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Investigación en Ausencia

Pudiendo analizar que en Venezuela no existe audiencia en ausencia, visto que sería
contradictorio a las normas vigentes, ya que en primer lugar, el Fiscal del Ministerio
Público, tiene la obligación, de conformidad a lo estipulado en el artículo 49, numeral
1°, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), que
expone: Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas; en consecuencia: 1. La defensa y la asistencia
jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y
del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los
cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los
medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas
mediante violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene
derecho a recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta Constitución y en
la ley. Garantizando así, el derecho de toda persona a conocer y ser notificada de
los cargos por los que cuales se investigan, e impidiendo la realización de un
procedimiento judicial sin que el investigado tenga conocimiento de dicha
investigación, para que se le sea reconocido sus derechos como imputado, siendo
igualmente fijado a través del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional,
Sentencia Nª 1773, del 26 de junio de 2003, ponencia de J.E Cabrera Romero. En
Venezuela no es posible el juzgamiento en ausencia de los ciudadanos, por ser
violatorio del debido que impone la necesidad de que el investigado sea notificado de
los cargos de asegurarle la asistencia de abogado, de ser oído, de obtener un
pronunciamiento y de que pueda recurrir contra él, pero que también exige su
presencia en determinados actos del proceso, a los fines de ejercer tales derechos.

Ratificando lo alegado al comienzo de este escrito, dentro del procedimiento penal


venezolano, es improcedente la realización de una audiencia de juicio con un
imputado que no se ha logrado ubicar, visto que desde que nace la imputación
material, a este se le reconocen una serie de derechos procesales, siendo
imperativo de la ubicación del imputado.

Siendo así, doctrina del Ministerio Público del año 2011, emitido de la Dirección
de Revisión y Doctrina, a través de número de escrito DRD-037-2011, de fecha
15 de marzo de 2011. Indicando: Una vez que el ministerio público advierte que
existen suficientes elementos de convicción que señalan a una persona como
autora o partícipe de un hecho punible, está en la obligación de celebrar de
modo oportuno el acto formal de imputación, pues se entiende que dicha
formalidad no sólo busca garantizarla idoneidad en el desarrollo de la fase
investigativa del sistema penal acusatorio, sino que brinda la oportunidad al
imputado de solicitar la práctica de cualquier diligencia probatoria que desvirtúe
su supuesta participación en la comisión del hecho criminal. Dando con esta
doctrina, una instrucción institucional, que debe ser acatada por los
Representantes Fiscales que laboran en el Ministerio Público, de identificar y
ubicar al sujeto imputado de un hecho delictivo.

Ahora, siendo este, una marcada diferencia procesal, visto que en caso de contumacia,
el procedimiento judicial, no deberá verse interrumpido por la inasistencia
del imputado, visto que este comportamiento es realizada de manera voluntaria, y no
se podría beneficiar a un acusado por infringir el llamado a la celebración de la
audiencia oral y público, siendo explicado a través de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, sentencia N° 730, del 25 de abril de 2007, ponencia
de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán: No puede aceptar el Estado, a
través del ejercicio del IUS PUNIENDI, que quede en manos del acusado la
intención de que se inicie o celebre el juicio oral y público. El Estado tiene el deber
de que el juicio se celebre, sin dilaciones indebidas, por cuanto está ejecutando,
con la celebración de juicio, un control social formal y público que debe existir en
toda sociedad. Siendo así, estas dos, las grandes diferencias entre el estado de
contumacia o rebeldía y el estado de ausencia.

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