Está en la página 1de 19

PROTOCOLOS

DE INTERVENCIÓN

PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


PATOLOGÍA
DUAL
Directores
Nestor Szerman
Carlos Roncero
Miguel Casas

Autores
Pilar Alejandra Sáiz Martínez,
Luis Jiménez-Treviño
Isabel Menéndez Miranda
Mª Paz García-Portilla González,
Julio Bobes García
Area de Psiquiatría. Universidad de Oviedo.
Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental,
CIBERSAM.
Gerardo Flórez Menéndez
Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental,
CIBERSAM.
Unidad de Conductas Adictivas, Ourense.
Jesús Gómez-Trigo Baldominos
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela,
A Coruña.
© 2016 EdikaMed, S.L.

Josep Tarradellas, 52 - 08029 Barcelona

www.edikamed.com

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, la reproducción parcial o total de esta obra.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación sólo puede ser realizada con la autorización
de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a EdikaMed S.L., o a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,
www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
ÍNDICE

1. Epidemiología 5
2. Hipótesis explicativas de la relación entre TUS y TA,
y etiopatogenia común 6
3. Abordaje terapéutico 8
4. Protocolo de intervención 11
5. Tratamiento psicológico de la ansiedad dual 13
6. Intervención terapéutica 13
7. Bibliografía 14
8. Caso clínico 17
9. Test de evaluación 19
1. Epidemiología

Los pacientes con trastornos de ansiedad (TA) son comórbido, y la prevalencia-vida de comorbilidad
muy vulnerables a desarrollar otras patologías co- asciende al 28,3% en el caso de diagnóstico de abu-
mórbidas. Concretamente, los grandes estudios so o dependencia de otras drogas (27,5% para el
epidemiológicos muestran una elevada asociación cannabis, 33,3% para la cocaína, 31,6% para los opiá-
entre los distintos TA y los trastornos por uso de ceos, 42,9% para los barbitúricos, 32,7% para las an-
sustancias (TUS) (Merikangas et al., 1996). Así, por fetaminas y 46,0% para los alucinógenos) (Regier
ejemplo, el Epidemiological Catchment Area (ECA) et al., 1990). Datos más recientes provenientes del
pone de manifiesto que casi el 24% de pacientes con National Comorbidity Survey Replication (NCSR)
TA padecen un TUS comórbido a lo largo de su vida señalan, por ejemplo, que el 27% de pacientes con
(17,9% con diagnóstico de abuso o dependencia de trastorno de pánico (TP) sin agorafobia sufren un
alcohol y 11,9% con diagnóstico de abuso o depen- TUS comórbido, y esa comorbilidad asciende al
dencia de otras drogas). Por otra parte, el 19,4% de 37,3% en el caso del TP con agorafobia (Kessler et
pacientes con diagnóstico de abuso o dependencia al., 2006). De igual modo, el National Epidemiolo-
de alcohol desarrollan a lo largo de su vida un TA gic Survey on Alcohol and Related Conditions (NE-

Tabla 1. Riesgo de patología dual (trastorno por uso de sustancias y trastorno de ansiedad) en población
general

NESARC (Conway et al.,


ECA (Regier et al., 1990) ESEMeD (Alonso et al., 2004)
2006; Hasin et al., 2007)
Asociación (últimos 12 meses)
Trastorno primario
Prevalencia Prevalencia OR (95% IC)
OR* OR*
-vida -vida Abuso Dependencia
del alcohol del alcohol
TA y desarrollo de algún TUS 23,7% 1,7
- Fobias 22,9% 1,6
- TP 35,8% 2,9
- TOC 32,8% 2,5
TUS (alcohol) y desarrollo 1,5
de TA 2,7 (0,6-12,3)
1,4 2,3 2,7 (1,5-4,7)
- Fobia 3,3 (1,3-8,4)
2,0 (1,3-3,2)
- Fobia social 6,8 (2,2-21,1)
2,3 3,3 (1,8-5,8)
- Fobia específica 2,2
- TP 2,6 2,4
19,4% 10,7 (3,0-
• Con agorafobia 2,5 2,9 (1,2-6,6)
38,5)
• Sin agorafobia 2,3 2,5 (1,3-5,1)
11,2 (3,8-32,9)
- Agorafobia
- TAG 2,2 1,9 (1,0-3,6)
3,1 (1,0-9,5)
- TOC
- TEPT 2,1
TUS (otras drogas) y desa-
2,5 29,9% 2,5
rrollo de TA
2,2
-Fobia
10,7% 2,7
• Fobia social
17,1% 2,2
• Fobia específica
28,3% 3,2
- TP
3,6% 4,6
• Con agorafobia
9,0% 2,8
• Sin agorafobia
9,2% 3,3
- TAG
3,7
- TOC

*Riesgo de padecer trastorno comórbido del grupo expuesto frente al no expuesto.


IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio; TA: trastorno de ansiedad; TAG: trastorno de ansiedad generalizada; TEPT: trastorno por
estrés postraumático; TOC: trastorno obsesivo-compulsivo; TP: trastorno de pánico; TUS: trastorno por uso de sustancias.

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 5


SARC) encuentra prevalencias-último año de co- En la Tabla 1 se describen las odds ratio (razón de
morbilidad entre TUS y TA en torno al 18%, siendo probabilidad de padecer el trastorno comórbido en
la comorbilidad más frecuente la fobia específica la población expuesta frente a la no expuesta) de la
(10,5%). No obstante, los trastornos que presentan asociación entre TA y TUS en diversos estudios epi-
mayor riesgo relativo de aparecer comórbidamente demiológicos realizados en población general.
en población con consumo de sustancias respecto
a la población no expuesta a consumo de drogas Cabe reseñar que las prevalencias de TA asociado
son: el TP con agorafobia (OR = 3,1), el trastorno de a TUS varían en función del ámbito de realización
ansiedad generalizada (TAG) (OR = 2,3) y el TP sin del estudio y de las drogas incluidas en el mismo.
agorafobia (OR = 2,1) (Grant et al., 2004). En general, la asociación es menor en población
general que en población clínica, ya que la presen-
Hay que señalar, por último, que el European Study cia de un trastorno mental facilita en principio una
of the Epidemiology of Mental Disorders (ESEMeD) mayor oportunidad de diagnóstico y tratamiento
encuentra asociación estadísticamente significativa de la patología dual, si bien existen estudios que
entre abuso o dependencia de alcohol y los diferen- ponen de manifiesto que en muchas ocasiones
tes TA, siendo los riesgos relativos más elevados los existe infratratamiento de la patología comórbida
encontrados en la asociación entre dependencia de (Terra et al., 2006).
alcohol y TAG (OR = 11,2) y agorafobia (OR = 10,7)
(Alonso et al., 2004).

