REPUBLICA 'DE COLOMBIA
G.ACJET! JJ 1ITIDICI!1
AÑO XIX Bogotá, 2 de Noviembre de 1910
CONTENIDO
Págs.
NEOOCIOS CIVILES
<Dmll:m.cfióun.
Cásase la sentencia del Tribunal del Atlántico en el juicio seguido por
Felícitas Julio contra Manuel María Grao. (Magistrado ponente,
doctor Nannetti) • •••• •••••• •••••• •••••••••• ••••••.•••.•• . 97
Salvamento de voto del señor Magistrado doctor Villegas en la parte
motiva de la sentencia anterior..... •••••• •• ••• ••• •••••• •••••• 100
Declárase que no hay motivo para infirmar la sentencia del Tribuual
. de Bogotá 'en el juicio seguído por Francisco Díaz D. y su espo-
sa contra José María Montaño y Diego Oamargo, (M.agistrado
ponente, doctor Navarro y Euse) ••• '" •••• •••••• ••• ••• •••••• 106
Declárase que no es el caso de infirmar la sentencia del Tribunal de
Bogotá en el juicio seguido por Francisco Oorssi contra Tomás
Pedrosa, sobre entrega de un docu.nento y pago de una suma de
dinero. (Magistrado ponente, doctor Barco) ..... 0._. ........ ••• 108
.A\.1IllaOIl.
Admltese un recurso de hecho, y en consecuencia se concede el recur-
so de casaci6n contra la sentencia del Tribunal de Cartagena en
..I juicio seguido por Pascual y Ezequiel Campo M. contra el ,
heredero de Manuel S. Montaño. (Magistrado ponente, doctor
Barco) •••••••••••••••••••••••••• ~ ., ••••• o.... ..•... 111
NECOCIOS CRIMINALES
.Al.lIUO§.
Dec1árase que es el caso de radicar en otro Juzgado el sumario que se
sigue en Neiva contra Joaquín Dussán T. (Magistrado ponente,
doctor García).•• '. .. 112
NJE:«;H¡¡)(lJJ[@~(]JJ[WJ[tJE:~
CASACION
Corte Suprema de Justioia-Bogotá, cuatro de Oc·
tubre de mil novecientos diez.
(Magistrado ponente, doctor Tancredo Nannetti).
Vistos: Ante el Juez del Circuito de Sabanalar-
ga, Felícitas Julio demandó el seis de Julio de mil
.'0 novecientos cuatro á Manuel María Grao, para que
con audiencia de éste, aquella autoridad hiciera las
declaraciones siguientes:
. LO Que Grao está obligado á otorgarle á la de.
mandante escritura de venta de una casa de palma,
madera y barro, sita en el Corregimiento de Repe-
lón, que aquélla le compr6 el día cinco de Octubre
de mil novecientos dos, por la cantidad de mil pe·
sos ($ 1,000) en' moneda, legal, precio estipulado
que recibió á su entera satisfacción el vendedor;
12.° Que Manuel María Grao está obligado, si no
otorga la escritura, ó si retarda más su otorgamien-
to, á restituirle elprecio de mil pesos que la como
pradora le pagó el cinco de Octubre de milnove-
cientos dos, con iosintereses corrientes en la plaza
desde dicho día, y á pagarle las mejoras útiles he-
~ Nros. 950 y 951
chas en la casa, estimadas en veinte mil pesos
($ 20,000), los perjuicios causados y los que le cau-
sa el no cumplimiento de la obligación;
En apoyo de esta acción citó los artículos 1857
inciso 2.°; 1880, 756, 1882, inciso 1.0; 1828, 1829:
751, 1546 Y 1613 del Código Civil; el capítulo 4.°,
Título 12, Libro 2.odel mismo Código, y el artículo
270 del Código Judicial, y formuló así los hechos:
"1.0) El 5 de Octubre de 1902 convinimos el se.
ñor Manuel María .Grao y yo en darme él en venta
la casa pajiza especificada en este escrito, y yo en
pagarle por ella mil pesos, moneda legal y corriente ;
l\ 2.°) El 5 de Octubre de 1902 pagué á Manuel
María Grao el precio "estipulado de mil pesos á en .
tera satisfacción de él; ,
,. 3.°) El I." de Noviembre del mismo año de
1902 me hizo el señor Manuel María Grao la entre.
ga de la casa objeto de la venta;
"4.°) Desde dicho día 1.0 de Noviembre poseo la
casa y la habito sin contradicción de persona alguna;
"5.") He construido una cocina de palma y ma-
dera y una pared en la casa principal; he reforza-
do -las paredes del cuarto de 111 casa y la del medio;
he repuesto la obra de carpintería, y he echado las
cercas del patio, q ue no las tenía;
"6.°) Todas esas-son mejoras útiles que han au
mentado el valor venal de la casa en veinte mil
pesos;
" 1.0) El señor Manuel María Grao retarda otor-
garme la escritura pública de la venta de la casa á
que está. obligado para la perfección del contrato;
"8.°) Ese retardo es por culpa suya, puessiem.
pre le he ofrecido, y le ofrezco ahora, hacer los
gastos que cause el otorgamiento de la escritura."
Admitida la demanda y corrido el traslado legal,
Grao la contestó negando todos los hechos y el de.
recho en que se-funda, y concluyó pidiendo se con-
denara á la demandante en las costas del [uieio,
Siguió éste el curso de regla hasta ser desatado por
la sentencia de primera instancia, en la cual el Juez
resolvió lo siguiente:
"Por todo lo expuesto, el Juzgado del Circuito
administrando justicia en nombre de la Repúblic~
y por autoridad de la. ley, atento á lo alegado y pro.
bada por las partes, condena á Manuel María Grao
por estar obligado á ello, primero: á otorgarl~
 GA eETA J' U D JI e JI A L
á Felícitas .Jolio, sin. mas demora, la escritura pü- con inconsecuencia, condenarlo perentoriamente á
blica de venta de la casa de palma, madera y barro otorgar escritura de venta á la Julio; pero .co~o
arriba especificada. que le compr6 en Repel6n el es potestativo de Grao otorgarla, quedará radimido
día cinco de Octubre de mil novecientos dos, por la del pago de las mejoras si perfecciona la vent~. ~n
cantidad de mil pesos moneda If'gal y corriente, pre- estos términos el Tribunal Superior de este Distrito
cio estipulado que recibió á su entera satisfacción ; Judicial, administrando justicia en nombre de la
y segundo: caso de no otorgarle Manuel María República y por autoridad' de la ley, deja resueltos
Grao la escritura, ó si retarda más su otorgamiento, los puntos del memorial precedente."
se le condena, asimismo, á restituirle á Felicitas El apoderado del reo interpuso recurso de casa-
Julio el precio de mil pesos que le pagó el cinco de ción en escrito presentado ante el Tribunal senten-
Octubre de mil novecientos dos, con los intereses ciador, y después de un incidente relativo á, la cua~·'
corrientes en esta plaza desde dicho día; á pagar- tía de la demanda, se otorgó el recurso y se remi-
le veinte mil pesos que importan las mejoras útiles tieron los autos á esta Superioridad, donde se. ha .
