes los conceptos de violación
relacionados con el control difuso y analizar los conceptos de violación
enderezados a combatir la constitucionalidad y convencionalidad del
precepto en el sistema concentrado.

Contradicción de tesis 336/2013. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del
Trigésimo Circuito y Primero en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito.
22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Sergio A. Valls Hernández, Alberto Pérez
Dayán, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Luis María Aguilar
Morales. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Guadalupe Margarita Ortiz Blanco.
Tesis y/o criterios contendientes: Tesis XXX.1o.1 A (10a.), de rubro: "TRIBUNAL FEDERAL DE
JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. ESTÁ OBLIGADO A EFECTUAR EL CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD Y DE CONVENCIONALIDAD.", aprobada por el Primer Tribunal Colegiado del
Trigésimo Circuito, y publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XI, Tomo 2, agosto de 2012, página 2016, y el sustentado por el Primer Tribunal
Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito, al resolver el
amparo directo 212/2013. Tesis de jurisprudencia 16/2014 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada del doce de febrero de dos mil catorce. Esta tesis se
publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la Federación
y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 14 de abril de 2014, para
los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

No resulta óbice que este Tribunal Administrativo, a mayor

abundamiento y como autoridad encargada de impartir justicia

administrativa en nuestro país, señale que en su caso, está limitado a

hacer lo solicitado por la accionante bajo este modelo, únicamente con

las manifestaciones o actos de las partes, pues se sustenta en el principio

iura novit curia.

En efecto, tal modelo de control no implica que deba ejercerse

siempre, pues existen presupuestos formales y materiales de

admisibilidad y procedencia que deben tenerse en cuenta, a saber:

a) Que el juzgador tenga competencia legal para resolver el

procedimiento o proceso en el que vaya a contrastar una norma,;


b) Si es a petición de parte, que se proporcionen los

elementos mínimos, es decir, debe señalarse con toda claridad cuál es el

derecho humano o garantía que se estima infringido, la norma general a

contrastar y el agravio que le produce, pues de otra forma, sin soslayar su

carácter de conocedor del derecho, el juzgador no está obligado a

emprender un estudio expreso oficioso de los derechos humanos o

preceptos constitucionales o convencionales que se le transcriban, o que

de manera genérica se invoquen como pertenecientes al sistema.

En efecto, deben señalarse claramente los elementos

mínimos que posibiliten su análisis, es decir, cuál es el derecho humano

que se estima infringido, la norma general a contrastar y el agravio que

produce, pues, de no ser así, el planteamiento correspondiente se

declarará inoperante, ya que fuera del cumplimiento del principio iura

novit curia, el juzgador no está obligado a emprender un estudio "expreso"

oficioso de los derechos humanos o preceptos constitucionales o

convencionales que se le transcriban, o que genéricamente se invoquen

como pertenecientes al sistema; tal y como se sostiene en el siguiente

criterio del Poder Judicial de la Federación que se comparte:

Época: Décima Época, Registro: 2004189, Instancia: PRIMER TRIBUNAL


COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION, Tipo
Tesis: Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Localización: Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3, Materia(s): Común, Tesis:
XXVII.1o. (VIII Región) 16 K (10a.), Pag. 1619, [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F.
y su Gaceta; Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3; Pág. 1619

CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD EX OFFICIO. SI EL


PLANTEAMIENTO POR EL QUE SE SOLICITA NO SEÑALA CLARAMENTE CUÁL
ES EL DERECHO HUMANO QUE SE ESTIMA INFRINGIDO, LA NORMA GENERAL
A CONTRASTAR Y EL AGRAVIO QUE PRODUCE, DEBE DECLARARSE
INOPERANTE. Si bien el control difuso de constitucionalidad -connotación que
incluye el control de convencionalidad- que se ejerce en la modalidad ex
officio no está limitado a las manifestaciones o actos de las partes, cuando se
solicita su ejercicio deben señalarse claramente los elementos mínimos que
posibiliten su análisis, es decir, cuál es el derecho humano que se estima
infringido, la norma general a contrastar y el agravio que produce, pues, de
no ser así, el planteamiento correspondiente debe declararse inoperante, ya
que fuera del cumplimiento del principio iura novit curia, el juzgador no está
obligado a emprender un estudio "expreso" oficioso de los derechos humanos o
preceptos constitucionales o convencionales que se le transcriban, o que
genéricamente se invoquen como pertenecientes al sistema.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION. Amparo
en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de marzo de
2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan Carlos
Corona Torres. Amparo en revisión 80/2013 (expediente auxiliar 419/2013). Itzcóatl Ixion Medina
Soto. 9 de mayo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro,
secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Santiago Emilio
Aguilar Pavón. Amparo en revisión 133/2013 (expediente auxiliar 520/2013). Fidel Hernández
Reyes. 14 de junio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya.
Secretario: Samuel René Cruz Torres.

