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Reseñas/CeLeHis

Año 2, número 5, diciembre-marzo 2015/2016


ISSN 2362-5031

Carlos Gamerro
Facundo o Martín Fierro. Los libros que inventaron la
Argentina
Buenos Aires
Sudamericana
2015
523 páginas

Mariana C. Zinni1

Un canon nacional, la responsabilidad imaginativa y un lector “de otro palo”

Partiendo de una doble premisa que circulación masiva, así como también una
comienza con una pregunta: “¿son tan amplia distribución a nivel nacional e
importantes los libros que crean nuestra internacional.
realidad?”, a la que agrega la noción Este extenso libro se enmarca,
wildeana de que no es el arte quien copia precisamente, en esta dicotomía que
la realidad sino a la inversa, Carlos intentará desenredar, cual hilo rojo, a lo
Gamerro se propone en este volumen largo de todo su estudio, aunque deje de
revisar el canon de la literatura argentina. funcionarle en determinados capítulos y se
O al menos, los libros que considera vea compelido a reemplazarla por la
importantes para la construcción de una figura, más contemporánea, del
identidad nacional, revisitando la vieja peronismo. Este último se plantea no sólo
dicotomía borgeana Facundo o Martín como fuerza política omnipresente en la
Fierro, que marcara la tradición crítica historia argentina de los últimos tiempos y
argentina desde su enunciado. El texto su quehacer literario, sino también como
tuvo una buena recepción y divulgación en forma de vida, como manera de estar en el
suplementos culturales de periódicos de mundo. En este sentido, el peronismo se
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Doctora en Letras por la Universidad de en Queens College, City University of New York.
Pittsburgh; profesora titular de literatura colonial Mail de contacto: mariana.zinni@qc.cuny.edu.
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Un canon nacional, la responsabilidad imaginativa y un lector “de otro palo”

lee anacrónicamente, desde Roberto Arlt a del tema del eclipse como figura
la literatura del último decenio, pasando recurrente en textos sobre la conquista
por Marechal, Cortázar, Bioy Casares, americana no debería ser Tintín, el
Walsh, Lamborghini, etc., y aparece personaje animado, sino Monterroso, el
fuertemente anclado en el análisis que el autor guatemalteco. Siguiendo con esta
autor hace de la obra de Borges, verdadero misma tesitura, las referencias a la cultura
hilo de Ariadna de estas páginas. popular contemporánea (en especial, la
El libro se concibe como un cinematográfica) son demasiado
entramado donde hay un par de líneas frecuentes y poco relevantes. En el
señeras: Borges, Sarmiento, Hernández – capítulo “Ricardo Güiraldes: Don Segundo
en particular el primero, quien parece Sombra” leemos: “Moreira es el héroe
tender sus tentáculos sobre todos los todopoderoso y todohabilidoso:
aspectos presentados en este estudio– y Superman, Iron Man, El Zorro; Don
Piglia. Es decir, su clave de lectura nunca Segundo, el maestro Zen que nunca pierde
cae demasiado lejos de lecturas canónicas. el dominio sobre sí mismo y de sus
De hecho, Gamerro abreva bastante en circunstancias: Kwai-Chang Caine, el
Respiración artificial. Al mismo tiempo, maestro Yoda” (228).
el autor recurre a dos métodos de lectura a Otro ejemplo a tener en cuenta
lo largo de su trabajo: por un lado, un respecto de esta sorprendente ignorancia
minucioso close reading de algunos de la historia literaria viniendo de un autor
textos, y por el otro, hace uso las bases consagrado como Gamerro y estudioso del
conceptuales de la práctica de la literatura tema (es licenciado en Letras) lo
comparada. encontramos en el apartado “Facundo en
Facundo o Martín Fierro plantea y América” (44) del primer capítulo, donde
se enmarca inmediatamente en en dos párrafos, bordeando la soberbia y el
determinadas tradiciones de la crítica rastacuerismo, resuelve la cuestión de la
literaria vernácula: cierta falta de recepción del Facundo en el contexto
rigurosidad bibliográfica. Así, las latinoamericano contemporáneo al texto
referencias son erráticas, cita poco y no citando solamente a Alejo Carpentier. Esta
siempre anota las referencias citadas o no misma soberbia se desperdiga a lo largo de
hay bibliografía explicitada. Muchas veces todo el estudio, en particular, en el capítulo
las referencias parecen ser, o son, de sobre literatura de dictadura escrita por
segunda mano y no termina de citar extranjeros, “Imaginando la dictadura”, en
adecuadamente los textos primarios, el cual hace alarde de un chauvinismo y un
convirtiendo el ejercicio de la crítica esencialismo poco serio para calificar
literaria en un ensayo de autor y enfadando novelas escritas por autores no argentinos
frecuentemente al lector acostumbrado a sobre temas sensibles a la identidad
una escritura más formal. nacional:
Al mismo tiempo, advertimos
cierto desconocimiento de la historia Solo un argentino puede entender a otro
literaria, en particular, la latinoamericana, argentino, y a los argentinos en su
notoria a la hora de relacionar textos conjunto, que hay una lógica
argentinos con un contexto más amplio. propiamente argentina a la cual solo
Por ejemplo, basta con ver el capítulo “La quien ha vivido desde siempre en este
país, el nacido y criado en él, tiene
orgía indígena de Echeverría a Saer”, acceso… ¿Cuándo autores extranjeros
donde el correlato más inmediato y obvio
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se le atreven, en una lengua extranjera, larvas lamentables, unos fieritas