que ha hecho en la casa, en que las ha justipreciado dado al negocio la tramitación que la ley prescribe,
la señora Julio, y á las costas judiciales del presen- El recurso es admisible por haber sido oportuna-
te juicio." mente interpuesto, con personería suficiente, contra
Ocurrió en apelación el demandado ante el Tri- sentencia definitiva fundada en leyes que actual-
bunal Superior del Distrito Judicial del Atlántico, mente rigen en la República, y proferida por un
y esa Superiorldad, después de lit conveniente pre· Tribunal Superior en juicio ordinario cuya cuantía,
paración del negocio, lo falló en providencia de á la fecha de la demanda (1904), pasaba de diez
doce de Septiembre de mil novecientos cinco, re- mil pesos.
formando la sentencia de primera instancia en los Sustenta el recurrente el pedimento de casación
, términos siguientes: . en las causales 1.a.y 2.a del artículo 4.° de la Ley 169
" Oondénase á Manuel María Grao, vecino de Re- de 1896, pOI' ser, dice, la sentencia violatoria de ley
"pelón, á restituirle á Felícitas Julio, con intereses sustantiva, por mala apreciación de la prueba y por
legales, desde el cinco de Octubre de mil novecien- no estar aquélla en consonancia con las pretensio-
tos dos hasta el día en que lo verifique, la suma de nes oportunamente deducidas por los litigantes.
mil pesos papel moneda, que recibió como precio Apunta como violados en la sentencia los artícu-
de la casa descrita en la sentencia proferida por el los 1740, 1741 Y 1857, inciso 1.0 ; dei Código Civil,
Juez, entonces único del Circuito de Sabanalarga, j y razona así:
las mejoras probadas y justipreciadas legalmente " Es, pues, solemne el contrato de compraventa
en' juicio ordinario distinto, salvo que dentro del de bienes inmuebles, porque pal'a SI] existencia se
plasode treinta días, contados desde la notificaci6n requiere el otorgamiento de escritura pública, sin
de la sentencia, otorgue escritura pública de venta el <mal requisito el contrato no existe por nulidad
de la casa á favor de Felíeitas J ulio, Sin costas en absoluta que no le permite ninguna validez.
esta instancia." " Viola, pues, esas disposiciones sustantivas la sen-
A la solicitud de aclaración dirigida al Tribunal tencia que considera existente ó de algún valor un
por el agraviado en la sentencia, recayó el auto que contrato de compraventa de finca raíz sin que se
á continuacion se transcribe: haya otorgado la escritura pública, que es formali-
"Visto el pedimento anterior, se resuelve: dad esencial, como se ha visto.
¡¡ La reforma hecha por esta Superioridad de la 11 Como la sentencia proferida por el Tribunal

sentencia de primera instancia, no comprende la ab· del Atlántico declara existente el contrato de com-
solucíón de las costas de dicha sentencia, porque es praventa entre Manuel María Grao y Felicitas Julio
notoria la injusticia con que ha sido sostenido este al reconocer el derecho' del vendedor á retractarse, o',
pleito (inciso 1.0, artículo 864 del C6digo Judicial) porque nadie se retracta sino de una compraventa
por el demandado Grao. celebrada; y como precio es el dinero que el como
" No se ha hecho condenación al pago de perj ui- prado?' da al vendedor por la cosa vendida (artícu-
cios, porque Grao ha sido condenado á restituir la lo 1849 del C6digo Civil), es claro que al orde-
suma recibida como precio de la cosa, con sus frutos nar el Tribunal la restitución del precio, se reco-
legales. noce implícitamente que ha existido compraventa,
" La sentencia, como es claro, está fundada en el sin que se haya otorgado escritura pública, con re-
derecho que tiene Grao á retractarse del convenio lación á la cosa á que este juicio s~ refiere."
celebrado por él sobre venta de la casa; de otro Sostiene, además, que el Tribunal incide en 181'1'01'
modo no se explica que se le condene á restituir el de derecho en cuanto ha admitido como prueba del
precio con intereses legales, debido esto á que el contrito de compraventa de una casa, que celebra-
actor no pidió que le fuera restituido, doblado, ron Felicitas Julio y Manuel María Grao, la confe
como pudo pedirlo á la Julio. Siendo así, el Tribu- si6n judicial, no obstante lo dispuesto en el artfcu-
nal no ha hecho sino invertir los términos del fallo lo 1760 del C6digo Civil, que dice :
de primera instancia, pues si reconoce al deman- "La falta de instrumento público no puede suplir.
dado derecho de retractarse, no habría podido, sino se por otra prueba en' los actos y contratos en que
 GACETA JUDICIAL 99

. la ley requiere esa solemnidad; y se mirarán como de que es de sentido común que dos personas no
no ejecutados 6 celebrados, aun cuando en ellos se pueden celebrar contrato. alguno sin acuerdo' pre-
prometa reducirlos á instrumento público dentro vio sobre los términos y condiciones, el artículo
. de cierto plazo, bajo una cláusula penal; esta cláu-ll851 del Oódigo Civil citado sanciona la existen.
sula no tendrá efecto alguno." . cia de ventas imperfectas de bienes raíces, que son
El apoderado del demandante ante la Corte mar- las que no se han elevado á escritura pública. y á
ca también como quebrantados por el Tribunal esa misma clase de venta se refieren los artículos
sentenciador el artículo 89 de la Ley 153 de 1887 1859 Y 1860 del Código Civil, sean cuales fueren
y el 1521 del Código Civil, y se expresa del modo los bienes objeto de ellas ...... "
siguiente : . Con ese criterio el Tribunal le da fuerza á IR.
"La sentencia, al dar valor de plena prueba á la confesión del demandado para establecer el con-
confesión judicial hecha sobre convenio verbal de trato imperfecto, y falla en consecuencia, condenan-
compraventa de fincas raíces, al reconocer efectos do á Grao á restituir á la demandante, con los inte-
civiles á 'dichos convenios verbales, incurrió en cla-
reses legales desde el cinco de Octubre de mil
ro error de derecho, y al condenar en tales con di- novecientos dos, fecha del contrato, hasta el día
ciones al otorgamiento de la escritura pública vio- en que el pago se verifique, la suma de mil pesos.
ló el artículo 89 de la Ley 153 de 1881, que s610 en papel moneda que recibió como precio de la
reconoce obligación cuando existe promesa que casa y las mejoras probadas y justificadas legal.
conste por escrito y que llene los requisitos que ex-
mente en juicio ordinario distinto; salvo que dentro
presa dicho artículo. del plazo de treinta días, contados desde la notifi-
"Si la sentencia no se .fundó en la promesa de caci6n de la sentencia, otorgue escritura de venta
.' contrato, entonces reconoció valor jurídico al 'con·á la compradora.
venia verbal' sobre venta de una finca raíz, y en El Tribunal no considera, pues, como indispensa-
este caso violó el artículo 1527 del C6digo Oivil ble para la eficacia del contrato de compraventa de
al ordenar que se dé cumplimiento áuna obligación bienes raíces la escritura pública, sino que estima
que, si existe, es meramente natural; y 8:1 reconocer
el otorgamiento de ésta como una de las obliga-
un convenio sobre compraventa de bienes raíces ciones á que queda sujeto el vendedor después de
que no consta en escritura pública, viol6 los artícu-verificado el contrato, para perfeccionarlo.
los 2517 y 1857 del Código Civil." Ahora bien: el contrato de compraventa de bie-
Se citan como infringidas por el Tribunal otras Des raíces es un .contrato solemne que requiere
disposiciones legales; pero procede examinar las para existir jurídicamente, la formalidad de la escri-
que se dejan trascritas, pues al tenor de lo dispues tura pública, según el artículo 1857, inciso 2.° cita.
to en el artículo 59 de la Ley lOO de 1892, si se do; de modo que sin ese requisito no produce
hallare justificada una causal de casación, no será efectos civiles, en fuerza de lo que dispone el artí-
necesario entrar' á apreciar' las otras que se hayanculo 1500 de allí: no tiene vida ante la ley, y es
alegado. errónea, por tanto, la teoría del Tribunal cuando
1 afirma que el artículo 1851 del C6c1igo Civil san.
