Genio al nacer: las tragedias superadas de André-Marie Ampère
Los grandes logos del científico que nunca obtuvo ningún título académico alcanzando el máximo nivel dentro de la física, química, matemáticas y filosofía.
André-Marie Ampère nació en Poleymieux-au-Mont-d'Or (en el distrito de Lyon)
el 20 de enero de 1775 y tuvo una infancia muy similar a la de otro gran matemático francés, Blaise Pascal, ya que al igual que Pascal, no fue a la escuela sino que fue educado por su padre y desde muy temprana edad sintió inclinación por las matemáticas, aprendiendo de manera autodidacta con la lectura de los libros de la biblioteca familiar.
Infancia y primeros escarceos con la ciencia
A los cuatro años aprendió el alfabeto usando números y ya podía realizar
complejos cálculos de cabeza, pero antes de aprender a leer y escribir números, se entretenía en realizar operaciones aritméticas con piedras y frijoles. Durante una enfermedad grave, cuando su madre, le quitó este medio de cálculo, sustituyó las piedras por trozos de bizcocho que su médico le permitió después de unos días de ayuno prescrito. Esto demostraba que el cálculo era para él más importante que los alimentos, incluso cuando tenía hambre.
Las tragedias familiares y sus primeros trabajos
En 1792 comienzan las tragedias familiares para Ampère ya que muere su
hermana y al año siguiente, en 1793, su padre, Jean-Jacques Ampère, que era juez de paz y notario público desde 1791, fue arrestado y ejecutado en la guillotina al llegar los ecos de la Revolución Francesa a Lyon, quedando el joven Ampère sumido en una enorme tristeza abandonando sus estudios durante 18 meses. Pero conoció a una jovencita llamada Julie Carron y recuperó las ganas de vivir. Buscó trabajo dando clases particulares en 1796 en Lyon de matemáticas y química, se casó en 1799 y tuvo a su único hijo que le dio el nombre de su padre, Jean-Jacques Ampère en 1800. Las cosas no iban nada mal y en 1801 consiguió un puesto de profesor de física y química en Bourg-en-Bresse, y dejó a su hijo y esposa, que estaba enferma, en Lyon. Presentó su teoría matemática de juegos a la Academia de París en 1803 y su trabajo sobre cálculo de variaciones pero la desgracia volvió a la vida de Ampère ya que en julio de ese mismo año murió su esposa y volvieron los sentimientos que tuvo al morir su padre pero esta vez por no haber estado al lado de su mujer durante su enfermedad. A partir de 1804 consigue un puesto de profesor en la Universidad de Lyon y en 1805, por una recomendación de Delambre, consigue un puesto en la escuela politécnica de París para intentar alejar los recuerdos de Lyon. El 1 de agosto de 1806 se vuelve a casar con Jenny y a su boda asistieron Lagrange y Delambre. Fue una relación desastrosa, aunque de ella nació una niña, Albine, pero antes de su nacimiento el 6 de julio de 1807 la pareja ya estaba viviendo separada y ni siquiera se hablaban. Finalmente se separaron legalmente en 1808 y Ampère dio la custodia de su hija a su exmujer.
Su reconocimiento como científico entre los más grandes
El mismísimo Napoleón lo promocionó al cargo de inspector general del nuevo
sistema universitario francés en 1808 y en 1809 fue nombrado también profesor de matemáticas en la Escuela Politécnica y es aquí donde se dedica a la investigación sin cesar siendo elegido en noviembre de 1814 miembro del Instituto Nacional de Ciencias derrotando al propio Cauchy en las votaciones
Desde 1820 André-Marie Ampère se interesó por el estudio de la teoría de la
electricidad y el magnetismo basándose en las investigaciones del danés Hans Christian Ørsted y demostró que el paso de la corriente eléctrica a través de un cable conductor era capaz de producir un campo magnético a su alrededor, formulando, en 1825, los fundamentos teóricos del electromagnetismo, conocido como “Ley de Ampere”.
En 1826 fue nombrado catedrático en la Université de France, cargo que
desempeñó hasta su muerte. En 1827 fue nombrado miembro de la Royal Society of London y en 1828 elegido miembro de la Real Academia Sueca de las Ciencias.
Tocando todas las áreas científicas
Fue el primer científico en llamar a la “corriente eléctrica” por ese nombre y en
medir la intensidad de su flujo utilizando un instrumento que él mismo construyó y que más tarde tomó el nombre de “galvanómetro”. André-Marie Ampère sentó así las bases de la electrodinámica y demostró la relación entre la electricidad y el magnetismo que tanto ayudó en el desarrollo de múltiples inventos posteriores. Además fue el que propuso el nombre de flúor a un nuevo compuesto que obtuvo, similar al cloro. También realizó una clasificación de los elementos en 1816, inventó el término “cibernética” y realizó varios trabajos sobre la teoría ondulatoria de la luz en sintonía con los de Fresnel que acabó siendo muy buen amigo de Ampère hasta el punto que vivió en su casa desde 1822 hasta su muerte en 1827.
Los últimos años y su muerte
Toda su vida estuvo jalonada de grandes éxitos profesionales pero a nivel
personal fue muy desgraciado y sufrió mucho con la muerte de sus seres queridos y su desastroso segundo matrimonio. Además cuando su hija Albine creció se casó en 1827 con un lugarteniente de Napoleón que era alcohólico y el matrimonio comenzó a tener graves problemas con lo que Albine se fue a vivir con su padre en 1830, pero algunos días más tarde Ampère permitió que su yerno se instalara en su casa también lo que ocasionó graves disputas incluso con intervención policial, lo que siguió causando gran tristeza a André- Marie. Hasta su muerte en Marsella el 10 de junio de 1836 siendo enterrado en el cementerio de Montmatre de París. Hay una leyenda que dice que en su lápida dice: “Tandem felix (por fin feliz)”, pero no es cierto. Está enterrado junto con su hijo y la lápida resume las vidas de ambos.
Entre otros reconocimientos después de su muerte está el de Gustave Eiffel
que en su Torre Eiffel en 1889, incluyó el nombre de André-Marie Ampère en una de las placas que hay alrededor de la primera sección de la estructura de su base, junto a otros 72 científicos prominentes y el físico James Clerk Maxwell dijo de él que era “el Newton de la electricidad”