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El Estado tiene como fin último, el “bien común”, que es definido como la común felicidad
temporal, la perfecta suficiencia de vida, el buen vivir humano o la armónica plenitud de los
bienes humanos, para alcanzar este fin último lleva a cabo la función pública.
Funcionario público.
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público como el ciudadano en ejercicio que presta servicios en entidades de la administración
pública con nombramiento o contrato de autoridad competente, suscrita con las formalidades
de ley en jornada legal y sujeto a retribución remunerativa permanente en periodos regulares.
La Ley Marco del Empleo Público, Ley N° 28175, utiliza la expresión empleado público
para distinguir al funcionario público, empleado de confianza y al servidor público, define al
funcionario público como el que desarrolla funciones de preeminencia política, reconocida
por normas expresas, que representan al Estado o a un sector de la población, desarrolla
políticas de Estado y/o dirigen organismos o unidades públicas.
La Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la CGR, Ley N° 27785, define
como servidor o funcionario público a todo aquel que independiente del régimen laboral en
el que se encuentre, mantiene vínculo laboral, contractual o relación de cualquier naturaleza
con algunas de las entidades y que en virtud de ello ejerce funciones con tales entidades.
El Código de Ética de la Función Pública, Ley N° 27815, considera como empleado
público a todo funcionario o servidor de las entidades de la administración pública en
cualquiera de los niveles jerárquicos sea este nombrado, contratado, designado, de
confianza o electo que desempeñe actividades o funciones en nombre del servicio del
Estado, no importando el régimen jurídico de la entidad en la que preste sus servicios ni el
régimen laboral o de contratación al que se encuentren sujetos-
El Dr. Fidel Rojas Vargas, sostiene que respecto a las denominaciones que merece la
persona que presta servicios al Estado, existe una arbitrariedad en el uso lingüístico y en la
connotación semántica de las palabras que aún no ha sido superada en el contexto
legislativo, lo que explica el desorden y la miscelánea de terminología existente a nivel de
sistemas jurídicos.
No obstante, este problema de precisión que crea dificultades de interpretación,
tenemos adecuadamente precisado en el citado artículo 39° de la Constitución, que el deber
del funcionario público es estar al servicio de la nación, esto supone un compromiso de
lealtad con los valores y principios sobre los que se asienta el Estado peruano, definido como
Estado Constitucional y Democrático de Derecho (Artículo 3° y 43° de la Constitución).
El artículo 40° de nuestra Constitución reconoce a la carrera administrativa como un
bien jurídico de naturaleza Constitucional, el cual debe ser garantizado por ley, la misma que
debe regular el ingreso, los derechos, deberes y responsabilidades de los servidores.
El citado mandato se sustenta en un intento por preservar al cuerpo de servidores de
la injerencia absoluta del grupo de funcionarios de confianza, en su regulación, por lo que se
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reserva para el cuerpo deliberante representativo de la comunidad la regulación de los
aspectos medulares del servicio civil. Por tanto, el desarrollo de esta institución y del estatuto
de los servidores públicos solo puede aprobarse por normas con rango formal de ley, y no
por otras normas subalternas.
De lo desarrollado nacen obligaciones de ambos lados, la primera, referida a que el
servicio a la nación debe realizarse de modo transparente; por otro lado una segunda
obligación, referida a que el Estado debe prever todos los medios organizacionales,
procedimentales y legales destinados a evitar que determinados funcionarios y trabajadores
públicos, con poder de decisión o influencia en la toma de decisiones importantes para la
buena marcha de la administración, puedan encontrarse restringidos en mayor medida que
otros servidores públicos, en el ejercicio de determinados derechos fundamentales.
El Código de Ética de la Función Pública, ha establecido que los fines de la
administración pública son el servicio a la Nación, de conformidad con lo dispuesto en la
Constitución Política, y la obtención de mayores niveles de eficiencia del aparato estatal, de
manera que se logre una mejor atención a la ciudadanía, priorizando y optimizando el uso
de los recursos públicos.
Las personas que laboran dentro de la administración pública tiene derechos y
deberes que cumplir. El incumplimiento o la transgresión de estos deberes puede generar la
desarticulación o fractura de una correcta administración del Estado y como consecuencia
un detrimento de la buena relación laboral.