a algo tan propio y tan nuestro –la inofensivos que al empedarse se ponen
gauchesca palidece en comparación– babosos y pesados” (118); “en lo que
como la última dictadura y los gorilismo respecta, Bioy al lado de Borges
desaparecidos (no inventamos la era un monito tití” (296); “comprar en el
palabra acaso, que se dice así, en inglés,
chino” (505)), o son decidida e
desaparecidos)? (461-462).
innecesariamente vulgares. Así, leemos
La soberbia escrituraria también frases como por ejemplo:
aparece en la frecuente utilización de
Sarmiento escribe como quien se abre la
frases rimbombantes como “Aguirre, la bragueta para probar que la tiene más
mejor película jamás realizada sobre la grande; Arlt es igualmente impúdico,
conquista española en América” (124). pero lo que quiero es mostrar que la
En suma, por momentos parece tiene más chica (45).
hacer justicia a esta tradición de la crítica A raíz de la discusión, el padre muele a
que lee sin prestar demasiada atención a golpes a la madre, luego se la coge
los contextos históricos, las relaciones como nunca antes (porque lo hace con
intertextuales, la particularidad de la más pasión que nunca, y también
producción de los textos, operando a través porque se la coge por el culo) (377).
de un ejercicio de close reading que le
permite comparar peras con manzanas, Esto nos lleva a preguntarnos
Facundo con The Great Gatsby, Moreira inmediatamente por el tipo de lector
con el maestro Yoda, el expresidente propuesto por el libro, delineado en un
argentino Carlos Menem con un programa doble movimiento que va desde un lector
de televisión de los años ‘60 (“Titanes en familiarizado con un corpus literario
el Ring”); por lo tanto, toda relación complejo –como el expuesto en estas
cultural que se le ocurra parece ser válida páginas, con determinadas referencias
en su aparato crítico. No hay en el texto académicas– y deseoso de comprar este
una idea de historia literaria o de sistema libro que no es, precisamente, un libro de
literario continental, necesaria e divulgación orientado hacia el “gran
insoslayable por el tipo de estudio que público” no sólo por su temática, sino
propone, aunque pueda aducirse que esto también por su extensión y costo, hasta un
que aparece como “falla” pueda ser una de lector más amplio y no entrenado en la
las virtudes propias de la forma literaria lectura crítica. A este respecto, no quiero
propuesta por el género ensayo. dejar de lado el hecho de que en la
Siguiendo por este camino, presentación del libro que se lleva a cabo
conviene detenerse en las innumerables en el Malba (Museo de Arte
referencias a la cultura popular, al cine y la Latinoamericano de Buenos Aires) a cargo
TV, presentes especialmente en los títulos del periodista Gerardo Rozín y la
y subtítulos de los diferentes capítulos, académica Soledad Quereilhac, ésta última
frases que fuera de un contexto argentino menciona que “es muy nuevo el uso que
de principios del siglo XXI carecen de Carlos hace del lenguaje de la crítica y de
sentido, en particular las referencias la crítica en sí misma. Uno de los grandes
políticas contemporáneas no explicitadas méritos del libro es que cumple con algo
que continuamente se dejan leer en su que no todos los libros de crítica cumplen:
prosa (“no son temibles salvajes sino unos es muy legible para un lector que no sea

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del palo de letras, un lector que quiera Formalmente, se nota una


