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Liquido Pleural
Liquido Pleural
enfoque diagnóstico
Dr. Isidoro A. Páez Prats, Dr. Pedro P. Pino Alfonso, Dr. Juan C. Rodríguez Vázquez y
Dr. Carlos Gassiot Nuño
Resumen
Se describieron las principales características del líquido pleural normal y los diferentes
mecanismos que conducen a la formación de un derrame pleural. Se presentó una estrategia
diagnóstica a partir de la diferenciación de trasudados y exudados. Se definieron sus criterios
diagnósticos. Se revisaron los marcadores bioquímicos de uso más frecuente en la práctica
médica y se especificó la utilidad de cada uno para el diagnóstico de las diferentes entidades
que causan derrame pleural. Se aclararon las limitaciones de estos marcadores y la
importancia de su uso racional a partir de los datos clínicos de cada caso.
El espacio pleural es una cavidad situada entre la pleura visceral y la parietal, con una anchura
aproximada de 10 a 20 micras1 y sirve de nexo entre la pared torácica y los pulmones, facilita
los movimientos de las estructuras intratorácicas.
En estado fisiológico, el líquido pleural contiene alrededor de 1 500 células por microlitro con
predominio de monocitos (30-75 %) y de células mesoteliales (70 %), menos linfocitos (2-30
%) y escasos neutrófilos (10 %), sin glóbulos rojos.4
ENFOQUE DIAGNÓSTICO
Una vez establecido el síndrome clínico de interposición líquida y corroborado por estudios
imagenológicos sigue siendo la toracocentesis una técnica sencilla y útil que puede
conducirnos al diagnóstico de, al menos, el 75 % de los pacientes con derrame
pleural.5 Adicionalmente puede constituir una ayuda importante en la atención clínica del 25
% restante.6
El primer paso para identificar la enfermedad responsable del derrame pleural consiste en
determinar si es un exudado o un trasudado.7
En pacientes con insuficiencia cardíaca de larga evolución, tratada con diuréticos, se pueden
obtener valores de proteínas en el rango de exudado, por lo que en estos casos se recomienda
determinar el gradiente de albúmina (albúmina en suero-albúmina en líquido pleural) # 1,2
g/L para indicar exudado y mayor para indicar trasudado.15 Recientemente se confirmó la
utilidad de este parámetro en pacientes con derrame pleural trasudativo crónico.16
Una vez caracterizado el derrame pleural, el segundo paso consiste en precisar su causa. Para
el diagnóstico etiológico debemos auxiliarnos de los métodos bioquímico, microbiológico y
citológico, así como de otras técnicas diagnósticas: biopsia pleural percutánea y la
toracoscopia. En el presente trabajo pretendemos revisar los marcadores bioquímicos de
mayor utilidad en el momento actual para poder aproximarnos a un diagnóstico definitivo en
estos pacientes.
MARCADORES BIOQUÍMICOS
En los últimos años han aumentado los parámetros bioquímicos y marcadores biológicos que
pueden determinarse en el líquido pleural, pero su utilidad diagnóstica es limitada. Por lo
tanto, debe evitarse la solicitud indiscriminada de muchos parámetros para evitar gastos
innecesarios y sobrecarga de trabajo al laboratorio.17
PROTEÍNAS
La determinación de la cifra de proteínas en líquido pleural es únicamente de utilidad para
clasificar los derrames en exudados y trasudados, y no para el diagnóstico diferencial, pues
varios procesos patológicos alteran su valor.18,19
DESHIDROGENASA LÁCTICA
Su importancia radica en la separación de exudados y trasudados. No obstante, niveles muy
altos se han asociado a derrames paraneumónicos complicados,20 pleuresía reumática21 y
paragonimiasis pleural.22 En cuanto al valor diagnóstico de la determinación de las isoenzimas
de LDH, los estudios son contradictorios,5 aunque la LDH-5 parece ser más específica de
pleuresía maligna.23
GLUCOSA
Su concentración en líquido pleural es similar a la plasmática, con un valor habitualmente
mayor de 60 mg/dL, y generalmente en correlación con el nivel del pH del líquido pleural.24 Se
observa disminución de los niveles de glucosa en líquido pleural en varios procesos como
artritis reumatoidea, empiema, derrame maligno, pleuresía tuberculosa, pleuritis lúpica y
ruptura esofágica.25 Los valores más bajos, en ocasiones no detectables, se relacionan con la
artritis reumatoidea y los empiemas.5
pH
La determinación del valor de pH en líquido pleural es muy útil en la evaluación de los
derrames pleurales. En ausencia de acidosis sanguínea, el descenso del pH pleural se
correlaciona, bien con la disminución de la glucosa o con el incremento de LDH. Tiene así una
gran utilidad en el diagnóstico diferencial de los exudados, además permite estimar la
evolución y el pronóstico del proceso subyacente.7 La acidosis del líquido pleural (pH<7,3) se
ha encontrado en la ruptura esofágica (incidencia del 100 % después de 24 h, pH=6,00),
empiema (pH=5,5-7,29), pleuresía reumática (pH=7,00) y con un pH entre 7,00 y 7,29 las
pleuresías malignas, tuberculosas y lúpicas.26
AMILASA
La elevación de la amilasa en líquido pleural, por encima de valores séricos normales o un
cociente líquido/plasma > 1,0 sugiere pancreatitis aguda, seudoquiste pancreático, ruptura
esofágica, malignidad o ruptura de embarazo ectópico.5 La amilasa pleural en la ruptura
esofágica es de origen salival.29 Un 10 % de las pleuresías malignas se asocian con niveles
altos de amilasa y generalmente el sitio del tumor primario es pulmón y ovario, más que
páncreas.24,30 Recientemente, se ha descrito elevación de la amilasa en los derrames pleurales
de los heroinómanos.17
TRIGLICÉRIDOS
Los niveles de triglicéridos se han mostrado útiles en el diagnóstico de quilotórax.
