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- ÓRGANO — ADMINISTRACIÓN ESTAFETA, 31
DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA, DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 21, 2.° izq,
han descendido con los antiguos ángeles, y allí están to- siglo XVII, hasta que, por sucesivos decretos episcopales,
dos juntos haciendo rueda al rededor de la común Ma- quedó abolida. Continuaron, sin embargo, las danzas, ge-
dre... y depositan flores, y cantan flores, y piden más flo- neralmente organizadas por la ciudad, hasta el siglo diez
res para obsequiarla. y ocho.
Pues, nosotros, ¿qué haremos?... El modo de celebrarse la fiesta quedó detalladamente
Cojamos la primera la flor del almendro, flor de la vigi- consignado en la crónica inédita llamada «Notum», escri-
lancia, y segando a nuestro paso el purpúreo y devoto li- ta en 1725 por el Prior del Cabildo Regular don Fermín
rio, la modesta violeta, la inocente margarita, la alegre Lubián. De aquí hago la transcripción literal:
verbena, tejamos primoroso ramillete y vayamos, vayamos «CORPUS.—Se entra <en coro) en la víspera a las
a coronar a la Reina de las flores, a la Virgen de las vír- cinco y toda la Octava a las seis a Maitines, los que esa
genes, azucena pura; a la fuente de la gracia, azahar que tarde se empiezan con música, y también los Laudes, pe-
conforta y refrigera; a la encendida rosa de! amor; a la ro no la hay en el Invitatorio... Los demás días sólo en el
fidelísima anémona, morada de fe y esperanza; al haceci- «Benedictus» y «Te Deum».
llo de flores medicinales y salud de los enfermos; a la va- «DÍA DEL CORPUS se entra en Prima a las ocho y
ra florida del árbol de vida, de que germinó la flor de Jesé, media y se dice en seguida la Tercia y la Misa, y en ésta
Cristo nuestro bien, de cuyo tallo extraemos nosotros sa- y después de sumir <de la comunión del Celebrante) se
via de vida eterna... ¡Ea!... expone en el trono encendiéndose todas las velas. Se can-
Venid y vamos todos ta Sexta, Nona y después se sale a la Procesión cuando
• Con flores a porfía, hubieren venido su Ilustrísima, las Parroquias, Comunida-
Con flores a María des, Ciudad y Gremios, que suelen ser cerca de las once.
Que Madre nuestra es, Al empezar la Procesión se canta un villancico, y des-
pués otro junto al altar que se pone frente a San Cernin y
CONSTANCIO EGUÍA RUIZ, S. J.
tercero en donde San Lorenzo. En el palacio del Obispo
(esquina de la calle Mayor y Pellejería) también se pone
altar, pero no he visto cantarse villancico, sin duda por lo
cercano que está el de San Cernin. La procesión sale por
El antiguo "Corpus,, de Pamplona la Taconera y entra por la calle de San Antón. A esta
procesión general concurren los Religiosos Mercedarios
que no asisten a las demás. Al salir de la Iglesia el Cabil-
UÉ siempre Pamplona ciudad eu- do lleva el palio hasta que bajan de San José, y entonces
carística, donde tuvo intensa vida, la Ciudad va delante del palio con cirios. Después toma
con los más belfos matices de luz el palio la Ciudad y vuelve a entregarlo al Cabildo a la
y hermosura, la estampa españo- entrada del Cementerio, y entonces coge las velas y va
la, típica e inconfundible, de la también delante del palio hasta entrar en la Iglesia. Cuan-
mañana del Corpus en sus horas do se concluye la procesión no se canra villancico, sino
de sol, de ambiente perfumado y el «Tantum ergo», se dice el verso y oración y se da la
de músicas triunfales y litúrgicas bendición al pueblo con el Santísimo, pero el Obispo no
que preparan y hermosean el pa=> bendice pontíficalmente, aunque asista. A la vuelta de di-
so de la Custodia, hecha ascua cha procesión el Consejo, su Ciudad no entran en el
de luz, trono de bendición y foco presbiterio, sí solo el Cabildo, y dichas dos Comunidades
inextinguible de amor. se quedan formadas, una hacia el pulpito de la Epístola y
Vestigios de esta devoción hay en todas las épocas. Ya la Ciudad separada hacia el pulpito del Evangelio... Se
en la primera mitad del siglo XIV el obispo don Arnaldo expone el Sacramento a las cuatro y luego se empiezan
de Barbazano instituye la Cofradía en honor del Santísi- las vísperas.—En la octava del Corpus las vísperas son
mo Sacramento, cuya representación pone todavía su no* con música de canto de atril ios tres salmos y Magníficat.»
