Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para proteger a algún ser vivo jurídicamente, no se le puede exigir ni las mismas aptitudes
cognitivas o de conocimiento, ni racionales, que a los seres humanos, pero si el hecho de que
todo ser vivo, todo animal, tiene conocimiento de sí mismo hasta cierto grado, y sobretodo
aptitudes relacionales con las demás especies y con la vida misma, eso nos permite decir que
son seres sintientes, es decir que de alguna manera la capacidad de disfrutar y de sufrir se
encuentran en todos los seres vivos, por tanto existe tristeza, alegría, empatía, miedo, y eso es
lo que debe ser objeto de protección jurídica, dicho en otras palabras se trata de proteger su
capacidad de sentir, de ahí que a los animales no se les debe exigir capacidad de conocimiento
ni tampoco un grado de relación, aunque está demostrado que si lo tienen en cierta medida, sino
su capacidad de sentir y de sufrir lo que los hace seres protegidos jurídicamente, pero no hasta
el punto de otorgarles derechos iguales a los de los humanos, equiparándolos completamente,
sino más bien implementar una moralidad universal dándoles el respeto que merecen ante las
diversas acciones desplegadas por el hombre encaminadas a infringirles dolor o sufrimiento.
La Corte Constitucional en sentencia C-666 del 2010 considero que existen deberes morales y
solidarios hacia los animales, además de un trato digno que los humanos están en la obligación
de proveer respecto a otras especies –seres vivos y sintientes- con miras a preservar el medio
ambiente.
La Ley 1774 de 2016 –Ley de Protección Animal- hace una modificación al artículo 655 del
Código Civil, al diferenciar bienes muebles y animales calificando a estos últimos como seres
sintientes y no como cosas que como tales tienen prerrogativas en su condición de fauna
protegida frente al maltrato y crueldad injustificados, estableciendo unos derechos mínimos en
su artículo 31.
La Corte Suprema de Justicia en fallo del 26 de julio del 2017 concedió un Habeas Corpus a
favor de un oso de anteojos de nombre “Chucho” que había sido trasladado de una reserva de
Manizales al Zoológico de Barranquilla para que pueda ser reubicado a una zona que mejor se
adecua a su área con plenas y dignas condiciones de semicautiverio. Esta decisión
jurisprudencial en materia de protección de los animales indica que como seres sintientes tienen
derechos pero no deberes, y que quien debe velar por esos derechos es el hombre, que se debe
cumplir con los estándares mínimos establecidos por la Ley 1744 de 2016 respecto a que los
animales no sufran de hambre ni sed, que no sufran injustificadamente malestar físico ni dolor,
que no les sean provocadas enfermedades por negligencia o descuido, que no sean sometidos
a condiciones de miedo ni estrés y que puedan manifestar su comportamiento natural2.
Conforme a la reciente jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, debe entenderse que los
animales son seres sintientes, sujetos de derechos no humanos, se reconoce que no son cosas,
los animales sienten, son conscientes, se dan cuentan de lo que pasa y pueden sufrir dolor, y en
esa medida es importante que busquemos que no sufran maltrato ni crueldad, el estado debe
garantizarles un trato digno.
1
Sentencia C-041-17, Magistrados Ponentes: GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO JORGE IVÁN PALACIO
PALACIO, Pág. 61-65
2
Sentencia AHC4806-2017 Radicación 17001-22-13-000-2017-00468-02 del 26 de Julio de 2017, M.P. Luis
Armando Tolosa Villabona, Pág. 16.
¿EL TOREO ESTA O NO ESTA PERMITIDO CONFORME A LA JURISPRUDENCIA
CONSTITUCIONAL?
La Corte Constitucional mediante sentencia del 23 de agosto de 2018 anulo la sentencia C-041
de 2017, que era la que consideraba a las corridas de toros como maltrato animal y establecía
al congreso un plazo de dos años para legislar sobre el tema. A juicio de la corte, en la sentencia
de febrero de 2017 no se tuvo en cuenta un precedente del año 2010 según el cual este tipo de
prácticas solo pueden desarrollarse en los lugares donde hay un arraigo cultural, una tradición
regular, periódica e ininterrumpida, además se expuso que este fallo desconocía el hecho de que
la única autoridad que puede prohibir las corridas de toros es el Congreso. Por consiguiente, la
última decisión de la Corte Constitucional, permite las corridas de toros a partir del año 2019 en
aquellas ciudades de Colombia en donde exista un arraigo cultural, y por el contrario las prohíbe
en aquellas ciudades en donde nunca se hayan hecho, ni tampoco en temporadas que no sean
las habituales3.