Felícitas Julio demandó á Manuel María Grao ciona la existencia de contratos im perfectos de como
para que le otorgara escritura pública de venta de praventa de bienes raíces, que son, dice, los que
una casa que dice que le compró en Repel6n el no se han elevado á escritura pública.
cinco de Octubre de mil novecientos dos, por la Ha dado margen al error, según se deduce. de
cantidad de mil pesos en papel moneda, estipulada l?s propios términos de la sentencia y de la~ ale~a­
como precio del contrato, ó para que si no le otor- Clon~s del apoderado de la act?ra, la expresión per-
,e o- galla la escritura, le restituyera el precio con los feccionar .empleada en el artlcul~ que trata de la
intereses corrientes, le pagara las mejoras útiles y venta de inmuebles, Se arguye asi :
los perjuicios provenientes de la falta de cumplí- Puesto que conforme al inciso 2.0 del articulo
miento de la obligación. 1857 del Código Civil, la venta de bienes raíces
Para comprobar el contrato á que la demanda se no se reputa perfecta ante la ley mientras no se
refiere adujo declaraciones de testigos y la confe- otorgue escritura pública, tal inciso reconoce ven.
eión del demandado. tas imperfectas de ese género, porque sólo se pero
Aunque el Tribunal sentenciador admite que fecciona lo imperfecto.
según el artículo 1851 del Código Civil la venta de No hay que perder de vista que en el inciso
bienes raíces DD se reputa perfecta ante la ley mien- aludido está tomada la expresión perfecta como
tras no se haya otorgado escritura pública, sostiene equivalente á cdebrada, verificada, .tanlo porque el
por otra parte que dicho artículo sanciona la exis- contrato de compraventa de bienes raíces es solem-
tencia de ventas imperfectas de bienes raíces, que ne y requiere para formarse, para existir le~al.
son, dJce, las que carecen de aquella formalidad. mente, el elemento nece~ario ?e. la escritura públi-
El Tribunal se expresa así: ca, cuanto porque el Código CIVIl en muchos casos
"Hubo, pues, una convención entre Grao y la emplea) en igual sentido dicha expresión..
Julio, conintervención de Francisco Roa J.Aparte El inciso 1.0 del referido artículo 1857 dice:
 GACETA
La. venta S~ reputa perfecta desde que las partes Código, la confesión judicial para establecer la
11
hao convenido en la cosa y en el precio," y no' existencia del contrato de compraventa de una
podría concluirse, sin caer en el absurdo, que ese
inciso sanciona la existencia de ventas imperfectas
de. bienes muebles, que sedan aquellas en que las
partes no hubieran convenido en la cosa y en el
precio.
, El artículo 1500 del C6digo Civil expresa: '1 El
contrato es real cuando para que sea perfecto se
necesita la tradición de la cosa á que se refiere."
Es palmario que no podría sostenerse que ~a.y c~n·
trato real imperfecto cuando falta la tradición de
la cosa objeto del consentimiento.
Los artículos 2200, 2222 Y 2237, que se refieren
al comodato, al mutuo y al depósito, establecen:
Artículo 2200. El comodato 6 préstamo de uso
es un contrato en que la una de las partes entrega
\ á la otra. gratuitamente una especie mueble ó raíz
para que haga uso de ella, y con cargo de restituir
la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tra-
dici6n de la cosa.
Artículo 2222. No se perfecciona el contrato
de mutuo sino pOi' la tradición, y la tradición tras-
fiere el dominio.
Artículo 2237. El contrato se perfecciona por
la entrega que el depositante hace al depositario.
En estas disposiciones la equival~ncia de lo~ tér-
minos perfeccionar .Y celebrar no deja lugar á duda.
II
Conforme al artículo 1760 del C6digo Civil, la
falta de instrumento público no puede suplirse por
otra prueba en los actos y contratos en que la ley
requiere esa solemnidad, y se mirarán COIIIO no eje-
cutados ó celebrados, aun cuando en ellos se pro
meta reducirlos á instrumento público.
De acuerdo con esta disposición, la Corte ha
resuelto en varias circunstancias lo siguiente:
"No sirve la confesión de las partes para probar
los contratos solemnes. Así pues, autlq ue una per-
sona confiese haber vendido una finca raíz, no debe
admitirse como existente la venta si falta la respec-
tiva escritura pública registrada, pues la confesidn
no le puede dar vida á lo que no ha existido á los
ojos de la ley (Gaoeta Judieiat, año VII, página 285,
columna 2.").
" En los. contratos solemnes, como en el de como
praventa de bienes raíces, no pu~de hacerse sep~ra.
ción entre el contrato y .la escritura, porque SI no
se ha otorgado ésta conforme á la ley, aquél no ha
tenido existencia jurídica (Gaoeta Judioial, año XII,
11
página 316, columna 1. ) ,
"La prueba de confesión no es admisible respec-
to de los contratos solemnes." (Gaceta Judieial; año
1?,
XIIl j página columna 2."),.' . El primer reparo que puede ponér~ele al falJo
La sentencia acusada ha violado, pues, por erró-
nes interpretaci6n el artículo 1857 del Código
Civil y ha incidido en error de derecho al admitir,
contl:a lo dlspuesto en el artículo 1760 del mismo
JlJD][C][AJL
finca raíz y resolver, en consecuencia, sobre los
efectos civiles de dicho contrato. Está pues, justi-
ficada una de las causales de casación aducida con-
tra la sentencia, y es innecesario, como ya se dijo,
examinar las otras que se han alegado.
La acción aducida por la actora y los fundamen-
tos de ella conducen necesariamente, por rigor de
la ley, á la absolución del demandado; sin que
esto quiera decir que se sacri~que el derecho que
pueda nacer de hechos cumplidos que hayan dado
origen á ciertas prestaciones; pues que el artículo
739 del C6digo Civil protege á quien hubiere edifi-
cado, sembrado ó plantado en terreno ajeno, á
ciencia y paciencia del dueño, y el artículo 1315
de allí, permite repetir aun lo que se haya pagado
por error de derecho, cuando el pago no ten fa por
fundamento ni una obligación meramente natural,
una vez que la omisión de solemnidades necesarias,
íntimamente ligadas á la existencia de los contra-
tos, impide que surjan entre los que apalabran,
obligaciones civiles y hasta las meramente natn-
rales,
En razón de lo expuesto, la Corte Suprema,
administrando justicia en nombre de la República
y por autoridad de la ley, casa la sentencia materia
del recurso; revoca la de primera instancia proferí-
da por el Juez del Circuito' de Sabanalarga el vein-
tisiete de Febrero de mil novecientos cinco, y en
su lugar absuel ve á Manuel María Grao de los
cargos de la demanda establecida contra él por
Felicitas Julio el seis' de Julio de mil novecientos
cuatro. Sin costas.
Cópiese, notifíquese, publiquese en la Gaceta
Judicial y devuélvase el expediente al Tribunal
de sn origen.
RAFAEL NAVARRO Y EUSE-JEsUS M.'
ARTEAGA-CON8TANTINO BARCO-·ALEJANDRO GAR-
CíA-TANCREDO'NANNETfI-ALBERTO SUÁREZ Mrr-
RILLO-LUIS EDUARDO VULEGAS- Vicente Parra
R., Secretario en propiedad.
