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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA,
SU SITUACIÓN POLÍTICA DURANTE
LA GUERRA CON LOS ESTADOS UNIDOS.
SEPTIEMBRE DE 1846-JULIO DE 1848
LUIS JAUREGUI*
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 135
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136 LUIS JÁUREGUI
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Por supuesto, una cosa era decirlo y otra hacerlo. Casi simultá-
neamente, el ministro de Guerra comunicó al de Gobernación su
2 Juan Nepomuceno de Urquidi a Manuel Crescencio Rejón, hacienda de la
Concepción (7 de septiembre de 1846), AGN, FG, sin clasificar, vol. 1846, c. 10.
3 La comunicación de Rejón no es más que la aplicación del decreto del 22 de
agosto anterior, el cual además señalaba que el presidente podía designar discre-
cionalmente a los gobernadores, que fue lo que de hecho sucedió en el caso de
Chihuahua. Citado en Bustamante, 1994, p. 88.
4 Manuel CrescencioRejón a Ángel Trias, México (9 de septiembre de 1846), AGN,
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CHIHUA~UA EN LA TORMENTA 137
No son los americanos con sus rifles y cañones fulminantes los que
podrían vencer a un departamento [sic] donde tienen treinta mil enemi-
gos acostumbrados a los riesgos y a las privaciones del desierto. Es la
funesta inestabilidad de nuestras cosas, es el cansancio consiguiente de
tantos esfuerzos malogrados, es la acentuación [sic] del país después
de tan larga lucha, es la insuficiencia de nuestras leyes para prevenir las
mejoras con que pretenden engañarnos, es, en fin, una enfermedad fatal
la que nos mata aun antes de haberse presentado los contrarios. 7
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nueva, pues desde los años veinte el comercio por el antiguo Camino
Real de Tierra Adentro se había intensificado con motivo de la
apertura de la ruta de Santa Fe que comunicaba con el territorio de
Missouri. Por estos caminos los comerciantes norteamericanos ha-
cían llegar a Chihuahua múltiples manufacturas; tantas, que el gobier-
no mexicano se había visto obligado a establecer una aduana en la
villa de Paso del Norte y a buscar medidas de corte comercial que al
parecer no culminaron en acciones concretas. 8 Estas medidas, que
consistían en el virtual bloqueo comercial a toda persona o producto
norteamericano, fueron primeramente sugeridas durante el gobierno
de lrigoyen por la Asamblea Departamental chihuahuense. 9 Con el
restablecimiento del federalismo, a inicios de septiembre de 1846
el gobierno general nombró una comisión en la ciudad de México
para que preparara un dictamen que sirviera para la elaboración del
decreto. 10 El dictamen es un documento muy interesante, pues mues-
tra la conciencia que tenía la clase política mexicana de que el interés
fundamental de los Estados Unidos en México era comercial, como
lo apuntaban los miembros de dicha comisión:
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CHIHUAJIUA EN LA TORMENTA 139
no. 12 Aunque al parecer el decreto nunca vio la luz, para los últimos
meses de 1846 las autoridades del estado de Chihuahua procedieron
a detener a los extranjeros, aplicándoles el reglamento de pasaportes
elaborado en 1843, que formaba parte del supuesto decreto bajo
análisis en las oficinas del Consejo de Gobierno. 13
Así como el decreto del bloqueo comercial no se aplicó, tampoco
se enviaron tropas al estado para preparar su defensa. Por lo tanto,
ante la muy probable situación de guerra, fue importante la condi-
ción de los fondos estatales. Así, el gobierno estatal, aduciendo las
urgencias de la guerra, violó los postulados federales en materia de
ingresos. Al poco tiempo de haber ocupado la magistratura estatal,
Trías se vio obligado a hacer cambios en la planta de empleados de
la renta del tabaco del estado. Frente a esto, el ministro de Hacienda
solicitó al de Gobernación que comunicara a Trías que "no se entro-
meta en los negocios de la renta", pues los gobernadores de los
estados nada tenían que hacer en esos asuntos. 14
El gobernador Trías respondió al ministro de Hacienda señalán-
dole que era su obligación evitar que se concentrara el expendio de
los productos estancados, independientemente de quién recibieran
órdenes sus administradores.1 5 Por otro lado, Trías también comu-
nicaba que ninguna oficina federal puede ser independiente de los
gobiernos estatales porque de hecho afectan sus intereses; ejemplo
de esta situación era que la guerra que vivía el estado hacía impres-
cindible que la gubernatura se sirviera de los fondos federales en el
momento y la cantidad necesarios.