2. Hipótesis explicativas de la relación entre TUS y TA,


y etiopatogenia común

De forma general, se consideran cuatro modos de datos recientes que ponen de manifiesto
asociación entre TUS y TA (Pasche, 2012): que la dependencia de cannabis (Zvolens-
ky et al., 2006), el consumo de más de un
1. El TA es primario y las sustancias se uti- paquete diario de tabaco (Johnson et al.,
lizan a modo de “automedicación” para 2000) o el uso de alucinógenos (Bonn-Mi-
paliar los síntomas de ansiedad. Para po- llern et al., 2007) se asocian con un riesgo
der confirmar la hipótesis de la automedi- incrementado de padecer posteriormente
cación, en primer lugar hay que establecer ataques de pánico.
la secuencia temporal de la comorbilidad,
de manera que el TUS debería ser poste- 3. El TA y el TUS no están relacionados pero
rior al TA. Existen estudios a gran escala interfieren entre sí, alterando mutuamente
que han tratado de dilucidar la naturaleza la presentación y el pronóstico: en líneas
de los patrones de comorbilidad entre los generales, suele aceptarse que los tras-
TA y los TUS. En concreto, el International tornos fóbicos (sobre todo la fobia social)
Consortium in Psychiatric Epidemiology preceden al uso patológico de alcohol u
ha presentado datos en los que el inicio del otras sustancias (Marmorstein, 2012) que
TA suele preceder al TUS (Marquenie et al., son consumidas por sus posibles efec-
2007; Merikangas et al., 1998). tos ansiolíticos, estando dicha comorbi-
lidad asociada con una mayor gravedad
2. El TUS es primario y los síntomas de an- del abuso o dependencia de la sustancia
siedad son consecuencia del uso o de la y con una menor tasa de búsqueda activa
abstinencia de la sustancia: TA como el de tratamiento, más fracasos terapéuticos
trastorno de ansiedad generalizada o el y mayores costes sanitarios por ingresos,
trastorno por estrés postraumático (TEPT) consultas y tiempo de tratamiento (Mar-
a menudo son secundarios al consumo de morstein, 2012).
alcohol u otras sustancias. En estos casos,
la pérdida de control sobre los consumos 4. El TA y el TUS son consecuencia de una
y/o la alteración de determinados sistemas base biológica o psicosocial común: los
de neurotransmisión facilitarían la apari- hallazgos actuales, en ocasiones contra-
ción de determinados TA. En cambio, la dictorios (Van Laar et al., 2007), sugieren
agorafobia o el TP pueden aparecer de que tanto el TUS como el TA pueden in-
forma primaria o secundaria al TUS (Mar- ducir el otro trastorno (Cosci et al., 2007).
morstein, 2012). En este sentido, existen Así por ejemplo, en el caso del alcohol se

6 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


ha propuesto la existencia de un círculo vi- una mayor vulnerabilidad de la persona a
cioso en el que, a corto plazo, existe una desarrollar una dependencia a través de
disminución de la ansiedad inducida por el una potenciación de la actividad del siste-
alcohol que favorece su consumo, mientras ma dopaminérgico mesolímbico (Koob y
que el consumo crónico y la abstinencia Volkow, 2010) en los estadios tempranos
del mismo inducen síntomas de ansiedad, del consumo, mientras que el estrés cró-
lo cual también refuerza los consumos, po- nico (que se acompaña de una situación
siblemente en relación con mecanismos de hipercortisolismo) se asocia a una dis-
de hipersensibilidad al CO2 (Cosci et al., minución de la respuesta dopaminérgica
2007). De igual modo, para complicar más mesolímbica, y crearía un estado de afecto
aún el tema, hay que señalar la existen- negativo que facilitaría la continuidad de
cia de estudios que ponen de manifiesto los consumos (Koob y Volkow, 2010). Esto
la existencia de una agregación y trans- daría una hipótesis de cómo llegar al TUS
misión familiar entre el trastorno por uso desde el TA. Hay que recordar que el TUS
de alcohol y el TP (Cosci et al., 2007), lo alteraría la respuesta al estrés facilitando
cual indicaría que ambos trastornos com- la aparición del TA de forma directa, por
parten una causa común. Las alteraciones efecto del consumo crónico de la sustan-
que tanto los TA como los TUS producen cia, o indirecta, a través de las consecuen-
sobre los mecanismos de respuesta al es- cias negativas sociales, familiares y labo-
trés del sistema nervioso central, es decir, rales del consumo. Obviamente, en esta
el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal que re- comorbilidad también están implicados
gula la producción del cortisol, y el sistema otros sistemas de neutransmisión .
nervioso vegetativo podrían ser la base de
una etiopatogenia común (Koob y Volkow, Para facilitar la diferenciación entre trastorno pri-
2010). En resumen, un aumento de secre- mario/independiente o secundario/inducido se
ción de glucocorticoides o una mayor sen- pueden aplicar las pautas generales recomendadas
sibilidad a los mismos, como sucedería en en la Tabla 2.
los pacientes con ansiedad, determinaría

Tabla 2. Pautas de ayuda para el diagnóstico diferencial entre trastorno primario (independiente) y se-
cundario (inducido)

Trastorno primario/independiente Trastorno secundario/inducido

Edad de inicio de adicción posterior Edad de inicio de adicción previa

Antecedentes personales psiquiátricos Sin antecedentes personales de otros trastornos mentales

Antecedentes familiares psiquiátricos Antecedentes familiares de adicciones

Persiste tras la abstinencia de drogas Remite con la abstinencia

Curso más recurrente Curso menos recurrente (si no hay consumo)

Síntomas característicos del trastorno Clínica atípica (cuadros mixtos, síntomas confusionales, sínto-
mas inhabituales)

Síntomas que no se corresponden con Síntomas que se corresponden con el perfil de la droga con-
el perfil farmacológico de la droga sumida
consumida (más sintomatología de la
esperada según tipo/cantidad de dro-
ga consumida)

Mejor estructura familiar Mayor desestructuración familiar en relación con la adicción

Modificado de (Arias Horcajada, 2009).

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 7


3. Abordaje terapéutico

El abordaje terapéutico de la ansiedad dual presen- • Se recomiendan apoyo psicosocial y entre-


ta las dificultades propias de toda patología dual. namiento en estrategias de afrontamiento
para los trastornos de ansiedad inducidos,
mientras que el uso de medicación debe
reservarse para la ansiedad persistente y
Recomendaciones terapéuticas los TA primarios.
generales para el manejo • Los inhibidores selectivos de la recapta-
de la ansiedad dual ción de serotonina (ISRS) son los fármacos
de elección en el tratamiento de la ansie-
dad comórbida con el TUS, por el bajo po-
tencial de abuso, escasas interacciones y
A continuación se muestran una serie de recomen- relativa seguridad en caso de sobredosis.
daciones terapéuticas generales para el manejo de Las dosis son las mismas que la que se em-
la ansiedad dual (Saiz et al., 2014). plea en población sin TUS, cuidando las in-
teracciones con otros fármacos habituales
• El tratamiento ha de ser individualizado,
en pacientes abusadores de drogas (me-
teniendo presentes los recursos asistencia-
tadona, antirretrovirales, interdictores del
les disponibles en el entorno y las expecta-
alcohol, etc.).
tivas del paciente.

