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Artículo Hidro-Ituango
Artículo Hidro-Ituango
De acuerdo a lo expresado anteriormente, para hablar de las obligaciones del Estado hay que
hablar de las obligaciones que adquiere un Estado con la adopción de una Constitución -cuando
este es constitucional- y todas las consecuencias que de ello desprende. Por ello, es que sólo desde
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. Nombre. Universidad de donde es egresada. Candidata a master en Derecho público de la Universidad
Libre de Colombia. 2019
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Nombre. Universidad de donde es egresado. Candidata a master en Derecho público de la Universidad
Libre de Colombia. 2019
la expedición de la Constitución de 1991 en Colombia se pudo hablar de lo que se conoce como
los derechos económicos, sociales y culturales, (generalmente, presentados bajo sus siglas DESC)
Esto no quiere decir, por supuesto, que en la Constitución de 1886 no se evidenciaran, o aunque
sea se mencionaran estos derechos; sólo que, de acuerdo a la concepción exégeta de la norma como
un silogismo aplicable, las normas de orden fundamental con estructura de principios, eran simples
enunciados que no tenían ningún tipo de aplicación práctica. De acuerdo a lo anterior, es con la
entrada en vigencia de la Carta de 1991 que puede hablarse de los enunciados constitucionales
como derechos plenos y de absoluta aplicabilidad. Sin embargo, la entrada de esta constitución
también trajo consigo un tema que empezó a hacer carácter en el oído de la población mundial, y
que con el paso del tiempo, fue recobrando una relevancia enorme: El medio ambiente y el derecho
al medio ambiente.
Artículo 79. Derecho a gozar de un medio ambiente sano: “Todas las personas tie-
nen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la co-
munidad en las decisiones que puedan afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversi-
dad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y
fomentar la educación para el logro de estos fines”.
Lo primero por señalar en vista de lo anterior, es que ese artículo situado en el numeral 79
de la Constitución política, es el artículo apéndice de todos los derechos al medio ambiente en
Colombia y sus relacionados, y al lado de ello, abre la puerta a la posibilidad obligatoria de que,
mediante leyes de orden estutario, se garantice la obligación de su protección e integridad. (Cano,
2008). También, y en continuación del ordenamiento constitucional, el artículo 80 de la Constitu-
ción Política, hace referencia específica a las obligaciones del Estado colombiano en relación al
medio ambiente, a su protección, a su cuidado, e insinúa, de forma alegórica, la relación que exis-
tirá entre los derechos del medio ambiente y los derechos fundamentales propiamente del hombre:
Artículo 80. El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos na-
turales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitu-
ción. Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer
las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados. Así mismo, cooperará
con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas.
Se analizará en consecuencia, una sentencia emitidas por la Corte Constitucional en las que
se comprenderá mejor el fenómeno de las obligaciones del Estado en el tema ambiental, para en
un segundo lugar, estudiar la responsabilidad estatal.
Mediante una opinión consultiva, la CIDH realizó un estudio del contenido del derecho al
medio ambiente y determinó, de forma tajante y taxativa, que hay una relación innegable e irrom-
pible entre la protección y los derechos del medio ambiente y entre los derechos humanos que
pueden ser caracterizados de primera generación. En este estudio, la Corte Interamericana de De-
rechos humanos también determinó que desde luego, los Estados tienen la obligación de proteger
el medio ambiente, y que esa protección resalta sobre las obligaciones generales que puede esta-
blecer ese organismo (CIDH, CP-04, 2017):
c) Cooperar con otros Estados de buena fe para la protección contra daños ambienta-
les significativos;
d) Garantizar el acceso a la información sobre posibles afectaciones al medio am-
biente;
“¿Las medidas y los comportamientos, que por acción y/o por omisión, de uno de
los Estados parte, cuyos efectos sean susceptibles de causar un daño grave al medio am-
biente marino -el cual constituye a la vez el marco de vida y una fuente indispensable para
el sustento de la vida de los habitantes de la costa y/o islas de otro Estado parte-, son
compatibles con las obligaciones formuladas en los artículos 4.1 y 5.1, leídos en relación
con el artículo 1.1 del Pacto de San José? ¿Así como de cualquier otra disposición per-
manente?”. (CIDH, CP-04, 2017).
