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CAMBIA TU MENTE Y CAMBIARA TU SALUD

Desde mi punto de vista el poder de la mente ya no se discute. Está demostrado que es energía
pura y que los pensamientos transmiten ondas que modifican la estructura celular. Como
Creer es crear, como dice Bruce H. Lipton, doctor en biología celular por la Universidad de
Virginia en Charlottesville, es conocido por su aporte de que los genes y el ADN pueden ser
manipulados por las creencias de una persona.
Sus investigaciones fueron realizadas con células madre, expuestas a distintos estímulos,
pudiendo corroborar que, de acuerdo a ellos, va cambiando su materialización.
Estos experimentos llevaron a criticar la medicina tradicional centrada en la relación de las
enfermedades con la genética.
Son muchos los científicos que, últimamente, se están posicionando como portavoces de un
nuevo concepto de ciencia que no solo toma en cuenta la materia, sino ese algo más con el
que todos venimos a este mundo.
Claro que, para la mayoría de ellos, ese algo más está valorado como simples códigos
genéticos de los que no nos podemos librar. Pero ya se ha podido registrar en personas criadas
por una familia sustituta que, a la vez, han desarrollado enfermedades que venían asociadas
a la cadena genética de sus adoptantes.
Esto último ya estaría demostrando que las enfermedades son desequilibrios de energía que
parten de los pensamientos y creencias que guarda el subconsciente.
Volvamos a la experiencia de laboratorio llevada a cabo por el Dr. Lipton, para lo que elijo
transcribir parte de una entrevista que se le realizó. Y todo concluye que la mente va más allá
de toda ciencia y es la que nos cura y nos sanas debemos aprender a manejar nuestra mente,
ya que la mente es energía, una energía que cambia de acuerdo a los pensamientos. Los
pensamientos, a su vez, provocan diferentes emociones. Y cada emoción despide un tipo
distinto de energía que beneficia o perjudica la salud celular.
Pero estos descubrimientos no favorecen a las empresas farmacéuticas ya que la buena
energía no es algo que puedan vender. Como dice Bruce Lipton.

Por otro lado, tenemos una comunidad muy unida que realizan minga de aislamiento y
establecimiento de coberturas vegetales para aportar en la conservación de la Microcuenca
Miraflores, ubicada en la vereda Cubijan Alto del corregimiento de Catambuco, fortaleciendo
de esta manera los proyectos: Protección y conservación de la ronda hídrica del río Pasto y
sus principales afluentes "Somos Río Pasto" y el proyecto estratégico "Un Millón de Árboles
para la Vida".
La importancia de esta actividad se centra en la conservación y protección del abastecimiento
de agua que surge desde la Laguna Negra, mediante la quebrada Piquisiqui la cual abastece
a diferentes acueductos que desembocan en el Río Pasto.
En esta minga se sembraron 700 árboles de las especies Colla, Cajeto, Charmuelan, Mano de
Oso, Mate, Cúcharo y Pelotillo, permitiendo así el reconocimiento estratégico del "recurso
agua “y su estrecho relacionamiento con el clima y los usos del suelo, garantizando a futuro
un manejo equitativo del agua y el territorio, tal como lo estipulado en Plan de Desarrollo
Municipal "Pasto Educado Constructor de Paz".
Para terminar el resumen de los videos tenemos una historia muy impactante.
Juan Manuel Echavarría ha recorrido junto con su equipo de trabajo la Colombia desconocida
del conflicto. En estas expediciones no sólo ha podido acercarse a la geografía agreste,
mágica, estigmatizada y damnificada por la guerra, sino que también ha conocido a las
personas que la habitan, sus historias de vida y como la confrontación ha tenido una
influencia importante en su desarrollo como individuos y comunidades. Ha logrado con sus
acercamientos, aperturas, diálogos y lazos que no se desvanecen con el paso de los años y
que desdibujan los límites entre víctimas y victimarios.
Esa geografía desconocida ha sido descubierta a través de la acción de caminar, andar por
caminos que no se reconocen en los mapas, seguir ríos y quebradas. Esa Colombia fluvial de
la que poco se habla y que no solo conecta lejanos caseríos, sino que también ha sido testigo
de la muerte, del desconocimiento por lo humano y cementerio móvil de la guerra.
Ríos y Silencios, se configura, así como una exposición multimedia que lleva al espectador
por esos caminos y afluentes a conocer las historias de quienes han vivido de cerca el
conflicto, a ver el horror presente en los hechos violentos a través del escudo del arte para no
petrificarnos.

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