• El tratamiento de ambos trastornos de- • Los antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos


(ATC) deben utilizarse con precaución, da-
bería realizarse de modo simultáneo. No
dos los efectos secundarios y las interac-
obstante, es importante establecer una
ciones. Además, disminuyen el umbral con-
adecuada secuenciación de los tratamien-
tos debido a la frecuencia con la que la vulsivo, circunstancia a tener en cuenta en
abstinencia se acompaña de síntomas de pacientes alcohólicos o con antecedentes
ansiedad que posteriormente desaparecen de convulsiones o lesión cerebral. Debido a
y para evitar interacciones peligrosas con las interacciones con fármacos y alimentos,
los fármacos para el tratamiento de la an- se desaconseja el empleo de los inhibido-
siedad en pacientes que mantienen el uso res de la monoaminooxidasa (IMAO). Para
de sustancias. una detallada revisión de las principales in-
teracciones de las sustancias de abuso con
• Se ha comprobado que los pacientes con antidepresivos, se remite al lector al Proto-
patología dual a menudo llevan a cabo una colo de Intervención en Depresión (Torrens
mala adherencia terapéutica. En ocasiones Mèlich y Martínez-Santivens, 2009).
rechazan la toma de psicofármacos por
considerarlo indicativo de fracaso de los • Las benzodiacepinas (BZD) deben utilizar-
esfuerzos de cambio y otras veces hacen se con precaución por el potencial de abuso
un uso excesivo e inadecuado de los mis- y las peligrosas interacciones con alcohol,
mos para manejar situaciones de estrés. opiáceos y otros depresores del sistema
nervioso central. Están indicadas para el
• En general, el tratamiento de la ansiedad tratamiento de los cuadros de abstinencia
dual es semejante al de los TA no comórbi- y en las desintoxicaciones de alcohólicos
dos, no estando en principio contraindicado o con dependencia de hipnosedantes. La
ningún psicofármaco. No obstante, al elegir experiencia de uso de alprazolam en nues-
la medicación se deben tener en cuenta las tro medio indica que tiene un elevado po-
interacciones de los psicofármacos con el tencial adictivo en pacientes con patología
alcohol o las drogas en caso de recaída, he- dual. Por otra parte, hay que recordar que la
cho que nunca se puede descartar. Además, Agencia Española del Medicamento (circu-
conviene usar fármacos con el menor po- lar 3/2000) indica que la duración del tra-
tencial de abuso y con el mayor margen de tamiento con estos fármacos no debe supe-
seguridad por la frecuencia con que estos rar, en el caso de los trastornos de ansiedad,
pacientes presentan otros problemas médi- las 8-12 semanas, incluyendo el tiempo de
cos y un elevado riesgo de suicidio. retirada progresiva de las mismas.

8 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


• Los nuevos antiepilépticos podrían consti- cia de estos tratamientos cuando el TP va asociado
tuir un buen tratamiento alternativo al uso al abuso de sustancias.
de BZD en el tratamiento de esta patología
Ahora bien, cuando se utilizan en este tipo de pa-
dual. El TA en el que se dispone de mejor
cientes conviene acentuar las precauciones que se
nivel de evidencia científica de eficacia
toman al principio del tratamiento para evitar el
para los antiepilépticos es el TAG, siendo
agravamiento de los síntomas de pánico debido al
pregabalina el fármaco con más aval cien-
efecto activador de los ISRS, ya que en pacientes
tífico, mientras que en el caso del TUS las
duales un empeoramiento de los síntomas de ansie-
evidencias más notables se obtendrían, en
dad podría incrementar el riesgo de recaídas en el
el caso de la dependencia de alcohol, con
consumo. La regla general de proceder a instaurar
gabapentina, pregabalina y topiramato, y,
el tratamiento de modo progresivo, con un incre-
en el caso de la dependencia de cocaína,
mento paulatino desde dosis bajas, está especial-
con topiramato. De igual modo, aunque
mente indicado en estos pacientes, ya que parecen
con evidencias más limitadas, los antipsi-
presentar una sensibilidad mayor a este efecto y
cóticos con perfil sedativo a dosis bajas
con ello, un mayor riesgo de recaída.
podrían constituir otra posible alternativa
para el tratamiento sintomático. Cuando se utilizan ISRS para tratar el TP en pacien-
tes con uso de alcohol o sustancias en fase abstinen-
cia, se debe prestar atención al periodo de latencia
de inicio del efecto terapéutico (2 a 6 semanas has-
Tratamiento farmacológico ta alcanzar el efecto máximo) por el riesgo de recaí-
de la ansiedad dual das en esta etapa (Brady y Verduin, 2005). En este
tiempo se podría asociar una BZD, preferentemente
de semivida larga (Saiz et al., 2014). Por ejemplo,
En la actualidad no hay muchas evidencias científi- clonazepam ha sido utilizado con éxito en el trata-
cas de alta calidad sobre el tratamiento de la ansie- miento de crisis de angustia en pacientes consumi-
dad en pacientes duales. Ante la escasez de traba- dores de cocaína.
jos, los autores de un metaanálisis publicado en 2011
(Hobbs et al., 2011) tuvieron que realizar el análisis Existe cierta experiencia acerca de la eficacia de los
estadístico juntando ensayos clínicos realizados en ATC para el tratamiento del TP en pacientes bebe-
ansiedad y depresión dual, denominándolos en su dores de alcohol (Nunes et al., 1995; Kranzler, 1996),
conjunto trastornos de internalización. Los autores pero han sido desplazados por los ISRS por la menor
sugieren que el análisis de sus datos indicaría una frecuencia y gravedad de los efectos secundarios.
eficacia moderada en el tratamiento de la “inter-
De los inhibidores de recaptación de serotonina
nalización” dual, siendo los resultados peores que
y noradrenalina (IRSN), la venlafaxina de libera-
en el tratamiento de la ansiedad y de la depresión
ción prolongada ha demostrado su eficacia en el
no dual (Hobbs et al., 2011). En un estudio realizado
tratamiento del TP con dosis entre 75 y 225 mg/
con venlafaxina junto a intervenciones psicotera-
día (Bradwejn et al., 2005). Además, hay experien-
péuticas, ésta no fue superior a placebo a la hora de
cia de su utilización en abusadores de alcohol con
reducir la sintomatología ansiosa en pacientes con
síntomas depresivos, observándose que es un fár-
trastornos de ansiedad y abuso de alcohol (Ciraulo
maco bien tolerado, seguro, con escaso potencial
et al., 2013).
de abuso e incluso con capacidad para mejorar los
problemas relacionados con la dependencia de al-
Trastorno de pánico (TP) cohol (García-Portilla et al., 2005). En relación con
duloxetina, datos procedentes de un estudio abierto
Existe cierta controversia acerca de si es necesa-
muestran evidencias positivas de su utilidad en el
rio un tratamiento ansiolítico específico para los
TP (dosis de 60-120 mg/día) (Simon et al., 2009), si
pacientes con abuso de sustancias primario. Se re-
bien no existen datos de su posible utilidad en TUS.
comienda no aplicar ningún tratamiento, aparte de
apoyar y tranquilizar al paciente, si se presentan A pesar de que las BZD han demostrado eficacia
crisis de angustia durante las primeras semanas de en el tratamiento del trastorno de pánico con o sin
abstinencia que van disminuyendo en frecuencia. agorafobia, hay una tendencia a evitar su uso en pa-
Sin embargo, si las crisis de angustia continúan en cientes con TUS y a usarlas con cautela en aquellos
intensidad y frecuencia, estaría justificado un diag- con antecedentes de este tipo de trastornos. No
nóstico de TP (Gorman et al., 2006). obstante, Posternak y Mueller, en su revisión biblio-
Muchos tipos de medicamentos han demostrado gráfica sobre este tema, concluyen que no existen
eficacia para el tratamiento del TP, como los ISRS, datos que avalen dicha práctica y recomiendan que
los ATC, los IMAO y las BZD. Sin embargo, no se dis- la decisión de prescribir BZD en estos pacientes
pone de estudios sistemáticos que evalúen la efica- se tome en base a una valoración cuidadosa de las

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 9


ventajas e inconvenientes de cada caso particular tienen un riesgo más elevado de TEPT (Jacobsen
(Posternak y Mueller, 2001). et al., 2001).