SALVAMENTO DE VOTO
DEL MAGISTRADO DOCTOR LUIS EDUARDO VILLEGAS
Salvo mi voto en la anterior sentencia, no en la
parte reso 1utiva,
. donde se la casa, 1o que me parece
rigorosamente justo, sino en la parte motiva, donde
creo que se ha deslizado la Corte á errores, snstan-
tivos y adjetivos, de mucha entidad. Dígolo con
el respeto que me inspiran ese Cuerpo y las opinio-
nes de mis honorables colegas. .
1 ,
de la Corte es que no casa la seutencia definitiva
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ba-
rranquilIa, por un motivo que se viene desde luégo
á los ojos, que se alegó oportunamente y que es ~e'
 GACETA JUDICIAL JlOJl

tánta monta, por lo menos, como la indebida inter- de la casa, pagar las mejoras é indemnizar los per
pretación de un Artículo del Código Civil. Me juicios. No se trataba, pues, de una obligación
refiero á la inconsonáncia del fallo del Tribunal alternativa por parte de Grao. Si de eso se hubiese
con las pretensiones oportunamente manifestadas tratado, se habría pedido que al demandado se le
por la demandante en la parte petitoria de su de- condenase en los términos de uno de los dos ca pío
manda. Veámoslo. tulos de la demanda, ó el segundo de ellos habría
Simplificando, Felicitas Julio solicitó que se de sido enunciado con estas ó semejantes expresiones
clarara: 1.0 Que Manuel María Grao está en el disyuntivas: "2.° O que, etc." Toda obligación
deber de otorgarle á la demandante escritura púo alternativa tiene que enunciarse con una palabra ó
blica de venta de cierto inmueble. :3.0 Que el mis- frase de disyunción; pero no puede expresarse en
mo Grao, si no otorga la escritura, está obligado á forma copulativa, como aparece en la demanda de
restituirle á la demandante el precio de la venta, la Julio. Conforme á esa demanda, si Se absolvía á
con sus intereses', á pagarle las mejoras de la finca Grao del primer cargo, no podía condenársele por
y á indemnizar los perjuicios que la actora ha pa· el segundo, que era para la demandante un efecto.
decido por el no cumplimiento de dicho contrato ó pena civil de no otorgar el reo IR escritura pú-
de venta. 6 blica de venta á que 10 declarase obligado el Poder
A eso fue condenado Grao por el señor Juez de Judicial. ,e 2.° Que Manuel María Grao está obli-
la primera instancia. gado, si no me otorga la escritura, etc," dice tal
El Tribunal de la segunda condenó al mismo solicitud. Si el Poder Judicial no hallaba que Grao
Grao, pero en términos muy distintos. Lo condenó estaba obligado á otorgar la escritura, es imposible
á restituirle á la Julio lo que ésta había cubierto creyese que el no hacer éste eso á que no estaba
como precio de la caga y á pagarle las mejoras que obligado, engendrara en él las obligaciones de res-
la misma probase había hecho en el predio, "salvo tituir el precio de la venta, pagar las. mejoras é
que dentro del plazo de treinta días otorgara él la indemnizar los perjuicios; porque es absurdo supo-
escritura pública. de venta de la casa, á favor de ner que á quien no ejecuta aquello á que no está
Felícitas Julio." I obligado, pueda penársele civilmente porque no lo
Como se ve, con el simple cotejo de la parte ejecuta,6 que lo que no es obligación pueda ser
petitoria de la demanda y de la parte resolutiva fuente de ellas.
de la sentencia de segunda instancia, la Julio pidió _ Esto de tomar los elementos de la demanda y
una cosa, y el Tribunal resolvió otra, enteramente barajarlos caprichosamente, para convertir lo que
diversa. La Julio solicitó se declarase que -Grao se se solicita como consecuencia civil de otra declara-
halla en la obligación de otorgarle escritura públi- ción, en objeto principal de la demanda, y para
ca de venta de señalado inmueble, y que si Grao trocar lo principal en. mera condición resolutoria,
no cumple esa obligación, debe restituir á la Julio es uno de los casos más patentes y gordos que pue-
el precio do venta, pagarle mejoras indemnizarle den presentarse de inconsonancia entre la deman-
é

perjuicios; y el Tribunal, saliéndose completamen- da y la sentencia definitiva, por dejar de fallarse

te de la demanda y del campo fijado al litigio por uno de los capítulos que fueron objeto de aquélla,
ésta y su contestación, no condenó á Grao á otor y nó así no más, sino el principal y subordinante;
gar tal escritura, ni lo absolvió del cargo, teniendo viola uno de los principios fundamentales en el
legal y forzosamente que hacer una de las dos arte de juzgar de todas las naciones civilizadas, Ó
cosas; convirtió en principal el cargo de restitución el de que la sentencia ha de ser congruente con la
del precio y pago de las mejoras, que sólo debían demanda; está convertido en causal de casación
ser efectos, como penas civiles, de no cumplir Grao por nuestras Leyes (ordinal 2.° del Artículo 2.° de
:' la obligación en que lo declarase el Poder Judicial, la Ley 169 de 1896); fue alegado oportunamente,
de otorgar la escritura pública, y tornó el otorga-y, según mi manera de ver las cosas, debió ser lo
miento de ésta en simple condición resolutoria que, primero que estudiase la Corte, para casar la sen-
si se cumplía, libraba al reo de la obligación de tencia de segunda instancia por tamaña irregularí-
restituir el precio y de pagar las mejoras. dad, sin ponerse á estudiar otros puntos de menos
La Julio no pidió que Grao fuese condenado monta, y dejando entender que pudo cumplirse le-
principalmente al otorgamiento de la escritura pú- galmente la profunda adulteración de la demanda,
blica, y en subsidio, á la devolución del precio, que juzgo haber acreditado.. A proceder así, se
pago de mejoras y resarcimiento de perjuicios; ni habría devuelto el expediente al Tribunal de se-
que fuese condenado á una de esas dos cosas, según gunda instancia, ó á otro, después de casar la irrita
lo que creyese jurídico el Poder Judicial; ni que sentencia de que se recurrió, para que se fallase el
fuese condenado á cumplir una de esas dos cosas, juicio, sin salirse completamente el Tribunal sen-
á elección del demandado. N ó: lo que pidió fue tenciador del r.ampo circunscrito á la controversia
que dicho Poder declarase á Grao en la obligación en la demanda y su contestación, con el visible pro-
de otorgar la escritura, y que si éste no cumplía la pósito de no tallar ese Cuerpo lo que precisamente
obligación que sobre ello se le impusiese en la debía fallar, lo que no podía.dejar de decidir expre·
sentencia, estaba en el deber de restituir el precio samente. Desde que se pidió en. la demanda se
\
 Jl02 GAOETA JlIT:D][CJIAL
declarase que Grao está en la obligación de otor-
garle escritura pública de venta de la casa á la
J ulio, el Poder J udicial se halla en el deber inelu-
dible de hacer una de dos cosas: ó condenar en
esos términos á Grao, 6 absolverlo del cargo. Lo
que no puede hacerse sin quebrantar la Ley, es ni
condenar ni a bsolver expresamente en ese capítulo;
porque entonces se atropellan los Artículos 835
y 838 del Código Judicial, y deja de decidirse sobre
uno de los puntos, el principal y subordinante, que
han sido materia del litigio. El medio á que se
apeló fue un ingenioso subterfugio, merced al cual,
reconociéndose en la parte motiva del fallo del
Tribunal que Grao no puede ser condenado al
otorgamiento de escritura pública, disimulada, con-
tradictoria y tácitamente se le. impone esa carga,
para poder librarse de las condenaciones á penas
civiles, que terminantemente sí se echaron sobre
BUS hombros,
II
El segundo reparo á la sentencia de la Corte es
que~ caso de que debiese entrarse en el fondo del
juicio, si no se casaba el fallo de segunda instancia,
por falta de congruencia de éste con la demanda,
el motivo de casación no debió haber sido el ha-
berse interpretado erróneamente el Artículo 1857
del Código Civil, como se dijo, sino el haberse apli-
-cado in.tebidamente al ca-o del pleito los Artícu-
los 1859, 1860, 1861, 963 Y 966 del Código Civil.