ta típica y agradable. En 1388 el obispo don Martín de Notas curiosas de preparativos adecuados a esta so-
Zalba promulgó un decreto estableciendo la solemnidad lemnidad y gastos que en ella se hacían, son las entresa-
de la Fiesta y Octava del Corpus. El obispo de Pamplo- cadas de los libros de pago de la Contaduría Capitular,
na, cardenal Eapata, regaló a la iglesia el rico trono de en 1732:
plata que en la actualidad se coloca en el centro del pres- «En favor del Colector de los músicos la cantidad de
biterio para exponer la rica custodia plateresca. El obispo 410 reales por el trabajo de la octava del Corpus.»
don Lorenzo de Irígoyen fundó en 1540 la cofradía llama- «Al organero 12 reales por la afinación y composición
da de «Minerva». Y siguen sin interrupción los testimo- de los órganos.»
nios de la devoción eucarística a través de los tiempos, «Al arpista 50 reales por los huecos y tiempos en que
hasta cristalizar en una nota simpática, emocionante y tañe el arpa en dicha octava.»
sugestiva, nota única y pamplonesa, la de la comunión ge- El empleo del arpa en los templos de Pamplora cayó
neral de enfermos por parroquias en las mañanicas de los en desuso a mediados del siglo pasado. Llegó a ser indis-
albores pascuales. pensable en la Catedral, a pesar de haber en aquella épo-
Era costumbre de todo el país vasco la representación ca dos órganos, en los intermedios de las horas corales y
de farsas alegóricas y dramas sacros, con motivo de (as «siestas» de la Octava del Corpus. Después quedó res-
fiestas del Corpus, 'durante los siglos XVI y XVII, si tringido este servicio, dándose al arpa únicamente carác-
bien a fines del siglo XVI, por las Constituciones sinoda- ter de acompañamiento en los funerales. De ahí los pia-
les del obispo Sandoval, se prohibió terminantemente a los nos que llegamos a ver a principios de este siglo en los
clérigos «disfrazarse para hacer representaciones >. Tan po» coros de algunas iglesias, para acompañar los Oficios de
pular era esta práctica que aún estuvo en boga durante el Réquiem en rorma arpegiada, en sustitución del arpa.
LA AVALANCHA 99
Pamplona vivió intensamente la vida eucarística del día y ahora, para regalo de mis lectores y para que se
del Señor, cuando rebosante de piedad amorosa tapizaba percaten de si son justas o no lo son las anteriores alaban-
sus portales, alfombraba de flores sus calles, instalaba al* zas, quiero darles una buena ración de esos minutos de
Tifosofía, cuya lectura o relecrura tengo para mí que no
tarcicos, y entre nubes de incienso y rumores de oración, será lectura de palabras ociosas, sino de aprovechamiento
cata de rodillas asociándose a los cánticos del Clero: y buen gobierno para mis leyentes u oyentes.
Tantum ergo Sacramentum veneremur cernui. ¡Era el
Señor que pasaba!
LEOCADIO HERNÁNDEZ ASCUNCE
—Dos horas de tocador no valen lo que un minuto de
Filosofía.
—¿Por qué estudias la Religión en libros de enemigos
de la Religión?
t —Somos más malos con los buenos que con los malos,
porque tememos más a fos malos que a los buenos.
