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Las demandas de 'traer de vuelta al estado' vinieron de científicos sociales que

afirmaron que el
Los enfoques dominantes de la posguerra sobre el estado estaban demasiado
"centrados en la sociedad". Estos enfoques
supuestamente trató de explicar la forma, las funciones y el impacto del estado en
términos de factores arraigados
en la organización, necesidades o intereses de la sociedad. Así, el marxismo fue
acusado de economía
reduccionismo por su énfasis en las relaciones base-superestructura y la lucha de
clases;
El pluralismo fue acusado de limitar su cuenta de la competencia por el poder
estatal para interesar
grupos y movimientos arraigados en la sociedad civil e ignorando así el papel
distintivo y
intereses de los gerentes estatales; y el funcionalismo estructural fue criticado por
suponer que el
el desarrollo y las operaciones posteriores del estado o sistema político fueron
determinadas por
Los requisitos funcionales de la sociedad en su conjunto. Según los teóricos
"centrados en el estado" tales
Los acercamientos ponen el carro delante del caballo. Ellos mismos
argumentaron que las actividades estatales y
impacto se explican fácilmente en términos de sus propias propiedades distintivas
como un administrativo o
órgano represivo y / o las propiedades igualmente distintivas del sistema político
más amplio
que abarca el estado Los factores sociales, cuando en realidad no se consideran
totalmente irrelevantes, eran
ciertamente secundario; y su impacto en los asuntos estatales siempre se filtró a
través de la política
sistema y el estado mismo.

En 1985, un influyente libro de Theda Skocpol y otros anunciaba la vuelta de los estudios sobre el
Estado (Bringing the State Back In); ello ocurrió, en la Ciencia Política de los Estados Unidos, con el
desarrollo de la escuela del nuevo institucionalismo y otras corrientes afines.

1 En el estudio introductorio de Skocpol (1985), la autora citaba varios trabajos para ilustrar lo que
consideraba una nueva ola de investigaciones sobre el Estado y, refiriéndose a América Latina,
citaba los libros de Alfred Stepan (1978) sobre los gobiernos militares en Brasil y Perú, y de Ellen
Trimberger (1977) sobre las Fuerzas Armadas y los Estados en Japón, Turquía, Egipto y Perú. De lo
que se trataba era de considerar al Estado como variable independiente para explicar fenómenos
políticos, rescatar la autonomía y lo que hoy llamaríamos “capacidad de agencia” del campo del
Tercer Problema: El Estado aparecía como un campo de desarrollo potencial de intereses
burocráticos, que interactuaban con políticos y grupos de presión, que representaban intereses
electorales y particularistas, respectivamente; los ciudadanos comunes quedaban sin capacidad de
expresarse de manera organizada.

Estado y las instituciones, y no verlos como mera manifestación de factores sociales, como ha sido
usanza desde tradiciones estructuralistas. El caso peruano en la década de los años setenta
aparecía, especialmente, como objeto de atención para Stepan y Trimberger porque los militares
peruanos actuaban “contradiciendo” sus papeles tradicionales de guardianes del statu quo,
iniciando una “revolución desde arriba”: el Estado no como reflejo, sino como actor con iniciativa
propia. Entender ese cambio implicaba estudiar las características del Estado y del ejército en el
Perú. Vale decir, implicaba estudiar los cambios organizativos y la cultura institucional de dichas
entidades; estas variables daban cuenta del carácter inesperadamente reformista del gobierno del
Gral. Velasco y eran mucho más pertinentes que otras variables tradicionales, como las
condiciones sociales o la estructura de clases, como solía hacerse en las ciencias sociales de la
época.

Los autores parten de una definición de la democracia centrada en las reglas de juego que definen
las interacciones entre los actores políticos, pero van más allá y analizan las diferentes “arenas”
que sostienen a la democracia como régimen. Las cinco arenas que los autores mencionan son la
sociedad civil, la sociedad política, el Estado de Derecho, el aparato del Estado y la sociedad
económica. Para que pueda hablarse de un régimen democrático consolidado, se requiere una
sociedad civil con plena libertad de expresión y asociación; una sociedad política con una
competencia electoral libre e inclusiva; un Estado de Derecho que respete las normas
constitucionales; un aparato del Estado capaz de hacer valer las normas burocráticas, fundadas en
la racionalidad y la legalidad; y una sociedad económica en la que los mecanismos de mercado
funcionen en el marco de las instituciones.