Se pasa á demostrado.
El Tribunal de segunda instancia estampó esto,
que es completamente claro sobre que él no pensa-
ba que 11 Manuel María Grao pudiera obligársele en
la sentencie al otorgamiento de la escritura ptibli-
ca de venta :
"No se disputa sobre la validez ó invalidez de
un contrato de venta de una finca raíz, que desde
luégo no es eficaz si no consta por escritura pública,
como lo preceptúa el segundo inciso del Artículo
185'6' del OódigoCivil, sinu sobre si habiendo Grao
dado la tenencia á la Julio de la casa ya determi-
nada Yr recibido mil pesos como precio de ella, está
obligado á perfeccionar la venta.
" Es evidente que Grao no puede Fe1' legalmente
obligado á otorgar escritura pública de venta de
la casa, pues que tiene derecho para desistir ó re-
tractarse, como todo vendedor; pero no debe ser
potestativo de él mantener indefinidamente la si-
tuación. irregular creada por su renuencia, esto es,
que de él dependa perfeccionar ó nó el contrato,
lo que envolvería una condición contra la cual
fulmina nulidad el Artículo 1535 del Código Civil,
ni el devolver los mil pesos recibidos sin frutos, ha-
biéndolos retenido con mala fe, ni el hacerse á las
mejoras que la Julio le ha hecho á la casa, habién-
dola ésta recibido como suya."
Luégo, á una solicitud del Dr. Clemente Salazar
M., para que el Tribunal decidiese sobre perjuicios
de,mandados y sobre costas, y para que aclarase
una parte de su fallo, diciendo perentoriamente si
se condenaba á Grao al otorgamiento de la escri
tura, 6 si se le absolvía de ese cargo, contestó di
cho Tribunal:
"Siendo así, el Tribunal no ha hecho sino inver-
tir los términos del fallo de primera instancia; pero
si reconoce al demandarlo derecho de retractarse,
no había podido, sino con inconsecuencia, conde-
nado perentoriamente á otorgar escritura de venta
á la Julio; pero como es potestativo de Grao otor-
garla, quedará redimido del pago de las mejoras si
perfecciona la venta."
Todo esto evidencia que el Tribunal sentencia-
dor no consideró que pudiese condenar.se á Grao al
otorgamiento de escritura pública de venta;' que
reconoció el que el Artículo 1857 del Código Ci.
vil se oponía á semejante condenación; que 1110
condenó expresamente á Grao en tal capítulo; que
tampoco lo absolvió expresamente de semejante
cargo, Y que, por lo mismo, si dicho Tribunal falló
torticeramente, no fue por indebida aplicación de
ese Artículo, al cual le dio en la parte motiva su
verdadero y obvio sentido, sin atreverse á vio-
larlo clara y perentoriamente en la parte resolutiva,
sino por indebida aplicación de otras disposiciones
legales. Esas disposiciones son los Artículos 1859,
1860, 1861, 963 Y 966 del Código Civil. Véase, si
no, el verdadero fundamento del fallo:
"Yen el supuesto inadmisible de que el caso en
cuestión cupiera fJD el molde de ninguna otra dis
posición sustantiva, habría que atenerse á lo del
Artículo 8. 0 de la misma Ley 153, según la cual
, cuando no haya Ley exactamente aplicable al caso.
controvertido, se aplicarán las leyes q ue regulen
casos ó materias semejantes, y en su defecto, la
doctrina constitucional 6 las reglas generales de
derecho'; y conforme á éstas, el precio recibido
como arras se restituye, doblado, cuando el vende-
dor se retracta, y el poseedor de buena fe hace su-
yos los frutos percibidos antes del litigio y tiene
derecho al pago de las mejoras. (Artículos 1859 á
1861, 963, 966 del C6digo Civil)." ,
y se dice que se aplicaron indebidamente tales
Artículos, por estas razones: I." Porque el Artícu-
lo 1859 trata del caso de venta con arras, y en el
con venio de la Julio con Grao no figuran para nada
tales arras. En confirmación, véanse las respues-
tas de Grao á las posiciones que la Julio le tomó,
que es donde el Tribunal de segunda instancia ha.
Ila la prueba del convenio. 2." Porque el Artícu-
lo 1860 enseña que en el caso de venta con ¡UTaS,
Ó sea el del Artículo 1859, el término para retrae-
tarse los contratantes expira cuando acaban los
dos meses subsiguientes á la convención, después
de que se otorga la escritura pública de venta y
después de que principia la entrega. Como el con-
venia de que se habla se efectuó el 5 de Octubre
de 1902, y la demanda se propuso el 6 de Julio de
1904, unos veintiún meses después, es evidente que
pasaron, con mucho, los dos meses quela Ley les
concedía á las partes para retractarse. Si el 'I'ribu-
 1 -
nal considejó que las partes podían retractarse des-
pués de esos dos meses, es innegable que aplicó el
Articulo 1860 fuéra del caso en que es aplicable.
3:' Porque el Artículo 1861 contempla el caso en
que" se dieren ARRAS como parte del precio Ó como
señal de queda» con/oenidos los contratantes," y,
por lo mismo, fue indebidamente aplicado, puesto
que, como 'se ha dicho. no hubo arras. En el con-
venio sólo se habla de precio, ó de precio como se
ñal de trato; perú no se habla para nada de arrae,
ni menos de a9'9'aS como parte delprecio, ni de arras
en señal de quedar conoenidoe los contratantes. Es
verdad que en el segundo párrafo de ese Artículo
se consagra que "no constando alguna de estas ex-
presiones por escrito, se presumirá de derecho que
los contratantes se reservan la facultad de retrae-
tars~J según Jos dos artículos precedentes "; y ya
se ha VIsto que, conforme al Artículo 1860, que es
uno de esos dos Artículos, el derecho de retractarse
se extingue completamente por el transcurso dé
los dos meses subsiguientes á la convención, sin
hacer uso de ese derecho, y que tal caso se cumplió
en el negocio de la Julio con Grao. 4. a Porque los
Artículos 963 y 966, parte del Capítulo sobre P9'es·
taoiones mutuas, en el 'I'ítulo De la reimndicacián,
no pueden aplicarse en los casos de los Artleulos
1859 1 1860 Y 1861, ya que no hay disposición al.
guna donde se preceptúe que ha lugar á prestacio-
nes mutuas cuando los contratantes usan del derecho
de retractarse que esas disposiciones les reconocen.
Se advierte; eso sí, que al casar la sentencia por
indebida aplicación de tales Artículos, no habría
podido mencionarse el 963, porque el recurrente
no lo citó como violado ó indebidamente aplicado.