Aunque se ha sugerido la utilidad potencial de di- Además, la coexistencia de ambos trastornos di-
versos fármacos antiepilépticos (carbamacepina, ficulta notablemente el diagnóstico. Las manifes-
valproato, lamotrigina, gabapentina, pregabalina, taciones clínicas del TEPT se pueden modificar
tiagabina, topiramato) en el tratamiento del trastor- por la intoxicación o la abstinencia de las distintas
no de pánico, sólo existen evidencias de nivel I en el sustancias. Los pensamientos intrusivos pueden
caso de la gabapentina (Saiz et al., 2014). aumentar por la acción de drogas estimulantes, al-
cohol o cannabis, o con la abstinencia de sedantes
o estimulantes. El estado de alerta y activación se
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
puede reforzar con estimulantes o cannabis o en
Los síntomas característicos del TAG están pre- los estados de abstinencia de estos y también de
sentes en la intoxicación con estimulantes o en el alcohol, opiáceos o BZD. En general, la acción de
síndrome de abstinencia al alcohol, a los sedantes drogas estimulantes agravan los síntomas, mien-
y a los opiáceos. Algunos autores han demostrado tras que las de acción depresora los alivian (Brady
que los síntomas de TAG son indistinguibles de los et al., 2005; Schäfer y Najavits, 2007).
del síndrome de abstinencia en pacientes alcohó-
Por su eficacia, seguridad y tolerabilidad, los fár-
licos (Chambless et al., 1987), y otro tanto pasa
macos más utilizados en el tratamiento del TEPT
en la abstinencia de BZD y opiáceos. Así pues, el
son los ISRS. Los ATC y los IMAO también han de-
diagnóstico y tratamiento del TAG en usuarios de
mostrado eficacia pero son más difíciles de usar.
drogas es un verdadero desafío (Brady y Verduin,
Asimismo se han obtenido buenos resultados con
2005).
mirtazapina, trazodona, venlafaxina y bupropion,
En cuanto al tratamiento, numerosos fármacos han pero sin pruebas concluyentes de eficacia. Las
demostrado eficacia en el tratamiento del TAG, BZD deben usarse con precaución por el potencial
como los ISRS, los IRSN, los ATC, las BZD o los de abuso. También se ha observado cierta mejo-
antiepilépticos. Sin embargo, se recomienda evi- ría en los síntomas del TEPT con diversos antiepi-
tar las BZD en el TAG que aparece en pacientes lépticos. Antipsicóticos atípicos como olanzapina,
duales, y si se utilizan, debería hacerse con mucha quetiapina y risperidona han sido útiles en casos
cautela respetando las indicaciones de la circular graves para el manejo de complicaciones psicóti-
del año 2000 de la Agencia Española del Medica- cas (Saiz et al., 2014).
mento, evitando superar las 8-12 semanas de trata-
Sin embargo, son muy pocos los estudios realiza-
miento (Saiz et al., 2014).
dos para determinar los tratamientos más eficaces
Los ISRS y los IRSN son los fármacos más utiliza- en pacientes con TEPT y TUS. En estos casos los
dos por la eficacia y seguridad en el TAG comór- ISRS vuelven a ser los fármacos de elección por
bido con TUS. Trazodona también se ha utilizado eficacia y escaso potencial de abuso (San Molina
con buenos resultados. De los nuevos antiepilép- et al., 2005).
ticos, pregabalina (300-600 mg/día) es el único
fármaco que acumula evidencias científicas de ni- Revisiones publicadas en 2014 (Sofuoglu et al.,
vel I (Saiz et al., 2014). Su seguridad, tolerabilidad, 2014; Ralevsky et al., 2014) indican la escasez de
escasas interacciones y bajo potencial de abuso ensayos clínicos realizados en TEPT dual. En 2005
contribuyen a que este fármaco esté dotado de se publicó un estudio realizado con sertralina a
muy buenas perspectivas para el tratamiento del 150 mg por día en pacientes duales alcohólicos; en
TAG en usuarios de drogas. este estudio sertralina no era superior a placebo
en la reducción de la sintomatología del TEPT (Br-
De igual modo, aunque con un nivel de evidencia ady et al., 2005). En 2012 se publicó otro traba-
más limitado, los antipsicóticos de segunda gene- jo que comparaba paroxetina + naltrexona frente
ración con perfil sedativo (quetiapina, olanzapina a desipramina + naltrexona. Ambos tratamientos
y risperidona) a dosis bajas podrían constituir otra obtuvieron resultados similares en la reducción de
posible alternativa para el tratamiento sintomático sintomatología del TEPT (Petrakis et al., 2012).
de la ansiedad (Gao et al., 2009).
Venlafaxina podría utilizarse cuando predominan
síntomas de ansiedad, y mirtazapina o trazodona,
Trastorno por estrés postraumático (TEPT)
dotadas de un buen perfil sedativo, para el manejo
El TEPT es uno de los trastornos de ansiedad más del insomnio. En casos resistentes se han utiliza-
frecuentes en sujetos con un trastorno por uso do eutimizantes como valproato, así como antipsi-
de sustancias (Donovan et al., 2001). La presen- cóticos atípicos con perfil ansiolítico. No se reco-
cia de TEPT incrementa la posibilidad de abusar miendan las BZD en pacientes con este trastorno
de sustancias y los consumidores de sustancias dual (San Molina, 2005).

10 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


Fobia social (trastorno de ansiedad social, TAS) Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Las personas con TAS tienen unas altas tasas de Existen cuantiosos datos acerca de la frecuente
comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, en comorbilidad del TOC con otros trastornos menta-
especial con TUS (Brady et al., 2005). La elevada les; sin embargo, los datos de prevalencia de TOC
asociación entre TAS y consumo de alcohol puede y TUS, en población general, son más limitados
explicarse con la hipótesis de la automedicación. que en otras patologías duales (Brady y Verduin,
Según esta hipótesis, el alcohol se utilizaría para 2005). No obstante, cuando se presenta no suele
disminuir la ansiedad en las interacciones sociales. plantear problemas diagnósticos porque los sínto-
En la mayoría de casos el TUS es previo a los proble- mas de TOC no se solapan con los de intoxicación
mas por el uso de alcohol (Terra et al., 2006). o abstinencia de sustancias. Por ello, no suele ser
necesario un periodo de observación prolongado
El diagnóstico precoz del TAS en usuarios de sus- en ausencia de consumo de drogas para estable-
tancias es de gran importancia porque el trastorno cer el diagnóstico.
puede impedir una adecuada adherencia al trata-
miento, especialmente a las actividades psicotera- En cuanto al tratamiento farmacológico, no hay
péuticas. En estos casos no es necesario un largo ensayos clínicos sobre el uso de psicofármacos en
periodo de observación en abstinencia, pues el esta patología dual. Como en todos los casos de
miedo a las interacciones sociales no es una ca- comorbilidad con uso de sustancias, se recomien-
racterística específica de la intoxicación o del sín- da usar fármacos con escaso potencial de abuso,
drome de abstinencia de sustancias, e incluso en evitando, si es posible, el empleo de BZD. Los ISRS
los casos en los que aparece, como puede ocurrir son los fármacos de primera elección a las dosis re-
en el contexto de consumo de cannabis o estimu- comendadas para el TOC (Tiet y Mausbach, 2007),
lantes, no cumple criterios de fobia social (Brady recordando que la acción terapéutica suele iniciar-
et al., 2005).
se entre las semanas 6 y 8, y la eficacia máxima no
Aunque hay numerosos estudios acerca de los se alcanza hasta la semana 12. Si no hay respuesta,
medicamentos más adecuados y eficaces para el se recomienda cambiar a otro ISRS, y en caso de
tratamiento del TAS, su farmacoterapia cuando se que el cambio tampoco resulte efectivo, asociar
asocia a uso de sustancias es escasa. No obstante, o cambiar a clomipramina. En caso de asociar, las
paroxetina podría ser de utilidad en base a los re- dosis deben ser inferiores a las usadas en monote-
sultados obtenidos en tres estudios de pacientes rapia. Clomipramina presenta mayor capacidad de
con TAS y uso de alcohol que pusieron de mani- disminuir el umbral convulsivo, así como de pre-
fiesto una capacidad mayor que placebo para me- sentar interacciones con alcohol, estimulantes y
jorar la fobia (Randall et al., 2001; Book et al., 2008 depresores del sistema nervioso central (Brady y
y 2013). Otras opciones terapéuticas serían el res- Verduin, 2005).
to de ISRS o venlafaxina. Las BZD deben usarse
con cautela, si bien pueden asociarse a los ISRS En casos resistentes, podría ser de utilidad el trata-
durante el periodo de latencia de inicio del efecto miento coadyuvante con fármacos antiepilépticos
terapéutico (Brady et al., 2005). Los nuevos an- o con antipsicóticos atípicos de perfil más sedati-
tiepilépticos, especialmente gabapentina y prega- vo a dosis bajas. Estos fármacos podrían usarse en
balina, podrían ser una excelente alternativa al uso combinación con antidepresivos serotoninérgicos
de BZD, sobre todo en el caso del TAS asociado en pacientes en los que hayan fracasado otros tra-
con trastorno por uso de alcohol (Saiz et al., 2014). tamientos.

