Sergio Esteban

Castañeda León

PRIMOGENITURA
 PREFACIO0

—¿Cree usted que tengo aspecto de yon-

qui1, eh? — dijo. Le miré. Tenía la cara del-
gada, los pómulos altos. Sus ojos eran de
ese color gris castaño tan corriente en las
gentes de sangre mezclada de europeo y
de indio. Llevaba traje gris claro y corbata.
Su boca era fina, con expresión amarga;
sin duda era una boca de yonqui. Hay gen-
te que tiene aspecto de yonqui sin serlo, lo
mismo que hay gente que parece marica y
no lo es. Son tipos embarazosos. (Yonqui.
1953. William S. Burroughs)

0 Este texto es: simplememnte un prologo de la obra: la

obra plástica. Hay un sondeo entre todos los campos men-
tales a los que acudo. Utilizo este medio(la nota al pie) para
comentar conceptos que distraen el flujo sinuoso, aclarar
logicas anales (analogias), traer referentes y por supuesto
hacer saltos entre blends (C.S.Pierce). Lea las notas al pie, o
no. Lea el gloasrio al final, o no. Este texto es simplemente los
dos primeros pinchasos para convertirlo en adicto, de usted
depente engendrar la necesidad, la necesidad de consumir la
obra.
1 El aspecto de yonki es: “el ser primogenito”, toda la
obra es de apariencias, aunque sinceramente, la obra alude a
una envidia Yoica. ..¿Acazo el ‘yo’ si esta instaurado en una
primogenitura?
PRIMOGENITURA
“…dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir;
¿para qué, pues, me servirá la primogenitu-
ra? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él
le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisa-
do de las lentejas; y él comió y bebió, y se
levantó y se fue. Así menospreció Esaú la
primogenitura.” (Génesis 25:32-34)
El ser humano desde la tarea ardua de poblar la
tierra, ha estado contagiado de un virus lingüísti-
co. En primer medida se puede ver la regla divi-
na, como palabra sin antelación: nacer de prime-
ras, es la única forma de recibir la primogenitura.
Primogenitura entonces, es una palabra divina,
no tiene contraparte y solo es anulable desde
sí misma; Lo mismo sucede con la creación del
mundo y el lenguaje de programación.

En el lenguaje de programación, se utilizan fun-

ciones para producir diversos datos. Las fun-
ciones pueden ser formales o autómatas, las se-
gundas toman de sus propios parámetros para
modificarse a sí mismas constantemente, has-
ta que aparece un glitch1, que en cierto modo
limita la infinidad de resultados. La función es el
génesis de la programación, es la creadora de
todo en un sistema binario, es la palabra divina;
la función es un primer cigoto, con dos posibles
rumbos aleatorios, uno eterno y otro deficiente,
son vidas, una infinita o mortal.
1. Un glitch en informática es un error, pero que al no
dañar por completo la programación o el proceso que acon-
tece se denomina como “característica no prevista”.