III
El tercer reparo á la parte motiva de la senten-
cia de la Corte, es el de que, tratando ésta de [us-
tifícar que se interpret6 indebidamente el Artículo
185'1 del Código Civil, asienta proposiciones q ue
falsean algunas de las bases de nuestro Derecho
. Civil sustantivo, y que no pueden dejarse pasar
sin observación alguna. Las capitales de esas pro·
"'0 . posiciones son éstas: 1. Que un contrato impero
fecto, y por lo mismo nulo, es un contrato inexis-
n.
tente. Que si se conviene por dos personas en
que la una da en venta y la otra compra señalado
inmueble, por precio que se determina bien, pero
. luégo no se otorga la escritura pública del caso,
ese es un contrato inexistente. lII. Que los pasos
que en este evento se den para cumplir el conve-
nio, como el. pago del precio hecho por el compra-
dor al vendedor, y la entrega del inmueble hecha
por el vendedor al comprador, no son siquiera el
cumplimiento de obligaciones naturales. Se hará
un esfuerzo para demostrar, de la manera menos
lata posible, lo erróneo de estas tesis, en los si-
guientes ordinales: . 3.0 Según el citado Artículo 1501, lo caracterís-
1.0 Dicen los dos primeros párrafos del Artículo
1851 del Código Civil :
103
"La. venta se reputa perfecta desde que las
partes han convenido en la cosa y en el precio,
sal vo las excepciones siguientes:
" La venta de los bienes raíces y servidumbres
y la de una' sucesión hereditaria, no se reputan
perfectas ante la ley mientras no se ha otorgado
escritura pública."
No reputarse perfecta una venta de inmueble,
mientras no se otorgue la respectiva escritura públi-
ca, es :forzosamente reputarla imper:fecta; porque
entre lo perfecto y lo imperfecto no ca be medio
alguno. L» que no se reputa perfecto es porque
necesariamente se reputa imperfecto. Esos dos
párrafos declaran, por lo mismo, no que mientras
no se otorgue escritura pública no haya venta, sino
que ésta es imperfecta. Si hay venta imperfecta
es porque existe venta; porque lo inexistente, la
nada, no puede tener calidad, propiedad 6 manera
de existir alguna, .siquiera sea la de imper:fección,
La imperfección requiere un sujeto donde residir,
y lo inexistente, la nada, no es 'ni puede ser ase
sujeto. Corolario.: una venta imperfecta, y por lo
mismo nula, no es una venta inexistente.
N ótese algo más, y es que se trata en el segundo
párrafo de imperfección ante la Ley; esto es, de
imperfección relativa, y no de imperfección ante la
Moml. De modo que una venta de inmueble en
que no se otorgue escritura pública, es imperfecta
ante la Ley, y, por tanto, no produce efectos civi-
les, ni, por lo mismo, obligaciones de esta elase ;
pero no es imperfecta ante la Moral, y puede pro-
ducir efectos naturales ó morales, y, en conseouen-
cía, obligaciones naturales 6 morales, .
2.° Los Artículos 1501 y 1500 del C6digo Civil
enseñan bien 10 que es de esencia en un contrato,
y lo que es' la formalidad especial en un contrato
solemne. Son de su esencia" aquellas cosas sin 'las
cuales ó no produce efecto algunoó degenera en
otro contrato." Son formalidades especiales en los
contratos solemnes aquellas á que están sujetos,
t' de manera que sin ellas no producen ningitn
efecto civil." La primera diferencia radica en el
valor fundamental de los vocablos: en una cosa,
la esencia no puede confundirse con la forma, ni
ésta con aquélla. El hidr6geno es esencial para el
agua, porque sin hidrógeno no puede existir ese
líq uido. Mas el agna puede ser clara 6 turbia, sin
dejar de ser agua. Lo claro 6 lo turbio son, pues,
meros accidentes del agua, que no deben confun-
dirse con la esencia ó sustancia de aquélla. El Le-
gislador no ha confundido, ni deben confundirse,
por tanto, dos requisitos tan diferentes como son
las C08as de esencia en los contratos, necesarias parill
que éstos existan y produzcan obligaciones natura.
les, con las [01 malidades especiales en los contratos
solemnes, necesarias para que éstos produzcan efec-
tos civiles.
tico de un contrato á que falte una cosa esencial,
es no producir efecto alguno. Por lo mismo, no pro-
duce obligaciones civiles, ni siquiera obligaciones contrato de venta, de ese contrato inexistente, de
naturales. Y según f'1 citado Artículo 1500, lo ca- la nada, se tratase de derivar obligaciones, sean
racterístico de un contrato solemne es que, si falta éstas de la clase que fueren, Las formalidades es-
la formalidad especial á que la Ley lo sujeta, no peciales de los contratos solemnes miran tan sólo
produce ningún efecto civil. !Luego la falta de esa á los requisitos extrínsecos ó formalidades externas
formalidad especial, que impide el que el contrato de éstos, á lo que es preciso, por disposición de In
produzca efectos oioiles, no impide el que produzca Ley, para qne esos contratos no s610 existan y P"?:
efectos uaturales, y, por lo mismo, obligaciones de duzcan efectos y obligaciones naturales, sino que
esta última especie. El C6digo Civil echa en esos sean válidos ante la Ley y produzcan efectos y
Artículos los fundamentos de la división entre lo obligaciones civiles. Un contrato de venta de un
inexistente y lo nulo. Los actos y contratos inexis- terreno, existe á la luz de la leyes naturales desde
tentes son aquellos que carecen de una cosa esen- que comprador y vendedor convienen en la cosa
eial, y que, por lo mismo, no producen efecto algu- que es objeto de la venta, 6 sea el terreno con su
no, ni civil ni natural. Los actos y contratos nulos correspondiente ubicación y demarcación, y en el
son aquellos que, no careciendo de las cosas esen- precio, 6 sea la suma de dinero que por esa finca
ciales que los constituyen, carecen de algún requi- se da. Pero si no se otorga la respectiva escritura,
sito que la Ley prescribe para el valor de los mismos exigida por nuestro Derecho Civil como ritualjdad
actos y contratos, y que, en consecuencia, no pro- necesaria para que ese contrato produzca efectos
ducen ningún efecto civil, pero sí producen efectos ci viles, de él no nacerán obligaciones de esta últi-
y obligaciones naturales. La única excepción son ma clase, será inválido y podrá anularse, restitu-
los contratos simulados, que, careciendo de objeto yendo las cosas al estado que tenían antes de ha-
y de causa, porque sólo existen en la apariencia, berse celebrado ese contrato, para borrar todas las
son nulos y 1l1l0 producen ni aun obligaciones na- huellas que dejó su existencia, ó sean los efectos
turales. I producidos por las obligaciones naturales q ue se
4.° La división en civile8 y naouraie« que respec- cumplieron respecto de él.