4. Protocolo de intervención

Evaluación diagnóstica Una vez establecido el diagnóstico de comorbili-


dad, sería necesario situar en qué categoría espe-
cífica encaja el diagnóstico de TA (primario, efectos
Dada la frecuente asociación entre TA y TUS y que esperados o inducidos por drogas).
el diagnóstico y el tratamiento precoz de dichas pa-
tologías mejoran el pronóstico de ambas, es priori- Uno de los métodos más reconocido para poder
tario realizar un diagnóstico correcto e investigar la hacer esta distinción consiste en la observación del
posibilidad de comorbilidad en pacientes que de- paciente durante un periodo de abstinencia, si bien
mandan tratamiento por problemas de ansiedad o no existe unanimidad en cuanto a la duración más
abuso de alcohol y/o drogas. apropiada del mismo. Se entiende que ante el con-

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 11


Tabla 3. Pautas guía para la evaluación psicométrica de la ansiedad dual en la práctica clínica cotidiana

Área evaluada Instrumento (autor) Aspectos evaluados Validación


española

Orientación MINI Entrevista Neuropsiquiátrica Internacio- Principales trastornos psiquiátricos Ferrando,


diagnóstica nal (MINI) (Sheehan et al., 1997) del eje I (criterios DSM-IV y CIE-10) Bobes, Gi-
bert, Soto,
Entrevista de Investigación Psiquiátrica Comorbilidad psiquiátrica en Soto
para Trastornos Mentales y por Sustancias pacientes con consumo elevado
(PRISM) (Hasin et al., 2003) de alcohol y/u otras sustancias. Torrens et
Permite diferenciar los trastornos al. (2004)
mentales primarios de los induci-
dos por sustancias y de los efectos
esperados de la intoxicación y de la
abstinencia

Gravedad
del TA
- TP Escala de Pánico y Agorafobia de Bandelow Gravedad del TP No existe
(PAS) (Bandelow, 1995)

- TAG Escala de Detección del TAG (Carroll y Da- Identificación del TA generalizada Bobes et al.
vidson, sin publicar) (2006)

- TEPT Escala para el TEPT Administrada por el Clí- Presencia y gravedad de los sínto- Bobes et al.
nico (CAPS) (Blake et al., 1990) mas del TEPT (2000)

- TAS Escala de Ansiedad Social de Liebowitz Gravedad de la fobia social Bobes et al.
(LSAS) (Liebowitz, 1987) (1999)

- TOC Escala de Obsesiones y Compulsiones de Gravedad de los síntomas del TOC Nicolini et
Yale-Brown (Y-BOCS) (Goodman et al., 1989) al. (1996)

Gravedad
del TUS
- General Índice de Gravedad de la Adicción (ver Gravedad de la adicción entendida Díaz Mesa
sión 6.0) (ASI6) (Alterman, sin publicar) como necesidad de tratamiento et al. (2010)

- Alcohol Test AUDIT (Saunders et al., 1993) Detección de bebedores de riesgo Rubio et al.
(1998)
Escala para la Evaluación de la Abstinencia Gravedad del síndrome de absti- No existe
Alcohólica (revisada) (CIWA-Ar) (Sullivan et nencia de alcohol
al., 1989)
No existe
- Opiáceos Escala Breve de Abstinencia a Opiáceos Gravedad de la abstinencia a opiá-
(SOWS) (Gossop, 1990) ceos
Tejero et al.
- Cocaína Cuestionario de Craving de Cocaína (CCQ) Intensidad del craving de cocaína (2003a)
(Tiffany et al., 1993)
Tejero et al.
Escala de Valoración de la Gravedad Selec- Sintomatología inicial de la absti- (2003b)
tiva para Cocaína (CSSA) (Kampman et al., nencia a cocaína
1998)
No existe
- BZD Cuestionario de Síntomas de Retirada de Gravedad del síndrome de retirada
BZD (BWSQ) (Tyrer et al., 1990) de BZD

Suicidabilidad Escala SAD PERSONS (Patterson et al., 1983) Riesgo de comportamiento suicida No existe
en base a factores de riesgo clínicos
y sociodemográficos
Escala Columbia para Evaluar el Riesgo de Evaluación conjunta de pensamien- Al-Halabí et
Suicidio (Posner et al., 2007) tos suicidas (ideación suicida) y de al. (2016)
comportamientos suicidas

Escala de Intencionalidad Suicida de Beck Características de la tentativa suici- No existe


(SIS) (Beck et al., 1974) da realizada
Modificado de García-Portilla et al. (2015)
BZD: benzodiacepinas; TA: trastorno de ansiedad; TAG: trastorno de ansiedad generalizada; TAS: trastorno de ansiedad social;
TEPT: trastorno por estrés postraumático; TOC: trastorno obsesivo-compulsivo; TP: trastorno de pánico; TUS: trastorno por uso de
sustancias.