Estado y gobierno

Partiendo de lo general a lo particular, el Estado es definido comúnmente como el


concepto político donde se reúnen el territorio, la población y el poder. El Estado
es la máxima forma de organización jurídica de los individuos que integran una
sociedad.

El Estado tiene una dimensión política que se ocupa de los derechos


constitucionales y los principios que lo rigen; y una dimensión orgánica encargada
de la conformación y atribuciones de los organismos que lo componen.

El Estado peruano está compuesto por el Poder Legislativo o Congreso de la


República; el Poder Ejecutivo o Gobierno Nacional; el Poder Judicial; los
organismos constitucionales autónomos; los gobiernos regionales y los gobiernos
locales o municipalidades provinciales, distritales y de poblados. Como vemos,
el gobierno forma parte de un todo que es el Estado.

El gobierno, por su parte, es el centro desde el cual se constituye el poder político,


lleva a cabo las decisiones que toma el poder Estatal y puede ser nacional, regional
o local.

En resumen: El Estado es la organización política de la sociedad, mientras que el


gobierno tiene como objetivo lograr el cumplimiento de los fines del Estado.

Las formas del Estado tienen en consideración la distribución espacial del poder, es
decir toman en cuenta el territorio; mientras que las formas de gobierno tienen que
ver con la distribución funcional del poder, es decir, el gobierno crea determinados
organismos a los que se les atribuyen funciones

Por su parte, el Estado es un ente político capaz de crear Derecho, tiene facultad
para establecer las normas en la sociedad y garantizar su cumplimiento, el
gobierno no tiene esta potestad sólo se encarga de administrar dichas normas.

Aprendí que las instituciones configuraron la


creación y las funciones de las unidades en el
mercado y las relaciones entre ellas. Pero a
diferencia de las instituciones del institucionalismo
moderno, las personas dirigían estas instituciones
organizando actividades en su nombre. Las
instituciones fueron, en primera instancia, creadas
por personas decididas en legislaturas y sindicatos
internacionales, y en panfletos de ideólogos de
negocios en el norte de Inglaterra. El
institucionalismo moderno, para crear una
caricatura, es durkheimiano en el sentido de que las
representaciones colectivas se fabrican a sí mismas
mediante procesos opacos, se implementan por
difusión, son externas y limitantes sin que las
personas externas hagan la creación o la restricción.

Este punto es crucial para nuestras diferencias


con el nuevo institucionalismo. Queremos
predecir cuándo la institución exigirá más
formalidad, no cuándo la organización
adoptará con más entusiasmo los estándares
de la institución, como lo hace (1977).
Precisamente porque el comportamiento de las
autoridades institucionales al hacer cumplir las
normas varía, es importante notar que las
instituciones cuentan con personal, en lugar de
ser simplemente representaciones colectivas.
Una de las primeras impugnaciones sistemática frente al progresivo desuso del concepto de
estado al iniciarse la década de los setenta proviene de J. P. Nettl para quien existen cuatro
perspectivas para definirlo: Se trata de una colectividad que tiene una serie de funciones y
estructuras orientadas a generalizar su aplicabilidad. Se trata de una entidad articulada a
relaciones internacionales. Se trata de un ente autónomo que representa un sector diferenciado
de la sociedad. Y, finalmente, se trata de un fenómeno sociocultural del cual cada uno de sus
miembros tiene cognición y percepción. Para Nettl su estudio se puede hacer por medios
comparados y mediante análisis funcional; y busca establecer mediante medios empíricos su
presencia o ausencia como una variable en diferentes ámbitos y dimensiones de la sociedad; dado
lo anterior el estado se definiría en función de las medidas que decidiría emplear

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