c) Debe existir aplicación expresa o implícita de la norma,

aunque en ciertos casos también puede ejercitarse respecto de normas

que, bien sea expresa o implícitamente, deban emplearse para resolver

alguna cuestión del procedimiento en el que se actúa;

d) Encontremos existencia de un perjuicio en quien solicita

el control difuso, o bien irrogarlo a cualquiera de las partes cuando se

realiza oficiosamente;
e) Haya inexistencia de cosa juzgada respecto del tema en

el juicio, pues si el órgano jurisdiccional ya realizó el control difuso,

estimando que la norma es constitucional, no puede realizarlo

nuevamente, máxime si un juzgador superior ya se pronunció sobre el

tema;

f) Sea evidente la inexistencia de jurisprudencia obligatoria

sobre la constitucionalidad de la norma que emiten los órganos colegiados

del Poder Judicial de la Federación, porque de existir, tal criterio debe

respetarse, pues el control concentrado rige al control difuso; y

g) Prevalezca una inexistencia de criterios vinculantes

respecto de la convencionalidad de la norma general, ya que conforme a

las tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los emitidos por la

Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes para los

tribunales del Estado Mexicano.

Es aplicable la siguiente tesis del Poder Judicial de la

Federación, con la que concuerda este Órgano Jurisdiccional, que reza:

Época: Décima Época, Registro: 2004190, Instancia: PRIMER TRIBUNAL


COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION, Tipo
Tesis: Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Localización: Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3, Materia(s): Común, Tesis:
XXVII.1o.(VIII Región) 14 K (10a.), Pag. 1620, [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y
su Gaceta; Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3; Pág. 1620
CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD EX OFFICIO. SUS
PRESUPUESTOS FORMALES Y MATERIALES DE ADMISIBILIDAD Y
PROCEDENCIA. Aun cuando el control difuso de constitucionalidad
-connotación que incluye el control de convencionalidad- que ejercen los
órganos jurisdiccionales en la modalidad ex officio no está limitado a las
manifestaciones o actos de las partes, pues se sustenta en el principio iura
novit curia, ello no implica que deba ejercerse siempre, pues existen
presupuestos formales y materiales de admisibilidad y procedencia que deben
tenerse en cuenta. La ley, la jurisprudencia y la práctica muestran que
algunos de esos presupuestos, que de no satisfacerse impedirán su ejercicio,
de manera enunciativa son: a) que el juzgador tenga competencia legal para
resolver el procedimiento o proceso en el que vaya a contrastar una norma; b)
si es a petición de parte, que se proporcionen los elementos mínimos, es
decir, debe señalarse con toda claridad cuál es el derecho humano o garantía
que se estima infringido, la norma general a contrastar y el agravio que le
produce, pues de otra forma, sin soslayar su carácter de conocedor del
derecho, el juzgador no está obligado a emprender un estudio expreso
oficioso de los derechos humanos o preceptos constitucionales o
convencionales que se le transcriban, o que de manera genérica se invoquen
como pertenecientes al sistema; c) debe existir aplicación expresa o implícita
de la norma, aunque en ciertos casos también puede ejercitarse respecto de
normas que, bien sea expresa o implícitamente, deban emplearse para
resolver alguna cuestión del procedimiento en el que se actúa; d) la
existencia de un perjuicio en quien solicita el control difuso, o bien irrogarlo
a cualquiera de las partes cuando se realiza oficiosamente; e) inexistencia de
cosa juzgada respecto del tema en el juicio, pues si el órgano jurisdiccional ya
realizó el control difuso, estimando que la norma es constitucional, no puede
realizarlo nuevamente, máxime si un juzgador superior ya se pronunció sobre
el tema; f) inexistencia de jurisprudencia obligatoria sobre la
constitucionalidad de la norma que emiten los órganos colegiados del Poder
Judicial de la Federación, porque de existir, tal criterio debe respetarse,
pues el control concentrado rige al control difuso y, g) inexistencia de
criterios vinculantes respecto de la convencionalidad de la norma general, ya
que conforme a las tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los
emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes
para los tribunales del Estado Mexicano.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION. Amparo
en revisión 29/2013 (expediente auxiliar 207/2013). Brenda Edaly Martínez Pérez. 8 de marzo de
2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Juan Carlos
Corona Torres. Amparo en revisión 80/2013 (expediente auxiliar 419/2013). Itzcóatl Ixion Medina
Soto. 9 de mayo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro,
secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Santiago Emilio
Aguilar Pavón. Amparo en revisión 133/2013 (expediente auxiliar 520/2013). Fidel Hernández
Reyes. 14 de junio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya.
Secretario: Samuel René Cruz Torres.

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