to de la'! obligaciones consagra el Artículo 1527 del 6.° El Artículo 1740 del Código Civil dice que
Código Civil; el poderse exigir el cumplimiento 11 es nulo todo acto 6 contrato á que falta alguno
de las primeras, con la intervención del Poder Ju de los requisitos que la ley prescribe para el valor
dioial : el no poderse exigir el cumplimiento de las del mismo acto 6 contrato, según su especie y la
segundas, con intervención del mismo Poder, y la calidad ó estado de las partes." Y el Artículo 1741
circunstancia de que si se han cumplido las obliga. de la misma obra predice que 1I la nulidad produ-
cienes naturales no puede repetirse lo que Fe haya cida por la omisión de algún requisito ó formalidad
dado 6 pagado en razón de ellas (Artículo 2314 que las leyes prescriben para el valor de - ciertos
ibídem}, está enseñando que el Legislador consi. actos ó contratos, en consideración á la naturaleza
deró como de mero carácter moral las obligaciones de ellos y no á la calidad 6 estado de las personas
naturales. Estableció diferencia, pues, entre lo me- que los ejecutan 6 acuerdan, son nulidades ahsolu-
ramente moral y lo que, además de ser moral, es tas." El Artículo 1857 de la misma obra, en su pá-
civil. Porqué? A. no dudarlo, porque á los ojos de rrafosegundo, preceptúa que 61 la venta de los bie-
Ba Moral el solo hecho de un convenio entre dos nes raíces y servidumbres y la de una sucesión he-
personas, verse sobre 10 que versare, engendra las reditaria, no se reputan perfectas ante la ley mien-
obligaciones que de la índole de ese convenio se tras no se ha otorgado escritura pública."
desprendan. Y también porque en consideración Rigorosamente se deduce de esos tres Artículos
á señaladas cosas sobre que ruedan frecuentemente' que la veñta de un inmueble, si no se otorga escri-
los convenios, no juzgó que fuesen siempre bastan- tura pública, es imperfecta y nula, y que la nulidad q'

tes los simples preceptos morales, yagreg6 ciertas es absoluta.· En manera alguna podría considerarse
formalidades, para dar mayol' eficacia, publicidad y como inexistente semejante contrato. Si fuese
solidez á determinados convenios, como la de la es- inexistente, no habría producido efecto alguno, no
entura pública en los contratos sobre venta de sólo civil sino meramente natural; porque es abo
inmuebles. surdo el que lo inexistente, la nada, surta efectos
5.° Las cosas esenciales de los contratos miran á de cualquiera especie. Luego una cosa es la inexis-
las condiciones intrínsecas de éstos, á lo que. es tencia 6 la nada de un contrato, y otra muy diver
absolutamente necesario para que esos contratos sa la nulidad de un contrato existente. Se salva el
existan, según las leyes naturales. Como un con- caso de simulación, en que la existencia del contra.
trato de compraventa requiere esencialmente el to es tansolo aparente.
qoe comprador y vendedor se concierten en la cosa t: Cuando el contrato es nulo absoluta ó relati-
y en el precio, ésta'! son dos cosas esenciales de di. varnente, hay acción para pedir que esa nulidad se
cho contrato Si falta una de ellas, no hay venta, declare (Artículos 15 de la Ley 95 de 1890 y 1143
no hay efecto alguno, no nacen de allí obligado- del Código Civil). Si nulidad é.inexistencia de un
nes civiles, ni siquiera obligaciones naturales; y se contrato fuesen una misma cosa, esa acción sería
mi/aria como una iniquidad el que de esa falta de sobre absurda, inútil; porque se enderezaba contr~
 Jl.Oó

LHlI contrato inexistente, contra la nada, contra lo deba gravarla. Pero como para la inexistencia de
mismo que, por no tener existencia, no puede des- los actos ó contratos no hay acción general de in-
truirse. existencia, si los contratos nulos se consideran con
8.° Dice el Artículo 1 '146 del Código Civil: tratos inexistentes, no habrá medio de restituir las
"La nulidad pronunciada-en sentencia que tiene cosas á su primitivo estado, de deshacer los erectos
la fuerza de cosa juzgada da á las partes derecho de tales actos y contratos, ni de indemnizar equita-
para ser restituidas al mismo estado en que se ha- tivamente á las partes. Si se dijere que sí se reco-
llarían si no hubiese existido el acto ó contrato noce esa acción general de inexistencia, que se la
_ nulo; sin perjuicio de lo prevenido sobre el objeto muestre. Yo niego redondamente que la Ley la
ó causa ilícita. En las restituciones mutuas que consagre.
hayan de hacerse los contratantes en virtud de 11.° La nulidad, si es absoluta, se sanea por trein
este pronunciamiento, será cada cual responsable ta años, y si relativa, por cuatro. Desde que se sanea,
de la pérdida de las especies ó desu. deterioro, de el acto ó contrato que había sido nulo queda en
los intereses y frutos y del abono de las mejoras toda' su fuerza y vigor. Existía imperfecto y nulo,
necesarias, útiles y voluptuarias, tomándose en con- y se torna, gracias al transcurso del tiempo y á las
sideración los casos fortuitos y la posesión de bue- disposiciones de la Ley, en perfecto y válido. Si el
na Ó mala fe de las partes; todo ello según las ser nulo un acto ó contrato fuera ser inexistente,
reglas generales y sin perjuicio de lo dispuesto en sería imposible el saneamiento de los actos y cuno
el siguiente artículo." _ tratos por el rodar de los años; porque no hsbien-
De este Artículo se desprende inflexiblemente: do existido, continuarían no existiendo después de
a) Que los contratos nulos sí producen efectos. los treinta Ó de los cuatro citados.
b) Que justamente esos efectos son los que se 12.° En favor de su tesis la Corte no cita más
deshacen para restituir las cosas á su estado ano que el Articulo 1760 del Código Civil, que preco-
terior. - I niza se miren. como no ejecutados 6 celebrados los
e) Que la Ley declara aqué que 'lí existen á sus actos y contratos que, requiriendo instrumento pü-
ojos los actos y contratos nulos, y que, pOI' lo mis: blico, 011 se prueben con la exhibición de tal instru-
mo, lo nulo y Jo inexistente son dos cosas diversas, mento. A esto debe opooel'lÓie: a) Que el epígrafe
puesto que lo nulo existe, aunque de modo irnper- y la materia del Título en que ese Artículo se halla,
fecto. Esta expresión: "si no hubiese existido el es el de Prueba de las ,hligaciones. b) Que es, por
acto Ó contrato nulo," es la hipótesis de una ora- tanto, un título de Legislación civil adjetiva, aUII-
ción condicional de negación implícita, ó, mejor que se halle en el Oódigo Civil. c) Que ese Artículo
dicho, de sentido contrario, y por 10 mismo, afirma no dice que los actos y contr..tos que quieran pro-
la existencia de los contratos nulos. En tal virtud, barse, no existan, sino que "se mirarán. como no
puede sentarse que todo acto ó contrato nulo es, ejecutados ó celebrados"; expresión de que se vale
si bien UrJO acto ó contrato imperfecto, un acto ó varias veces el Legislador colom biauo para intro-
contrato existente. ducir ficciones legales.. (V éanse los Artículos 1129
9.° El mismo Artículo 1860 del C6digo Civil, ya y 1130 del Código Civil). ch) Que aun suponiendo
citado á. otro propósito, es decisivo en el particular. que no se repute eso como ficci6n, entre una dispo-
Allí se estatuye que "si los contratantes hubiesen sición general y adjetiva y otra disposición sustanti
fijado plazo dentro del cual pueden retractarse va y especial (el citado Articulo 1746 ibídem),que
perdiendo las arras, no habrá lugar á la retracta- dice que los actos y contratos nulos existen, no
ción después de los dos meses subsiguientes á la cabe vacilación: prefiere la última. d) Que contra
convención, ni después de otorgada la escritura la doctrina de dicho Articulo 1760 'estarfau todo
.1.- pública de la venta Ó de principiada la entrega." el espíritu y la letra de la Ley, en las disposiciones
Luego, hablándose de inmuebles, antes de otorgarse acotadas y en otras muchas que pudieran citarse.
