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Investigación 3 09/04/19

Atzin Mohamed Corzo Flores

Geometría molecular

La geometría molecular es la disposición tridimensional de los átomos que conforman una


molécula. Es muy importante conocer correctamente la geometría de una molécula, ya que está
relacionada directamente con la mayoría de propiedades físicas y químicas, como por ejemplo,
punto de ebullición, densidad, solubilidad, etc.

Si conocemos la estructura de Lewis de una molécula, podremos predecir su geometría utilizando


la teoría de repulsión de pares electrónicos de la capa de valencia (RPECV). Esta teoría se basa en
el hecho que los electrones tienden a repelerse entre sí (por similitud de cargas). Por tal motivo,
los orbitales que contienen a los electrones se orientan de tal forma que queden lo más alejados
entre sí.

Previamente hemos determinado su estructura de Lewis, la cual es la siguiente:

Determinemos el número de coordinación del carbono (átomo central): tiene dos átomos unidos y
ningún par libre. Por tanto, su número de coordinación es 2, debido a los dos átomos de oxígeno
unidos. Estos átomos querrán estar lo más alejado posible entre sí, y para ello, deberán oponerse
entre sí 180°.

Por tanto, dado que los tres átomos pueden ser colocados a lo largo de una línea recta, decimos
que la geometría de la molécula de CO2 es LINEAL. Observa la hibridación del carbono: es sp.

Hibridación Química: sp, sp2, sp3

La hibridación química es la “mezcla” de los orbitales atómicos, cuyo concepto fue introducido por
el químico Linus Pauling en 1931 para cubrir las imperfecciones de la Teoría del Enlace de Valencia
(TEV). ¿Cuáles imperfecciones? Estas son: las geometrías moleculares y las longitudes de enlaces
equivalentes en moléculas como el metano (CH4).
Según la TEV, en el metano los orbitales atómicos del C forman cuatro enlaces σ con cuatro
átomos de H. Los orbitales 2p, con formas de ∞ (imagen inferior) del C son perpendiculares entre
sí, por lo que los H deberían estar apartados unos de otros en un ángulo de 90º.

Adicionalmente, el orbital 2s (esférico) del C se enlaza al orbital 1s del H en un ángulo de 135º


respecto a los otros tres H. Sin embargo, experimentalmente se ha encontrado que los ángulos en
el CH4 son de 109,5º y que, además, las longitudes de los enlaces C–H son equivalentes.

Hibridación sp3

Para el caso del CH4, la hibridación del C es sp3. Desde este enfoque, la geometría molecular
queda explicada con cuatro orbitales sp3 separados a 109,5º y apuntando hacia los vértices de un
tetraedro.

En la imagen superior puede apreciarse cómo los orbitales sp3 (de color verde) establecen un
entorno electrónico tetraédrico alrededor del átomo (A, el cual es C para el CH4).

¿Por qué 109,5º y no otros ángulos, para así “trazar” una geometría distinta? La razón se debe a
que este ángulo disminuye al mínimo las repulsiones electrónicas de los cuatro átomos que se
enlazan a A.

De este modo, la molécula de CH4 puede representarse como un tetraedro (geometría molecular
tetraédrica).

Hibridación sp2

Cuando un átomo combina dos orbitales p y uno s, genera tres orbitales híbridos sp2; sin embargo,
permanece inalterado un orbital p (porque son tres), el cual se representa como una barra naranja
en la imagen superior.

Aquí, los tres orbitales sp2 están de color verde para resaltar su diferencia de la barra naranja: el
orbital p “puro”.

Un átomo con hibridación sp2 puede visualizarse como un piso plano trigonal (el triángulo
dibujado con los orbitales sp2 de color verde), con sus vértices separados por ángulos de 120º y
perpendicular a una barra.

LA TEORÍA DE ORBITALES MOLECULARES (T.O.M.).

La Teoría de Orbitales Moleculares (T.O.M.) es la segunda aproximación al estudio del


enlace covalente, y la más ampliamente empleada para explicar la estructura y la
geometría de muchos sólidos inorgánicos. El punto de partida consiste en asumir que si
los dos núcleos implicados en el enlace se ubican a la distancia de equilibrio, los
electrones se alojarán no en orbitales atómicos de cada elemento, sino en orbitales
moleculares, que son análogos a los atómicos, y que presentan características similares,
como se verá más adelante. Esta analogía es de tal grado que al igual que ocurría con los
átomos polielectrónicos, no es posible resolver la ecuación de Schrödinger de forma
exacta para la molécula, y de nuevo hay que recurrir a métodos aproximados para
conocer la forma de las funciones de onda que representen los mencionados orbitales
moleculares.
Los coeficientes ci que aparecen en la combinación lineal reflejan la contribución de cada orbital
atómico al orbital molecular: cuanto mayor sea el valor del coeficiente mayor será la participación
del orbital atómico en el molecular. Para la molécula de H2 la contribución de ambos orbitales
atómicos a los orbitales moleculares es la misma, esto es, cA = cB = 1, de forma que las
expresiones matemáticas de las funciones de onda se pueden simplificar:

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