PATRIMONIO Y
TECNOLOGÍA
La e-realidad
del patrimonio
GIRO COPERNICANO EN LA RELACIÓN ENTRE EL OBSERVADOR Y LA OBRA
DE ARTE. COMPLEMENTO DE LA VISITA FÍSICA AL MUSEO, FUENTE DE
CONSULTA PARA ENTENDIDOS Y LEGOS, HERRAMIENTA PEDAGÓGICA,
PUENTE QUE ACORTA DISTANCIAS. LA VIRTUALIZACIÓN DEL PATRIMONIO
CULTURAL ES UN CAMINO QUE RECIÉN SE EMPIEZA A TRANSITAR.
Educar y deleitar al público. Investigar, adquirir,
conservar y difundir el patrimonio. Muchos son los
perfiles que adoptan los museos del siglo XXI. Hoy
por hoy, uno de los desafíos al que se enfrentan las
instituciones dedicadas a albergar y exhibir bienes
reside en aprovechar las posibilidades que ofrecen
las Tecnologías de la Información y la Comunica-
ción (TIC), para agilizar los mecanismos del trabajo
cotidiano y, de cara a sus visitantes, enriquecer las
propuestas.
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Posibilidades de este universo: desde armar un regis-
tro exhaustivo de los bienes culturales de un país a
través de plataformas creadas con ese fin, hasta cons-
truir un espacio virtual que muestre arte e invite al
público a sumergirse en una experiencia que simula
lo real de manera innovadora.
PRESERVAR Y DIFUNDIR,
IDA Y VUELTA
En la era tecnológica, y con distintas metas y suerte,
conservadores, museólogos, investigadores y otros
profesionales del área se las ingenian para integrar la
Web y las TIC a sus tareas habituales.
Hiperconectividad mediante, cuando de preservar el
patrimonio se trata, quienes trabajan en los museos
encuentran en Internet un canal privilegiado para co-
municarse con sus pares. “Si no sabés cómo interve-
nir una pieza, por ejemplo, podés entrar en contacto
con los departamentos de Conservación de institu-
ciones de todo el mundo”, relata María José Herrera,
historiadora del Arte y jefa de Investigación del
Museo Nacional de Bellas Artes.
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¿Cuánto más puede aportar Internet? Para el curador
y crítico Rodrigo Alonso, experto en arte y tecnología,
“su principal contribución es difundir el patrimonio y
la importancia de preservarlo”. En la misma línea, He-
rrera acota: “Internet permite que la información sea
pública, que todos sepamos lo que hay, y que se
pueda defender y proteger”.
De todas formas, en la Web todavía no abundan los
museos que informan lo que poseen. “Al visitar las
páginas, se comprueba que son pocas las institucio-
nes que incluyen un detalle de su colección”, advierte
Alonso.
CON DIRECCIÓN
EN INTERNET
Signo de los tiempos, sí es más popular entre los
museos reales contar con una prolongación en la
Web. Para Verónica Weber, especialista en Educa-
ción, las formas de hacerlo son varias: un simple fo-
lleto informativo, una muestra temporaria, un
menú de actividades previas o posteriores a la visita,
la oferta de juegos, videos, imágenes o recorridos
en 3D.
Los museos, entonces, abren sus puertas para acercar
al espectador distintas propuestas de mediación, con
una premisa: la búsqueda de nuevas formas de inter-
acción. “Las concepciones museológicas más nove-
dosas otorgan al visitante un lugar preponderante”,
contextualiza Weber, coordinadora académica de la
Especialización en Constructivismo y Educación de
FLACSO Argentina. Pero esto es mucho más que in-
corporar una computadora con un juego o tocar bo-
tones. La clave –revela– es “interpelar al visitante, co-
nectar con sus interpretaciones y construir a partir de
ellas”.
MUSEOS SIN PAREDES
Hacia mediados del siglo XX –y tiempo antes del sur-
gimiento de la “red de redes”– la idea de un museo
virtual ya se dejaba oír. “La noción de que cada uno
podría construir su propio Museo Imaginario a partir
de imágenes fotográficas aparece en una obra clásica
del escritor y político francés André Malraux”, cita
Weber.
Mirar un cuadro sin moverse de la computadora.
Caminar por la sala del segundo piso; tocar –casi–
una escultura. La vida de los museos en Internet se
construye a través de recorridos en 3D y edificios
virtuales.
¿Real versus virtual? “El concepto de ‘museo virtual’
es equívoco”, define Alonso y explica: “Existen espa-
cios virtuales de museos reales, y esos espacios están
compuestos por información, no por objetos”. Dis-
tinguiendo “estar” de “navegar”, agrega: “Visitar la
página Web de un museo no se puede igualar a visi-
tarlo personalmente. Es una experiencia centrada en
la información más que en la apreciación de objetos”.
Pero lo que abunda no daña. “Los museos virtuales
complementan los reales, los enriquecen. No superan
una visita presencial, sino que la potencian”, apunta
Weber. “El museo virtual ofrece acercamientos al pú-
blico que el real no puede tener. Ejemplo: el sitio del
Museo del Prado muestra obras en las que el visitante

puede hacer un zoom in muy potente. Se revelan de-
talles no detectables por el ojo humano en las visitas
reales, aunque esta no es la forma real de ver el arte”,
piensa Herrera.