12 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


sumo de sustancias de semivida larga como me- et al., 2011). Por ese motivo, en la Tabla 3 se re-
tadona o ciertas BZD, se requerirían tiempos de sumen de modo simplificado una serie de instru-
observación más prolongados que cuando se usan mentos útiles tanto desde el punto de vista diag-
sustancias de semivida más corta, como cocaína. nóstico como para determinar la gravedad de las
En general, se recomiendan 2-4 semanas de absti- patologías existentes. Además, cabe reseñar que la
nencia con controles analíticos que aseguren que Asociación Americana de Psiquiatría tiene previs-
no hay consumo de sustancias. La persistencia de ta para la nueva versión de su Manual Diagnóstico
los síntomas de ansiedad después de este perio- y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)
do, así como una historia familiar y/o personal de la recomendación de diferentes instrumentos psi-
este tipo de trastornos y la constatación del inicio cométricos para evaluar la gravedad subyacente a
de la sintomatología ansiosa con antelación al uso los distintos trastornos. No obstante, dado que en
de sustancias, serían datos a favor de un trastorno los trastornos que nos atañen la mayoría de dichos
de ansiedad primario. Para una adecuada consta- instrumentos propuestos no han sido aún adapta-
tación de todo ello, resulta fundamental una eva- dos y validados al español, simplemente remitimos
luación clínica comprehensiva y que incluya una al lector interesado a la página web donde pue-
historia toxicológica exhaustiva. de localizarlos (http://www.dsm5.org). Por último,
señalar que el DSM-5 recomienda la necesidad de
Por otra parte, hay que tener presente que para evaluar, en todo trastorno mental y como eje inde-
establecer un adecuado diagnóstico los instru- pendiente, la presencia (o no) de riesgo autolítico,
mentos de evaluación psicométrica constituyen un si bien no se especifican los instrumentos más ade-
elemento fundamental de ayuda (García-Portilla cuados para ello.

5. Tratamiento psicológico de la ansiedad dual

Al igual que ocurre con los tratamientos farmacoló- bida, especialmente cuando se realizan programas
gicos, apenas existen estudios sobre el tratamiento de intervención prolongados (Baker et al., 2012), si
psicológico de los TA con TUS comórbidos (Baker bien existen estudios en los que no se demuestra
et al., 2012), y los datos de estos trabajos no son que el tratamiento psicológico simultáneo de TA y
concluyentes (Hobbs et al., 2011). La psicoterapia TUS aporte ventajas (Hesse, 2009). De hecho, algu-
cognitivo-conductual unida a la entrevista motiva- no de estos trabajos recomienda que la intervención
cional han resultado eficaces en el tratamiento del psicológica se haga de forma secuencial o escalo-
abuso de alcohol en pacientes con ansiedad comór- nada (Baker et al., 2012).

6. Intervención terapéutica

Uno de los aspectos claves del tratamiento de la an- del TA es otro aspecto fundamental para mejorar el
siedad dual es el tratamiento específico del TUS. Por pronóstico de los pacientes y evitar el riesgo de re-
dicho motivo deben iniciarse las intervenciones far- caídas en los consumos. En la Figura 1 se muestran
macológicas y psicosociales necesarias para conse- de modo resumido los posibles pasos a seguir en el
guir la abstinencia y su posterior mantenimiento. No abordaje terapéutico de la ansiedad dual.
obstante, hay que tener presente que el tratamiento

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 13


Figura 1. Abordaje terapéutico de la ansiedad dual.

TA inducido TA primario

Valorar gravedad de consumo, Tratamiento farmacológico específico


psicopatología y situación sociosanitaria de TA (+ tratamiento de TUS)

Leve Moderado Grave ISRS (+/- tratamiento coadyuvante con


ansiolíticos preferentemente no BZD)

Tratamiento Tratamiento
ambulatorio hospitalario
Respuesta No respuesta

Tratamiento específico de TUS


IRSN
Abstinencia o disminución de consumo
Otros ADs
(Mirtazapina, trazodona...)
Antiepilépticos
Tratamiento psicológico para TA/ (Pregabalina, gabapentina...)
Ansiolíticos no BZD ATPS sedantes
(Quetiapina....)

Respuesta Persistencia de síntomas Respuesta


tras más de 2 semanas
de abstinencia

7. Bibliografía

Alonso J, Angermeyer MC, Bernert S, Bruffaerts R, Brugha TS, Book SW, Thomas SE, Smith JP, Randall PK, Kushner MG, Bernstein
Bryson H, et al. 12-Month comorbidity patterns and associated fac- GA, et al. Treating individuals with social anxiety disorder and at-risk
tors in Europe: results from the European Study of the Epidemio- drinking: phasing in a brief alcohol intervention following paroxetine. J
logy of Mental Disorders (ESEMeD) project. Acta Psychiatr Scand Anxiety Disord 2013;27(2):252-8.
Suppl. 2004;420:28-37.
Brady KT, Sonne S, Anton RF, Randall CL, Back SE, Simpson K. Ser-
Arias Horcajada F. Prevalencia. En: Bobes García J, Casas Brugué M traline in the treatment of co-occurring alcohol dependence and pos-
(coord.). Manejo clínico del paciente con patología dual. Barcelona: ttraumatic stress disorder. Alcohol Clin Exp Res 2005;29(3):395-401.
Socidrogalcohol; 2009. pp. 25-40.
Brady KT, Verduin ML. Pharmacotherapy of comorbid mood, anxiety, and
Baker AL, Thornton LK, Hiles S, Hiles L, Lubman DI. Psychological substance use disorders. Subst Use Misuse 2005;40(13-14):2021-41, 2043-8.
interventions for alcohol misuseamong people with co-occurring de-
pression or anxiety disorders: a systematic review. J Affective Disord Bradwejn J, Ahokas A, Stein DJ. Venlafaxina extended-release cap-
2012;139(3):217-29. sules in panic disorder: flexible-dose, double-blind, placebo-controlled
study. Br J Psychiatry 2005;187:352-9.
Bonn-Miller MO, Bernstein A, Sachs-Ericsson N, Schmidt NB, Zvo-
lensky MJ. Associations between psychedelic use, abuse, and depen- Chambless DL, Cherney J, Caputo GC. Anxiety disorders and alcoho-
dence and lifetime panic attack history in a representative sample. J lism: a study with inpatient alcoholics. J Anxiety Disord 1987;18:29-40.
Anxiety Disord 2007;21(5):730-41.
Ciraulo DA, Barlow DH, Gulliver SB, Farchione T, Morissette SB,
Book SW, Thomas SE, Randall PK, Randall CL. Paroxetine reduces Kamholz BW, et al. The effects of venlafaxine and cognitive beha-
social anxiety in individuals with a co-occurring alcohol use disorder. J vioral therapy alone and combined in the treatment of co-morbid
Anxiety Disord 2008;22(2):310-8. alcohol use-anxiety disorders. Behav Res Ther 2013;51(11):729-35.

14 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD


Cosci F, Schruers KR, Abrams K, Griez EJ. Alcohol use disorders and Merikangas KR, Mehta RL, Molnar BE, Walters EE, Swendsen JD,
panic disorder: a review of the evidence of a direct relationship. J Clin Aguilar-Gaziola S, et al. Comorbidity of substance use disorders with
Psychiatry 2007;68(6):874-80. mood and anxiety disorders: results of the International Consortium in
Psychiatric Epidemiology. Addict Behav 1998;23(6):893-07.
Donovan B, Padin-Rivera E, Kowaliw S. “Transcend”: initial outcomes
from a posttraumatic stress disorder/substance abuse treatment pro- Pasche, S. Exploring the comorbidity of anxiety and substance use
gram. J Trauma Stress 2001;14(4):757-72. disorders. Curr Psychiatry Rep 2012;14(3):176-81.