La posición de Trías era congruente, pues, en materia de rentas
federales, no sólo buscaba deshacer los monopolios de los productos
estancados (hecho que reflejaba su posición liberal), sino también
que se aplicara lo más pronto posible la práctica del federalismo:
sobre todo en lo referente a la relación entre la autoridad local y la
12 José María Lafragua al presidente del Consejo de Gobierno, México (8 de
noviembre de 1846), SRE-AHGE, L-E, 1086, f. 82.
13 Ramiro Vázquez al secretario de Gobierno del estado de Chihuahua, hacienda
de Guadalupe, 30 de septiembre de 1846, Ángel Trías a Manuel Crescencio Rejón,
Chihuahua (6 de octubre de 1846), AGN, FG, sin sección, 1846, c. 322, exp. 4.
14 Antonio Haro y Tamariz a José María Lafragua, México (22 de octubre de
1846), AGN, FG, sin sección, 1846, c. 311.
15 Ángel Trías a Antonio de Haro y Tamariz, Chihuahua (31 de octubre de 1846),
AGN, FG, leg. 210, exp. 4.
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140 LUIS JÁUREGUI
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 141
7.ación de batallones militares, solicitando a los pueblos que tomaran medidas para
la defensa de la nación. Según Wilbert Timmons, los asentamientos del valle de
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142 LUIS JÁUREGUI
ayuda a los gobiernos de Durango, Sonora y Zacatecas, 26 diseñar
una serie de estrategias militares y realizar modificaciones físicas
sobre lo que se esperaba sería el campo de batalla. 27 Estos prepara-
tivos muestran que el gobierno de Trías prefería enfrentar al enemi-
go en una guerra tradicional y no como se había sugerido unos meses
antes de utilizar la táctica de la guerrilla. 2s En estas condiciones
precarias, el estado de Chihuahua sufrió la invasión de los volunta-
rios de Missouri bajo el mando del coronel Alexander Doniphan.
111
Paso del Norte comunicaron a Trías que disponían de 1 796 hombres, 677 armas
de fuego, 575 arcos y flechas y 193 lanzas: aparentemente pretendían luchar contra
los norteamericanos de la manera como luchaban contra los indios, Timmons,
1990,p. 89.
26 La idea de Trías de solicitar ayuda no era suya, como tampoco lo era la similar
que unos meses atrás le sugiriera el ministro de Gobernación; era más bien el
resultado de una iniciativa que en julio de 1846 el departamento de Zacatecas
dirigiera al Congreso. En el artículo sexto de dicha iniciativa se indicaba que todos
los departamentos norteños debían "acordar y poner en ejecución las medidas que
estimen necesarias, para la seguridad, la defensa y la unidad nacional", Bustamante,
1994, pp. 61-62.
27 Estas modificaciones consistieron en la construcción de trincheras en las
laderas de los cerros que bordeaban una barranca en la hacienda de Sacramento,
Lister y Lister, 1966, p. 117.
28 Timmons, 1980, p. 19.
29 Hace algunos años, un estudio señalaba el enorme sentimiento antinorteame-
ricano de Ángel Trías y sugería que había emprendido la defensa de Chihuahua
por no perder las enormes propiedades y riquezas que tenía en la entidad. De hecho,
la mayoría de los trabajos escritos por norteamericanos resaltan la enorme riqueza
de Ángel Trías. Cfr. Lister y Lis ter, 1966, p. 117. Eisenhower no trata mejor a Trías
al señalar que, antes de septiembre de 1846, tenía interés en hacer negocios con los
norteamericanos y resalta la ambición del gobernador chihuahuense, Eisenhower,
1989, p. 244.