URUGUAY VIRTUAL
Una de las experiencias con sede en la red más desta-
cadas se gestó en Uruguay, impulsada por la historia-
dora del Arte Alicia Haber. El Museo Virtual de Artes
El País (MUVA) nació en 1996 y, desde entonces, se
desarrollaron dos sitios, MUVA I y II, que, como un ho-
menaje al arte de ese país, ofrecen nuevas oportunida-
des para exhibir colecciones que están en manos
privadas, en galerías y en los talleres de los artistas.
“Los museos ya no tienen que ser solamente edificios
reales con paredes, ser sólo sedes donde se conservan
y exhiben acervos. Los museos-Web –hoy, una reali-
dad– cumplen otro papel. Son un lugar útil para la
investigación y la diseminación del conocimiento”,
sostiene la ideóloga del proyecto.
El MUVA está equipado con todo tipo de recursos mul-
timedia para estimular la exploración individual: videos,
narración oral, textos explicativos, y hasta música en las
salas y sonido ambiente, con el fin último de recrear la
experiencia de estar en el edificio de un museo. A su
ritmo y desde cualquier punto del planeta, quien nave-
gue el espacio puede interactuar con las obras y crear
su colección de arte virtual, trastocando, de esta ma-
nera, los guiones clásicos y lineales.
“Divulgar las creaciones de un pequeño país de Amé-
rica Latina con un rico patrimonio artístico implica di-
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versificar los contenidos culturales de Internet y ampliar
el acceso del público al patrimonio”, analiza Haber.
Internet puede superar muchas frustraciones, entre
ellas, económicas. Según Haber, “aunque todos
deseamos que existan museos nuevos en el país,
este museo, por ahora, no es más que un sueño”,
concluye.
LA INTERACTIVIDAD, MÁS ALLÁ DE
COMPUTADORAS Y BOTONES
“A la gente, los objetos le parecen inspiradores. Si no,
¿por qué vamos a un museo?”. Quien pregunta es Ma-
riana Salgado, diseñadora industrial y especialista en
interacción. Parte de su tarea es desarrollar propuestas
que incorporen tecnología destinadas a museos, con la
idea de profundizar los espacios de acción de los visi-
tantes y asegurar la accesibilidad. Guías de audio par-
ticipativas, mapas interactivos de las exposiciones, con
textos, música y poesía, son algunos de sus desarrollos
para tres museos de Finlandia.
“Cuando estás en un museo, te das cuenta de que
los visitantes tienen mucha capacidad de hacer una
síntesis, un buen comentario, para dejar una huella
que vale la pena escuchar”, cuenta Salgado, quien se
propuso trabajar con las opiniones de quienes reco-
rrían las muestras.
Las tecnologías abren el diálogo con el público. Para
Salgado, “hacer un museo más democrático y de
todos no tiene que ver únicamente con abaratar el
precio de la entrada. Cada museo tiene que decidir
cómo quiere acercarse al público”.
MUSEOS,
EN INTERNET
MUSEO THYSSEN BORNEMISZA. ESPAÑA
Visitas virtuales de las exposiciones
de Jan van Eyck, Matisse, Miró y
otros destacados artistas.
www.museothyssen.org/thyssen/
exposiciones_visitas_virtuales
MUSEO NACIONAL DEL PRADO. ESPAÑA
Más de 3000 obras de la colección
del Prado.
www.museodelprado.es/
coleccion/galeria-on-line/
MUSEO DEL LOUVRE. FRANCIA
“Otra forma de visitar el Louvre”: salas
de arte egipcio, griego y romano;
colección de pinturas y esculturas.
www.louvre.fr/llv/musee/
visite_virtuelle.jsp?bmLocale=en
MUSEO DE ARTE MODERNO (MOMA).
ESTADOS UNIDOS
Unos 5952 artistas y 31145 obras, en
línea, en “Explore The Collection”.
www.moma.org/explore
MUSEO VIRTUAL DE ARTES EL PAÍS
(MUVA). URUGUAY
En el centro de Montevideo, una obra
arquitectónica virtual, para recorrer y
disfrutar del arte uruguayo.
muva.elpais.com.uy/
EL PRIMER RECORRIDO
VIRTUAL DE LA SECRETARÍA
DE CULTURA DE LA NACIÓN
WWW.MHNVIRTUAL.GOV.AR
El pianoforte de Mariquita Sánchez de
Thompson; la mirada del pintor chileno Pedro
Subercaseaux sobre el Cabildo Abierto de
Buenos Aires; daguerrotipos del siglo XIX en
los que desfilan rostros de época; José de San
Martín, retratado por José Gil de Castro.
Estas son algunas de las piezas que integran
la colección del Museo Histórico Nacional
que, desde abril, puede recorrerse virtual-
mente, con vistas panorámicas –o 360º–, en
el sitio mhnvirtual.cultura.gov.ar. El nave-
gante encuentra aquí las piezas exactamente
en el lugar físico que ocupan en el museo, y
hasta pueden leerse los nomencladores con in-
formación de las obras.
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