Actualmente se considera que una cifra de triglicéridos superior a 110 mg/dL es diagnóstica
de quilotórax. Valores inferiores a 50 mg/dL lo descartan y cuando oscila entre 50-110 mg/dL
es preciso recurrir a la demostración de quilomicrones mediante estudio electroforético, ya
que su presencia es sinónimo de quilotórax.31
CREATININA
La elevación de creatinina en líquido pleural puede ser útil en el diagnóstico de urinotórax
(acumulación de orina en el espacio pleural asociada a uropatía obstructiva). El diagnóstico se
confirma cuando el cociente de creatinina de líquido pleural/suero es ³ 1.17
ÁCIDO HIALURÓNICO
Su elevación en líquido pleural por encima de 100 mg/L es muy sugestiva de mesotelioma,
aunque algunos derrames benignos han mostrado niveles altos del mismo.32 El hecho de que
se haya comprobado que todos los líquidos pleurales con ácido hialurónico elevado son
viscosos, ha relegado un tanto su determinación, por demás compleja y poco sensible.33
FACTOR REUMATOIDEO
Su indicación debe responder a la sospecha clínica de pleuritis secundaria a artritis
reumatoidea, entonces debemos obtener títulos iguales o mayores al nivel del suero, en un
rango > 1:320. Títulos inferiores pueden corresponder a derrames paraneumónicos o
malignos.21,34-36
ANTICUERPOS ANTINUCLEARES
Los títulos ³ 1:160 (o una relación entre líquido pleural y suero superior a 1), son sugestivos
de derrames pleurales reumatoideos y lúpicos, respectivamente.37,38
MARCADORES TUMORALES
Constituyen uno de los parámetros más estudiados en los últimos años, pero los resultados
contradictorios en su aplicación, han limitado su utilidad en la práctica clínica, por lo que no
han podido desplazar a la citología y/o la histología.39,40 Uno de los más estudiados ha sido el
antígeno carcinoembrionario (CEA), de particular valor en el diagnóstico de los
adenocarcinomas,41 sobre todo de pulmón, mama y tracto gastrointestinal si el nivel de CEA es
> 12 ng/mL.42-44 Otros marcadores como orosomucoide, antígeno hístico polipeptídico,
fosfohexosaisomerasa, alfafetoproteína, enolasa neuroespecífica, factor de crecimiento
derivado de las plaquetas, mucina, anticuerpos monoclonales y muchos otros no han
demostrado aún un valor significativo en el diagnóstico de derrames tumorales.7
LISOZIMA (MURAMIDASA)
Esta enzima sintetizada por los neutrófilos y las células del sistema mononuclear fagocítico,
también se encuentra muy elevada en las pleuritis tuberculosas, es muy sugestiva de esta
entidad una relación lisozima pleural/sérica ³ 1,2.50También se han encontrado valores altos
de lisozima en enfermos con empiema y artritis reumatoidea.51
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75231998000200006
ABC del líquido pleural
The ABC of pleural fluid
Resumen
La práctica totalidad de los pacientes con derrame pleural se deben someter a una
toracocentesis, ya que sus resultados ayudarán al diagnóstico y tratamiento. El análisis
rutinario del líquido pleural (LP) generalmente incluye: recuento celular diferencial, proteínas,
lactato deshidrogenasa, glucosa, adenosina desaminasa, citología y, si se sospecha infección, pH
y cultivos bacterianos y micobacterianos. La distinción entre trasudados y exudados mediante
la aplicación de los criterios de Light es el primer paso diagnóstico ante todo derrame pleural.