esa escritura pública hay contratantes y, por 10 13. 0 Que el aserto de que lá omisión del instru-
, mismo, contrato eeietente: El suponer contratantes mento público en una venta de inmueble impide
I

donde no hay contrato, y contraio donde no hay que el convenio produzca hasta obligaciones natu-
. un conoenio e{})~"stente, es absurdo que, por ser noto- rales, pugna con la claraletra y el perspicuo espío
- do, no puede achacársele al Legislador. ritu del Artículo 1527 del C6digo Civil, en su ordi-
10.° Hay acciones generales para la anulación nal 3.° Allí se citan como obligaciones naturales
de los actos y contratos, pero no hay acciones ge- "las que proceden de actos á que faltan las solemni-
nerales sobre inexistencia de esos mismos actos ó dades que la ley exige para que produzcan efectos
contratos. Por medio de las primeras se obtiene la civiles, como la de pagar un legado impuesto por .
declaración de nulidad, gracias á la cual y por las testamento que no se ha otorgado en la forma
prestaciones mutuas, se vuelven las cosas á su pri- debida." Luego las que proceden de un contrato
mitivo estado se deshacen los efectos que hayan de venta de inmueble en - que no se ha otorgado
producido eso's actos 6 contratos nulos, y en mate- escritura pública, son. obligaciones naturales. Ni se
ria de deterioros, frutos y mejoras, cada parte toma arguya que ese ordinal habla de actos, y no de
el lote 6 carga que equitativamente le toque ó oontraios ; porque aquel vocablo se toma allí, como
 en otros lugares del Código Oivi~, en su acepci6n
genérica, que abarca tanto los actos como los con-
tratos. Véanse, si n6, los Artículos 1495 (deflni-
ción de contrato, en que se dice que éste "es un
acto "), y 1502, donde se determinan las COBas esen-
ciales en todo acto' ó declaración de voluntad, dis-
posición que abarca tanto los actos como los con-
tratos.
14,0' Con esta teoría, que debe considerarse
como genuina interpretación de los principios que
informan nuestro Código Civil, las acciones en cada
caso son claras. i Se trata de algo que se dio sin exís-
tir contrato ~ Pues se pide por el que lo dio, como
pago de lo no debido, conforme al Artículo 2~15·
del C6digo Civil. i Se trata de lo que se ha dado
en virtud de un acto ó contrato existente, pero im-
perfecto y nulo ~ Pues se pide la nulidad, y como
efecto civil de ésta vienen las prestaciones mutuas,
en virtud de las cuales el que pagó el precio de un
inmueble, tiene derecho á que se le reintegre ese
precio; y el que entregó un inmueble, derecho á
que se le restituya; y el que es responsable' de un
deterioro, paga su val0r; y el que tom6 frutos
ajenos, los pecha; y el que hizo mejoras, tiene de-
recho á que se le abone su valor, etc. i Se trata de
un convenio perfecto? Pues todos ellos traen las
acciones correspondientes para hacerlos cumplir.
Así no se da, caso que no tenga su acción bien clara,
Más, muchísimo más,' puede decirse en pro de
esta teoría y para' desvanecer todas las objeciones,
sin peso decisivo en ningún caso, que puedan opa·
nérsele. Pero como no parece justa mayor exten-
sión en un salvamento de voto, aquí paran las con-
sideracionss del presente.
Bogotá, cuatro de Octubre de mil novecientos
diez.
LUIS EDUARDO VILLEGAS
Adhiérome á este salvamento de voto, menos en
su capítulo l.-RAFAEL NAVARRO Y EUSE,
ARTEAGA -BARcO-GARcíA--NANNETfI-SUÁREZ
MURILLo-Parm R. Secretario en propiedad,
Corte Suprema de Justioia-s-Boqotá, cinco de Qc-
tubre de mil.novecientos diez.
(Magistrado ponente, doctor Navarro y EUBe),
Vistos: Resulta de autos:
1.0 Que Ernestina Galvis de Díaz y Francisco
Díaz D., marido y mujer, demandaron á José María
Montaña y Diego Camargo, ante el Juez 6,0 del
- Circuito de Bogotá, el diez y nueve de Septiembre
de mil novecientos seis, para que con su citaci6n y
audiencia, en juicio ordinario, se declare (folio 11,
cuaderno 1.0) :
"a) Que pertenecen á la primera-Ernestina-
los derechos que el señor Tiberio Miel' tenía, á
título de edificador 6 constructor, en la casa situa-
da en el barrio de Las Nieves de esta ciudad, en
la cuadra octava de la calle veintidós, señalada
con el número 194-antes 136-y alinderada así :'
por el Oriente, con el lote número doce, de propie-
dad de Antonio Pardo; por el Norte, con el lote
número ocho, de propiedad de Panlino Rosas, hoy
de propidad de la demandante; por el Occidente,
con el lote número once, de propiedad de Aparicio
Ospina, y por el Sur, calle. de por medio, con
parte del solar de Mateo Morales;
"b) Que elsegundo-Francisco-hizo á su costa
6 expensas, con conocimiento del dueño ó dueños
del suelo, las siguientes mejoras que completaron
la obra de la casa, tÍ saber: el embaldosado del
andén del frente de dicha casa; el arreglo y enlo- ,
sado del zaguán del portón; puso vidrios tÍ las
puertas de los balcones; empapeló, Y9 por último,
reparó la 'casa en sus techos, paredes, tejados,
portón, etc. ;
6' c) Que los demandados deben pagarnos (ha,
blan los demandantes), en la proporci6n correspon-
diente á nuestros derechos, la cantidad de UD mil
pesos ($ 1,000) en oro, Ó 10 equivalente en papel
moneda, por el valor total de las edificaciones,
reconstrucciones y mejoras especificadas en los
párrafos precedentes a) y b), las cuales accedieron
por ministerio de la ~ey al suelo en que fueron he-
chas ; Ó, en subsidio, la cantidad de pesos que se
estime que valen por peritos y por lo que resujte
de las demás pruebas que se aduzcan, aquellas edí-
ficaoiones, reconstrucciones y mejoras;
,. d) Que mientras el pago no se verifique, goza-
mas del derecho de retener la mencionada casa y
el lote en que fue levantada, conforme con lo dis-
puesto en el artículo 739, inciso 2.°, del Código
Civil; y
"e) Que en cuanto los demandados se opongan
á esta justa demanda, deben pagarnos también los
costos y costas á que su contradicción diere lugar."
2,0 Que los hechos en que tal demanda, se funda
son, en sustancia, los mismos que se expresan en
los párrafos a) y b) de la parte petitoria, con más
el de ser los demandantes legítimamente casados
entre sí, y haber heredado Ernestina Galvis de
Díaz los derechos que correspondían al finado Ti.
berio Mier, como edificador éste en el suelo ajeno
de que se trata;
3.o Que la razón, causa ó derecho de la demanda
es lo que dispone el artículo 739 del Código Civil,
que á la letra dice:
" El dueño del terreno en que otra persona, sin
su consentimiento, hubiere edificado, plantado ó
sembrado, tendrá derecho de hacer suyo el edificio,
plantación 6 sementera, mediante las indemniza-
ciones prescritas á favor de los poseedores de buena
6 mala fe en el título De la reivindioaoión, ó de
obligar al que edificó 6 plantó tÍ pagarle el justo
precio del terreno con los intereses legales por todo
el tiempo que lo haya tenido en su poder, y al que
sembré á pagarle la renta y á indemnizarle los
perjuicios,
IC Si se ha edificado, plantado .6 sembrado á cien-