—Muchas mujeres más sienten que les coja una falta
PRIMER ANIVERSARIO de tóifette que una falta de moral.
—El mundo es una sociedad de espionaje; todos andan
de la santa muerte del P. Vilariño, S. J. a caza de defectos ajenos.
<i.° de octubre de 1865 * tó de abril de 1939) —Cuántas veces decimos: /esto sófo me pasa a mil,
y son cosas que pasan a todo el mundo.
—La primera educación es como los cimientos, que
aunque se cubran de tierra siempre perseveran.
III —Cuando hay que hacer una cosa, lo mejor es hacerla.
La larga vida apostólica de nuestro amadísimo Padre —Cuando una cosa no tiene remedio, lo mejor es de»
Vilariño, ¿quién no la conoce? Su muerte santa y ejempia- jarla en paz.
rísima y conmovedora, ¿quién no la enaltece y la celebra —Lo negro se mancha lo mismo que !o blanco, pero se
y con envidia santa la envidia? Sus hojas volantes, sus ar- conoce menos. Por eso se notan más las faltas de los
tículos innumerables, sus opúsculos o folletos, sus libros buenos.
de oro <y mayormente la perla de todos ellos, que es la —La mejor compañía es uno mismo cuando es sabio.
nunca bien alabada «Vida de Jesucristo»), ¿quién no los —Tú me engañabas al decir que pedías por amor de
admira por la sana y católica doctrina que declaran, por Dios; pero yo no me engañaba al darte por amor de Dios.
la gentileza con que están tejidos, por su variedad, por su —La lisonja es la yerba que más crece al rededor de
novedad, por su amenidad, por sus orientaciones, como los superiores.
hoy dicen, tan oportunas y tan sabias, y finalmente, por la —Decir tengo derecho a pensar cuafquier cosa, es
bendición que sobre todos ellos el Señor derramó copio- como decir tengo derecho a ser necio.
samente, haciendo que creciesen y se multiplicasen por —Una biblioteca con libros es una sala con ventanas
millones? ai espléndido parque de la sabiduría.
—Le conozco muy bien al Padre Vilariño (me decía, —Cuidado con los daños pequeños: muchos agujeros
hace ya bastantes años, una señora de mucho talento); le pequeños echan a pique un barco grande.
conozco muy bien, y es hombre que siente crecer ía —Si eres todo almíbar, te comerán; y si eres todo ací-
yerba. bar, te escupirán.
Gran verdad. ¡Qyé talento de hombre! —Más difícil es saber ser padre que saber jurispruden-
Pero en sus elogios postumos o no postumos que por cia; aquello se estudia mucho menos.
escrito o de palabra se han hecho, creo que no han para- — ¡Qué hermosa es una iglesia! Cuando estoy en ella
do mientes sus admiradores en una obra del Padre Vilari- me parece ir navegando con rumbo al Cielo.
ño, que sin ser libro, ni ensayo, ni folleto, ni siquiera hoja —¿Quieres que no te cueste una cosa? Hazlo de buena
volante, sino cosa (al parecer) la más mínima, es una de gana.
las más elocuentísimas probanzas del ingenio, del talento, —Oh, amigo mío: más quiero que te acuerdes de mí
de la ciencia práctica y de la sabiduría de este escritor con la memoria del corazón que con la de la cabeza.
insigne. —No te harás rico con lo que ganas, sino con lo que
Me refiero, si es que no lo habéis adivinado ya, a las ahorras.
infinitas máximas, pensamientos, sentencias, ocurrencias, —Más vale una imaginación alegre y un corazón no-
advertimientos y consejos, refranes nuevos, parábolas en ble, que una buena fortuna y un marquesado.
tres líneas, sátiras del mismo tamaño, pero sátiras cervan- —Muchos, ánres de casarse, parecen pichones, y des-
tescas, quiero decir, sin vinagre y sin hiél, esbozos y ras* pués de casarse son gavilanes.