Si el derrame es un exudado, diferentes pruebas analíticas del LP pueden ayudar a acotar el
diagnóstico diferencial: una adenosina desaminasa >35U/l indica generalmente tuberculosis en
LP con predominio de linfocitos, o empiema en exudados neutrofílicos; un pH<7,20 o una
glucosa <60mg/dl permite identificar derrames paraneumónicos complicados; y una citología
convencional es capaz de demostrar células malignas en el 60% de derrames neoplásicos. Otras
determinaciones del LP son opcionales y facilitan el diagnóstico de los derrames de etiología
incierta. Por ejemplo, los péptidos natriuréticos son buenos biomarcadores de insuficiencia
cardiaca, mientras que concentraciones de mesotelina pleural superiores a 20nM sugieren
fuertemente el diagnóstico de mesotelioma.
Abstract
Virtually all patients with a pleural effusion should undergo thoracentesis to aid diagnosis and
management. Routine pleural fluid (PF) evaluation usually includes differential cell count,
protein, lactate dehydrogenase, glucose and adenosine deaminase determinations, cytology
and, if infection is a concern, pH as well as bacterial and mycobacterial cultures. Distinguishing
transudates from exudates through Light's criteria is a pragmatic first step. If the effusion is an
exudate, various PF tests have proven diagnostic utility: adenosine deaminase levels >35U/L
usually indicate tuberculosis in lymphocytic-predominant PFs, or empyema in neutrophilic-
predominant PFs; pH<7.2 or glucose <60mg/dL allow the clinician to identify complicated
parapneumonic effusions, and conventional cytology may demonstrate malignant cells in 60%
of patients with malignant effusions. A number of optional PF tests may complement the
diagnostic approach to a pleural effusion of uncertain etiology. For example, natriuretic peptide
assays significantly improve the accuracy of diagnosis of cardiac pleural effusions, whereas PF
mesothelin levels greater than 20nM are highly suggestive of mesothelioma.
Palabras clave
Líquido pleural, Derrame pleural, Exudado, Trasudado
Keywords
Pleural fluid, Pleural effusion, Exudate, Transudate
Introducción
En condiciones fisiológicas, el líquido pleural (LP) es un ultrafiltrado del plasma y su cuantía se
estima en 0,15ml/kg de peso para cada hemitórax1. Mediante ecografía se puede ver una
mínima película de LP, de alrededor de 3mm, en el 30% de los individuos sanos2. Todo acumulo
de cantidades clínicamente detectables se considera anormal. El derrame pleural (DP) puede
indicar la presencia de una enfermedad pleural, pulmonar o extrapulmonar. En algunos casos
la etiología del DP es evidente desde el punto de vista clínico, pero en otros es incierta. Por
ejemplo, un DP bilateral en el contexto clínico de una insuficiencia cardiaca es generalmente
secundario a dicha patología, mientras que un DP unilateral masivo en una mujer con
antecedentes de cáncer de mama es metastático mientras no se demuestre lo contrario. Sin
embargo, en un paciente con artritis reumatoide la causa potencial de un DP no se circunscribe
a la enfermedad de base (derrame reumatoide), sino que éste puede deberse a una infección
(bacteriana o micobacteriana), una pleuritis inducida por fármacos (metotrexato, etanercept,
infliximab) o un seudoquilotórax, entre otras causas.
El análisis del LP obtenido mediante toracocentesis permite establecer una causa definitiva o
presuntiva del DP en el 70–80% de los casos y, cuando menos, sirve para descartar
fehacientemente algunas etiologías3.
Apariencia macroscópica del líquido pleural
Las características organolépticas del LP pueden proporcionar una información diagnóstica
útil. Según su color, podemos clasificar a la mayoría de los LP en alguna de las siguientes
categorías: acuosos (amarillo claro), serosos (amarillento), serohemáticos (rojizo),
francamente hemáticos (rojo oscuro, similar a la sangre), purulentos (pus), turbios
(amarillento, pero viscoso u opalescente) y lechosos (blanquecino y menos espeso que el pus).
Aproximadamente la mitad de los LP francamente hemáticos se deben a neoplasias. Sin
embargo, el DP maligno es de aspecto seroso en el 50%, serohemático en una tercera parte y
francamente hemático en sólo un 10% de los casos4. Una apariencia acuosa del LP es muy
indicativa de trasudado (ver definición más abajo), si bien la mayor parte de los trasudados son
serosos e incluso pueden tener aspecto serohemático o turbio4.
