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Sistema Óseo
Sistema Óseo
Esqueleto axial: forma el eje central del cuerpo, que incluye la cabeza, la columna
vertebral y la caja torácica.
Esqueleto apendicular: representado por los miembros que están conectados al esqueleto
axial e incluye la cintura pélvica y la cintura escapular (los hombros).
Esqueleto axial
Columna vertebral: está constituida por las vértebras, elementos óseos, discoides y
superpuestos. En el ser humano se cuentan 33 ó 34 vertebras.
Tórax: es una cavidad a la vez ósea y cartilaginosa en la que están alojados los pulmones y
el corazón. El esternón es un hueso plano y único situado en la parte anterior del tórax.
Las costillas son huesos largos y planos que se curvan alrededor del pecho. En los seres
humanos hay 24 costillas, 12 de cada lado del esternón
Esqueleto apendicular
Miembro superior o torácico: el miembro superior o torácico está formado por cuatro
segmentos:
Miembro inferior.
Los huesos de los miembros inferiores son más robustos ya que soportan el peso del cuerpo
y el esfuerzo resultante del movimiento.
Protección de los órganos del cuerpo: debido a la dureza de los huesos y a la forma como
están dispuestos, el sistema óseo es crítico para la protección de órganos claves en el cuerpo
de los animales.
Sostén del peso corporal: el sistema óseo nos permite mantenernos de pie contra la fuerza
de la gravedad. La mayoría de los huesos están recubiertos por músculos que se insertan a
los huesos por intermedio de los tendones.
El tejido óseo
El tejido conectivo de colágeno denso
El cartílago.
Este tejido conforma lo que son los componentes del sistema óseo: el esqueleto, el
cartílago, los tendones, los ligamentos y las articulaciones.
Podemos encontrar en los huesos una parte "esponjosa", formado por trabéculas u orificios
visibles y una parte compacta o hueso cortical. El hueso además está recubierto por una
capa densa conocida como periostio.
Como en cualquier otro sistema del cuerpo, el sistema óseo puede sufrir problemas que
comprometen su funcionamiento. Estos problemas pueden ser congénitos o adquiridos en el
transcurso de la vida.
Hipofosfatasia: es una enfermedad hereditaria donde las células formadoras de hueso, los
osteoblastos, no pueden funcionar correctamente.
Raquitismo: se produce por una reducción en la absorción del calcio a nivel intestinal.
Esto puede ser debido a carencia de vitamina D en la dieta o a la exposición solar
insuficiente.