guños en pildoras (digámoslo así), tapabocas contra la —¿Por qué os casáis muchas palomas con gavilanes?
gente anticlerical, suspiros espontáneos del corazón, pero Dejad que se casen los gavilanes con (as gavilanas.
suspiros que ños conmueven y centellas que parecen cen- —El que mucho ora, algo consigue; el que mucho bus-
tellas, pero que luego nos iluminan porque son focos de ca algo encuentra.
luzy de calor. —Todos los días buenos son buenos; pero el último, si
Todas estas salutíferas pildoras homeopáticas, todas es- es bueno, dura eternamente.
tas verdaderas joyas son una nueva invención del Padre —Cuando un egoísta ofrece su corazón, lo ofrece co-
Vilariño que las iba labrando perpetuamente y las guar- mo quien presenta una hucha: para recibir.
daba o las archivaba en sus carteras para que todos los —¿El teatro escuela de moral? ¿A quién jamás ha he-
días del año campeasen, una por una, en el anverso del cho bueno el teatro?
Calendario deí Corazón de Jesús, debajo del título de —La clave de todas las verdades es la existencia de
Un minuto de Tifosofía. Ninguna de estas sentencias Dios. Quitada esta clave se hunden todas.
pasa nunca de tres líneas, porque jamás llegan a cuatro, y —El superior que se hace amar, mucho talento tiene y
eso que tan estrechas o tan cortas son las líneas de esas mucha virtud.
leves y volanderas hojas de almanaque. —¿Dinero?... ¡Qgién tuviera mucho dinero, teniendo
Millares y más millares de sentencias son las que en virtud y talento!
ese excelente Calendario se han impreso, supuesto que —Uno dijo que la memoria es privilegio de tontos- No
hace ya lo menos catorce años que en él campea esa ad- tendría memoria; pero dijo una tontería.
mirable invención de Vilariño; porque de los pocos ejem- —No creas todo lo que oyas, ni digas todo lo que sa-
plares encuadernados del Cafendario def Corazón de bes, ni des todo lo que tienes.
Jesús que he podido encontrar en los rincones y monto* —Cuando siembres, cuenta con los gorriones; cuando
nes de mi librería, he logrado dar con uno del año 1926. negocies, cuenta con los ladrones.
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Y el muchacho, el bravo seminarista, allá en la sole- pedazo a pedazo, va destruyendo el libro canalla, el pa-
dad de su escondite, la imagen de la Virgen en el recuer- pelucho infecto, la prosa sucia y malvada...
do, cae de rodillas y clama: ¡Con qué placer arroja sus restos por la alcantarilla!
—¡Virgen Santísima! y o quiero honrares en el día de Pero... ¡existen aún tantas alcantarillas!
vuestra Inmaculada Concepción, exponiéndome a lo que • En estos momentos en que almas buenas intensifican la
sea, con tal de que haya un lector menos de ese libelo campaña—que, como un juzgado de guardia, debe ser
que va a publicarse precisamente el día de vuestra fiesta... permanente—contra el libio maío, yo he querido citar es-
¡Ese papel infame tendrá un lector menos, Virgencita mía! te caso conmovedor y ejemplar... He querido citarlo por-
y e! seminarista, encendido en amores santos y con que ese audaz y noble seminarista encarnaba el espíritu
fortaleza de mártir, acude, con la mejor de sus sonrisas, de nuestra Cruzada en la zona roja. ¡Por ello no debemos
a charlar con su amigo el quiosquero... tolerar que el enemigo, que tanto les hizo sufrir, se nos
¡ y tiene en sus manos puras e! libelo blasfemo y soez! vuelva a infiltrar!
y no duda un instante... Se lo arrebata al quiosquero, ¡Alerta siempre! ¡Vigilantes y valientes! jQye la alcan-
se descubre al fin y huye con su trofeo... y vuela, más tarilla depuradora nos libre de ¡a obra obscena, del libro
que corre, por las calles barcelonesas. Hasta que llega a infame, de la blasfemia impresa, de la chabacanería roja!
una más solitaria... ¡Así sea!