Petrakis IL, Ralevski E, Desai N, Trevisan L, Gueorguieva R, Roun-


García-Portilla MP, Bascarán MT, Saiz PA, Mateos M, González-Qui- saville B, et al. Noradrenergic vs serotonergic antidepressant with or
rós M, Pérez P, et al. Efectividad de la venlafaxina en el tratamiento without naltrexone for veterans with PTSD and comorbid alcohol de-
de la dependencia de alcohol con depresión comórbida. Actas Esp pendence. Neuropsychopharmacology 2012;37(4):996-1004.
Psiquiatr 2005;33(1):41-5.
Posternak MA, Mueller TI. Assessing the risks and benefits of benzo-
diazepines for anxiety disorders in patients with a history of substance
García-Portilla MP, Bascarán MT, Sáiz PA, Parellada M, Bousoño M, abuse or dependence. Am J Addict 2001;10(1):48-68.
Bobes J. Banco de instrumentos básicos para la práctica de la psi-
quiatría clínica. 7.ª ed. Majadahonda: Comunicación y Ediciones Sa- Ralevski E, Olivera-Figueroa LA, Petrakis I. PTSD and comorbid
nitarias, SL; 2015. AUD: a review of pharmacological and alternative treatment options.
Subst Abuse Rehabil 2014;5:25-36.
Gao K, Sheehan DV, Calabresse JR. Atypical antipsychotics in primary
generalizad anxiety disorder or comorbid with mood disorders. Expert Randall CL, Johnson MR, Thevos AK, Sonne SC, Thomas SE, Willard
Rev Neurother 2009;9(8):1147-58. SL, et al. Paroxetine for social anxiety and alcohol use in dual-diagno-
sed patients. Depress Anxiety 2001;14(4):255-62.
Gorman J, Shear K, Cowley D, Cross CD, March J, Roth W, et al.
Guía clínica para el tratamiento del trastorno de angustia. En: Ameri- Regier DA, Farmer ME, Rae DS, Locke BZ, Keith SJ, Judd LL, et al.
can Psychiatric Association (ed.) Guías clínicas para el tratamiento de Comorbidity of mental disorders with alcohol and other drug abuse.
los trastornos psiquiátricos. Compendio 2006. Barcelona: Ars Medica; Results from the Epidemiologic Catchment Area (ECA) Study. JAMA
2006. pp. 827-912. 1990;264(19):2511-18.

Grant BF, Stinson FS, Dawson DA, Chou SP, Dufour MC, Compton W, Sáiz Martínez PA, Jiménez Treviño L, Díaz Mesa EM, García-Portilla
et al. Prevalence and co-occurrence of substance use disorders and González MP, Marina González P, Al-Halabí S, et al. Patología dual en
independent mood and anxiety disorders: results from the National trastornos de ansiedad: recomendaciones en el tratamiento farmaco-
Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions. Arch Gen lógico. Adicciones 2014;26(3):254-74.
Psychiatry 2004;61(8):807-16.
San Molina L, Casas M, Arranz B, Bruguera E, Busquets E, Camps
Hesse M. Integrated psychological treatment for substance use and N, et al. Patología dual. En: SolerPA, Gascón, J (coord.). Recomenda-
co-morbid anxiety or depression vs. treatment for substance use alo- ciones terapéuticas en los trastornos mentales RTM-III. Barcelona: Ars
ne. A systematic review of the published literature. BMC Psychiatry Medica; 2005. pp. 63-82.
2009;9:6.
Schäfer I, Najavits LM. Clinical challenges in the treatment of patients
Hobbs JD, Kushner MG, Lee SS, Reardon SM, Maurer EW. Me- with posttraumatic stress disorder and substance abuse. Curr Opin
ta-analysis of supplemental treatment for depressive and anxiety di- Psychiatry 2007;20(6):614-8.
sorders in patients being treated for alcohol dependence. Am J Addict
2011;20(4):319-29. Simon NM, Kaufman RE, Hoge EA, Worthington JJ, Herlands NN,
Owens ME, et al. Open-label support for duloxetine for the treatment
Jacobsen LK, Southwick SM, Kosten TR. Substance use disorders in of panic disorder. CNS Neurosci Ther. 2009;15(1):19-23.
patients with posttraumatic stress disorder: a review of the literature.
Am J Psychiatry 2001;158(8):1184-90. Sofuoglu M, Rosenheck R, Petrakis I. Pharmacological treatment of
comorbid PTSD and substance use disorder: recent progress. Addict
Johnson JG, Cohen P, Pine DS, Klein DF, Kasen S, Brook JS. Associa- Behav 2014;39(2):428-33.
tion between cigarette smoking and anxiety disorders during adoles-
cence and early adulthood. JAMA 2000;284(18):2348-51. Terra MB, Barros HM, Stein AT, Figueira I, Jorge MR, Palermo LH,
et al. Social anxiety disorder in 300 patients hospitalizad for alcoho-
Kessler RC, Chiu WT, Jin R, Ruscio AM, Shear K, Walters EE. The lism in Brazil: high prevalence and undertreatment. Compr Psychiatry
epidemiology of panic attacks, panic disorder, and agoraphobia in 2006;47(6):463-7.
the National Comorbidity Survey Replication. Arch Gen Psychiatry
2006;63(4):415-24. Tiet QQ, Mausbach B. Treatments for patients with dual diagnosis: a
review. Alcohol Clin Exp Res 2007;31(4):513-36.
Koob GF, Volkow ND. Neurocircuitry of addiction. Neuropsychophar-
macology 2010;35(1):217-38. Torrens Mèlich M, Martínez-Sanvisens D. Patología dual. Protocolos
de intervención. Depresión. Barcelona: EdikaMed, SL; 2009.
Kranzler HR. Evaluation and treatment of anxiety symptoms and di-
sorders in alcoholics. J Clin Psychiatry 1996;57 Suppl 7:15-21. Van Laar M, van Dorsselaer S, Monshouwer K, de Graaf R. Does can-
nabis use predict the first incidence of mood and anxiety disorders in
Marmorstein NR. Anxiety disorders and substance use disor- the adult population? Addiction 2007;102(8):1251-60.
ders: different associations by anxiety disorder. J Anxiety Disord
2012;26(1):88-94. Zvolensky MJ, Bernstein A, Sachs-Ericsson N, Schmidt NB, Buck-
ner JD, Bonn-Miller MO. Lifetime associations between cannabis, use,
Marquenie LA, Schadé A, van Balkom AJ, Comijs HC, de Graaf R, abuse, and dependence and panic attacks in a representative sample.
Vollebergh W, et al. Origin of the comorbidity of anxiety disorders J Psychiatr Res 2006;40(6):477-86.
and alcohol dependence: findings of a general population study. Eur
Addict Res 2007;13(1):39-49.