Ello en razón de que todo acto de indisciplina repercute negativamente contra el orden
institucional, deteriora las relaciones de jerarquía funcional y resquebraja la imagen
institucional frente a la sociedad.
El Tribunal Constitucional ha expresado con toda razón – en varias de sus sentencias
– que el poder disciplinario es el medio con que cuenta la administración para obligar a sus
agentes en el cumplimiento de los deberes específicos del servicio.
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La responsabilidad radica en las consecuencias derivadas de las acciones u
omisiones, las cuales deben producirse dentro de la función asignada al empleado del
Estado.
La Ley Marco del Empleo Público, artículo 19°, establece que, los empleados públicos
son responsables civil, penal o administrativamente por el incumplimiento de las normas
legales y administrativas en el ejercicio del servicio público.
o En un PAS, una infracción administrativa puede ser cometida por cualquier persona
física o jurídica, debido a la contravención de preceptos legales aplicables erga omnes, por
lo que el procedimiento sancionador va dirigido a todas las personas físicas o jurídicas con
carácter en general, es decir, a todos los ciudadanos.
o En un PAD, la falta disciplinaria sólo puede ser cometida por un servidor civil, esto es,
una persona con vínculo laboral con la entidad al momento de ocurrida la falta, con las
excepciones de Ley, y es seguido en un procedimiento disciplinario por la entidad
competente.
1. Legalidad.- Sólo por norma con rango de ley cabe atribuir a las entidades la potestad
sancionadora y la consiguiente previsión de las consecuencias administrativas que a título de sanción
son posibles de aplicar a un administrado, las que en ningún caso habilitarán a disponer la privación
de libertad.
En el PAD, tanto la Ley 29944 como la Ley 30057, señalan las autoridades que tienen potestad
sancionadora, y por ende, que están habilitadas para imponer sanciones
Por ello, la potestad sancionadora es indelegable
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¿Todo PAD tiene distintas autoridades instructoras y sancionadoras?
Derecho a la notificación.
Derecho de acceso al expediente a la parte procesada
Derecho irrestricto a la defensa
Derecho a ofrecer y producir pruebas
Derecho a una decisión motivada y fundada en derecho
Derecho a la presunción de licitud
Derecho a no ser investigado, procesado ni sancionado dos veces por los mismos hechos
Derecho a ser investigado por la autoridad competente
Derecho a conocer a las autoridades encargadas en cada etapa del procedimiento que se le
sigue en su contra
Derecho a ser investigado por una autoridad imparcial
Derecho de impugnación a las decisiones adoptadas por la autoridad administrativa
Principio de publicidad de normas procedimentales
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determinar sanciones, sin constituir nuevas conductas sancionables a las previstas
legalmente, salvo los casos en que la ley o Decreto Legislativo permita tipificar infracciones
por norma reglamentaria.
6. Concurso de Infracciones.- Cuando una misma conducta califique como más de una
infracción se aplicará la sanción prevista para la infracción de mayor gravedad, sin perjuicio
que puedan exigirse las demás responsabilidades que establezcan las leyes.
Es posible que una misma conducta constituya falta grave o muy grave a la vez, e iniciar
PAD indicando ambiguamente ese supuesto.
7. Continuación de infracciones. - Para determinar la procedencia de la imposición de
sanciones por infracciones en las que el administrado incurra en forma continua, se requiere
que hayan transcurrido por lo menos treinta (30) días hábiles desde la fecha de la imposición
de la última sanción y que se acredite haber solicitado al administrado que demuestre haber
cesado la infracción dentro de dicho plazo.
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Las entidades, bajo sanción de nulidad, no podrán atribuir el supuesto de continuidad y/o la
imposición de la sanción respectiva, en los siguientes casos:
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¿Cuál es la diferencia entre responsabilidad objetiva y subjetiva?
¿Qué tipo de responsabilidad recoge la Ley 29944? Artículo 43 LRM objetiva
11. Non bis in ídem.- No se podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una
sanción administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del
sujeto, hecho y fundamento.