Allá se detiene, y , junto a una alcantarilla, hoja a hoja. A . PÉREZ DE OLAGUER
LAS DOS HERMANAS a las gentes de a pie y de a caballo, antes posible gracias
a la «rampa de tierra arcillosa y fragmentos de roca cal-
cérea», es hoy completamente imposible para la gente de
a caballo, y su ascensión trabajosísima para la de a pie,
UBVUGADO por este hermoso ca- porque «el tiempo y los aguaceros se han llevado la tie-
pítulo de «Amaya» cuyo epígra- rra y fragmentos, dejando hoy la peña inaccesible, escue-
fe dice:—*Que trata de Bata' ta y descarnada».
fías desconocidas y de motines El cielo azul limpísimo, solamente interrumpido hacia
fiarto vufgares*—al cual yo no el norte per ligeras nubéculas arrastradas por el cierzo
vacilo en suponerle como a uno que sopla dulce, templando el ardor de (os rayos lanza-
de los mejores, quizá el mejor de dos por el «rubicundo Febo», que diría Cervantes. Bajo
esta gran novela de Vílíoslada, este cielo sereno, al compás de la música selvática del
he venido a visitar el teatrc de cierzo al azotar suave el ramaje de robles y castaños, en
su acción. esta atmósfera campestre aromatizada por los brezos y
Ahora, en el momento de es- claveles silvestres, ¡qué bien se lee y se comprende esta
cribir esto, me encuentro en el escena grandilocuente que motiva mi excursión! ¡Cómo
mismo lugar donde, el cantor del arroba el bélico cantar de Petronila, y cuan hermosa apa-
pueblo vascóníco, supone a Pe* rece su figura enhiesta al borde del precipicio! ¡Cómo
tronila en cuclillas, balanceando' horroriza solamente el pensar el terrible fin que Amaya
se junto al abismo y musitando su eterna canción. pudo tener, a no evitarlo el feliz flechazo de Teodosio!
No describo las peñas por parccerme son asaz cono- ¡Cómo...! Pero dejemos ya esta escena sublime y contem-
cidas sus moles ingentes, la de la derecha cortada a pico plemos el no menos sublime espectáculo que nos brinda
sobre la carretera y separada del pie de su compañera la naturaleza, y verdaderamente que es encantador el
por el espacio ocupado entre la carretera y el río Larraun, que de aquí se divisa.
Al norte y en primer lugar una garganta
NAVARRA cerrada por montañas y en cuyo fondo ser-
pea la carretera, el río y el ferrocarril de
Plazaola, y luego montañas y más monta-
ñas. Muchísimo más interesante es, sin du-
da, el que se divisa dando la espalda al nor-
te. A continuación de la hermana en cuya
cumbre estoy, se alza 'Aralar, con sus bos-
ques de encinas, robles y castaños, sus pe-
ñascos y, sobre todo, su Santuario, y enci-
ma de éste, el pico culminante de la monta-
ña Alchueta; al frente de Aralar, la sierra
de San Donato se extiende majestuosa, con
su cadena rocosa en la cima y sus rápidos
declives hacia el valle de la Barranca, en
cuyo fondo apenas si diviso algún pueblo
que otro y la línea reververante que marca
el Araqutl. A continuación de la Barranca
y más al sur se encuentra el valle de Ara-
quil, cerrado por Larecua y Baralde y los
pequeños Zapurdis.