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 15


16 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: DEPRESIÓN DUAL
Caso Clínico

Varón de 54 años que consulta en Unidad de Con- día. El paciente relataba que sólo de esa manera po-
ductas Adictivas desde hace 14 años. Es el mayor día eliminar las imágenes de su cabeza. Obviamen-
de tres hermanos. Está divorciado, tiene dos hijos y te, el paciente estaba intoxicado la mayor parte del
vive con su madre. Trabaja en una cantera de piza- día, habiendo abandonado sus responsabilidades
rra. Al inicio del seguimiento relata la presencia de laborales, familiares y sociales que ya estaban dete-
los siguientes síntomas: desde hace 5 años vivencia rioradas por la presencia de las imágenes intrusivas
imágenes violentas que invaden su mente. La ima- en su mente.
gen más recurrente que presenta es una en la que
apuñala hasta matar a su madre, aunque esta es- Ante esta situación, el médico de Atención Primaria
cena puede implicar a cualquier familiar de primer derivó al paciente y le puso en situación de incapa-
grado, hijos o hermanos. Estos pensamientos son cidad laboral transitoria. También realizó una analíti-
indeseados y le generan gran ansiedad pues él no ca sanguínea en la que se apreciaban las siguientes
es un persona violenta (no tiene antecedentes de alteraciones: GGT 258, GOT 181, GPT 75 y VCM 102,3,
agresión) y no le desea ningún mal a ningún familiar, claros marcadores biológicos del consumo excesivo
y especialmente a su madre con la que mantiene de alcohol; junto a ellos, un ácido úrico de 8,6, co-
una excelente relación. lesterol de 291 y triglicéridos de 345, presentando el
paciente una clara obesidad mórbida.
Todos sus intentos de ignorar o hacer desaparecer
esas imágenes han sido en vano. En los últimos me- El diagnóstico inicial fue de trastorno obsesi-
ses el paciente se angustia intensamente pensando vo-compulsivo junto a dependencia al alcohol y a la
si llegará un día que esas imágenes le controlen y nicotina. Se inició tratamiento con sertralina hasta
le obliguen a herir o incluso a matar a un familiar alcanzar 200 mg por día, junto a ketazolam a do-
querido. El paciente y sus familiares relatan que ve- sis de 90 mg por día para realizar una desintoxica-
rifica constantemente que sus familiares estén bien, ción alcohólica, topiramato a 400 mg por día y un
les pide constantemente que le aseguren que su programa de disulfiram supervisado por personal
relación es buena y siempre lo será, que todos los sanitario. Completada la desintoxicación alcohólica
cuchillos de la casa estén en su sitio y lo más fuera y retirado el ketazolam, se inició una intervención
de su alcance posible, y reza continuamente el Ave- psicoterapéutica con los siguientes componentes:
maría utilizando un rosario que permanentemente entrevista motivacional, prevención de recaídas y
lleva en el cuello (el paciente y su familia se defi- prevención de respuesta.
nen como católicos practicantes). Sin embargo, to-
El paciente toleraba perfectamente el tratamiento y
das estas conductas que al inicio del trastorno eran
dejó de beber, pero las imágenes no remitieron; sólo
eficaces ya no lo son, puesto que no disminuyen la
se obtuvo una mejoría parcial. Los parámetros ana-
intensidad y presencia de las imágenes ni la angus-
líticos relacionados con el consumo de alcohol se
tia ni la incertidumbre que generan. Por ello, desde
normalizaron pero persistió una sobreingesta con
hace varios meses, el paciente ha incrementado su
obesidad y alteraciones analíticas (úrico y lípidos).
consumo de alcohol a niveles que preocupan a la
familia. Tras 5 años de tratamiento, el paciente abandonó el
seguimiento en la Unidad de Conductas Adictivas.
El paciente era un fumador de 20 cigarrillos por día
Dos años después vuelve a consulta. El paciente y
desde su adolescencia, y también desde esa etapa
sus familiares refieren que la ausencia de mejoría les
consumía vino de forma diaria, unos 500 ml de un
llevó a abandonar la consulta, aunque no el trata-
vino doméstico con una graduación alcohólica del
miento, con la excepción del disulfiram. Ante esta
8%, junto a una o dos cervezas al 4,5%. En ocasio-
situación, el médico de Atención Primaria le derivó
nes, y sobre todo los fines de semana, podía aña-
a una consulta de Salud Mental. El psiquiatra que
dir a ese consumo uno o dos destilados. Tanto el
lo atendió, ante la intensidad de las imágenes y su
paciente como sus familiares afirmaban que ese
falta de respuesta al tratamiento serotoninérgico, la
consumo nunca le había generado problemas. El
ausencia de conciencia de enfermedad que ya pre-
paciente negaba el consumo presente o pasado de
sentaba el paciente en ese momento, y un deterioro
otras sustancias tóxicas, sin que constaran antece-
social, familiar y laboral completo (se le concedió
dentes que le contradijeran. Uno de sus hermanos
tiene problemas con el alcohol. una incapacidad laboral total), consideró la posibili-
dad de que el paciente padeciese más bien un tras-
Sin embargo, en los últimos meses había incremen- torno psicótico. Por ello, sustituyó sertralina porClo-
tado su nivel de consumo de forma dramática, lle- mipramina a dosis de 225 mg por día y topiramato
gando a beber una media de un litro de whisky al por valproico a 2000 mg por día, y añadió diver-

PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD 17


sos tratamientos antipsicóticos, sin que el paciente ción intramuscular cada 28 días de 150 mg palmi-
experimentara ninguna mejoría significativa. Final- tato de paliperidona. Pese a esta intensidad de tra-
mente, y ante el reinicio del consumo de alcohol, tamiento, ni el paciente ni sus familiares describen
con intoxicaciones episódicas, derivó al paciente de ninguna mejoría. El paciente ya no se encuentra en
vuelta a Conductas Adictivas. Junto a la medicación condiciones, psíquicas y volitivas para recibir psico-
anteriormente señalada, tomaba 30 mg de halope- terapia. El consumo de tabaco se ha incrementado
ridol al día, 800 mg de amisulpride al día, 10 mg de a unos 60 cigarrillos por día.
clonazepam diarios y dos ampollas de zuclopentixol
depot intramusculares cada 14 días. El paciente y Por lo tanto, se trata de un trastorno obsesivo-com-
sus familiares sostenían que su adherencia al trata- pulsivo grave con mala respuesta al tratamiento.
miento era total. De hecho, el paciente siempre ma- La sintomatología trajo una dependencia al alcohol
nifiesta un deseo de tomar más medicación. Bebía secundaria que respondió favorablemente al trata-
alcohol de forma episódica y su obesidad se había miento. La cronificación del cuadro obsesivo trajo
incrementado, y se le tuvo que prescribir tratamien- consigo un empeoramiento de la dependencia tabá-
tos para la hiperuricemia, la hipercolesterolemia, la quica primaria que ya presentaba. El elevado consu-
hipertensión arterial y la hiperuricemia. Además, los mo de tabaco, la cronificación del cuadro obsesivo,
familiares comentaron que en los últimos años rea- malos hábitos dietéticos y los efectos secundarios
lizaba compras compulsivas a través de internet y del tratamiento implicaron un grave deterioro físico,
pedía créditos que no podía pagar con su pensión. psíquico y social para el paciente.

La reintroducción de disulfiram permitió de nuevo En este caso el trastorno de ansiedad es primario, y


cortar el consumo de alcohol, pero las combina- el paciente presenta dos trastornos por uso de sus-
ciones farmacológicas ensayadas no mejoraron el tancias, una dependencia a la nicotina primaria que
estado mental del paciente, que ahora presentaba empeora con el trastorno de ansiedad y los efectos
numerosos efectos secundarios, sobre todo a nivel secundarios de la medicación, y una dependencia al
cognitivo, volitivo y psicomotor. El último tratamien- alcohol que parte de un consumo normativo pero
to ensayado es el siguiente: disulfiram supervisado, ya de riesgo para convertirse en una dependencia
200 mg de desvenlafaxina, 100 mg de clorazepato, cuya finalidad es reducir la sintomatología primaria
400 mg de lamotrigina, 300 mg de pregabalina, 30 del trastorno de ansiedad obsesivo. Finalmente, el
mg de mirtazapina, 30 mg de haloperidol, 1.200 mg paciente también parece presentar un trastorno del
de quetiapina, 800 mg de amisulpride y una inyec- control de impulsos.

18 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: PATOLOGÍA DUAL EN ANSIEDAD

También podría gustarte