LAS ADAPTACIONES DEL TUC (la Escuela de Teatro de la Universidad Católica)
En 1990, presentó Julio César de William Shakespeare, bajo la dirección de Alfonso Santisteban. En este montaje, de carácter neo-expresionista simbólico, se utilizaron las máscaras encubriendo la intimidad de los actores con la intención de develar la identidad genérica de los personajes. El texto adquirió su propia gestualidad por medio de diálogos que otorgaron una serie de valores kinésicos de intensa expresión y significación. El personaje de César no llevó máscara, aludiendo de manera inequívoca a una realidad cotidiana. En 1991, el TUC celebró sus treinta años dedicados a la formación actoral. Para iniciar las festividades presentó La Sonata de los Espectros de Augusto Strindberg, bajo la dirección de Carlo Urteaga, evidencia el contraste entre el erotismo y el fanatismo, por medio de un profundo análisis psicológico y una lúcida mordacidad. De esta manera se realizó la reflexión sobre el individualismo de la clase burguesa finisecular, exponiendo sus características en un nivel simbólico representativo. Urteaga acentuó los rasgos expresionistas y realizó un acertado manejo espacial. En 1992, se presento Lisistrata de Aristófanes bajo la dirección de Carlos Urteaga, que adapt6 esta fábula de la Comedia Antigua a la problemática social contemporánea. Este montaje, como los anteriores, demostraron las múltiples complejidades del alma humana y como éstas prevalecen a través de los tiempos. 7. LOS APORTES DE UMBRAL Alberto Isola, director del grupo Umbral desde 1991, ha llevado a escena varias obras marcadas por la crítica descarnada y el humor ácido. En El sétimo cielo (1994) tocó el tema de la sexualidad y en El dedo en el ojo (1996), comedia en un acto, reunió cuatro piezas breves de tres autores franceses del siglo pasado, que tradujo y adaptó las piezas, halló en el género clásico parisino del vodevil, respuestas a la hipocresía, intolerancia y arribismo de la sociedad contemporánea. En La gran Magia (1996), del napolitano Eduardo Defilipo, Fue un teatro de la experiencia, donde se reflexiona acerca de todo aquello que se puede encontrar o perder en la vida. Llega Godot (1997), basada en la obra de Becket, Esperando a Godot, una propuesta que encar6 nuevamente el dilema de la soledad existencial. Una de las mas populares fue Quíntuples del puertorriqueño Luis Rafael Sánchez. Aquí, Isola planteó la desgarradora soledad que invade a los seres dentro de la sociedad de consumo, siguiendo las pautas del espectáculo plástico frecuente en los llamados Talk Shows televisivos, que abordan problemas familiares y sociales desde la perspectiva más s6rdida y en un set decorado, con invitados maquillados, trajeados y psicol6gicamente preparados para vender sus miserias en una cultura de las apariencias, de una identidad prestada. Los Quíntuples es la historia de cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres, nacidos en un sólo parto y que, a la muerte de la madre, pasan a ser cuidados por su progenitor. Los hermanos poseen diferentes características de personalidad, pero entre ellos y el padre se establece relaciones típicas de las sociedades latinoamericanas de los últimos tiempos. Se remarca la individualidad de los personajes, que en ningún momento aparecen acompañados. No hay diálogos, únicamente monólogos. El público no puede eludir los personajes porque constantemente se dirigen a él involucrándolo en sus preocupaciones, pero sin hacerlos participar en ellas de manera activa, es decir, sólo son mudos testigos. 8. LA RENOVADA ESCUELA NACIONAL DE ARTE ESCÉNICO Cuando en 1995 Ruth Escudero ingresó como directora, la escuela se revitalizó y, ese mismo año, realizó dos montajes de dramaturgia El primero fue Santiago el Pajarero de Julio Ramón Ribeyro y luego Collacocha de Enrique Solari Swayne, bajo la dirección de Luis Álvarez en homenaje a sus cincuenta años de vida artística. En esta etapa se convocó el Concurso de Dramaturgia Peruana: El ganador fue Eduardo Adrianzén con El día de la luna, obra que fue montada por la escuela y que luego de su temporada en sala se llevó a municipalidades y a ciudades del interior del país. El Teatro Nacional desempeñó también una importante labor de apoyo y difusión de las obras de autores jóvenes a través del concurso Hacia una Dramaturgia Joven que, en 1997, tuvo como ganadora a la obra Paralelos secantes de Juan Manuel Sánchez. En 1997 surgió el concurso de Dramaturgia para provincias, que tuvo como ganadores al grupo Olmo de Trujillo con El poeta, la mujer y la maleta de César De María; a Expresión de Huancayo con Pinocho, el último viaje de María Teresa Zúñiga; y al grupo Aviñon de Arequipa con Ipakankure de César Vega Herrera. Concurso de Dramaturgia Enrique Solari Swayne, en el cual se presentaron doce proyectos. Se otorgó el primer premio a Paralelos secantes de Juan Manuel Sánchez; el segundo a Las noches de luna de César Vega Herrera, y una mención honrosa para Laberintos de monstruos de César De María. En 1996 se crearon los Festivales de Teatro Peruano Norteamericano en coproducción con el ICPNA, con la finalidad de abrir un espacio de creación para los jóvenes artistas. Ese mismo año la ENAE auspició la publicación del tercer y cuarto número de la revista Textos, en homenaje al artista e investigador teatral Hugo Salazar Actualmente prosigue en su empeño de promover y hacer del teatro un medio de comunicación al alcance y comprensión de todos los peruanos.