El primer cigoto, es por derecho el primogénito.
Pero si bien la vida es, una función autómata (si
se hablara en lenguaje de programación), ésta
también sería susceptible a una característica
no prevista. En el proceso de fecundación del
ser existe un glitch: sucede cuando hay una
bipartición durante la división celular, se crean
dos embriones a partir de un solo cigoto, la di-
visión del cigoto ocurre tres días después de la
fecundación, al igual que la fecundación de je-
sus como Dios2. Este error no previsto produce
en la creación del ser, un espejo: un hermano,
una dualidad del primogénito, un gemelo.
Sensato es, aclarar la figura de dios que está
siendo tomada. Dios es: la palabra, el primer vi-
rus, es el génesis de la imagen y además es el
primer primogénito. El uso de esta deidad no es
irreverente en lo absoluto, al contrario, todo uso
del término es una alegoría de conceptos no in-
2 Juan [2:19] - Analogia sobre su cuerpo mortal, luego
de su muerte y resurrección, en tres días, Jesús deja su cuerpo
mortal para ser deidad. La subida de Jesús a ser Dios, con-
stituye un proceso igual a la bipartición del cigoto, entonces
ambas deidades: Padre e Hijo, se erigen en un mismo peldaño
de poder divino.
staurados, la figura de dios es ya colectiva: se
expande desde la producción desenfrenada de
la palabra escrita, pues la imprenta es el primer
indicio del virus Gutenberg. La llegada de la im-
prenta abrió el conocimiento rápido y rebosante,
engendró el crecimiento de la Episteme3 sobre
la Doxa4, pero más que eso gestó de nuevo dos
embriones, el ya mencionado virus del lengua-
je, y en una oscuridad beat, el nacimiento de la
máquina lenguática, es decir, el primer indicio
del actual sistema binario, que funciona como
lenguaje puro.
En la post/pre contemporaneidad/modernidad
existe una lengua mundial, el lenguaje binario,
contraponiendo al mandato de Yavhe en la torre
de babel5, este nuevo lenguaje es incluso en-
tendido por máquinas, objetos inertes y cual-
quier ser capaz de racionalizar números, signos
o símbolos, es una traducción a todos los len-
guajes orales y escritos, capaz de sintetizar con-
3-4 En la terminología de Platón, episteme significa cono-
cimiento en tanto “creencia justificada como verdad” a difer-
encia del término “doxa” que se refiere a la creencia común o
mera opinión. (Episteme. (2017, 28 de febrero) Wikipedia).
5 Génesis [11:1-9].
ceptos en dos estados: uno muerto y otro vivo6.
Este lenguaje matemático problematiza el len-
guaje “linguistico” pues es casi que entendible
por cualquier ente o entidad que se disponga
a comprenderlo, pero su omnipresencia solo es
posible a través de una máquina.
Sí se encerrara el grupo de comunicación de
estas formas del lenguaje, una rebasaría a la
otra: lo lingüístico comunica entre humanos y
para ellos, mientras que el lenguaje matemáti-
co (el binario) además de tener la capacidad de
traducir toda la lingüisticidad anterior, interactúa
con máquinas, seres inertes, motores, tarjetas
madre o maría, e incluso la comunicación no
presente, la virtual y ficcional. El lenguaje es un
virus, es pues la palabra divina y también es, la
forma más concreta pero simple de conceptu-
alizar una imagen. No es sencillo entender des-
de la mente de una liebre muerta como funciona
una pieza de arte, pero la palabra encierra el
símbolo que interactúa con la forma de sentir.
Supongamos qué, para evidenciar el virus
lingüístico se utilizan dos seres completamente
iguales, en cuanto a lo físico, corpóreo y tempo-
6 El estado vivo es un uno (1) y el muerto un cero (0).
ral. A estos se les dispone en frente: una serie
de textos, a su madre cargando dos objetos y
pequeños dibujos monocromáticos, en un orden
aleatorio; además, se les da una pauta previa:
“mencione lo primero que se le ocurra al ver la
imagen” los/las individuos/as en el primer exper-
imento atascaran su raciocinio, la imagen ante
la psique se pronunciara con el deseo de ser de-
scifrada y no el de producir un concepto a partir
de ella. Se hace un segundo intento. En éste
la mente de cada ser reconoce la imagen y su
ajenidad se esfuma, esto permite una conexión
constelaria entre la experiencia vivida del ser y
el referente visual; la palabra emitida por el/la
individuo/a será un reflejo de la psique, y como
ésta esta contagiada de un virus lingüístico. Se
hace un último intento. En éste se evidencia el