Larecua, beílo monte que mira altivo ha-
cia las Dos Hermanas y semeja a mis ojos
el gesto de héroe legendario que presenta
su pecho velludo de encinas y robles al
enemigo acero, arrojando desdeñoso su
manto de peñas, que más hacia Pamplona,
descienden rapidísimas hasta el río Araquil
Cerrando el valle del mismo nombre está'
Basalde, monte anchuroso cuya falda late-
ral izquierda termina bruscamente en el pe-
ñasco de Osquía, oradado por el ferroca-
rril; mientras la lateral derecha termina más
suave en Eria. Este monte, con el llamado
por nosotros «manto de peñas* del ante-
rior, forma un ángulo muy agudo cuyo
vértice descansa en el peñasco de Osquía
y sirve como de grandioso marco a Sar-
bil, de tanta importancia en «Amaya»
A mano derecha, la Trinidad, otra mon-
taña, llamada así por una ermita quz osten-
ta en su cúspide, de cuyo costado arranca
a hermana derecha y en cuya falda asienta
Irurzun. y más al sur, otras montañas cie-
IRURZUN. — El tajo de las Dos Hermanas, a cuyos pies cruza la carretera rran el cuadro a tan hermosas vistas.
de Pamplona-San Sebastián y discurre el río.—Foto Ardanaz
Todas estas montañas, todos estos valles,
parece que sostienen todavía con sus ecos
caudaloso en invierno y saliendo a duras penas por el aquel recio grito de Petronila sobre Aralar: ¡Quién co»
verano de la categoría de arroyuelo. La de la izquierda, mo Dios!
más alargada, presenta dos aberturas en su frente. Sólo y parece como si otro eco más profundo respondiese
advertiré lo que muy acertadamente nos hace notar V¡- ¡Nadie como Efl, que sabe patentizar su obra con cua-
lloslada en gracia de la mayor verosimilitud de su escena: dros tan sublimes, tan inmensos, como este que con-
que se han cambiado en el transcurso de los tiempos pro- templo. .
fundamente sus condiciones topográficas, pues su acceso
NEMO.
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española. La Virgen del Pilar tiene altares hasta en ías Reina Cristina y D. Juan de Austria, d e l . 5 0 0 y 1.150
iglesias humildes de España, y más aún, devotos que an- toneladas, respectivamente, y el barco de madera Casti'
helan adorarla sobre su sagrado Pilar de Zaragoza, como fía, de 3.240 toneladas, total 10.110 toneladas, dotados
lo demuestran las innúmeras peregrinaciones. La venerada de 24 cañones grandes y 52 pequeños; buques a los cua-
Virgen, en su altar del hermoso templo, es como mística les se unieron después el Uffóay el Marqués deíDue-
luminaria hacia la cual elevan sus miradas y sus esperan- ro, aun menos importantes.
zas miles de fieles, y cuyo camerín el fervor cristiano col- La escuadra yanki se componía de los cruceros mo-
ma de exvotos y de súplicas incesantes. Este fervor secu- dernos Oíimpia, Baftimore, Boston, Raíeigá, y caño-
lar engendrado a medias por la fe y por la gratitud, se tra- neros Concord, Petréfy CufíocB, con 20.350 tonela-
duce en esas manifestaciones especíalísimas que dan a Za- das, dotados de 57 cañones grandes y 88 pequeños.
ragoza un carácter peculiar, que bien podemos tener por El día 1 de mayo fue el desastre naval de Cavite, y el
inimitable. 2 la destrucción total, por el almirante yanki Dewey, de
Es España la nación que conserva religiosamente las los últimos restos de la escuadro española; la evacuación
tradiciones seculares de sus antepasados, que son las nor- y saqueo de Cavite y la huida de la población, conster-
mas de su historia y aurora no extinguida para el porve- nada por las amenazas del enemigo ensoberbecido y los
nir. Este es eí pueblo que eleva el corazón y ia mirada atropellos de sus aliados tagalos.