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 143
Paso del Norte. El triunfo de esta batalla fue para los norteamerica-
nos. La derrota de las tropas chihuahuenses, al mando de José María
Ponce de León, no se explica por la inferioridad numérica (1 200
hombres, según estimaciones de Doniphan); más bien tiene su ex-
plicación en la falta de preparación del comandante mexicano. Esa
tarde, por ejemplo, en lugar de que los mexicanos aprovecharan su
llegada al campo de batalla con antelación a las tropas de Doniphan,
esperaron la llegada de éstas para pedirles la rendición, lo cual les
dio la oportunidad de ponerse en pie de guerra y derrotar a las tropas
mexicanas en casi 40 minutos. 30
La suposición chihuahuense de que los norteamericanos se ren-
dirían resulta evidente porque, dada la lucha en contra de los indios,
los mexicanos se sentían con ventaja bélica y pensaban que Doniphan
lo consideraría así a la hora de enfrentarse en el campo de batalla. 31
Es probablé que el coronel norteamericano considerara este riesgo,
pero también era un mejor estratega militar que los indios y que los
mismos chihuahuenses. Esta cualidad quedó demostrada en los úl-
timos días de febrero de 1847 en la batalla entre mexicanos y norte-
americanos en la meseta de Sacramento. 32
Después del triunfo de Temascalitos, Alexander Doniphan ocupó
la villa de Paso del Norte. En vista de que no tenía superiores, el
coronel dudó si debía proceder hacia Chihuahua, toda vez que ello
implicaba cruzar otro desierto y enfrentarse a las tropas mexicanas
que, calculaba, se estaban organizando en grandes cantidades. Ante
estas dudas, resultó de gran utilidad la presencia de comerciantes
norteamericanos que desde hacía varios años habían llegado al
estado (algunos incluso nacionalizados mexicanos) que actuaron
como informantes de Doniphan. Tal fue el caso de James Kirker,
30 Eisenhower señala que los mexicanos pidieron la rendición, aunque también
menciona el pobre desempeño de la caballería. Ponce de León apunta que la victoria
enemiga se debió a la indisciplina de la caballería y a la cobardía de la Guardia
Nacional, Eisenhower, 1989, p. 234; Ponce de León, citado en Altamirano y Villa,
1988, p. 489.
31 Ponce de León señala que la guerra contra los indios hacía a las tropas
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144 LUIS JÁUREGUI
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 145
37 "La diputación de Chihuahua ... ", citado en Altamirano y Villa, 1988, p. 497.
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146 LUIS JÁUREGUI
Chihuahua sucumbió, si así puede llamarse al haber perdido una acción:
pero Chihuahua sucumbió sola. Chihuahua sucumbió como hubiera
sucumbido si hubiera formado parte de otra nación distinta de la de
México, de la que es un estado. La artillería que perdió Chihuahua era
suya; los recursos con que se batieron sus soldados eran suyos, y suyo
también el dinero con que socorrió la sección que salió a encontrar a los
americanos. 40
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 147
IV
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148 LUIS JÁUREGUI
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 149
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150 LUIS JÁUREGUI
no hay pues peligro, y sí hay una notoria utilidad en que se reúnan por
ahora los mandos para que, desde la eminente altura del puesto que le
da el político, pueda descubrir todo lo que debe proteger con las armas
nacionales, para que vuelva a éstas el brillo y monte el sistema militar
del estado como es de esperarse lo haga un ciudadano más que soldado,
un gobernador más que general. ss
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 151
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152 LUIS JÁUREGUI
pero como además se nota una reserva por parte del Supremo Poder
Ejecutivo en cuanto a las condiciones del Tratado y circulan especies
demasiado alarmantes respecto a haberse desmembrado en los conve-
nios el territorio de la nación, en el que pierde Chihuahua una gran
porción de sus terrenos, el gobierno ha creído de su deber dar cuenta a
V. H. para que encargándose de un negocio de tal magnitud, lo examine
con la sabiduría que él requiere y usando de sus facultades como repre-
sentantes del estado, provea a su conservación e integridad por los
medios que establece el pacto fundamental de los mexicanos o de la
manera que V. H. juzgue más acertado para afianzar los derechos del
pueblo de Chihuahua [ ... ].65
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 153
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154 LUIS JÁUREGUI
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CHIHUAHUA EN LA TORMENTA 155
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156 LUIS JÁUREGUI
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