lenguaje argot al que cada ser pertenece, pues
si bien los dos seres corporalmente son relati-
vamente iguales (peso, altura, masa corporal,
apariencia, edad, edad mental) su psique no es
capaz de ser dualizable, cada mente pertenece
a un contexto completamente diferente y/o si no
es así, la relación con este ambiente se vive de
otra manera. Probablemente lo más fácil de de-
tectar en el experimento, sería una psique lleva-
da a la Episteme y la otra más relevante a la
Doxa. Esto es un desnudo en el paraíso y un
desnudo en el espejo.
El primer primogénito es Jesús, por ser hijo de
Dios. Aunque, vemos en el relato bíblico dos
primeros seres, los primeros hijos no fecunda-
dos: creados del barro y viviendo en el paraíso.
Adán y eva son los primeros cuerpos primogéni-
tos del mundo, ellos no contenían un virus
lingüístico, su conocimiento era banal: lo que
podían conocer; Hasta preguntarse a si mismos
por la desnudez, o como en la biblia se nombra:
“comer el fruto prohibido”. Por un lado, ellos nun-
ca estuvieron desnudos y Agamben a medias lo
insinúa, estaban cubiertos de gracia. El instante
de perdida de gracia divina es el primer cues-
tionamiento por el cuerpo. Esta pregunta sobre
el cuerpo desnudo inicia la articulación del yo:
“éste es mi cuerpo y está desnudo”, lo que veo
es mío, lo que está desnudo soy yo. Entonces
el problema de la primogenitura es, sin tapujos:
un quiebre psíquico, es un glitch de la mente. Si
regresamos al ejemplo de los dos seres aparen-
temente iguales, vemos que, su psique es rev-
elada para evidenciar un virus linguistico, pero
además de esto, estos dos seres funcionan con
el glitch del primogénito, su yo (el psíquico) no
está consolidado como un Yo(uno entero o total)
esto puede ser confuso de entrada, pero al igual
que en el estadio del espejo, el conocimiento es
más experimental que conceptual.
Jacques Lacan, en “El estadio del espejo como
formador de la función del yo” percibe que el
yo es fragmentado en inicios (como el vestido
de gracia), y luego en el espejo se condensa
como un todo: un “Yo(entero)”. El espejo es la
manzana del paraíso, ambos objetos(espejo y
manzana) son rupturas en la psique del ser, son
frutos de conocimiento, el pecado es búsqueda
de verdad.
Según el psicoanalista francés, entre los seis y
los dieciocho meses de edad un ente desarrolla
el yo como instancia psíquica. En el momento
de ver su reflejo entero en el espejo, su cuer-
po cognitivamente se funde como unidad y no
fragmentado, concreta un yo no conocido, mien-
tras su madre dice: “tú eres eso”. Sucede que,
aquellos que rompen el arquetipo(los gemelos
idénticos), que nacen al mismo tiempo y son
genéticamente iguales, cargan el pecado enci-
ma, ellos ven su espejo desde su alumbramien-
to. Estos pares anulan el estadio del espejo, son
desde su origen un “yo no soy eso” y esto es, ser es capaz de adaptar su ‘mirada yoal’ a cau-
lo que verdaderamente sugiere una identidad sa de nunca poder instaurar un ‘Yo’ concreto.
frágil que busca su primogenitura. En el quinto mes, el cierre, aquella experiencia
vital modifica la unicidad del ‘yo’ el ser es capaz
El glitch gemélico, permite una pregunta sobre la de fragmentarlo, reconstruirlo y exteriorizarlo,
legitimación del ser, claramente su ‘yo’ no puede en este tiempo el ser regresa al génesis, propia-
ser verdadero, la mente está contaminada de mente al origen, a lo arcaico: su cuestionamien-
otro ‘yo’ que parte de sí mismo, como lo hace to se transforma en una validación propia, como
Eva de Adán; el virus lingüístico hace simbiosis supremo y/o/e único.
con una instancia yoal, ambas entidades con-
figuran la percepción del ser: generan un nuevo
estadio desincrónico y engendran un estado de
problemas yóicos. Ahora bien, tenemos un ser
que es portador del virus linguistico yoal, se le
propone que durante un tiempo cambie su per-
cepción frente al espejo: cada 3 semanas habrá
un cambio radical en su presencia reflectiva. El
ente entonces, percibirá un yo completamente
diferente justo en el momento en que lo adjudica
como ‘Yo’, los dos primeros meses tendrá más
que un extrañamiento: un anhelo por el retor-
no, el cambio constante cognitivamente lo com-
parará en-si-mismado, su psique propone volv-
er al punto anterior del cual se despegó. Entre
los cuatro meses, lo habitual será el cambio, la
mente adquiere el cambio como característica
del ser, éste avance revela la fragilidad yoica, el