hacia los ideales eternos, hacia el infinito, más allá. Fue la Llena de indignación, de coraje y de vergüenza, el es-
fe en el Pilar sagradola que hizo héroes e hizo mártires, pectáculo que la escuadra española ofreció en las aguas
la que salvó a los pueblos hispanos y los libró de la opre- de Cavite, no luchando en combate naval contra una flo-
sión. Raza de héroes y de mártires, raza noble que sabe ta enemiga, sino únicamente sirviéndole de blanco para
rezar y arrodillarse; joyero de creencias, símbolo de abne- que se entreiuviera bombardeándola con toda tranquili-
gaciones y de excelsitudes... ¡Esta e? nuestra Patria! ¡Esta dad, hasta darse el placer de reducirla a cenizas; pues
es España en el XIX Centenario de la Virgen del Pilar! se sabe que los tiros españoles no llegaban a los buques
americanos, pero que la artillería de éstos envolvía en
MIGUEL ANCIL. llamas a nuestros pobres barcos de madera; y de tal mo-
do, que a la media hora de batalla, ardía el Cristina por
todas partes, y que poco después casi todas las naves
quedaban fuera de combate y llenas de muertos y heri-
dos; y lo que aun exaspera más, que el repulsivo vence-
RASGOS DE LA'PATRIA dor pudiera recrearse en su macabro deporte, contem-
plando con gozo que algunas de las pocas granadas que
alcanzaban a los buques yankis no explotaron, por el
motivo que fuera, pero nada satisfactorio, según afirma
El Dos de Mayo de 1898 ' ^ en un libro concienzudamente hecho el alto funcionario
UMPLE a mi propósito traer hoy del estado español don Manuel Sastron, que presenció
a la memoria el Dos de Mayo la cntástrofe naval. Solamente la batería de Punta San-
del año 1898, con el fin de apro- gley y la de la Luneta de Manila lograron causar al Baf-
vechar la lección que con leiras timore una pequeña avería y cinco bajas. Nada más.
de sangre española dejó escrita, Gracias a que si el Gobierno español, por su imprevi-
y para dedicar una oración a las sión y apatía tradicionales se hizo acreedor a la reproba-
víctimas que con tal motivo ca- ción de ios buenos patriotas, los españoles que intervi-
yeron en defensa de la Patria nieron en la guerra merecieron la admiración de todo el
despojada. mundo, por los rasgos de valor y patriotismo que demos-
Hacía ya varios años que la traron.
insurrección ensangrentaba los Pasemos rápidamente por esta página de la Historia
campos de Cuba, habiéndose ex- contemporánea de España, que avergüenza e indigna; pe-
tendido también al Archipiélago ro no la olvidemos por las enseñanzas que encierra, tan-
magallánico; pero en 1898 decli- to para los gobernantes como para los gobernados, pues
naba ya notablemente, y todas el abandono del Paso del Corregidor y la indefensión de
las apariencias eran de que su término estaba ya cercano. la bahía de Manila no se justifican ni aun con la alega-
Y asi hubiera sucedido de no haber aparecido en es- ción de cumplir así los funestos presupuestos de la paz
cena la siniestra figura del Tío Sam, que desde el prin- que entonces regían; y la victoria de Cavite, casi regala-
cipio de la contienda, y aun mucho antes, actuaba en la da a los Estados Unidos, tuvo una trascendencia inmen-
sombra fomentando ia rebelión y preparándose cómoda- sa, porque detrás de ella vinieron los descalabros de tie-
mente para intervenir en la guerra, que como desenlace rra, la rendición de Manila y la incomprensible pero real
final intentaba provocar cuando viera a España debilita- pérdida para España de las Islas Filipinas y la entrega
da, para apoderarse fácilmente de su imperio colonial de las mismas al ahora tan pacífico, justiciero y Suma'
que tanto ambicionaba. nitario Tío Sam.
