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Semana 17: Buscar e imitar a Jesús en todos los aspectos de mi vida.

“Porque la fe, si lo que se cree no se piensa, es nula”. San Agustín

Objetivo de aprendizaje: Identifica los elementos fundamentales expuestos en el


itinerario del curso, con el fin de presentar una visión de conjunto de la fe cristiana.

Conceptos claves: Fe, razón, Dios, Cristo, Felicidad.

El sepulcro de vacío: San Lucas 24,1-8.

El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas de
habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro.
Entraron pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar de esto,
cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Asustadas,
inclinaron el rostro a la tierra, pero les dijeron «Por qué buscáis entre los muertos al que
está vivo No está aquí, ha resucitado. Recordar cómo les habló cuando estaba todavía en
Galilea, diciendo. Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los
pecadores y sea crucificado, pero al tercer día resucitará.» Y ellas recordaron sus
palabras.

1. La centralidad de la fe cristiana: la resurrección de Cristo.

El episodio que inicia esta clase es precisamente el fundamento de la fe


cristiana: la resurrección del Hijo de Dios. Sin ese acontecimiento nuestra fe no
tendría sentido. El relato bíblico, nos dice que el primer día de la semana- el domingo-
fueron unas mujeres a preparar el cuerpo de Jesús para su sepultación, pero no lo
encontraron. Ante el estupor de las mujeres, se les aparecieron los ángeles para
decirles que Jesús había resucitado y que recordaran lo que Él les había dicho. La
promesa de Dios ya está cumplida, pues nos prometió que Jesús resucitaría; así de la
misma forma, nos promete que nos resucitará a nosotros al final de los tiempos. Tal
como lo dijimos en algún momento, ser cristiano es reconocer a Jesús como el Hijo de
Dios, que murió y resucitó por nuestros pecados. Dios, asumió nuestra naturaleza

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humana y se hizo hombre para redimirnos; esto fue lo que fuimos estudiando en el
transcurso de las semanas.

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Dios es uno, pero eso no significa que sea solitario, sino que en su intimidad es una
relación de tres Personas Divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta es la fe de la
Iglesia que se goza de haber recibido y que cumple con la Misión de enseñarla.

2. Jesús nos hace la invitación a que le dejemos entrar en nuestra vida.

El amor de Dios se ha manifestado de diferentes maneras. En una primera


instancia en la creación y de manera especial creando al hombre a su imagen y
semejanza. Bien sabemos que el hombre desobedeció a Dios cometiendo el pecado
original. Pero Dios no dejó que el hombre perdiera para siempre la vida eterna. Así fue
como envío a su Hijo Jesucristo, encarnándose en María Virgen para redimir y salvar
al hombre.

Jesús tuvo que cargar sobre sus hombros todos los pecados de la humanidad
hasta entregar su vida. Morir crucificado era la forma más cruel que se podía conocer
en ese momento; siendo Dios entregó su vida por el hombre. Sin embargo, el Señor
sigue saliendo a nuestro encuentro, así fue cómo lo estudiamos en la segunda unidad
que trató sobre los sacramentos, que son precisamente acciones que conceden la vida
divina y nos entregan la gracia necesaria para vivir en Cristo.

Pero la vida en Cristo y más específicamente ser cristiano, implica toda la vida
de la persona, por lo mismo Dios nos dejó los mandamientos y en especial el
mandamiento del amor. La vida del cristiano no es un mero cumplimento de deberes,
sino que las acciones nacen del amor de Dios. La gracia que nos da el Señor nos da la
fuerza necesaria y perfecciona nuestra libertad para responder a su llamado. La
eucaristía como alimento de Pan de Vida, es decir, Jesús con su alma y divinidad, es el
lugar por excelencia donde el Hijo de Dios se nos entrega para acompañar la vida del
hombre.

La fe en Jesucristo, bien dijimos, no es una fe absurda. Dios nos invita a pensar


nuestra fe, así fue que en el transcurso de este curso fuimos argumentando los
fundamentos del cristianismo. En este sentido, no hay ninguna imposición de nada, tal
como te lo dijimos la primera clase. Esta ha sido una invitación a que conocieras o

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profundizaras los principios de la fe cristiana. La Iglesia siempre nos invita a
adentrarnos más en el misterio de Cristo, pues en Él está la verdadera

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felicidad. En este sentido, hemos visto que muchas cosas parecen que nos dan la
verdadera felicidad y plenitud, sin embargo, vemos con frecuencia que sentimos que ese
anhelo del corazón no se sacia, es así que, el único que puede colmar todo nuestro
corazón es el mismo Dios hecho hombre. Es Jesús el que nos restituye de manera
completa e integral al hombre haciéndolo su mejor amigo. El llamado que nos hace Jesús
es que en nuestra vida personal y profesional hagamos su voluntad. San Alberto Hurtado
decía « ¿qué haría Jesús en mi lugar? » esta pregunta puede orientar para vivir siempre
con el corazón puesto en Dios, esta es la invitación para dar término a este curso: buscar
e imitar a Jesús en todos los aspectos de mi vida.

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