La Corte Constitucional en sentencia C-666 del 30 de agosto de 2010 considero que resultaba
contrario a los postulados de la Constitución que los municipios o distritos destinaran recursos
públicos a la construcción de infraestructuras tendientes a la realización de corridas de toros,
pues ello implicaba privilegiar el fomento de una actividad cultural sin ningún tipo de limitación,
desconociendo el deber de protección animal, y por ende fomentándose el maltrato animal, es
decir configurándose un desconocimiento total de un deber constitucional.
En esa misma ocasión, el alto tribunal concluyo que respecto de estas actividades y de cualquier
otra que implique maltrato animal, el estado podría permitirlas siempre y cuando sean
consideradas como una manifestación cultural de un determinado municipio o distrito, pero
absteniéndose siempre de promocionarlas. Así las cosas, la Corte Constitucional decidió
mantener las corridas de toros en los lugares en donde fueran una tradición y tuvieran arraigo
cultural4.
3
Consultado en: https://www.dw.com/es/las-corridas-de-toros-vuelven-a-ser-legales-en-colombia/a-45189958.
4
Sentencia C-666/10, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
En sentencia T-296 de 2013, la Corte Constitucional ordeno a las autoridades Bogotanas restituir
la Plaza de Toros de Santa María como plaza de toros permanente para la realización de
espectáculos taurinos y la preservación de la cultura taurina, considerando que se había
vulnerado el derecho a la libre expresión artística y cultural de la Corporación Taurina de Bogotá,
tras coartar injustificadamente su derecho a la difusión de la tauromaquia, un espectáculo
protegido como expresión artística y cultural, imponiéndole limitaciones y desconociendo el
principio de reserva legal en materia de restricción de derechos fundamentales5.
5
Sentencia T-296/13, M.P. Mauricio Gonzales Cuervo.
¿CUALES SON LAS DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE EL TRAMITE DE LAS ACCIONES
DE INCONSTITUCIONALIDAD EN LA CORTE CONSTITUCIONAL CONFORME AL DECRETO
2067 DE 1991 Y LA ACCION DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD SEGÚN LA LEY
1437 DE 2011?
Lo correcto sería instaurar una acción de grupo, en contra de la empresa HIDROITUANGO, a fin
de que se le condene a esa entidad al reconocimiento y pago de indemnización de perjuicios a
favor de los pescadores y la comunidad que se ha visto afectada por la sequía del rio cauca.
Es claro para la Corte que la acción de grupo constituye (i) una acción indemnizatoria, por cuanto
tiene por objeto la reparación de los daños ocasionados por la vulneración de derechos de
carácter subjetivo susceptibles de valoración patrimonial; y (ii) una acción de carácter principal,
que procede a pesar de la existencia de otros medios de defensa judicial para obtener la
reparación del daño sufrido.
6
Las Acciones Públicas para la Guarda de la Integridad y la Supremacía de la Constitución, Bogotá 2002. Consultado
de: https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere5/TESIS07.pdf
de grupo ante el juez, debe determinar claramente las personas que fueron afectadas por el
daño, tanto así que para este caso la acción de grupo solo prospera si mínimo hay 20 personas
identificadas sobre el daño que se está alegando, hay que identificar en particular las personas
perjudicadas con el daño, cualquier persona puede ejercerla siempre y cuando haya sufrido un
daño o un perjuicio por algo que perjudico a muchas personas. La acción de grupo tiene un
tiempo para poderse interponer después de ocurrido el daño o perjuicio, el tiempo mínimo que
permite la ley para poder presentar una acción de grupo desde que se ocasiona el daño es de
dos años, si se interpone después de ese tiempo la persona pierde el derecho a solicitar una
indemnización ante los jueces a través de este medio.
Las construcción del Proyecto Eléctrico Hituango ha originado violaciones graves y sistemáticas
de derechos humanos, entre las cuales se destacan: violación al derecho a la vivienda, violación
al derecho al trabajo, al derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado de los
pueblos indígenas, el derecho a la autodeterminación de los pueblos, al agua, a la
alimentación y, el derecho al medio ambiente sano.
El juez de la acción de grupo debe adoptar todas las medidas necesarias para la reparación. En
este orden de ideas, cabe recordar que la acción de grupo es principalmente de naturaleza
resarcitoria e indemnizatoria.
La Sección Tercera del Consejo de Estado en Sentencia del 13 de marzo de 2003, precisó que
la naturaleza de la acción de grupo es esencialmente indemnizatoria, toda vez que su ejercicio
busca el resarcimiento de los perjuicios individualmente sufridos por un grupo de personas.
Conforme a lo anterior, la decisión proferida por un juez dentro del trámite de una acción de grupo
debe ser el reconocimiento y pago de indemnización de perjuicios, puesto que la pretensión en
este tipo de acciones además de ser declarativa de condena, tiene un contenido netamente
económico.