Declarada por fin la guerra y utilizando en seguida los El Dos de Mayo de 1898 fue el 'día que señaló el prin-
preparativos que tenía hechos, la aborrecible Yankilan- cipio del fin de la soberanía de España en su imperio
dia lanzó súbitamente ía escuadra que tenía dispuesta en colonial del Extremo Oriente; imperio colonial descu-
Hongkong con dirección a las Islas Filipinas; la cual, bierto por Magallanes y después colonizado por patriotas
forzando el paso del Corregidor, que España conservaba tan eximios como Legazpi y Urdaneta; imperio colonial
en el abandono más vergonzoso, logró penetrar en la ba- evangelizado por venerables misioneros, y entre ellos,
hía de Manila el día 1 de mayo de dicho año, librando innumerables hijos de Navarra, y en lugar preferente, el
poco después combate con la escuadra de Montojo, con- insigne agustino pamplonés Fr. Martín de Rada, sabio
fiada la yanki en IJ enorme superioridad de sus barcos y matemático y cosmógrafo del siglo XVI, primero que
de su armamento; combate naval que fue por estos sos- dio a conocer el estrecho de Behering; imperio colonial
tenido sin ningún peligro, puesto que el resultado de la pacífico y floreciente, gracias al gobierno suave y pater-
batalla fue Id pérdida de todas las naves y ;la muerte de nal de virreyes como el meritísimo navarro Conde de
numerosos marinos de España; mientras que la flota Lizarraga, del siglo XVIII, protector de los indígenas,
norteamericana no tuvo que lamentar más que ligeros sobre todo contra las incursiones y atropellos de los chi-
desperfectos y escasísimas bajas personales; lo cual nos nos; imperio colonial incorporado a la civilización cris-
sirvió de consuelo, ¡triste consuelo!, por la carencia de tiana, que es la europea, con todos sus progresos y ade-
todo mérito en el triunfo enemigo. lantos, por la eficacia del apostolado de prelados tan es-
La mal llamada escuadra española se componía de tos clarecidos como Fr. José Aranguren, natural de Bara-
cruceros protegidos Isfa de CuSa e Isfa de Luzón; de soain y ejemplarísimo Arzobispo de Manila y gran pa-
unas 1.110 toneladas cada uno, de los no protegidos, triota español, defensor de los filipinos del siglo XIX.
LA AVALANCHA 105
Los imperios coloniales nuevos suelen formarse des- rias. ¿Cómo ba podido ser esto? ¿Cómo ha llegado a ser? El relato del
pués de vencer dificultades enormes, realizando obras libro responde a estas cuestiones. Y la idea general de la respuesta
portentosas y admirables heroísmos durante un período podría ser el título del capítulo XIÍI: «El instinto de conservación»:
de tiempo largo y penoso. Pero los imperios coloniales aquella flexibilidad que, cantas veces, conteniendo a ía democracia,
pueden también desmoronarse y perderse en un momen- suspendiendo a los Qobiernos de mayoría y eí juego de los partidos —
to por una negligencia punible o por cualquier revés de es decir, obrando contra la propia esencia deí sistema parlamentario y
la fortuna adversa; como sucedió con el imperio colonial de las instituciones republicanas —le ban permitido doblar eí cabo de
que España había levantado en el Archipiélago magallá- las tormentas.
nico, tras varios siglos de colonización difícil y humanita- En resumen: las instituciones republicanas en Francia se debilitan,
ria, para derrumbarse estrepitosamente en una hora fa- a punto de morir, con ío que les es esencial v se reaniman con lo que
tal de los días 1 y 2 de mayo de 1898, de triste recorda- es contrario a su esencia. ¿Qué son, pues, esas instituciones republi-
ción, en beneficia de un advenedizo tan repulsivo como canas?
el Tío Saín, que sin méritos ni títulos de ninguna clase Véase, por ¡o cíicbo, si este libro es digno de lectura y reflexión.
impuso el ignominioso Tratado de París de dicho año, Forma un hermoso como esmeradamente impreso en Ediciones
para apropiarse la? Filipinas descubiertas, civilizadas y FAX, Plaza de Santo Domingo, 13, Madrid.
enriquecidas por el genio de la raza hispana. Puede adquirirse en nuestras librerías por 7 ptas.
JUAN P. ESTEBAN y CHAVARBÍA. * **