profundizar un poco más en los ejes de confección no uniforme en el libro, es
lectura con los que uno puede completar decir, no fue pensado como libro, sino que
un texto”.2 Por consiguiente, prefiguraría es una colección de ensayos escritos en
también un lector no académico a partir de distintos períodos, evidentemente con
un uso del lenguaje ramplón no distintos destinatarios, algunos con citas y
necesariamente provocativo. notas al pie; otros, orientados hacia un
En mi opinión, nos encontramos público más ligado a la difusión de temas
ante un tono escriturario que vacila entre y autores que a cuestiones académicas. Por
cierta precisión académica y momentos, los capítulos parecen ser más
generalizaciones personales (ver las un racconto de temas, un paseo por lugares
anécdotas personales con que da inicio al comunes bastante superficial y de dudosa
capítulo “El puto en la literatura originalidad, ya que, como mencioné
argentina”), arbitrarias, pedestres y anteriormente, el libro debe mucho a
vulgares, quizás con la intención de buscar Piglia. Da cuenta de una infinidad de
cercanía con el lector, un grado de temas, como si tuviera la necesidad de
complicidad que no logra, o intentar un agotarlos, y cada estudio se convierte en
coloquialismo que lo aleja del lenguaje de un punteo o mapa de lecturas que señala un
la crítica literaria y que tampoco lo acerca camino que no necesariamente resulta
al del ensayo. Por otro lado –y aquí estriba, agotado. Sin embargo, considero muy
a mi entender, uno de los problemas del positivo este hilo conductor del texto al
libro–, el objeto de estudio, por momentos, dejar abiertos espacios significantes para
contamina y permea el discurso de la que el lector reponga el referente ausente o
crítica, obligando a una mimesis lo utilice como punto de partida para sus
escrituraria que no va a ningún lado ni propias lecturas.
aporta nada. Esto es: el lenguaje se hace A pesar de los problemas
demasiado grosero en los capítulos destacados, Facundo o Martín Fierro es
dedicados a textos con alto contenido un libro interesante que nos invita a pensar
sexual, como el mencionado aquí arriba, o a partir de la literatura producida desde la
tiende a una sintaxis que exacerba, segunda mitad del siglo XIX no sólo el
oraciones extremadamente largas y país, como marcaría el ejercicio crítico
plagadas de subordinadas cuando escribe más lato, sino a nosotros mismos en tanto
sobre Juan José Saer, llegando a la que productores de estos discursos,
apoteosis de una oración de veintidós ejercicio que para Gamerro sería el
líneas, particularidad sintáctica sólo objetivo deseado de su estudio. El
presente en este capítulo. En otras recorrido textual –siempre desde la óptica
palabras, muchas veces Gamerro utiliza un de la literatura comparada– planteado por
vocabulario y una sintaxis que puede verse el libro, los discursos que revisita llegando
identificado con los autores tratados, como hasta la producción escrituraria y fílmica
los mencionados, el caso de Fogwill o con de la última década, nos permiten
la temática propuesta. componer un mapa de la literatura

2
Citado por la Agencia TELAM de Noticias la-capacidad-de-la-literatura-para-producir-
respecto de la presentación del libro en el evento sentido-y-transformar-la-realidad.html (consultado
referido. Disponible en: el 16/07/2015).
http://www.telam.com.ar/notas/201507/113043-
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Mariana C. Zinni

argentina guiados por la previsión acabo de inventar– de la


borgeana de Facundo o Martín Fierro, en responsabilidad imaginativa” (472).
el cual la “o” adversativa da paso a una “y”
copulativa mucho más provechosa. Y es precisamente éste el
El estudio gana en densidad e movimiento que realiza Facundo o Martín
interés en los últimos capítulos, Fierro: inscribirse en un imaginario
particularmente, los dedicados a textos político particular como lo es el del
producidos en la post-dictadura. Gamerro análisis literario, llevarlo más allá y
es un fino lector de autores y cineastas promover una relectura productiva del
contemporáneos como Martín Kohan, canon y la tradición literaria, lectura
Diego Lerman, Albertina Carri, Félix siempre saludable y bienvenida en el
Bruzzone, Julián López o Mariana Eva contexto de la crítica literaria argentina,
Pérez, demostrando que tiene oficio crítico incluyendo la posibilidad de un lector “que
suficiente como para tomar distancia y no sea del palo” e interpelado por un
escribir, separándose del particularísimo y lenguaje otro.
más que contemporáneo momento
histórico en que fueron creados para
producir un discurso crítico interesante y
provocador. Asimismo, siguiendo en este
tenor, me gustaría destacar el excelente
análisis que hace de la obra de Osvaldo
Lamborghini, donde sí recupera y
actualiza la dicotomía inicial de
civilización y barbarie en un texto que se
resiste (La causa justa), aunque retome
ideas presentadas en el capítulo previo.
Finalmente, no quiero terminar
estas páginas sin hacer mención a lo que
Gamerro denomina “imperativo de
responsabilidad imaginaria”. Introduce
este concepto, un poco tarde, quizás, para
justificar la premisa de Oscar Wilde con
que comienza su libro: la vida copia del
arte, y resulta un excelente cierre a su
recorrido textual:

La literatura –dice Gamerro– corrige la


realidad y la mejora, y esto es lo mínimo
que podemos pedirle a la ficción política
imaginativa: que entre en el núcleo del
imaginario político, sea de su
racionalidad o de su locura –que a veces
resultan indistinguibles–, y lo
prolongue, y vaya aún más lejos, pero
en el mismo sentido; en esto, quizás,
radica la esencia del imperativo –que

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