Un LP de aspecto lechoso es característico del quilotórax (aunque la mitad de ellos no ofrecen
esta apariencia) y del seudoquilotórax. Las causas más frecuentes de quilotórax son la cirugía,
los traumatismos y el linfoma, mientras que los seudoquilotórax suelen ser secundarios a
tuberculosis y, en menos ocasiones, a artritis reumatoide. La obtención de un LP purulento es
diagnóstico de empiema. En ocasiones, el aspecto blanquecino de los DP quilosos o quiliformes
puede ser difícil de distinguir de la turbidez propia del empiema. Sin embargo, después de la
centrifugación del LP, el sobrenadante es claro en el empiema (células y detritos producen la
turbidez) pero persiste turbio en los DP quilosos debido al alto contenido lipídico. Además, el
quilo es inodoro, mientras que los empiemas anaerobios son fétidos. Rara vez, el aspecto
blanquecino del LP se debe a la fuga de un preparado de alimentación enteral desde un catéter
central hacia el espacio pleural.
Análisis rutinarios del líquido pleural
Sólo se requiere extraer de 10–20ml de LP para su análisis completo que incluye estudios
bioquímicos, microbiológicos y citológicos. El LP se deber repartir en tubos estériles que
contengan anticoagulante (heparina o EDTA).
Para analizar el pH la muestra se recogerá en condiciones anaeróbicas, sin mezclarse con el
anestésico local de la jeringa utilizada para la toracocentesis. La medición se llevará a cabo en
un aparato de gasometría arterial durante la hora siguiente a la extracción del LP (en cualquier
caso, no más tarde de 4h)5.
Proteínas y lactato deshidrogenasa (¿trasudado o exudado?)
La primera cuestión que se debe contestar cuando se descubre un DP es si se trata de un
trasudado o de un exudado. Por definición, los trasudados son DP que resultan de un
desequilibrio entre las fuerzas hidrostáticas y oncóticas en la circulación pulmonar o sistémica,
mientras que los exudados se producen por un aumento de la permeabilidad vascular. Si el DP
es un trasudado no se requieren procedimientos diagnósticos adicionales, ya que generalmente
la causa es una insuficiencia cardiaca (80%) y, en menor medida, una cirrosis hepática (15%);
bastará con administrar diuréticos para que desaparezca el DP3. Por el contrario, los exudados
precisan de una evaluación diagnóstica más extensa porque pueden tener numerosas
etiologías. En nuestro medio, las causas más frecuentes de exudado pleural son el cáncer, la
neumonía y la tuberculosis.
En la práctica clínica, diferenciamos exudados de trasudados mediante la determinación
simultánea en sangre y LP de las concentraciones de proteínas y lactato deshidrogenasa (LDH);
es lo que se conoce como criterios de Light6 (tabla 1). La principal limitación de los criterios de
Light es que, aunque identifican correctamente la práctica totalidad de los exudados, clasifican
de forma errónea como «exudados» alrededor de un 20% de trasudados7 (tabla 2). Esta
circunstancia es particularmente frecuente en pacientes con insuficiencia cardiaca que han
recibido tratamiento diurético o que tienen LP hemáticos (hematíes >10.000×106/l)8. En caso
de que un paciente presente clínicamente una insuficiencia cardiaca pero el LP cumpla criterios
de Light para exudado por un pequeño margen, se recomienda calcular el gradiente (resta)
entre la albúmina o las proteínas del suero y del LP. Si dicha diferencia es superior a 1,2g/dl en
el caso de la albúmina o superior a 3,1g/dl en el caso de las proteínas, asumiremos que dicho
LP es realmente un trasudado9.
Tabla 1.
Criterios de Light para diferenciar exudados de trasudados pleurales
Un derrame pleural se clasifica como exudado si cumple una o más de las siguientes
condiciones
•
•
Cociente de LDH entre líquido pleural y suero superior a 0,6
•
LDH del líquido pleural superior a dos tercios (67%) del límite superior de la
normalidad para la LDH sérica
Tabla 2.
Eficacia de diferentes pruebas para identificar exudados pleurales??
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Sensibilidad Especificidad
Prueba LR+ LR-
(%) (%)
LDH: lactato deshidrogenasa; LP: líquido pleural; LP/S: cociente entre líquido pleural y
suero; LR: cociente de probabilidad; +: (positiva); –: (negativa).
??
Tomado de la referencia 7.
????
Figura 1.
(0.27MB).
Algoritmo diagnóstico del derrame pleural mediante el análisis del líquido pleural. ADA,
adenosina desaminasa; DP, derrame pleural; Hto: hematocrito; LP/S: cociente entre líquido
pleural y suero; LP-S: gradiente (resta) entre líquido pleural y suero.
Tabla 3.
Errores frecuentes en la interpretación del líquido pleural
Solicitar cultivos del LP de forma sistemática, aunque no exista sospecha clínica de infección
del espacio pleural