El 12 de mayo de 2018, y pese a los esfuerzos de ingenieros por controlar el cauce de agua,
que estaba a punto de sobrepasar la represa, se presentó un llenado no programado del embalse
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Ibídem
causando el desplazamiento sobre la represa y un inundamiento peligroso, que obligó a los habi-
tantes de los corregimientos de Oro bajo (Sabanalarga) y Barbacoas en Peque, a salir del territorio
y a buscar refugio. No obstante, y con el paso del tiempo, uno de los túneles del proyecto se inundó
y la corriente del río bajó de manera súbita, causando la muerte de miles miles de peces, y afec-
tando a cientos y cientos de habitantes del municipio de Puerto Valdivia, Antioquia. Cuatro días
después, el día 16 de mayo de 2018, se ordenó la evacuación de este municipio y de otros cinco,
debido a que el túnel no soportó el caudal de agua y comenzó un aumento desmesurado en el cauce
del río, poniendo en riesgo la vida de todos los habitantes.
Luego de estos sucesos, y siete meses después, la emergencia no fue superada, los habitantes
de los municipios no tenían certeza de sus paradero y no tenían recursos de trabajo que les permi-
tieran subsistir. El cauce bajo y alto de río, mató a millones de peces y arrasó con miles de árboles
que hacían parte de la flora del territorio. La pesca, una fuente primaria de economía, dejo de ser
una fuente de recursos y se convirtió en un basto recuerdo de antes del proyecto. La reducción en
el cauce el río tras el cierre de las compuertas fue estruendosa, aparecían animales muertos y la
fauna que vivía de ella se vio afectada de manera significativa, incluyendo a los habitantes de los
8 municipios aledaños (Dinero, 2019).
3. Se produce dicho daño ambiental cuando los derechos, bienes e intereses resultan cerce-
nados o negados absolutamente, limitados indebidamente, o cuando se condiciona su ejercicio.
Este punto, desde luego, es altamente asimilable al anterior, y lo que hace es confirmar el hecho
natural de que en realidad el daño ambiental y ecológico está direccionado (para efectos patri-
moniales) por los daños a bienes jurídicos de los hombres.
das del Estado y su conexidad con los derechos humanos y los derechos fundamentales de las
personas, desde la constitución política, pasando por la ley 23 de 1973 y los convenios y acuerdos
de orden internacional ratificados y aceptados por Colombia, sí podemos hablar de una responsa-
bilidad no sólo patrimonial, sino social del Estado en el caso de Hidroituango. Lo que se presentó
allí no sólo configura un daño grave a los ecosistemas y al medio ambiente, sino que en conexidad
con el derecho a la vida, a la salud y al trabajo digno (derechos fundamentales) hablamos también
de un daño grave a derechos humanos y a derechos fundamentales. Quiere decir lo anterior, que
según la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y la CIDH, sí se puede de hablar de respon-
sabilidad del Estado en las esferas patrimoniales, morales y sociales. Los requisitos o determina-
ciones generales de estas corporaciones, fueron expresados con claridad, y analizados uno a uno,
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Corte Constitucional Colombiana, Sala plena. (16 de marzo de 2004) Sentencia C-245.
[M.P. Clara Inés Vargas Hernández]
Díaz Cano, Marleny. (2008). Marco jurídico del derecho ambiental en Colombia. Agroterra:
The leading agrimarketplace.
El nuevo Siglo. (febrero 2019). Hidroituango: en la mira por daño ambiental. Redacción na-
cional: Bogotá D.C.
El País. (mayo 2018). Falla geológica pondría en jaque el proyecto Hidroituango: Colprensa.
Bogotá D.C.
Revista Dinero. (enero 2019). Los desafíos ambientales en Hidroituango. Tendencias: Bo-
gotá D.C.
Diario el Colombiano. (Febrero 2019) Hidroituango, bajo la lupa por impacto ambiental.
Juan Diego Ortiz Jimenez. Medellín: Colombia.